Download - Cuaresma 2012
El tiempo de cuaresma
Cuando se acercaba el tiempo
de que Jesús empezara a
anunciar el Evangelio,
apareció un hombre que iba
delante de él.
Juan iba vestido de pieles de camello y sólo comía lo que encontraba en el desierto.
Predicaba: Preparad los caminos del Señor.
Luego Jesús se retiró al desierto durante cuarenta días para ayunar y hacer penitencia. Allí fue tentado
por el diablo.
El tiempo de cuaresma es un tiempo de conversión y penitencia. Comienza el
miércoles de ceniza y dura cuarenta días. Acaba cuando empieza la Semana Santa.
Miércoles de Ceniza
Los cristianos recibimos en la frente o en la
cabeza el signo de la ceniza al
comienzo de la Cuaresma
Las cenizas
En la procesión del domingo de Ramos se bendicen las
palmas y ramos de olivo con los que acompañamos a Jesús
en su entrada triunfal en Jerusalén. Algunas palmas y
ramos los guardamos para quemarlos el año siguiente. Así
obtenemos la ceniza, que –después de bendecida – nos
imponen al inicio de la Cuaresma.
“soy polvo y ceniza”
En la primera página de la Biblia se nos cuenta que “Dios
formó al hombre con polvo de la tierra”. Eso es lo que significa el
nombre de “Adán”. Dios le recuerda entonces que será
polvo de la tierra, “pues de ella fuiste hecho” (Gn 3,19).
Significa que somos nada comparados con el Creador. Pero Abrahán decía: “Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a
hablar a mi Señor” (Gn 18,27).
actitud de
humildad
“Humildad” viene de humus: “tierra”: “polvo y ceniza son los
hombres” (Si 17,32).
La ceniza significa también el sufrimiento, el luto, el
arrepentimiento. Es, pues, signo de dolor y de penitencia.
Al recibir la ceniza muestro a los demás
que quiero hacer penitencia por mis
pecados.
Jesús se retiró a orar al desierto
El desierto es un lugar despoblado, seco, donde casi no hay vegetación y falta el agua.
Jesús fue a orar y ayunar.
Significa: abandono y soledad exterior e interior, para encontrarse con Dios.
Jesús quiso preparar así su ministerio público.
espacios de
silencio y
soledad
Cada cristianos debe buscar cada día espacios de silencio y
soledad para encontrarnos con nosotros mismos y con Dios
y descubrir que estamos lejos de lo que Dios espera sobre
nosotros.
El “desierto”
requiere el
coraje de los
humildes, de
los que no
tienen miedo
de volver a
empezar...
Los cuarenta días
Moisés y Elías estuvieron cuarenta días en el desierto. Israel cuarenta años, en peregrinación
hacia la tierra prometida.
Significa: tiempo de la prueba a la que Dios somete al pueblo. Es también “hoy”: tiempo propicio para escuchar la voz de Dios y no endurecer el corazón.
Nuestro trato con Dios necesita un “espacio” adecuado (el desierto como lugar de silencio), y un “tiempo” oportuno y concreto, “suficiente” para
escuchar, a través de nuestra conciencia, su voz de Padre que corrige y consuela a la vez.
El ayuno
Junto con el desierto y la oración, el ayuno nos ayuda a hacer penitencia, para revisar nuestra vida y buscar
sinceramente a Dios. Los que se retiran al desierto para encontrarse con Dios, ayunan.
El ayuno es abstenerse de comida y bebida. Es símbolo y expresión de una renuncia a todo lo que nos impide
realizar en nosotros el proyecto de Dios.
El ayuno
Ayunar es también: hablar menos, no gastar en cosas innecesarias o caprichos, perder menos tiempo frente a la televisión, trabajar mejor, ayudar a los demás, etc.
Va unido a la limosna, a ser generosos con los demás. Si ayunáramos sólo para sufrir o demostrar que somos
fuertes, estaríamos desvirtuando su verdadera finalidad.