CRÓNICA PILOTO “RUTA DE LOS BANDOLEROS – MADRID”
Con esta crónica quiero iniciar una serie de rutas que unan el Trail con un poco de
conocimiento de la zona por la que discurren para hacerlas más amenas y se puedan
hacer cualquier tipo de moto, solo o con paquete, a elección del piloto.
Partimos de la REPSOL NI, salida Km 18,600 hacia Parque Norte, tomando dirección río
Jarama para buscar una venta dónde se reunían los Bandoleros de la zona llamada
“Venta Pesadilla”. Está situada en la unión de los ríos Jarama y Guadalix.
No pudimos localizar la ubicación exacta, justo en la unión de los dos ríos hay una edificación,
pero es una Finca Privada.
“De principios del XIX conocemos los desmanes de Antonio Sánchez, más conocido por el mote de Chorra al
aire”, bandido residual de la guerra de la Independencia, que comenzó capturando correos franceses, por las
carreteras de Burgos, para terminar asaltando diligencias. En 1816 tuvo amedrentados a los habitantes de
Alcobendas, La Cabrera, El Molar, Miraflores, Cabanillas y Torrelaguna. Tenía como punto de reunión la Venta de
la Pesadilla, localizada en las cercanías de El Molar, que más que venta parecía ser refugio de ladrones. El 6 de
julio de ese mismo año, después de un simple robo de unas piezas de tocino a unos arrieros en el Alto de los
Leones, fue perseguido y localizado cerca del Escorial, apresado, conducido a Madrid y ajusticiado. “
Seguimos dirección por “El antiguo Camino a Burgos” por donde circulaban los coches de caballos con pasajeros
y era una zona apropiada para emboscadas y asaltos.
A la altura del Molar nos encontramos a la derecha con la Ermita Nuestra Señora Del Remolino.
Seguimos por el Camino a Burgos con tramos asfaltados y de tierras hasta incorporarnos girando a la izquierda a
la carretera que va a Torrelaguna, poco después hay que desviarse a la derecha Km 37,5 más o menos de la ruta,
tomando un camino que va subiendo e inicialmente sin problemas. Pero se va rompiendo mucho y aparecen
grandes roderas en varias partes que complican el trazado.
Comento lo anterior por que esta parte sería complicada para llevar paquete, salvo que le apetezca andar un buen
trecho y según las manos del piloto y tipo de moto puede complicarse bastante a mi entender.
La otra opción sería seguir por carretera a Torrelaguna o buscar trazado alternativo.
Antes de llegar a Torremocha del Jarama llegamos a las ruinas de la Ermita de La Piedad en el camino de “Las
Lomillas”. Está vallada dentro de una Finca Privada.
Continuamos por el camino y si miramos a la derecha veremos a lo lejos el Torreón de Tiritón, ya que se encuentra
dentro de una Finca Privada, también.
https://castillosdelolvido.com/torreon-de-torriton/
Llegamos a Torremocha del Jarama, la fundación de esta población parece tener sus orígenes en tiempos del
Imperio romano.
Durante la Edad Media el pueblo no era más que unas pocas casas entorno al núcleo del pueblo formado por una
ermita construida en el siglo XIII y el torreón de la antigua fortaleza. En el siglo XIV Torremocha constituye su propio
concejo y gana en importancia y en población.
Fuente de piedra en Torremocha de Jarama.
Entramos en Torrelaguna por la Ermita de Nuestra Sra. De la Soledad y seguimos callejeando hasta
llegar a la Fuente Gorda, muy cerca del Arroyo de Matachivas , que la verdad estaba un poco escasa
de agua.
“Tres leguas de posta más allá, en Torrelaguna, aún se veían los destrozos de las tropas
francesas en la muralla y el monasterio franciscano. Me impresionó la iglesia de Santa
María Magdalena, casi una catedral. Entramos en la Villa atravesando por el barrio del
Arrabal, siendo detenidos en la Fuente Gorda por un rebaño de ovejas que habían ido
a abrevar. “
La Villa merece ser visitada en detalle por toda su Historia y Monumentos.
Partimos hacia el Berrueco por una entretenida carretera y hacía el mediodía paramos
a reponer fuerzas en un bar junto a la carretera.
Después del merecido descanso seguimos hacía el puente romano situado en el arroyo
Jábalos, está fechado en el siglo I a.C. y por él debió pasar la misma calzada que
atravesaba la vieja Talamanca del Jarama, que se encaminaba hacia el norte para pasar
el puerto de Somosierra.
Os adjunto foto y enlace de la web donde podéis ver más información.
https://www.rutasconhistoria.es/loc/puente-romano-del-berrueco
Hay que volver sobre nuestros pasos y tomar un desvío a la izquierda a un camino para
dirigirnos a la carretera M-127 y posteriormente por el Camino de Santillana vamos pasar
cerca de la Torre de Mirabel, situada a la izquierda y dentro como no podía ser de una Finca
Privada.
https://castillosdelolvido.com/torre-de-mirabel/
Al final del camino llegamos a Sieteiglesias y junto a la junto a la iglesia parroquial de San
Pedro se encuentra la Necrópolis Medieval muy interesante de ver. Hay horario en una de las
fotos.
Ya empezaba a hacer calos y continuamos por un camino entre alguna urbanización
hasta llegar a la NI y aquí prácticamente terminaban los tramos OFF ya que el resto de
la ruta va por carretera hacia la Cabrera donde hay que buscar al Tumba del Moro
justo debajo del Cancho Gordo.
“¿Y dices que se ha puesto a servir a un caballero inglés que estudia piedras? Pues en esta sierra de La
Cabrera no faltan ¿Qué pinta tiene el criado?.
Un lord que busca piedras llevará buen reloj de oro, y una bolsa de mucho peso; de seguro hará noche
en la Posada de Cabanillas, perdiguero, que ésa es casa de mucho aseo.
Esas nubes traen agua. ¡Qué calor, Jesús! Pues señores, si decidido está el inglés a abandonar el camino
real, a la mañana echaremos un paseíto a la Tumba del Moro.
Tan seguro estoy que por allí pasará, si gusta de piedras, como que aquellos buitres que vuelan sobre el
Cancho Gordo se comerán mis ojos si no me hacen pedazos antes para pasearme por las puertas de
Madrid. ¡Mala vida, Perdiguero! Ya está aquí el pastor, ¿Has oído zagal? ¡Echa un traguito, que corra el
hilillo de vino al gaznate! Zagal, nos quedamos en las ruinas del castro del Cerro de la Cabeza, que esta
noche no hay otra fonda para esta ralea. Desde aquí dominamos el camino real. “
https://castillosdelolvido.com/necrpolis-la-tumba-del-moro/
Justo en ese tramo de carretera estaban pintando las rallas con una enorme máquina y
no paramos para verla. Tendremos que volver en otra ocasión.
Tomamos por Baldeando dirección a Bustarviejo y Miraflores para ver en la Calle de la
Fuente del Cura la Fuente de los Borricos.
Después la ruta debería transcurrir por el Puerto de la Morcuera a Rascafría para ver el
Puente del Perdón y La Casa de la Horca.
“Los Quiñones eran una milicia caballeresca formada por jinetes, divididos por
secciones, con el único y exclusivo fin de vigilar los desfiladeros de la Sierra. Se dividieron
en cuatro cuadrillas: Rascafría, Oteruelo, Alameda y Pinilla. Impartían una justicia rápida,
de horca y cuchillo y nos han dejado el Puente del Perdón y la Casa de la Horca en las
inmediaciones del Paular como prueba de su trabajo. “
Pero justo al llegar a Miraflores de la Sierra vimos un cartel avisando que la carretera
estaba cortada y no se podía subir al puerto.
La verdad es que habría que dar un gran rodeo por el Puerto de Canencia y no nos
pareció oportuno hacerlo por la hora que era y decidimos acortar hasta Manzanares el
Real donde comimos unos bocatas.
Después fuimos a ver el Alcornoque del Bandolero, junto al Camping El Ortigal, que me
trae muy buenos recuerdos de cuando íbamos de jóvenes a escalar por allí y
concretamente a la pared del Indio.
“Especialistas en el robo de diligencias, fue Pablo Santos, conocido como “el Bandido de
la Sierra”, que se refugiaba en la Pedriza, por los alrededores de Cancho Centeno. Su
fama llegó a ser tal que según cuenta Bernaldo de Quirós, hasta el archiconocido Luis
Candelas no quiso inmiscuirse en su zona de actuación. Era violento y de codicia
desmedida; el más sonado de sus delitos fue el asalto al coche de correos de Madrid a
Bayona, conocido como la Mala de Francia, derivando el nombre de la deficiente
pronunciación del vocablo inglés “mail” y el secuestro del hijo de una acaudalada dama
de El Boalo, Braulia del Valle, que hubo de pagar importante rescate. Pablo Santos murió
en un ajuste de cuentas con su segundo, Isidro “El de Torrelodones”, por desavenencias
en el reparto del botín de un robo. De él nos queda su memoria en un famoso árbol
llamado "el Alcornoque del Bandolero". Dice la leyenda que este bandolero utilizó este
peculiar alcornoque para esconder los botines que acaudalaba por sus actividades
delictivas.”
Tras visitar la ermita de Peña Sacar terminamos la ruta, volviendo por Colmenar Viejo
y cortando por San Agustín de Guadalix hasta Madrid.
Como digo siempre al final de las crónicas: Próximamente MÁAAAAAS!!!.