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Page 1: Copia de joaquin cidad

VIVIR14

DIARIO DE BURGOS LUNES 24 DE SEPTIEMBRE DE 2007

B U R G O S

paletaDel cáliz a la

MÍRIAM LÓPEZSAN ANDRÉS DE MONTEARADOS

Joaquín Cidad es uno de esos sa-cerdotes comprometidos, que

van más allá de las palabras. Nohay más que charlar un rato con élo hacer un repaso por sus días pa-ra darse cuenta de la dedicaciónque ha puesto en su comarca y, so-bre todo, en sus vecinos. Ya sonmuchos años, exactamente 36, losque este párroco lleva en comarcaburgalesa de La Lora, también co-nocida como Páramos. Toda unavida al servicio de los demás que leha convertido en un personaje delo más popular en su entorno. Y esque esta pasión por hacer obra so-cial le ha llevado a compaginar susobligaciones como sacerdote conotras de lo más variado, como pe-riodista o albañil.

El nuevo proyecto en el queahora invierte la mayoría de sus dí-as es la rehabilitación de la ermitade Brañosera. Está en San Andrésde Montearados, una de las cincopedanías de Sargentes de la Lora.Para él, esto del cemento y la pale-ta no le resulta demasiado raro,pues ya lleva a sus espaldas más deuna obra de reconstrucción. Lasiglesias de Valdeajos, Hoyos del To-zo y Barrio Panizares y los campa-

narios de Sargentes de la Lora yAyoluengo han sido algunas de lasconstrucciones que se han vistobeneficiadas por la buena mano yel interés desinteresado de Joa-quín.

Comprometido como pocoscon el patrimonio de la zona, datodo de sí por sacar adelante aque-llo que se plantea.El pésimo estadode conservaciónde la ermita de lavirgen de Brañose-ra le impulsó a él ya otros lugareños aponerse manos ala obra para acon-dicionar y salvar eltemplo. «Nadie na-ce sabido», co-menta Cidad, perola fuerza de voluntad y la ilusiónque le pone son los motores que leayudan a aprender cada día un po-co más.

MANOS A LA ERMITA.Así, en oto-ño del año pasado comenzó a to-mar las cotas necesarias para teneruna idea de las medidas del edifi-cio, que, según Joaquín, en su par-te más antigua data del siglo XIV.Aunque poco se sabe de esta ermi-

ta, cuenta la tradición oral que muycerca de su emplazamiento existíaun pueblo llamado Casares, delque hoy no existe ningún rastro.

Su interior, aunque está muymal conservado, alberga peque-ños detalles llamativos, como laslargas trenzas de pelo que se deja-ban antiguamente como ofrenda,

aunque, sin duda,lo más singular yque más valor pa-rece tener sonunas antiguas pin-turas que se hanencontrado en elpresbiterio.

La jornada detrabajo comienzaa las ocho de lamañana. «No hayun grupo fijo de

trabajadores. Cada uno vienecuando puede», asegura Joaquín.El interés que muestran los veci-nos es bastante considerable, puesson muchos los que han ido volun-tarios para ayudar en la obra. Cadauno con sus habilidades va apor-tando su granito de arena para queel proyecto avance.

De momento no tienen proble-mas de financiación, pues allí lamano de obra es una cuestión vo-

luntaria y gratuita, y en materialesno han tenido, de momento, de-masiados gastos, por lo que salenadelante con algunos ahorros y do-nativos que aportan los vecinos.

Han pasado más de 500 horastrabajando durante todo el veranoy ya se pueden ver los primeros re-sultados, pues han arreglado el te-

jado de la zona del presbiterio conel fin de proteger de las goteras laspinturas encontradas. Muchas sonlas ideas que rondan en la mentede Joaquín; algunas, como bajar laaltura de la ermita o limpiar la casadel ermitaño, ya quedarán para elpróximo año, pues el invierno enLa Lora golpea fuerte.

Los vecinos ayudan al sacerdote albañil cuando y como pueden. Joaquín Cidad, todo un ejemplo de trabajo callado y esforzado. / FOTOS: ÁNGEL AYALA

El sacerdote Joaquín Cidad alterna su quehacer religioso con laalbañilería en La Lora. Con la ayuda de los vecinos está sacandoadelante el proyecto para restaurar la ermita de Brañosera

Ha escrito 15libros sobre el

patrimonio de lazona y ha sido

corresponsal deDB durante años

La ermita está siendo saneada por dentro y por fuera.

Se han encontrado pinturas valiosas.

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