Download - Con la llegada de los españoles en 1492
Con la llegada de los españoles en 1492, las sociedades de América Latina sufrieron
cambios muy importantes, tanto culturales, demográficos y tecnológicos, entre otros.
Dentro de este contexto se generó un proceso de aculturación, en donde el europeo se
impuso sobre el hombre latinoamericano. Desde entonces se desató un conflicto cultural
marcado por el esclavismo y diferencias entre indígenas y españoles nunca antes visto en el
continente. Fue de esta manera como se desestructuraron las sociedades aborígenes
americanas, mientras España dio inicio a una nueva era. Este choque cultural generó una
desigualdad distinta a la concepción latinoamericana, debido las ideas preconcebidas de
autoridad y riqueza de los españoles.
La apariencia es uno de los componentes de desigualdad más notorios de la sociedad
actual, debido a que hasta el día de hoy persiste, independiente de todo el cambio y
modernidad, que ésta fue adquiriendo a lo largo del tiempo. Esto se hace presente, con las
palabras “discriminación racial”; aspecto que se acentuó desde la llegada de los europeos y
que hoy en día aun persiste, pese al desarrollo de la civilización moderna.
Debido a lo anteriormente mencionado planteo que la discriminación por apariencia física
se realzó y mantuvo en el tiempo desde la llegada de los europeos a América Latina.
Para comprender este aspecto es importante considerar que en la época de colonización se
impuso un estilo de vida europeo, lo que llevó al mestizaje entre indígenas y españoles,
generando una nueva raza de americanos.
Antes de la llegada de los europeos a Latino América, existían sociedades grandes como
la de los Aztecas e Incas. En esta última por ejemplo, su organización era estamental, sin
embargo, cada parte necesitaba de la otra, es decir el Inca encabezado por el emperador
necesitaba a los Curacas, jefes de tribus y estos a su vez eran elegidos por los Ayllu. Cada
localidad producía algo para los Incas, en donde como una forma de pago se les
proporcionaban parte de lo producido.
Si bien, las grandes civilizaciones tenían una organización y tecnología superior a las de la
zona, éstas estaban en contantes guerras por territorios y poder. Este ambiente, provocó que
muchas sociedades indígenas, como es el caso de los Aztecas, tuvieran un desorden político
ideal para el aprovechamiento de los españoles.
Además, muchas de las sociedades tenían en sus escritos la venida de dioses para iniciar
una era de prosperidad, es por ello que cuando llegaron los españoles fueron endiosados,
debido a sus características peculiares nunca antes vistas.
Al colonizar el continente los europeos iniciaron rápidamente una imposición de su estilo
de vida, aplicando su religión, costumbres y estereotipos, generando una nueva estructura
social en donde los aborígenes eran relegados a un estatus de esclavos o sirvientes para
realizar las tareas más difíciles. Uno de lo aspectos importantes y notorios son las
ciudades, como por ejemplo Ciudad de México, donde se construyeron bajo los cánones
arquitectónicos europeos.
Además, los hombres españoles al poseer rasgos distintos podían diferenciarse y segregar a
los aborígenes; para ellos pertenecer al grupo indígena era sinónimo de ser inferior, puesto
que los trataban como animales. Sin embargo, las guerras y el establecimiento en estas
zonas provocaron que las razas se mezclaran, ya sea racial y culturalmente, dando
comienzo al proceso de Mestizaje dando origen a una nueva raza de habitantes en América,
los cuales no se sentían españoles ni indígenas.
No obstante, de igual manera existía diferencia, debido a que proliferaron las sociedades
castas, en donde las personas eran divididas según su comportamiento (linaje sanguíneo),
oficio y ubicación de la vivienda. En este contexto los rasgos físicos de cada casta eran muy
definidos. Por ejemplo, se encontraba el español, el cual era nacido en Europa, después
venían los criollos quienes eran hijos de europeos nacidos en América, pero poseían rasgos
típicos españoles, luego venían las mezclas de europeo e indígena que era la gente
trabajadora con rasgos más toscos, y finalmente se encontraban los indígenas.
En conclusión, desde la conquista, la caracterización de los prototipos raciales determinan
las clases sociales de la actualidad, si bien antes la caracterización se daba entre español-
indígena y luego criollo-mestizo, ahora es rubio con ojos azules y cabello negro con ojos
oscuros. Es decir, aún en esta fecha se sigue clasificando a las personas según sus rasgos
como color de piel, forma de hablar, estatura, etc, dándoles un carácter de superior o
inferior según las características personales de cada una.
La palabra orden se define como “la colocación de las cosas en el lugar que les
corresponde”, es esto lo que las culturas Latinoamericanas buscan después de
independizarse de España. En pocas palabras, las nuevas naciones se enfrentan a un nuevo
escenario, en el que cada país debe estructurarse a lo que cada uno cree que es mejor.
Las independencias fueron violentas y universales, sin embargo, dejaron a los nuevos
dirigentes en una contradicción, puesto que ya no dependían de ningún rey que vivía en el
otro lado del mundo, sino que ellos debían de protegerse y velar por el bienestar de todos
los habitantes.
Es por esto que aparece la interrogante ¿por qué existe obsesión por el orden de las élites
latinoamericanas?
Para poder responder esta pregunta, es necesario conocer quiénes son las élites
latinoamericanas, cómo fue que la modernidad afectó a estos nuevos países y cómo se
estructuró la sociedad a partir de los nuevos cambios tecnológicos y culturales del mundo
de siglo XIX.
El proceso de independencia fue iniciado por un movimiento de identidad denominado
“criollismo”, en donde la nueva raza de habitantes del continente tenía como premisa “Yo
no soy español; Soy americano” 1. Esto fue provocado por el resentimiento existente entre
las elites americanas y los europeos.
Las colonias ampliaron sus relaciones e interacciones económicas produciendo un comercio
intercolonial que creció rápidamente e independiente del monopolio desarrollado por
España.
Gracias al proceso anterior, se produjo un crecimiento económico que vino acompañado de
un cambio social muy importante, puesto que los denominados criollos se transformaron
en una elite terrateniente, cuyos intereses no siempre coincidían con los de España, sobre
todo en las exigencias de propiedad y manos de obra.
Cuando ocurrió la invasión francesa a España, la influencia del pensamiento político
ilustrado, residía en el pueblo que delegaba en un rey legítimo; es decir, con la desaparición
o incapacidad del monarca (en este caso preso de un enemigo exterior) el poder revirtió al
pueblo. Por lo tanto, las elites criollas más innovadoras y decididas vieron, en la creación
de las juntas, la oportunidad de añadir, al poder económico y social que ya tenían, un poder
político necesario para confirmar sus intereses.
Cuando finalmente se logró la independencia, las nuevas naciones debían organizarse para
poder desarrollarse, pero fue en este punto cuando comenzaron muchas guerras civiles en
Latinoamérica, por parte de los grupos políticos que buscaban imponer su propio orden.
Cuando comienza el siglo XIX, éste trae consigo un mundo más automatizado con el
desarrollo de las ciencias. Es por ello, que cada país en América Latina busca posicionarse
en el mundo mostrando y ostentando su arquitectura, avances tecnológicos y su economía.
Por ejemplo Buenos Aires en Argentina, que construyó el segundo tren urbano del mundo,
una situación impensada en esos tiempos.
Sin embargo, la modernidad trae consigo, nuevos roles sociales en donde las elites ya no
son la aristocracia, sino la burguesía. Además, el nuevo crecimiento de las ciudades se
transforma en una fuente de oportunidades para las personas, dando inicio a una migración
campo-ciudad.
Es por ello, que en este nuevo contexto el orden se transforma en una obsesión para los
gobiernos, puesto que para poder contener y administrar a las personas, estos deben crear
nuevas edificaciones, nuevos sistemas de transporte y beneficios sociales para mantener a
su país contento.
En conclusión, la necesidad de una identidad propia e idealista conlleva a la independencia,
en la cual se enfrentan el tradicionalismo con la modernidad, donde las sociedades ya no
dependen de un rey, sino de sí mismas. En este primer paso la obsesión por el orden de las
elites Latino Americanas aparece como una forma de sobresalir en un mundo donde el
progreso determina al país. Es decir, un pueblo ordenado significa una nación desarrollada.