Cómo hacerte una prueba para saber si tienes el síndrome de Asperger3 partes:Reconociendo las señales Confirmando el diagnóstico Tomando los próximos pasos
El síndrome de Asperger, parte de un grupo de trastornos del desarrollo que
conforman el espectro del autismo, afecta la capacidad de una persona para
comunicarse y socializar. Las personas con síndrome de Asperger suelen tener
niveles altos de coeficiente intelectual y es posible que alcancen un gran éxito en
la vida, pero luchan con dificultades sociales y habilidades de comunicación no
verbal limitadas. Los síntomas del síndrome de Asperger los comparten las
personas con una serie de diversos trastornos, por lo que puede ser difícil de
diagnosticar. Empieza leyendo el primer paso para aprender más acerca de los
síntomas que debes tener en cuenta, cómo tener un diagnóstico y qué hacer
después.
Parte 1 de 3: Reconociendo las señales
1.
1Presta atención a las habilidades de comunicación no verbales
inusuales.Partiendo desde la niñez temprana, las personas con exposición de
Asperger marcan diferencias en la forma en que se comunican. Estas diferencias
son los síntomas más notables del síndrome, especialmente durante la infancia,
antes de que se les enseñe a comunicarse con mayor eficacia.[1] Presta atención a
las siguientes diferencias en el estilo de la comunicación:
Una tendencia a evitar el contacto visual
Uso limitado de expresiones faciales variables
Uso limitado del lenguaje corporal expresivo, como gestos de mano y asentir con
la cabeza
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2.
2Presta atención a los signos de mutismo selectivo. El mutismo selectivo es
cuando alguien habla solo con aquellas personas con las que se siente cómodo y
se queda en silencio cuando está con los demás. Esto es común entre los niños
con Asperger. Es posible que ellos hablen abiertamente con sus padres y
hermanos, pero se queden en silencio en la escuela y alrededor de las personas
que no conocen muy bien. En muchos casos, el mutismo selectivo se puede
superar más adelante en la vida.
3.
3
Determina si la persona tiene problemas al empatizar. Las personas con
síndrome de Asperger tienen dificultades para entender cómo se sienten los
demás. Por lo general, no captan las señales, especialmente las no verbales como
las expresiones faciales que usa la gente para mostrar que están tristes, enojados,
asustados o con dolor. La falta de empatía se puede manifestar de muchas
maneras diferentes. Aquí hay algunos ejemplos de comportamientos que puedes
notar:
Es posible que la persona no reconozca cuando haya dicho algo hiriente o cuando
esté haciendo sentir a alguien incómodo en una conversación.
Es posible que la persona juegue con demasiada agresividad, sin darse cuenta de
que empujar con fuerza u otro contacto físico puede causar dolor.
4.
4Presta atención a las conversaciones unilaterales. Dado que las personas con
Asperger tienen problemas para empatizar, su estilo de conversación puede
terminar siendo unilateral en lugar de tener el ritmo fluido en una conversación
entre dos personas que no tienen el síndrome de Asperger. Una persona con este
síndrome no puede captar las señales de que la persona con quien está hablando
tiene algo que decir o está aburrida en la conversación. También es posible que
no pare de hablar de un tema que le interese y no se preocupe acerca de si la otra
persona quiere o no hablar de ello.[2]
5.
5Observa si la persona tiene obsesiones. Muchas personas con el síndrome de
Asperger tienen un interés especial y casi obsesivo en algunos temas. Por
ejemplo, si un niño con síndrome de Asperger está interesado en el béisbol, es
posible que se memorice el nombre y las estadísticas de cada jugador en cada
equipo de Las Grandes Ligas. Asimismo, otra persona podría estar fascinada por
los insectos y memorizarse los nombres en latín de las especies de cada insecto
en América del Norte. Más adelante en sus vidas, estos fuertes intereses pueden
dar como resultado una carrera exitosa en campos muy especializados.
6.
6
Observa si la persona tiene problemas para hacer amigos. Tanto los niños
como los adultos con Asperger probablemente tengan problemas para hacer
amigos, ya que tienen dificultades para comunicarse de manera efectiva. Muchas
personas con síndrome de Asperger quieren hacer amigos, pero carecen de las
habilidades sociales para hacerlo. Su falta de contacto visual y problemas para
empatizar se puede interpretar erróneamente como rudeza o ser antisocial,
cuando en realidad les gustaría llegar a conocer mejor a la gente.
Es posible que los niños pequeños con síndrome de Asperger no demuestren un
interés en jugar con otros niños. Esto por lo general cambia cuando crecen, ya que
al igual que cualquier otro niño, desean encajar y llevarse bien con los demás.
Las personas con síndrome de Asperger podrían terminar con unos pocos amigos
cercanos que realmente los entiendan o es posible que se rodeen de conocidos
con quienes no se conecten en un nivel profundo.
7.
7Presta atención a la coordinación física de la persona. Las personas con
síndrome de Asperger a menudo carecen de habilidades de coordinación y es
posible que sean un poco torpes.[3] Muchas veces pueden tropezar o chocar contra
las paredes y los muebles. Es probable que no puedan destacar realizando
actividades físicas o deportes.
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Parte 2 de 3: Confirmando el diagnóstico
1.
1Mantén un registro de los síntomas que observas. Todo el mundo muestra
torpeza social y algunos de los síntomas del síndrome de Asperger de vez en
cuando, pero si tienes un diario y tomas nota de cada instancia, empezarás a
recolectar patrones. Presta una atención especial a la conducta de la persona en
los momentos en que está interactuando con otras personas en la escuela o
durante el tiempo de juego con sus amigos o hermanos. Si la persona realmente
tiene el síndrome de Asperger, es muy probable que veas los mismos síntomas
una y otra vez, no solo una vez o dos.
Anota descripciones detalladas de lo que observas. De esta manera, serás capaz
de darles a los posibles médicos y terapeutas tanta información como sea posible
para poder tener un diagnóstico correcto.
Ten en cuenta que muchos de los síntomas del síndrome de Asperger se
comparten con otros trastornos, como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) o el
trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Incluso aunque puedas estar
seguro de que la persona tiene el síndrome de Asperger, es importante estar
abierto a la posibilidad de que sea algo más para que así pueda recibir el tipo de
tratamiento adecuado.
2.
2Toma una prueba en línea. Hay varias pruebas en línea que determinan si una
persona puede tener el síndrome de Asperger. La persona quien va a tomar la
prueba tiene que responder una serie de preguntas relacionadas con sus
actividades sociales, sus maneras favoritas de pasar el tiempo y sus fortalezas y
debilidades para ver si los síntomas comunes del síndrome de Asperger parecen
estar presentes.[4]
Los resultados de una prueba en línea para saber si alguien tiene el síndrome de
Asperger no es de ninguna manera lo mismo que un hacerse un diagnóstico. Más
bien, es una manera de determinar si podría ser necesario realizar más pruebas.
Si la prueba revela una tendencia hacia el comportamiento relacionado con el
síndrome de Asperger, es posible que tengas que hacer una cita con el médico de
tu familia para averiguar más.[5]
3.
3
Pide la opinión del médico de tu familia. Después de que hayas tomado una
prueba en línea y estés razonablemente seguro de que podría haber un problema,
empieza por hacer una cita con el médico de tu familia. Lleva tu diario de síntomas
y comparte tus inquietudes. El médico probablemente te hará una serie de
preguntas y te pedirá que profundices en los detalles. Si el médico comparte tu
sensación de que el síndrome de Asperger u otro trastorno del desarrollo podrían
estar en juego, pídele que te refiera con un especialista.[6]
Tener esa primera conversación con un profesional puede ser una experiencia
intensa. Hasta el momento, es posible que hayas guardado tus preocupaciones
solo para ti. Compartirlas con un médico podría cambiar todo. Sin embargo, ya sea
que la persona por quien te preocupas eres tú o tu hijo, estás haciendo lo correcto
al tomar cartas en el asunto en lugar de ignorar lo que has observado.
4.
4Consulta con un especialista para tener una evaluación completa. Antes de la
cita, haz una investigación sobre el psiquiatra o el psicólogo a quien te han
referido. Asegúrate de que la persona se especialice en trabajar con gente que
tiene el espectro del autismo. La cita probablemente consistirá en una entrevista y
una prueba con preguntas similares a las de una prueba en línea. Una vez que te
den el diagnóstico, el especialista te dará recomendaciones sobre cómo proceder.
Durante tu reunión, no tengas miedo de hacerle preguntas al médico sobre su
experiencia, el diagnóstico y el método de tratamiento.
Si no estás completamente seguro de que el diagnóstico de la persona es
correcto, busca una segunda opinión.
5.
5Lee acerca del síndrome de Asperger para ayudarte a tomar decisiones. El
Asperger ha sido recientemente clasificado como un trastorno oficial único del
autismo y otros trastornos del espectro autista. Los investigadores médicos y
psicológicos todavía se encuentran en el proceso de aprendizaje sobre cómo
diagnosticar correctamente este trastorno, así como la forma correcta de tratarlo.
Es probable que veas que varios médicos y terapeutas tomen diferentes métodos
de tratamiento y esto puede ser muy confuso. Leer por ti mismo te ayudará a
entender mejor los distintos métodos y tomar decisiones en cuanto a cuáles son
los mejores para ti o un miembro de tu familia.
Las organizaciones como la Sociedad Nacional para personas con Autismo (NAS)
o MAAP publican información actualizada sobre el diagnóstico, tratamiento y cómo
vivir con el síndrome de Asperger.[7]
Leer un libro escrito por alguien con Asperger acerca de su experiencia es una
buena manera de obtener una idea de la enfermedad. Trata de leer Look Me In
The Eye: My Life With Asperger’s (Mírame a los ojos: Mi vida con Asperger) por
John Elder Robinson o The Curious Incident of the Dog in the Night-Time (El
curioso incidente del perro en la noche) por Mark Haddon.
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Parte 3 de 3: Tomando los próximos pasos
1.
1Trabaja con un equipo de profesionales de confianza. Lidiar con el síndrome
de Asperger requiere un enfoque múltiple. Es muy importante tener ayuda externa
de profesionales experimentados y compasivos. Primero y ante todo, encuentra un
psicólogo o terapeuta con quien tengas una conexión y puedas confiar, alguien
que te alegraría tener en tu vida los próximos años a medida que se presenten los
desafíos que el Asperger pone en tu camino.
Si sientes que algo anda mal o te sientes incómodo después de algunas sesiones
de terapia, no dudes en buscar a alguien que sea una mejor opción para ti o tu
hijo. La confianza es un elemento importante a la hora de tratar el síndrome de
Asperger.
Además de encontrar un terapeuta de confianza, es posible que desees el punto
de vista de educadores especializados, nutricionistas y otros profesionales que te
pueden ayudar a navegar a través de tus necesidades especiales (o las de tu hijo).
2.
2
Busca apoyo emocional. El síndrome de Asperger no es curable y aprender
cómo manejarlo es un proceso que dura toda la vida. Además de reunirte con los
médicos y terapeutas para descubrir la mejor forma de tratamiento, considera la
posibilidad de buscar apoyo de la Sociedad Nacional para personas con Autismo
(NAS) o un grupo local de apoyo del síndrome de Asperger. Encuentra gente que
puedas llamar cuando tengas preguntas o cuando simplemente necesites a
alguien con quien hablar que entienda por lo que estás pasando. Con las tasas de
Asperger en aumento, hay muchas personas que pueden ayudarte.
Haz una búsqueda en línea para encontrar grupos de apoyo de Asperger en tu
cuidad. Es posible que haya uno asociado con las escuelas en tu área.
Considera la posibilidad de asistir a una conferencia organizada por la Asociación
de autismo y síndrome de Asperger de los Estados Unidos[8] u otro grupo
destacado. Tendrás acceso a una gran cantidad de recursos, aprenderás acerca
de las metodologías de tratamiento de última generación y conocerás a gente con
la que podrás mantenerte en contacto.
3.[1.]
4.
3Organiza tu vida para satisfacer tus necesidades únicas. Las personas con
Asperger enfrentan más desafíos que las que no lo tienen, especialmente en el
ámbito de interacción social. Al mismo tiempo, las personas con síndrome de
Asperger pueden tener relaciones completas y maravillosas (muchas de ellas se
casan y tienen hijos) y carreras muy exitosas. Sé consciente de las necesidades
únicas de la persona y ayúdala a superar sus contratiempos. Asimismo, celebrar
sus logros puede darle una mejor oportunidad de vivir una vida plena.
Una manera esencial para mejorar la vida de una persona con síndrome de
Asperger es tener una rutina a cual te ciñas, ya que las personas con síndrome de
Asperger se desvían de las rutinas. Cuando tengas que cambiar las cosas, tómate
el tiempo para explicarle a la persona por qué, de tal manera que entienda.
Modelar habilidades sociales puede ayudarle a alguien con síndrome de Asperger
a aprender con ejemplos. Es decir, puedes enseñarle a la persona a saludar y dar
la mano mientras hace contacto visual. El terapeuta con quien trabajes te dará las
herramientas adecuadas para hacerlo con eficacia.[9]
Celebrar la pasión de una persona con síndrome de Asperger y dejar que la
disfrute es una buena manera de apoyarla. Cultiva el interés de la persona y
ayúdala a sobresalir en él.