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COMISIÓN NACIONAL DEL BICENTENARIO DE INDEPENDENCIA DE HONDURAS
Nació en Tegucigalpa, el 9 de junio de
1805, murió en Comayagua, el 8 de
enero de 1871.
Al heroico Soldado de la Unión Centro-
Americana.
Al guerrero modelo de valor, de
constancia, de honradez y de lealtad.
Anales del Archivo Nacional
EL BICENTENARIO
AÑO 1 Tegucigalpa, Honduras, 29 de junio del 2021 N° 9
AL GENERAL CABAÑAS RAFAEL HELIODORO VALLE
Su vida fue como la luz del día; todos dicen que a nadie le hizo mal; y en su honor todo el mundo repetía: «¡Qué manos tan puras las del General!» Tal como el bronce, así era de trigueño; y por honrado, tal como la miel. ¡Dicen que de estatura era pequeño, pero un gigante sobre su corcel! En su talón sintió la espina ingrata y en sus sienes el lirio del decoro. ¡Y su barba de plata y la espada de oro! Merece el mármol porque no mentía y así tan buenos pocos pueden ser; ¡Tuvo su ancianidad, la lejanía de una montaña en el atardecer! Ahora Honduras su retorno espera; nos hace falta el sol de su Ideal: ¡En lo blanco y lo azul nuestra bandera se parecía mucho al General!
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Dios, Unión, Libertad
Nery Alexis Gaitán
La Comisión Nacional del
Bicentenario, 1821-2021, que
coordina el Lic. Juan Ramón Martínez,
y la Policía Nacional, rindieron un
significativo homenaje al prócer José
Trinidad Cabañas. El acto se
desarrolló a las 10 am en la Plaza La
Merced, donde está ubicado el busto
del insigne prócer. El evento dio inicio
con el ingreso de la Escolta de
Banderas y una Valla de Honor por
caballeros cadetes de la ANAPO. Se
hizo la respectiva invocación a Dios a
cargo del capellán, Padre Eduardo
Mancías. Luego se entonaron las
gloriosas notas de nuestro Himno
Nacional. Se hizo un minuto de
silencio por todos los héroes que han
caído en el cumplimiento del deber. A
continuación, se hizo el
desplazamiento de la Valla
correspondiente y se colocó una
ofrenda floral frente al busto de José
Trinidad Cabañas. Participaron el Lic.
Juan Ramón Martínez, el
Comisionado Fredy Lagos y la
Viceministra de Seguridad, Alejandra
Hernández. Un cadete de la ANAPO
leyó la hoja de vida del prócer
Trinidad Cabañas. Seguidamente se
escucharon las palabras del Señor
Comisionado General, Fredy Lagos
Sánchez, en representación de la
Policía Nacional. Resaltó entre otros
aspectos que: “Nuestros héroes han
dado lo mejor de sí para hacer un país
independiente, y Cabañas nos dejó un
legado de honradez”. Asimismo, que
la Policía busca honrar a la Patria con
actuaciones positivas. Seguidamente,
el Lic. Juan Ramón Martínez, en su
condición de Coordinador General
del Bicentenario, pronunció un
patriótico discurso resaltando las
virtudes del prócer José Trinidad
Cabañas. Expresó que: “José Trinidad
Cabañas encarna la lealtad, la
vocación de servicio, la honradez
acrisolada y la visión de estadista que
sabe que, las cosas están cambiando
y que debemos prepararnos también
para cambiar. Cabañas, además, es
posiblemente el mejor ejemplo del
gobernante probo y honrado, que
hace del servicio público un sacrificio
personal, porque dedica toda su
existencia al fortalecimiento de la paz
pública, la concordia y el
entendimiento entre los hondureños.
Su honradez acrisolada, su austeridad
ejemplar y la claridad de sus ideas,
son algo que nos debe orientar”.
Luego se escucharon las palabras de
la Licenciada Alejandra Hernández
Quan, Subsecretaria de Seguridad,
quien planteó que “debemos tener
objetivos comunes en el enaltecimiento de la Patria. Y en estos 200 años de vida republicana
la Policía Nacional ha entrado a un proceso de reforma y modernización para hacerle frente
a los retos que el país enfrenta en materia policial. Y trasmitir y comunicar valores cívicos debe
ser una prioridad de todos, así como lo hizo Cabañas, quien fue un hombre visionario”. El
patriótico acto concluyó con la salida de la Escolta de Banderas y la Valla de Honor. Este
homenaje forma parte de las diversas actividades que está realizando la Comisión Nacional
del Bicentenario, para celebrar patrióticamente, los 200 años de nuestra vida republicana.
LA COMISIÓN NACIONAL DEL BICENTENARIO Y LA POLICÍA
NACIONAL RINDEN HOMENAJE AL PRÓCER
JOSÉ TRINIDAD CABAÑAS
Comisionado Fredis Lázaro Lagos Lic. Alejandra Hernández Quan
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Dios, Unión, Libertad
No hay una nación sin símbolos. Algunas empezaron siendo solo
un símbolo, alrededor del cual, se fue creando y aglutinando una
comunidad que, los hizo suyos y los compartió. Al principio con
reticencia, para después, abriendo los brazos, invitaron a los
demás para que se unieran. Antes del surgimiento de la nación,
las religiones occidentales, tanto el judaísmo como el cristianismo
empezaron con símbolos muy definidos que convocaron a la
unidad. Los judíos
con el candelabro
de siete brazos y
los cristianos con
la cruz.
El cristianismo,
surgido en el
interior de la
sociedad judía,
estuvo a punto de
convertirse en una secta más, si no se hacen presente San Pablo y
San Pedro, que establecieron la universalidad de la fe,
determinando que Cristo venía a salvarnos, a los judíos y a los
gentiles. Y lo que era una secta, helenizada, se transformó en la
gran religión que, pese a sus divisiones y peleas, sigue siendo fiel
al símbolo de la cruz que, de fracaso, pasó a mecanismo de unidad
y comunión triunfal, desde el cual, el Señor ascendió a los cielos,
para ser uno con Dios. Por símbolo queremos decir “elemento u
objeto material que, por convención o asociación, se considera
representación de una entidad, de una idea, de una cierta
condición”. La bandera es el símbolo de la Patria, así como el
escudo y el himno
nacional. Nosotros, los
hondureños, nacimos a la
vida institucional, como
nación, una vez que se
fragmentó de la República
Federal. Por ello, hasta en
tiempos de José María
Medina –1864– flameamos
una bandera prestada, la de la antigua Federación. Y desde
entonces, pese a su importancia, la bandera ha variado en su
color, por las dificultades de encontrar para entonces, el azul
turquesa con el blanco en el centro en el cual, por convención,
incluimos cinco estrellas en ratificación de hermandad que no
siempre ha sido correspondida. Pero antes de la bandera, tuvimos
el escudo nacional que al paso del tiempo ha sido modificado y
modernizado, dándole más equilibro y belleza. La bandera
nacional, respetada por la mayoría e irrespetada por unos cuantos
gamberros, representa posiblemente con el himno nacional, la
trilogía simbólica alrededor del cual nos hermanamos los
hondureños y nos significamos singularmente. Tanto la bandera
nacional, como el himno, deben ser objeto de revisión en estas
celebraciones del Bicentenario. Para preguntarnos por ejemplo si
el azul de la bandera es el correcto –cosa que sabemos que no,
porque la mayoría de las banderas no tienen el azul turquesa–,
sino que el azul profundo que no corresponde con el espíritu que
quisieron trasmitir los fundadores de esta nación que día a día,
nos llevamos a la boca con respeto y admiración. Porque, aunque
pequeña, como dijo el poeta, la imaginamos grande y gloriosa.
Hace unos pocos días, los músicos mejores del país, fueron
convocados en La Paz, a un simposio para discutir la forma cómo
interpretamos el himno nacional y lo cantamos en las
ceremonias escolares y oficiales. La conclusión fue que lo
cantamos mal y lo interpretamos igualmente mal. Los maestros
de música, hondureños todos, reflexionaron a partir de la
partitura de Carlos Hartling y la letra de Augusto C. Coello,
sobre el ritmo, la melodía y la vocalización de la letra. Sus
reflexiones, que pronto haremos públicas, indican de primas a
primera, que cantamos mal el himno y que, en su
interpretación con mucha frecuencia, pasamos por alto el tono
que el maestro alemán le diera: una marcha, alegre y
esperanzadora que al tiempo que nos une y nos hermana, nos
da esperanza, fuerza y alegría para seguir adelante. Durante
más de un siglo, jamás, los hondureños –funcionarios o
educadores– se han preguntado si cantamos bien el himno
nacional y si las bandas, al ejecutarlo, se ajustan a la partitura
original. Las recomendaciones de los mejores maestros de
música del país, junto a los poetas que revisaron la letra de
Coello, pronto serán una guía que renovará la canción nacional
y le dará, a nuestro pueblo, mayor alegría, para vencer la
tristeza y la desesperanza que, los pedagogos del mal nos han
trasmitido, por ignorancia o por malicia o perversidad.
Hemos dado el primer paso. Para ser fieles a las fuentes
originales, firmes en nuestras tradiciones y fieles a los símbolos
que nos unen, que nos hacen comunidad y nos convierten en
parte de la Honduras fuerte que soñaron sus fundadores.
Fuente iconográfica: https://www.laprensa.hn/
Fuente iconográfica: https://twitter.com/honducatrachohn/
Augusto C. Coello Carlos Hartling
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Dios, Unión, Libertad
CABAÑAS, LEALTAD, HONESTIDAD Y
HONRADEZ: UN EJEMPLO A SEGUIR
correspondía el lugar señalado, renunciando a la gloria del triunfo,
porque para él, la lucha tenía sentido cuando se ganaba la batalla
Discurso del Lic. Juan Ramón Martínez, en el
homenaje al prócer José Trinidad Cabañas Distinguida concurrencia:
Margarita Yourcenar,
en su famosa novela,
Memorias de Adriano
–emperador romano–
tiene un párrafo
estremecedor, que
quiero compartir con
ustedes: “Hubo un
tiempo que, los
romanos estaban
solos; porque no
conocían a Dios”. La
razón es que, todavía
el cristianismo no
había llegado y el
Imperio romano, tenía la peculiaridad de unir en una sola
persona, al gobernante, al emperador, al Cesar con el dios.
Pues bien, nosotros los hondureños, también tuvimos un
tiempo, en que no tuvimos héroes, inmóviles en sus estatuas y
sin vida en el corazón de la población. Para orientar la conducta
colectiva y hacernos una sola nación. Hasta la Revolución
Liberal, acaudillada por Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa, los
héroes no adornaban las plazas públicas; no servían de ejemplo
en las escuelas y sus conductas ejemplares no orientaban el
comportamiento colectivo. Nos pasó, igual que a los romanos;
estábamos solos, sin sueños, sin héroes que seguir, sin guías
espirituales y, por qué no decirlo, sin la utopía que alguna vez,
ellos nos conducirían hacia un mundo mejor. Y como no
teníamos el mármol o el bronce que los encarnara y los hiciera
visibles, no nos sentíamos unidos, llamados a la creación de
una patria, cada día mejor. Es interesante que los reformistas
de 1876, hayan escogido a Morazán, que representa el
heroísmo, el valor y la fuerza en el combate; a Reyes que
ejemplifica el buen gusto, el genio emprendedor y la acción
productiva; y a José Trinidad Cabañas que encarna la lealtad, la
vocación de servicio, la honradez acrisolada y la visión de
estadista que sabe que, las cosas están cambiando y que
debemos prepararnos también para cambiar. Hoy, en esta
mañana, nos reunimos para honrar su memoria. Y para ello, es
inevitable referirnos a su personalidad, a los valores que
orientaron su conducta, su visión de estadista y su sentimiento
que el mundo del cual éramos y somos parte, estaba
cambiando. Y que, por ello, repetimos, debíamos cambiar. En
lo referido a la lealtad, posiblemente no hay otra figura que le
dispute el primer lugar al General José Trinidad Cabañas. Fue
un hombre fiel a Morazán, siempre dispuesto a cumplir sus
órdenes, aunque con ello se comprometiera su prestigio como
hombre de armas y su capacidad para modificar un curso de
acción que, aunque podría haber cambiado la historia, habría
significado un baldón para Cabañas: desobedecer las órdenes
que le había dado el héroe sacrificado en San José de Costa
Rica. Hace muchos años, cuando la inexperiencia nos hacía
perder la perspectiva y creíamos que todo lo sabíamos y lo
entendíamos, quisimos desvalorizar el talento militar de José
Trinidad Cabañas Fiallos. Con los años y las lecturas de las
campañas morazánicas, nos dimos cuenta que Cabañas,
siempre formó la vanguardia de la estrategia de Morazán y
que, sobre sus columnas, se lanzaba el enemigo, mientras el
héroe aprovechaba la situación y efectuaba maniobras de
envolvimiento que determinaban la derrota del enemigo.
Cabañas no era solo un hombre fiel, sino que un soldado,
obediente que, desempeñaba en el escenario bélico que le
y Morazán, sobre los estribos de su caballo invencible, gritaba:
¡Hemos ganado, soldados, hermanos y compañeros! Como
miembro de las tropas de Morazán, en la fatídica batalla de San José,
él no se regresa a combatir al lado del héroe, con lo que habría
cambiado la historia; pero habría significa-do irrespetar las órdenes
del hombre que, más que su jefe, era su amigo y su leal compañero.
Refieren las leyendas escolares de mis tiempos, que nunca se cortó
la barba, en homenaje a la muerte de su amigo y su leal compañero.
En el bronce que contemplamos esta mañana, esas barbas
representan la lealtad de un hombre que, hasta el final fue fiel al
amigo, a las ideas que compartían, al servicio público y a los ideales
de una república gobernada por la razón y dirigida por los más
honrados. Pero Cabañas, además, es posiblemente el mejor ejemplo
del gobernante probo y honrado, que hace del servicio público, un
sacrificio personal, porque dedica toda su existencia al
fortalecimiento de la paz pública, la concordia y el entendimiento
entre los hondureños. Su honradez acrisolada, su austeridad
ejemplar y la claridad de sus ideas, son algo que nos debe orientar
en la medida en que, nos movemos en el interior de una sociedad
en donde los intereses complejos, exigen una conducta rectilínea,
centrada en la honradez personal, el respeto del erario público y el
uso correcto de los bienes colectivos. Igual que ocurre con el Padre
Reyes, al que la universidad ha olvidado y dado la espalda a sus
ideas, siguiendo el camino equivocado; los hondureños hemos
rechazado la nobleza de Cabañas, la honradez del hombre sin
miedo y sin tacha y la visión del estadista que, sabiendo de la
posibilidad que representaba el nuevo sistema de transporte
inventado en Inglaterra como fruto de la revolución industrial, ocho
años después que allá, circulara el primer vehículo movido por el
vapor del agua, aquí Cabañas, consultaba con Reyes, la propuesta
que le hacia el ingeniero Geo E. Squier para utilizar la fractura entre
los sistemas montañosos oriental y occidental de Honduras, para
que se construyera una vía férrea que uniera a los dos mares. Los
intereses ingleses, todavía en tiempos de Cabañas, dominaban el
Istmo, y aunque Honduras era una vía ideal para competir con el
ferrocarril que Colombia había empezado a construir en la provincia
de Panamá, las fuerzas económicas locales, no tenían conciencia
que, como lo entendió Cabañas, ningún país se desarrollaría sin un
ferrocarril. Para entonces los Estados Unidos, habían empezado a
construir el suyo, utilizando sus fuerzas militares. Este
descubrimiento de Cabañas, que todavía no hemos asimilado los
hondureños, desaprovechando las oportunidades que tuvimos de
contar en el siglo XIX con un Ferrocarril Interoceánico que habría
cambiado la historia de Honduras, tendríamos una mayor fuerza
hegemónica y gozaríamos de un mejor nivel de vida, porque nos
habríamos vuelto una nación de mayor interés para la inversión y a
nivel local, pudimos haber efectuado la acumulación primaria
necesaria, para posteriormente desarrollar a Honduras,
convirtiéndola en una gran nación. Cabañas no solo es ejemplo de
honradez acrisolada, sino que además, expresión del gobernante
inteligente que no solo sabe de sus limitaciones, sino que consulta
a los que considera más inteligentes para tomar las mejores
decisiones.
Señoras y Señores:
El que la Policía de Honduras haya escogido a Cabañas como su
modelo y su símbolo, es un acierto singular, porque obliga a la
institución a mantenerse en el marco de la ley, sirviendo a la
sociedad y sin buscar, fuera de la satisfacción personal del servicio
bien cumplido, ningún beneficio particular o grupal. Cabañas, no
usó el cargo público para enriquecerse. Cuando fue desalojado del
poder, mordió el pan ácido del exilio y trabajó, humildemente, para
sostenerse él y su esposa. Su austeridad era tal que, cuando lo
nombraron presidente no tenía la ropa apropiada porque estaba
trabajando en una mina en San Miguel. Cuando murió, vivía pobre
y humildemente, con la blanca dignidad de sus barbas blancas,
Juan Ramón Martínez
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Dios, Unión, Libertad
El Quincenario de Honduras
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Redactores: Ismael Zepeda, Jubal Valerio, Walter Ulloa, Miguel Rodríguez, Ricardo A. Flores, Federico Rosa.
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cultivando una pequeña finca con la que subvenía las discretas
necesidades de una vida austera. Su ejemplo, debe orientarnos
a todos. No solo a los policías que lo han escogido como su
bandera de dignidad, sino que a todos los hondureños,
especialmente en este tiempo nublado, en que el
individualismo cerril, el incumplimiento de la ley y el
aprovechamiento de los bienes públicos con fines personales,
constituyen antivalores que exaltan la viveza y la truhanería. La
humildad de Cabañas, debe servirnos para entender que
venimos a la vida para servir y que su ejemplo de vivir
honradamente, nos da seguridad de pasar a la historia, eterno
en el mármol, objeto de la admiración y el respeto que hoy le
dispensamos al mejor amigo de Morazán, al mejor servidor de
Honduras y al más fiel amigo del respeto de los bienes
públicos, cuyo uso solo debe justificarse cuando sirve al bien
común.
Muchos, todavía se burlan de Cabañas porque no aprovechó
los cargos para enriquecerse. Pero nosotros, que soñamos con
una vida mejor para todos los hondureños y luchamos por la
grandeza de nuestra Patria, lo honramos en esta mañana,
como ejemplo de lealtad, de probo manejo de los bienes
públicos y de visión inteligente, en favor de una Honduras
mejor. Muchas gracias
17 de junio 2021
NACIONALES Y EXTRANJEROS
“JOSÉ CECILIO DEL VALLE”
Se convoca al Concurso “José Cecilio del Valle”,
dirigido a historiadores.
1. Historia de Honduras para Escolares (texto y
gráficas).
2. Historia de Honduras para estudiantes de
secundaria.
3. Historia de Honduras para estudiantes
universitarios y público en general.
El premio único consistirá en un Pergamino de Honor y una remuneración económica de:
L. 100.000 en primaria; L. 150.000 en secundaria;
L. 200.000 en el nivel universitario;
La fecha límite de entrega es el 30 de Septiembre de 2021.
Para más detalles y obtener las bases completas favor ingresar a
la página: www.bicentenariodeindependenciahonduras.hn/
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Dios, Unión, Libertad
La ruptura imperial de la monarquía española en América significó un cambio significativo en el porvenir de los Estados
iberoamericanos en cuanto a su imaginario cultural y político respecto a la consolidación del esquema nacional como representación de los intereses de los nuevos Estados.
La construcción de lo nacional fue generalizada en el continente, empero cada región desarrolló
sus propios matices. En el caso de Centro América, una vez dada esta ruptura, las autoridades de la época y grupos influyentes en la construcción del Estado se dieron a la tarea de
consolidar en la sociedad la idea de que somos un Estado Independiente, tal como lo pregonaron en la incipiente iconografía nacional en el primer Escudo de Honduras de 1825:
“Libre, Soberana e Independiente”, con una rica simbología propia del istmo centroamericano. Los intentos para consolidar el sentido de pertenencia variaron y entre 1824-1848 se
plasmaron básicamente en el carácter ejecutivo y legislativo del Estado de Honduras, es decir, a través de decretos donde se publicaban
protocolos, festividades (triunfos de batallas, tratados políticos, etc.) y particularidades de cómo celebrar una fiesta importante para el país. El contexto en que se empiezan los intentos por
reconocernos como nación fue complejo, inmerso en una constaste inestabilidad política y una indeterminación de los planes económicos. La política liberal y la herencia del colonialismo
determinaron la idea de pertenencia al Estado de Honduras. Un caso interesante fue lo sucedido post batalla de Jaitique (1832), donde murieron
muchos jóvenes por la causa Federal en contra del mexicano Vicente Domínguez. El Estado de Honduras, empezó a conmemorar a los Héroes de Jaitique, estableciendo protocolos de cómo
hacerlo, y el porqué: recordar las hazañas pasadas. Otro ejemplo fue el que se dio en el Asamblea Legislativa de 1829, donde se declara Fiesta Cívica de primera Clase la victoria de la
Batalla de Guatemala de abril del mismo año por el Ejercito Aliado Protector de la Ley. En esta misma Cámara, y en el marco de dicha victoria,
el diputado Santos Bardales de Comayagua comparó el accionar cívico-militar de Morazán con Simón Bolívar. En estos dos documentos, se expone el caso quizá el mas importante en
cuanto a la consolidación de la independencia de 1821 en el imaginario cultural de Centro América. El primer documento (1824) explicita por primera vez la celebración del 15 de
septiembre de 1821 a través de un decreto ejecutivo expedido por el Supremo Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas del Centro de
América, donde “deseando que se perpetúe la memoria del glorioso día 15 de septiembre de 1821”, “el día 15 de septiembre de todos los años se celebrará una solemne función de acción
de gracias al Todopoderoso”. Es notable que la evolución de este culto a la patria fue constante y particularmente religioso. Entre 1824-1848, la forma de celebrar la Independencia tuvo
amplios caracteres religiosos. Esto se explica en función del proceso de ruptura con el Imperio español, y es que, como lo menciona Sajid
Herrera, el culto monárquico se mantuvo durante muchos años en los nuevos Estados. Esta idea de cómo celebrar se expone en el mismo documento cuando ordena que “Asistirá
a este acto religioso” el Supremo Poder Ejecutivo. Lo anterior fue expedido desde Guatemala, y en el último artículo manda a que “los Congresos de los Estados ordenarán la
manera con que en cada uno de ellos haya de
celebrarse el aniversario de tan memorable
día”. El segundo documento (1848) particular del Estado de Honduras, sobre la solemnidad del 15 de septiembre, no
cambia mucho en función del protocolo y el trasfondo político-religioso; empero, se nota un incipiente intento por dejar el carácter religioso de la festividad,
particularizado por el carácter municipal de la política interna del Estado. Lo anterior se representa en el artículo 1 donde “en esta capital, en las plazas de las
cabeceras de los departamentos, plazas de armas en las fronteras y demás pueblos del Estado, se celebrará el aniversario de
nuestra gloriosa Independencia el día 15 de septiembre de cada año” y en el artículo 4 cuando “el Gobierno y las Corporaciones asistirán a la misa llevando el pabellón del
Estado”. En el decreto comentado, el protocolo esencialmente fue religioso, empero promulgado por el gobierno civil del Estado y las administraciones locales.
Así mismo, se estipula “que se celebre una misa en acción de gracias, y un Te Deum lo más solemne posible el propio día 15”.
Los años y los decretos comentados nos brindan una visión de cómo en el inicio de la formación del Estado de Honduras, se promulgaron diversos intentos para
consolidar su Independencia en el imaginario cultural de la población. Y en este Bicentenario, publicamos dicha documentación para la posteridad y
divulgación a todos los hondureños. ---
DECRETO Ministerio de Estado Justicia y Negocios eclesiásticos
El Supremo Poder Ejecutivo me ha dirigido el decreto siguiente: El Supremo Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas del Centro de América.
Por cuanto: la Asamblea Nacional Constituyente de las mismas Provincias ha decretado lo que sigue: “La Asamblea Nacional Constituyente de
las Provincias Unidas del Centro de América, en consecuencia, de lo prevenido en decreto de 1 de septiembre del año próximo pasado, y deseando que se
perpetúe la memoria del glorioso día 15 de septiembre de 1821, en que el pueblo de Guatemala proclamó su independencia del
Gobierno Español, se ha servido decretar y decreta: Art. 1. – El día 15 de septiembre de todos los años se celebrará una solemne función de acción de gracias al Todopode-
roso en la Iglesia principal del lugar en que se hallen los Altos Poderes de la Federación,
debiendo hacerse los oficios por el eclesiástico de mayor dignidad. Art. 2. – Asistirá a este acto religioso el S. P. E., y le acompañarán las autoridades y corporaciones civiles,
eclesiásticas y militares, que existan en la misma capital. Art. 3. – La tarde del propio día se volverán a reunir en el Palacio las autoridades y corporaciones de que habla el
artículo anterior: se leerá públicamente el Acta de Independencia celebrada el 15 de septiembre de 1821, y se dirá por la persona que el Gobierno designe un discurso análogo a tan
importante asunto. Art. 4. – El S. P. E., dispondrá las demostraciones de regocijo público, que exige la grandeza del objeto, y
permitan las circunstancias del Erario. Art. 5. – Será feriado el día 15 de Septiembre, y en él no habrá sesión del Cuerpo Legislativo, ni en los demás cuerpos depositarios de los
Altos Poderes. Art. 6. – El día 14 si no estuviese impedido, y si lo estuviere, el día que señalare el Gobierno se celebrará por los Tribunales de la Federación, visita general de
cárceles. En este año se harán las prevenidas en el artículo 4 del expresado decreto de 1 de septiembre. Art. 7. – Los Congresos de los
Estados ordenarán la manera con que en cada uno de ellos haya de celebrarse el aniversario de tan memorable día. Comuníquese al S. P. E. para su cumplimiento y que lo haga imprimir,
publicar y circular. Dado en Guatemala a 11 de septiembre de 1824 = Juan de los Santos Madriz, Diputado Presidente. = José Francisco Zelaya, Diputado Secretario. = Manuel
Mendoza, Diputado Secretario. = Al Supremo Poder Ejecutivo. Por tanto, mandamos se guarde, cumpla y ejecute. Lo tendrá entendido
el Secretario del despacho, y hará se imprima, publique y circule. Palacio Nacional de Guatemala, 11 de Septiembre de 1824. = Tomas O. Horán, Presidente. = José del Valle. = Al
ciudadano Marcial Zebadúa.” Y de orden del S. P. E. lo trascribo a usted para su publicación y circulación ínterin se remite impreso en competente número de ejemplares.
Dios, unión, y Libertad.
Palacio Nacional de Guatemala, 11 de
Septiembre de 1824.
Zebadúa.
Al ciudadano Jefe Político de Tegucigalpa.
Tegucigalpa: 31 de octubre de 1824.
Publíquese y circule.
Felipe Reyes. ---
MINISTERIO DE RELACIONES Gobierno Supremo del Estado de Honduras Dios, Unión y Libertad Casa de Gobierno. Comayagua, octubre 13 de
1848 Señor Jefe Político del Departamento de…. El señor Vice-Presidente del Estado, se ha
servido dirigirme el decreto que sigue: El Vice-Presidente en quien reside el S. P. E., del Estado de Honduras por cuanto: la Cámara de Diputados decretó y la de Senadores aprobó
lo siguiente:
Fuente iconográfica: https://mundohispanico.com/
Miguel Rodríguez A.
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Dios, Unión, Libertad
La Cámara de Diputados considerando: que es
necesario solemnizar el gran día de la Patria en todos los pueblos del Estado, ha tenido a bien decretar y Decreta:
Artículo 1. – En esta capital, en las plazas de las
cabeceras de los departamentos, plazas de armas en las fronteras y demás pueblos del Estado, se celebrará el aniversario de nuestra gloriosa
Independencia el día 15 de septiembre de cada año. Art. 2. – En todas las plazas de armas el día 14 a las nueve de la mañana se izará la bandera a medio palo y cada hora del día se tirará un
cañonazo en memoria de los primeros mártires de la Independencia; el 15 a las seis de la mañana se izará enteramente la bandera que será saludada con una salva nacional. Esta se repetirá
a las doce del día y seis de la tarde en que se bajará. Art. 3. – El gobierno de esta ciudad, excitara al Prelado Diocesano, y las autoridades
respectivas en los demás puntos, a los padres curas, para que se celebre una misa en acción de gracias, y un Te-Deum lo más solemne posible el propio día 15. Art. 4. -El Gobierno y las
Corporaciones asistirán a la misa llevando el pabellón del Estado y lo mismo se hará en las plazas de las cabeceras de los departamentos, como también en los demás puntos por las
autoridades respectivas: concluido este acto, se conducirá el pabellón en paseo por la población. Art. 5. – La Hacienda Pública por medio del
Intendente del departamento costeará un refresco que no pase en un valor de doscientos pesos, para las autoridades Supremas. En Omoa y Trujillo, por medio de los Ministros de las
Aduanas, se costeará igual refresco, que no pase de cincuenta pesos en cada punto. La cuenta de dichos gastos será comprobada, respectivamente, en la general que rindan dichos
empelados al Tribunal de Cuentas. Art. 6. – En todos los pueblos del Estado y en las noches del 14 y 15 habrá iluminaciones generales, y se pondrán colgaduras y cortinas desde el mismo
día 14 a las dos de la tarde hasta el 15. Art. 7. – Quedan derogadas todas las disposiciones que contraríen la presente ley. Pase al Senado. -
Dado en el Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados, a 2 de Septiembre de 1848. Ignacio Girón, D. P.- Tomas Ayala, D. S. – Francisco S. Valdés, D. S. Sala del Senado. - Comayagua,
Septiembre 9 de 1848.- Poder Ejecutivo. = José Gregorio García, S. P.- Jacobo Bernárdez, S. S. Por tanto. Ejecútese: Lo tendrá entendido el Ministro del Despacho General, y dispondrá se
imprima, publique y circule. Dado en la ciudad de Comayagua, en la Casa
del Gobierno, a 15 de Septiembre de 1848.-
Felipe Bustillo. - Al Licenciado señor José
Francisco Zelaya.
Fuente:
Bibliografía
Revista del Archivo y de la Biblioteca Nacional de Honduras Volumen: IV, nº 11-12
(Septiembre 1908): 398-401.
ESTE 11 DE JUNIO QUE SE REPITE EN MI MEMORIA EPISÓDICA DESPUÉS DE 67 AÑOS
Nelda Soto Puerto
Cuando sucedió la tragedia que nos marcó para siempre, vivíamos en La Lima, Cortés,
yo todavía era una niña que cursaba el sexto grado en el Instituto María Auxiliadora
de San Pedro Sula. Vi que mi tío, el Dr. Polo Rodríguez Soto, quien trabajaba en el
hospital de la Tela Railroad, llegó apresurado y habló con mi madre, no pude
escuchar lo que hablaban, el susurraba con la agitación en su rostro, mi madre
palideció y gritó, salía por su boca un desgarre interior, su llanto nos llenó de
espanto, no sabíamos qué pasaba. Mi hermana Mireya dormía plácidamente en su
cama, estaba pequeñita, muy pequeña. Mi hermano Mario salió de la casa, vino
corriendo y me abrazó mirando asustado a mi madre que casi cae al suelo; mi tío la
sostenía con gran esfuerzo. Corrimos y la abrazamos y solo logré escuchar una voz
que repetía: ¡Tu papá se ha ido, se ha ido! Es lo que recuerdo. Después viajamos a
Olanchito donde velamos a mi papá. A mi mamá le dijeron que mi padre se había
caído por el balcón del hotel Las Américas de la capital. Es lo que dijeron los mismos
que lo llamaron diciéndole que lo nombraron Director de Correos. Es lo que recuerdo
de aquel día cuando mi papá Mario Soto Ramírez se fue a ese lugar de donde no hay
retorno. Unos días antes, según me cuenta la memoria, mi padre había discursado
ante una multitud de huelguistas.
Matrimonio Soto--Puerto
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Dios, Unión, Libertad
Jubal Valerio Hernández
El día 26 de mayo del presente año, se celebró en la ciudad de Puerto Cortés un acontecimiento verdaderamente importante y singular. En esa fecha, la COMISION NACIONAL DEL BICENTENARIO DE NUESTRA INDEPENDENCIA Y LA EMPRESA NACIONAL PORTUARIA realizaron un acto solemne en el que se recordó el inicio de la Gran Huelga Obrera de 1954, que después se extendió a otras poblaciones importantes de la Costa Norte hondureña, tales como La Lima, El Progreso y Tela. Los obreros que trabajaban en las compañías fruteras se pusieron en pie de lucha para reivindicar sus derechos laborales, conculcados a lo largo de cinco décadas. La ocasión fue propicia para rendir homenaje a los actores principales que participaron en el movimiento huelguístico. Uno de ellos, fue la ciudadana TERESINA ROSSI MATAMOROS, quien asumió un rol protagónico en el puerto de Tela, donde nació el 16 de febrero de 1933. Hija de un inmigrante italiano, el señor DARIO ROSSI BIANCHINI, originario de la ciudad de Florencia y de la señora OLIMPIA MATAMOROS BONILLA oriunda del municipio de Aramecina, en el Departamento de Valle. Cuando el movimiento huelguístico estalló Teresina solo contaba con veinte años de edad. Se desempañaba como secretaria en las oficinas administrativas de la Tela Railroad Company. De conformidad con el testimonio escrito por Juan Blas Cardona “en la gesta histórica de la gloriosa huelga de los trabajadores bananeros de la Costa Norte de Honduras, Teresina Rossi, quien recientemente falleció en la ciudad capital de Honduras, ocupa un lugar protagónico en ese acontecimiento reivindicativo de los derechos conculcados desde hace años por los gobiernos de turno y las transnacionales bananeras”. “A mediados de la década de los 40 –continua explicando Cardona– conocí a Teresina Rossi en el puerto donde era originaria. En
ese lugar fuimos compañeros en el mismo centro de trabajo de la Tela Railroad Company. Se graduó de Secretaria Comercial en 1952. Comenzó a trabajar en la Empresa mencionada, de donde fue despedida por su participación en la huelga de 1954” su padre, se había desempeñado como Ejecutivo de la empresa transnacional en los años 30. Aunque se le dio la oportunidad de laborar en el recién creado Ministerio de Trabajo en 1957, fue también despedida por presiones del Sindicato de Trabajadores de la Tela Railroad Company y sus dirigentes democráticos, que la consideraron comunista (Ibidem). Teresina Rossi, después de la huelga, fue perseguida con saña por los organismos represivos del Estado y de la United Fruit Company, obligándola a refugiarse en las montaña adyacentes de Tela. Laboró durante 35 años en la Empresa de don René Sempé, donde organizó el Sindicato de Trabajadores de la misma, del cual fue su primera Presidente y logró el primer Convenio Colectivo de Condiciones de Trabajo, manteniendo siempre una relación armoniosa con las autoridades de su centro de trabajo Murió el 25 de marzo de 2007. Por mi amistad con su
hijo, el Ingeniero Augusto Destephen Rossi y su sobrina Isis Ondina Rossi de Vindel, los acompañé en sus honras fúnebres, como también en el acto de entrega de la Placa de Reconocimiento Póstumo que le hiciera una comitiva de la Comisión del Bicentenario de la Independencia Nacional, encabezada por el abogado e historiador Ismael Zepeda Ordóñez, el también historiador Miguel Rodríguez y el que escribe estas líneas.
¡MISION CUMPLIDA!
Teresina Rossi, 1954. Teresina Rossi, en su bella madurez (sin fecha).
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dos del Sur por la abolición de la escla- vitud. A Tela llegó el
coronel don O.M.P. Jackson, nombrado como don Pedro
Jackson; vino con toda su familia, su esposa Elisa, su hijo Tomas y
lugares de diversión). La diferencia con Elvir es que Lemus
Rivas, no tuvo acceso a las actas muni-cipales de Tela, más
importante que las del municipio de La Ceiba en términos
nicar entre sí los ríos Ulúa y Chamelecón”. (Cáceres Lara, obra
citada pág. 208). Después de haber regresado a la aldea de
Trisagio, reemprendie-ron el viaje por el Ulúa, hasta llegar a la barra,
y una cena suculenta, tratándonos en todo momento como sus
únicos huéspedes. En Copán, el Alcalde y otros funcionarios nos
brindaron todo tipo de cortesías, además de ofrecernos un concier-
Juan Ramón Martínez su sobrino Buckley temporales; no leyó donde transbordaron to con la banda muni-
I En 1861, el caribe hondureño estaba poco poblado. En consecuencia, solo había dos
departamentos: Yoro y Santa Bárbara. “Por esa razón, el Presidente José Santos Guardiola recomendó a sus gobernadores
crear municipios y departamentos.
Así fueron surgiendo los municipios de Tela, el 2 de junio de 1876, el de La Ceiba, el 24 de
agosto de 1877 y de Puerto Cortés, el 3 de abril de 1882. También aparecieron nuevos departamentos
tales como Colón, el 19 de diciembre de 1881, el de Cortés, el 24 de julio de 1893 y el de Atlántida, el 24 de febrero de
1902” (Rafael Ángel Elvir, La Villa de Triunfo de la Cruz en la historia, página 58).
II En el estudio de dos temas que interesan a los jóvenes historiadores, más acuciosos y entusiastas, el desarrollo del
cultivo del banano y la influencia de las transnacionales en el desarrollo municipal, es interesante reconocer algunas
cosas que, no han sido manejadas por los historiadores del pasado en forma continua. En esta dirección, por ejemplo, hay poco estudio de
la inmigración estadounidense y su papel en el desarrollo de la Costa Norte, antes que se establecieran
las trasnacionales bananeras. Especialmente la que se ubica en Honduras, especialmente en el municipio del Tela, el epicentro de
la industria bananera nacional y que está integrada por los derrota- dos militares sureños que en 1865 perdieron la guerra civil de los
Estados Unidos. Elvir citado antes y en la misma obra, escribe que: “En el año 1865 terminó la guerra
de cinco años en la historia de los Estados Del Norte contra los Esta-
Carlos Walkley. Traía consigo sus dos escla- vos, Knox y Candela.
Vivieron al principio en Comaya- gua, capital de la República, donde doña Elisa daba clases
de piano y don Pedro participó en las guerras civiles. Alrededor de 1876 al 77, doña Elisa
dio clases de piano a doña Celestina, esposa del mandatario, el doctor Marco Aurelio
Soto. De estas rela- ciones con el mandata- rio con los Jackson
apareció don Pedro fundando en Tela una pequeña compañía fru- tera titulada “Hon-
duras Tropical Fruit Company, que duró hasta la última década de 1890). Posible-
mente, esta es la compañía frutera más antigua de Honduras,
como lo reconoce Elvir, citando actas de la municipalidad de Tela.
III Marvin Lemus Rivas,
acaba de publicar el libro “En Pesquisa del Oro Verde: Migracio- nes internas hacia las
zonas bananeras de Honduras (1899-1932)”. En el libro
citado, dice que “para efectos de tempora- lidad, se ha considerado iniciar en 1899, un año
importante en la inser- ción de las primeras compañías en la zona norte de Honduras
como productoras y, paulatinamente, expor-tadoras de banano:
Vacaro Brothers and Company en 1899, Cuyamel Fruit Com-pany en 1911 y la
United Fruit Company en 1912. Es aquí, sigue diciendo Lemus Rivas, donde se forjó un cam-
bio radical en lo demo- gráfico y económico; principalmente, inicia-
ron una implantación urbana planificada para sus intereses (calles, vías ferroviarias, casas,
no leyó las decisiones que la municipalidad de aquel puerto tomó
en cuanto a la plani- ficación de la ciudad, la construcción de caminos y de canales,
para transportar el banano de las fincas hacia las costas teleñas. De la misma
forma se puede explicar el desacuer- do sobre la primera compañía frutera es-
tablecida en Hondu-ras. En lo referido a las migraciones, es un
tema sumamente im- portante, poco tratado en la historiografía nacional. Y que, en lo
personal, me toca muy de cerca: soy hijo de un olanchano, nacido en el muni-
cipio de Concordia que emigró de su aldea Pedernales,
hacia la Costa Norte en octubre de 1925. Se llamaba Juan Martínez Cruz (1908-
1999). Era mi padre.
IV “El 19 de junio de 1905 el General Manuel Bonilla, Pre-
sidente de la República, y unas personas más, salie-
ron de El Progreso en el departamento de Yoro, a bordo de la lancha que los había
llevado de la aldea de Pimienta, siguiendo el curso del Ulúa, aguas abajo, con
destino a la desem- bocadura de éste en el mar Caribe o Mar de
la Antillas. El 19 durmieron en Urraco, en medio de nubes espantosas de zancu-
dos que atacaban con furia. Al día siguien- te, llegaron a la aldea del Trisagio, habitada
casi solo por morenos y perteneciente al municipio de Puerto
Cortés, lugar donde la compañía Chambers estaba construyendo un canal para comu-
pequeñas lanchas “para abordar luego una gole- ta que sería remolcada
hasta el Puerto de Tela por el barco Rosina, perteneciente a la Vacaro Brothers Com-
pany”. Eran los tiempos en que los gobernantes se acercaban a los problemas fundamenta-
les del país y conocían de primera mano las fórmulas para resol- verlos. Desde entonces
creemos que, ningún presidente ha hecho la navegación que reseña-
mos efectuara el Presi- Presidente Manuel Bonilla.
V En diciembre de 1918,
el agregado militar de los Estados Unidos para Centroamérica, resi-dente posiblemente en
El Salvador, capitán Douglas Macduff, em-prendió un viaje desde
San Salvador a Santa Rosa de Copán. El viaje de ida y regreso, duró 9 días. Para entonces solo
había caminos reales o senderos de muleros, que conducían produc- tos entre las cercanas
ciudades de Honduras. En el informe que rinde a sus superiores, dice
que: “Deseo informar de las muchas atenciones de que he sido objeto como Agregado Militar
durante este viaje por parte de las autoridades hondureñas; después de que la frontera entre El
Salvador y Honduras fue cruzada, el Gober- nador del Departamento
de Ocotepeque, Coronel Leónidas Pineda, apa- rentemente después de recibir instrucciones te-
legráficas desde Tegu- cigalpa, nos fue a encontrar en el camino, acompañado del alcalde
de Ocotepeque y unos quince o veinte funcio- narios locales; nos
suplió con animales de carga, monturas y guías y a nuestro regreso nos proporcionó hospedaje
cipal. Al regresar a Tegucigalpa, expresé mi agradecimiento por
todas las atenciones al doctor Francisco Mejía, Ministro de Gobernación, quien
las había ordenado” (Ramón Rosa Izaguirre, A Lomo de Mula 1918-1933).
VI Aclaraciones y rectifi- caciones. El accidente de aviación ocurrido
en Toncontín sucedió el 13 de diciembre de 1975. Me aclaran que el Alcalde de San
Vicente Centenario, no tiene negocios en Cablotillo. Usa la misma (aldea) para
obtener más fondos para su municipio. Cablotillo, “son las
casas que están por la gasolinera en la entrada de La Arada, en su mayoría nego
cios a ambos lados de la carretera pavimen- tada. Esta aldea no tiene carácter de tal.
Allí no hay escuela, iglesia, patronato; el agua potable la recibe
de la municipalidad de La Arada”, me informan desde San Vicente Centenario. El
alcalde municipal de San Vicente Centena-rio, “usa Cablotillo con fines políticos”,
me dicen finalmente. Cosas del municipalis- mo deformado que, tenemos que evaluar
para saber si, realmente son representativos y
democráticos. O feudos políticos, creados para manipu- lar a los electores, a
cambio de favores que hacen los alcaldes, los que cobran en votos a quienes los reciben.
Para ganar repetida- mente las elecciones. Compra y venta de
votos y voluntades.
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Fuente iconográfica:
http://fotosantiguashonduras.blog
spot.com/
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galpa un manifiesto dirigido a la nación hondureña en la cual
explicaba las razones que había tenido para hacer la guerra al
Presidente Constitu-cional General Ponciano Leiva”.
Crescencio Gómez, quien aparentemente era el elemento que
más convenía al General Medina para sus futuras maniobras
políticas. Como habrá de recordarse, el General Medina se
ller Lisandro Rosales, para informarle de la situación en los
términos siguientes: “Deseo plantearle lo siguiente: la fotografía
que a continuación le mando es la tumba de José Cecilio del Valle en
judicial en lo civil y lo criminal. En ambos procedimientos fueron
reconocidos tres grados: vista, revista y suplicación. Inicial-
mente la jurisdicción de la Audiencia de los Confines, comprendió
Juan Ramón Martínez Medina, que en ese sublevó contra el go- el cementerio general la Provincia de Guate-
I El 11 de diciembre de 1949, llegó
en avión de la Fuerza Aérea Hondureña, a Gracias, Juan Manuel Gálvez para inaugurar el sistema de agua potable. Los
vecinos lo recibieron al pie del avión y se dirigieron caminando en espontanea manifestación a la ciudad. Le acompañaba a Gálvez
en esa oportunidad, Marco Antonio Batres, originario de Gracias y Ministro de Hacienda.
Era, después del viaducto de los españoles, el primero que tenía la ciudad. Además, Gálvez y Batres, inauguraron el edificio de
Tributación de la ciudad. El regreso de Gálvez al aeropuerto en donde tomaría el avión para volver a Tegucigalpa, los vecinos, en
centenares y a caballo, acompañaron al gobernante que en ningún momento se quitó el saco o
el sombrero –igual que sus acompañantes y gracianos—, cosa que Gálvez hizo con naturalidad como acostumbraba. Para
entonces, Olanchito ya tenía, desde 1939, agua potable. Ahora Gracias es una ciudad muy desarrollada, que incluso tiene un aeropuerto sin
uso, por falta de empresas que den servicio, por las condiciones de vientos irregulares y por falta de
viajeros, especialmente. De vez en cuanto, llegan viajeros y algunos altos oficiales, uno de los cuales, acompañado de su familia, estuvo
a punto de perder la vida, por los vientos encontrados que le dieron vuelta a la avioneta, sin que los pasajeros sufrieran daño alguno. El
Presidente JOH, viaja a Gracias, aunque en forma discreta y sin ninguna forma de recibimiento
como se le dispensaba a Gálvez que se mezclaba, sin temor, con su pueblo que lo apreciaba y respetaba en gran manera. Fue un
presidente cercano, como después, lo fuera Ramón Villeda Morales.
II José María Medina, es junto con Osvaldo López Arellano y Tiburcio Carías, los tres
hondureños más encariñados con el poder y sus canonjías. Cronológicamente, ocupa el primer lugar Jose María Medina,
nacido en Gracias, ahora cabecera del departamento de Lempira. Medina, “el 11 de junio de 1876,
después de haber depositado la presidencia en Marcelino Mejia, de conformidad con el Convenio de Cedros, expidió desde Teguci-
momento está ya en las últimas horas de su gloria palaciega, durante los 18 meses
del gobierno provisio- nal de Celeo Arias –el mismo que se reconoce
como el fundador del Partido Liberal, por la publicación del folleto Mis Ideas, severamente
cuestionado por el doctor español Ramírez Fontecha– lo mantuvie- ron preso. Cuando
Leiva, apoyado por tropas de Guatemala y El Salvador, derrocó al
doctor Arias, encontró a Medina en la cárcel y le dio inmediata libertad. Para controlar su
conducta díscola, los gobernantes de El Salvador y Guatemala, firmaron el llamado
Pacto del Chingo, que facilitó a Marco Aurelio Soto, en agosto de
1876, jurar ante el Alcalde de Amapala, el cargo de Presidente e iniciando el período
conocido como Refor- ma Liberal. Medina, terminará pocos años después, fusilado por
Soto en el parque de Santa Rosa de Copán, con lo que se puso fin a
sus días y sus correrías. En cambio, Carías y López Arellano, murieron pacíficamente
en sus casas. Carías, está enterrado en el Cementerio General de Tegucigalpa. López
Arellano no reposa en tierra santa, sino que en el interior de una unidad militar cercana a
la capital.
III “El 13 de junio de 1876 el licenciado Marcelino Mejía, quien se había hecho cargo de la
Presidencia de Honduras el 8 del mismo mes, como un
resultado del convenio firmado en Cedros por los Generales Ponciano Leiva y José María
Medina, entregó el mando al ciudadano
bierno de Ponciano Leiva por instancias del Presidente de Guatemala, General
Justo Rufino Barrios, quien le ofreció apoyo militar para la
empresa. Más tarde Barrios, dijo a Medina que reclama- ra auxilios al
Presidente de El Salvador, Rafael Zaldívar; pero como éste y Barrios se
encontraban ya en pláticas para poner de Presidente de Hondu-
ras a Marco Aurelio Soto, Zaldívar no envió a Medina más que a la persona de un
mediador, el señor Cruz Lozano, que consiguió que Leiva y Medina, suscribieran
el Convenio de Cedros y que Marcelino Mejía se
hiciera cargo de la dirección del Ejecuti- vo” (Víctor Cáceres Lara, Efemérides
Nacionales, Tomo II, página 201). Como se puede observar, el atraso de Honduras
tiene mucho que ver con la operación cerril de los caudillos,
con la intervención extranjera en nuestros asuntos internos, con la petición de ayuda
al exterior –lo de los alcaldes con Bukele, es parte del asunto—y con el incumpli-
miento de su palabra, por parte de los gobernantes. Si alguien duda si los
políticos son mentiro- sos, en la historia nacional, hay muchos
ejemplos.
IV La tumba de Valle en
el Cementerio principal de la ciudad de Guatemala, está
abandonada, sufrien-do las agresiones del tiempo. El embajador hondureño acreditado
allá, Mario Fortín, se ha dirigido al Canci-
de Guatemala, como usted notará está tremendamente dete-riorada, incluso la placa
fue arrancada pero afortunadamente está en poder de la admi-
nistración. Me parece que debemos hacer alguna restauración sobre todo en el año del
Bicentenario. Ayer visité el Museo Militar de esta capital, donde fuimos finamente
atendidos por sus autoridades, en una charla de sobremesa
salió el tema de la tumba de Valle y se nos pusieron a disposición con (la) mano de obra y
la obtención expedita de los permisos correspon- dientes, por lo que solicito a usted
autorización para (la) compra de materiales. Que según los cálculos
no pasa de $ 300. Quedo en espera de sus instrucciones, si usted estima a bien continuar
con este proyecto”. Ignoramos si el Canciller Rosales dio la autorización y la
burocracia de Relacio- nes Exteriores envió los 300 dólares solicitados
por el embajador en Guatemala, Mario Fortín.
V “La Audiencia de los Confines fue creada el
20 de noviembre de 1542 por disposiciones emanadas de las llamadas “Leyes Nue-
vas”. Las Leyes Nuevas fueron articulaciones jurídicas en las que se definió el estatuto
jurídico de los indígenas ya no como esclavos, sino en carácter de súbditos de su majestad.
Las leyes imponían igual categoría entre el individuo (indígena) y
el español, aunque sus peculiaridades buscaban tan solo su protección y asimilación. Las
funciones de la Audien- cia fueron de carácter
mala, Nicaragua, Chiapas, Higueras u Honduras, la Verapaz y Soco- nusco con sus
islas y costas. (Jose Manuel Aguilar Flo- res, Guía Histórico
Turística de la ciudad de Gracias, Instituto Hondureño de Antro- pología e Historia,
2005, pági-nas y 8).
VI En octubre de 1984 el periodista Gustavo Rubí, mientras viajaba con su hija Patricia
Rubí, en horas de la mañana desde Coma- yagua a Tegucigalpa, en las cercanías del
Rodeo se accidentó y su automóvil cayó en una hondonada. Varias
personas de los alrededores se acerca- ron para “auxiliarlo”. Mientras algunos lo
levantaban, otro le robaban la cartera, el reloj y los anillos. Cuando él les reclamó
porque le estaban robando, uno de ellos dijo “suéltenlo está
muerto” y lo dejaron caer. Entonces él les rogo “sáquenme de aquí”. Sin sus bienes,
un carro que pasaba, lo llevó a Palmerola donde le dieron los primeros auxilios.
Desde allí llamaron al Hospital Escuela quie- nes enviaron un
médico en una ambu- lancia que, al verlo inmediatamente, dijo “tenemos que cortarle
la pierna”. La familia, que no compartía el brutal diagnóstico del médi- co insensible,
impidió que lo llevaran al Hospital Escuela, internándolo en el Hospital del
Seguro Social en donde fue atendido y salvó su pierna. De
acuerdo a lo anterior, podemos ver que el robo, la insensibilidad y el irrespeto humano,
no es cosa de ahora. Es de siempre.
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El Congreso Nacional. Decreta:
Artículo Único: - Apruébase la Contrata que dice: - “Tegucigalpa: 8 de octubre de 1896. – Con vista de la contrata celebrada en Hamburgo (Alemania), por el Cónsul General de Honduras Herman A. Marburg y el señor Carlos Hartling, la cual está arreglada a las instrucciones al efecto comunicadas por el gobierno, y su tenor literal es como sigue: - 1. El gobierno emplea a dicho Carlos Hartling como maestro de Banda para su Banda
Marcial, bajo las condiciones siguientes:
2. La Contrata de dicho Carlos Hartling, como tal maestro de Banda, será por un
periodo de tres años contados desde la fecha de su llegada a Honduras, y como a
continuación se mencionará.
3. El referido Carlos Hartling se embarcará en un vapor que salga de Hamburgo para
New York no más tarde que el seis de agosto, siguiendo luego y en el vapor inmediato
para Colón, por ferrocarril a Panamá y por Vapor a Amapala, e inmediatamente de su
llegada a Honduras se dirigirá a la oficina del Ministerio de la Guerra de esa República.
Se le abonarán todos sus gastos de pasaje a Honduras, es decir, Tegucigalpa o su destino; además se le entregara el dinero que
necesita para atender a los gastos precisos durante el viaje, sin perjuicio de tener que rendir cuentas oportunamente de tales gastos.
4. Su sueldo, que empezará desde el día de su llegada a Honduras, queda fijado en $200 plata de Honduras, o sean poco más de m.
400 de moneda alemana por mes.
5. El referido Carlos Hartling será provisto de una habitación correspondiente a su posición social, ya sea en un cuartel o en una casa
particular, según el Gobierno lo crea conveniente.
6. En caso de enfermedad, el referido Carlos Hartling será provisto, gratis, de asistencia médica y medicamentos.
7. El referido Carlos Hartling obrará como maestro de Banda y maestro de música y canto en las escuelas militares del Gobierno. Estará
bajo el mando directo del Ministro de la Guerra de Honduras y sujeto, a las órdenes y direcciones de los oficiales que autorice y
emplee el Ministro de la Guerra.
8. Mientras duren sus servicios en Honduras, el referido Carlos Hartling ocupará el rango de Coronel asimilado del Ejercito de Honduras,
y estará bajo todos puntos de vista sujeto a las leyes militares y disciplina que rijan en Honduras.
9. El referido Carlos Hartling, salvo lo que a continuación se menciona, dedicará todo su tiempo al servicio del Gobierno de Honduras y
hará todo lo que esté a su alcance con el fin de cumplir debidamente con sus obligaciones.
10. Aunque el referido Carlos Hartling se le permitirá disponer de tres horas diarias cuando sea mas conveniente al servicio de la Republica
con el objeto de que pueda dar clases privadas u ocuparse en otro asunto semejante, le será además permitido dedicar las noches
de igual manera cuando no sea requerido por el Gobierno.
11. Si embargo, así por algún motivo no se pudiere permitirle el tiempo antes mencionado, entonces no habrá lugar a reclamos por el
referido Carlos Hartling contra el Gobierno sobre el particular.
12. El Ministro de la Guerra queda en libertad, por si o por su agente autorizado, a retirar al referido Carlos Hartling de su empleo en
cualquier tiempo durante el termino de tres años; pero en caso de que sea destituido, no por causa de incapacidad o conducta
incorrecta, el referido Carlos Hartling será provisto de un pasaje de primera clase para su regreso a Hamburgo; también se le pagaran
sus gastos de viaje y además el valor de tres mensualidades de su sueldo.
13. Sin embargo, si el referido Carlos Hartling quiere quedarse en Honduras u otro país de Centro América, no gozara el derecho de tal
pasaje.
14. En caso de destitución por incapacidad, salvo lo que antes se ha expresado, o por conducta incorrecta, no tendrá derecho a ninguna
recompensa.
15. En caso de que el referido Carlos Hartling quede incapaz por alguna enfermedad o suceso casual por más de tres meses, a modo que
no pueda llenar sus deberes como tal maestro de Banda, el Gobierno determinará, por medio del Ministro de la Guerra o su agente
autorizado, dar por concluido el contrato, y le hará saber tal determinación un mes antes por escrito, comunicándole al mismo tiempo
que su sueldo, como corría aun, queda por consiguiente absolutamente concluido; pero el Gobierno dará al referido Carlos Hartling,
en caso que desee regresar a Alemania, un pasaje de primera clase a Hamburgo y pagará al referido Carlos Hartling todos sus gastos
de viaje.
16. En caso de que este contrato concluya, ya sea en el termino de tres años o antes por causa del Gobierno o de Carlos Hartling, el
referido Carlos Hartling tendrá, en caso de que desee regresar a Alemania, un pasaje de primera clase a Hamburgo, por cuenta del
Gobierno.
Hamburgo, a 27 de junio de 1896. – (firmado). – Karl Hartling. Por orden del Gobierno de Honduras (firmado) Hern A. Marburg.- Cónsul General de Honduras en Hamburgo.-” por tanto, el Presidente – Acuerda: Aprobar la expresada contrata.-COMUNIQUESE. – Bonilla. - El Secretario de Estado en el Despacho de la Guerra, por la ley, Julián Baires. Dado en Tegucigalpa, en el salón de sesiones, a los diez y siete días del mes de febrero de mil ochocientos noventa y ocho. Alberto Ucles, Presidente. - F. Calix h., Secretario. – Manuel Villar, Secretario.
Al Poder Ejecutivo. Por tanto: EJECUTESE. - Tegucigalpa: 18 de febrero de 1898.
P. Bonilla El Secretario de Estado en el Despacho de la Guerra,
José M. Reina. Fuente: Anales del Archivo Nacional. Ministerio de Educación Publica de Honduras. Número 2 año I. Tegucigalpa. 1967 diciembre. P. 71. Miguel Rodríguez A., historiador
CONTRATA EL GOBIERNO DE HONDURAS A CARLOS HARTLING
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EL REENCUENTRO
propuesta de la Maestra. De esa manera, José López pasó
a vivir en la casa de su maestra y bajo el techo del Maestro
Rolando Barrios y su esposa. El niño pasaba feliz, no tenía
que hacer grandes recorridos para llegar a la escuela.
Ahora lo hacía en cinco minutos junto con su maestra. En su
nueva casa, José López fue tratado como uno más de la
familia. Incluso el Maestro Rolando Barrios se lo llevaba a
pescar o cazar animales cerca de la casa. El niño estaba
seguro y además haciendo actividades extra clases que le
gustaban. Rolando y Magaly tenían 3 hijos, Rolandito, Vivian
y Maren. En esas salidas de pesca y caza, siempre iban
juntos con José y entre jugando y ayudando pasaban el
momento de manera muy agradable.
José López, después de 3 años de escuela emigró junto con
sus padres y perdieron toda comunicación con su maestra.
Hace poco tiempo y por las redes sociales a través de
Facebook, la maestra Magaly recibía solicitud de amistad
de un tal José López. Ella no se acordaba para nada de quién
podría ser. La insistencia de la solicitud, hizo que la maestra
le preguntara a su hija Maren que si ella conocía a esa
persona. Maren le dijo que no sabía pero que de todas
maneras lo aceptara. La maestra aceptó la solicitud. Luego
el solicitante le informó que era José, el niño que ella había
apoyado dándole casa, comida, ropa y útiles escolares. Le
confesó que hacía tiempo quería encontrarla para
agradecerle todo lo bueno que fue con él. “Mire, profesora
–le dijo- estoy muy agradecido con usted y no se me olvida
su ayuda y el buen trato que me dieron. Siempre me sentí
uno más de la casa… eso para mí es inolvidable…”. Se dijeron
muchas cosas, se emocionaron, las lágrimas estuvieron a
flor de ojo y ella tuvo una gran satisfacción por esa
bendición que Dios le ponía después de tantos años. La
Maestra sirvió desinteresadamente, lo hizo como madre y
maestra y nunca pensó en recibir nada. A partir de esa
comunicación, José le pasa enviando dinero a la Maestra y
la tiene invitada para que esté con él y su familia en su casa
de USA por lo menos una semana. “Por el pasaje no se
preocupe, yo me encargo de todo. Gracias a Dios me he
superado, tengo mi casa, tengo propiedades en Honduras,
somos socios con mis hermanos y tengo capacidad de
ayudarla…”. El agradecimiento de José es tan grande que no
haya cómo compensar a su maestra. La maestra Magaly está
feliz de haber ayudado y para ella es suficiente. “Es una
bendición que no se debe arruinar esperando recompensas…
la gran recompensa es que José López es una persona de
bien… que Dios lo cuide –dice ella– y le dé salud, amor, paz
y prosperidad...”
LUIS ZAVALA ([email protected])
Hace como 45 años que en el municipio de Balfate
departamento de Colón, Magaly Ponce, maestra de
educación primaria, daba clases a primer grado en una
escuela de ese municipio. Para entonces, ella estaba casada
con el maestro de educación primaria, Rolando Barrios
(QDDG) con quien desarrollaban una vida tranquila viviendo
en la misma dirección. Resulta que un niño de 9 años, llamado
José López, fue matriculado por su madre Graciela en
primer grado de la maestra Magaly Ponce. Doña Graciela y
su esposo Vivian en la parte alta de Balfate o montaña. De
la casa de Doña Graciela a la escuela, los niños tenían que
recorrer alrededor de 45 minutos a una hora. Como había
jornada en la mañana y en la tarde, los niños caminaban 4
veces para cumplir con su asistencia. Una vez cuando
llegaban en la mañanita, otra vez al salir a las once de la
mañana y regresar a su casa a almorzar. Luego, regresar a
la escuela por la tarde y al final de la tarde volver a casa.
Un niño, como es el caso de José López, recorría alrededor
de 4 horas en un día para recibir el pan del saber. Se habrán
dado cuenta que José López, estaba llegando a primer grado
a la edad de 9 años, cuando normalmente debía estar en
tercer grado. Lo que pasa que Doña Graciela y su esposo
tenían otros dos hijos en la escuela con más capacidad de
hacer el recorrido diario y mayores que José. De alguna
manera esperaron a que José fuera más “garrudito”. A los
padres no les preocupaba el peligro o que le fueran hacer
daño en el camino por acción humana, les preocupaba el
ajetreo de la distancia y la edad del niño. Sin embargo,
ocurrió que después de meses de estar en la escuela, José
López no llegaba a clases. Cuando pasaron 3 días que el niño
no llegaba a clases, la maestra Magaly se preocupó por la
ausencia de José y, decidió hablar con sus padres para saber
las razones de su inasistencia. La maestra aprovechó la
visita que hizo el siguiente día a la escuela la madre de José
López y preguntó las razones de la ausencia del alumno. Fue
entonces cuando Doña Graciela le dijo que José era muy
pequeño y el recorrido de todos los días era muy pesado
para un niño de esa edad. La maestra Magaly Ponce, se había
encariñado con su alumno –como le ocurre a los docentes en
general– y muy preocupada como maestra y como madre por
José, le propuso a Doña Graciela que si quería, José podía
vivir en su casa en tiempo de escuela y que la comida, ropa y
útiles corrían por cuenta de la familia Barrios-Ponce. La
madre entre sorprendida, escéptica y alegre, aceptó la
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Dios, Unión, Libertad
La Patria y sus Genios
Ramón Rosa
Cabañas
Rafael Heliodoro Valle
Trinidad Cabañas fue el héroe de las eternas desgracias, pero también el tipo del caballero, del soldado honorabilísimo, siempre leal, en cien
batallas, siempre apegado a su gran idea: la reconstrucción de Centro América. Pelear en nombre de la fuerza bruta y por mezquino egoísmo, es degradarse y degradar el sentimiento de los pueblos. Pelear, abnegadamente, en nombre de una idea regeneradora, es ennoblecerse y
glorificar las altas aspiraciones de los pueblos. Héroe inmaculado, de los eternos reveses, ante la historia has vencido, porque siempre fuiste bueno, leal, generoso y patriota; porque la patria hoy te presenta, como
dechado de honradez y de heroísmo, con el alto y significativo fin, de que el militarismo de la rapiña, de las traiciones, de la ignorancia y del desorden, sepa que sobre él hay una alta enseñanza, se avergüence, contemplando los hechos, del héroe legendario, y vuelva sus miradas a
las sendas de la virtud, de la idea y del heroísmo, únicas que conducen al bien individual y al supremo bien de la república. 1882
El General Cabañas dos veces se negó a aceptar la Presidencia Provisional de Centro América, y cuando una Asamblea de Honduras
le condecoró con el título de Soldado Ilustre de la Patria, aceptó en el honorable dictado, suprimiendo la segunda palabra, porque le hería su modestia republicana. Cuando el pueblo hondureño lo eligió para Presidente, una comitiva fue a su retiro de llamaval a comunicarle la
honrosa y alta designación que se había hecho en él. Cabañas aceptó el nombramiento después de repetidas instancias y, como el dictador romano, se despojó de su vestido de labrador para tomar el traje de
Primer Magistrado de una república. El General Cabañas fue admirado por amigos y adversarios. Carrera, el enemigo implacable de Morazán, le profesaba respetos y le tenía consideraciones. Después de la derrota de Masaguara y de su emigración a El Salvador, volvió a Honduras, no
obstante que estaban en el poder los mismos que lo habían derrocado.
Pruebas de la Grandeza de Cabañas
(Fragmento) Merardo Mejía
José Trinidad Cabañas
Rómulo E. Durón
Fue Cabañas el primero en alzar la voz ante los pueblos Centroamericanos para denunciar a los filibusteros esclavistas que arrojaba la Confederación del Sur sobre Centro América. Y fue Cabañas
el dirigente insigne que jamás transigió con la Gran Bretaña que le quería dar a Centro América el destino de una colonia del África. Lo más hermoso en los honores extraordinarios tributados a un santo laico de la patria, es recordar que aun los enemigos y adversarios del
General Trinidad Cabañas se vieron obligados a reconocer sus virtudes y sus méritos. Los propios filibusteros de William Walker que le conocieron de cerca lo calificaban como “el hombre más honrado de las
cinco repúblicas” y oportunamente José Trinidad Reyes, el sacerdote de las pastorelas opuesto a la causa de la Federación y a la gloria de los héroes federales, ante las evidencias no pudo menos que cantar sonoramente a Cabañas: “Laurel de vencedor lleva aun vencido”.
En 1867 volvió Cabañas al Salvador, procedente de Costa Rica, pobre, como siempre, de recursos. Pasó a Comayagua, donde el Presidente Medina le nombró Intendente de la Aduana de Trujillo, la sirvió
Cabañas por tres meses, sin cobrarse sus sueldos, y pidió como un favor que le aceptaran su renuncia. Se le aceptó y volvió a Comayagua a vivir vida de leñador en una finca que poseía a orillas del Selguapa. Allí continuaron deslizándose sus días sin variación alguna, olvidado
de sus conciudadanos a pesar de sus grandes virtudes públicas y privadas, y sin otro halago que el preciadísimo del amor y la estimación de su honorable esposa doña Petronila Barrios.
La muerte cerró sus ojos el ocho de enero de 1871, y nada se hizo en su honor, hasta que el señor Presidente Doctor Don Marco Aurelio Soto acordó erigirle un busto de mármol en Tegucigalpa, frente a la Universidad, el que se inauguró el 30 de noviembre de 1883.
Cabañas
William V. Wells
Cabañas
E. G. Squier
Su casi diminuta estatura se olvida ante el brillo de su semblante y en su conversación sus animados movimientos daban realce al inteligente fuego de sus facciones. Era ciertamente un noble tipo humano, lleno de
plácida dignidad. Sus ojos indulgentes y llenos de inteligencia eran negros. Sus cabellos que habían sido castaños estaban ahora blancos y largos. Su barba luenga y de un color de nieve era la de un patriarca
conforme a un voto que hizo, no se la había vuelto a cortar desde el asesinato de Morazán. Todo esto añadía mayor interés a la triste expresión de su rostro.
Es un hombre de estatura pequeña, de color pálido, de un semblante singularmente apacible y de modales suaves, benévolos; con todo allí bajo aquel exterior modesto y recogido, hay un espíritu que ninguna
calamidad puede abatir ni oposición alguna, sojuzgar. En otros países adelantados hubiera adquirido por sus grandes aptitudes y sus nobles cualidades un nombre distinguido entre aquellos que el
mundo se deleita en honrar.
Fuente iconográfica: https://www.wikiwand.com/
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Dios, Unión, Libertad
La Comisión Nacional del Bicentenario, por primera vez en la historia de nuestro país, organizó el Simposio sobre el Himno Nacional
“Francisco Ramón Díaz Zelaya” con el propósito de incentivar el amor patrio. Evento en el cual se analizó la estructura y entonación de
nuestro canto primordial. El evento se realizó en la casa de la cultura, de la ciudad de La Paz, del 23-25 de junio, y contó con la
participación de docentes de música de todo el país, quienes participaron en mesas de discusión sobre diversos aspectos de entonación
musical. A la Noche Cultural, en la cual se inauguró el Simposio, asistieron autoridades civiles y militares. El programa dio inicio con una
invocación a Dios por César Joel Castillo; luego se guardó un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de la pandemia. Luego se
entonaron las gloriosas notas de nuestro Himno Nacional por un grupo de docentes. La alumna Francis Emilia Tronconi leyó la Oración
del Hondureño del escritor olanchano, Froylán Turcios. El Lic. Anael de Jesús Reyes dio las palabras de bienvenida al evento. El discurso
principal estuvo a cargo del Lic. Juan Ramón Martínez, Coordinador General de la Comisión del Bicentenario, quien manifestó la
importancia de celebrar los 200 años de nuestra vida republicana, para sentirnos orgullosos de ser hondureños. La parte musical estuvo
a cargo del cuadro de danzas de La Paz y de un grupo de docentes participantes en el Simposio. Se leyó una reseña de la vida y obra
del músico Francisco Ramón Díaz Zelaya, por el profesor Nieto, Presidente de la Comisión del Bicentenario del municipio de Ojojona.
A continuación, el Lic. Jubal Valerio dio una conferencia magistral sobre la historia del Himno Nacional. Entre otros conceptos expresó
que: “Un justo homenaje a la patria en el Bicentenario de su independencia es cantar correctamente el Himno Nacional.
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Dios, Unión, Libertad
Nos hemos reunido hoy aquí, en la ciudad de La Paz, músicos y
maestros de música de todo el país, para reivindicar nuestro
Himno Nacional. Debemos hacerlo, por cuanto, desde hace
décadas en los centros educativos de todo el país, no se les ha
enseñado a los educandos, cómo cantarlo correctamente. Igual
situación ocurre con la interpretación instrumental de nuestro
Himno. Salvo, por supuesto, honrosas excepciones. No se le da
la entonación correcta, el ritmo es muy lento y se incurre en
varios errores de dicción. Esto no puede continuar así. Pero
también, tenemos la obligación de reivindicar el honor del autor
de su música, el maestro Carlos Guillermo Hartling. El solo hecho
de cantar de manera defectuosa el himno que él compuso
constituye una gran ofensa en su contra”.
“Pero es que también, el Estado de Honduras hizo al maestro
Hartling objeto de varias ofensas y violaciones de sus derechos.
Para comenzar, se incumplió de manera flagrante el contrato por
el cual se le hizo venir de Alemania para hacerse cargo de la
organización y dirección de la Banda de los Supremos Poderes.
Se le destituyó de sus funciones, mediante un despido directo e
injustificado, adeudándole el pago de varios meses de su salario.
No se le hicieron las indemnizaciones que le correspondían por
tal despido. Se vio obligado, entonces, a aceptar el cargo de
Director de la Banda Militar del Sexto Regimiento del Ejercito de
El Salvador, con sede en la ciudad de Santa Tecla. No duró
mucho en el desempeño de ese cargo. A los seis meses de su
arribo a esa ciudad murió víctima de la fiebre amarilla...
Debemos entonar nuestro insigne himno correctamente, en
honor a su memoria. Y respetar nuestro símbolos patrios, lo que
refleja un gran amor por nuestro país”.
El acto de inauguración concluyó con las palabras de
agradecimiento del Gobernador de La Paz, René Melgar.
El Simposio concluyó con un éxito rotundo, evidenciando la
riqueza musical de nuestro Himno. Una de las finalidades del
Simposio es que se uniformice la interpretación patriótica del
Himno. Asimismo, de ser posible, se hará en el futuro una
grabación oficial evidenciando la marcialidad de nuestro Himno
Nacional.
¡El Bicentenario nos recuerda nuestro amor a la Patria y sus
símbolos sagrados!
CANTEMOS CORRECTAMENTE EL
HIMNO NACIONAL DE HONDURAS Jubal Valerio Hernández
Material para el Simposio de expertos musicales y
profesores de educación musical, La Paz, departamento
de La Paz, 23-25 de junio de 2021.
INTRODUCCIÓN
En 1974, previo a la interpretación de forma oficial del
Himno Nacional de Honduras, con el coro de la
Universidad Nacional Autónoma de Honduras, con el
profesor chileno, Jorge Bonilla Vera, primer director de
dicha agrupación artística, hicimos un análisis de la
partitura de éste. La primera observación, y el aspecto más
relevante que logramos detectar fue la indicación que el
autor de la parte musical del Himno, el Maestro Carlos
Hartling, puso en la parte inicial, o sea el Coro del Himno en
la partitura que él escribió y que consigna las palabras
MARCIAL Y ENERGICO.
HALLAZGO MÁS NOTABLE
Resulto obvio que dicha indicación no se respetaba, por
cuanto no se estaba cantando ni ejecutando
instrumentalmente con ese carácter. A continuación, en la
segunda estrofa o SOLO, el maestro Hartling indica las
palabras “MENO MOSO”, aunque en algunas impresiones de
la partitura se indica las palabras “POCO MENO MOSO”. En
otras palabras, el Maestro Hartling estableció, como el
carácter y ritmo de nuestro himno su naturaleza marcial y
enérgica en todo su contexto, con una leve disminución del
“TEMPO”, en el SOLO.
El resultado de ese error de interpretación y/o ejecución de
la música de nuestro Himno Nacional, es que se le ha llegado
a calificar, como una composición lenta y aburrida.
Es necesario corregir ese error. Y enseñar a nuestro niños y
jóvenes, así como a la población en general, a respetar ese
carácter Marcial y Enérgico de nuestro himno, indicado por
el autor de su música.
ERRORES DE PRONUNCIACIÓN Y DICCIÓN
Por otra parte, se ha podido apreciar, que, de manera
reiterada, se incurre, al cantar el Himno, en ciertos errores
de dicción, siendo los más notorios los siguientes:
1. En el verso que dice: “y en su emblema que un mar
rumoroso”, es muy frecuente que se cambie por “y en
su emblema de un mar rumoroso”.
2. Muchas personas cantan, el verso de la siguiente
manera: “con sus ondas bravías escudas”, cuando lo
correcto es “con sus ondas bravías escuda”.
3. El verso que dice: “por un bloque” ya se ha vuelto
costumbre cantarlo en forma de escallería. Así, en
lugar de cantar las notas: re- re- fa-mi-re, se hacen
el cambio a: re-mi-fa-mi-re, y luego un fa-sol-la-
sol-fa. En todo caso, la repetición debería ser con las
notas: fa-fa-la-sol-fa.
4. Es necesario cantar con seguridad el verso que dice:
“serán muchos Honduras tus muertos”, cuyas notas
musicales deben ser: do-fa-sol-la-la, en lugar de
hacer una ligera curva melódica que no existe y
deforma la entonación del Himno.
Los anteriores son los errores más notables que se cometen
reiteradamente en la versión cantada del Himno Nacional,
que es la forma más usual en que se interpreta en las
escuelas, colegios y actos públicos en general.
NO PODEMOS NI DEBEMOS PERMITIR QUE ESOS ERRORES SE
SIGAN COMETIENDO.
ENSEÑEMOS A CANTAR NUESTRO HIMNO NACIONAL DE
MANERA CORRECTA Y CON VERDADERO FERVOR
PATRIOTICO.
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CNA RESPALDA ACCIONES DE LA
COMISIÓN DEL BICENTENARIO
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Dios, Unión, Libertad
Sonaguera - Colón
Tocoa - Colón
Villanueva Cortés Aramecina
Comisiones Locales trabajando para la Conmemoración del Bicentenario de Independencia
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Dios, Unión, Libertad
La Ceiba Marcovia
Esparta Nacaome
San Marcos de Ocotepeque El Porvenir Atlántida
San Francisco Atlántida
Santa Bárbara