Boletín del 1Marzo � 2001 � No.
Colombiano de EnergíaColombiano de Energía
Directora:Astrid Martínez Ortiz.
Directora del Centro deInvestigaciones para el
Desarrollo - CID, de la Facultadde Ciencias Económicas de la
Universidad Nacional.
Comité editorial:Germán Corredor, Isaac Dyner
y Mario García
Diseño y diagramación:Marcela Otero
Impresión:Ediciones Antropos
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UNIVERSIDAD
NACIONALDE COLOMBIA
Sede BogotáFacultad de Ciencias Económicas
El Observatorio Colombiano de Energía es un espacio virtual. Sus sedes son las Fa-
cultades de Ingeniería y de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional en Bogo-
tá y de la Escuela de Minas � UN en Medellín. Los profesores participantes son exper-
tos, consultores y analistas de la coyuntura minero-energética, del diseño de meca-
nismos de regulación energética y de la modelación de los mercados energéticos.
Conten idoLas restricciones en el centro de ladiscusión de la regulación del sector eléctrico
2A propósito la posicióndel señor Alcalde de Medellín
4Esquema de formación de precios de laelectricidad en Colombia
2Reflexiones acerca del modeloeléctrico colombiano
8Estructura y estado del sectoreléctrico en Colombia 13
Boletín del
OBSERVATORIO Colombiano de Energía
2
res hechos fueron funda-
mentales para haber cen-
trado mi atención en el
tema de las �restricciones�
en el análisis que realicé so-
bre los inesperados incrementos tarifa-
rios que se han presentado en los últi-
mos veinte meses. Este tema, en
condiciones normales habría pasado
desapercibido y se reservaría a la opi-
nión de expertos y especialistas, hoy es
objeto de debate público.
1) El monto total del costo de las
restricciones ascendió durante el año
2000 a 952.000 millones de pesos, cuan-
do el promedio histórico anualizado
para el período julio/95 a junio/99 fue
de 233.000 millones (incluida la indexa-
ción y anotando también que durante
ese período se vivieron situaciones anor-
males por terrorismo y por el fenóme-
no del niño 97/98).
2) A partir del mes de octubre de
2000, el 50% del costo de las restriccio-
nes, que antes era asignado a los gene-
radores, fue trasladado por la CREG a los
comercializadores. Por lo tanto, el 100%
de estos costos pasó en forma explícita
a ser trasladado a la tarifa del usuario
final. (En todo caso el 50% que antes
asumían los generadores hacia parte del
costo de producción de la energía, por
lo tanto también trasladado a la tarifa).
3) El costo del componente tarifario
asignado a restricciones pasó de ser $2/
Kwh (kilovatios hora) en enero de 1998,
a más de $17/Kwh a finales del año 2000,
reflejando incrementos superiores al 10%
en la tarifa al usuario final en el año 2000.
El precio de la energía en la bolsa se in-
crementó en más de un 70% en el perío-
do diciembre/99 a diciembre/2000.
COSTOS Vs. PRECIOS
Como a partir del mes de agosto de
1999, las acciones terroristas acrecenta-
ron notoriamente los daños a la infraes-
tructura eléctrica, las plantas despacha-
das en condiciones de �fuera de mérito�
(con precios de oferta superiores al pre-
cio de bolsa), dieron justificación a los
mayores costos de producción por cuen-
ta de los mayores costos de la genera-
ción térmica, la cual, como consecuen-
cia de estas restricciones tomó mayor
participación en la atención de la de-
manda, evitando racionamiento.
Análisis muy sencillos me llevaron a
la conclusión de que además del incre-
mento en los costos, debería haber fac-
tores de mercado que estaban influyen-
do más en los precios que en los costos.
Para profundizar sobre los orígenes, re-
chacé por simplista el argumento de los
mayores costos de la generación térmi-
Las restricciones en el centro de
la discusión de la REGULACIÓNdel sector eléctrico
Luis Pérez GutiérrezAlcalde Municipio de Medellín T
Análisis muy sencillos me
llevaron a la conclusión de
que además del incremento
en los costos, debería haber
factores de mercado que
estaban influyendo más en
los precios que en los costos.
Para profundizar sobre los
orígenes, rechacé por
simplista el argumento de
los mayores costos de la
generación térmica,
explicación corrientemente
dada por la CREG y por
agentes generadores.
Marzo � 2001 � No. 1
3
ca, explicación corrientemente dada por
la CREG y por agentes generadores.
El mecanismo de formación de pre-
cios en el mercado mayorista de energía
es asunto de alguna complejidad, pero
no a tal grado que no se pueda, con al-
gún análisis, comprender fácilmente sus
principios esenciales. El precio de bolsa
se define con las ofertas �meritorias� en
condiciones ideales, pero cuando el sis-
tema real está restringido por limitacio-
nes graves de transporte, las ofertas con
precios �fuera de mérito�, asumen un pa-
pel clave para concluir que en estado de
anormalidad de la red, la regulación ofre-
ce oportunidades para que los precios de
oferta se distancien de la estructura de
costos, con alto grado de libertad.
La competitividad se altera notable-
mente si la condición ideal difiere mu-
cho de la condición real: los competido-
res que tienen posición privilegiada
(fácilmente predecible al conocerse el
estado de la red y la duración de su re-
paración), podrán pasar fácilmente de
ser oferentes con precios �meritorios� a
ser oferentes con precios �fuera de mé-
rito� en donde los competidores o no
existen o son muy pocos. Esta situación
se da frecuentemente cuando se frac-
ciona la interconexión, o se limita drásti-
camente, y se configuran �islas� a don-
de la energía de otros competidores no
puede llegar a la atención de la deman-
da obligada a hacer un despacho con-
tando con un número de competidores
restringido. En estas circunstancias, el
número de competidores que se dispu-
tan el mérito de se despachados en la
condición ideal se reduce, con la con-
secuente posibilidad de incrementar sus
precios de oferta. En consecuencia la
competencia se torna más imperfecta y
las oportunidades mejores y más prede-
cibles en la medida en que la repara-
ción de los daños es más duradera.
Además, como la demanda es un
actor pasivo en el mercado, no existe
un control bilateral de precios de mer-
cado, sino un control burocrático, extem-
poráneo y de experimentada ineficacia.
La anterior hipótesis no solamente
explicaría el inesperado aumento del
70% en el precio de bolsa en el año
2000, época con abundancia del recur-
so, sino también, el porqué los precios
de la energía, en condición de restric-
ciones, fue tan alta en comparación a
los precios de ventas en Bolsa o en con-
tratos, tratándose de la misma planta y
en condiciones operativamente no muy
diferentes.
RESTRICCIONES TÉCNICAS
No comprendo y reconozco que no
soy experto en la materia, porque el
monto de las restricciones que ISA asig-
na a causas técnicas, en la condición de
operación normal de la interconexión
durante el año 2000 (549.396 millones
de pesos), es tan notoriamente alto si
se le compara con el promedio históri-
co de las restricciones totales, 233.000
millones de pesos (incluyendo atenta-
dos y fenómeno del niño 97/98). De la
discusión con los técnicos me surgen
estos interrogantes:
• ¿Está sub-instalada la interconexión,
o sus prácticas operativas son poco
flexibles para un escenario de gue-
rra?
• ¿Qué factores comerciales pudieron
haber incidido el notorio aumento
del costo de las restricciones técni-
cas?
• En la condición normal de la inter-
conexión existirán limitaciones que
configuren �islas� con un mayor po-
der de mercado para algunos gene-
radores?
• ¿No será indispensable y urgente dis-
poner de un cuerpo de ingeniería
militar para la reconstrucción de los
daños de la guerra?
• ¿Por qué el Estado Colombiano no ha
asumido los costos de la guerra que
se vienen trasladando a la tarifa?
• ¿Por qué el Gobierno Nacional no ha
reaccionado más proactivamente
para evitar las posibilidades de po-
der de mercado en el escenario de
guerra?
SOLUCIÓN REGULATORIA
Concluyendo, si la respuesta a to-
das estas inquietudes, es más un fenó-
meno de reglas del mercado en condi-
ciones restrictivas, que de costos de
producción de la energía, entonces:
¿No sería razonable afirmar que sí exis-
ten evidencias de una deficiencia regu-
latoria que en condiciones de fuerza
mayor está posibilitando oportunidades
para obtener beneficios extraordinarios?
No obstante, deseo expresar que no
me anima ninguna intención de enfren-
tar, ni mucho menos acusar, a las em-
presas generadoras que lícitamente par-
ticipen en el mercado mayorista de
energía bajo las reglas que la Comisión
de Regulación CREG les ha definido.
El tema tarifado es el objetivo cen-
tral de mis preocupaciones. Mi interés
primordial ha sido encontrar explicacio-
nes razonables sobre las causas de los
aumentos producidos en las tarifas de
energía eléctrica durante el año 2000,
las que en promedio casi triplicaron el
índice de inflación y evitar su repetición.
Actúo en bien de la ciudadanía, con
alto sentido de responsabilidad social,
en medio de una crisis económica sin
precedentes y un conflicto armado que
tiene perturbada la nación y ha afecta-
do gravemente la operación del siste-
ma eléctrico.
Promuevo una solución reguladora
a asuntos que como el tema de las res-
tricciones, merecen una atención urgen-
te por parte de los diferentes organis-
mos del estado.
Boletín del
OBSERVATORIO Colombiano de Energía
4
os referimos a los pronun-
ciamientos del Alcalde de
Medellín, Dr. Luis Pérez
Gutiérrez, en carta enviada
al señor Presidente de la Re-
pública, que sirvieron de base para el
debate promovido por el Senador Luis
Guillermo Vélez en la Comisión III del
Senado, el día miércoles 24 de enero
de 2001, sobre el tema de las restriccio-
nes y las tarifas eléctricas.
Queremos destacar la convocatoria
que hizo el Ministro de Minas y Energía
a los agentes del sector eléctrico, el pa-
sado 31 de enero, para cerrar filas en la
defensa del modelo de desarrollo sec-
torial, en la preservación de las reglas
de juego establecidas en las leyes eléc-
tricas y de servicios públicos domicilia-
rios, en la adopción de medidas para
defender la institucionalidad de la CREG
y en los ajustes necesarios para el forta-
lecimiento técnico de la SSP (Superin-
tendencia de Servicios Públicos).
En relación con la carta del señor
Alcalde de Medellín, tenemos las si-
guientes observaciones:
1. El señor alcalde de Medellín, con un
claro propósito político, utiliza en forma
sesgada las cifras de ISA y dice verda-
des a medias. Da a entender que no
obstante la reparación de las torres va-
lió $40.000 millones, los usuarios tuvie-
ron que pagar por esta situación
$952.000 millones. Se confunde acá el
costo de reparar las torres (que no se
traslada al usuario, sino que es asumido
por las empresas transportadoras), con
el costo adicional en que incurre el siste-
ma eléctrico al tener que acudir a plan-
tas más costosas por no poder evacuar
la energía más económica ofrecida por
las empresas generadoras en la bolsa de
energía. Este costo adicional se denomi-
na en el lenguaje técnico �restricciones�.
Es de anotar que si no existieran atenta-
dos a las torres de energía, el sistema
eléctrico, de todas formas, incurriría en
el costo de restricciones por limitaciones
técnicas de la red (sobrecargas en las lí-
neas o en los transformadores, soportes
de voltaje y generaciones para asegurar
la estabilidad y confiabilidad de la opera-
ción, entre otras). A continuación se ilus-
tran algunas de las inexactitudes en que
incurre el señor Alcalde de Medellín:
• �Los usuarios pagaron por restriccio-
nes la suma de $ 952.000 millones�.
A propósito de la posición del señor
ALCALDE DE MEDELLÍN1
Francisco J. Ochoa2 NHabría que fortalecer a la
SSP para que esta institución
pueda cumplir con mayor
solvencia técnica su función
de velar por la defensa de los
usuarios�, el acatamiento al
debido proceso y el derecho a
la defensa por parte de las
autoridades competentes en
las investigaciones que
adelantan, y el llamado a la
sensatez de los partidos
políticos para sustraer el
tema de las tarifas de la
próxima contienda política.
Marzo � 2001 � No. 1
5
Aunque ésta fue la cifra total de las
restricciones ocasionadas en el año
2000, los estudios realizados por la CREG
demuestran que sólo se trasladó a los
usuarios el 57% de este costo. El 43%
restante fue asumido directamente por
los generadores. Es de anotar que has-
ta el día 7 de octubre de 2000, los gene-
radores asumían el 50% de las restric-
ciones (que no se trasladan a los
usuarios) y los comercializadores el otro
50% (que sí se trasladan a los usuarios a
través de la fórmula de tarifas). En con-
clusión, los usuarios pagaron por restric-
ciones en el año 2000 la suma de
$ 530.212 millones. Pero como se men-
cionó arriba, no todas las restricciones
se deben a los atentados (las limitacio-
nes de red se presentan en todos los
sistemas eléctricos del mundo). Por
atentados, según las cifras oficiales de
la CREG, sólo se trasladó a los usuarios
$ 295.000 millones, lo que desvirtúa la
cifra del alcalde de Medellín de los
$ 952.000 millones.
Ahora bien, los $ 295.000 millones
que valieron las restricciones ocasio-
nadas por los atentados, de manera
alguna significan ingresos netos o ga-
nancias para los generadores, como
lo insinúa el señor Alcalde. La produc-
ción de la energía tiene costos. En el
caso de las térmicas hay que pagar el
costo del gas, los gastos de adminis-
tración, operación y mantenimiento, los
costos de arranque y parada, los apor-
tes a las corporaciones autónomas re-
gionales y municipales ordenadas por
la Ley 99 de 1993, para mencionar sólo
algunos.
• �El precio de la energía en la bolsa,
en pesos por kilovatio hora ($/kWh),
se incrementó en los 12 meses com-
prendidos entre diciembre de 1999
y diciembre de 2000, en un 70% al
pasar de 32.37 a $ 55.35$/kWh�.
Esta afirmación no corresponde a
la verdad de la evolución de los precios
en bolsa, y deliberadamente se ocultan
los hechos que explican el comporta-
miento de los mismos en los últimos
meses. En un sistema sometido a las
reglas de la competencia es normal que
existan fluctuaciones en los precios (bas-
ta revisar el comportamiento de las ac-
ciones, las monedas, el precio interna-
cional del café o el precio del petróleo).
Cuando hay escasez los precios suben,
y cuando hay abundancia los precios
bajan.
Esta situación también se ha veni-
do dando en los precios de la bolsa de
energía desde que ésta se puso en fun-
cionamiento en julio de 1995. Si se van
a hacer comparaciones, los precios
actuales de la bolsa están muy por de-
bajo de los registrados en el período
1997�1998, cuando se presentó el Fe-
nómeno de El Niño, época en la cual
se alcanzaron valores superiores a los
$150/kilovatio por hora. Para protegerse
de estas fluctuaciones, los comerciali-
zadores tienen la opción de realizar
compras de energía mediante contra-
tos con los generadores. Sin embargo,
muchos agentes se abstienen de reali-
zar estos contratos cuando los precios
de bolsa son bajos; pero cuando las con-
diciones operativas del sistema cambian
y los precios suben, de inmediato se
quejan del aumento de los precios de
la energía, cuando la acción correcta hu-
biera sido haber suscrito contratos para
protegerse de estas variaciones.
El alcalde de Medellín está compa-
rando la iniciación de la estación de ve-
rano del año 1999 con la estación del
verano del año 2000. ¿Eran las condicio-
nes climáticas iguales? No! ¿Había esta-
bilidad en los precios del gas para la ge-
neración térmica? No! Durante todo el
año 1999 y parte del 2000, se presentó
en el país el Fenómeno de La Niña, ca-
racterizado por fuertes lluvias que alte-
raron el ciclo normal de las estaciones.
Por tal razón, durante la estación de ve-
rano diciembre 1999 � abril 2000, las cen-
trales hidráulicas estuvieron operando
casi a plena capacidad, lo que se reflejó
en precios de bolsa anormalmente ba-
jos para este período. En marzo de 1998,
el precio de bolsa fue de $150.46/kWh.
Con la forma sesgada de presentar los
datos que utiliza el Alcalde, podríamos
decir que el precio promedio de la bol-
sa de energía en diciembre 2000 com-
parado con el de febrero de 1998, dis-
minuyó en un 63.2%.
Por otra parte, los precios del gas
utilizado en la generación térmica (su-
ministrado por ECOPETROL), aumentó
entre febrero de 1999 y agosto de 2000
en un 224%, al pasar de $966.66/Millo-
nes BTU3 a $2968.47/MBTU. Lo anterior
se debe a que los precios del gas que
suministra la petrolera estatal a las ter-
moeléctricas está contratado en dólares
y varía según el precio internacional del
Fuel Oil, que a su vez fluctúa con el pre-
cio internacional del petróleo.
• �Adicionalmente, el costo promedio
por restricciones, se incrementó en
un 550% de un valor normal históri-
co de 2.82 a 18.34 $/kWh promedio
de los últimos meses del año 2000�.
Para un lector desprevenido, esta
afirmación da a entender que el costo
de las restricciones fue creciente, lo cual
1 Apartes editados de la carta enviada por el doctor Ochoa al se-ñor Presidente de la República, el 5 de febrero de 2001, conconsideraciones sobre la carta enviada por el señor Alcalde deMedellín en enero 17 de 2001.
2 Director Ejecutivo de Acolgen, Asociación Colombiana de Ge-neradores de Energía Eléctrica.
3 British Termic Unit. Unidad de medida de poder calórico (Ndel E.)
Boletín del
OBSERVATORIO Colombiano de Energía
6
no es cierto. Según las cifras de ISA, que
fue la fuente utilizada por el señor Al-
calde, el costo total de las restricciones
(incluyendo la parte asumida por los ge-
neradores), tuvo fluctuaciones durante
el año 2000, así: en enero de 2000 fue
de $54.555 millones, en abril subió a
$79.375 millones, en julio descendió a
$63.588 millones, en septiembre alcan-
zó su punto máximo de $117.951millo-
nes y en diciembre volvió a descender
a $63.468 millones. Además, como ya
se indicó, no todo el costo de las res-
tricciones fue trasladado a los usuarios
(hasta octubre 7 de 2000, los generado-
res asumieron el 50% de las mismas).
Según los análisis realizados por la CREG,
el impacto en las tarifas ocasionado por
las restricciones debidas a los atentados
fluctuó a lo largo del año 2000, así: en
enero $2.56/kWh; en abril $7.26/kWh; en
septiembre $12.72/kWh y en diciembre
$7.63/kWh. Si se quiere presentar en for-
ma sesgada esta situación, se podría
decir que entre septiembre y diciembre
del año 2000 el impacto de las restric-
ciones disminuyó en un 40%. Lo correc-
to es presentar el impacto promedio de
todo el año sobre las tarifas. El cálculo
realizado por la CREG muestra que el
impacto de los atentados sobre las tari-
fas cobradas a los usuarios del servicio
de energía eléctrica fue del 4% en el
año 2000.
2. Acolgen contrató el estudio citado
por el Alcalde4, aunque no lo mencio-
na. Los estudios y los talleres de discu-
sión promovidos por ACOLGEN demues-
tran la preocupación permanente de los
generadores en relación con dos temas
centrales de discusión en el sector eléc-
trico: la necesidad de manejar y atenuar
el riesgo asociado con la volatilidad de
los precios en la bolsa de energía y la
conveniencia de adoptar normas para
evitar posibles abusos de posición do-
minante de mercado. Vale la pena se-
ñalar que ACOLGEN fue creada para de-
fender la libre y sana competencia en
el mercado mayorista de energía.
No sobra enfatizar que el tema de
eventuales abusos de posición domi-
nante en el mercado es una preocupa-
ción de las entidades de regulación de
todo el mundo, no sólo en el mercado
de la electricidad, sino en la provisión
de todo tipo de bienes y servicios. En el
caso colombiano, basta repasar la labor
desempeñada por la Superintendencia
de Industria y Comercio.
3. Se desconoce el derecho constitu-
cional al debido proceso.
El señor Alcalde de Medellín hace
alusión a una presentación que hizo el
Superintendente de Servicios Públicos
Domiciliarios en la II Plenaria de los
agentes del mercado mayorista de ener-
gía, el 12 de octubre de 2000, en Carta-
gena, pero omitió citar las siguientes pa-
labras que dijo el Dr. Enrique Ramírez
Yáñez en dicha presentación: �las inves-
tigaciones que estamos realizando aún
no se han terminado, respetamos el de-
bido proceso y el derecho a la defensa
de las 18 empresas que está siendo in-
vestigadas� (El Tiempo, jueves 25 de
enero de 2001).
Sin embargo, el Alcalde de Mede-
llín, a través de los medios de comuni-
cación, desconociendo el debido pro-
ceso y el derecho de las personas al
buen nombre, de manera ligera tildó de
�especuladores� a los generadores de
energía eléctrica y señaló con nombre
propios a tres empresas que, según él,
estaban abusando de los precios y se
estaban enriqueciendo a costa de los
usuarios.
Esta descalificación pública del Al-
calde ha sido acogida, sin beneficio de
inventario, por el Sindicato de Trabaja-
dores del Sector Eléctrico, SINTRAELE-
COL, quien en comunicado público del
pasado mes de enero, acusa de �terro-
rismo empresarial� a algunos generado-
res. En una situación tan compleja de
orden público como la que vive el país,
estas aseveraciones son en extremo gra-
ves y ponen en serio riesgo el desarro-
llo de la actividad de generación.
Entendemos que el Alcalde de Me-
dellín se encuentra en dificultades para
cumplir con su promesa electoral de
congelar las tarifas de los servicios pú-
blicos de su ciudad, debido a que los
temas regulatorios no son de su resor-
te. Mientras las resoluciones de la CREG
se encuentren vigentes, todos los agen-
tes, entre ellos, las Empresas Públicas de
Medellín, están en la obligación de aca-
tarlas. Ante esta dificultad práctica, el Al-
calde de Medellín decidió emprender
una campaña nacional para que el Pre-
sidente de la República reasuma la fun-
ción de fijar las fórmulas de tarifas, que
de prosperar daría al traste con el es-
quema regulatorio y con la participación
privada en el sector eléctrico.
Pero no sólo eso. Todo indica que
se está gestando una estrategia para ex-
plotar electoralmente temas tan sensi-
bles a la comunidad como el de las tari-
fas de los servicios públicos, al amparo
de la difícil situación que vive el país en
materia de empleo y de orden público.
Vale la pena recordar que en la década
de los ochenta, el sector eléctrico fue el
principal dolor de cabeza de las autori-
dades económicas del país, por su alto
endeudamiento (30% de la deuda ex-
terna), elevada inversión (40% de la in-
4 Uno sobre formación de precios en la bolsa de energía realiza-do por la Comisión de Regulación de España y el Instituto deInvestigación Tecnológica de la Universidad Pontificia de Co-millas de Madrid y otro sobre Posición dominante en la activi-dad de generación eléctrica en Colombia, 1999, realizado por lafirma de consultoría Hagler Bailly.
Marzo � 2001 � No. 1
7
versión pública) y abultado déficit (33%
del déficit de la Nación). Para mantener-
lo a flote, el Estado se vio obligado a
realizar enormes transferencias financie-
ras usando los excedentes de sus em-
presas industriales y comerciales, a asig-
nar elevadas apropiaciones de
presupuesto, y a acudir a nuevo endeu-
damiento, tanto externo como interno;
todo esto, a costa de sacrificar inversio-
nes en los sectores sociales. No obstan-
te lo anterior, el país tuvo que soportar
el más duro racionamiento de su histo-
ria entre el 2 de marzo de 1992 y el 1 de
abril de 1993.
4. El reto del Gobierno.
El Gobierno tiene un enorme reto
por delante y es la defensa del modelo
sectorial. Así lo ha comprendido el se-
ñor Ministro de Minas y Energía y todos
los agentes del sector. Si se fracasa en
la tarea de evitar que estas pretensio-
nes políticas prosperen, estaríamos pre-
senciando el desmoronamiento del mo-
delo de desarrollo del sector eléctrico,
el cual fue construido sobre los siguien-
tes pilares básicos:
Gracias a esta reforma, y confiando
en la estabilidad de las reglas estableci-
das, llegaron al sector eléctrico inversio-
nistas privados que le inyectaron duran-
te el período 1996�1999 recursos
financieros por más de 7 mil millones
de dólares (equivalentes al 7% del Pro-
ducto Interno Bruto). Como resultado de
estas nuevas inversiones, el país pudo
superar, sin contratiempos, ni raciona-
mientos, el Fenómeno de El Niño del
año 1997, que produjo una sequía más
severa que la que dio lugar al apagón
del año 1992. Estas inversiones han ve-
nido liberando al Estado de la enorme
carga fiscal que tuvo que soportar du-
rante más de 30 años. Ahora se dispo-
ne de un servicio de energía eléctrica
de mejor calidad, prestado en forma
continua, con índices de interrupción
cada vez menores (con excepción de
cortes temporales ocasionados por los
atentados), sin sombras de racionamien-
to en el corto y mediano plazo, y con
empresas administradas con rigor téc-
nico. No obstante la voladura de 383 to-
rres en el año 2000, la demanda de ener-
gía sólo sufrió cortes en un 0.32%, según
cifras de ISA, lo que demuestra la forta-
leza actual del sistema eléctrico colom-
biano.
Sería de gran utilidad y trascenden-
cia una manifestación del señor Presi-
dente de la República en la cual ratifi-
que, entre otros, los siguientes puntos:
la voluntad del Estado de preservar la
estabilidad de las reglas de juego esta-
blecidas, la reafirmación de la política
de apertura a la inversión privada, la idea
de mantener y fortalecer la entidad re-
gulatoria, la adopción de medidas para
fortalecer a la SSP para que esta institu-
ción pueda cumplir con mayor solven-
cia técnica su función de velar por la de-
fensa de los usuarios (valdría la pena
revisar la conveniencia de que esta en-
tidad administre directamente las em-
presas que son tomadas en posesión),
el acatamiento al debido proceso y el
derecho a la defensa por parte de las
autoridades competentes en las inves-
tigaciones que adelantan, y el llamado
a la sensatez de los partidos políticos
para sustraer el tema de las tarifas de la
próxima contienda política. Este tema se
debe debatir, pero con una vocación téc-
nica y con ánimo constructivo, para en-
contrar las soluciones a los problemas
actuales y para armonizar la regulación
a la situación de anormalidad que vive
el país.
Boletín del
OBSERVATORIO Colombiano de Energía
8
os precios de la energía eléc-
trica en Colombia se basan
en el criterio que deben re-
flejar los costos económi-
cos, en cada uno de los pun-
tos de la cadena de producción. Como
para cualquier otro bien, la cadena de
producción está compuesta por la pro-
ducción en sí de la energía, que en este
caso se llama generación, por el trans-
porte, que en este caso se llama trans-
misión, por la distribución y por la co-
mercialización.
Existen dos tipos de consumidores:
los grandes, llamados No Regulados,
que pueden negociar libremente su pre-
cio final, y los pequeños o Regulados,
que pagan según una fórmula tarifaria,
regulada por la Comisión de Regulación
de Energía y Gas �CREG-
La fórmula general de la tarifa de los
usuarios no regulados es la siguiente:
CU = G + T + D + C + O,
donde
G, representa el costo de generación
T, el costo de transmisión
D, el costo de distribución
C, el costo de comercialización, y
O, otros costos como los pagos que de-
ben hacer las empresas a la CREG a la
Superintendencia de Servicios Públicos
Domiciliarios o al Centro Nacional de
Despacho y los costos de restricciones.
La fórmula también incluye un ajus-
te por las pérdidas.
FORMACIÓN DE PRECIOSEN LA CADENA
Ahora bien, el tema se complica un
poco cuando nos preguntamos cómo
se calcula cada uno de los términos de
la fórmula y encontramos que cada ac-
tividad de la cadena tiene un esquema
de formación de precios diferente.
Generación: mercado mayorista
En efecto, la actividad de genera-
ción corresponde a un mercado abier-
to, en el que la energía se transa en
grandes bloques (mercado mayorista),
bajo dos modalidades: la bolsa de ener-
gía y los contratos bilaterales entre ge-
neradores y comercializadores.
Los contratos se negocian median-
te licitaciones o cotizaciones que piden
los comercializadores para obtener el
mejor precio posible. Normalmente es-
tos contratos se hacen a largo plazo (1
a 3 años) y sirven para que tanto comer-
cializadores como generadores disminu-
Esquema deformaciónde PRECIOS
de la electricidad en ColombiaGermán Corredor1
1 Profesor de la Universidad Nacional de Colombia
LLa bolsa es un mercado de
corto plazo, donde los
generadores ofrecen una
disponibilidad y un precio
para períodos de un día y el
precio resultante en cada hora
corresponde a la oferta de la
última unidad requerida para
atender la demanda en esa
hora, después de agrupar las
ofertas en orden ascendente
de precios.
Marzo � 2001 � No. 1
9
yan los riesgos de volatilidad de precios
que se presentan en le mercado de cor-
to plazo o bolsa de energía.
La bolsa es un mercado de corto pla-
zo, donde los generadores ofrecen una
disponibilidad y un precio para períodos
de un día y el precio resultante en cada
hora corresponde a la oferta de la últi-
ma unidad requerida para atender la de-
manda en esa hora, después de agru-
par las ofertas en orden ascendente de
precios. Los precios de bolsa, entonces,
son diferentes cada hora y cada día del
año. Dependen de factores como la hi-
drología y el riesgo que cada agente
observe en el mercado. Estos riesgos
están relacionados con el despacho de
las plantas, la disponibilidad de oferta,
la forma de remuneración, etcétera. Evi-
dentemente, el riesgo, como factor sub-
jetivo, produce volatilidad y cambios en
los precios.
En vista de que cada comercializa-
dor compra una parte de la energía en
contratos, seguramente a diferentes pre-
cios, y otra en bolsa, que como hemos
visto tiene diferentes precios en cada
hora, la cuestión que surge es saber cuál
es el valor de G (costo de generación)
que el comercializador traslada al consu-
midor.
Según la regulación, G es un pro-
medio ponderado móvil de los últimos
doce meses de las compras propias del
comercializador (bolsa y contratos) y del
precio promedio del mercado. Con ese
promedio se busca que el valor trasla-
dado al usuario no sea tan volátil como
el precio en bolsa.
Otras actividades de la cadena
Las actividades de Transmisión y Dis-
tribución (cuyos costos se calculan como
T y D en la fórmula) se consideran mo-
nopolios naturales y sus costos están
completamente regulados para todos
los usuarios. La remuneración que paga
el consumidor por estas actividades se
basa en el costo de reposición de los
activos en servicio, al que se agrega un
costo de operación y mantenimiento.
El costo de comercialización (C de
la fórmula) también está regulado sobre
la base del costo por factura que tenga
cada empresa.
En el valor Otros (O), la porción más
significativa corresponde a las restriccio-
nes, que se calculan así: el precio de
bolsa se obtiene a partir de un despa-
cho ideal, en el que se supone que no
existen restricciones eléctricas causadas
por la red de transmisión. Es decir, se
supone que toda la energía se puede
despachar sin limitaciones. Al comparar
el despacho ideal con la realidad, se en-
cuentra que la red ofrece restricciones
que exigen que determinadas plantas
deban generar, así su oferta no esté por
debajo del precio de bolsa. La diferen-
cia entre el costo o valor de la oferta de
estas plantas más costosas y el precio
de bolsa es el valor de las restricciones.
Es claro que cuando hay voladuras de
torres se aumentan las limitaciones de
la red, lo cual implica que más plantas
costosas deban generar, es decir, se au-
menta el costo de las restricciones
EL DEBATE ACTUAL
El gran debate que se ha presenta-
do en los primeros meses del año gira
alrededor de por qué el precio de bol-
sa, es decir, las ofertas de los genera-
dores han subido en forma importante
en relación con el pasado. Se ha plan-
teado que se debe al mayor precio del
gas, al período de verano, a la proximi-
dad de un Fenómeno del Niño, etc. Sin
embargo, estas explicaciones parecen
insuficientes. Lo cierto es que el esque-
ma está en la mira de la opinión pública
y de la clase política. La academia podrá
contribuir con el análisis objetivo de las
verdaderas causas de los incrementos
de precios. Este boletín pretende contri-
buir con este debate.
Boletín del
OBSERVATORIO Colombiano de Energía
10
Reflexiones
acerca del MODELO ELÉCTRICOcolombiano
ecordemos que las transfor-
maciones que se iniciaron
en el sector eléctrico co-
lombiano entre 1994 y 1995
estuvieron precedidas de
varios hechos importantes: a) dos apa-
gones de grandes proporciones en un
lapso inferior a diez años, b) feria de
inversiones en proyectos de generación
que llevaron al �sobredimensionamien-
to� del sector y a una deuda externa
superior a un tercio del total nacional,
c) malos manejos de las empresas de
electricidad que derivaron en un dete-
rioro patrimonial de las mismas supe-
rior a varios billones de pesos, y d) po-
bres resultados de gestión en los
proyectos de construcción de infraes-
tructura y en pérdidas en la actividad de
distribución de la electricidad.
Bajo el nuevo esquema de merca-
do establecido para el sector eléctrico
colombiano se sustituyó, en buena par-
te, al operador del sistema y al inversio-
nista y se entregó estas responsabilida-
des a empresas públicas o privadas, que
funcionan por fuera de la esfera del go-
bierno central. Además se asignó la ta-
rea de regulación a un ente indepen-
diente, adscrito al Ministerio de Minas y
Energía, que propende por la adecuada
operación del mercado.
Hasta el momento los resultados
arrojados son por lo menos satisfacto-
rios. Como se puede observar en la fi-
gura 1, los precios en el mercado mayo-
rista no continuaron mostrando la
tendencia alcista de los años noventa,
aunque presentan gran volatilidad. Se
han realizado inversiones por varios mi-
les de millones de dólares sin necesi-
dad de sacrificar inversiones del gobier-
no central en los sectores sociales.
Además, se ha incorporado tecnología
de punta en generación a gas y se ha
innovado en aspectos de comercializa-
ción, estrategias de oferta en bolsa y
manejo del riesgo empresarial. También,
ha mejorado la eficiencia en los proce-
sos de distribución, con reducción de
pérdidas, pasando de un 22.5% en 1994
a 17.7% en 1999. Igualmente, se ha in-
crementado, de manera progresiva, la
productividad del sector, pasando de
0.576 empleados por GWh producido en
el año de 1997 a 0.49 por GWh en 1999.
Al Alcalde y sus asesores
RDurante los últimos meses losprecios de la electricidadempezaron a mostrar unatendencia alcista importante.Aún así, estos no resultan serextremadamente elevados,teniendo en cuenta lasrestricciones en la transmisióny algún elemento estacional.Bajo estas condiciones,precios tres o cuatro vecessuperiores a los más bajoshistóricos no puedenconsiderarse absurdos.
Isaac Dyner1
Profesor TitularGrupo de EnergíaUniversidad Nacional de Colombia
1 Profesor Titular Universidad Nacional de Colombia
Marzo � 2001 � No. 1
11
Asimismo, se han incrementado nota-
blemente los recaudos en la facturación
y se han reducido los gastos de funcio-
namiento. Y como si fuera poco, fue po-
sible pasar sin traumatismos la peor se-
quía registrada en Colombia en los
últimos decenios.
No obstante, en el último año la in-
dustria se encuentra enfrentando obs-
táculos, que conjuntamente, se tornan
difíciles de vencer, como lo son: los efec-
tos de la peor recesión económica de
los últimos 80 años, lo que ha significa-
do reducción de la demanda eléctrica;
abundancia hídrica, lo cual implica ex-
cesiva capacidad de abastecimiento; y
además se vienen presentando graves
impedimentos para el transporte de
electricidad. Pese a lo anterior, el siste-
ma sigue aún de pie y, a pesar de los
temores, son pocas las posibilidades de
que colapse, si cesa el ataque a la infra-
estructura eléctrica.
Durante los últimos meses los pre-
cios de la electricidad empezaron a mos-
trar una tendencia alcista importante.
Aún así, estos no resultan ser extrema-
damente elevados, teniendo en cuen-
ta las restricciones en la transmisión y
algún elemento estacional. Bajo estas
condiciones, precios tres o cuatro veces
superiores a los más bajos históricos no
pueden considerarse absurdos. Normal-
mente las variaciones anuales en No-
ruega son muy superiores a éstas. En el
Reino Unido no causa alarma cuando
estos valores se encuentran en relación
10 a 1, y en los períodos de crisis regis-
trados en Chile y California esta relación
ha sido de 20 y 30 a 1.
Si a lo anterior se le suma la exalta-
ción de los medios y la impaciencia de
los políticos, en lugar de poder gozar
de las bondades que ha mostrado la
evolución del esquema en tantos paí-
ses como Argentina, Perú, Noruega,
Reino Unido y Alemania, terminaremos
con problemas como los enfrentados
por los mercados de Chile, Nueva Ze-
landa y California. Y lo que puede ser
peor, aunque poco probable, se podría
regresar a la época de los apagones
prolongados y malgasto de los recur-
sos del estado, sin ninguna lección
aprendida.
El ataque a la infraestructura eléctri-
ca, la interferencia política y la adopción
de un inadecuado esquema de regula-
ción son los insumos para que esto últi-
mo ocurra. Y bajo esas condiciones, con
seguridad que la catástrofe ocurrirá!
Considero que todavía existen con-
diciones para seguir avanzando den-
tro del presente modelo de mercado,
con notables beneficios para empresa-
rios y consumidores de electricidad,
buscando el adecuado balance entre
los agentes. El debate no tiene un sus-
tento ideológico, pero si de responsa-
bilidad social. Si bien la liberalización
de la electricidad inicialmente tuvo un
claro tinte político, esta se ha aplicado
de manera extensiva en Europa y Esta-
dos Unidos, bajo gobiernos socialdemó-
cratas y demócratas, incluyendo Finlan-
dia, Alemania y buena parte de los
Estados de Norte América. Recuerden
que en Colombia el gran privatizador del
sector eléctrico fue el ex presidente Sam-
per Pizano.
Lamento el embate que se ha pro-
ducido contra el ente regulador CREG
que en general ha tenido grandes acier-
tos durante los últimos 6 años. Pero, en
vista de las consideraciones de energía
atrapada y la fragilidad del sistema de
transmisión, considero que con algo de
regulación �blanda� se podría todavía
controlar, de manera temporal, las posi-
bles manifestaciones de poder de mer-
cado que actualmente se registran en
Colombia, sin necesidad de apelar a me-
didas extremas.
Además de dos aspirinas y un poco
de paciencia, existen algunas recetas
(reglas de oro) para una industria con
estas características:
Figura 1
Evolución de precios en valores constantes.
0
20
40
60
80
100
120
140
160
180
Ene
-90
May
-90
Sep
-90
Ene
-91
May
-91
Sep
-91
Ene
-92
May
-92
Sep
-92
Ene
-93
May
-93
Sep
-93
Ene
-94
May
-94
Sep
-94
Ene
-95
May
-95
Sep
-95
Ene
-96
May
-96
Sep
-96
Ene
-97
May
-97
Sep
-97
Ene
-98
May
-98
Sep
-98
Ene
-99
May
-99
[$/kWh]
Precio de BolsaContratosExponencial (Precio de Bolsa)
Boletín del
OBSERVATORIO Colombiano de Energía
12
ellas operen en mercados competi-
tivos que generen bienestar al con-
sumidor.
Por todo lo anterior, aún bajo la ac-
tual situación de conflicto, considero
que no se justifica todavía suspender el
mercado. Es necesario avanzar progre-
sivamente con medidas que eventual-
mente podrían llevar a hacerlo, pero no
de manera precipitada. El regulador
debe reaccionar oportunamente, pero
tendrá que cuidarse de no hacerlo de
manera desmedida y sin tener forma de
como volver atrás.
Pensando desde ya en salidas de
largo plazo, aún bajo las presentes cir-
cunstancias de conflicto, se podría lo-
grar un ambiente tolerable para inver-
sionistas (reglas de juego claras y con
alguna permanencia) y consumidores
(comprando en un industria en la cual
se ha establecido intensidad en la com-
petencia, y desde luego precios bajos e
innovación en la prestación de servi-
cios) para el adecuado desarrollo de los
mercados.
• Los precios deben bajar, pero no por
decreto, so pena de enfrentarse a
problemas como los experimenta-
dos en California.
• Debe seguirse promoviendo la com-
petencia en generación.
• La excesiva intromisión política y una
inadecuada regulación conducen a
fracasos como los observados en Ca-
lifornia y Chile.
• Se requiere la intervención de los
políticos, para pedirle cuentas a los
reguladores que no cumplen con las
leyes o que no lo hacen con la sufi-
ciente celeridad!
• La Superintendencia de Servicios
Públicos y la Contraloría General de
la República deben poseer amplios
poderes para intervenir las empresas
que actúan indebidamente.
• Ni los alcaldes ni los políticos deben
regular los mercado ni manejar las
empresas, pero si propender por que
Para que esto sea posible, se debe
crear un ambiente propicio para el
avance en la regulación. Es fundamen-
tal desarrollar una agenda para los
próximos 5 años, que incluya los si-
guientes puntos: reducción de los lími-
tes de concentración de la propiedad
(hasta un máximo del 20%, e inclusive
un poco menos), introducción de mer-
cados bilaterales, con opciones de ma-
nejo del riesgo, y ampliación de la parti-
cipación de la demanda, de manera que
se le otorgue libertad al consumidor re-
sidencial.
Otros países han superado dificul-
tades mayores que las hoy enfrentadas
por el sector eléctrico colombiano. Y es
por esto que se debe ser paciente. Pien-
so que es el momento para ser com-
prensivos, mostrar más solidaridad con
los demás agentes del mercado, pues-
to que todos tenemos mucho por per-
der. De lo contrario estaremos contribu-
yendo al debilitamiento institucional y
finalmente al fracaso, sin que este pro-
ceso nos deje mayores lecciones apren-
didas.
Marzo � 2001 � No. 1
13
n la década de los años se-
tenta el sector eléctrico en
Colombia empezó a jugar
un papel preponderante,
cuando a través del Plan de Integración
Nacional se dieron todos los avales ne-
cesarios para conseguir financiación ex-
terna para desarrollar sus proyectos de
inversión, de tal manera que se evita-
ran situaciones de racionamiento y se
permitiera al Estado cumplir con su obli-
gación de respaldar con obras de infra-
estructura básica la dinámica de la in-
versión privada.
Sin embargo, a mediados de la dé-
cada de los años ochenta, fruto de la
política de endeudamiento para finan-
ciar las inversiones de infraestructura, el
sector eléctrico comenzó a enfrentar
graves problemas relacionados funda-
mentalmente con el servicio de la deu-
da. Es así que para 1987 cuando la deu-
da del sector llegó a representar el 30%
de la deuda pública total, se inició un
plan de ajuste sectorial y de seguimien-
to empresarial con miras a lograr el sa-
neamiento de sus finanzas.
Así, este sector con sus compromi-
sos de deuda que, en buena parte es-
taba respaldada por la Nación, tomó un
lugar destacado dentro de las finanzas
públicas al desplazar en el manejo de
recursos a otros sectores, como los so-
ciales, que requerían mayor atención.
Sin embargo, como todos recorda-
mos, entre 1992 y 1993, se padeció el
racionamiento de energía eléctrica más
drástico de la historia del país, que ante
el Fenómeno del Niño puso de relieve
la fragilidad del sistema de generación
eléctrica colombiano que dependía casi
en su totalidad de la fuente hídrica.
Ante esta situación critica, la admi-
nistración del presidente Gaviria tomó
decisiones para enfrentar el problema,
entre las cuales se destacó la expedi-
ción del Decreto 700/92 que abrió las
puertas a los inversionistas privados,
para que con sus recursos y dados los
limitantes fiscales del momento, reali-
zaran las inversiones que se requerían
para disminuir la dependencia hidráuli-
ca en la generación, a través de la cons-
trucción de plantas termoeléctricas.
Estas medidas, sumadas a la Ley 143
de 1994, más conocida como Ley eléc-
trica, crearon las bases para un cambio
radical en el manejo del sector al termi-
nar la integralidad del negocio que es-
taba en su totalidad en manos del sec-
ESTRUCTURA Y ESTADO del sector eléctrico
en Colombia1
Carlos Ossa Escobar2
E
1 Palabras pronunciadas en el Seminario sobre La estructura y elestado del sector eléctrico, realizado en Bogotá, el 6 de marzode 2001.
2 Contralor General de la República.
Se deben abrir espacios
para debatir el impacto de
estas medidas y evaluar
que tan lógico y racional
es que los empresarios del
sector no asuman ningún
riesgo en el negocio, sean
estos causados por las
restricciones normales o
por razones de orden
público, como se ha
venido presentando en los
últimos meses.
Boletín del
OBSERVATORIO Colombiano de Energía
14
tor público, y dar paso a la separación
de las actividades de generación, trans-
misión, distribución y comercialización,
con una amplia participación del sector
privado que se ha dado con los proce-
sos de privatización de las empresas.
Las privatizaciones que se intensifi-
caron desde finales de la década de los
noventa con la venta de la mayoría de
las electrificadoras se han justificado
como una medida de política que per-
mitirá acabar con el caos administrativo
de algunas de ellas, y como una forma
de establecer empresas con capacidad
técnica y financiera, dispuestas a inver-
tir en la expansión del sector y promo-
ver el aumento de la eficiencia y pro-
ductividad en las actividades de la
industria eléctrica.
Sin embargo, lo que se evidencia a
raíz de los resultados financieros de al-
gunas electrificadoras, producto de los
esquemas contratados por los últimos
gobiernos, tales como los PPA (Power
Purchase Agreement o acuerdos de
compra de energía), los BOOT (Cons-
truir, operar y transferir) y los BOOM con
el sector privado, además de los hechos
que ha venido denunciando la CGR ante
las autoridades correspondientes, es
que éstos no se negociaron con las me-
jores condiciones para las empresas es-
tatales.
Con el PPA, que consiste en un
acuerdo en el cual los inversionistas pri-
vados se comprometen a construir plan-
tas de energía térmica, a cambio de un
acuerdo de compra de energía con las
electrificadoras, el gobierno pignoró por
quince o veinte años los recursos de em-
presas públicas, entre las cuales pode-
mos citar Cali (Emcali), Empresas de
Energía de Boyacá (Ebsa), Central Hidro-
eléctrica de Caldas y Electrificadora del
Atlántico, entre otras.
En este punto es importante aclarar
que las tres modalidades de contrata-
ción utilizadas en el sector eléctrico, se
pueden considerar como alternativas
para realizar obras de infraestructura,
más aún, en coyunturas de restricción
fiscal. A través de ellos se pactó el pago
de tarifas no adecuadas, que no con-
sultaron las proyecciones de las entida-
des de planeación sobre costos reales
del kilowatio, a tal punto que los contra-
tos suscritos negociaron cada kilowatio
instalado por cinco o seis veces más de
lo que vale.
Por esta razón, principalmente, estos
contratos, llámense PPA o BOOT, han hi-
potecado los ingresos de las electrifica-
doras a los inversionistas privados, com-
prometiendo su viabilidad financiera.
Referente al caso de TermoRío, tan
divulgado por los medios de comunica-
ción en las últimas semanas, sólo quie-
ro referirme a que esta es una deman-
da que surge como reflejo de la forma
como se manejaban los negocios en la
Electrificadora del Atlántico, y por otra
parte, del cuestionado papel de la Su-
perintendencia de Servicios Públicos Do-
miciliarios en la defensa de los intere-
ses del Estado. Por ello, la Nación ha sido
condenada a pagar US$61 millones,
pese a que la planta nunca entró en
operación, en un proceso en el que se
advierte un comportamiento indelica-
do por parte de varios funcionarios pú-
blicos.
Empero, este es uno de varios te-
mas importantes dentro del manejo del
sector eléctrico. Otro al que me quiero
referir hoy es el de la regulación.
No cabe duda que después de la
Ley eléctrica, el Estado ha ido cambian-
do su papel dentro del sector, dejando
de lado su participación como empre-
sario y asumiendo un papel más prepon-
derante dentro del campo de la regula-
ción, a través de la Comisión de
Regulación de Energía y Gas, ente al cual
hoy en día se le critican sus actuaciones
que, al parecer, están apartándose de la
realidad del país.
Un caso digno de mención es de
las tarifas de energía, a consecuencia
de los atentados en contra de la infra-
estructura del sector, y el traslado de cos-
tos a los usuarios. Hasta octubre de 2000
estos costos eran asumidos y comparti-
dos por el generador y el usuario. Aho-
ra, a raíz de decisiones de la CREG, el
100% de estos costos están siendo tras-
ladados a los usuarios, llámense hoga-
res, industria y/o comercio.
La CGR frente a este tema, que toca
el bolsillo de todos los colombianos y
afecta la reactivación económica, en la
medida que afecta los costos de produc-
ción, considera que se deben abrir es-
pacios para debatir el impacto de estas
medidas y evaluar que tan lógico y ra-
cional es que los empresarios del sec-
tor no asuman ningún riesgo en el ne-
gocio, sean estos causados por las
restricciones normales o por razones de
orden público, como se ha venido pre-
sentando en los últimos meses.
Adicionalmente la CGR cree que es
importante que comiencen a soplar
vientos de renovación, que permitan
evaluar los cuestionamientos que se
han hecho a la regulación de este sec-
tor, en aras de fortalecer su quehacer y
cumplir con la misión de reglamentar
las actividades inherentes. Otro ejemplo,
es la estructura que se le dio a la CREG,
que permitió sólo la representación de
voceros del Estado y los empresarios, a
través de los cinco expertos que la com-
ponen, dejando a un lado la represen-
tación de los consumidores, mientras en
otros países los consumidores tienen su
representante en la entidad de regula-
ción correspondiente.
En la misma circunstancia se en-
cuentra la Superintendencia de Servicios
Públicos, en la cual la CGR ha detectado
debilidades y fallas en su función cons-
Marzo � 2001 � No. 1
15
titucional de vigilar el buen funciona-
miento de las empresas prestadoras de
servicios públicos en términos de cali-
dad y eficiencia. Al parecer muchas de
sus fallas se deben a la carencia de per-
sonal idóneo, la ausencia de herramien-
tas y la falta de una mejor cobertura na-
cional.
Así las cosas, con la perspectiva que
la política que se trace para el sector
eléctrico sea equilibrada para los agen-
tes económicos involucrados y benefi-
cie el desarrollo del país, es hora que se
de paso a la crítica objetiva, y que esta
se cristalice en la toma de decisiones
que fortalezcan la actividad empresarial
y los organismos que regulan, supervi-
san y vigilan el sector eléctrico en ge-
neral, y evitar las gravísimas prácticas co-
rruptas que hemos padecido.
Para terminar quisiera referirme al
tema de las privatizaciones, señalando
que ha sido una medida adoptada para
solucionar ineficiencias y problemas fi-
nancieros que estaban lesionando los
intereses del Estado, causados por prac-
ticas politiqueras al interior de las em-
presas y la corrupción por parte de al-
gunos funcionarios públicos, como
sucedió en la Costa Atlántica con las
electrificadoras.
Sin embargo, no todas las empresas
estatales sufren de estas prácticas mal-
sanas que las llevan a ser ineficientes, y
por tanto vale la pena detenerse en ana-
lizar la conveniencia o no de su enaje-
nación a manos del sector privado.
Para no ir tan lejos, Isagen, empre-
sa estatal dedicada a la generación de
energía y que en la actualidad está en
la lista del gobierno como uno de los
activos a privatizar, ha sido en los últi-
mos años ejemplo de buen manejo
empresarial, al reflejar en el desarrollo
de su negocio resultados que muestran
avances en eficiencia y productividad
plasmados en resultados financieros
positivos que benefician los balances
del sector público. Creo que frente a
una empresa como Isagen, que ha
mostrado un excelente resultado em-
presarial en los últimos años y además
tiene una posición estratégica dentro
del negocio eléctrico, es importante
cuestionar la conveniencia o no de su
venta, y si esto es lo que más le con-
viene al país.
Se deben promover los debates pre-
vios a las privatizaciones de los activos
que hacen parte del patrimonio estatal,
y así evitar sorpresas desagradables y
lesivas para los intereses del Estado,
como ha sucedido en el pasado con al-
gunas privatizaciones.
Con debates de un alto nivel técni-
co, tal vez se podrá evitar que los go-
biernos echen mano al patrimonio es-
tatal, con intenciones coyunturales de
equilibrar cuentas del sector público, y
asegurar, por el contrario, que las ven-
tas de activos sean las más convenien-
tes para todos los colombianos.