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PROYECTO PILOTO CIENCIA ADENTRO MDULO PUNTA ARENAS
HACIA UNA PRAXIS CIENTFICA EMANCIPADORA
Seudnimo del autor: Ciencia Adentro
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Tabla de contenido I. INTRODUCCIN: 2
I. REFLEXIONES ALREDEDOR DEL ECOSOCIALISMO Y LA BIOTICA: CAMINOS PARA UNA PRAXIS CIENTFICA EMANCIPADORA 2
II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 17 I. LA DOBLE MORAL DE LA CIENCIA ACTUAL 19 II. MODELO NEOLIBERAL/CAPITALISTA DE VINCULACIN CIENCIA/NECESIDADES PAS: CASO FINLANDIA, INNOVACIN Y CAPITALISMO 27 III. VINCULACIN CIENCIA/NECESIDADES PAS EN LA VENEZUELA PETROLERA DE LA CUARTA REPBLICA 33
III. ANTECEDENTES 38 IV. JUSTIFICACIN 48 V. DESCRIPCIN FORMAL DEL PROYECTO PILOTO CIENCIA ADENTRO MDULO PUNTA ARENAS. 51 VI. METODOLOGA 54 VII. FASE 1: ELABORACIN DEL PROYECTO PILOTO CIENCIA ADENTRO MDULO PUNTA ARENAS: DESCRIPCIN ANALTICA DE ACTIVIDADES, PROCESOS Y PRODUCTOS REALIZADOS 67
I. CONTEXTO SOCIOPOLTICO DEL PUEBLO DE PUNTA ARENAS 67 II. MOMENTO 1: CONSTRUCCIN DEL PROYECTO DESDE LAS INSTITUCIONES DEL MPPCTI 70 III. MOMENTO 2: PRIMERAS ACTIVIDADES DE CONSTRUCCIN PRCTICA DEL MODELO DE INTERACCIN CIENCIA/SOCIEDAD - IDA Y VUELA ENTRE CARACAS Y PUNTA ARENAS 71
VIII. FASE 2. PUESTA EN MARCHA DEL MDULO CIENCIA ADENTRO: DESCRIPCIN ANALTICA DE ACTIVIDADES, PROCESOS Y PRODUCTOS REALIZADOS Y EN CURSO 127
I. MOMENTO 1: LA INCORPORACIN DE LOS CUADROS CIENTFICOS INTEGRALES 127 II. MOMENTO 2. INICIO DE LAS ACTIVIDADES DE LOS CUADROS CIENTFICOS INTEGRALES. 130
IX. CONCLUSIONES 172 X. BIBLIOGRAFA 179 XI. ANEXOS 183
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I. INTRODUCCIN: I. REFLEXIONES ALREDEDOR DEL ECOSOCIALISMO Y LA BIOTICA:
CAMINOS PARA UNA PRAXIS CIENTFICA EMANCIPADORA
La produccin capitalista, por
consiguiente, no desarrolla la
tcnica y la combinacin del
proceso social de produccin sino
socavando, al mismo tiempo, los
dos manantiales de toda riqueza:
la tierra y el trabajador.
Karl Marx, Tomo I, Vol. 2, El Capital, Siglo XXI Editores, 2003, p. 613
De all, entonces, nuestra firme
conviccin de que la mejor y la
ms radicalmente democrtica de
las opciones para derrotar el
burocratismo y la corrupcin es la
construccin de un Estado
comunal que sea capaz de
ensayar un esquema institucional
alternativo en la misma medida en
que se reinventa
permanentemente.
Lneas de Chvez, Rumbo al Estado Comunal! 21.feb.2010
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En la Revolucin Bolivariana, los procesos de transformacin sociopolticos
han transitado por una serie de formulaciones que han ido radicalizndose. En
efecto, en el 2004, el proceso se declara anti-imperialista, en el 2006, socialista y,
finalmente, en el 2012, con el objetivo V del Plan Patria, para ese entonces
programa de gobierno y ahora Ley de la Nacin, como ecosocialista.
El ecosocialismo, si bien est en plena construccin, tanto como categora
que como praxis poltica, puede entenderse, tal como su nombre lo indica, como la
conjuncin de dos proyectos de transformacin de la sociedad especficos: el
socialismo y la ecologa. Cmo definir esta nocin, tomando en cuenta la
diversidad de acepciones y de corrientes que cruzan estos dos proyectos
transformadores? Si partimos de los puntos comunes a estas dos corrientes
podemos identificar a un mnimo comn. En efecto, el socialismo y la ecologa
comparten valores sociales cualitativos, irreductibles al mercado, fundados sobre
una rebelin contra la grande transformacin, a saber contra la autonomizacin
reificada de la economa, en la cual el crecimiento es visto como
exponencialmente ilimitado.
En el caso del ecosocialismo, estos valores sociales se traducen en el
desarrollo de una lnea de accin central: reintegrar la econmica no solamente en
su entorno social, sino tambin en el entorno natural, a partir de la toma de
conciencia de que la crisis ecolgica mundial actual tiene como sustento la
dinmica de funcionamiento del capitalismo, el cual somete a la naturaleza a los
imperativos ilimitados de valorizacin del capital. Es decir, que lo que el
ecosocialismo plantea es el reconocimiento de la existencia de lmites naturales al
crecimiento.
El ecosocialismo plantea entonces la relacin directa entre dominacin del
hombre por el hombre y dominacin de la naturaleza. Concretamente, esto
significa que el ecosocialismo se diferencia de muchas de las corrientes
ecolgicas, en esto que plantea que la urgencia ecolgica actual no puede dejar
de lado las grandes desigualdades sociales, sino que la misma slo podr
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resolverse si se pone fin a estas desigualdades. Planteado del otro lado, significa
entonces que las exigencias de equidad social no pueden ser pensadas
independientemente de los imperativos ecolgicos.
El ecosocialismo plantea as la emancipacin de los individuos en los
campos en los cuales la lgica del mercado, de la competencia y los beneficios
desposeen a los individuos de sus posibilidades de autonoma, a travs del
abandono definitivo de la lgica capitalista fundada sobre el productivismo y el
crecimiento, y la consecuente dominacin destructora de la naturaleza.
De tal forma, la idea central del ecosocialismo podra interpretarse de la
siguiente manera. Si el socialismo plantea la emancipacin a travs de la
socializacin de las fuerzas de produccin, el ecosocialismo plantea precisamente
que esa socializacin implique que las decisiones sobre la produccin y la
distribucin sean tomadas no por el mercado, o por un estado burocrtico y
centralizador, sino por la sociedad ella misma como condicin necesaria al
desarrollo de otra relacin con la naturaleza.
La reapropiacin de los medios de produccin anudada a la
transformacin de las relaciones sociales, las cuales engloban la relacin con la
naturaleza, se constituye entonces en el ecosocialismo como eje estructurante de
la emancipacin colectiva. Emancipacin que pasa por una lucha contra la
acepcin capitalista del trabajo que apunta a un desarrollo ilimitado del
crecimiento, el cual est fundado en la dominacin destructiva de la naturaleza.
En efecto, el sistema de desarrollo capitalista, adems de apuntar a la
expansin ilimitada del mercado, implica el control de la vida de las personas a
travs de la organizacin alienante tanto de su tiempo de trabajo, como de su
tiempo libre. La explotacin del trabajo y de la naturaleza son dos procesos
inseparables en la sociedad capitalista. La lucha contra el trabajo que aliena la
vida significa entonces pensar en el trabajo de otra forma, como trabajo solidario y
libre, como voluntad de construir colectivamente las nuevas fuerzas de
produccin. Si la alienacin pasa por un proceso de prdida de control, tal como la
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define Kohan (2011), entonces con la alienacin lo que se pierde es la posibilidad
de gestionar racionalmente la economa, basndose en las necesidades de la
inmensa mayora de la sociedad, en lugar de basarse en la bsqueda frentica de
ganancia para la pequea minora de empresarios que domina el mundo(p.107).
Para poder plantearse la transformacin de estas relaciones sociales
alienantes, el ecosocialismo reivindica un tema esencial, el de la planificacin
colectiva de la relacin hombre-naturaleza. Planificacin colectiva que se articula
como la dominacin no de la naturaleza, como en el proyecto de la modernidad
capitalista, sino de nuestra relacin con ella. Es decir, para decirlo en los trminos
que se plantean en este momento en Venezuela, que el ecosocialismo ve en la
planificacin participativa un proceso fundamental de emancipacin colectivo
integral. Este programa ambicioso de cambio de sociedad que lleva en s la nocin
de ecosociaslimo, no puede efectuarse sin una planificacin participativa que debe
ser a la vez ecolgica, social y democrtica.
Pero qu quiere decir exactamente en el ecosocialismo lo de
planificacin participativa? Como en todo el proyecto bolivariano, el trmino
participativo es aqu esencial: las decisiones democrticas deben tomarse a partir
de los objetivos de la sociedad, es decir a partir de las metas y las necesidades de
que sta se plantea. Por ende, las grandes decisiones que conciernen a la
produccin y la distribucin, no deben ser dejadas a los mercados, sino que
deben ser tomadas por la sociedad misma, despus de un debate democrtico y
pluralista, en el cual se oponen propuestas y opciones diferentes (Lwy, 2011).
Mientras las decisiones queden en manos de una oligarqua de
capitalistas, banqueros o tecncratas, no se podr salir del crculo vicioso del
productivismo, del crecimiento ilimitado, y de sus consecuencias: la explotacin de
los trabajadores y la destruccin del medio ambiente. Y para eso es necesario que
las decisiones sobre produccin, desarrollo, crecimiento y consumo sean tomadas
democrticamente por el conjunto de la sociedad de acuerdo a criterios sociales y
ecolgicos y, por ende, anticapitalistas.
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Entra aqu en juego el tema de la tica como toma de consciencia, de
consciencia transformadora de clase, de que las consecuencias no voluntarias de
la utilizacin imprudente de la produccin tales como contaminacin, los
problemas ligados al cambio climtico, por ejemplo, hacen que el capitalismo vea
un modo de produccin que se constituye como un lmite para la supravivencia de
la especie humana en s. El ecosocialismo plantea entonces como punto nodal el
tema del desarrollo de una tica igualitaria emancipadora: el modo de produccin
y de consumo actual de los pases capitalistas avanzados, fundado sobre una
lgica de acumulacin ilimitada (del capital, de las mercancas, de la ganancia),
est basado sobre el mantenimiento y la profundizacin de la desigualdad entre
Norte y Sur.
Por ende, el desarrollo de una tica ecosocialista estara fundada sobre la
consciencia de la necesidad de una transformacin radical de nuestra relacin a la
naturaleza y al medioambiente, a travs de la necesaria transformacin de
nuestros modos de vivir, pasando por un cuestionamiento radical del
productivismo y del crecimiento sin lmites de la produccin industrial, as como de
lo que los sustenta: el modelo de desarrollo cientfico tecnolgico capitalista.
Llegamos al tema que nos ocupa en este trabajo: el papel central que el
modelo de desarrollo cientfico tecnolgico juega en esta problemtica. En efecto,
este modelo de desarrollo est asentado sobre una serie de representaciones del
deber ser de la ciencia, la cual condiciona el ser de la ciencia como instrumento
principal de dominacin y, por ende, de destruccin y alienacin de la naturaleza.
En efecto, la visin de la ciencia como objetiva, racional y motivada
nicamente por la bsqueda y el amor de la verdad, ha instaurado durante
mucho tiempo la disyuncin entre saber y tica. Esta manera de concebir la
actividad cientfica, fundada en la clsica dicotoma entre hecho y valor o, dicho
en otras palabras, entre el ser y el deber ser, hizo de la ciencia una actividad
supuestamente desinteresada y neutral, cuyo nico y universal valor sera la
verdad.
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De ah la ciega creencia en los infinitos beneficios que la ciencia traera a
la humanidad y que se resume en la idea misma de progreso plasmada luego en
la idea de desarrollo. Sin embargo, el modelo de desarrollo cientfico-tecnolgico
tributario de esta conceptualizacin del ser y del hacer de la ciencia es hoy en da
fuertemente cuestionado por la preocupante situacin medioambiental, los
diferentes problemas ligados al calentamiento global, el hambre que asedia los
pueblos del Sur, entre muchos otros temas.
La Ciencia se encuentra hoy en da en una situacin paradjica: los
fundamentos mismos de la actividad cientfica y de las interrelaciones que existen
entre ciencia-tcnica-industria-sociedad y Estado son fuertemente cuestionados y
criticados, al mismo tiempo que sigue prevaleciendo mundialmente la idea de que
la ciencia constituye el nico motor para el desarrollo humano.
El problema radica en el hecho de que tanto la naturaleza como el
hombre no pueden ser reducidos a objetos de la ciencia, sin que se planteen
una serie de problemas socio-polticos y ticos que la misma ciencia, tal como
est pensada, estructurada, desarrollada y aplicada, no est en capacidad de
resolver. Cmo pensar y hacer otra ciencia sin por lo tanto rechazar o desechar
la idea misma de Ciencia?
Ah es donde surge la idea de biotica1. Nuestra propuesta consiste en
asociar esta nocin al proyecto ecosocialista. La biotica, como conocimiento
transdisciplinario, como conocimiento de, para y en la vida, como otra forma de
hacer y de producir conocimiento, se posiciona como una actividad cognitiva que,
al romper con la oposicin entre sujeto y objeto, entre hecho y valor, no privilegia
nicamente y exclusivamente el cmo funcionan las cosas, sino que integra tanto
el agente de ese conocimiento (la subjetividad) como el fin del mismo (el telos). Si 1 Segn la definicin de Van Rensselaer Potter (1971), quien public por primera vez el neologismo biotica, esta se define justamente como un conocimiento cuya finalidad est orientada a saber cmo usar el conocimiento cientfico de manera de preservar el bien social y la supervivencia de la vida en el planeta. Se trata, por ende, de subrayar la necesidad de acompaar el progreso cientfico de una reflexin tica que tome en cuenta los valores y la totalidad (la sociedad, la naturaleza, la biosfera).
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bien en su acepcin ms comn, la biotica es reducida a sus dimensiones
prcticas (comits de biotica) y normativas (cdigos de biotica) y asimilada al
mbito exclusivo de la clnica, es decir, a la resolucin de asuntos exclusivamente
relacionados con las ciencias de la salud, la biotica en su acepcin integral se
presenta como una reflexin que va tomando impulso en el estudio de las
consecuencias del modelo de desarrollo cientfico tecnolgico capitalista
dominante para y sobre la vida en general, y desarrollando una reflexin crtica
sobre la idea misma de ciencia que sustenta dicho modelo.
Es as como se puede ver en la biotica un espacio en el cual se plantea
no slo el desarrollo de un cierto tipo de conocimiento que permita medir, corregir,
prevenir o regular las consecuencias del modelo de desarrollo cientfico-
tecnolgico capitalista sobre el ser humano, las sociedades, la naturaleza o la
bisfera, sino tambin como una reflexin profunda y holstica sobre el acto de
conocer.
Reflexin que implica tomar la medida de las formas problemticas y
cuestionables que ha tomado el desarrollo del conocimiento cientfico-tecnolgico,
para, desde ah, poder desplegarse como un campo de estudio prctico
implicando otra forma de hacer ciencia, otra forma de realizar el acto del conocer,
basado en la transdisciplinariedad y en la intercomunicacin.
Cules son las rasgos principales a travs de lo cuales podemos definir
de manera sinttica la ciencia moderna? Primero que todo, la ciencia moderna se
constituye en cuanto conocimiento racional positivista (reduccin de lo real a lo
racional), determinista (predominio de la bsqueda de la causa formal) e
instrumental (dominacin de la naturaleza por la tcnica).
La primera gran reduccin, la reduccin positivista, se establece como
reduccin de lo real a lo que la razn, a travs la aplicacin de sus mtodos
cientficos, puede explicar. En este orden de ideas, la realidad o lo real est
constituido nicamente por eso que la razn humana puede conocer. Este
conocimiento positivista se desarrolla a travs de la implementacin de
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metodologas racionales de aprehensin de la realidad tales como la
experimentacin, la deduccin-induccin y la demostracin, que confieren a este
tipo de conocimiento su carcter objetivo.
De ah el hecho que se considera como conocimiento slo lo que puede
ser desarrollado a travs de estos mtodos cientficos, que descalifican cualquier
otra forma de conocimiento que no corresponda a esta definicin de objetividad. A
esta primera gran reduccin corresponde la separacin entre el objeto-objetividad
(cientfica) y el sujeto-subjetividad (no cientfica).
De esta idea se desprende la caracterizacin de eso que hace
supuestamente la finalidad del conocimiento cientfico: la bsqueda desinteresada
de la verdad. La verdad es pensada nicamente como eso que puede ser
determinado como verdadero a travs de mtodos de anlisis y de clculo.
Mtodos que supuestamente conceden a esa verdad su carcter de universalidad,
verdad desprendida del espacio y del tiempo, es decir, de sus condiciones
materiales de produccin.
La segunda gran reduccin, ligada a la primera, se sustenta en el carcter
determinista del conocimiento cientfico, exclusivamente volcado a la bsqueda de
la o las causa(s) formal(es) de las cosas, es decir, en el cmo se hace o en el
cmo sucede.
Aqu es donde el sujeto, en cuanto agente de este conocimiento es
definitivamente excluido y expulsado del conocimiento cientfico. La objetividad del
conocimiento cientfico slo puede darse si, justamente, se elimina todo eso que
pudiese contaminar o interferir en la bsqueda de la causa, es decir, en la
determinacin de la relacin causa-efecto, o causa-consecuencia. El
determinismo, que radica en la elaboracin de leyes como mtodo de aprehensin
de la realidad, excluye entonces la idea de finalidad (telos) y por lo tanto la idea de
que el conocimiento pudiese integrar en sus problemticas la idea de indagar en
cul es el fin de las cosas.
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Esta segunda gran reduccin es la que mutila la ciencia de toda real
posibilidad de reflexividad: si la ciencia no se preocupa por el telos, o dicho de otra
forma, si el telos no slo no puede ser objeto de conocimiento cientfico, sino que
no tiene ninguna pertinencia en la elaboracin del conocimiento cientfico,
entonces la finalidad o el por qu de la ciencia deja de ser objeto de reflexin. La
ciencia se despliega entonces como conocimiento cerrado sobre s mismo: la
finalidad de la ciencia es nicamente la bsqueda de la verdad, verdad que slo
puede ser alcanzada a travs del conocimiento cientfico y de la elaboracin de
teoras, leyes y sistemas que impiden totalmente considerar la complejidad de la
realidad de la cual este mismo conocimiento cientfico hace parte.
Ah es donde se encuentra el nudo de la segunda gran distincin que la
ciencia elabora entre el hecho (objeto de conocimiento cientfico) y el valor (objeto
de creencia), o entre el conocimiento y la opinin. Distincin que expulsa entonces
tambin toda idea de tica, de responsabilidad o de sentido comn, y que
pretende hacer de la ciencia un conocimiento neutral y, por ende, desinteresado.
El gran mito de la ciencia como conocimiento altruista, fundado en un amor puro y
desinteresado por la verdad esconde entonces la tercera gran reduccin que
radica en su carcter instrumental.
Cul es el instrumento privilegiado de la ciencia? La tcnica. Y qu es
la tcnica cientfica si no la manipulacin de la naturaleza en vista de su
dominacin? Dominacin idealizada en la idea bien conocida de progreso,
justificacin ideolgica para todas las manipulaciones cientficas tanto de la
naturaleza y del hombre como de las sociedades, plasmada luego en la idea de
desarrollo, justificacin para la dominacin militar-industrial del mundo.
En efecto, la tecnificacin de la ciencia como instrumento de dominacin
de la naturaleza y por ende del ser humano y de la sociedad, transforma el
instrumento (la tcnica) en el fin ltimo del desarrollo cientfico. La relacin de la
ciencia moderna con la naturaleza, mera objetivizacin, hace de esta un simple
instrumento al servicio del desarrollo de su dominacin sobre el ser humano.
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Cules son las grandes consecuencias de estas tres grandes
reducciones, la de lo real a la razn, la del conocimiento a la bsqueda exclusiva
de la causa formal, y de la reduccin de la naturaleza por la tcnica a mero objeto
de la dominacin cientfica?
Primero que todo, que la ciencia, que pretende a la universalidad, termina
al contrario, en cuanto unidimensionaliza la realidad, siendo pura especializacin y
fragmentacin. En efecto, la ciencia, en su modo de organizacin, ha llegado a un
tal grado de especializacin que la intercomunicacin en su propio seno se hace
muchas veces imposible, desembocando en una fragmentacin de los
conocimientos especializados incapaces de dialogar entre ellos.
Segundo, que en su afn por reducirse a la bsqueda objetiva de las
causas termina vacindose de toda significacin, dejando de lado todas las grandes cuestiones relativas al sentido de la vida, de la sociedad, del mundo o de
la naturaleza.
Y tercero, que en su dimensin instrumentalista, termina obviando los
grandes problemas que ella misma desencadena, tales como la amenaza,
posibilidad o realidad de destruccin parcial o total del planeta como de la
humanidad, as como se desresponsabiliza de las inconsecuencias de un modelo
de desarrollo cientfico tecnolgico que no cumple con ninguna de sus promesas
de progreso o de desarrollo, dejndonos un mundo donde predomina la pobreza,
la exclusin, el hambre, la enfermedad y la guerra.
La ciencia moderna por su propia estructura y finalidad desencadena
entonces incertidumbre, ambigedad, incomprensible complejidad. En pocas
palabras, la ciencia desemboca en una general y generalizada desposesin
cognitiva que nos deja totalmente indefensos frente a la complejidad del mundo y
de nuestras acciones en l.
La biotica, en cuanto prctica o praxis cognitiva ecosocialista, se
plantea justamente como espacio para el desarrollo crtico de estos temas, a partir
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de la articulacin efectiva entre ciencia, poltica y tica. Articulacin que slo podr
darse desalienando nuestra relacin a la naturaleza.
Para poder plantear esta interaccin ciencia-poltica-tica desalienante, es
necesario reinsertar la ciencia en su entorno, es decir, plantearla como campo
social y natural, o para decirlo de otra forma, reinsertar la ciencia en el contexto
socio-poltico de su propia produccin, es decir, reconocer el nexo entre ciencia y
poltica. Sin embargo, la ciencia que reivindica su poder ilimitado, se
autorepresenta negando su dimensin poltica: la libertad cientfica pretende ser
una libertad neutra y desinteresada.
Aqu entra en juego la primera paradoja: se ha venido superponiendo a
esta caracterizacin del poder ilimitado de la ciencia supuestamente apoltico y
neutral, la consciencia de la existencia de un descontrol sobre este poder, o sea,
de una imposibilidad de dominar la dominacin. Es decir, que se ha venido
construyendo la idea de que el modelo de desarrollo cientfico tecnolgico es el
instrumento que concede al sistema las herramientas para hacer del crecimiento
un crecimiento ilimitado, es decir, un crecimiento sin control.
En efecto, esta paradoja principal puede ser resumida de la siguiente
forma: la ciencia se constituye como un poder absoluto (sobre el ser humano, la
naturaleza, la sociedad) que no tiene ningn poder sobre s mismo2; el desarrollo
exponencial del mercado sobre el cual el capitalismo plantea que no debe haber
control alguno es entonces la figura misma de ese impoder, con las consecuencias
destructivas que esto implica. En efecto, tal como lo plantea Ludovico ([1971]
2008), el capitalismo si bien se define como poder ilimitado de produccin, la cual
se torna en mero poder de destruccin, tal es la final impotencia del capitalismo.
El modelo capitalista de desarrollo cientfico-tecnolgico desemboca en el
desarrollo de una praxis cientfica que no tiene ningn poder sobre s mismo
porque, justamente, no puede ser auto-reflexiva. El hecho de que la ciencia se
2 Este tema ha sido desarrollo ampliamente por Jonas (1975) y por Morin (2006).
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piense como neutralidad y reivindique su desvinculacin con toda dimensin
poltica, hace imposible que pueda asumir control reflexivo sobre ella misma, visto
que todo control es asumido como una injerencia externa de la poltica sobre la
ciencia. El modelo capitalista de desarrollo cientfico-tecnolgico propicia entonces
a lo interno una irresponsabilidad generalizada, en la cual la ciencia es presentada
como pura y neutra, la tcnica como buena o mala segn el caso, y la poltica
como la causante de todos los males (Morin, 2006).
Es en la negacin de su dimensin poltica que se sustenta entonces la
postura desresponsabilizadora que irradia el modelo capitalista de desarrollo
cientfico-tecnolgico.
Los cientficos encerrados en sus especialidades que los desvinculan de
todo problema que no haya sido recortado y reducido a la pequea parcela de
conocimiento que poseen y defienden contra vientos y mareas, no se sienten
realmente responsables o corresponsales en el acontecer del mundo. La ciencia,
que ha perdido su fe en la idea de progreso, que ya no cree siquiera en los
modelos desarrollistas que propicia, no tiene ningn instrumento que le permita
entrar en relacin con la realidad que ella misma transforma y, por ende, actuar
sobre estas transformaciones.
La ciencia est encerrada y aislada en su fragmentacin disciplinaria y
disciplinada, y se lava las manos, con grados diferentes de mala consciencia y de
mala fe, en cuanto a cualquier idea de tica o de responsabilidad. De tal manera,
la ciencia se condena ella misma al inmovilismo, otro nombre de la impotencia. Es
justamente a partir de la idea de responsabilidad que la biotica, en cuanto praxis
cognitiva, toma impulso.
En este contexto, la biotica se plantea como praxis cognitiva
emancipadora en contra de la deposicin cognitiva que representa el modelo
desarrollista cientfico-tecnolgico.
He aqu el primer punto sobre le cual la biotica se aplica: la desposesin
cognitiva slo podr desarticularse asumiendo la dimensin poltica y tica de la
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ciencia, en su relacin con lo que no es ciencia, es decir, en relacin con la
sociedad, en relacin con lo otro y los otros. Y qu es ese otro? Lo que no es
ciencia o slo es objeto de esta: La naturaleza, la sociedad, la subjetividad. La
biotica global o integral plantea una reestructuracin de la ciencia a partir de la
integracin de la subjetividad dentro de su campo de definicin y accin.
La biotica nace a partir de la identificacin de la paradoja del impoder del
modelo capitalista de desarrollo cientfico-tecnolgico sobre su propio poder,
plantendose como tarea anticipar y pensar para desarticularlas, las
consecuencias de este impoder (destruccin de la naturaleza, del planeta, de la
humanidad). Es decir, que su tarea principal es responsabilizar el modelo
capitalista de desarrollo y con este a la ciencia en cuanto a las consecuencias y
efecto del progreso y del desarrollo cientfico-tecnolgico.
Pero qu quiere decir responsabilizar la ciencia? No se trata de
enjuiciarla, ni de descalificarla en cuanto tipo de conocimiento vlido, sino de
transformarla. La primera tarea en este plan de transformacin consiste entonces
en reubicar la ciencia en sus dimensiones socio-polticas, para justamente
transformar estas relaciones.
La biotica, como praxis cognitiva emancipadora, plantea para tales fines
dos ejes principales:
Primero, el estudio de las dimensiones socio-polticas de la ciencia. Para
tales fines se hace necesario, sin descartar los conocimientos cientficos
parcelizados, desarrollar otras formas de conocimientos, integrar todos los tipos y
formas de conocimiento existentes a partir de la articulacin e interpenetracin
entre estos. El paradigma de la transdisciplinariedad nace justamente de la
necesidad de estudiar la realidad de manera integral, en sus diferentes facetas,
integrando la dimensin de la finalidad, y refundando de tal manera el
conocimiento cientfico.
Es en la dimensin disciplinaria de la ciencia que se encuentra la raz de la
fragmentacin del conocimiento cientfico, as como del epistemicidio (destruccin
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o invalidacin de los conocimientos otros), y que le hace imposible considerar su
propia finalidad y por ende las consecuencias de su desarrollo. La tarea
fundamental que se plantea la biotica en su reflexin sobre el acto de
conocimiento, es entonces de romper con la compartimentacin de la ciencia,
compartimentacin interna que estructura su modo de relacin excluyente con el
entorno que la condiciona, separndola de este.
La idea motriz de la biotica es la de desarrollar un conocimiento holstico
para poder posicionarse como conocimiento de la vida (bio) y no sobre parcelas
compartimentadas de estas. La idea es desarrollar un tipo de conocimiento que
integra la vez el telos y la subjetividad, es decir, que se aplique a inter-conocer,
trans-conocer, la realidad en todas sus dimensiones. No se trata de un
conocimiento acumulativo, ni de otro catlogo de la realidad, sino de una praxis
cognitiva que se construye dentro y como intercomunicacin entre las diferentes
facetas de la realidad vivida, de manera de desarrollar una verdadera ecologa de
los conocimientos. De ah la idea de pensamiento complejo, desarrollada por
Morin (1998), que plantea justamente interconectar distintas dimensiones de lo
real que hacen su complejidad, su multidimensionalidad.
La transdisciplinariedad no es entonces otra disciplina, sino una postura
cognitiva de una praxis que integra la intersubjetividad, la construccin colectiva e
integradora del conocimiento. Se trata, al contrario del conocimiento cientfico
moderno, que diseca la vida, de pensar la realidad hecha vida.
El segundo eje de la biotica es hacer del conocimiento una herramienta
de transformacin de la realidad, pero no a partir de la idea de dominacin, sino a
partir de la idea de responsabilidad y de corresponsabilidad. He ah el carcter
tico de la biotica. El saber al cual aspira la biotica es un saber hacer, una
prctica que se responsabiliza como saber del hacer que desarrolla.
La biotica se posiciona entonces como postura que no vacila en asumir la
accin humana. Esta se plantea como conocimiento-accin, y en cuanto tal como
tica, es decir, como praxis cognitiva responsable de s misma. De ah la idea de
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emancipacin. La dimensin tica de la biotica es lo que transforma el saber en
un saber del hacer haciendo, liberando los conocimientos sometidos, integrando el
sujeto y las subjetividades, celebrando la inter y trans comunicacin, el hecho
como valor y haciendo del saber un poder, es decir, un poder hacer, como saber
del poder hacer de la vida.
Llegados a este punto de nuestra reflexin, podemos ver entonces en la
biotica una de las herramientas fundamentales del ecosocialismo, en esto que se
aplica por una parte a responsabilizar el modelo capitalista de desarrollo cientfico-
tecnolgico en cuanto a sus consecuencias destructivas, a la vez que se propone
como praxis cognitiva emancipadora, basada sobre una transformacin de las
relaciones sociales, de las relaciones ser humano-naturaleza.
Finalmente, la biotica, pensada en su dimensin fundamentalmente
poltica, es decir, en cuanto biopoltica, plantea justamente como proyecto
emancipador el dominar nuestra relacin con la naturaleza, es decir, el de
controlar colectivamente y ticamente la formas de reproduccin de la vida que
ponemos en marcha en todo proceso productivo. Aqu la biotica, pensada en su
dimensin fundamentalmente biopoltica, plantea como pragmtica una nueva
forma de organizacin emancipadora: la planificacin participativa ecosocialista
basada en el sujeto poltico que slo detiene el poder constituyente: el pueblo
organizado.
La planificacin participativa planteada, entonces, propicia desde la
prctica transformadora, integrar el pueblo al proceso de planificacin, proceso por
excelencia tcnico, por no decir tecnocrtico, la emancipacin cognitiva de la
sociedad, articulada a la transformacin estructural de nuestro modelo de
desarrollo cientfico-tecnolgico.
El proyecto que presentamos a continuacin se plantea, justamente, sin
usar ninguna de estas categoras, como sistematizacin de un proceso de
construccin colectivo, diseado desde la ciencia y la tecnologa, de emancipacin
cognitiva. Proyecto sustentado, como lo veremos ms adelante, en dos principios
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fundamentales: el de la planificacin participativa como modo de acabar con las
formas tecncratas de dominacin capitalista, y el de la construccin colectiva del
conocimiento como base para la emancipacin.
II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
El modelo de desarrollo de la ciencia y la tecnologa (CyT) en Venezuela
se ha visto poco a poco cuestionado por los procesos de cambios sociopolticos
impulsados por la Revolucin Bolivariana desde 1999, poniendo en cuestin la
legitimidad social de este modelo, resaltando el fundamento ideolgico que lo hace
resistente a dichos cambios.
En efecto, con la Revolucin Bolivariana, se dio inicio a una nueva etapa
en el desarrollo de la CyT en el pas, marcada por la necesidad de superar las
brechas sociales, polticas y econmicas que han histricamente caracterizado la
relacin ciencia/sociedad, producto del predominio de una cultura academicista en
el diseo y aplicacin de las polticas cientficas. De esta nueva etapa ha surgido
una serie de cambios en el modo de hacer ciencia, que no han logrado atacar la
raz ideolgica del sistema capitalista de desarrollo cientfico tecnolgico
predominante, el cual sigue coexistiendo en el seno mismo de un modelo que es
totalmente adverso: el modelo socialista de democracia participativa. Este hecho
hace problemtico el desarrollo de una relacin ciencia/sociedad acorde al modelo
de desarrollo ecosocialista definido en el objetivo V de nuestro Plan Patria 2013-
2019.
Para poder abordar esta problemtica, y entender las contradicciones que
coexisten en el modelo actual de relacin ciencia/sociedad en Venezuela, se hace
necesario considerar los principales factores que lo caracterizan. Siguiendo esta
idea, nos enfocaremos en esta parte en analizar los problemas estructurales que
problematizan esta relacin ciencia/sociedad.
En efecto, si el Proyecto Piloto Ciencia Adentro Mdulo Punta Arenas
nace como posible respuesta a la necesidad de generar mecanismos
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18
emancipatorios de interaccin Ciencia/Sociedad, que permitan impulsar el
desarrollo de una ciencia y tecnologa soberana, pertinente y situada, enfocada en
la generacin de respuestas concretas y acordes a las necesidades del pas, y se
plantea para abordarlo a partir de la interaccin entre conocimientos cientficos-
tecnolgicos y conocimientos de las comunidades de sus propias realidades,
necesidades, problemticas y fortalezas, es imperante detenernos en el anlisis
de las problemticas que generaron nuestra propuesta, de manera de identificar
los nudos esenciales que presidieron a su elaboracin. Estos pueden ser
reagrupados en dos grandes ejes.
El primer eje de problemas est ligado a la insuficiente vinculacin
Ciencia/Necesidades Pas, la cual est sustentada en una profunda desarticulacin de las diferentes instituciones del MPPCTI de la realidad
sociopoltica y socioproductiva de la nacin. Esta desarticulacin, consecuencia de
la dependencia en la renta petrolera y del escaso desarrollo de otros sectores
productivos, ha generado dispersin de las lneas de investigacin, dificultades
para enfrentar los retos de innovacin que demanda el Estado venezolano y el
mbito socioproductivo, as como tambin dificultades para incorporar de forma
efectiva cientficos, tecnlogos e innovadores en los espacios comunales y de
produccin.
La inadecuacin de la formacin cientfica acadmica, la cual no integra
suficientemente la dimensin social transformadora del conocimiento, y por ende
no genera los mecanismos de base necesarios para la consolidacin de una
praxis cientfica responsable vinculada con las necesidades del pas, el desarrollo
de una ciencia con pertinencia nacional y la generacin de conocimientos situados
y contextualizados, constituye el segundo eje de problemas.
Para tratar de entender cmo se estructuran estos dos ejes de problemas,
nos enfocaremos en contextualizarlos, partiendo de un anlisis de las causas
estructurales que los sustentan, y para eso analizaremos, en primer lugar, la lgica
que sustenta el carcter internacionalista de la ciencia y la tecnologa,
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configurando una doble moral que condiciona las posibilidades de desarrollo local;
luego, abordaremos la estrecha relacin entre innovacin y capitalismo,
indispensable al modelo de desarrollo neoliberal, a travs de la cual se concibe al
conocimiento como una mercanca; y, por ltimo, sealaremos el devenir histrico
del proceso de institucionalizacin de la CyT que ha predominado en los pases
llamados del Tercer Mundo o en vas de desarrollo.
I. LA DOBLE MORAL DE LA CIENCIA ACTUAL Para tratar de analizar el tipo de ciencia que desde nuestro pas,
histricamente, se ha intentado desarrollar, identificamos dos dimensiones
complementarias para abordar este tema en funcin de la problemtica que nos
interesa, a saber, la relacin ciencia/sociedad. La primera dimensin aborda el
estudio de lo de aparente, que hemos cualificado como falsa conciencia3;
mientras la segunda se enfoca en el anlisis de la dimensin fundamentalmente
capitalista predominante en la estructuracin del modelo de desarrollo cientfico
tecnolgico mundial. Veremos como ambas dimensiones, adems de presentarse
como las dos caras de lo que podramos calificar como la doble moral de la ciencia
actual, estn fundamentadas en una racionalidad instrumental que define un modo
histrico de percepcin de la relacin ciencia y sociedad totalmente adverso a los
procesos de cambios sociopolticos impulsados por la Revolucin Bolivariana.
La dimensin aparente la podemos describir como aquella fundamentada
en un conjunto de valores que se constituyen como la base moral que ha
orientado el desarrollo institucional de la ciencia moderna. Es Merton (citado en
Mulkay, 1979) quien plantea, inicialmente, que esta base moral estara constituida
por valores como el universalismo, comunismo, desinters y escepticismo
3Ludovico ([1971] 2008) para explicar este concepto se apoya en dos enfoques tericos no excluyentes; por un lado apela a los fundamentos tericos-freudianos para tratar de advertir sobre procesos mentales que intervienen al momento de discernir sobre las causas que influyen en la determinacin de un contexto histrico en particular, en relacin al planteamiento de que toda ideologa est fundamentada en la imposibilidad de evidenciar las relaciones de explotacin que la hacen posible; por otro lado menciona aportes de Engels en cuanto al reconocimiento de una falsa conciencia sobre el mundo percibido que sostiene a todo proceso ideolgico.
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organizado4, conformando lo que en la actualidad se conoce como ethos de la
ciencia moderna. Esta categorizacin signific un paso definitivo tanto en la
definicin de una nueva generacin de hombres de ciencia, como en la
construccin de un fundamento ideolgico que legitime su prctica como una
institucin social.
En el proceso histrico de desarrollo de esta primera dimensin, se han
generado mltiples controversias a partir de las cuales las nociones centrales de
neutralidad, desinters y autonoma de la institucin cientfica han sido
fuertemente cuestionadas, generando la necesidad de proponer otros modelos de
relacin ciencia y sociedad. En efecto, estas controversias han servido de base
para el desarrollo de visiones alternativas a la ideologa del ethos de la ciencia
moderna.
Jean-Marc Lvy-Leblond (2003), por ejemplo, ha centrado su crtica en la
fragmentacin de la comunidad cientfica, tanto a lo interno como a lo externo de
su prctica, definindola como una cultura sin cultura; y por ende alertando sobre
la necesidad de reinsertar la ciencia en la cultura. La propuesta de este autor
apunta a la necesidad de reformar los procesos de formacin en los que,
tradicionalmente, se ven involucrados los cientficos. Argumenta que la divisin
disciplinaria entre humanidades y ciencias impide incorporar en el proceso de
formacin de los cientficos una visin integral de los problemas, reas o temas
4Mulkay (1979) aborda una explicacin de este conjunto de valores segn los planteamientos de sus defensores. Al respecto menciona que el valor del desinters est asociado con el criterio objetivo que debe gobernar a la prctica cientfica. Contina este autor sosteniendo que si las pretensiones de conocimiento se juzgan por criterios particularistas, entonces seran aceptadas afirmaciones que no corresponderan con el mundo objetivo [] El escepticismo organizado y la independencia intelectual se precisan porque el conocimiento cientfico no se acepta sin pruebas [] La propiedad comunal del conocimiento es igualmente necesaria. Sin una comunicacin libre y abierta de los hallazgos, los cientficos no podran someter todas las pretensiones de conocimiento a la misma evaluacin crtica ni aplicar sus criterios universalistas de adecuacin cientfica con consistencia. Con respecto al universalismo, este tiene que ver con el hecho de que las distintas reas de la ciencia siguen una orientacin en base a criterios y reglas de evidencia ms o menos comunes que trascienden las dems diferencias entre tradiciones intelectuales antagnicas (Merton, citado en Mulkay, 1979, p. 30).
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cientficos, que permita que la construccin de conocimiento est situada en la
realidad socio-histrica de la cual es producto.
En este mismo marco de planteamientos, se ha venido desarrollando un
campo disciplinario dentro de la sociologa de la ciencia: el de la sociologa del
conocimiento cientfico, a travs del cual no slo se cuestiona la estructura
normativa de la ciencia, sino el conocimiento cientfico en cuanto tal (T. Pinch y W.
Bijker, 1987). Esta postura se enfrenta a la visin tradicional del conocimiento
cientfico, sustentada desde un punto de vista normativo en lo que anteriormente
mencionbamos como ethos de la ciencia moderna. Esta visin tradicional
sostiene, en efecto, que el conocimiento cientfico describe al mundo natural a
travs de la formulacin de lo que se conoce como leyes naturales, las cuales
para ser consideradas como tales, deben estar respaldadas por observaciones
empricas que recojan el comportamiento regular y natural del mundo fsico.
Mundo fsico considerado como completamente ajeno a determinantes sociales,
hecho que descalifica a priori los aportes de la sociologa de la ciencia (M. Mulkay,
1979).
En este orden de ideas, T. Pinch y W. Bijker (1987) plantean el desarrollo
de una visin unificada de la sociologa de la ciencia y la sociologa de la
tecnologa, considerando que entre la ciencia y la tecnologa la frontera se hace
cada vez ms difusa, exigiendo un replanteamiento de las relaciones entre ambas
dimensiones. Replanteamiento que cuestiona la diferencia clsica entre ciencia y
tecnologa que seala Feenberg (2009), en la cual la ciencia ha sido
histricamente entendida como una prctica orientada hacia la bsqueda de la
verdad, mientras que la tecnologa se ha vinculado estrechamente a la bsqueda
de utilidad.
La ciencia y la tecnologa se han entremezclado. La tecnologa moderna involucra cientficos que hacen tecnologa y tecnlogos que funcionan como cientficos [] La vieja perspectiva acerca de que las ciencias bsicas generan todo el conocimiento que los tecnlogos luego aplican, simplemente no sirve para comprender la
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tecnologa contempornea (T. Pinch y W. Bijker, 1987, siguiendo a Layton, 1977).
Este punto nos permite enlazar con la segunda dimensin que hemos
definido, la dimensin dominante, la cual puede justamente plantearse a partir de
esta visin unificadora de la ciencia y la tecnologa. En efecto, en el contexto
histrico del apoyo pblico al desarrollo de la ciencia y la tecnologa que surgi en
el mundo capitalista, una vez culminada la Segunda Guerra Mundial, se da inicio a
un nuevo modo de produccin cientfico-tecnolgico dependiente de grandes
presupuestos financieros, tanto a nivel de infraestructura como de formacin y
captacin de personal cientfico-tcnico. Estos nuevos principios organizativos
fueron emergiendo en un contexto en el cual la prctica cientfica,
progresivamente, se fue internacionalizando cada vez ms, orientada por los
intereses del capital.
Durante la dcada de los ochenta, en la medida en que se fue gestando el
modelo neoliberal, fue surgiendo un ethos-empresarial (Elzinga y Jeminson,
1996) que se posicion de manera hegemnica respecto a la orientacin de la
poltica cientfica-tecnolgica. Las grandes economas capitalistas del mundo,
siguiendo el ejemplo japons, comenzaron a ejercer presin, principalmente a
partir del control de las fuentes de financiamiento, para la conformacin de
asociaciones estratgicas entre el Estado, el sector industrial corporativo
empresarial y las universidades, para consolidar este modelo cientfico-tecnolgico
orientado por los intereses del mercado. Bajo estas circunstancias histricas, que
se profundizaron durante los aos noventa a travs de la globalizacin del modelo
de desarrollo neoliberal, el principio de la autonoma de la ciencia devino en un
valor ideolgico que en la actualidad sustenta una falsa conciencia sobre la
prctica cientfica.
La trabajos de Elzinga y Jaminson (1996) ya advertan sobre la existencia
de microculturas, cuyas disputas caracterizaron el desarrollo histrico de la poltica
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cientfica5. Por otro lado, las mediciones de la dcada pasada indican una fuerte
participacin del sector privado en la financiacin de la Investigacin+Desarrollo
(I+D) en distintos pases y bloques geogrficos, con una mayor participacin en
las grandes economas capitalistas (RICYT, 2011), las cuales, histricamente, han
definido las agendas polticas globales en materia de ciencia y tecnologa.
Esta situacin permite suponer un escenario de fuerte competencia por el
control y gestin de los recursos financieros de los que tanto depende la ciencia
hoy en da, el cual est constituido por una poblacin mundial de investigadores
con una tendencia al crecimiento en la ltima dcada. A partir de este cuadro
podemos hacernos las siguientes preguntas: Qu se entiende por autonoma de
la ciencia? En qu se fundamenta la ciencia hoy en da desde el punto de vista
de sus valores? Cul es la naturaleza de las reacciones de la cultura
acadmica cuando se cuestiona su principio de autonoma?
Ante la complejidad de actores y grupos que hoy en da intervienen en la
planificacin de las polticas en ciencia y tecnologa, el escenario de intereses en
pugna es complejo. Una manera de abordar esta complejidad es caracterizndola
como un sistema de relaciones de poder (Crozier y Friedberg, 1990), a partir del
cual la autonoma, como principio normativo de la cultura acadmica, est en un
proceso permanente de (re)definicin. Proceso que depende de la naturaleza de la
base social de la ciencia, en un contexto histrico particular cuyas dinmicas
contingentes impactan el comportamiento de dicho sistema de relaciones de
poder. Bajo estos supuestos, la autonoma, como falsa conciencia, se convierte en
un dogma, que los actores acadmicos utilizan para movilizar las relaciones de
poder hacia escenarios que les sean favorables, configurando en funcin de ste
5Elzinga y Jaminson (1996) en su trabajo El Cambio de las Agendas Polticas en Ciencia y Tecnologa plantean la existencia de cuatro culturas en las polticas cientficas-tecnolgicas -Burocrtica, Acadmica, Econmica y Cvica. En el caso de la cultura acadmica, fundada entre los propios cientficos, se interesa ms por () conservar lo que se perciben como valores acadmicos de autonoma, integridad, objetividad y control sobre la inversin y la organizacin. [Mientras que] la cultura econmica relacionada con el sector empresarial y de gestin, se caracteriza por la presencia de un ethos empresarial que busca transformar los resultados cientficos en innovaciones exitosas que puedan ser difundidas en el mercado (p. 4).
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los espacios de disputa por el control y gestin del desarrollo de la poltica
cientfica-tecnolgica en la actualidad.
Un estudio realizado por Saenz y Cruz (2001) sobre el comportamiento de
la investigacin y del desarrollo cientfico-tcnico en Espaa, durante las dcadas
de 1980 y 1990, muestra algunas particularidades histricas que evidencian este
tema. Detenernos un momento en estos anlisis nos permite ver en obra el papel
central que tiene la definicin especifica de la nocin de autonoma de la ciencia
en el modelo capitalista de desarrollo cientfico tecnolgico. En efecto, esta se
define bsicamente como autonoma con relacin al Estado, reduciendo el
concepto de autonoma a ser un instrumento de defensa del cuasi sacro santo
derecho de someterse a la ley del mercado. Esta acepcin fundamentalmente
liberal de la nocin de autonoma, pregona as el reemplazo de lo que se analiza
como una dependencia al Estado, por una cuasi total y creciente dependencia a
las fuentes privadas de financiamiento. La defensa de la autonoma de la ciencia,
como principio moral orientador, se convierte as en una doble moral, cuya
finalidad es el debilitando del papel orientador del Estado, a favor de la
transferencia de esa competencia al sector privado econmico financiero.
Veamos, en el ejemplo espaol que vamos a analizar a continuacin, la estructura
del tipo de desarrollo cientfico tecnolgico que se fue construyendo sobre esta
idea de autonoma.
Al inicio de los aos ochenta, con el Partido Socialista Obrero Espaol
(PSOE) al frente del gobierno, se impulsaron una serie de reformas desde el
Estado espaol que afectaron organizacionalmente la produccin de ciencia y
tecnologa en ese pas. Las principales medidas del gobierno se enfocaron en la
diversificacin de los procesos relacionados a la I+D que, durante la dictadura de
Franco, se concentraban alrededor de centros de investigacin pblicos con una
estricta dependencia de la designacin de recursos desde el Estado.
El gobierno del PSOE inicio un proceso de transformacin de su sistema
pblico de ciencia y tecnologa basado en la elaboracin tanto del Plan Nacional
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de I+D, como en la aprobacin, en el ao 1986, de la Ley de Promocin y
Coordinacin General de la Investigacin Cientfica y Tcnica (Ley de la Ciencia),
constituyndose ambos instrumentos en ejes rectores de la poltica pblica en
materia de ciencia y tecnologa en Espaa. Al cabo de ocho aos, la inversin en
I+D con respecto al PBI se haba incrementado en un 45%. El sistema pblico de
ciencia y tecnologa, para comienzos de los aos 90, ya no era el mismo.
Lo que nos interesa en este estudio de caso, es que los autores de este
trabajo identifican dos factores centrales que permiten entender el impacto de la
somatizacin de la nocin de autonoma liberal en la poltica pblica espaola en
ciencia y tecnologa durante los aos ochenta. En primer lugar, estos autores
enfatizan sobre la importancia del cambio realizado en los mecanismos
distributivos del aumento de la inversin. El gobierno del PSOE, a pesar de
otorgarle una mayor importancia que su antecesor inmediato a la ciencia y la
tecnologa, implement una serie de mecanismos de operacin financiera no
tradicionales para ese momento: la asignacin directa de recursos hacia los
centros pblicos de I+D dej de ser el principal canal de impulso de la I+D desde
el Estado, y para unificar las agendas nacionales de I+D reprioriz el gasto
promocionando el desarrollo de la competencia por los fondos.
Como consecuencia de este proceso, al final de los aos ochenta, los centros pblicos de investigacin haban aumentado sus niveles de actividad en trminos absolutos; sin embargo, en trminos relativos haban reducido su peso en el gasto total de I+D espaol, pasando a representar un 21,3 por 100 en 1990, frente a un 31,6 por 100 del total en 1980 (INE, 2000). As pues, el crecimiento del gasto pblico destinado a I+D se produjo no tanto en las partidas de transferencia directa a los centros pblicos de I+D, sino en la financiacin competitiva, en los fondos destinados a las acciones del Plan Nacional de I+D y de otros programas sectoriales de fomento de la I+D (Saenz y Cruz, 2001, p. 43).
En segundo lugar, los autores destacan los cambios introducidos en el
marco normativo institucional, los cuales transformaron organizacionalmente los
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centro pblicos de I+D. En este sentido, es importante resaltar como, a partir de la
aprobacin de la Ley de Ciencia, el Estado identifica sus principales centros de
investigacin, agrupndolos alrededor de la denominacin de OPIS6, para su
posterior articulacin al Plan Nacional de I+D. Bsicamente, estas reformas se
centraron en hacer estos centros lo menos dependientes del Estado posible,
flexibilizando sus vnculos a lo interno de la organizacin y con respecto a su
entorno. De esta manera se explica como las regulaciones favorecieron el carcter
comercial de los centros pblicos de investigacin y, a travs de esta, la creacin
de un modelo particular de incentivos a la investigacin, promoviendo la
distribucin entre los investigadores de los ingresos provenientes de contratos con
terceros. Es decir, se reform el contexto de accin de los OPIS, favoreciendo la
amplitud del espectro de posibles demandantes de sus desarrollos.
Si bien es cierto que los autores hacen evidente de manera emprica la
reduccin de la financiacin directa de la Administracin General del Estado
espaol a los centros pblicos de I+D durante los aos noventa, pudiramos
presumir que en el fondo lo que estaba sucediendo era una transicin de un
modelo de produccin cientfico-tecnolgico histricamente orientado por el
Estado, hacia un modelo dirigido por las empresas, cuya coordinacin se
fundamentaba en el Plan Nacional de I+D.
Este ejemplo nos muestra cmo la tendencia a la baja en el gasto pblico
espaol en I+D comienza a cambiar a partir del ao 1997, aclarando que casi el
50% de dicho aporte estaba dirigido hacia las empresas, bajo la modalidad de
crditos reembolsables.
En esos aos, la ideologa pro-empresa y de reduccin de la ejecucin directa de la investigacin era defendida por el Ministerio de Industria, que no quera disponer de centros propios, sino promover la I+D en la industria privada (p. 51).
6El grupo lo conforman el CSIC, CIEMAT, IGME, INTA, IEO e INIA.
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El cambio que experimentaron estos centros de investigacin espaoles
indica cmo, en el marco del desarrollo del neoliberalismo, el desarrollo de la
ciencia se ha vuelto progresivamente dependiente a fuentes de financiamiento
condicionadas por los intereses del mercado, restringiendo las posibilidades de
desarrollo de una ciencia emancipada y transformadora. Esta dependencia a
fuentes de financiamiento externas, de la misma manera, ha modificado la
organizacin de la prctica cientfica que, en el caso espaol sealado, se ha
experimentado en el nfasis comercial de los intereses que orientan las lneas de
investigacin cientfica como condicin necesaria para la subsistencia de la
ciencia.
Lo que vemos ejemplificado aqu es, por una parte, el carcter doble de
la moral cientfica, supuestamente asentada en la dogmatizada nocin de
autonoma y, por otra, el carcter profundamente ideolgico del ethos cientfico,
el cual pregonando el desinters y la neutralidad como valores centrales, encubre
la progresiva dependencia de la ciencia a los intereses del mercado.
Para completar el anlisis de este estudio de caso, y ver cmo el modelo
econmico neoliberal condiciona a fin de cuentas al tratamiento del conocimiento
como mera mercanca, permitiendo hacer de este una de su principales fuentes de
plusvala y constituyendo lo que en la actualidad se conoce como la economa del
conocimiento, vamos a detenernos un momento en el anlisis de otro ejemplo, el
cual nos permite hacer el vnculo entre el tema de la doble moral de la ciencia con
el modelo de vinculacin ciencia/necesidades, que se ha histricamente fraguado
en el capitalismo.
II. MODELO NEOLIBERAL/CAPITALISTA DE VINCULACIN CIENCIA/NECESIDADES PAS: CASO FINLANDIA, INNOVACIN Y CAPITALISMO Desde finales de la dcada de los 80 del siglo pasado, el motor de la
economa finlandesa ha estado centrado en el desarrollo de la innovacin (Kaitila y
Kotilaine, 2008). Es en estos aos en los que la nocin de sistema nacional de
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innovacin (SNI) comienza a tomar fuerza y preponderancia en la formulacin de
las polticas sobre ciencia y tecnologa enfocndolas en un cierto tipo de
desarrollo. Son reconocidos los trabajos de Lundvall y Freeman al respecto,
asociados a los primeros enfoques que fueron dando forma a lo que hoy
conocemos como SNI (Freeman, 1995).Ya para el ao 1990, el Consejo de
Poltica Cientfica y Tecnolgica finlands (STPC) asume formalmente el concepto
de SNI a fin de enmarcar sus polticas. Para ese momento, los actores de mayor
peso eran del sector pblico y la orientacin de las polticas respondan al
fortalecimiento de la competitividad econmica y la diversificacin de la estructura
productiva (Kaitila y Kotilaine, 2008, p. 355).
El significativo comportamiento de la estructura productiva en materia de
produccin y aplicacin de conocimiento nos permite medir el impacto de estas
polticas de inversin en I+D. En materia de publicaciones cientficas, citas y
patentes, Finlandia supera en los aos 1996 y 2000 a todos los pases del
grupo de los EU-15. EE.UU es superior, levemente, en publicaciones altamente
citadas y en patentes aprobadas dentro de los EE.UU. Es de resaltar que, en
Finlandia, la industria de madera y papel, junto a la electrnica
(telecomunicaciones), son de las ms activas en materia de patentes, lo cual es un
indicativo ms del peso en la economa del sector de las telecomunicaciones
evidenciado a finales del siglo pasado (Kaitila y Kotilaine, 2008).
Segn datos de la Comisin Europea (2004), Kaitila y Kotilaine (2008)
sealan que para el 2004 Finlandia fue segunda en innovaciones entre los pases
de la Unin Europea (EU). El sector de la radio, TV y equipos de comunicaciones
estuvo entre los ms destacados en cuanto a propensin a innovar, especialmente
en la fabricacin de equipos de comunicacin, siendo Nokia tanto la empresa ms
grande como la ms sobresaliente en el sector en los ltimos aos. Al respecto,
para el ao 2003, la participacin de esta firma en el PIB fue del 3,5 por ciento, en
cuanto a las exportaciones fue del 18 por ciento, y en el total del empleo ms del 1
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por ciento (p. 365). La economa finlandesa es, actualmente, una de las 23 en el
mundo conducidas por la innovacin7.
Como mencionamos anteriormente, la dinmica productiva de este tipo de
economas est fundamentada en asociaciones entre el Estado, la industria
corporativa empresarial y las universidades, como parte del impulso al modelo de
desarrollo neoliberal. De este tipo de asociaciones estratgicas emerge lo que se
conoce como parques cientficos-tecnolgicos. Al respecto, Finlandia cuenta con
una asociacin de parques cientficos-tecnolgicos (TEKEL) anclada a una base
internacional como parte del modelo expansivo caracterstico del neoliberalismo.
TEKEL, fundada en 1988, es una asociacin cuyos miembros conforman
una red de alcance nacional involucrada en actividades relacionadas al impulso de
la innovacin dentro del sistema nacional de innovacin finlands. Sus actividades
de cooperacin nacional engloban a ministerios de gobierno, institutos de
investigacin, organizaciones para el desarrollo empresarial y promotoras de la
internacionalizacin, comercio y finanzas. Por otro lado, se representa a los
parques cientficos finlandeses en redes internacionales de cooperacin como la
Asociacin Internacional de Parques Cientficos (IASP, siglas en ingls)8.
Segn se puede leer en la informacin disponible en la pgina web de
esta asociacin, el principal objetivo de la red es favorecer tanto la creacin,
crecimiento e internacionalizacin de negocios intensivos en tecnologas como el
crecimiento empresarial. Para ello ofrece un ambiente de innovacin y de
funcionamiento que potencia el crecimiento, servicios de desarrollo empresarial,
cooperacin en programas y proyectos, contactos clave y conexiones en redes9.
Las actividades que se realizan a travs de esta organizacin impactan a 14.400
empresas, de las cuales 2.400 estn ubicadas en los parques cientficos.
7Esta es una clasificacin respaldada por el Global Entrepeneurship Monitor (GEM). El grupo est comprendido por: Australia, Blgica, Republica Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Japn, Corea del Sur, Holanda, Noruega, Portugal, Singapur, Eslovenia, Espaa, Suecia, Suiza, Taiwan, Emiratos rabes Unidos, Reino Unido y Estados Unidos. 8http://www.tekel.fi/in_english/about_us/ 9http://www.tekel.fi/in_english/about_us/vision_mission/
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En base a estos datos, podemos preguntarnos: Qu hay detrs de este
modelo de desarrollo? Cul es el fundamento de la vinculacin
ciencia/necesidades pas? De qu manera se entiende al conocimiento?
Con la explosin de las tecnologas de informacin y comunicacin se fue
gestando un modelo econmico centrado en el conocimiento, cuya poltica
hegemnica a nivel global ha estado conducida por las necesidades de las
corporaciones transnacionales. Es un modelo econmico que, por un lado, tiene
una fuerte impronta cultural que se evidencia en la naturaleza de sus propios
procesos de innovacin. Al ser un modelo fundamentado en el principio de la
obsolescencia programada, la dinmica de la oferta est orientada por un
carcter crecientemente simblico (Sztulwark y Mguez, 2012, p. 25) de los
productos-mercancas que es llevado a cabo a travs de la imposicin de un estilo
de consumo propiamente consumista. Por otro lado, al ser un modelo centrado en
el conocimiento, las corporacin transnacionales desarrollan una intensa y
sistemtica apropiacin privada de los conocimientos, a travs de lo que se
conoce como propiedad intelectual (marcas, patentes, derechos de autor, secreto
industrial, modelos y diseos industriales, etc.).
En la prctica, la implantacin de este modelo de desarrollo se ha llevado
a cabo mediante el deterioro progresivo de los Estados-Nacin orquestado por
instituciones multilaterales como el Banco Mundial, el Grupo de los Ocho, y la
Organizacin Mundial del Comercio, convergiendo las posibilidades del
desarrollo en los intereses y las necesidades del mercado, lo cual ha sido causa
fundamental de contingentes de masas empobrecidas alrededor del mundo al ser
excluidas de los bienes indispensables para el desarrollo integral de la vida. En
efecto, el modelo neoliberal configura una ofensiva global de carcter
fundamentalmente cultural, para la cual el tratamiento excluyente de la generacin
y trasmisin del conocimiento es indispensable.
Es en este contexto en el que toma mayor fuerza el enfoque de sistemas
nacionales de innovacin como una estrategia para gestionar la produccin
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sistmica del conocimiento en base a los intereses del mercado iniciativas como
TEKEL estn estrechamente vinculadas a estos intereses; por tanto, el
tratamiento del conocimiento como una mercanca es una cuestin esencial al
desarrollo del modelo neoliberal.
En efecto, lo que vemos aqu nuevamente en obra es esa doble moral, en
la que el desarrollo de la mercantilizacin del conocimiento es presentado como el
auge de una sociedad del conocimiento, donde estos circularan libremente
gracias al desarrollo vertiginoso del sector de las TIC. El sector de las
telecomunicaciones, el cual est ejemplarmente asentado en el modelo de los
sistemas nacionales de innovacin que hemos analizado, se presenta entonces
como nuevo paradigma tecno-econmico, supuestamente basado en el dogma del libre mercado y de la libre circulacin de los conocimientos. Es fcil darse cuenta
que, por ejemplo, la instrumentalizacin de un tema como el de la fractura
numrica ha conllevado a hacer del modelo de desarrollo del sector, la llave de
lectura unvoca y la solucin milagrosa para el desarrollo de las sociedades en
vas de desarrollo.
En efecto, con esta meta mundial de reduccin de la fractura numrica, lo
que se vende es la idea de que el desarrollo de un pas es tributario de su
conexin a la economa globalizada por la va del desarrollo tecnolgico de la
innovacin. El desarrollo es reducido a un problema tecnolgico que esconde en
realidad su tratamiento meramente mercantilista.
Este paradigma tecno-econmico obvia entonces los elementos reales
necesarios para el desarrollo soberano de todo pas, promoviendo la idea de que
basta con conectarse a la sociedad mundializada del conocimiento para poder
vender sus productos y salir de la miseria. La igualdad que se pretende promover
a travs del dogma de la reduccin de la fractura numrica es entonces mera
igualdad de acceso al mercado. Pretendiendo promover la igualdad de acceso a la
sociedad mundial de la informacin, lo que est ocurriendo es una reduccin de la
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nocin de igualdad a la posibilidad igual que poseen los pueblos de vender y de
venderse.
Lo importante radica en darse cuenta que el sistema neoliberal mundial,
vendiendo kits de desarrollo tecnolgicos a los pases en vas de desarrollo,
kits sustentados en el modelo de innovacin descrito anteriormente, y en particular
en el modelo de los parques tecnolgicos, est haciendo de toda una serie de
valores, como la igualdad o la integracin, valores meramente tcnicos,
vacindolos de toda sustancia que pueda entrar en contradiccin con el modelo
econmico neoliberal que promueven. Lo que se vehicula aqu es nuevamente el
concepto liberal de autonoma que hemos venido analizando, que dogmatiza la
libertad soberana mercantil del individuo, escondiendo de facto la total
dependencia y sumisin al mercado mundial que este modelo engendra, y jugando
de esta forma la soberana mercantil individual, en contra de la soberana poltica
de los Estados y las Naciones.
De all la importancia que desde la Revolucin Bolivariana se le ha dado al
conocimiento como un bien pblico, promoviendo procesos de apropiacin social
del mismo.
Lo importante aqu para nosotros es ver que la base histrica del
desarrollo de la CyT en los pases llamados subdesarrollados est directamente
vinculada al desarrollo del capitalismo global. Segn Vessuri (2007), el proceso
histrico de institucionalizacin cientfica y tecnolgica, en el contexto de los
pases en vas al desarrollo, siempre estuvo motorizado por la disyuntiva en
cuanto a las posibilidades de un camino propio en ciencia y tecnologa basado
en el reconocimiento de sus particularidades socio-histricas, frente a posturas
fundamentadas en reducir la brecha CyT con respecto a las grandes economas
capitalistas. En este ltimo caso, los esfuerzos se han enfocado en replicar el
modelo CyT de estas economas industrializadas, sin ahondar en la naturaleza de
las necesidades e intereses que lo sostienen, profundizando an ms la
dependencia con respecto al capitalismo global.
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De all surgen los planteamientos de la CEPAL durante la dcada del 60,
en cuanto a las teoras de la dependencia y el enfoque centro/periferia.
Basado en el anlisis de este enfoque, analizaremos a continuacin el
desarrollo especifico histrico-institucional de la CyT en Venezuela durante la
Cuarta Repblica, para tratar de entender cmo las dos dimensiones que hemos
venido resaltando y analizando, es decir, tanto la dimensin aparente, o sea, la
doble moral del ethos cientfico, como la dimensin dominante, es decir, el
modelo capitalista de vinculacin ciencia/necesidades, se han articulado en el
desarrollo de la CyT en Venezuela.
III. VINCULACIN CIENCIA/NECESIDADES PAS EN LA VENEZUELA PETROLERA DE LA CUARTA REPBLICA Una manera de comprender la naturaleza histrica de las necesidades
que han orientado el desarrollo de la ciencia en Venezuela, es observando cmo
ha sido su proceso de institucionalizacin, del cual podemos decir que las polticas
que lo han orientado, sobre todo a comienzos de la segunda mitad del siglo
pasado, se fundamentaron en un conjunto de valores en relacin a la ciencia que
hasta el presente marca una percepcin dominante.
En Venezuela, este proceso se inicia en un marco regional de incentivo a
la industrializacin por sustitucin de importaciones (ISI), impulsado por un
contexto internacional caracterizado por la crisis del capitalismo de los aos treinta
del siglo pasado, y como resultado del reacomodamiento de las relaciones
internacionales producto de la finalizacin de la segunda guerra mundial (Sagasti,
2011).
Tal como lo establece un estudio de la CEPAL en referencia a los 60 aos
de esta organizacin, una de las causas histricas de la ISI es la asimetra bsica
existente en cuanto a la tendencia a la baja de la importacin de bienes
provenientes de los pases pobres hacia los ricos, la cual ha provocando un
desequilibrio de carcter estructural en la balanza de pagos, con efectos adversos
en la inflacin y la continuidad del crecimiento (Bielschowsky, 2009, p. 166). Esto
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evidencia el carcter protector de la ISI ventajas fiscales, sobrevaloracin de la
moneda, consumo interno como una gran estrategia econmica-nacional
orientada al resguardo y promocin de las actividades de los agentes industriales
domsticos. Se apost a que, con el pasar de los aos, pudiera madurar una
industria nacional basada en el aprendizaje tecnolgico y organizacional, y que
permitira luego apostar a una estrategia de mayor envergadura en el contexto
comercial internacional.
Sin embargo, slo algunos pases de la regin, como Brasil, lograron
desarrollar ciertas capacidades endgenas en materia cientfico-tecnolgicas,
aplicadas a la produccin industrial para el cumplimiento de tales objetivos
econmicos. La mayora de los pases de la regin sucumbieron ante las medidas
de liberalizacin de las economas que se comenzaron aplicar entre las dcadas
de 1980 y 1990, sobre la base del neoliberalismo como modelo econmico
emergente para la poca (Sagasti, 2011).
Entre las particularidades del contexto histrico al cual hacemos
referencia, est la manifestacin de un nutrido pensamiento latinoamericano en
cuanto a la CyT en relacin con el tema del desarrollo en Amrica Latina. Este ha
expresado la necesidad de ir fundamentando un camino propio, como respuesta a
las marcadas desigualdades econmicas y sociales del norte respecto al sur. Si
bien es cierto que en dicho pensamiento convergen distintas visiones sobre el
desarrollo y sus implicaciones en relacin a la poltica CyT, no menos cierto es
que la riqueza intelectual all expresada ciment un marco de referencia para la
regin que an sigue vigente. Los planteamientos de Marcel Roche, como
referente de las ideas dominantes respecto a la ciencia venezolana para ese
entonces, se ubicaron en el nfasis a la poltica cientfica que caracteriz al
pensamiento latinoamericano en CyT en sus inicios, predominando una visin
lineal sobre el desarrollo.
Esta postura ha caracterizado, a lo largo de su historia, a la poltica en
CyT venezolana, que en el contexto de la ISI no evidenci cambios importantes.
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En efecto, entre algunos de los factores que podemos mencionar que influyeron
en el particular comportamiento histrico del proceso de institucionalizacin de la
CyT en Venezuela estn: el impacto no slo econmico del rentismo petrolero,
sino tambin sus dimensiones polticas y sociales; el modelo anacrnico
cientificista venezolano; adems de un desinters generalizado en cuanto al papel
de la ciencia y la tecnologa en al desarrollo del sector productivo.
Estos factores que aqu slo mencionamos no son excluyentes entre s; es
decir, el predominio del rentismo petrolero como modelo econmico es reflejo de
un modo particular histrico de conformacin de una estructura social venezolana
en la cual la CyT, en el marco de un proceso sistemtico de desarrollo de las
fuerzas productivas, ha tenido un carcter marginal.
Werlhof y Neuhoff (1981) identifican este proceso no como un evidente
atraso o estancamiento histrico de la economa venezolana, sino como un
resultado natural propio del proceso de acumulacin internacional de capital por
parte de los pases industrializados, o lo que comnmente se conoce como
subdesarrollo. Entre las implicaciones directas del subdesarrollo venezolano
cabe mencionar que en Venezuela la ISI se inicia tiempo despus en relacin a lo
que comnmente se observ en los dems pases latinoamericanos, considerando
que los desequilibrios en la balanza de pagos que se observaron en la regin
actuaron como una de las causas fundamentales que dio origen a esa estrategia
econmica, as como tambin tuvieron un efecto retardado en la economa
venezolana, producto de los altos ingresos petroleros que se registraron para la
poca.
Son las limitaciones para seguir importando, producto de la Segunda
Guerra Mundial, las que motorizan el desarrollo interno de la sustitucin de
aquellas importaciones que para el momento no eran posibles, sin olvidar que
dicho desarrollo, a partir de los aos 1960, pas a dominio de subsidiarias
transnacionales ligadas al capital internacional petrolero, que para la poca
ocupaban el 22% del capital industrial, no incluido el petrolero (C. Werlhof, H.
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Neuhoff, 1981, p. 45), mientras que los intentos del capital nacional fueron ms
voluntaristas que su impacto real en la produccin nacional (I. Avalos, W. Jaff;
1992). Es decir, que la ISI, en el caso venezolano, no se dio como producto de
una demanda social para superar la dependencia y marginalizacin econmica
bajo las condiciones del momento, o lo que es lo mismo mencionar, no se dio en el
marco de un plan de desarrollo nacional articulado a los intereses de los distintos
actores sociales para ese entonces, apoyados en la CyT.
De all entonces, el carcter histrico doblemente marginal que ha
caracterizado el desarrollo de la CyT en Venezuela: marginal a los intereses de la
sociedad en general (ausencia de una cultura en CyT), y marginal con respecto a
su capacidad real-objetiva de accin transformadora (Vessuri, 2007).
Bajo este marco histrico, es de suponer que la institucionalizacin de la
CyT en el caso venezolano ha sido un proceso caracterizado ms por su
tendencia a la burocratizacin de las actividades de CyT, bajo el sostenimiento de
privilegios a una anacrnica y elitista comunidad cientfica nacional, que por su
aporte real-objetivo al desarrollo de las fuerzas productivas nacionales.
Durante el perodo de la Cuarta Repblica se llevaron a cabo iniciativas
tendientes a la institucionalizacin de la CyT, desde entes formuladores y rectores
de la poltica, hasta aquellos que han venido ejerciendo el rol de ejecutores;
siendo, justamente, durante las primeras dcadas de este rgimen poltico
venezolano, que se desarrollaron iniciativas especficas orientadas a fundamentar
las bases ideolgicas y estructurales que caracterizaran el desarrollo de la CyT en
Venezuela durante la segunda mitad del siglo XX.
El programa de la Asociacin Venezolana para el Avance de la Ciencia
(ASOVAC), puede verse como pionero en el surgimiento de una comunidad
cientfica venezolana bajo impronta positivista mertoniana que histricamente ha
cimentado ideolgicamente su prctica. De sus races naci, por ejemplo, el
Instituto Venezolano de Investigaciones Cientficas (IVIC), estando ste no menos
influenciado que el surgimiento de la Facultad de Ciencias de la Universidad
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Central de Venezuela, para el ao 1958, por este enfoque ideolgico. Para la
dcada de 1960, con la creacin del Consejo Nacional de Investigaciones
Cientficas y Tecnolgicas (CONICIT) y otras facultades de ciencia en el pas, se
fue concretando una poltica de expansin de este modelo de CyT, hasta
convertirlo en cultura dominante respecto a la visin histrica que se ha tenido en
Venezuela en relacin a la prctica cientfica; es decir, el desarrollo de la ciencia
por la ciencia, una cultura academicista enajenada del contexto histrico de su
desarrollo (PNCTI, 2005-2030).
Con el nombramiento de un nuevo directorio a principios de la dcada de
1970, en correspondencia con los cambios propuestos a partir de la ISI, se
realizaron algunos ajustes organizacionales dentro del CONICIT, para justamente
armonizar la ecuacin del desarrollo en base al conocimiento cientfico. Entre las
iniciativas tomadas por este nuevo CONICIT, estuvo el promover la creacin del
Primer Plan Nacional de Ciencia y Tecnologa, el cual tuvo implicaciones referidas
a:
...centralizar los recursos financieros destinados a financiar la CyT, a poner en prctica diseos de ingeniera que materializaran los resultados de la investigacin, y vincular a los centros nacionales de tecnologa con los temas de importacin y transferencia de tecnologa. se propuso en el Plan la creacin de nuevas instituciones, tales como: un banco de tecnologa, una oficina nacional de ingeniera, un centro nacional para la evaluacin de tecnologa, as como una red nacional para informacin cientfica (MPPCTI, 2005, p. 27).
Por otro lado, se continu con el proceso de regionalizacin de la ciencia y
la tecnologa, a travs de la creacin de los primeras fundaciones regionales para
el desarrollo de la ciencia y la tecnologa (MPPCI, 2005). Este proceso de
institucionalizacin de la CyT en Venezuela devino en las cualidades que
histricamente han definido a la poltica de CyT venezolana: una visin lineal del
desarrollo cientfico-tcnico, articulada al cientificismo dominante durante la poca
y que, a lo largo de la Revolucin Bolivariana, emergi como resistencia a los
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cambios institucionales que se han venido introduciendo desde el Estado
venezolano. Esto produjo una desarticulacin socio-estructural de la prctica
cientfica, la cual explica, en parte, cmo la abundancia caracterstica de la dcada
de 1970, con los altos ingresos petroleros, se convirti en derroche al no
concretarse planes sustentables de desarrollo industrial del pas, con la
subsecuente dcada perdida, caracterizada por el endeudamiento nacional que
culminara con la aplicacin de polticas neoliberales a partir de finales de la
dcada de 1980 (MPPCTI, 2005).
III. ANTECEDENTES
En los puntos anteriores hemos abordado una explicacin de la relacin
histrica entre ciencia, tecnologa y sociedad, haciendo nfasis en el
comportamiento del desarrollo de la CyT en el marco del modelo econmico
neoliberal, centrndonos en el tema de la doble moral de la ciencia, as como en la
forma de concebir las necesidades ciencia/pas en dicho modelo. A partir de all,
hemos relacionado el proceso histrico de institucionalizacin de la CyT en
Venezuela con algunos factores histricos indispensables para poder entender
ese proceso.
En lo que sigue, nos enfocaremos en el anlisis de algunos cambios
fundamentales que se han dado en el marco del desarrollo de la Revolucin
Bolivariana y que han impactado directamente en la emergencia de un nuevo
modelo institucional de CyT en Venezuela. Resaltaremos en nuestro anlisis
algunas experiencias que se han venido desarrollando en el pas y que estn
directamente relacionadas con procesos de vinculacin ciencia/sociedad, de
manera que podamos tener un panorama claro de los antecedentes que dieron luz
a nuestro Proyecto Piloto Ciencia Adentro Mdulo Punta Arenas.
En sntesis, sumamos nuestra propuesta al proceso de aprendizaje que ha
significado la Revolucin Bolivariana, de tal manera que nos podamos reconocer
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en los errores y los aciertos que se han dado en la formulacin y aplicacin de las
polticas de CyT durante nuestro proceso revolucionario.
Los resultados arrojados por la Tercera Encuesta Nacional de Percepcin
Pblica de la Ciencia, Cultura Cientfica y Participacin Ciudadana (2009),
evidencian la necesidad de seguir articulando propuestas que den respuesta en
cuanto a una mayor participacin social en CyT. De acuerdo a esta encuesta, la
sociedad percibe su participacin como baja o media en las decisiones
concernientes al desarrollo de la CyT. Especficamente, el 25% de lLiberation
Serif;Times New Romanos consultados consideran tener algn grado de
participacin; en relacin a ello, un 68% estima que la participacin popular es
baja, 29% media y un 3% alta. Por otro lado, un 85% considera que la
participacin popular no es valorada. En vista de ello, los mismos consultados, en
trminos generales, manifestaron la necesidad de estrategias comunicacionales
que permitan establecer vnculos entre la comunidad cientfica y la base social.
Como iniciativa, Ciencia Adentro no slo se reconoce en dicha necesidad
de seguir articulando esfuerzos en funcin de una mayor democratizacin del
desarrollo de las ciencias y las tecnologas, sino que adems es parte de un
proceso de aprendizaje que se inicia con la Revolucin Bolivariana, que en la
actualidad contina, y a travs del cual se ha estado construyendo un estilo
cientfico y tecnolgico que responda al reto de superar el enfoque cientificista que
histricamente ha caracterizado el desarrollo de las ciencias y las tecnologas en
nuestro pas. El Plan Nacional de Ciencia y Tecnologa 2005-2030, en su finalidad,
describe este reto histrico de la siguiente manera:
Construir una cultura cientfico-tecnolgica que oriente las potencialidades y capacidades nacionales hacia la transformacin de la sociedad venezolana a partir de la configuracin de valores y modelos de accin que promuevan una ciencia, tecnologa e innovacin pertinente, integral, de produccin colectiva, comprometida con la inclusin y la vida en el planeta (MPPCTI, 2005, p. 12).
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Como hemos sealado anteriormente, la vinculacin del desarrollo de las
ciencias y las tecnologas en un marco integral de participacin que trascienda los
lmites del conocimiento experto ha tenido histricamente un carcter marginal,
comnmente manifiesto en las polticas en el rea que se desarrollaron durante la
segunda mitad del siglo pasado; poca en la cual fue, justamente, el principio de la
representatividad fundamento esencial del ejercicio de la democracia para ese
entonces.
Con el nacimiento de una nueva Constitucin Nacional, especficamente
en el ao 1999, se trasciende a una nueva concepcin del ejercicio democrtico,
concebido ste a partir del principio revolucionario de la participacin protagnica,
cuyo precepto fundamental consiste en establecer, como condicin de posibilidad,
que slo con la participacin del pueblo venezolano en los asuntos de inters
pblico, se puede garantizar un ejercicio democrtico que vele por el
cumplimiento de los Principios Fundamentales establecidos en la Constitucin de
la Repblica Bolivariana de Venezuela (CRBV).
Es as como, a partir de la CRBV, en su artculo 110, el Estado
venezolano reconoce el desarrollo de las ciencias y las tecnologas como un
asunto de inters pblico, no slo para el desarrollo econmico, social y poltico
del pas, sino tambin como una condicin necesaria para la seguridad y
soberana nacional. El golpe de Estado del ao 2002 , hecho fatdico, entre
mucha