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Arte en el Caribe colombiano-Antecedentes 1-
Néstor Martínez Celis
Cátedra Arte en el Caribe colombiano – Universidad del Atlántico
Población (2010): 9.7 millones de habitantes, que
representan el 21,4% de la población de
Colombia.
Densidad Poblacional: 72 habitantes por Km2
Esperanza de vida: 74 años
Extensión Territorial: 132.288 km2 -que
corresponden a 11,6% de la superficie total del
país-, repartidos en un área continental de
132.218 km2 y otra insular de 70 km2.
Región Caribe colombiana
Estructura administrativa: Siete departamentos
continentales (La Guajira, Atlántico, Bolívar, Cesar,
Córdoba, Magdalena y Sucre) y un departamento en el
área insular (San Andrés y Providencia, Santa Catalina).
Etnia: El 15,7% de la población se considera
afrodescendiente, el 6,8% indígena y el 77,5% no tiene
pertenencia étnica.
PIB per cápita (2007): $4.0 millones, un poco menos de
la mitad que el de Bogotá ($9.5 millones).
•El Carnaval de Barranquilla es la obra maestra
del patrimonio oral e intangible de la Humanidad
desde 2003.
•El Centro Histórico de Santa Cruz de Mompox
es una muestra de la arquitectura colonial
española en casas e iglesias.
•El puerto y las murallas de la monumental
Cartagena de Indias.
•Entre 1990 y 2005 el crecimiento económico de
la Región Caribe fue de 3,8% anual, mientras el
crecimiento del país fue de 2,9%
•El corregimiento de San Basilio de Palenque
como Patrimonio intangible de la humanidad
desde 2005
•Es la única región que posee un museo regional en
Colombia (Museo del Caribe).
•En la ciudad de Barranquilla se encuentra el río
Magdalena con el mar Caribe (Bocas de Ceniza).
•La Sierra Nevada de Santa Marta es el punto más alto
de la geografía colombiana, localizada a 5.980 m sobre
el nivel del mar.
•Posee un mar de 7 colores por los arrecifes de coral
(San Andrés, Providencia y Santa Catalina)
•La única región que posee un premio Nobel de literatura
(Gabriel García Márquez).
•El archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa
Catalina fue declarado Reserva de Biosfera por la
UNESCO desde el 2000.
Los primeros pobladores de esta región la
ocuparon en el pleistoceno tardío y holoceno
temprano, según se infiere de los hallazgos
de puntas de proyectil e industrias líticas
simples, que parecen corresponder a la
etapa paleoindia, caracterizada por la
presencia de cazadores y recolectores
tempranos. La costa Caribe sirvió como
corredor de paso y de dispersión, en varios
sentidos, de grupos humanos que una vez
cruzado el Istmo de Panamá siguieron en
dirección Oeste-este por el corredor costero
o se adentraron por el Chocó, y por los valles
de los ríos Magdalena y Cauca en dirección
Norte-Sur.
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/arqueologia/prehisp/cp01.htm
Hacia el cuarto milenio a.C. los pobladores de
las tierras bajas de la costa Caribe, habían
logrado adaptarse a distintos ambientes:
marino, ribereño, lacustre, sabanero y selvático.
Como expresión de esta época se destacan los
materiales excavados en los sitios de : Monsú,
Puerto Hormiga, Canapote y Barlovento, cuya
importancia estriba en la escala cronológica
detallada que forman, la cual abarca desde los
comienzos del cuarto milenio, hasta el primero
a.C. y representa secuencias de desarrollo
cultural que, por sus múltiples características
adquiere un valor que va mucho más allá de la
Costa Caribe Colombiana.
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/arqueologia/prehisp/cp01.htm
Emplearon la pintura para funciones
presumiblemente rituales, aplicada en
rocas y abrigos rocosos localizados
en lugares como Tubará, Atlántico.
En estos murales pictográficos, en los
que predomina el pigmento rojo, se
encuentran improntas de manos,
representaciones de animales
(jaguares, serpientes, venados,
batracios), figuras geométricas
(triángulos, líneas, cuadrados,
círculos, rombos, estrellas, espirales,
escaleras) e ideogramas variados, así
como escenas de cacería y danza.
Petroglifo Piedra Pintada. Cultura
Mokaná. Tubará, Atlántico.
Cultura Tairona
Cultura TaironaEl noroccidente de la Sierra Nevada de Santa Marta, al norte de Colombia, fue habitado desde el año 200 d.C. hasta la Conquista por agricultores y artesanos de la piedra y el metal que aprovecharon los recursos disponibles desde el mar hasta las nieves perpetuas. Inicialmente asentados en el litoral, se expandieron luego hacia las zonas altas donde construyeron ciudades de piedra. Su historia prehispánica comprende los períodos Nahuange y Tairona. Actualmente habitan allí los koguis, wiwas, ikas y kankuamos.
http://www.banrep.gov.co/museo/esp/s_tai01.htm
Aplicación. Oro. 200-900 d.C. Minca,
Santa Marta, Magdalena. 12,4 x 13,9 cm
Representado en detalle en esta
pieza, el personaje masculino
que aparece en este grupo de
pectorales lleva un tocado o
diadema que figura rayos
provenientes de un cuerpo
esférico, de donde se ha
deducido que se trata del sol.
Sentado sobre una base
semilunar semejante a una
serpiente, se apoya en dos
barras horizontales sostenidas
por seres auxiliares con cabeza
de ave o de felino.
Pectoral. Oro 200-900 d.C. Río Palomino,
Santa Marta, Magdalena 13,8 cm
El personaje de este
pectoral, apoyado en
dos barras
horizontales,
representa quizás al
universo, tan pesado,
según una versión de
la mitología de los
actuales koguis, que
necesita de dos vigas
para no caer al mundo
inferior.
Pectoral. Tumbaga. 200-900 d.C.
Ciénaga, Magdalena. 13,6 x 11,7 cm
Varios grupos de objetos de
ornamentación personal
siguen un modelo
iconográfico basado en la
forma de un ave de alas
desplegadas y cola bifurcada,
a veces con aves "auxiliares".
Se les ha interpretado como
representaciones del vuelo del
chamán.
Colgante antropomorfo. Nahuange, Sierra Nevada de Santa Marta. 100-900 d.C.
Colgante antropomorfo. Nahuange, Sierra
Nevada de Santa Marta. 100 d.C.- 900 d.C.
Colgante Concha. 200 - 900 d.C. 4,2 x 11,7 cm
Talladas en una concha marina con los detalles y la ornamentación incisa,
pueden distinguirse en esta pieza las formas de la cabeza de un ave acuática.
Colgante Tumbaga. San Pedro de la Sierra, Ciénaga,
Magdalena. 900 d.C. – 1600 d.C. 10,6 x 11.3 cm
Objeto portador de una
variedad de complejos
elementos simbólicos:
Muestra a un hombre
con la máscara de un
murciélago y gran
tocado con abundantes
espirales y figuras de
aves. En sus manos
lleva un bastón
terminado en volutas
en ambos extremos.
Colgante. Tumbaga . 900-1600 d.C. Río Don Diego, Santa Marta, Magdalena. 18 x 5,2 x 3,4 cm
Uno de los aspectos más notables de la metalurgia tairona es la armonía
de conjunto de cada pieza, no obstante la disparidad de los elementos.
Ejemplo de ello es este colgante, figura híbrida de caracol y serpiente.
Pectoral. Tumbaga. 900 -1600 d.C. Ciénaga, Magdalena. 20,5 x 18,2 cm
Se conserva en este pectoral
la forma básica del ave de
alas desplegadas y cola
bifurcada, más un cinturón
con aves. Cuatro chamanes
enmascarados aparecen
sentados en cuclillas sobre
las cabezas de cuatro aves
rapaces posadas sobre el
lomo del ave mayor, a
manera de explicación del
orden social.
Nariguera mariposa. Tumbaga. Minca, Santa Marta, Magdalena. 900 – 1600 d.C. 7,1 x 9 cm
Por su forma, este
tipo de narigueras,
características de
la metalurgia
tairona, recuerdan
a las mariposas,
cuya metamorfosis
las asocia con el
concepto de
transformación
entre muchos
grupos indígenas
de Colombia.
Vasija ceremonial con figuras antropozoomorfas. Sierra Nevada de Santa Marta. 900–1700 d.C.
Collar. Tumbaga. 900-1600 d.C. Río Palomino, Santa Marta, Magdalena. 3,3 x 1,1 cm
Sorprende en este
collar el ajuste
perfecto entre forma,
función,
representación, y
quizás también
simbolismo. En cada
una de las cuentas se
descubre la forma
estilizada de una
cabeza de animal o de
insecto.
Figura antropozoomorfa. Sierra
Nevada de Santa Marta. 900–1700 d.C.
Colgante. Piedra. 900–1600 d.C. Minca, Santa Marta, Magdalena. 2.5 x 16.20 cm
El murciélago fue el animal más emblemático. En este colgante se puede
apreciar una visión del vuelo frontal de este mamífero, tallada en jadeíta.
Ocarina antropozoomorfa. 900–1700 d.C. Sierra Nevada de Santa Marta.
Orejeras. Tumbaga. 900-1600 d.C.
Magdalena, 4,2 x 7,8 cm / 4,3 x 7,7 cm
Vaciadas a la cera perdida en
aleaciones de oro y cobre, las
bellas orejeras tairona
permiten apreciar la síntesis
entre abstracción y figuración
en la imaginación del artista y
orfebre prehispánico. Como
en las metamorfosis del
mundo animal, la forma
semilunar básica llega a
transformarse en serpiente de
dos cabezas.
Vasija antropomorfa con cuello y
base baja. 900-1600 d.C. Sierra
Nevada de Santa Marta
Nariguera acorazonada con figuras zoomorfas. 900-1600 d.C. Sierra Nevada de Santa Marta
Nariguera acorazonada. 900-1600 d.C. Sierra Nevada de Santa Marta
Pectoral zoomorfo en forma de ave. 900-1600 d.C. Sierra Nevada de Santa Marta
Cultura Zenú
Cultura ZenúLas cálidas llanuras inundables del Caribe fueron pobladas desde hace 6.000 años por grupos de recolectores que modelaron la primera cerámica de América. Hacia el 200 a.C. hubo en la región grandes sociedades de agricultores y orfebres que ocuparon extensas zonas pantanosas y crearon un sistema hidráulico que durante 1.300 años les permitió aprovechar las aguas de inundación. Al momento de la Conquista sus descendientes, los zenúes, habitaban las sabanas no inundables e interactuaban con sus vecinos de la Serranía de San Jacinto y de las riberas del Magdalena.
http://www.banrep.gov.co/museo/esp/s_zenu01.htm
Orejera Material. 150–1600 d.C. Río Sinú , Córdoba 5,4 x 10,3 cm
Las orejeras son los adornos más abundantes y de más amplia distribución en la
metalurgia Zenú. Suelen incluir en su diseño diminutas figuras de animales, en
este caso un par de lagartos acompañados de aves que reposan sobre el fino
tejido de la filigrana.
Remate de bastón. Tumbaga,150-1600 d.C. Majagual, Sucre7,8 x 9,9 cm
Representación de un venado bicéfalo, fundido a la cera perdida.
Colgante. Oro. 350 d.C. El Banco, Magdalena. 7,5 x 12,2 cm
Representación de un
felino en estado de alerta
y con todos sus músculos
en tensión, este colgante
sintetiza algunos de los
rasgos característicos del
arte metalúrgico Zenú.
Fue elaborado en oro
vaciado a la cera perdida y
crea cierta sensación de
realismo mediante una
síntesis de elementos
naturalistas y
geométricos.
Remate de bastón. Oro. 120 d.C. Majagual 6.40 cm. x 15.40 cm
Los remates de bastón, aditamentos de oro o tumbaga que se ajustaban a uno
de los extremos de una vara de madera, presentan la más rica variedad
iconográfica en la región Zenú. Representa este un caimán de aguja
(Crocodylus acatus) , lagartos abundantes en las aguas tropicales.
Orejera. Tumbaga. 900–1600 d.C. Coloso, Sucre, 5.2 x 5.5 cm
Esta orejera circular en filigrana, tiene en el centro una figura humana sentada,
posiblemente un chamán, acompañado de dos jaguares.
Remate de bastón. Oro. 670 d.C. 4,5 x 2,7 x 10.5 cm
Las láminas circulares que penden del pico de esta ave, tan frecuentes en Zenú,
sin duda tuvieron como fin acentuar el efecto óptico y sonoro de los objetos.
Colgante. Tumbaga. 150–1600 d.C. San Marcos, Sucre 19,2 x 6,5 x 3,3 cm
La abundante fauna de la región del Caribe ofreció al orfebre prehispánico
inagotable variedad de formas y motivos. Este colgante es una interpretación de
un pez de numerosas aletas conocido con el nombre de "cucha" o "coroncoro".
Figura femenina. Cerámica,
150–1600 d.C. San Marcos,
Sucre 20.10 x 25.10 cm
Los alfareros del río San
Jorge, modelaron
numerosas mujeres
desnudas, rollizas con
sexos marcados,
arrodilladas o sentadas
sobre sus talones. El
simbolismo de la mujer
seguramente se
relacionaba con las ideas
de fecundación, fertilidad,
sabiduría y respeto.
Figura femenina. Cerámica, 150–
1600 d.C. 27 x 11,8 x 7 cm
La evidencia arqueológica y
etnohistórica indica que la
mujer tuvo papel preeminente
en la sociedad Zenú. La figura
muestra a una dama ataviada
con falda y adornada con
pintura corporal con motivos
en zigzag, que lleva en sus
manos una placa decorada.
Orejeras. Oro. 150–1600 d.C. San Marcos, Sucre 7,6 x 13,6 cm 7,6 x 13,4 cm
Las orejeras de filigrana fundida recuerdan el tejido de las redes de pesca. Tanto
por la variedad de sus formas y su decoración como por la técnica utilizada para
elaborarlas, se hallan entre los objetos más notables de la orfebrería
prehispánica.
Remate de bastón. Tumbaga, 900–1600 d.C. Colosó, Sucre 6.4 cm. x 4.5 cm
Este músico ataviado con
gorro aparentemente
tejido y penacho, recuerda
a los gaiteros actuales del
Caribe colombiano.
Interpreta, al parecer una
“gaita”, y va adornado con
las típicas orejeras de
filigrana.
Pectoral. Oro. 150–1600 d.C. . Planeta Rica, Córdoba 20,8 x 14,9 cm
El pectoral del "Ajuar de Planeta Rica" tiene forma semilunar, y en su decoración
sobresalen dos aplicaciones circulares con placas colgantes, elaboradas
separadamente y pegadas al cuerpo principal de la pieza.
Cubresexo. Oro. 150–1600 d.C Planeta Rica, Córdoba 6,7 x 11,9 cm
Los cubresexos masculinos prehispánicos suelen consistir en conchas de
gasterópodo. En este caso, sin embargo, el orfebre optó por una forma cónica
ornada con cascabeles y un ave en la punta que sostiene con el pico una lámina
circular.
Brazaletes. Oro. 150-1600 d.C. Planeta Rica, Córdoba, 6 x 4,1 cm 5,3 x 4,1 cm
Los brazaletes, el pectoral, el cubresexo y la nariguera que componen el llamado
"Ajuar funerario de Planeta Rica" fueron hallados en un túmulo funerario y
probablemente pertenecieron a un solo individuo. Placas circulares colgantes
constituyen el adorno principal de todos estos objetos.
Pectoral zoomorfo en forma
de ave. Llanuras del Caribe-
tradición Zenú. 200–1600 d.C.
Colgante zoomorfo en forma de rana o sapo. Llanuras del Caribe-
tradición Zenú. 200–1600 d.C.
Remate de bastón horizontal zoomorfo en forma de felino.
Llanuras del Caribe- Zenú tardío. 1000–1600 d.C.
Tapa circular con figura
antropomorfa. Llanuras del
Caribe- tradición Zenú. 200–
1600 d.C.
Canasta aquillada con figuras zoomorfas. Llanuras del Caribe- tradición Zenú. 200–1600 d.C.
Colador globular. Bajo Magdalena tardío. 1300–1700 d.C.
Figura zoomorfa en forma de felino. Llanuras del Caribe- tradición Zenú. 200–1600 d.C.
Colgante zoomorfo en forma de lagarto. Llanuras
del Caribe- tradición Zenú. 200–1600 d.C.