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NOTAS Universitarias | 1
Caracterización de las Políticas Institucionales para la
Lectura y la Escritura en Lengua Materna de la Universidad
de Ibagué
Reporte final de investigación
08-109- 800022
Gina Quintero Aldana
Directora
Heidy Yurani Ruiz Martínez
Joven Investigadora 2007-2008
Grupo de Investigación Eulogos
Ibagué, diciembre de 2011
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Notas Universitarias ISSN 2216-0302
Caracterización de las Políticas Institucionales para la
Lectura y la Escritura en Lengua Materna
de la Universidad de Ibagué
Grupo de Investigación Eulogos
Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales
Universidad de Ibagué
Ibagué, Colombia.
Diciembre de 2011
Presidente del Consejo Superior Eduardo Aldana Valdés Rector Alfonso Reyes Alvarado Vicerrectora Nidia Chaparro Cuervo © Universidad de Ibagué, 2011 © Gina Constanza Quintero Aldana, Heidy Yurani Ruiz Martínez
Universidad de Ibagué, Oficina de publicaciones Calle 67, Carrera 22. Tel. (57 8) 2709447 Ibagué -Tolima, Colombia. www.unibague.edu.co [email protected]
Esta obra no puede reproducirse sin la autorización expresa y por escrito
de la Universidad de Ibagué
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Tabla de Contenido
Introducción ............................................................................................................................ 5
Caracterización de las Políticas Institucionales para el Fomento de la Lectura y la Escritura
en Lengua Materna de la Universidad de Ibagué .................................................................... 7
Hacia un estado del arte .......................................................................................................... 8
Política Institucional ............................................................................................................. 23
¿Por qué una política en lectura y escritura en la universidad? ............................................ 24
El Lenguaje en la Universidad de Ibagué. Apuntes de una política oculta ........................... 27
Conclusiones ....................................................................................................................... 30
Recomendaciones ................................................................................................................ 30
Bibliografía ........................................................................................................................... 32
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Introducción
Leer y escribir son procesos comunes en la vida cotidiana del universitario por ello su
dominio es importante tanto para el crecimiento intelectual individual y social, como para
la construcción de identidades amplias y para una participación más reflexiva y madura en
la vida democrática es importante al igual que difícil. El presente es un informe de
investigación acerca de las políticas o acciones de política sobre manejo del Lenguaje:
lectura y escritura en la Universidad de Ibagué, realizada por el grupo de Reflexión en
Lenguaje Glotta, en el año 2009.
La indagación fue realizada debido a que los resultados de investigaciones
anteriores del grupo de Reflexión en Lenguaje Glotta (2002, 2004, 2007) mostraban que
los estudiantes de la Universidad de Ibagué no presentan el nivel esperado de desarrollo
de sus competencias para leer y escribir en el nivel educativo superior. Las posibles causas
y consecuencias de este hecho han sido analizadas y se han desarrollado acciones, para
ayudar a los estudiantes a superar las dificultades que acarrea su bajo nivel de
competencias lectoras y escritoras para enfrentar sus retos académicos. No obstante, esta
situación no se ha analizado a profundidad desde las políticas institucionales en las que se
basa la formación en lectura y escritura de los estudiantes universitarios, en razón a que
son las que legitiman las prácticas de enseñanza que inciden directamente en el
aprendizaje. De esta manera, cobra gran importancia la revisión de los documentos
producidos por la Universidad acerca del tema con el fin de responder la siguiente
pregunta de investigación: ¿Cuáles son las políticas institucionales que guían la formación
en lectura y en escritura en lengua materna de la Universidad de Ibagué?
El objetivo general del presente proyecto es caracterizar las políticas institucionales
para el desarrollo de la lectura y de la escritura en lengua materna, de la Universidad de
Ibagué y su objetivo específico es indagar por las políticas institucionales para el
desarrollo de la lectura y de la escritura en la Universidad de Ibagué, a partir de la revisión
de documentos tales como estatutos, resoluciones y revistas institucionales.
El estudio fue descriptivo de tipo documental informativo-expositivo; sus fuentes
de información fueron los distintos documentos institucionales tales como informes a
fundadores del 2004 a 2008; el reglamento estudiantil 2008; los estatutos generales; la
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resolución de política de investigaciones; el proyecto educativo institucional, el reglamento
de admisiones; los programas de los cursos referidos al lenguaje de la Facultad de
Humanidades, Artes y Ciencias Sociales; las sugerencias para una política en lenguaje; y
el informe a la Red de Lectura y Escritura en la Educación Superior. Todos estos
documentos se revisaron, se analizaron y se interpretaron a la luz de teorías lingüísticas
como el análisis del discurso y de teorías pedagógicas como el constructivismo. La
información se registró en una ficha de lectura diseñada por el grupo de Reflexión en
Lenguaje Glotta. El producto final de esta investigación es el presente documento que
caracteriza las políticas en lengua materna, de la Universidad de Ibagué.
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Caracterización de las políticas institucionales para el fomento de la
lectura y la escritura en lengua materna de la Universidad de Ibagué
En Colombia son pocos los estudios que pretenden comprender los factores pedagógicos y
didácticos que explican los modos de leer y escribir de los universitarios (Henao, 2000);
éstos buscan explicar los deficientes niveles en lectura y en escritura de los estudiantes,
desde el análisis de los procesos cognitivos asociados a la lectura y la escritura, las
capacidades del alumnado y también desde factores de orden sociocultural que
determinan la trayectoria lectora de los sujetos, es decir, se explica el fenómeno desde otro
déficit del estudiante: el déficit socio-cultural (Baquero, 1996).
La Universidad de Ibagué, por su parte, ha desarrollado dos estudios, uno entre el
2002 y el 2004 titulado Las prácticas de escritura académica en el ámbito universitario:
culturas, concepciones y tendencias; cuyo resultado fue la identificación del estado de las
prácticas de escritura de los estudiantes. El otro, fue el desarrollado en el 2007, titulado
La relación entre la lectura y la escritura universitarias y la motivación hacia estas
prácticas, que estableció que no existe una relación significativa entre las variables
estudiadas. Por lo expuesto, se afirma que no se ha analizado la problemática desde el tipo
de demanda de lectura o escritura que hace la Universidad, ni los dispositivos didácticos y
pedagógicos que ella configura y promueve. Los dispositivos que la universidad explicita o
que causan ciertas prácticas lectoras y escritoras; ciertos modos de leer y escribir, en otras
palabras, no se han examinado los documentos que orientan el quehacer de la Institución.
Por estas razones, este estudio respondió a la pregunta: ¿Cuáles son las políticas
institucionales, que guían la formación en lectura y en escritura en lengua materna, de la
Universidad de Ibagué? y su objetivo fue: Caracterizar las políticas institucionales para el
desarrollo de la lectura y de la escritura en lengua materna, de la Universidad de Ibagué, a
partir de la revisión de los documentos oficiales tales como estatutos, resoluciones y
publicaciones institucionales.
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Hacia un estado del arte
En torno al tema de las políticas de lectura y de escritura universitarias son limitados los
estudios realizados hasta el momento, al igual que escaso el número de instituciones que
han establecido unas políticas que guíen el desarrollo y la formación de la lectura y la
escritura en ellas. A continuación se reseñan los estudios y los lineamientos universitarios
hallados sobre el particular.
Para comenzar, respecto al asunto de las políticas para el lenguaje en el Proyecto
Principal de Educación en América Latina y el Caribe de la Oficina Regional de Educación
para América Latina y el Caribe, OREALC, Marie Clay (1993) presenta el artículo política
lingüística y proceso de alfabetización, en el que plantea que, hasta ese momento, los
teóricos y los investigadores no han logrado resolver el problema de la instrucción en un
solo idioma en el proceso de alfabetización; debido a que al planificar los programas de
educación bilingüe o trilingüe en países donde existen diversos idiomas nativos, no es
probable que los educadores encuentren en la investigación una respuesta clara a las
complejas interrogantes propuestas; ya que los países son como los estudiantes: cada uno
tiene su propia combinación de problemáticas lingüísticas.
Por ello, Clay (1993) considera que se debe suponer que cada país establece sus
políticas lingüísticas con base a su realidad lingüística, histórica, social, económica y que
por ende cada uno tendrá políticas diferentes. Una vez formulada dicha política, la
investigación psicológica y educativa sobre aprendizaje de idiomas puede contribuir
significativamente de tres maneras al desafío de llevarla a la práctica y hacerla funcionar:
Una forma es proporcionando asistencia en la difícil elección entre lo ideal y lo que es
factible en un momento determinado. Otra manera es observar lo que está ocurriendo a
consecuencia de la política lingüística y ayudar a incrementar los logros obtenidos en el
proceso de alfabetización, mediante la indicación de los factores que deben ser
modificados, a fin de obtener mejores resultados. Y finalmente, teniendo en cuenta que la
investigación también es necesaria para observar la efectividad de las políticas lingüísticas
en contextos culturales específicos, ya que permite adecuar dichas políticas o modificar los
procedimientos utilizados para su implementación. La política lingüística debe interactuar
con la investigación, con el objeto de ir gradualmente mejorando los resultados del
aprendizaje.
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La autora afirma, además, que toda política lingüística nacional está impulsada por
dos objetivos principales: lo que se planifica para el educando individual y lo que se
planifica para la sociedad en general. La meta para los educandos individuales puede
consistir en el aprendizaje de uno, dos o más idiomas, en tanto que la meta para la
sociedad puede ser apoyar varios idiomas por diferentes motivos. Para asegurar que la
política lingüística sea efectiva, los educandos deben tener éxito en su aprendizaje.
Por su parte, María Adelaida Benvegnú, María Laura Galaburri, Rosana Pasquale,
María Ignacia Dorronzoro, (2001) profesoras del Departamento de Educación Pedagogía
Universitaria de la Universidad Nacional de Luján (Argentina), en su artículo titulado ¿Por
qué ocuparse de la lectura y de la escritura en la universidad? afirman que leer y escribir
en la universidad es diferente de leer y escribir en la escuela o en cualquier otro ámbito por
tres sentidos:
En primer lugar, son los propósitos que están íntimamente ligados a la construcción
de conocimiento, ya sea, la generación de nuevos saberes a través de la investigación, su
reconstrucción a través de los procesos de enseñanza y aprendizaje, o su reorganización en
función de la proyección social. En este sentido, la función docente consistirá en facilitar la
interacción de los estudiantes con las prácticas del lenguaje propias de la investigación y de
la comunicación de saberes, de modo que les permite su plena integración a la comunidad
científico-académica.
En segundo lugar, mencionan los propósitos particulares con que se suele leer y
escribir en la universidad, ligados a las actividades académicas concretas y en las cuales se
cristalizan los propósitos anteriores. Así, se considera que la lectura y la escritura son
indisociables de las actividades de los sujetos dentro de una determinada comunidad socio-
lingüística. El lenguaje opera como una herramienta de control y resolución de las
diferentes situaciones, que permiten al estudiante desarrollar nuevas estrategias de
construcción de conocimientos, no sólo en general, sino alrededor de los objetos de un área
determinada. Esto quiere decir que a lo específico de lo científico académico, se agrega lo
específico de cada área o disciplina.
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En otras palabras, se lee para conocer la postura de un autor, para fundamentar o
cuestionar una afirmación, para memorizar fórmulas o principios científicos, para conocer
nuevos aportes al conocimiento de un objeto determinado, entre otros. Se escribe para
organizar lo que se leyó, para tomar notas de una clase magistral, para dar cuenta de lo que
se sabe, para presentar una ponencia, para fundamentar una hipótesis, para sistematizar
datos, para realizar un informe de investigación, para presentar la tesis de licenciatura. Y
cada una de estas prácticas tendrá su propia lógica, su propia manera de organización, su
propio código lingüístico, su propia semántica, es decir, su propia práctica de lenguaje
según se esté en el ámbito de las ciencias sociales, de la matemática, de la historia, de la
biología, etc.
En tercer lugar, las autoras prestan atención a lo que se lee y se escribe en la
Universidad, es decir, a los textos, los cuales están íntimamente vinculados a los otros
aspectos analizados. Según las autoras, los escritos de circulación académica del nivel
universitario presentan alto grado de complejidad y de especificidad y su manejo requiere
operaciones intelectuales de mayor grado de abstracción. Ya no se trata de compilaciones
anónimas como los manuales del secundario ni de textos escritos únicamente con propósito
didáctico. Las formas que asumen estos textos no son independientes del contenido sino
relativas al modo de organización lógica del área a la que pertenecen.
Por lo tanto, los textos presentan características particulares en cada área de
conocimiento y requieren de estrategias y recursos específicos para su producción y
comprensión. Muchos de estos textos suponen un lector iniciado en la disciplina, con
motivaciones específicas que comparte con los otros miembros de la comunidad científica.
Quiere decir que además, en el caso de los estudiantes, se requiere un esfuerzo para
situarse en el lugar del destinatario de ese escrito, reponiendo, construyendo o suponiendo
lo que el autor ha dado por conocido.
Las autoras destacan que la imposición del modelo político vigente ha llevado a la
educación pública en general y a la educación media en particular a un nivel de deterioro
que el sistema educativo no conocía; remontar esta situación requerirá de mucho más que
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voluntades individuales y aún institucionales. Más aun cuando, pese al discurso de
articulación que se sustenta oficialmente, las condiciones objetivas hacen que cada nivel se
encierre sobre sí mismo y sobreviva sobre la base de sus propios recursos. En este sentido,
los universitarios como actores sociales deben asumir la sostenida demanda por el
fortalecimiento de todos los niveles del sistema de educación pública, y mientras tanto
imaginar alternativas institucionales que no supongan un reparto de culpas, ni se apoyen en
la magia de saldar en breve tiempo las deficiencias de tantos años. Las decisiones
necesarias entonces no son sólo didácticas, sino y sobre todo político-académicas, y deben
ser discutidas en todos los niveles de enseñanza. Así se puede volver a pensar en los
alumnos y sigue siendo responsabilidad de la universidad introducir a los estudiantes en el
mundo complejo del conocimiento de cada disciplina.
Por otra parte, Gustavo Bombin (2008), en el artículo Perspectivas en torno a la
lectura, plantea cuestiones relacionadas con la lectura como política pública, desarrollada
desde el ámbito estatal, tales como: las representaciones sociales sobre la lectura, su
promoción y sus relaciones con las funciones históricas de la escuela como garante del
acceso a la cultura escrita. Asimismo, propone una nueva construcción epistemológica y
metodológica que permita abordar las prácticas de lectura como prácticas socioculturales
apoyadas en los aportes de la sociología de la cultura, la antropología cultural y la
etnografía, para nuevos abordajes y problematizaciones que someten a revisión categorías
tradicionales, con el objetivo de construir lo que podría denominarse una teoría empírica
de la lectura en contextos pedagógicos.
Finalmente, al referirse a la construcción de políticas públicas de lectura, el autor,
supone dar cuenta no sólo de aspectos específicamente técnico-políticos vinculados con la
gestión, la planificación y la evaluación de este tipo de acciones, sino también poner de
relieve algunas dimensiones teóricas, culturales, pedagógicas y metodológicas que
operarán, sin duda, como presupuestos de trabajo de los aspectos antes mencionados.
De otro lado, encontramos que en el 2003 el Concejo de Bogotá por acuerdo 106
del mismo año creó el Consejo Distrital de Fomento de la Lectura, el cual fue conformado
por representantes de las diferentes instituciones comprometidas con el fomento de la
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lectura y la escritura en Bogotá. La propuesta del Consejo Distrital de Lectura es hacer de
la lectura y la escritura un objeto de política pública; esto significa no sólo un
reconocimiento explícito de los valores de la palabra escrita, sino también un compromiso
de sus gobernantes para convertirlas en un asunto de interés social y componente integral
de la política social y cultural de la ciudad.
La creación del Consejo Distrital de Fomento de la Lectura surge como respuesta a
una situación problemática y como mecanismo de solución a las situaciones planteadas
por diagnósticos que muestran indicios de una pobre cultura escrita en la ciudad de
Bogotá, pues, la tasa de analfabetismo en Bogotá es, según datos oficiales, del 2,2%. Sin
embargo, esta cifra es mayor debido al sub-registro que se presenta en el dato estadístico,
al aumento de los índices de pobreza, al desplazamiento y sin contar un número de
analfabetos funcionales muy difícil de estimar. Los resultados de las encuestas de
comportamiento lector indican que los habitantes de la capital tienen muy poca
familiaridad con los libros y objetos escritos. El acceso a los libros y a los materiales de
lectura es todavía muy restringido para un sector mayoritario de la población,
especialmente para los grupos más vulnerables, las bibliotecas son aún insuficientes para
la totalidad de la población, especialmente para algunos de los sectores más
desfavorecidos, y el conocimiento que la población tiene de la existencia de las bibliotecas
es aún limitado.
La formulación de una política pública de lectura es un ejercicio democrático que
supone la participación de los diferentes actores sociales comprometidos con la solución
del problema; actores que tienen concepciones, expectativas e intereses diferentes.
Además, esta política pública se establece en la interrelación dinámica de una sociedad
que se compromete y propone con el Estado que trabaja en la búsqueda del pleno
reconocimiento de la lectura, la escritura como derechos. Para la formulación de la política
pública de lectura de la ciudad de Bogotá se tuvo en cuenta a la sociedad civil consultada
en un encuentro efectuado los días 29 y 30 de abril de 2005; en él participaron 530
personas comprometidas con la formación de lectores y con la promoción de la lectura y la
escritura, las cuales presentaron sus propuestas y sugerencias respecto al tema. Éstas se
convirtieron en las prioridades de política pública de lectura y escritura para el Distrito
Capital, a las que se llegó por consenso entre los miembros del Consejo, después de ser
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ajustadas en el proceso de consulta ciudadana. Estas prioridades van acompañadas de
orientaciones concretas sobre la población participante de la política y las instituciones
que actuarían como sus responsables y gestoras, así como los objetivos, las acciones y los
recursos con los que habría que contar para concretar y llevar a la práctica cada una de
ellas. Las nueve prioridades son las siguientes:
Prioridad 1. Garantizar la atención integral al problema del analfabetismo en la ciudad.
Prioridad 2. Fortalecer las instituciones educativas en todos los niveles de la educación
formal, para que estén en condiciones de formar lectores y escritores que puedan
hacer uso de la lectura y la escritura de manera significativa y permanente.
Prioridad 3. Fomentar la creación, fortalecimiento y desarrollo de las bibliotecas
públicas en la ciudad, como instituciones culturales fundamentales para el acceso
libre y democrático a la cultura escrita y como espacios privilegiados para el fomento
de la lectura y la escritura.
Prioridad 4. Crear, fortalecer y cualificar programas de formación inicial y continua,
para que docentes, bibliotecarios y otros actores se conviertan en mediadores de
lectura y escritura.
Prioridad 5. Estimular la creación y desarrollo de programas y experiencias de lectura
y escritura en espacios no convencionales: parques, hospitales, cárceles, entre otros.
Prioridad 6. Implementar y fomentar programas de lectura y escritura dirigidos a la
familia y a la primera infancia.
Prioridad 7. Garantizar a la juventud el acceso a la lectura y la escritura, así como a
otros medios de calidad y su formación como lectores y escritores autónomos,
especialmente en los sectores excluidos de la cultura escrita.
Prioridad 8. Impulsar la producción de materiales de lectura de excelente calidad y
promover nuevas posibilidades de circulación y oportunidades de acceso de la
población a ellos. Convocar al sector privado a participar en un proyecto social y
cultural que permita el acceso a los libros por parte de la población excluida de ellos.
Prioridad 9. Convocar la participación de los medios masivos de comunicación tanto
públicos como privados en los propósitos de esta política.
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Con la presentación de esta propuesta a la Alcaldía Mayor de Bogotá para que se dé
curso a su formalización y puesta en marcha, se dio una respuesta a la urgente necesidad,
que existe en la ciudad de Bogotá, de contar con políticas públicas que reconozcan el valor
de la lectura como instrumento para el pleno desarrollo de las personas; para la
circulación y apropiación social del conocimiento, para la consolidación de una cultura
democrática y la lucha contra la exclusión. A la necesidad de unas políticas que consideren
la lectura y la escritura como derechos de todos los ciudadanos y como una parte integral
de las políticas educativas y culturales de los pueblos, que sirvan de marco para el diseño
del Plan Distrital de Lectura, que apunte a la creación y la consolidación del Sistema
Distrital de Lectura que se anuncia en el Plan de Desarrollo Bogotá sin indiferencia.
Por otra parte, existe el documento titulado Política Pública de Lectura y Escritura
para la Ciudad de Bogotá escrito por Emilia Ferreiro en el 2005. En él – refiriéndose a la
iniciativa del Concejo de Bogotá en el 2003- se pone de manifiesto cómo el proceso de
pensar y formular una política de lectura significa, en primer lugar, reconocer que la
lengua escrita constituye un poderoso medio para el desarrollo intelectual y para la
transformación del individuo y la construcción de su subjetividad; además, que es soporte
de la memoria y llave maestra para acceder a la herencia cultural de la humanidad. Lo que
significa que el dominio de la lengua escrita cualifica la opinión y la capacidad de juicio de
las personas; también, les permite una mirada crítica de su realidad, ampliar sus
posibilidades de participación política y social y constituye una condición para el ejercicio
de los derechos ciudadanos.
Adicionalmente, formular una política de lectura para la lectura y la escritura de la
ciudad de Bogotá significa reconocer el valor que tienen estos procesos como condición
para alcanzar mejores niveles educativos, mantener posibilidades de aprendizaje durante
toda la vida, como vías de acceso a la información y al conocimiento y al mismo tiempo
como posibilidad de creación y producción del mismo. Finalmente, Ferreiro elogia la
iniciativa de la política pública de lectura y escritura para Bogotá por cuanto plantea la
inclusión de la cultura escrita como un derecho de todos los ciudadanos que debe ser
garantizado y promovido por el Estado. Un derecho que pueda ser ejercido sin
limitaciones, controles ni censuras de ninguna clase. Un derecho para todos, que tenga en
cuenta la diversidad de géneros, los grupos étnicos, raciales; las condiciones geográficas
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que mantienen alejados de los principales centros de oferta de lectura a grupos diversos
poblacionales, así como la diversidad de lenguas.
Otro trabajo que se registra en el plano nacional es el de Aleyda Nuby Gutiérrez
Mavesoy, Adriana del Pilar Rodríguez Peña y Sergio Arturo González (2007), del Grupo
Heterolalia del Departamento de Humanidades y Letras de la Universidad Central:
Aportes de una experiencia universitaria en lectura y escritura para la consolidación de
una política institucional. En él los autores describen su propuesta pedagógica
desarrollada en la Universidad Central de Colombia, la cual se orienta hacia la
concientización del estudiante sobre su forma y su nivel de lectura y escritura. Para
realizar esta propuesta partieron del hecho innegable de la relación intrínseca entre los
procesos de lectura y escritura. En el ámbito universitario, ambos procesos se potencian
entre sí. Sin embargo, al diseñar el proyecto los diferencian para permitirse hacer énfasis
en cada uno de ellos y que en determinado momento uno funcione como soporte del otro.
El proyecto creó e implementó dos modelos, uno para la comprensión e
interpretación de textos y otro para su producción. El proceso de intervención pedagógica,
permitió tanto, la unificación de los criterios que orientaban las asignaturas
correspondientes al área de Lenguaje de la universidad; como el desarrollo en los
estudiantes, de las estrategias cognitivas y lingüísticas implícitas en la lectura y la escritura
como procesos semióticos.
En el campo de la lectura hicieron la propuesta de un modelo que está compuesto
por dos momentos. El primero tiene como objetivo trabajar sobre el texto de manera
sistemática. Es decir, que desde la particularidad del texto escogido y el trabajo sobre su
estructura significativa, se llega a una hipótesis que pretende dar cuenta de las ideas
expuestas y organizadas, el sentido global del texto. A esta fase la llaman: Del texto a la
hipótesis; ésta se enfoca principalmente hacia el trabajo de los estudiantes con el texto, de
forma que predomine la interacción entre los supuestos con los que llega y los que está por
conocer, tanto de los contenidos como de su proceso mismo de lectura; un modelo para
pensar en lo que lee y cómo lee.
En el caso de la escritura, la alternativa de trabajo se centra en el proceso
consciente y racional, desde la perspectiva de la lingüística pragmática, la psicología
sociocultural y la investigación cognitiva propuesta por Daniel Cassany (1999). Desde la
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lingüística pragmática, la escritura tiene en cuenta la intencionalidad del autor y los
componentes de la coherencia y cohesión textual. Desde la psicología sociocultural,
Vygostsky (1986) presupone que el uso escrito es una herencia cultural que el individuo
desarrolla en sociedad. Desde la investigación cognitiva, como manifestación consciente
del intelecto, en el acto de escritura se identifican tres procesos: planificación, elaboración
y revisión.
De esta forma, la propuesta tiene dos instancias: una de acercamiento a la escritura
como herramienta auxiliar del pensamiento y la indagación, para que el estudiante tenga
una conciencia real, razonada, del papel de la escritura en la generación de los conceptos.
Y la otra instancia es la ubicación en el contexto científico a través del trabajo sobre el
discurso argumentativo propiamente dicho. Lo que el grupo de profesores de Heterolalia
ha podido comprobar con esta experiencia es lo que se enuncia a continuación:
La unificación de criterios para la formación en lectura y escritura tanto en los
procesos pedagógicos como en los contenidos programáticos basados en los ejes
problema; por un lado, les ha permitido consolidar una posición frente a las distintas
instancias institucionales.
Evidenciar a través del contraste entre los datos obtenidos en la prueba diagnóstica, y
los resultados de la evaluación final, que efectivamente se dan unos procesos de
reconocimiento y conocimiento de los procesos de lectura y escritura, es decir , que el
modelo provee estrategias para la meta lectura y la meta escritura.
La virtualización del modelo de lectura responde y se adapta a las necesidades de la
nueva universidad planteada por el CNA. Esto implica un cambio en el paradigma
educativo tanto del profesor como del estudiante.
La necesidad de implementar una política institucional que aborde el problema desde
los estudiantes, los profesores de todas las asignaturas y los agentes de las distintas
instancias administrativas y académicas. De ahí la necesidad de una política
institucional que proporcione las condiciones para que se ponga en práctica una
cultura de la lectura y la escritura en el ámbito académico universitario. Es decir,
desarrollar una conciencia clara en cada uno de sus miembros sobre el papel que
cumple el lenguaje en la universidad.
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Reconocer que las deficiencias de nuestros estudiantes obedecen principalmente a tres
aspectos: las formas de aprender –y por ende del ejercicio del pensamiento- heredadas
de la educación básica; las formas de uso de la cultura escrita en el espacio oficial; y,
las formas de interacción en el ámbito académico universitario.
No obstante, es necesario advertir los distintos niveles de participación del
lenguaje en la vida académica universitaria. Éste puede participar como metalenguaje,
como ―vehículo‖ del pensamiento institucional, como herramienta del pensamiento
individual o como instrumento comunicativo, entre las múltiples atribuciones que puedan
dársele. Todo ello es cierto y puede aplicar de ese modo; sin embargo, lo que debe primar,
es la concepción del lenguaje en la formación integral del estudiante universitario.
De acuerdo con lo expuesto, el grupo de estudio confirma la necesidad de una
política institucional en lectura y escritura que aborde el problema desde los estudiantes,
los profesores de todos los campos del conocimiento y los agentes de las distintas
instancias administrativas y académicas. La principal causa del fracaso de los modelos
pedagógicos para la lectura y la escritura implementados en las universidades no es sólo
su reducción a la instrucción formal o su aislamiento de los otros campos, sino su
aplicación ―in abstracto‖; fuera del contexto inmediato se convierten en meras
abstracciones sobre lo que debe ser y no lo que es el ejercicio de la lectura y la escritura,
sus agentes, la red de relaciones que se tejen en su interior y la lógica inherente al espacio
de los posibles dentro del universo académico inmediato.
Según Heterolalia la política institucional que pretenda alcanzar la formación
integral de los estudiantes universitarios debe proporcionar las condiciones para que se
ponga en práctica una cultura de la lectura y la escritura en el ámbito académico propio de
la universidad. Esto se traduce en promover la formación integral asumida como la
educación de la inteligencia para la construcción de la conciencia integradora generada a
partir del ejercicio crítico hacia la comprensión del mundo y de lo humano en su
complejidad. Una política en lectura y escritura debe crear mecanismos y estrategias para
potenciar los procesos de lectura y escritura de la comunidad universitaria con el fin de
proveer las estrategias requeridas para el desempeño académico y profesional.
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Para concluir, los autores presentan las acciones que en la Universidad Central de
Colombia se han ejecutado o promovido para ser realizadas baja la perspectiva
mencionada; a saber:
Prueba diagnóstica: permitió establecer los niveles de dominio de las competencias en
lectura y escritura (implementado)
Curso de nivelación en lenguaje: programa que busca la nivelación de los estudiantes
cuyas competencias básicas en el momento del ingreso no sean suficientemente
satisfactorias para garantizar la equidad y la permanencia de la interacción académica
(por implementar)
Capacitación a profesores de todas las áreas profesionales: Búsqueda de unificación de
criterios básicos para la exigencia en cuanto a los procesos de lectura y escritura en las
asignaturas. Por tanto, el dominio del discurso académico –tanto en los niveles de
exigencia, como en la evaluación y delimitación de conceptos como ensayo, artículo,
etc.- no debe ser sólo una preocupación de los profesores de Lenguaje sino de todos y
cada uno de los miembros del mundo académico y, directamente, de todos lo
profesores de la Universidad, desde el profesor de Estadística hasta el profesor de
Lingüística. (Se ha llevado a cabo sólo en algunas facultades).
Cursos: Curso virtual de lectura, cursos regulares y asignaturas electivas relacionadas.
Plan de asesorías permanentes a los estudiantes: para complementar el trabajo que se
desarrolla en las clases presenciales y proporcionar un acompañamiento directo en los
procesos individuales es necesario ofrecer asesorías permanentes a los estudiantes. (Se
ha desarrollado a través del plan de monitorias académicas).
Asimismo, la Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN) y la Red Nacional
de Discusión sobre Lectura y Escritura en Educación Superior (Redlees) llevaron a cabo el
Primer Encuentro Nacional sobre Políticas Institucionales para el Desarrollo de la
Lectura y la Escritura en la Educación Superior; este tuvo lugar en el auditorio principal
de la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá, en abril de 2007. En él, las instituciones
participantes discutieron sobre la investigación, la consolidación de políticas
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institucionales, las experiencias de aula y la lectura y la escritura en la educación media y
el mundo profesional. Además, presentaron las propuestas concretas, mediante políticas
institucionales, experiencias en el aula y la organización de encuentros, en las que se ha
avanzado en el país por parte de algunas Instituciones de Educación Superior. A
continuación se citan unos ejemplos a este respecto:
El trabajo de la Universidad Sergio Arboleda con su programa de alfabetización
académica, desarrollado desde al año 2004.
El Primer encuentro sobre lectura y escritura en la educación universitaria,
organizado por la Universidad Autónoma de Occidente en Cali en el 2006.
Los Encuentros regionales de la enseñanza de la lectura y la escritura en la
universidad, que se han llevado a cabo por tres años consecutivos en Antioquia. Éstos
han sido organizados por la Universidad de Medellín (2004), EAFIT (2005) y la
Universidad Pontifica Bolivariana (2006).
El trabajo de la Cátedra UNESCO de la Escuela de Ciencias del Lenguaje de la
Universidad del Valle, desde 1996 a la fecha.
Los Coloquios Nacionales Sobre Didáctica de la Lengua, las Lenguas y la Literatura.
Mesa: leer y escribir en la universidad, que se ha llevado a cabo por tres años
consecutivos en distintas ciudades como: Cali (2004), Bogotá (2005) e Ibagué (2006).
La Asociación Colombiana de Universidades, considera el tema de las políticas en
lectura y escritura como uno de los más urgentes y relevantes para las agendas de las
Instituciones de Educación Superior. Lo anterior, debido a que en efecto, en educación
superior, la lectura y la escritura no se pueden separar de asuntos tan sensibles como: la
deserción, el rendimiento académico, el fortalecimiento de la investigación, la producción
de conocimiento y el desarrollo de competencias laborales, entre otros, que representan,
hoy por hoy, los criterios básicos para los procesos de acreditación.
Las investigaciones recientes en el campo han mostrado que los diversos saberes
requieren de diferentes prácticas lectoras y escriturales, las cuales, a su vez, precisan de
procesos formativos específicos. Así, se viene reconociendo cada vez más que tales
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procesos no son exitosos cuando, como ocurre tradicionalmente, sólo se los deja a cargo de
los profesores de lengua o comunicación. Las dificultades que la universidad enfrenta en
este terreno, no pueden ser resueltos sin una política que comprometa a todas las
personas implicadas en la formación universitaria. En relación con esta idea, el Encuentro
se propuso impulsar la discusión sobre este tipo de políticas y así mismo, fortalecer la Red
Nacional de Discusión sobre Lectura y Escritura en Educación Superior, ya que se
entiende que, al consolidar esta comunidad académica, se propiciará un permanente
diálogo para compartir experiencias, definir políticas institucionales y proponer tareas, a
mediano y largo plazo.
Adicionalmente, en el 2008 la Redlees llevó a cabo el Segundo Encuentro Nacional
y Primero Internacional cuyos ejes de discusión y análisis fueron las políticas
institucionales, la didáctica y la investigación en Lectura y Escritura en el nivel superior.
Con esto, la Redlees contribuye a la consolidación del tema del tratamiento del lenguaje en
el ámbito nacional.
Por su parte, la Universidad de Ibagué representada por el Grupo de Reflexión en
Lenguaje, GLOTTA, creado en el 2002, desde su línea de investigación de lecto- escritura
realizó el estudio titulado Las prácticas de escritura académica en el ámbito universitario:
culturas, concepciones, tendencias, con el propósito de mejorar la comprensión lectora y la
producción textual de los estudiantes de la Universidad de Ibagué, ya que muchos de ellos
encuentran dificultades relacionadas con los procesos de pensamiento implicados en dichas
actividades. El grupo GLOTTA para el análisis y la interpretación de la información
recolectada recurrió a dos enfoques teóricos del lenguaje desde la dimensión lingüística
que lo toma como unidad básica de estudio (lingüística textual o textolingüística) y, desde
el discurso, reconocido como dimensión social; es decir, el texto y el contexto (análisis del
discurso). Sus objetivos no dieron resultados clasificatorios que oscilan entre lo bueno, lo
regular y lo deficiente; por el contrario, se orientaron hacia la identificación del estado de
las prácticas de escritura, en los diferentes programas de la universidad y su relación con la
formación y el desempeño profesional. También, se propusieron recomendaciones para la
definición de una política del lenguaje para la Universidad.
NOTAS Universitarias | 21
En cuanto a la metodología, recurrieron a un diseño que combina técnicas de corte
cuantitativo y cualitativo. Las etapas del estudio fueron:
Recolección de la información
Análisis e interpretación de datos
Consolidación de resultados.
Además, hicieron estudios específicos tales como: análisis texto-lingüístico de
escritos de estudiantes de 1º y 10º semestre y análisis protocolar, a través de entrevistas
focales. Algunas de las conclusiones del estudio se mencionan a continuación:
La cultura universitaria acerca de la escritura puede sintetizarse en la existencia de una
visión unidimensional de la misma; es decir, se sitúa en el conocimiento sistemático y
la función instrumental, la cual no garantiza una producción textual de calidad. De
igual modo, tal visión desconoce la naturaleza cognitiva de la producción intelectual y
desvirtúa la pertinencia de la comunicación académica.
El perfil textual, en términos generales, demuestra que la capacidad para reconocer,
explicar y producir textos (competencia textual) de los estudiantes de la Universidad
de Ibagué es insuficiente, para cumplir con las exigencias de la comunicación
académica que demanda la Educación Superior. Este hecho puede deberse al poco
interés de los mismos por el conocimiento del funcionamiento sistemático de la
lengua.
La falta de dominio conceptual es otra de las causas por las cuales el estudiante no
produce textos coherentes. Es difícil escribir con coherencia si no se logra elaborar en
la mente una mínima relación entre un tópico y unas cuantas informaciones sobre el
mismo.
El desempeño lingüístico presentado por los estudiantes sugiere que no hay madurez
en la competencia textual, debido a que los escritos muestran imprecisión semántica,
uso de muletillas e incluso problemas de ortografía elementales. Esta realidad
demuestra que no existe un hábito formado de escritura como proceso autónomo. Es
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evidente que estos jóvenes presentan escasos logros en aspectos relevantes de la
competencia comunicativa, específicamente la textual.
Los resultados permiten afirmar que muchos de los estudiantes de primer semestre
podrían tener dificultades en el transcurso de sus estudios universitarios, puesto que
no han desarrollado suficientemente su competencia textual y, por tanto, no pueden
obtener el máximo provecho de los textos escritos a los que se ven enfrentados durante
su carrera. Por estas razones, se hace necesario buscar vías de mejoramiento para el
desarrollo de la escritura, de modo que, una vez que los estudiantes culminen su
carrera universitaria, puedan desempeñarse de forma más eficiente, desde el punto de
vista comunicativo.
Solucionar estos problemas implica un trabajo pedagógico transversal en torno al
proceso de escribir; asimismo, un compromiso personal del estudiante por cualificar
su nivel de competencia comunicativa académica.
Posterior a este estudio se registra el desarrollado, en el año 2007, por Glotta
titulado: La motivación y su papel en la lectura y la escritura universitaria, con el
propósito de determinar el tipo de relación existente entre el desempeño en la
comprensión y la producción de textos académicos y la motivación hacia su lectura y
escritura. Su hipótesis de partida fue que a mayor motivación, mejor desempeño en la
lectura y la escritura de textos académicos.
Los antecedentes de esta investigación se hallan en relación con los diagnósticos
sistemáticos realizados entre los años 2003 y 2006, por los docentes del Área de Lenguaje
sobre comprensión y producción textual de los estudiantes de primer semestre de la
Universidad de Ibagué, al igual que los resultados de las investigaciones del grupo de
Reflexión en Lenguaje Glotta (2004 y 2007), los cuales coinciden con los hallazgos
investigativos sobre los mismos temas a nivel nacional (Rincón y otros, 2004; Henao y
Castañeda, 2002; Barletta y otros, 2002) y, a nivel internacional (Longo & Rodeiro, 2006;
Carlino, 2004; Camps y Ribas, 1993; Cassany, 1987). Tal coincidencia estimuló la
búsqueda de elementos teóricos desde otras perspectivas para explicar lo que sucede con
los procesos de comprensión y producción textual en el ámbito universitario.
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Los conceptos principales que guiaron el trabajo fueron: motivación académica,
lectura y escritura. La motivación mirada desde los presupuestos teóricos de Pintrich
(1994); la lectura desde Kintsch (1998) y la escritura desde el constructo teórico
propuesto por Carlino (2005). El estudio fue de tipo correlacional y en él se tuvieron en
cuenta las variables, desempeño y motivación hacia la lectura y la escritura, con otras -
edad, sexo, programa, semestre y promedio del semestre anterior- de los 322 estudiantes
matriculados en los semestres 2º a 9º del segundo período de 2007 de la Universidad de
Ibagué, que constituyeron la muestra para esta investigación. Para la recolección de la
información se diseñaron dos instrumentos: una prueba de desempeño en lectura y
escritura (PDLE) con la que se establecieron los niveles de comprensión y producción
textual; y una escala de motivación hacia la lectura y la escritura (EMLE), con la que se
identificaron los niveles de motivación de los estudiantes universitarios.
Respecto a la metodología, la pregunta inicial de investigación fue: ¿Existe relación
significativa entre el desempeño en la lectura y la escritura de textos académicos y los
niveles de motivación hacia estas tareas, en los estudiantes de la Universidad de Ibagué?
De ésta se derivaron las siguientes: ¿Qué relación existe entre el programa académico y el
desempeño en lectura y escritura? ¿Qué relación existe entre el programa académico y la
motivación hacia la lectura y la escritura? ¿Qué relación existe entre el rendimiento
académico del estudiante y su desempeño en lectura y escritura? ¿Qué relación existe
entre el rendimiento académico del estudiante y la motivación hacia lectura y la escritura?
En suma, la correlación más importante de este estudio se dio entre motivación
académica y desempeño en lectura y escritura. Según el resultado de los análisis, no hay
una relación significativa entre estas variables ya que los estudiantes presentaron niveles
de desempeño alto, medio o bajo en lectura y escritura independientes de su motivación.
Esto significa que la comprensión y la producción textual en el ámbito universitario están
asociadas a las prácticas pedagógicas sobre las mismas y no con las habilidades,
capacidades o las falencias del estudiantado.
Política Institucional
Una política de lectura y escritura es la forma de comprender y de realizar la formación en
lectura y escritura, que incluye dos tipos de consideraciones como mínimo. A saber: En
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primer lugar, aspectos explícitos para reflexionar sobre las relaciones de la institución
universitaria y la sociedad; en segundo lugar, consideraciones generales sobre el modo
como la formación en lectura y escritura debería adelantarse en los planes de estudio de la
institución.
En una política de lectura y escritura para la Universidad deben aparecer los
elementos referidos a los tipos de pedagogía adecuados y las formas de acompañamiento
al trabajo independiente de los estudiantes. Además, las observaciones sobre los
requisitos personales y de formación académica de los docentes y por supuesto, sobre el
reconocimiento y el tratamiento de las diferencias formativas habidas entre los
estudiantes. A este grupo pertenecen, también, los lineamientos curriculares para realizar
la formación en lectura y escritura. (p.3)
Siguiendo al Consejo Distrital de Fomento de la lectura (2003) una política no es
únicamente una declaración de intenciones seguida de recomendaciones y lineamientos
generales; ni un conjunto de documentos y normas a los que los actores sociales deben dar
cumplimiento. Una política debe resultar viable y lograr un efecto transformador en la
sociedad. Para ello, las políticas deben prever también las condiciones que la harán
posible en la práctica. Es decir, que además de interesarse por el qué hacer la política se
ocupa del cómo hacer y de los resultados que se esperan con su implementación; prevé las
condiciones que la hagan posible, sugiere estrategias y rutas de acción viables que
permitan traducirla a la práctica y está acompañada de compromisos institucionales
concretos.
¿Por qué una política en lectura y escritura en la universidad?
Anna Camps (2007) en Escribir y comunicarse en contextos científicos y académicos
afirma que la actividad científica y la académica están indisolublemente relacionadas con
la escritura, pero, que se ha prestado poca atención a la función que el lenguaje escrito
tiene en la misma construcción de la ciencia y en la construcción del conocimiento en
entornos académicos. En consecuencia, los estudiantes universitarios tienen poca o
ninguna ayuda en el proceso de escribir y leer para aprender, ya que, se suele suponer que
éstas son habilidades que ya han adquirido y que lo único que deberán hacer es aplicarlas
a nuevos contextos y a nuevos contenidos.
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La misma autora señala, también, que las investigaciones sobre: los textos y los
contextos: el escritor y el lector, los procesos implicados en la producción y la
comprensión de textos han ofrecido a lo largo de la historia una multiplicad de miradas
sobre estos objetos y que la atención de las investigaciones se ha ampliado; por ello, se
pueden encontrar trabajos que tienen en cuenta el texto y el contexto, el lector y el
escritor, los procesos cognitivos y sociocognitivos implicados en las actividades de leer y
escribir, la diversidad de géneros discursivos, y la consideración de la lectura y de la
escritura como actividades sociales complejas. Es decir, que se ha hecho progresivamente
evidente que leer y escribir son actividades sociales y culturales, y que como tales están
relacionadas con las prácticas en que se producen.
La diversidad de las prácticas sociales en que está implicada la lengua escrita tiene
como consecuencia la diversidad de géneros discursivos escritos. Entonces se debe
reconocer según el planteamiento que de Camps (2007) que:
―El conocimiento que los humanos tenemos de los géneros deriva de nuestra participación en actividades discursivas en nuestra vida diaria y profesional. Es un saber ―situado‖ que integra forma y contenido. Desde este punto de vista, no se puede considerar que los estudiantes saben (o deberían saber) ―formas discursivas y retóricas‖ que aplicarán a nuevos contenidos, sino que los nuevos contenidos, relacionados con los diferentes campos del saber en que se ven implicados se hallan estrechamente relacionados con unas formas de discurso que se han desarrollado y se desarrollan a medida que los campos del saber han evolucionado y siguen evolucionando‖ (p.10).
De esta manera, se debe entender que el uso del lenguaje es una creativa aplicación
y combinación de convenciones que transforma y al mismo tiempo reproduce estas
convenciones, que permanecen en una tensión constante entre lo que está dado y el
proceso activo de crear nuevas formas, que también pueden llegar a ser convenciones.
Por su parte, Creme P. & Lea M. (2005) declaran que en los trabajos universitarios
se impone el uso de un lenguaje formal, semejante al utilizado en los establecimientos
educativos y otras instituciones públicas. Las estructuras formales se entienden y aplican
con más facilidad cuando el individuo se familiariza con una amplia gama de lecturas y
estilos de redacción. Pero, aun a los recién egresados de la escuela secundaria la redacción
en el plano universitario les parece un territorio extraño, desconocido; en una palabra,
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algo muy diferente de lo ya conocido. Esto ocurre porque al redactar para la universidad
se debe tener en cuenta la experiencia acumulada. Al concentrarse en los distintos tipos
de redacción ya experimentados y lo que implica cada uno de ellos le ayudará a pensar
más claramente cómo encarar la escritura académica, en qué medida se asemeja a otros
tipos de redacción conocidos y en qué difiere. La tarea entonces no solo concierne a la
escritura sino también al uso del lenguaje en general.
La idea de practicar la escritura y la lectura universitarias no debería ser motivo de
discusión. De hecho, la mayoría de los alumnos no escriben ni leen asiduamente en sus
cursos y sólo se limitan a entregar distintas tareas cada semestre. Precisamente, uno de
los problemas más difíciles de superar, en cuanto estudiante universitario, es el abordaje
de la gran variedad de trabajos escritos asignados a lo largo de la carrera. Cuando se habla
de la redacción universitaria normalmente se piensa en como escribir un ensayo. Sin
embargo, el ensayo tradicional no es sino uno de los muchos tipos de redacción que se
exigirán durante los estudios.
En la educación superior, las distintas formas de pensar y comprender el mundo se
expresan a través de las diversas disciplinas académicas, o sea las amplias áreas que
constituyen la base de todo estudio universitario. Las disciplinas – por ejemplo. La física,
la historia, la psicología—han sido, para ciertos grupos, la manera tradicional de dar
sentido y ―representar‖ el mundo; esto es, construir modos específicos de referirse a los
aspectos del mundo observados e investigados por ellas.
Por lo anterior, escribir de maneras diversas para distintos fines no sólo implica el
uso de otro léxico, sino también el ordenamiento de las ideas en oraciones y párrafos con
el objeto de comunicar al lector cada mensaje que deseamos transmitirle. Escribir en la
universidad es pues un reto, en cuanto es un ejercicio distinto en todo sentido con respecto
a la escritura de los otros niveles de educación.
En cuanto a la lectura académica es preciso comprender a fondo cuanto dice el
autor. Pero, muchos textos académicos están escritos en un lenguaje poco familiar y
complicado, y por tanto son más difíciles de entender que una novela o un artículo.
Cuando los estudiantes leen libros y materiales académicos suelen encontrarse con dos
problemas fundamentales. Primero, luchar con el nuevo lenguaje. Segundo, el tiempo que
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les lleva comprenderlos. Ello se debe, en parte, a la natural complejidad de esos textos y,
en parte, a la cantidad de conceptos que contienen.
Es preciso saber y recordar que en la universidad circulan textos, que en términos
de Bajtin (2002) corresponden a géneros discursivos secundarios cuya expresión pueden
ser entre otros, los textos académicos y de divulgación científica; éstos se diferencia de los
géneros discursivos primarios, es decir, de aquellos que se usan en la cotidianidad y que
están siempre mediados por el código oral; por este motivo el acto de leer se hace más
complejo. Por su parte, Bersntein (1993) también ofrece desde su corpus teórico una
explicación de este tipo de conocimiento educativo que circula en las ―agencias de
socialización‖ como el autor denomina a las instituciones educativas y que se corresponde
con la exigencia de adquisición de lo que denomina los códigos elaborados de la cultura.
Este código conlleva siempre una dificultad en su asunción, pues, se trata de una ruptura
con las formas y contenidos que se juegan precisamente en las narrativas orales y en la
cultura popular.
Todo esto, explica el compromiso por parte de la Universidad de ofrecer al
estudiantado y al profesorado lineamientos pedagógicos y curriculares que reconozcan la
complejidad de la comunicación académica y científica. Una Política para el fomento de la
lectura y la escritura es un mecanismo para lograrlo.
El lenguaje en la Universidad de Ibagué. Apuntes de una política oculta
La información de este apartado se encontró en distintos documentos oficiales de la
institución. Esta fue registrada a través de las Fichas de Lectura diseñadas para
―inventariar‖ las políticas que a lo largo de su historia ha adoptado la Universidad de
Ibagué para la el fomento de la lectura y la escritura. En términos generales, estas políticas
son dirigidas hacia aspectos curriculares y pedagógicos; ello se traduce en los planes de
estudio de todas las carreras que ofrece la Institución; éstos incluyen asignaturas
obligatorias cuyo foco es el lenguaje.
La revisión de los programas de los cursos muestra una variada gama de
concepciones sobre el lenguaje y su pedagogía, con prevalencia del enfoque semántico-
comunicativo para la primera y de la tradicional para la segunda. Se registran también –
en menor escala- las Resoluciones de Rectoría y de Vicerrectoría en las que se visualiza la
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preocupación de las directivas por el lenguaje, ante el reconocimiento de su importancia
para la vida académica. En última instancia, por su escasa aparición en el panorama
institucional, la Universidad cuenta con documentos de producción intelectual de grupos
de docentes – del Área de Lenguaje y del Centro de Humanidades- en los que se explicita
su reflexión sobre la importancia del lenguaje y de la enseñanza de la lectura y la escritura
en la Universidad.
Como respuesta a la pregunta de esta investigación ¿Cuáles son las políticas
institucionales que guían la formación en lectura y en escritura en lengua materna de la
Universidad de Ibagué?, podemos decir que la Universidad de Ibagué no tiene explícitas
en un documento sus políticas para el manejo del lenguaje, pero en cambio, éstas aparecen
de manera implícita u oculta en diversos documentos institucionales como los
referenciados en este trabajo: Proyecto Educativo Institucional, Estatutos Generales,
Política de Investigaciones, Políticas para la selección de estudiantes; el Reglamento
estudiantil, los planes de estudio y en las recientes decisiones de la Institución frente a la
lectura y la escritura. Su existencia son una muestra de la importancia que tienen la
lectura y la escritura en los procesos académicos y la preocupación latente por el
mejoramiento del uso del lenguaje en los docentes y los estudiantes.
Por otra parte, existen otros mecanismos que ―hablan‖ de esta preocupación tales
como el carácter de obligatorio para todas las carreras de la Universidad, del curso de
lengua materna Comunicación y Lenguaje; el refuerzo en Lenguaje para los estudiantes
con un Icfes menor de 40 puntos en esta área; la escritura de un trabajo como requisito
para grado, la preparación para los Ecaes en comprensión de lectura específicamente y los
cursos que se ofrecen extracurricularmente a estudiantes y profesores, inclusive, sobre el
manejo del idioma, a lo largo del semestre y en el periodo intersemestral.
Adicionalmente, la Universidad de Ibagué cuenta con espacios académicos como
las asignaturas del núcleo socio-humanístico que ofrece la Facultad de Humanidades,
Artes y Ciencias Sociales cuya orientación es la formación integral de los estudiantes. La
Biblioteca de la Universidad juega un relevante papel en la promoción de la lectura y la
escritura y ésta, desarrolla diversas actividades permanentemente para apoyar el trabajo
académico de los diferentes programas de la Universidad e iniciativas de otras
dependencias como Bienestar Universitario y el Área de Lenguaje. Este hecho es de suma
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importancia pues, a la hora de establecer una política de lectura y escritura, el
fortalecimiento y desarrollo de las bibliotecas son fundamentales, ya que éstas permiten el
acceso libre y democrático a la cultura escrita y son espacios privilegiados para el fomento
de la lectura y la escritura.(Ferreiro, 2005). Se relacionan también otros espacios como los
culturales que se promueven a través de la oficina de Bienestar Universitario.
En el 2011 fue aprobado el Programa de Escritura Académica que ofrecerá
tutorías a los estudiantes a través de ayudantes de escritura; asesorará a profesores de
cursos diferentes a los de lengua materna para el trabajo pedagógico con la lengua
castellana; reformulará el programa de Comunicación y Lenguaje que se imparte en los
dos primeros semestres de todas las carreras de la Institución y ofrecerá herramientas
prácticas para aumentar el saber textual de la población universitaria, a través de su
micrositio.
De otro lado, la Universidad de Ibagué incentiva la investigación y la divulgación
de los resultados de la misma, a través de publicaciones internas de la Universidad o de las
redes a las que la Universidad pertenece. Este hecho, motiva la participación de los
estudiantes en procesos investigativos disciplinares antes de escribir un trabajo de grado y
en la producción intelectual, con lo que crea la necesidad de superar las deficiencias en el
manejo de la lengua escrita. A pesar de ello, es necesario que la Universidad, así como ha
planteado políticas para otros procesos de tipo administrativo y académico, también
plantee una política para la formación en lectura y escritura de sus estudiantes, ya que, sus
bajos niveles de desempeño en estas tareas deben ser asumidos no sólo desde decisiones
didácticas sino y sobre todo político-académicas; pues es responsabilidad de la
universidad introducir a los estudiantes en el conocimiento de cada disciplina y ello
implica el conocimiento de las formas en que las disciplinas se expresan por medio de la
lengua escrita. (Benvegnú, Galaburri, & otros, 2001) Para lo cual, la política debería tener
en cuenta que se realicen programas de capacitación en el área del Lenguaje, a personal de
la Universidad, tanto en didáctica de lectura y escritura como en su desarrollo de
competencias, lo que permitirá crear, fortalecer y cualificar programas de formación
inicial y continua, para que docentes, bibliotecarios y otros actores se conviertan en
mediadores de lectura y escritura. (Ferreiro, 2005).
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Conclusiones
La Universidad de Ibagué sí se ha ocupado del problema de la lectura y la escritura de sus
docentes y sus estudiantes y prueba de ello son las políticas ocultas o implícitas que
funcionan en la institución; éstas están mostrando resultados positivos que motivan el
quehacer institucional en general y del docente en especial. No obstante, convendría que la
Universidad de Ibagué explicitara sus ideas de políticas para el manejo del lenguaje en un
documento, que sirva de referente a la comunidad académica, para emprender acciones
institucionales, de manera decidida, respecto al mejoramiento de los niveles de lectura y
escritura de los estudiantes de la Universidad.
A la fecha de realización de este estudio la Universidad de Ibagué aborda el saber
fragmentado por áreas y disciplinas; por ello, el Lenguaje es un área que se aborda de
manera aislada y no, transversamente, aunque, a través del lenguaje se establecen los
procesos comunicativos que permiten el conocimiento de las disciplinas.
A partir de la revisión de la metodología de los cursos se considera que la variedad
de los enfoques enriquece la historia académica de los estudiantes, pero sería de gran
ayuda para los alumnos que sus profesores apoyaran más su producción de
macroestructuras textuales, es decir, los acompañaran más en el proceso de redacción de
sus ideas hasta convertirlas en textos. En adición a esto, se considera que debería haber
un acuerdo entre los docentes, sobre los conceptos referidos a las tipologías textuales, que
solicitan a sus estudiantes que escriban. Con esto se evitaría la confusión que tiende a
haber en a este aspecto de la escritura. Cabe resaltar, que hay conciencia en todos los
miembros de la comunidad Universitaria sobre la importancia y necesidad de un buen
nivel de desempeño en el lenguaje del universitario, pero, los esfuerzos aislados y no
continuos resultan insuficientes para llegar a obtener el nivel esperado.
Recomendaciones
A partir de la información analizada y de las conclusiones de este estudio se considera
conveniente que se establezca una política de formación en Lectura y en Escritura en la
Universidad de Ibagué, que sea implementada progresivamente para permitir el
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fortalecimiento de las habilidades comunicativas de sus estudiantes. La Política se puede
desarrollar con base en los siguientes lineamientos:
Realizar una prueba de manejo del idioma como condición de ingreso.
Los estudiantes cursen más de una asignatura, a lo largo de su formación
profesional, cuyo propósito sea desarrollar competencias comunicativas.
Ofrecer programas de capacitación en el Área del Lenguaje a todos los docentes de
la Universidad.
Brindar apoyo permanente a estudiantes y profesores en el uso de la lengua
materna.
Establecer unos parámetros claros referentes a las tipologías textuales y géneros
discursivos, para que los docentes y estudiantes de la Universidad puedan
abordarlos desde las distintas asignaturas del plan de estudios.
La Universidad, representada por grupos de profesores de todas las disciplinas
debe pertenecer a una o varias redes, que tengan por objeto el tema de la lectura
y de la escritura, para enriquecer el diálogo razonado en torno a elementos
pedagógicos y didácticos.
Reconocer la importancia de la biblioteca en la tarea de formación y cualificación
de lectores, a través de la organización de actividades conjuntas y de la
participación activa en ellas.
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