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Oremos a Dios Padre, que escucha nuestra
oración en medio de su templo, que somos
nosotros.
1.- Por toda la Iglesia: que se esmere en fomentar
la unidad de acción de todos los cristianos para
que, con la Buena Noticia de Jesús, “mostremos
una humanidad poco común” a cuantos nos piden
ayuda. R. al S.
2.- Por los gobernantes de todas las naciones, en
particular la nuestra: para que, con conciencia
recta, cuiden y gobiernen a sus pueblos con
honestidad y justicia. R. al S.
3.- En el “Día de la Infancia Misionera”: para que
todos los niños del mundo sigan promoviendo
entre ellos el sentido de la ayuda recíproca y la
educación en la fe y la solidaridad. R. al S.
4.- Nos urge le necesidad de familiarizarnos con
la Sagrada Escritura. En el “Domingo de la
Palabra de Dios”: oremos para que el día
dedicado a la Biblia no sea una vez al año, sino
una vez para todo el año. R. al S.
5.- Por los enfermos y familiares del coronavirus,
por el personal sanitario: que miren al futuro con
esperanza; por los fallecidos: que el Señor
misericordioso los acoja en su seno de Padre.
Por cuantos sufren a causa de la crisis económica:
que se encuentre una pronta solución a la misma.
R. al S. 6.- Por nuestra parroquia: para que escuchemos la
invitación de Jesús a dejar la vida instalada y
seamos constructores del Reino de Dios, según
los dones que cada uno haya recibido. R. al S.
MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos a participar en esta Eucaristía en el Domingo tercero del TO, instituido por
el papa Francisco como “Domingo de la Palabra de Dios”. Es el mismo Jesús quien
nos invita a la mesa eucarística para alimentarnos con su Palabra y su Pan de
vida. Tenemos una nueva oportunidad para sintonizar más con Él. Al inicio de su vida pública nos llama a la conversión y a creer en la Buena Noticia. Jesús pasa hoy por la orilla del lago de nuestra vida y nos llama
como hace con aquellos primeros discípulos, a los que nos pone como
modelos de conversión, pues ellos, dejando sus seguridades –sus barcas y sus redes- se
arriesgaron a seguirle. Acojamos sin reservas su propuesta de conversión, de
más fe: poco a poco entenderemos el nuevo
estilo de vida que nos propone.
Cantad al señor un cántico
nuevo, cantad al señor la tierra
toda. Cantad al señor un cántico
nuevo, cantad al señor, aleluya
Cantad al Señor y bendecidle,
cantad a su nombre entre los
pueblos, grande es Dios,
digno de alabanza.
Delante de él su majestad,
en su santuario la fortaleza
y el esplendor por todos los siglos.
Como brotes de olivo,
en torno a tu mesa, Señor,
así son los hijos de la Iglesia
El que teme al Señor será feliz,
feliz el que sigue su ruta.
Del trabajo de tus
manos comerás,
a Ti la alegría y el gozo.
Este es el pan de los hijos, preparado con amor.
Este es el pan compartido en la misma comunión.
¡Dichosos los invitados,
a la mesa que alegra el corazón! ¡Dichosos los invitados
a la cena del Señor!
Este es el pan de los fuertes, que del cielo descendió.
Este es el vino de la fiesta, que enardece el corazón.
Este es el cuerpo de Cristo,
entregado por amor. Esta es la Sangre de Cristo,
alianza eterna con Dios.
www.santotomasdevillanueva.parroquias.net
El Próximo domingo tendrá lugar en la Parroquia la Jornada
del Corazón Solidario en Beneficio de Arcores.
El próximo sábado día 30, tendrá lugar la reunión del
equipo de animación litúrgica de la parroquia a las 10 Hs.
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Para ver esta película, debedisponer de QuickTime™ y de
un descompresor TIFF (sin comprimir).
EL Señor dirigió la palabra a Jonás: «Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de
Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré». Jonás se puso en
marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad
inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la
ciudad el primer día, proclamando: «Dentro de cuarenta días, Nínive será
arrasada». Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron
con rudo sayal, desde el más importante al menor. Vio Dios su
comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió
de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.
Palabra de Dios.
Sal 24, 4-5a. 6-7cd. 8-9 (R/.: 4a)
V/. Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme
en tus sendas: haz que camine con
lealtad; enséñame, porque tú
eres mi Dios y Salvador. R/.
V/. Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.
V/. El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.
DIGO esto, hermanos, que el momento es apremiante.
Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran;
los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres,
como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran;
los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él:
porque la representación de este mundo se termina.
Palabra de Dios.
DESPUÉS de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el
Evangelio de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de
Dios. Convertíos y creed en el Evangelio». Pasando junto al mar de Galilea, vio
a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues
eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de
hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más
adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en
la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre
Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.
Palabra del Señor.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso. Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén
JESÚS NOS INVITA A COLABORAR EN LA MISIÓN.