Ilustracioacuten de ldquoVo-yages en Afriquerdquo de
Jean Mocquet de Meaux 1617 caniacutebales del Caribe
Canibalismo Origen y fin
Yolanda Fer-nandez Jalvo
ldquoEl consumo de partes o tejidos de individuos de la misma especie es la
definicioacuten de canibalismo teacutermino que al parecer se
acuntildeoacute en 1492rdquo
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Los grupos de homiacutenidos que han poblado la Tierra desde hace maacutes de un milloacuten de antildeos viviacutean en condiciones extremadamente duras en las que obtener alimentos era muy complicado A la dieta vegetal que recolectaban en los bosques se fue sumando la ingesta de carne que obteniacutean actuando como carrontildeeros o cazando sus propias presas con el gran peligro que suponiacutea Es posible que el canibalismo fuera una costumbre maacutes habitual de lo que nos gustariacutea pensar Y es que hoy en diacutea es muy difiacutecil asimilar este comportamiento de hecho se ha convertido en un tabuacute que puede hacer que nos cueste aceptar las evidencias que hablan de coacutemo lo practicaron nuestros antepasados
La realidad del canibalismo ha estado presente en praacutecticamente toda nuestra historiahellip expre-siones como ldquome lo comeriacuteardquo o ldquoestaacute para co-meacuterselordquo casi son provocativas en este aspecto y sin embargo son de uso habitual y cotidiano para enfatizar con carintildeo que alguien nos gusta Existen muchas maneras de canibalismo que se han desarrollado a lo largo de nuestra historia De manera reiterada acciones que responden a causas puramente gastronoacutemicas o tratamientos rituales incidental y esporaacutedicamente en casos extremos de supervivencia o exaltacioacuten social en momentos de euforia generalizada aparte de casos patoloacutegicos de criacutemenes pasionales de ma-nera individual Aun hoy diacutea hay noticias de algu-na viacutectima que ha sido ingerida por alguacuten familiar o enamorado incluso turistas que se acercaron demasiado a tribus poco aconsejables
El consumo de partes o tejidos de individuos de la misma especie es por definicioacuten ldquocanibalis-mordquo teacutermino que al parecer se acuntildeoacute en 1492 Sin embargo ya en la Edad Media y mucho an-tes meacutedicos y curanderos consideraban que el
Museo de Ameacuterica ilustraciones del Coacute-dice Magliabecchiano
mostrando los rituales religiosos sacrificando
varios individuos durante las ofrendas
consumo de placenta huesos molidos o humo-res de individuos sanos eran un reconstituyente milagroso para sus pacientes Nada en esas re-cetas conllevaba el asesinato ni la violencia hacia el individuo canibalizado porque bien en vida o ya muertos por causas naturales los donantes no sufriacutean dantildeos dolorosos ni acciones incom-
patibles con su vida Cuando esta praacutectica con-llevoacute acciones violentas se consideroacute un hecho execrable Acciones de consumo de semejantes destaparon un sentimiento de horror hacia las nuevas civilizaciones del Nuevo Mundo que ase-sinaban torturaban o simplemente trataban a los europeos como ganado para consumir
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Las primeras referencias de este canibalismo violento se basaban en transmisioacuten oral de ta-les acciones entre diferentes grupos humanos acusaciones que en uacuteltimo teacutermino teniacutean fines lucrativos o compensatorios Asiacute las acusaciones entre pueblos vecinos de la misma condicioacuten colonos conquistadores o misioneros hacia los indiacutegenas sirvieron para establecer alianzas con-tratos de propiedad o exoneracioacuten de criacutemenes de lesa humanidad
Muchos de los relatos de acciones caniacutebales hasta entonces se basaban en prejuicios y malin-terpretaciones de europeos hacia las costumbres de distintas civilizaciones con las que entraban en contacto Tales temores llevaron en aque-llos tiempos de descubrimiento colonizacioacuten y conquista a dudar de la condicioacuten humana de los indiacutegenas es decir de su capacidad de tener alma Tan poco humanos eran los habitantes de
aquellos lugares que quienes se autoproclama-ban civilizados obtuvieron todos los derechos para ejecutar sin remilgo y torturar sin piedad a quienes habitaban sus ansiadas propiedades o se negaban a ser sus esclavos Tardamos mucho tiempo y varias guerras en colocarnos en nues-tro sitio en conocernos a nosotros mismos y abandonar el prejuicio contra otras civilizacio-nes
En antropologiacutea social a fin de ordenar y re-gular la veracidad de esos relatos Arens en el libro que publicoacute en 1979 The Man Eating Myth Anthropology and Anthropophagy establecioacute una serie de pautas imprescindibles para verificar que las supuestas viacutectimas no exageraban por miedo y temor hacia los otros Arens propu-so como criterio inequiacutevoco de canibalismo la existencia de testigos supervivientes que lo relataran Ciertamente pocos son los que pu-
dieron contarlo pero aun asiacute existen testimo-nios Tal es el caso de Hans Staden en 1557 que relatoacute en sus croacutenicas los largos antildeos de cau-tiverio de los Tupinambaacute en Brasil con la firme promesa de comeacuterselo y todos los festines que presencioacute Los coacutedices de religiosos del siglo XVI (Tudela-Magliabechiano o Tovar) incluiacutean descripciones de la vida domeacutestica costumbres ritos conocimientos cientiacuteficos de los pueblos americanos y con detalle ilustraban y relata-ban sacrificios humanos Descripciones que no eran en absoluto leyendas ni invenciones sino acciones que han sido recientemente confir-madas por arqueoacutelogos Asiacute las torres y muros de craacuteneos humanos insertados en vigas relata-dos y figurados por Tovar a finales del siglo XVI fueron descubiertos recientemente por los ar-queoacutelogos en la ciudad de Meacutexico DC
Las historias sobre caniacutebales imputadas a ci-vilizaciones primitivas sin que hubiera eviden-cia demostrada se extendieron a las culturas maacutes antiguas las que precedieron a nuestra especie A pesar del enorme avance que supu-sieron las nuevas teoriacuteas evolutivas de Darwin el origen de nuestra especie y nuestra evolu-cioacuten fueron muy mal aceptados por cientiacuteficos creacionistas y una sociedad que en general
Ilustracioacuten de Hans Staden de 1557 con eacutel en el fondo con barba y los brazos en alto mientras que los Tupinambaacute en Brasil se alimentan de otros humanos
ldquoEl caso de canibalismo maacutes antiguo tafonoacutemicamente estudiado se encuentra en los yacimientos de
Atapuerca Su ubicacioacuten en la Gran Dolina lo data hace aproximadamente 850000 antildeosrdquo
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rechazoacute unos oriacutegenes demasiado simiescos para su gusto
Quienes se llevaron la peor parte fueron los europeos neandertales y los erectus asiaacuteticos que fueron descubrieacutendose a lo largo del siglo XIX e inicios del XX El aspecto achaparrado de algunos individuos debido a procesos ar-triacuteticos la gran robustez de su anatomiacutea y la frecuente presencia de craacuteneos sin cara (boacuteve-das craneanas) fueron determinantes para pro-poner sin ninguacuten reparo masacres y venganzas que probaban su tradicioacuten caniacutebal Estudios ta-fonoacutemicos posteriores han mostrado que los craacuteneos se rompen naturalmente de esa ma-nera dejando abundantes boacutevedas craneanas Estos estudios proporcionan evidencias irrefu-tables registradas en los foacutesiles como marcas de corte hechas con cuchillos liacuteticos o morde-duras humanas
Podriacuteamos decir que los tafoacutenomos son fo-renses de foacutesiles Analizan las causas de muerte
posibles transportes de los cadaacuteveres incon-gruencias entre el contexto y las sentildeales regis-tradas en los foacutesiles o si determinadas agresio-nes se produjeron ante- peri- o post-mortem Lo que fosiliza son los restos de las viacutectimas y las evidencias en los foacutesiles permiten confirmar la existencia de canibalismo prehistoacuterico y carac-terizar el tipo de canibalismo practicado super-vivencia dieteacutetico o ritual o lo que es lo mismo HAMBRE DELEITE O MISTICISMO
Con este tiacutetulo Canibalismo hambre deleite o misticismo la autora de esta resentildea publicoacute en la coleccioacuten de la Fundacioacuten de Atapuerca ORI-GEN un pequentildeo libro donde se describe con maacutes detalle este tema que nos apasiona y a la vez nos repulsa
iquestPor queacute somos caniacutebales
Ciertamente todas las especies de nuestro linaje han sufrido praacutecticas caniacutebales y en to-das las partes del mundo se han dado casos de canibalismo Salvo un caso extremadamente du-doso referido en Sudaacutefrica (Sterkfontein) que aparentemente se produjo hace dos millones y medio de antildeos el caso de canibalismo maacutes anti-guo tafonoacutemicamente estudiado que se conoce se encuentra en los yacimientos de Atapuerca en un lugar conocido como la Gran Dolina Su ubicacioacuten en la excavacioacuten lo data hace aproxi-madamente 850000 antildeos Hay frecuentes citas de canibalismo desde entonces canibalismo que fue practicado en varias especies huma-nas Homo antecessor Homo heidelbergensis Homo neanderthalensis y por supuesto Homo sapiens En contraste con otras especies animales donde el canibalismo responde a control poblacional geneacutetico territorial sacrificio marital e incluso maternal entre los humanos no hay razoacuten al-guna que explique nuestro canibalismo No se restringe a una especie en concreto no hay ma-
ldquoEl canibalismo prehistoacuterico maacutes habitual es el
canibalismo gastronoacutemico o dieteacutetico El practicado como un ritual tambieacuten podiacutea ser una manera de atemorizar y amenazar a tribus vecinasrdquo
ldquoLas evidencias en los foacutesiles permiten confirmar
la existencia de canibalismo prehistoacuterico asiacute como caracterizar el tipo de
canibalismo practicado supervivencia dieteacutetico o
ritualrdquo
Portada del libro escrito por Yolanda Fernaacutendez
Jalvo El Canibalismo
Hambre deleite o misticismo de
la coleccion ORIGEN de la Fundacioacuten
Atapuerca
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yor frecuencia de estas praacutecticas en periodos de crisis climaacuteticas ni en ambientes maacutes o menos extremos ni en geografiacuteas concretas
El canibalismo prehistoacuterico maacutes habitual es el canibalismo gastronoacutemico o dieteacutetico es de-
reinterpretado canibalismo dieteacutetico tafonoacutemi-camente demostrado para encontrar motivacio-nes espirituales Hay mucho debate en torno al canibalismo sobre todo cuando es practicado por nuestra especie en periodos prehistoacutericos en que comienza a emerger el arte y la comple-jidad del pensamiento
Las razones del canibalismo en nuestra especie no se entienden en nuestra sociedad El canibalis-mo prehistoacuterico sin embargo puede entenderse como estrategia que soluciona dos problemas Por una parte la muerte de un miembro del gru-po supone una atraccioacuten indeseada de carrontildee-ros que ponen en peligro al resto Por otra la comida que proporciona el cuerpo de un com-pantildeero evita arriesgar al grupo en actividades de captacioacuten de comida por caza o carrontildeeo en las que alguacuten miembro del grupo puede quedar malherido al interponerse en la huida de la presa potencial o interponerse en la comida de un car-niacutevoro maacutes poderoso iquestPuede entonces hablarse del canibalismo prehistoacuterico como un comporta-miento indeseable y miserable o fue una estrate-gia inteligente de aprovechamiento del medio n
Rotura natural de craacuteneos En el antiguo museo de la Universidad de Ferrara (fotografiacuteas tomadas por al auto-ra) hay una buena coleccioacuten de moldes de craacuteneos de diferentes individuos de muy distintas especies humanas (Herectus Hheidelbergensis Hneanderthalensis) Lo interesante de esta coleccioacuten de moldes es que muestran la boacute-veda craneana rota de manera natural (numeracioacuten del 1-10) sin tener la connotacioacuten ritual de ldquocopa de craacuteneordquo que se viene dando cuando se produce canibalismo en eacutepocas de Homo sapiens
cir los humanos son parte de la dieta de otros humanos Otros tipos de canibalismo como el ritual o religioso tienen un trasfondo que se pue-de confundir con la intencioacuten de atemorizar y amenazar a la tribu vecina Maacutes recientemente y especialmente referidas a nuestra especie se ha
ldquoEl canibalismo prehistoacuterico puede entenderse como
estrategia que soluciona dos problemas evita la
presencia de carrontildeeros y proporciona comida sin
correr los riesgos de la cazardquo
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Los grupos de homiacutenidos que han poblado la Tierra desde hace maacutes de un milloacuten de antildeos viviacutean en condiciones extremadamente duras en las que obtener alimentos era muy complicado A la dieta vegetal que recolectaban en los bosques se fue sumando la ingesta de carne que obteniacutean actuando como carrontildeeros o cazando sus propias presas con el gran peligro que suponiacutea Es posible que el canibalismo fuera una costumbre maacutes habitual de lo que nos gustariacutea pensar Y es que hoy en diacutea es muy difiacutecil asimilar este comportamiento de hecho se ha convertido en un tabuacute que puede hacer que nos cueste aceptar las evidencias que hablan de coacutemo lo practicaron nuestros antepasados
La realidad del canibalismo ha estado presente en praacutecticamente toda nuestra historiahellip expre-siones como ldquome lo comeriacuteardquo o ldquoestaacute para co-meacuterselordquo casi son provocativas en este aspecto y sin embargo son de uso habitual y cotidiano para enfatizar con carintildeo que alguien nos gusta Existen muchas maneras de canibalismo que se han desarrollado a lo largo de nuestra historia De manera reiterada acciones que responden a causas puramente gastronoacutemicas o tratamientos rituales incidental y esporaacutedicamente en casos extremos de supervivencia o exaltacioacuten social en momentos de euforia generalizada aparte de casos patoloacutegicos de criacutemenes pasionales de ma-nera individual Aun hoy diacutea hay noticias de algu-na viacutectima que ha sido ingerida por alguacuten familiar o enamorado incluso turistas que se acercaron demasiado a tribus poco aconsejables
El consumo de partes o tejidos de individuos de la misma especie es por definicioacuten ldquocanibalis-mordquo teacutermino que al parecer se acuntildeoacute en 1492 Sin embargo ya en la Edad Media y mucho an-tes meacutedicos y curanderos consideraban que el
Museo de Ameacuterica ilustraciones del Coacute-dice Magliabecchiano
mostrando los rituales religiosos sacrificando
varios individuos durante las ofrendas
consumo de placenta huesos molidos o humo-res de individuos sanos eran un reconstituyente milagroso para sus pacientes Nada en esas re-cetas conllevaba el asesinato ni la violencia hacia el individuo canibalizado porque bien en vida o ya muertos por causas naturales los donantes no sufriacutean dantildeos dolorosos ni acciones incom-
patibles con su vida Cuando esta praacutectica con-llevoacute acciones violentas se consideroacute un hecho execrable Acciones de consumo de semejantes destaparon un sentimiento de horror hacia las nuevas civilizaciones del Nuevo Mundo que ase-sinaban torturaban o simplemente trataban a los europeos como ganado para consumir
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Las primeras referencias de este canibalismo violento se basaban en transmisioacuten oral de ta-les acciones entre diferentes grupos humanos acusaciones que en uacuteltimo teacutermino teniacutean fines lucrativos o compensatorios Asiacute las acusaciones entre pueblos vecinos de la misma condicioacuten colonos conquistadores o misioneros hacia los indiacutegenas sirvieron para establecer alianzas con-tratos de propiedad o exoneracioacuten de criacutemenes de lesa humanidad
Muchos de los relatos de acciones caniacutebales hasta entonces se basaban en prejuicios y malin-terpretaciones de europeos hacia las costumbres de distintas civilizaciones con las que entraban en contacto Tales temores llevaron en aque-llos tiempos de descubrimiento colonizacioacuten y conquista a dudar de la condicioacuten humana de los indiacutegenas es decir de su capacidad de tener alma Tan poco humanos eran los habitantes de
aquellos lugares que quienes se autoproclama-ban civilizados obtuvieron todos los derechos para ejecutar sin remilgo y torturar sin piedad a quienes habitaban sus ansiadas propiedades o se negaban a ser sus esclavos Tardamos mucho tiempo y varias guerras en colocarnos en nues-tro sitio en conocernos a nosotros mismos y abandonar el prejuicio contra otras civilizacio-nes
En antropologiacutea social a fin de ordenar y re-gular la veracidad de esos relatos Arens en el libro que publicoacute en 1979 The Man Eating Myth Anthropology and Anthropophagy establecioacute una serie de pautas imprescindibles para verificar que las supuestas viacutectimas no exageraban por miedo y temor hacia los otros Arens propu-so como criterio inequiacutevoco de canibalismo la existencia de testigos supervivientes que lo relataran Ciertamente pocos son los que pu-
dieron contarlo pero aun asiacute existen testimo-nios Tal es el caso de Hans Staden en 1557 que relatoacute en sus croacutenicas los largos antildeos de cau-tiverio de los Tupinambaacute en Brasil con la firme promesa de comeacuterselo y todos los festines que presencioacute Los coacutedices de religiosos del siglo XVI (Tudela-Magliabechiano o Tovar) incluiacutean descripciones de la vida domeacutestica costumbres ritos conocimientos cientiacuteficos de los pueblos americanos y con detalle ilustraban y relata-ban sacrificios humanos Descripciones que no eran en absoluto leyendas ni invenciones sino acciones que han sido recientemente confir-madas por arqueoacutelogos Asiacute las torres y muros de craacuteneos humanos insertados en vigas relata-dos y figurados por Tovar a finales del siglo XVI fueron descubiertos recientemente por los ar-queoacutelogos en la ciudad de Meacutexico DC
Las historias sobre caniacutebales imputadas a ci-vilizaciones primitivas sin que hubiera eviden-cia demostrada se extendieron a las culturas maacutes antiguas las que precedieron a nuestra especie A pesar del enorme avance que supu-sieron las nuevas teoriacuteas evolutivas de Darwin el origen de nuestra especie y nuestra evolu-cioacuten fueron muy mal aceptados por cientiacuteficos creacionistas y una sociedad que en general
Ilustracioacuten de Hans Staden de 1557 con eacutel en el fondo con barba y los brazos en alto mientras que los Tupinambaacute en Brasil se alimentan de otros humanos
ldquoEl caso de canibalismo maacutes antiguo tafonoacutemicamente estudiado se encuentra en los yacimientos de
Atapuerca Su ubicacioacuten en la Gran Dolina lo data hace aproximadamente 850000 antildeosrdquo
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rechazoacute unos oriacutegenes demasiado simiescos para su gusto
Quienes se llevaron la peor parte fueron los europeos neandertales y los erectus asiaacuteticos que fueron descubrieacutendose a lo largo del siglo XIX e inicios del XX El aspecto achaparrado de algunos individuos debido a procesos ar-triacuteticos la gran robustez de su anatomiacutea y la frecuente presencia de craacuteneos sin cara (boacuteve-das craneanas) fueron determinantes para pro-poner sin ninguacuten reparo masacres y venganzas que probaban su tradicioacuten caniacutebal Estudios ta-fonoacutemicos posteriores han mostrado que los craacuteneos se rompen naturalmente de esa ma-nera dejando abundantes boacutevedas craneanas Estos estudios proporcionan evidencias irrefu-tables registradas en los foacutesiles como marcas de corte hechas con cuchillos liacuteticos o morde-duras humanas
Podriacuteamos decir que los tafoacutenomos son fo-renses de foacutesiles Analizan las causas de muerte
posibles transportes de los cadaacuteveres incon-gruencias entre el contexto y las sentildeales regis-tradas en los foacutesiles o si determinadas agresio-nes se produjeron ante- peri- o post-mortem Lo que fosiliza son los restos de las viacutectimas y las evidencias en los foacutesiles permiten confirmar la existencia de canibalismo prehistoacuterico y carac-terizar el tipo de canibalismo practicado super-vivencia dieteacutetico o ritual o lo que es lo mismo HAMBRE DELEITE O MISTICISMO
Con este tiacutetulo Canibalismo hambre deleite o misticismo la autora de esta resentildea publicoacute en la coleccioacuten de la Fundacioacuten de Atapuerca ORI-GEN un pequentildeo libro donde se describe con maacutes detalle este tema que nos apasiona y a la vez nos repulsa
iquestPor queacute somos caniacutebales
Ciertamente todas las especies de nuestro linaje han sufrido praacutecticas caniacutebales y en to-das las partes del mundo se han dado casos de canibalismo Salvo un caso extremadamente du-doso referido en Sudaacutefrica (Sterkfontein) que aparentemente se produjo hace dos millones y medio de antildeos el caso de canibalismo maacutes anti-guo tafonoacutemicamente estudiado que se conoce se encuentra en los yacimientos de Atapuerca en un lugar conocido como la Gran Dolina Su ubicacioacuten en la excavacioacuten lo data hace aproxi-madamente 850000 antildeos Hay frecuentes citas de canibalismo desde entonces canibalismo que fue practicado en varias especies huma-nas Homo antecessor Homo heidelbergensis Homo neanderthalensis y por supuesto Homo sapiens En contraste con otras especies animales donde el canibalismo responde a control poblacional geneacutetico territorial sacrificio marital e incluso maternal entre los humanos no hay razoacuten al-guna que explique nuestro canibalismo No se restringe a una especie en concreto no hay ma-
ldquoEl canibalismo prehistoacuterico maacutes habitual es el
canibalismo gastronoacutemico o dieteacutetico El practicado como un ritual tambieacuten podiacutea ser una manera de atemorizar y amenazar a tribus vecinasrdquo
ldquoLas evidencias en los foacutesiles permiten confirmar
la existencia de canibalismo prehistoacuterico asiacute como caracterizar el tipo de
canibalismo practicado supervivencia dieteacutetico o
ritualrdquo
Portada del libro escrito por Yolanda Fernaacutendez
Jalvo El Canibalismo
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Atapuerca
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yor frecuencia de estas praacutecticas en periodos de crisis climaacuteticas ni en ambientes maacutes o menos extremos ni en geografiacuteas concretas
El canibalismo prehistoacuterico maacutes habitual es el canibalismo gastronoacutemico o dieteacutetico es de-
reinterpretado canibalismo dieteacutetico tafonoacutemi-camente demostrado para encontrar motivacio-nes espirituales Hay mucho debate en torno al canibalismo sobre todo cuando es practicado por nuestra especie en periodos prehistoacutericos en que comienza a emerger el arte y la comple-jidad del pensamiento
Las razones del canibalismo en nuestra especie no se entienden en nuestra sociedad El canibalis-mo prehistoacuterico sin embargo puede entenderse como estrategia que soluciona dos problemas Por una parte la muerte de un miembro del gru-po supone una atraccioacuten indeseada de carrontildee-ros que ponen en peligro al resto Por otra la comida que proporciona el cuerpo de un com-pantildeero evita arriesgar al grupo en actividades de captacioacuten de comida por caza o carrontildeeo en las que alguacuten miembro del grupo puede quedar malherido al interponerse en la huida de la presa potencial o interponerse en la comida de un car-niacutevoro maacutes poderoso iquestPuede entonces hablarse del canibalismo prehistoacuterico como un comporta-miento indeseable y miserable o fue una estrate-gia inteligente de aprovechamiento del medio n
Rotura natural de craacuteneos En el antiguo museo de la Universidad de Ferrara (fotografiacuteas tomadas por al auto-ra) hay una buena coleccioacuten de moldes de craacuteneos de diferentes individuos de muy distintas especies humanas (Herectus Hheidelbergensis Hneanderthalensis) Lo interesante de esta coleccioacuten de moldes es que muestran la boacute-veda craneana rota de manera natural (numeracioacuten del 1-10) sin tener la connotacioacuten ritual de ldquocopa de craacuteneordquo que se viene dando cuando se produce canibalismo en eacutepocas de Homo sapiens
cir los humanos son parte de la dieta de otros humanos Otros tipos de canibalismo como el ritual o religioso tienen un trasfondo que se pue-de confundir con la intencioacuten de atemorizar y amenazar a la tribu vecina Maacutes recientemente y especialmente referidas a nuestra especie se ha
ldquoEl canibalismo prehistoacuterico puede entenderse como
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Muchos de los relatos de acciones caniacutebales hasta entonces se basaban en prejuicios y malin-terpretaciones de europeos hacia las costumbres de distintas civilizaciones con las que entraban en contacto Tales temores llevaron en aque-llos tiempos de descubrimiento colonizacioacuten y conquista a dudar de la condicioacuten humana de los indiacutegenas es decir de su capacidad de tener alma Tan poco humanos eran los habitantes de
aquellos lugares que quienes se autoproclama-ban civilizados obtuvieron todos los derechos para ejecutar sin remilgo y torturar sin piedad a quienes habitaban sus ansiadas propiedades o se negaban a ser sus esclavos Tardamos mucho tiempo y varias guerras en colocarnos en nues-tro sitio en conocernos a nosotros mismos y abandonar el prejuicio contra otras civilizacio-nes
En antropologiacutea social a fin de ordenar y re-gular la veracidad de esos relatos Arens en el libro que publicoacute en 1979 The Man Eating Myth Anthropology and Anthropophagy establecioacute una serie de pautas imprescindibles para verificar que las supuestas viacutectimas no exageraban por miedo y temor hacia los otros Arens propu-so como criterio inequiacutevoco de canibalismo la existencia de testigos supervivientes que lo relataran Ciertamente pocos son los que pu-
dieron contarlo pero aun asiacute existen testimo-nios Tal es el caso de Hans Staden en 1557 que relatoacute en sus croacutenicas los largos antildeos de cau-tiverio de los Tupinambaacute en Brasil con la firme promesa de comeacuterselo y todos los festines que presencioacute Los coacutedices de religiosos del siglo XVI (Tudela-Magliabechiano o Tovar) incluiacutean descripciones de la vida domeacutestica costumbres ritos conocimientos cientiacuteficos de los pueblos americanos y con detalle ilustraban y relata-ban sacrificios humanos Descripciones que no eran en absoluto leyendas ni invenciones sino acciones que han sido recientemente confir-madas por arqueoacutelogos Asiacute las torres y muros de craacuteneos humanos insertados en vigas relata-dos y figurados por Tovar a finales del siglo XVI fueron descubiertos recientemente por los ar-queoacutelogos en la ciudad de Meacutexico DC
Las historias sobre caniacutebales imputadas a ci-vilizaciones primitivas sin que hubiera eviden-cia demostrada se extendieron a las culturas maacutes antiguas las que precedieron a nuestra especie A pesar del enorme avance que supu-sieron las nuevas teoriacuteas evolutivas de Darwin el origen de nuestra especie y nuestra evolu-cioacuten fueron muy mal aceptados por cientiacuteficos creacionistas y una sociedad que en general
Ilustracioacuten de Hans Staden de 1557 con eacutel en el fondo con barba y los brazos en alto mientras que los Tupinambaacute en Brasil se alimentan de otros humanos
ldquoEl caso de canibalismo maacutes antiguo tafonoacutemicamente estudiado se encuentra en los yacimientos de
Atapuerca Su ubicacioacuten en la Gran Dolina lo data hace aproximadamente 850000 antildeosrdquo
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Quienes se llevaron la peor parte fueron los europeos neandertales y los erectus asiaacuteticos que fueron descubrieacutendose a lo largo del siglo XIX e inicios del XX El aspecto achaparrado de algunos individuos debido a procesos ar-triacuteticos la gran robustez de su anatomiacutea y la frecuente presencia de craacuteneos sin cara (boacuteve-das craneanas) fueron determinantes para pro-poner sin ninguacuten reparo masacres y venganzas que probaban su tradicioacuten caniacutebal Estudios ta-fonoacutemicos posteriores han mostrado que los craacuteneos se rompen naturalmente de esa ma-nera dejando abundantes boacutevedas craneanas Estos estudios proporcionan evidencias irrefu-tables registradas en los foacutesiles como marcas de corte hechas con cuchillos liacuteticos o morde-duras humanas
Podriacuteamos decir que los tafoacutenomos son fo-renses de foacutesiles Analizan las causas de muerte
posibles transportes de los cadaacuteveres incon-gruencias entre el contexto y las sentildeales regis-tradas en los foacutesiles o si determinadas agresio-nes se produjeron ante- peri- o post-mortem Lo que fosiliza son los restos de las viacutectimas y las evidencias en los foacutesiles permiten confirmar la existencia de canibalismo prehistoacuterico y carac-terizar el tipo de canibalismo practicado super-vivencia dieteacutetico o ritual o lo que es lo mismo HAMBRE DELEITE O MISTICISMO
Con este tiacutetulo Canibalismo hambre deleite o misticismo la autora de esta resentildea publicoacute en la coleccioacuten de la Fundacioacuten de Atapuerca ORI-GEN un pequentildeo libro donde se describe con maacutes detalle este tema que nos apasiona y a la vez nos repulsa
iquestPor queacute somos caniacutebales
Ciertamente todas las especies de nuestro linaje han sufrido praacutecticas caniacutebales y en to-das las partes del mundo se han dado casos de canibalismo Salvo un caso extremadamente du-doso referido en Sudaacutefrica (Sterkfontein) que aparentemente se produjo hace dos millones y medio de antildeos el caso de canibalismo maacutes anti-guo tafonoacutemicamente estudiado que se conoce se encuentra en los yacimientos de Atapuerca en un lugar conocido como la Gran Dolina Su ubicacioacuten en la excavacioacuten lo data hace aproxi-madamente 850000 antildeos Hay frecuentes citas de canibalismo desde entonces canibalismo que fue practicado en varias especies huma-nas Homo antecessor Homo heidelbergensis Homo neanderthalensis y por supuesto Homo sapiens En contraste con otras especies animales donde el canibalismo responde a control poblacional geneacutetico territorial sacrificio marital e incluso maternal entre los humanos no hay razoacuten al-guna que explique nuestro canibalismo No se restringe a una especie en concreto no hay ma-
ldquoEl canibalismo prehistoacuterico maacutes habitual es el
canibalismo gastronoacutemico o dieteacutetico El practicado como un ritual tambieacuten podiacutea ser una manera de atemorizar y amenazar a tribus vecinasrdquo
ldquoLas evidencias en los foacutesiles permiten confirmar
la existencia de canibalismo prehistoacuterico asiacute como caracterizar el tipo de
canibalismo practicado supervivencia dieteacutetico o
ritualrdquo
Portada del libro escrito por Yolanda Fernaacutendez
Jalvo El Canibalismo
Hambre deleite o misticismo de
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yor frecuencia de estas praacutecticas en periodos de crisis climaacuteticas ni en ambientes maacutes o menos extremos ni en geografiacuteas concretas
El canibalismo prehistoacuterico maacutes habitual es el canibalismo gastronoacutemico o dieteacutetico es de-
reinterpretado canibalismo dieteacutetico tafonoacutemi-camente demostrado para encontrar motivacio-nes espirituales Hay mucho debate en torno al canibalismo sobre todo cuando es practicado por nuestra especie en periodos prehistoacutericos en que comienza a emerger el arte y la comple-jidad del pensamiento
Las razones del canibalismo en nuestra especie no se entienden en nuestra sociedad El canibalis-mo prehistoacuterico sin embargo puede entenderse como estrategia que soluciona dos problemas Por una parte la muerte de un miembro del gru-po supone una atraccioacuten indeseada de carrontildee-ros que ponen en peligro al resto Por otra la comida que proporciona el cuerpo de un com-pantildeero evita arriesgar al grupo en actividades de captacioacuten de comida por caza o carrontildeeo en las que alguacuten miembro del grupo puede quedar malherido al interponerse en la huida de la presa potencial o interponerse en la comida de un car-niacutevoro maacutes poderoso iquestPuede entonces hablarse del canibalismo prehistoacuterico como un comporta-miento indeseable y miserable o fue una estrate-gia inteligente de aprovechamiento del medio n
Rotura natural de craacuteneos En el antiguo museo de la Universidad de Ferrara (fotografiacuteas tomadas por al auto-ra) hay una buena coleccioacuten de moldes de craacuteneos de diferentes individuos de muy distintas especies humanas (Herectus Hheidelbergensis Hneanderthalensis) Lo interesante de esta coleccioacuten de moldes es que muestran la boacute-veda craneana rota de manera natural (numeracioacuten del 1-10) sin tener la connotacioacuten ritual de ldquocopa de craacuteneordquo que se viene dando cuando se produce canibalismo en eacutepocas de Homo sapiens
cir los humanos son parte de la dieta de otros humanos Otros tipos de canibalismo como el ritual o religioso tienen un trasfondo que se pue-de confundir con la intencioacuten de atemorizar y amenazar a la tribu vecina Maacutes recientemente y especialmente referidas a nuestra especie se ha
ldquoEl canibalismo prehistoacuterico puede entenderse como
estrategia que soluciona dos problemas evita la
presencia de carrontildeeros y proporciona comida sin
correr los riesgos de la cazardquo
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rechazoacute unos oriacutegenes demasiado simiescos para su gusto
Quienes se llevaron la peor parte fueron los europeos neandertales y los erectus asiaacuteticos que fueron descubrieacutendose a lo largo del siglo XIX e inicios del XX El aspecto achaparrado de algunos individuos debido a procesos ar-triacuteticos la gran robustez de su anatomiacutea y la frecuente presencia de craacuteneos sin cara (boacuteve-das craneanas) fueron determinantes para pro-poner sin ninguacuten reparo masacres y venganzas que probaban su tradicioacuten caniacutebal Estudios ta-fonoacutemicos posteriores han mostrado que los craacuteneos se rompen naturalmente de esa ma-nera dejando abundantes boacutevedas craneanas Estos estudios proporcionan evidencias irrefu-tables registradas en los foacutesiles como marcas de corte hechas con cuchillos liacuteticos o morde-duras humanas
Podriacuteamos decir que los tafoacutenomos son fo-renses de foacutesiles Analizan las causas de muerte
posibles transportes de los cadaacuteveres incon-gruencias entre el contexto y las sentildeales regis-tradas en los foacutesiles o si determinadas agresio-nes se produjeron ante- peri- o post-mortem Lo que fosiliza son los restos de las viacutectimas y las evidencias en los foacutesiles permiten confirmar la existencia de canibalismo prehistoacuterico y carac-terizar el tipo de canibalismo practicado super-vivencia dieteacutetico o ritual o lo que es lo mismo HAMBRE DELEITE O MISTICISMO
Con este tiacutetulo Canibalismo hambre deleite o misticismo la autora de esta resentildea publicoacute en la coleccioacuten de la Fundacioacuten de Atapuerca ORI-GEN un pequentildeo libro donde se describe con maacutes detalle este tema que nos apasiona y a la vez nos repulsa
iquestPor queacute somos caniacutebales
Ciertamente todas las especies de nuestro linaje han sufrido praacutecticas caniacutebales y en to-das las partes del mundo se han dado casos de canibalismo Salvo un caso extremadamente du-doso referido en Sudaacutefrica (Sterkfontein) que aparentemente se produjo hace dos millones y medio de antildeos el caso de canibalismo maacutes anti-guo tafonoacutemicamente estudiado que se conoce se encuentra en los yacimientos de Atapuerca en un lugar conocido como la Gran Dolina Su ubicacioacuten en la excavacioacuten lo data hace aproxi-madamente 850000 antildeos Hay frecuentes citas de canibalismo desde entonces canibalismo que fue practicado en varias especies huma-nas Homo antecessor Homo heidelbergensis Homo neanderthalensis y por supuesto Homo sapiens En contraste con otras especies animales donde el canibalismo responde a control poblacional geneacutetico territorial sacrificio marital e incluso maternal entre los humanos no hay razoacuten al-guna que explique nuestro canibalismo No se restringe a una especie en concreto no hay ma-
ldquoEl canibalismo prehistoacuterico maacutes habitual es el
canibalismo gastronoacutemico o dieteacutetico El practicado como un ritual tambieacuten podiacutea ser una manera de atemorizar y amenazar a tribus vecinasrdquo
ldquoLas evidencias en los foacutesiles permiten confirmar
la existencia de canibalismo prehistoacuterico asiacute como caracterizar el tipo de
canibalismo practicado supervivencia dieteacutetico o
ritualrdquo
Portada del libro escrito por Yolanda Fernaacutendez
Jalvo El Canibalismo
Hambre deleite o misticismo de
la coleccion ORIGEN de la Fundacioacuten
Atapuerca
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El canibalismo prehistoacuterico maacutes habitual es el canibalismo gastronoacutemico o dieteacutetico es de-
reinterpretado canibalismo dieteacutetico tafonoacutemi-camente demostrado para encontrar motivacio-nes espirituales Hay mucho debate en torno al canibalismo sobre todo cuando es practicado por nuestra especie en periodos prehistoacutericos en que comienza a emerger el arte y la comple-jidad del pensamiento
Las razones del canibalismo en nuestra especie no se entienden en nuestra sociedad El canibalis-mo prehistoacuterico sin embargo puede entenderse como estrategia que soluciona dos problemas Por una parte la muerte de un miembro del gru-po supone una atraccioacuten indeseada de carrontildee-ros que ponen en peligro al resto Por otra la comida que proporciona el cuerpo de un com-pantildeero evita arriesgar al grupo en actividades de captacioacuten de comida por caza o carrontildeeo en las que alguacuten miembro del grupo puede quedar malherido al interponerse en la huida de la presa potencial o interponerse en la comida de un car-niacutevoro maacutes poderoso iquestPuede entonces hablarse del canibalismo prehistoacuterico como un comporta-miento indeseable y miserable o fue una estrate-gia inteligente de aprovechamiento del medio n
Rotura natural de craacuteneos En el antiguo museo de la Universidad de Ferrara (fotografiacuteas tomadas por al auto-ra) hay una buena coleccioacuten de moldes de craacuteneos de diferentes individuos de muy distintas especies humanas (Herectus Hheidelbergensis Hneanderthalensis) Lo interesante de esta coleccioacuten de moldes es que muestran la boacute-veda craneana rota de manera natural (numeracioacuten del 1-10) sin tener la connotacioacuten ritual de ldquocopa de craacuteneordquo que se viene dando cuando se produce canibalismo en eacutepocas de Homo sapiens
cir los humanos son parte de la dieta de otros humanos Otros tipos de canibalismo como el ritual o religioso tienen un trasfondo que se pue-de confundir con la intencioacuten de atemorizar y amenazar a la tribu vecina Maacutes recientemente y especialmente referidas a nuestra especie se ha
ldquoEl canibalismo prehistoacuterico puede entenderse como
estrategia que soluciona dos problemas evita la
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Las razones del canibalismo en nuestra especie no se entienden en nuestra sociedad El canibalis-mo prehistoacuterico sin embargo puede entenderse como estrategia que soluciona dos problemas Por una parte la muerte de un miembro del gru-po supone una atraccioacuten indeseada de carrontildee-ros que ponen en peligro al resto Por otra la comida que proporciona el cuerpo de un com-pantildeero evita arriesgar al grupo en actividades de captacioacuten de comida por caza o carrontildeeo en las que alguacuten miembro del grupo puede quedar malherido al interponerse en la huida de la presa potencial o interponerse en la comida de un car-niacutevoro maacutes poderoso iquestPuede entonces hablarse del canibalismo prehistoacuterico como un comporta-miento indeseable y miserable o fue una estrate-gia inteligente de aprovechamiento del medio n
Rotura natural de craacuteneos En el antiguo museo de la Universidad de Ferrara (fotografiacuteas tomadas por al auto-ra) hay una buena coleccioacuten de moldes de craacuteneos de diferentes individuos de muy distintas especies humanas (Herectus Hheidelbergensis Hneanderthalensis) Lo interesante de esta coleccioacuten de moldes es que muestran la boacute-veda craneana rota de manera natural (numeracioacuten del 1-10) sin tener la connotacioacuten ritual de ldquocopa de craacuteneordquo que se viene dando cuando se produce canibalismo en eacutepocas de Homo sapiens
cir los humanos son parte de la dieta de otros humanos Otros tipos de canibalismo como el ritual o religioso tienen un trasfondo que se pue-de confundir con la intencioacuten de atemorizar y amenazar a la tribu vecina Maacutes recientemente y especialmente referidas a nuestra especie se ha
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