Download - Campeona de saltos ornamentales
Verónica Ribot Canales es una saltado amateur. Compitió en tres juegos olímpicos como clavadista logrando excelentes
posiciones. Aunque su vida deportiva era un éxito, en su interior se sentía vacía. Pensó que casarse seria la respuesta a su
tristeza, pero finalmente su vida se destrozó.
“Nací en Argentina, pero a la edad de seis años mi familia se mudó a las Bahamas. Allí comencé a practicar
natación y saltos ornamentales. Gané varios premios en dos disciplinas:
plataforma y trampolín.
Entonces conocí a Pablo, el que hoy es mi esposo. Cuando vino a buscarme por primera vez a mi casa, llegó con
una niña a su lado. Entonces comprendí que era divorciado y mi pensamiento fue: “En que lio me
estoy metiendo”. Inmediatamente me respondí diciendo: “Es buen mozo. Voy a salir igual con él pero no va a
pasar nada”. Finalmente me enamoré y me casé con él en 1989 en la
ciudad Miami, Florida.
Durante nuestro primer año de matrimonio pasamos pruebas
difíciles, aunque pudimos sobrellevarlas. Nunca imaginamos
que un huracán que llego a las costas de la Florida empeoraría las cosas. Azotó fuertemente la ciudad y en cuestión de tres o cuatro horas lo
habíamos perdido todo. Al ver lo que había quedado de nuestra casa, nuestro matrimonio comenzó a
desmoronarse.
Un amigo de mi esposo llamado Jeff, era cristiano y creía tener una respuesta para nuestra necesidad. Jeff siempre
intentaba hablarle a mi esposo de Jesús y una tarde nos invito a estudiar la
Biblia en su casa. Por cumplir, aceptamos, aunque no entendíamos lo que Dios quería hacer, pero nosotros no podíamos arreglar nuestra situación y
necesitábamos ayuda
Habíamos intentado de todo, menos con Jesús. Jeff insistió en reunirnos una ves por semana para leer las
buena nuevas de Jesús y poco a poco comenzamos a abrir nuestro corazón a Dios. Habíamos encontrado la pieza que faltaba, mi vida cambio y nuestra
familia es feliz.