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Mente, arte, comunicación y ética: revisión de las prácticas del siglo XXI
Javier Cruz Márquez
Literatura y Ciencias del Lenguaje
21/12/13
UCSJ
Consideraciones sobre la conectividad
Internet, dispositivos móviles y redes sociales
En la actualidad, es común para nosotros levantarnos y atender nuestras computadoras
y/o dispositivos móviles para ponernos al tanto de lo que sucede en nuestras redes
sociales, en el mundo de la conectividad en línea. Es, en la mayoría de los casos, un
hábito relativamente normal comenzar esta revisión desde casi despertar y luego seguir
atendiendo periódicamente a lo largo de nuestro día toda la información que allí se
muestra. Así, hasta terminando el día, y en la noche antes de dormir volver a dar
revisión a todos los elementos que nos resultan relevantes en este mundo virtual. Ya no
nos sorprende que mucho de nuestra vida se encuentre a la mano en un celular (o
smartphone, si se quiere) o una tableta; así, de tener una conexión, cualquier persona
con uno de estos dispositivos móviles puede tener llevar consigo su trabajo, sus amigos
e incluso su entretenimiento para disponer de ello cuando desee.
En caso de no contar con un plan de datos que permita que que nuestros
dispositivos móviles estén conectados en todo momento, es muy sencillo accesar a toda
la información de Internet en una computadora: casera, escolar, de oficina, las opciones
son muchas. Para la mayoría de nosotros, la conectividad y el fácil acceso se han
convertido en algo natural con lo que convivimos día a día.
2
Dentro de esta cotidianidad con la que convivimos con los contenidos de
Internet, valdría la pena apuntar el vertiginoso cauce que han tenido las Tecnologías de
la Información (TIC) en los últimos años. La evolución del hardware y el software que
le facilita al usuario la interacción a través de Internet le da cada día más elementos que
posibiliten su ubicuidad. El uso de la fibra óptica, del 4G ante la movilidad, han hecho
de las telecomunicaciones algo también más eficiente, al acceso a la información se le
ha agregado el importante valor de la velocidad: nos parece lejano y poco eficiente el
uso de un modem que tuviera que estar conectado a nuestra computadora desde el
teléfono.
Sin embargo, la importancia que le damos a la velocidad con la que recibimos la
información no es una necesidad totalmente propia de finales del siglo XX. Cuando
Marshall McLuhan dividió la Historia del Hombre en varias etapas a partir de los
medios únicos que las rigieron (alfabeto, imprenta, medios electrónicos) notamos cómo
es que el flujo de contenidos ha llegado a nuestro tiempo con la característica de
globalidad y de inmediatez. Si bien McLuhan no logró presenciar el boom que Internet
causó en la sociedad, muchas de las cualidades que él encontró en los medios
electrónicos (principalmente la televisión) han permanecido vivos y adaptándose en la
actualidad.
En la década de los sesenta, McLuhan advertía “El nuestro es un mundo
flamante de repenteneidad. El ‘tiempo’ ha cesado, el espacio se ha esfumado. Ahora,
vivimos en una aldea global… un suceder simultáneo”1. Con la llegada de los medios
electrónicos, la transmisión de contenidos sonoros y visuales de forma inmediata, ha
retomado las características de la Era Preliteraria, es decir, cuando la comunicación
involucraba a todos los sentidos (y no sólo a lo visual como con la llegada del alfabeto y
1 McLuhan, Marshall, Fiore, Quentin, El medio es el masaje¸ Paidós, España, p. 63
3
la imprenta); igualmente, la forma en que los nuevos medios volvieron a hacer partícipe
al receptor hace que retomemos algunas cualidades de la era ya señalada.
Otro factor clave que me gustaría rescatar para entender el fenómeno de la
cercanía derivada del momento actual de las TIC es el de “Aldea Global”, cuya
principal característica es la inmediatez que derivará en proximidad. Una forma de
describir sus consecuencias, así como la forma en que ha cambiado la interacción
humana es:
Hemos tenido que desviar el peso de nuestra atención, de la acción a la reacción. Ahora debemos conocer de antemano las consecuencias de toda política o acción ya que experimentamos sus resultados sin demora. Debido a la velocidad eléctrica, ya no podemos esperar para ver qué pasa. […] El circuito eléctrico compromete profundamente a los hombres entre sí. La información cae sobre nosotros al instante y continuamente. Apenas se adquiere una información, la sustituye con gran rapidez otra información aún más nueva […]; la comunicación instantánea nos asegura que todos los factores del ambiente y de la experiencia coexisten en un estado de interacción activa.2
Si lo pensamos, la Aldea Global y su poder de cercanía pueden hallar puntos de encuen-
tro con la sociedad que utiliza Internet cada día. McLuhan no alcanzó a describir una
posible Era Digital, no obstante, la llegada de este nuevo medio y, como se verá a deta-
lle, de las redes sociales, han cambiado radicalmente no sólo la forma y velocidad en la
que se recibe la información sino también el cómo es manejada y distribuida por los
usuarios.
Entonces, ¿qué ha sucedido para que hábitos ahora normales estén tan presentes
cuando hace algunos años sólo algunos lograban vislumbrarlos? ¿qué ha hecho del in-
ternet y sus variados recursos el medio primordial de esta generación? McLuhan adver-
tía algunos de los elementos que ahora se han enraizado tanto en la sociedad pero, ¿có-
2 Idem
4
mo convivimos con ellos? Sin duda es enriquecedor cuestionarse al respecto, estando
naturalmente inmersos en este contexto.
En este ensayo, buscaré en primer lugar reflexionar un poco en torno a la forma
en que Internet y específicamente redes sociales como Facebook y Twitter han cambia-
do nuestro modo de interactuar e incluso nos han dado nuevos hábitos en nuestra vida
cotidiana. Igualmente, le daré un importante peso a los dispositivos móviles, como una
herramienta que por sus cada vez más amplias funciones se inserta perfectamente bien
en un mundo en donde la rapidez y la ubicuidad se han vuelto necesidades casi funda-
mentales.
Internet, smartphones y cómo han cambiado nuestra comunicación
En tanto que actualmente nos encontramos viviendo la etapa en donde Internet es el me-
dio con más importancia a nivel global, sería difícil poder definir con exactitud el modo
y las múltiples repercusiones con las que está modificado la cultura y la forma en que
nos comunicamos. Ahora que, retomando el concepto de las eras planteado por
McLuhan, podríamos decir que la actual se distingue porque:
No se trata tan sólo de añadir algo a lo previamente existente, sino de utilizar todo lo que existe en diferentes formas, funcionando el entorno como variable que condiciona esas mismas formas […], hablamos de un sistema en el que los recursos y los entornos están creando nuevas y variadas relaciones que resultan de su naturaleza inestable, móvil y global, generando un constante estado de desequilibrio que rápida-mente se reequilibra para seguidamente desequilibrarse por la intro-ducción de nuevos recursos o ambientes en el ecosistema.3
3 Canavilhas, João, “El nuevo ecosistema mediático” en Index.comunicación: Revista científica en el ámbito de la Comunicación Aplicada, Vol. 1, Nº. 1, 2011, p. 14
5
Algo que distingue al Internet es la forma en que ha absorbido a los medios electrónicos
que le anteceden, las relaciones con ellos nutren a ambos y de cierto modo van difumi-
nando lo que anteriormente pudo haber sido considerado como una diferencia clara.
Esta suma de medios con tan sencillo acceso me resulta una razón perfectamente clara
del porqué lo popular de este nuevo medio ha crecido exponencialmente en tan sólo
unos años.
“Cuánto más grande sea el número de formas que se funden, más alta es la ener-
gía producida y, por tanto, mayor es el atractivo para los seres humanos”,4 señala Cana-
vilhas describiendo la forma en que Internet se ha convertido en una atractiva fuente de
hibridación de medios. No es de dudarse que estemos conviviendo con un medio cálido,
uno que presenta un amplísimo abanico recursos a donde atender y cuya constante faci-
lidad está constantemente bombardeando a quienes participan en este nueva forma de
comunicación. Intuitivo, sencillo, fácil, simple: estos adjetivos se han vuelto recurrentes
al describir los múltiples recursos que nutren de forma continua a este medio que se ha
distinguido por su dinamismo e inestabilidad.
Como ya comentaba al inicio, la evolución tecnológica va a la par del medio dis-
poniendo a los usuarios varias herramientas que les faciliten la posibilidad de ingresar
en él. Pasando por la reducción al tamaño de las computadoras personales hasta la cada
vez más popular participación de dispositivos móviles, es sencillo notar que la transfor-
mación de las herramientas va dirigida al concepto de ubicuidad. Poder accesar a toda la
información en cualquier momento y qué mejor que hacer de esto algo lo más cómodo
posible: basta observar como la tendencia se aleja cada vez más de los ordenadores de
escritorio, pasando por las computadoras portátiles (cuya adquisición cada vez es me-
4 Ibid, p. 17
6
nor) y a dos artículos cuyo uso va en crecimiento: los teléfonos inteligentes y las table-
tas.
¿Qué tanto modifican nuestra cultura estos dispositivos a que menciono? Ya en
2004 el japonés Kunio Nakamura nos adelantaba algo que vivimos palpablemente:
Y en cuanto a los dispositivos, las tecnologías digitales son, por su-puesto, esenciales, pero ciertos tipos de tecnologías análogas, especial-mente aquellas relacionadas con la facilidad de uso y la calidad de imágenes y sonido, deberían de ser incorporados. Deberían de ser más pequeños y más orientados a la movilidad. Con respecto a los servi-cios de contenido, debería haber más que resulten útiles para la vida y trabajo de las personas.5
Además de la velocidad, el factor de movilidad ha cobrado un valor importante. Los
teléfonos celulares han pasado por una transformación que avanzó casi paralelamente a
la proliferación del Internet. En menos de una década, estos artefactos pasaron de la
pura emisión sonora, pasando por la tecnología de los SMS, agregando funciones
multimedia (cámara para fotografías y video) e incluyendo cada vez más software. Los
contenidos que solicitaba Nakamura son ya funciones predeterminadas: agendas, mapas,
geolocalización. Ahora, los llamados teléfonos inteligentes, además de ser las
herramientas que, junto a la computadora, se mueven con más cercanía a la
inestabilidad propia de la Era Digital, se han convertido en un dispositivo que promueve
el consumo personal y, a su vez, la conectividad.
Pasamos de tener toda nuestra información de una computadora a un dispositivo
de fácil acceso y transporte. Vale la pena recordar, que la búsqueda para integrar
software y telefonía ya se estaba estudiando desde la década de los setenta y no fue
5 Nakamura, Kunio, Creating a Ubiquitous Network Society – Japan, a Nation Built on Technology, < http://octavioislas.files.wordpress.com/2008/09/nakamura.pdf> (13 de diciembre de 2013)
7
hasta finales del siglo pasado que, con su comercialización, provocó una respuesta
social a gran escala.
Son los dispositivos inteligentes la mejor extensión que existe del fenómeno de
Internet. Sincronizados a la red, los smartphones y tabletas tienen la capacidad de llevar
la vida entera de toda una persona en cada vez menos espacio. A diferencia de una
computadora portátil, un smartphone es muchísimo más fácil de transportar y de revisar
de manera constante. A pesar de que estos artículos son más una herramienta que
facilita el contacto, bien se puede decir que han modificado la forma en la que nos
comunicamos y acercamos a ellas: “Internet proporciona el contacto continuo; la
sensación de que los conocidos y los desconocidos están ahí, al alcance de la mano,
nunca mejor dicho.”6
Todo en todo momento, de eso trata la ubicuidad pero, ¿qué tanto han cambiado
nuestros hábitos de consumo de información con su llegada? No podemos dudar que
esto suceda de forma constante. Basta poner un ejemplo: según el Estudio 2013 de
hábitos y percepciones de los mexicanos sobre Internet y diversas tecnologías
asociadas realizado por The World Internet Project suelta, entre muchas otras
estadísticas, 2 datos de suma importancia para este ensayo: “El uso desmedido de los
nuevos dispositivos móviles ha modificado la interacción familiar tradicional. 27% de
los usuarios consideran que internet ha afectado el tiempo que le dedican a su familia”,7
para ejemplificar el cambio de nuestro paradigma social; la segunda cifra apunta a la
importancia de los dispositivos móviles en México:
64% de los usuarios de Internet en México se conectan también por medio del teléfono celular […] Con base en el índice de Producción
6 Bernete, Francisco, “Usos de las TIC, Relaciones sociales y cambios en la socialización de las y los jóvenes”, en Revista de estudios de juventud, marzo 10, no° 88, p. 1117 World Internet Project de México, “Estudio 2013 de hábitos y percepciones de los mexicanos sobre Internet y diversas tecnologías asociadas” en Estudios del WIP México < http://www.wip.mx/estudios_wip.html>. (18 de diciembre de 2013)
8
del Sector Telecomunicaciones (ITEL) se contabilizaron 102.6 millones de suscripciones móviles para el cierre del primer semestre de 2013, y un incremento del 49.7% de las conexiones de banda ancha móvil.8
Es interesante traer en esta pregunta el valor de velocidad que ya se ha tocado
anteriormente. Y así la pregunta: ¿y si la velocidad en la que recibimos la información
ya no fuera el único elemento en nuestra relación con los medios? ¿y si ahora también
fuera factor fundamental la forma en que los usuarios reaccionan y, de ser posible, le
dan más movimiento a la misma?
Antes de entrar de lleno al tema de las redes sociales y su manejo de la
información. Me gustaría aprovechar a los dispositivos móviles para señalar al
protagonista principal de este nuevo medio que es el Internet, por supuesto, me refiero
al usuario, quien ante los medios de comunicación eléctricos anteriores tenía un papel
más bien pasivo, de mera recepción, pero cuya participación en esta nueva era a tomado
un papel totalmente opuesto. Altamente participativo, no sólo recibe la información de
manera rápida sino que también ha cobrado la fuerza para exigir qué recibe, cómo lo
recibe y cuándo lo hace. Veamos cómo esta nueva actitud se relaciona con las
herramientas móviles que se han mencionado.
¿Cómo nos estamos vinculando con ellos? Kimberly Hede, tomando como base
el libro book, The Shallows: What the Internet is doing to Our Brains de Nicholas Carr
encuentra la siguiente relación:
el Internet es similar a los smartphones en tanto que causa que
perdamos la habilidad de prestar profunda atención y filtremos
distracción […] nos estamos adaptando a una más rápida y superficial
8 Ibid.
9
forma de consumir información, la cual derivará en un sacrificio de
nuestra habilidad para absorbernos completamente en un
pensamiento.9
Hay una forma llana de relacionarse con la información, una forma que más que
veracidad o calidad busca inmediatez. Este fenómeno se puede notar fácilmente en los
portales que involucran noticias dentro de sus contenidos, de tal suerte que muchos
periódicos y revistas digitales que presentan información muchas veces continúan
publicando con una corrección de estilo deficiente o simplemente copiando y pegando
materiales de otros sitios (y en tantas ocasiones sin ni siquiera poner las fuentes
correspondientes).
La variedad de páginas en Internet es incontable y, tomando en cuenta cómo
muchas de ellas manejan sus contenidos de la manera que ya he descrito, no debería
sorprendernos que se puedan hallar materiales de prácticamente cualquier tema pero
que, en algunos casos, esos contenidos sean más bien de calidad limitada. No es un
fenómeno muy diferente el de la interacción con las redes sociales, las cuales en algunos
casos también manejan sus contenidos (los contenidos que presentan sus usuarios) a
manera de noticias o publicaciones breves.
Así, gracias a estos dispositivos electrónicos y a una red móvil se tiene la
posibilidad de revisar cualquier tipo de información (sea cual sea su índole) desde
cualquier punto y en cualquier momento. La pregunta es: ¿realmente es necesario
examinar nuestros contenidos en todo momento? Hede, una vez más vinculando la
naturaleza de los smartphones con el Internet señala: “una de las principales razones por
9 Hede, Kimberly, “Smartphones: The Freedom that Binds”, en Comm-Entary. Universidad de New Hampshire, Estados Unidos, 2013, p. 123 La traducción es mía.
10
las que las personas tienden a ser tan compulsivos con el uso de sus smartphones [es
porque] no pueden soportar la idea de que podría existir un nuevo fragmento de
información allá afuera que no han visto”.10
Profundizando al respecto, es interesante reflexionar en torno a la periodicidad
con la que un usuario utiliza sus dispositivos móviles. Como ya lo había vislumbrado
McLuhan, a partir de los medios electrónicos, la concepción de tiempo y espacio ha sido
modificada sustancialmente. ¿Por qué seguimos a periodistas y medios de información
en Twitter? ¿por qué re-publicamos noticias que nos parecen relevantes en Facebook,
por qué compartimos las que vemos en nuestros timelines? Reflexionando al respecto y,
tomando en cuenta la necesidad que tenemos por la información al momento, no debería
ser sorprendente que mucha de la información que se transmite en redes sociales de
forma masiva no sea siquiera revisada o investigada. Nuestro afán por estar al pendiente
de todo, incluyendo claro no sólo a las noticias que podrían hallarse en un periódico,
sino también los acontecimientos sociales que involucren a nuestros círculos laborales o
de amistades parece ser saciado con darle una revisión a un dispositivo: comentar,
compartir, buscar, participar o tal vez darse cuenta que de hecho no había nada para
nosotros en ese momento para luego, tal vez algunos minutos después, volver a sentir
esa misma necesidad y repetir el mismo proceso a lo largo de la jornada.11 ¿Acaso no
llevamos nuestros smartphones desde la mañana y hasta dormir?
Si a eso agregamos las metáforas de extensión de cuerpo de McLuhan diría que
entre el software y las redes móviles, los dispositivos están compitiendo por cómo
satisfacer cada vez más necesidades con una herramienta fácilmente portátil. “El hecho
10 Idem, p. 12411 Cfr. Davis, Susan. “Addicted to Your Smartphone? Here’s What to Do.” WebMD. WebMD, LLC, 21 2012. <http://www.webmd.com/balance/guide/addicted-your-smartphone-what-to-do?page=3>. (18 de diciembre de 2013)
11
de que los smartphones provoquen que estemos menos alerta y más distraídos en
general no es un efecto secundario del dispositivo; de hecho, se piensa que los
smartphones fueron diseñados con la idea de interrupción”12; si lo pensamos, muchas de
las aplicaciones disponibles tienen la posibilidad de activar/desactivar sus
notificaciones, los mismos dispositivos cuentan con ello, no obstante, las opciones para
avisarle a su usuario son las más: van desde ventanas popup, luces, flash. En realidad no
muchos de los dueños de un dispositivo inteligente desactivan las múltiples
notificaciones, por el contrario, a la más sencilla alerta van de lleno al smartphone.
Para cerrar de lleno con el tema de la relación entre Internet y los teléfonos
inteligentes y tabletas es interesante quedarnos con la creciente popularidad de los
últimos y entenderla como un camino conjunto a la par de la también rápida evolución
de la banda ancha. A la forma en que ambos medios han modificado nuestra
comunicación no podemos dejar atrás a otro fenómeno de los últimos tiempos: las redes
sociales.
Redes sociales, Facebook y la nueva interacción
¿Cómo son las relaciones humanas dentro de una red social? ¿se refuerzan, se vuelven
más auténticas o, por el contrario, y como ya se ha criticado con relación a Internet y los
dispositivos móviles, son fugaces y superficiales? ¿Cómo las abordamos, cómo estamos
participando?
Actualmente Facebook representa la red social con la mayor cantidad de usarios
a nivel mundial. Su crecimiento, desde su apertura en la década pasada, no se ha
12 Hede, Kimberly, op cit, p. 125
12
detenido y para muestra la propia red presentó sorprendentes números en el cercano
tercer cuarto de 2013:13
Promedio hasta
septiembre 2013
Porcentaje de crecimiento
anual
Usuarios activos diariamente 728 millones 25%
Usuarios activos mensualmente 1.19 mil millones 18%
Usuarios activos mensualmente
desde dispositivos móviles874 millones 45%
Quisiera señalar que además de la sorprendente cantidad de usuarios que interactúan en
la red social un dato clave que me parece pertinente apuntar es el del incremento de uso
en medios móviles. En su análisis de las citadas cifras, Emil Protalinski, destaca que el
número de usuarios totales que acceden al portal desde un smartphone o tableta ya se
encuentra en un 73.44% cuando en 2011 era de apenas 40%.14 El dato también es
ilustrador para el presente ensayo en donde he planteado no sólo la cercanía de Internet
con los gadgets móviles sino también el resultado de esta combinación reflejado en la
forma en que nos comunicamos. Las redes sociales, Facebook la más destacada, son
también partícipes en esta transformación.
En la primera parte de este ensayo destaqué la importancia del término “Aldea
Global” acuñado por McLuhan. También ya he mencionado la forma en que un medio
puede, según el mismo autor, convertirse en una extensión del cuerpo humano. En su
momento, era la televisión el medio que recuperaba el uso de más sentidos, sumado a
13 Facebook, “Facebook Reports Third Quarter 2013 Results” en PR Newswire < http://www.prnewswire.com/news-releases/facebook-reports-third-quarter-2013-results-229923821.html> (18 de diciembre de 2013)14 Protalinski, Emil, “Facebook passes 1.19 billion monthly active users, 874 million mobile users, and 728 million daily users” en TheNextWeb < http://thenextweb.com/facebook/2013/10/30/facebook-passes-1-19-billion-monthly-active-users-874-million-mobile-users-728-million-daily-users/#!qjc7f > (18 de diciembre de 2013)
13
eso, su velocidad recuperaba lo perdido en las eras del alfabeto y la imprenta, nos hacía
sentir de algún modo conectados.
Cuando un usuario abre su perfil de Facebook, la parte superior de su pantalla se
encontrará con un espacio abierto: “¿Qué estás pensando?”. A diferencia de otra de las
redes sociales más populares, Twitter, cuyo espacio está limitado a 140 caracteres,
Facebook parece invitarnos a compartir “lo-que-sea” en el espacio que nosotros
queramos. El usuario entonces puede publicar lo que guste en el medio que desee
(puede incluir audio, video, algún enlace a un artículo o noticia, fotografías, imágenes,
reflexiones, etc) y luego decidir si eso será visto por cualquier persona o sólo por sus
amigos o, más específico, por apenas algún círculo cercano. “Y lo que se observa,
cuando se entra allí son los intercambios informativos sobre lo que han hecho o lo que
van a hacer. Escrituras inmediatas, no pausadas, no mediadas por la reflexión”.15
Para muchos, Facebook podría ser hasta ahora, lo más cercano al concepto de
“Aldea Global” en donde la interacción ha obtenido un nivel de inmediatez nunca antes
visto. Una vez más el espacio y el tiempo parecen verse modificados en pos de la
comunicación: la creación de la timeline (línea del tiempo) le permite a las personas
consultar sus propias vivencias, comentarios y otros contenidos multimedia con años de
distancia. El lugar geográfico tampoco es un impedimento para la comunicación, no lo
es tampoco el idioma (los muros ya cuentan con un traductor)16 e incluso su mensajero
instantáneo ha recibido también la función de videoconferencia. Ante todas estas
posibilidades de cercanía, ¿cómo se configura a sí mismo el usuario? ¿cómo se presenta
y da uso de ese espacio en blanco que le invita a decir algo?
15 Bernete, Francisco, op. cit, p. 11016 White, Charlie, “Facebook Launches New In-Line Translation Tool”, en Mashable http://mashable.com/2011/10/06/facebook-translation-tool/ (19 de diciembre de 2014)
14
“El cibernauta se autodefine, se auto configura, quizá con una identidad
idealizada, mejorada, pero en esa construcción añade elementos de su yo real. En la
búsqueda de autoafirmarse, de encontrarse en el otro”,17 con esto en mente, resulta
interesante ver el modo en cada usuario modifica y personaliza su perfil en una red
social. En el caso de Facebook, basta hacer un poco de memoria para recordar la
evolución de su diseño y la forma en que, además de ser más visual (permitiendo el uso
de imágenes más grandes en los muros y la inclusión de las portadas), también permite
una modificación más profunda de la página personal de los usuarios.
La timeline, la biografía, es en gran medida la mayor forma en la que un usuario
puede identificarse a sí mismo ante los demás. Ahora, la posibilidad de ir a la mirada de
otro: “cómo los otros ven tu biografía” ayuda aún más a que uno decida lo que quiere
revelar de sí. Pero no simplifiquemos esto. Decir que el Yo presentado en una red social
es totalmente separado de la persona no-virtual es algo simplista: “Se acostumbra
extrapolar los términos virtual del real, como si el primero no fuera lo segundo; es decir,
que se maneja el concepto de la virtualidad casi desde una perspectiva de la fantasía”.18
Es innegable el vínculo entre el mundo expresado en las redes sociales y fuera de
ellas. Por supuesto, el principal motor de cómo se vinculan ambas es el usuario; dentro
de las facilidades que Facebook otorga está principalmente su fácil acceso y la sencillez
de sus funciones de publicación y comunicación:
Nada ha convocado a los analfabetas digitales en la forma en que lo ha hecho Facebook […] Al ser relativamente fija y estable está permitiendo el acceso masivo y múltiple de todo tipo de personas, que de otra manera no llegarían al ciberespacio y a su marco de posibilidades. Facebook por
17 Bustillos Ibarra, Odilia Sujey, “Redes sociales y pertenencia: caso facebook”, en Versión Estudios de comunicación y política – Nueva época, UAM, México, 2013, p. 8118 Aguilar Rodriguez, Daniel E., et. al., “Identidad u subjetividad en las redes sociales virtuales: caso de Facebook”, Revista del Instituo de Estudios en Educación Universidad del Norte, n° 12, 2010, p. 198
15
su arquitectura accesible es un alfabetizador digital, y en ese sentido una puerta grande a la cibercultura.19
Si al enorme grupo de usuarios agregamos a los que están participando desde sus
dispositivos móviles tenemos en realidad un ecosistema de interacciones sorprendente.
La integración multimedia y la adaptación con aplicaciones de dispositivos móviles y
ordenadores son también formas en las que cada miembro de esta red social se presenta
a sí mismo, no es difícil encontrar actualmente software que no le dé a uno la
posibilidad de compartir sus funciones en redes sociales.
Superficial o no, el nivel de contenidos que se generan diariamente es enorme y
eso da pie a pensar cómo es que la Era Digital ha cambiado el papel del antes
espectador. Como apunta Canavilhas: “el público empieza a tomar un papel activo en la
producción de información, pero sobre todo en la selección de información que le
interesa al filtrar el flujo de información recibida diariamente por la Web”,20 así es
como, además de la presentación de sí mismos, los usuarios también están modificando
a los otros medios con la forma en que se comunican. Al hablar de la selección de la
información vale la pena recordar que Facebook tiene la opción de ocultar cuando no
reportar las publicaciones de todos los contactos que uno tenga. Igualmente, si un
medio, llámese un periódico, un blog informativo, una compañía, etc, presenta
elementos con los que uno no simpatice, éstos fácilmente pueden ser eliminados
dejando de seguir al medio en cuestión. De ahí que éstos intenten ser lo más atractivo
posibles para acaparar todas las miradas posibles.
19 Galindo Cáceres, Raúl, “Las nuevas tecnologías de información, comunicación y las políticas culturales en México. Comunicología e ingeniería en comunicación social del servicio de redes sociales de Facebook.”, Investigar las redes sociales. Comunicación total en la sociedad de la ubicuidad., en Razón y Palabra http://www.razonypalabra.org.mx/Libro_IRS/03_Galindo_IRS.pdf pp 39-40 (19 de diciembre de 2014)20 Canavilhas, João, op cit., p. 20
16
Es fácil ver el funcionamiento de estos medios como un reflejo de la actividad
del usuario promedio. Stephanie Tom Tong, en un estudio acerca de cómo nos ven los
otros por el número de amigos que tenemos en Facebook, escribe:
El hecho de que una de las funciones fundamentales de sitios de redes sociales como Facebook sea volver visible y navegable la naturaleza de la propia red social sugiere que esta información puede servir no solamente para establecer que tan bien-visto es un individuo, sino también para proveer claves acerca de la condición social, atractivo físico y credibilidad del dueño.21
Entiendo así la importancia conjunta que tiene, por un lado, la presentación del usuario
(selección de la fotografía de perfil, la portada, la información que revela) y las
publicaciones que hace son lo que terminan por hacerlo atractivo a los demás. Del
mismo modo cualquier otro medio que se incorpora a Facebook pretende recibir las
miradas de los otros. Si utilizara una metáfora para ejemplificar el proceso de
publicación en Facebook presentaría a una botella con un mensaje que se tira al océano
y que cualquiera puede tomar y usar como mejor le venga. A pesar de que existe la
posibilidad de que las publicaciones sean vistas sólo por algunos contactos, seguramente
son los menos los que publican sólo para sí.
Lo cierto es que las personas que reciben, o deciden recibir lo que uno publica,
la cantidad de amigos que cada miembro de Facebook tiene, difícilmente son en
realidad el círculo cercano con el que se interactúa fuera de la red social. Es interesante
observar como en muchos casos la única verdadera comunicación entre algunos
contactos se da con la función de “me gusta”, que actúa de algún modo como una forma
de aprobación a lo que se ve. En la mayoría de los casos, las personas con las que más
21 Tom Tong, Stephanie, et. al. “Too Much of a Good Thing? The Relationship Between Number of Friends and Interpersonal Impressions on Facebook”, Journal of Computer-Mediated Communication, Universidad de Michigan, Estados Unidos, 2008, p. 534. La traducción es mía.
17
se interactúa ya existían con anterioridad22 y simplemente funciona como un refuerzo de
los lazos. Aunque limitar las relaciones que en Facebook se dan a esto sería simplificar
demasiado sus posibilidades, preferiría por el contrario, rescatar con Aguilar Rodriguez
y Said Hung la posibilidad una nutrición mutua entre la vida (y las personas que con las
que interactuamos allí) fuera de las redes y dentro de ellas:
Si algo afecta al sujeto en el espacio no-virtual, ello se verá reflejado en el espacio virtual, dado que el individuo encontrará mecanismos para liberarse en el espacio virtual, el cual le resulta, quizás, más seguro. O, por otra parte, lo que sucede en el espacio virtual puede tener una injerencia directa en la vida no-virtual del sujeto, como en el caso de las personas que dan inicio a una amistad o relación sentimental, partir del uso de herramientas como los espacios sociales virtuales.23
Conclusiones
Aun cuando la interacción con las redes sociales se ha vuelto algo más bien común, es
interesante ver la forma en que éstas se han vuelto una extensión, utilizando la imagen
de McLuhan, de lo que en muchas ocasiones buscamos expresar. “En Facebook se
enuncian las vidas privadas sin mayores objetivos que la autopromo-
ción de sus propias existencias a través de experiencias personales,
fotos o relatos”,24 así, la antigua dicotomía entre lo público y lo privado, lo íntimo,
igualmente ha recibido una modificación y, incluso con eso en mente, que esta red so-
cial incluya un chat conserva la posibilidad de una conversación tan íntima como se
quiera.
Por otro lado, los dispositivos móviles siguen evolucionando para facilitarnos
cada vez más cosas con cada aplicación. Parece cada vez más lejano el momento en que
22 Galindo Cáceres, Raúl, op. cit, p. 3923 Aguilar Rodriguez, Daniel E., et. al, op. cit, p. 19924 Bustillos Ibarra, Odilia Sujey, op. cit, p. 86
18
uno llevaba consigo una agenda, una libreta, una calculadora, etc. Con todas estas
posibilidades valdría la pena también reflexionar si realmente se les está aprovechando
al máximo.
Considero que aún es difícil entender la complejidad y los cambios que se están
generando desde la comercialización del Internet, posiblemente tantos las redes sociales
como los dispositivos móviles sean sólo algunas de las muchas consecuencias de los
cambios en la forma de comunicarnos. Es tiempo de dejar volar la imaginación y
preguntarnos cómo seguirán evolucionando.
19
Bibliografía
- Aguilar Rodriguez, Daniel E., et. al., “Identidad u subjetividad en las redes sociales
virtuales: caso de Facebook”, Revista del Instituo de Estudios en Educación
Universidad del Norte, n° 12, 2010
- Bernete, Francisco, “Usos de las TIC, Relaciones sociales y cambios en la
socialización de las y los jóvenes”, en Revista de estudios de juventud, marzo 10, no° 88
- Canavilhas, João, “El nuevo ecosistema mediático” en Index.comunicación: Revista
científica en el ámbito de la Comunicación Aplicada, Vol. 1, Nº. 1, 2011
- Davis, Susan, “Addicted to Your Smartphone? Here’s What to Do.” WebMD.
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