Download - Avda Los Escritores Vol. 4
Paula Olivieri / Pedro Antonio/ Humo / Allek / Fabián Meneses / Gonzalo Burgos / Andrés Velásquez / Pablo Rodríguez /Ramiro Valda / Sandra Gutiérrez / El Anthar.
AVDA "Doble vía, entre la literatura y la vida"
Frente al llamado de esta avenida
Libre en mi universo, presa de mis sentidos y miedos busco liberarme del sistema y las opresiones de la vida, mi refugio es la poesía, que se fundió conmigo y corre por mis venas acaparando el sentido de mi existencia. Leo versos y sus imágenes se vuelven palpables, me atraviesan como dagas que en vez de lacerarme sellan mis antiguas heridas y me acarician desde la piel al tuétano… Entre lucha y lucha, las palabras fingen perder peso, para que mi ego gane y me convierta en poeta, aunque no sea más que un aprendiz… Siempre lo seré, porque vine a esta vida a develar verdades, mis verdades, a pagar tributos pendientes y a aprender algo de lo tanto que me queda por aprender. Pero sé que si no comparto lo aprendido me iré con más deudas de las que traje, por eso mis palabras siempre pretenden dejarte algo de lo asimilado. Me gusta lo profundo, bucear entre metáforas y salvar los límites de todo recurso… Me llaman Seda, veo en poesía, soy reina en la virtualidad de mi universo, llegue a ser poeta por necesidad y recluta de poetas por convencimiento de que la expresión debe conocerse y lanzarse al viento, siendo siempre mejor volar en bandadas que en solitario. Hoy soy aprendiz de editora y respondo al llamado de esta avenida, donde llegué para quedarme para caminar de ida vuelta, sabiendo que está a medio camino entre la literatura y la vida…
Sandra Gutiérrez Alvez Seda
*EL REINO DE SEDA* Parque del Plata, Canelones, Uruguay
Edita:
El Anthar Vallenar—Chile
Coordinan:
Paula Olivieri Buenos Aires—Argentina
Sandra Gutiérrez Alvez Parque del Plata, Canelones, -
Uruguay
Amigos;
Es tiempo de otro paseo por la avenida, el último del presente 2010. Es
por ello que me alegro de presentarles los trabajos de nuevos amigos que se
suman a este proyecto que de a poco comienza a consolidarse y tomar forma.
Nuestra calle es un lugar de encuentro. He tenido el placer de estrechar
lazos de amistad entre poetas, lectores, críticos y transeúntes varios. De esas
relaciones ha nacido un vínculo especial con Sandra Gutiérrez (Seda), que desde el
presente volumen será parte del equipo que da luz a la revista. Mis fraternales
agradecimientos a ella por su voluntad de participar en nuestro humilde proyecto
sin otro afán más que el amor por las letras. Agradecimientos también, para los
colaboradores-amigos que aportaron a esta nueva edición y a nuestros fieles
lectores que esperan y apuran cada entrega.
Para los que no conocen a Sandra, les dejo su presentación.
El Anthar / Orgasmo 0
Paula Olivieri / Un amor solo de letras 06 Pedro Antonio / Un despertar cualquiera 07
Humo / Vos & Yo 08
Allek / Circo 09
Fabián Meneses / ? 10
Poesía & Prosa
Cuentos
Gonzalo Burgos / Magia 12
Andrés Velásquez / Ebrio de Abril 15 Pablo Rodríguez/ El Adicto 17
Ensayos & Reflexión
Sandra Gutiérrez / La que dice ser nuestra amiga 20
Ramiro Valda / Reflexiones
21
Biografía
Mario Vargas Llosa 23
poesía y prosa | cuentos | ensayos y reflexión | biografía | libro recomendado Avda Los Escritores
“La poesía es el género de la
sinceridad última e irreversible”.
©Paula Olivieri
(Vallenar, Chile)
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Brotó violento el chorro de tinta
eyaculada de mi mente extasiada
mientras escribía un haiku,
pues ni tú te imaginabas
ver una musa despedazada
en tres tristes versos
-amor, locura y muerte en tu cuarto
tras tres cuarto de hora de sexo.
Blog: Amada Poesía.
Vos no me conoces,
yo no se bien quien sos, pero tenemos algo los dos… Un sentimiento recíproco hijo del sutil encanto de las letras, estamos atrapados por su halo, encantados…
Somos dueños de una aventura y miramos adelante con los ojos de los sueños predilectos. Nos inventamos un cuento de amor casi perfecto.
Tenemos un secreto y una promesa cada uno, nos juramos demostrarnos todo un día a lo lejos, sin mirarnos, pero aún así temblando y poniéndonos nerviosos.
Es lindo cuando hablamos porque de cierto modo nos transportamos, aparecen las mariposas de las panzas como si estuviéramos frente a frente a un segundo de besarnos.
No decimos nada pero sabemos imaginarnos por primera vez rozándonos los labios, jugamos a estar en donde el otro revelándonos de a poco… Nos mordemos la boca suspirando y sonreímos como niños picarescos.
(Buenos Aires, Argentina)
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Nos sabemos de memoria el matiz de las palabras y sus especiales significados, somos capaces de leer cada reacción como un gesto. No nos hace falta vernos, ni tocaros, ni escucharnos para comprendernos plenamente. Las letras son suficientes, amigas aliadas y testigos del amor que es etéreo, de este amor que es solo de letras. Blog: La Magia de sentir palabras
(Santiago, Chile)
Hermoso día ¿no?, nublado
con unas lágrimas de vez en cuando y un sonido en mi cabeza. Quizás
sea el lunes más hermoso de la vida o el más bello del año, en realidad
no sé como interpretarlo, solo lo deseaba con una leve sonrisa y mi cabeza lo reciclaba con un
sentimiento ahogado en la palma de mis manos oscurecidas por
la luz de la tarde del día martes. Es así como se repiten los días sin un brillo en el cual deja un sabor amargo en lengua y preguntándome saber el porque sucedió. miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo días asquerosos llenos de satisfacción y relajo, para mí el lunes es mío es el empezar mi final soñado mi matriz para seguir de pie. Quizás el despertar de un martes por la mañana sea absurdo, pero muero de ganas que se repita el tercer día de mis sueños, así amanezco y cuento un día menos o un día más para seguir…
La almohada sigue intacta y los sueños
siguen volando con un frenesí interminable lleno de carisma e incansable frustración
quizás no me consuma, porque mi día esta por comenzar a la mañana siguiente.
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“No hay mayor aprecio que las escasas palabras que
entregan mucho.”
Blog: Máquina de escribir
(Vicente López, Buenos Aires, Argentina)
Vos, yo y una fuerte conexión que nos seduce y desconcierta hasta las venas.
Vos, yo y un hilo de conversación, un magnetismo e inspiración que nos aparta del resto.
Hoy quizá será el día que caigamos en la trampa, que pequemos por completo y olvidemos los acuerdos.
Vos, yo, la madrugada y el alcohol
la risa y un poco de calor que nos acerca. Vos, yo, mil besos sin explicación
la ropa desprendida y el cuarto delator de las caricias. Hoy quizá será el día que caigamos en la trampa,
que pequemos por entero y olvidemos nuestros miedos.
Vos, yo y una historia que contar...
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Blog: Despertares - Un tiempo sin reloj
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a carpa que te trajo a este lugar
ayer partió hacia otra ciudad
llevándose tus actos de desaparición
que me enseñaron como encontrarte...
se llevó tu famoso acto del equilibrio
en donde mi existencia pendía de un hilo...
cuando levitabas entre el asombro
era un huir para estar lejos de mi alcance...
tus increíbles trucos de malabarismo
aterraban todos mis sentidos
rozando el cielo y el suelo..
tu sonrisa escondida atrás del escenario
al lado de la jaula de las fieras
donde nunca podía acercarme..
junto al hombre bala conspirabas mi sien ..
era un blanco perfecto entre butacas vacías
como mis manos en tu ausencia..
nunca llego el acto de trapecista
aferrarnos no era una opción..
solo quedo el vago recuerdo
del momento que valía el boleto
tu escapismo de mis brazos...
(Ciudad, Guatemala)
Blog: Mi Caja de Zapatos
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En el sitio de mi oscuro tiempo,
de los peros, de un no sé.
Silencio… y una pregunta gira en mi café,
me acompaña en la batalla,
se desdobla en tu cabeza, callas…
Y me hallo recursivo en tu mirada:
filósofo de lo que quieres.
Giras la cuchara, estornudas,
¿de qué estamos hablando?
Comes y te alcanzo de nuevo
en el origen de mi pregunta,
leo tus gestos, descifro las formas
de tus palabras y tus silencios;
hasta que sales
del laberinto de lo que he dicho
con realidades para mi tiempo (?).
(Barrancabermeja, Santander, Colombia)
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“Mientras dure la vida, que no pare
el cuento.”
alí de la casa corriendo. Algo me parece que
gritó mi mamá cuando hice chocar la reja
que quedaba detrás de mí. Era chico, no
escuché. Yo me dedicaba a reír en esos tiempos.
Como buen niño de siete años, no escapé más
que hasta la primera esquina, donde me quedé
tras la muralla, respirando fuerte y principalmente
quieto, hasta que miré hacía atrás y noté que
nadie venía siguiéndome. La maldad máxima,
había pasado.
¿Y ahora? ¿Quedaba algo, pendejo?
Nada era realmente de mi interés.
Si es que tenía alguna obligación, no importaba.
No había clases (para mí) ni algo que hacer. Mi
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mamá hacía todo.
Me di media vuelta hacia el callejón, miré las
copas de los árboles, sin sentido obviamente. La
calle estaba vacía de amigos y unas señoras
miraban por las ventanas, otras barrían el umbral
de sus casas. Los autos no estaban siendo
lavados más que por el polvo de la tarde.
Ya había memorizado todo. Podía caminar.
La calle era mía por lo que pude irme caminando
por el medio de ella, con los brazos abiertos,
simulando un vuelo. Sin darme cuenta, llegué a la
parte alta del cerro, desde donde se veía la plaza,
lugar en el que vi a algunos de mis amigos
jugando a la pelota.
Me puse a caminar hasta allá. Era largo el
trayecto.
Lo pasé de lo mejor, tras encontrar una botella de
Coca-Cola con la que iba pegando en las rejas,
indiferente. Más de algún viejo de chaleco en V
color burdeo y camisa amarilla me retó o miró
con su bigote movedizo, cosas que obviamente
no hicieron más que moverme hasta el pedazo
entre vereda y calle que tiene pasto, como
siempre, para seguir con la reja de la siguiente
casa.
No sé porqué, pero a me acuerdo bien de que me
daban ganas de correr a veces. Era sin aviso
siquiera para mí. Era caminar y caminar, hasta un
punto, casi siempre al doblar esquinas, en que
me daban ganas de correr en diagonal desde una
vereda a otra. Era mi viaje, era mi velocidad, era
yo, probablemente era yo. La gente no estaba
acostumbrada, los autos, tenían que
acostumbrarse no más, yo era un niño, y por
[La calle era mía por lo que
pude irme caminando por el medio de ella, con los brazos abiertos, simulando un vuelo.]
Blog: De lo que es de verdad: True.- (Chiguayante, Chile)
ende, el mundo era mío.
¿Conocen esos autos, clásicos ya, que fueron
dejados quién sabe qué año, en medio de un
lugar deshabitado, que producen que con el paso
del tiempo, el auto pierda su color, se descascare
su pintura, sus vidrios sean rotos y sus ruedas
robadas. Autos que sin embargo, a pesar de estar
tirados a la de Dios en medio de la nada, cuentan
con alguien que se hace llamar su dueño? Esos
(para mí, y en esos años) eran autos de verdad. Y
lo digo con toda propiedad, simbolizando todo
eso, en únicamente ese día. El auto, a todo esto,
tenía pasto seco (creciendo y de este año, fresco)
hasta en los asientos y cojines delanteros y
traseros. Era como un pedazo de amazonas
(desconocido para mí) en medio de la selva
juvenil y drogada de esos tiempos. Era una
máquina atemporal dentro de la mole ciudad.
En ese auto-tiempo preciso fue donde mi viaje
tuvo una detención abrupta. Fue un ser
tecnológico-divino. Me hizo olvidar familia,
amigos, día o noche, e incluso el calor y polvo.
El camino hasta la plaza, para jugar con mis
amigos, sin darme cuenta, había quedado diferido
hasta cualquier día.
Me quedé parado mientras comía mis uñas
mugrientas. Una señora parada estaba echando a
un perro a escobazos. No había Moros en la
costa. No estaba ni siquiera yo presente en ese
momento.
Tomé la única opción que pude: entrar.
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Entrar es errar
Entrar es avanzar,
Cuida de que exista una salida,
En la que hayan dulces y chocolates, en la que
Sin tiempo
Puedas despertar bajo los árboles.
La puerta estaba cerrada, de manera formal
únicamente, ya que de una patada fue abierta, sin
contemplaciones.
No sabía que era lo que había dentro. Además de
la maleza que crecía en los bordes de todo, noté
unas botellas, un poco de hierba en el agujero
donde alguna vez hubo una radio, un calcetín, un
bototo, y en el asiento de atrás, un calzón rosado,
con bordes de color blanco –y limpios-. No me
importó obviamente, tomé lo que me molestaba
(el calzón no estaba dentro de esas cosas) y lo
tiré hacia el lugar donde quedan “las piernas” de
los pasajeros, todo para poder sentarme de
chofer.
El sol pegaba fuerte a esa hora, pero jamás eso
me iba a molestar para jugar. No estaba enfermo,
podía jugar.
Comencé con el clásico sonido de auto
“mmmmmmmm”.
- ¡Pero esto es imposible! Un auto no parte sin
que lo encendamos.
Opté por llevar una llave imaginaria, con la que
podría haber hecho partir el auto tanto como
abrir los archivos escondidos en un castillo, o
o entrar a cualquier casa de la ciudad. El auto
partió de maravilla.
Pasé cambios (en la palanca que obviamente se
movía para nada). Y, primero que todo, fui a
buscar a mi mamá a la casa. En realidad, solo
pasé por fuera de la casa para sacarle el dedo de
en medio.
- ¡Tenme lista la leche de la once!
Pensé que le gritaba eso. Me merecía el infierno
mismo.
Como no tenía más que hacer en el auto, podría
hacer lo que yo quisiera. Esa es una de las
máximas del niño molestoso: “Si no hay nada que
hacer con él, se puede hacer cualquier cosa con
él”. Y se aplicaba a todo objeto.
De un momento a otro, de estar en mi calle
gritándole a mi mamá, me encontraba en una
carrera de fórmula uno. Sin aviso alguno, tenía un
copiloto directamente desde mi cabeza. Mirando
por la ventana se veía pasar a la gente del público
que gritaba cosas, unos “eeeeeh!” ligeros que la
velocidad me permitía escuchar. Muchos colores
adornaban las tribunas, igual que en la televisión.
- Tú puedes ganar amigo, vamos. Gánale a los
alemanes –dijo mi copiloto.
Ya iba entendiendo. Sin duda los alemanes eran
los más rápidos del mundo, y esta era la carrera
por el título planetario.
- Está bien. Sujétate fuerte Milito.
Mi cuerpo se movía de un lado a otro, mi cabeza
se movía entre el espejo retrovisor y los de los
costados. No estaba para juegos.
Los relatos del locutor eran excepcionales, me
alababan. A mí, al joven chileno que hace un año
había empezado a penas a conducir autos, y que
hoy era el corredor más temido, además era
buena persona, y por razones desconocidas, era
odiado por el alemán, que había intentado
matarlo en la antigüedad.
Tenía que ganar esta carrera, por mí, por mis
amigos, mi familia no me apoyaba, y de niño
muchos se reían de mí. En la carrera, obviamente
yo ya era alguien mayor, pero siempre más joven
que los demás.
Pero no alcancé a terminar.
Iba en la recta final cuando el auto se movió.
- ¡Una rueda! –pensé.
Miré para el lado y había un tipo con dos amigos
más haciendo fuerza en el auto, como si quisieran
darlo vuelta, y emitían ruidos de “huuu” para
asustarme. Por suerte la puerta abrió y pude
correr.
Se reían fuertemente de mí. Escuché sus risas
hasta que doblé la esquina, donde empecé a
llorar, parado y solo. Era la humillación de haber
sido visto jugando de forma seria.
Ni pensar en ir a la cancha a jugar a la pelota.
Me fui lento a mi casa. Ya no llevaba botella en la
mano, ya no existían las botellas, mis ojos
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miraban a cualquier lado, de preferencia, cercano
al suelo.
Ya no me interesaba ni molestar a la gente. Ahora
era un ángel, ya no un pendejo molestoso.
- Pobrecito, ¿Qué le habrá pasado? –pensaban las
señoras que miraban por sus ventanas.
- Alguna maldad habrá hecho el cabro chico –
respondían los hombres, fornidos y panzones,
mientras cambiaban el canal de televisión.
De un momento a otro, había viajado en el
tiempo, sin mirar ningún paisaje ni caminar en
diagonal por las calles, para qué hablar de ir con
los brazos abiertos para volar.
No me demoré mucho en estar en la reja. Entré en
la casa sin golpear.
Pero es lindo ser niño.
Los cambios de emoción son lo mejor de la
infancia mágica.
¿Por qué?
Mi risa fue máxima, y triunfante.
No todo había sido un juego. Había funcionado.
No sé si habré ganado la carrera, pero me habían
escuchado al pasar en auto por mi calle.
Mi leche estaba servida.
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es de noche y de pronto todo se oscurece a mi lado. Yo estoy oscuro desde siempre, desde que las ventanas se abren y las personas salen a
trabajar buscando su periódico y el café bien cargado de la mañana. Yo estoy oscuro desde la soledad, desde el labio sumiso que abandono por las
tardes para despegarme tirando por los bordes las hojas sueltas… Nadie sabe de lo que hablo, nadie escucha ni comprende porqué mis ojos son negros y porqué siempre hablo de la luz fastidiosa. Habría que renegar un poquito más, desunir lo práctico borrando el sucio argumento que ya está escrito, despilfarra las vocales y hacer crecer un mundo lleno de tristeza en mis manos. Pero ahora que el cielo oscuro por milésima vez me ha abandonado, ahora que toda la sequedad de la resaca aparece, he ido pensando en que quizás no debí nunca haber salido de casa, no debí crecer, ni mirar el mundo sorprendido como un niño… Pero bah, estoy solo y ebrio, mirando desde un agujero la luna inmen-samente cercana a mí, como si Elena estuviera jugando con las caricias oscuras en el cielo, magullando recuerdos y palabras que se rompen cuando se oye un piano al oeste. Son en estos momentos en que comprendo que Elena ya no volverá, en que nuestro amor solo sirve infinitamente estando separados. Ella siempre lejos de mí y yo oculto entre todas las mesas que aparecen de la nada como obstáculos de colores que me impiden saber en qué lugar me he escondido y por eso no seremos los mismos de siempre y sin embargo el cielo agujerado lleno de infierno gris da la vuelta, gira por mi cabeza y estoy ebrio y ahora de pronto de la nada un ciempiés a aparecido subiendo por mis piernas, jugando con mis nervios, es un ciempiés invisible para los demás que sólo yo puedo percibir, que aparece cuando no se le llama, cuando la luna rebota por la ventana y yo no dejo de tocarla y de sentirme estúpido y cursi, de pensar mil veces en Elena que ya no está, que se ha escapado por los árboles de hojas amarillas y yo la llamo “Amor ven… amor ven…” y ella no me escucha y se va con sus jeanes enormes y su cabello recogido y yo trato de que no se me escape, pero ella se filtra de entre mis dedos abandonándome otra vez… otra vez… No Andrés, ella no te abandonó, tú la dejaste ir… Y de pronto al escuchar eso todos me señalan, me empujan y yo cierro los ojos… Elena está sola, perdida entre lunas fuera de esta, ya no está y la sequedad de mi boca me pide otra botella… Ella ya se fue y empiezo a fumar porque odio fumar y el ciempiés asesino sigue subiendo por mis
(Lima, Perú)
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piernas, me tiene miedo pero aun así no deja de subir, a lo mejor habría que llamarme Ronald de vez en cuando… Pero no, es estúpido, yo me llamo Andrés para ella y escribo sin sentido. Escucho a todo el mundo pero nadie me escucha a mí, ni mis amigos, ni las personas a mi lado, ni siquiera yo mismo... Me siento solo y me gusta y me mata, de pronto suena una canción en la habitación, a lo mejor es Elena que ha vuelto, pero no eres tú, nunca fuiste tú, nunca tuviste algo que se pareciera a mí, jamás fuimos espejos y sin embargo te amé como se ama una casualidad, un amor de colores y frases blandas. Eras tan diferente a mí que me entristecía y aun así intentaba tenerte porque no podía ser de otra forma, habíamos caído en el doloroso juego del boomerang retornando cada instante para luego partir más lejos. Y ahora en esta noche los recuerdos se caen sobre mí uno a uno, como esa vez que me contaste que alguna vez habías pintado, me hablaste de colores y líneas, de textura y olores, de pronto al escucharte algo dentro de mí se abrió… quizás, tal vez, de repente… Podías ser… Elena pintabas? Y yo temblando fui enumerando los días de abril, quería saber cada detalle, fui feliz… mientras tú ahí sonriendo, enseñándome un recorte de periódico donde salías con tu pintura de un premio de colegio, te abrasé. Yo escribo y tú pintas, (escribo música de líneas guardadas en ventanas azules) Me comprendiste un instante sin querer hacerlo, no me importó que me dijeras que ya no lo hacías y que solamente ahora pintabas tu rostro con maquillaje, no importó nada, yo estuve en ese instante de cuadro y te quise de mil maneras en-tre tanta humedad limeña, entre tanto recuerdo inalcanzable, porque el presente es solo un momento que no tiene freno y que te dispara dejando a uno indefenso con las manos vacías… El pasado se queda con todo y los recuerdos solo sirven para consolar… Ahora Elena dónde nos quedamos? Por qué siempre pienso y… Elena: - Déjalo ahí tonto amor extraño – Extraño… Todo lo es y sin embargo… sin embargo... Nada es mío... Diablos...
Blog: Ojala no sea tarde.
El joven depositaba el dinero lentamente sobre el abarrotado mostrador, contando billete tras billete en
voz alta -… 280, 285, 300 y 310… ¡310! ¡Es mucho dinero! ¿Para uno de cuántos minutos me da este dinero?
El hombre, tras el abarrotado mostrador de cristal, le contestó
-Con ese dinero compra un encapsulador de tres horas…
-¿No me había dicho tres y media?
-No, se equivoca- le contestó, con voz neutra y algo cansada –El de tres horas y media le sale 350…
-Ah, bien… llevo uno de tres horas entonces…
El vendedor solo tardó un minuto en depositar la pequeña y plana caja frente a él.
–Aquí tiene…que lo disfrute- le dijo…
-Ok, bien, gracias, gracias…¿Me puedo ir?
-Claro, ya pagó…se puede ir…
-Nos vemos…- dijo, y salió casi corriendo del lugar.
-¡Los encapsuladores sí que habían revolucionado el mundo!- pensó el vendedor mientras iba hasta donde
estaba el arcaico hornillo donde había preparado el café y se sirvió una taza. En un mundo que se estaba
cayendo a pedazos, en donde la contaminación pasaba ya los límites de lo tolerable, en donde ya en muchos
países el agua era un artículo casi de lujo, en donde el clima había cambiado tanto que los desiertos se
multiplicaban y los cataclismos climáticos estaban a la vuelta de cada esquina, donde la tecnología era casi
más barata que la comida y el agua y la mayoría de las personas se enfrentaban a situaciones que no tenían
ni idea de cómo resolver, con crisis existenciales que más que individuales eran de toda la especie, con
guerras en todas partes, algunas encubiertas y otras no tanto, guerrillas urbanas en todas las ciudades
relativamente importantes del mundo, con atentados constantes, ya sea con bombas o informáticos, con
jóvenes a los que les era imposible creer en un futuro algo mejor, los encapsuladores habían llegado a la
humanidad y muchas personas se habían hecho adictos a ellos. Hasta se hablaba de un subsidio del
gobierno para que fueran menos costosos. Pero menos costosos no significaba que no siguieran siendo una
tecnología que no estaba al alcance de cualquier bolsillo. Y esto tenía una explicación, pues ese artefacto
construía ni más ni menos que una cápsula del tiempo en una esfera de unos tres metros de diámetro… allí el
suceso encerrado quedaba suspendido, el tiempo seguía transcurriendo fuera, pero allí dentro, mientras
estuviera en funcionamiento el artefacto el tiempo no contaba…allí dentro los relojes se detenían. Había
mucha gente que venía a comprar encapsuladores y todos ellos los utilizaban con un fin… para encerrar y Blog: Mis Cuentos de Ciencia Ficción
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(Villa del Carmen, Durazno, Uruguay)
hacer perdurar lo más posible los pocos momentos felices de los que se podía disponer ahora y si bien los
encapsuladores eran ideal para los amantes no solo eran usados por ellos. Todos buscaban encapsular
algo de felicidad, en sus más diversas formas y donde la pudieran encontrar.
Se sentía bien… ¡Tres horas! Nunca había comprado uno de tres horas… a lo máximo que había llegado era
uno de dos horas y media…Le había costado mucho conseguir ese dinero. Había tenido que hacer cosas
que no eran muy legales…eso no le gustaba porque si iba a la cárcel seguramente tendría que olvidarse de
los encapsuladores y eso era algo que le resultaría intolerable. Es que la posibilidad de preservar, por lo
menos durante la duración de la cápsula temporal algún suceso agradable era algo que lo incentivaba a
vivir, a buscar la forma de reunir el dinero para comprarlos. El de más corta duración que se vendía era de
media hora y de ellos había comprado no recordaba cuántos. Pero tenía un presentimiento… Apostaría
más alto ahora, con tres horas… ¡Podía hacer que un pequeño minuto de felicidad se transformara en tres
horas de dicha!
Claro que ahora tenía que hacer que valiera la pena, resolviendo un nuevo y no menor problema…
¿Dónde encontraría algo de felicidad para encapsular? Mientras caminaba pensó que ese era el verdadero
desafío.
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Blog: Mis Cuentos de Ciencia Ficción
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“La reflexión es el ojo del alma.”
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rueles somos, con nosotros mismos, si en su ausencia la anhelamos y si cuando llega no estamos alerta para mostrarle el camino de salida.
Debemos saber que se quedará para adueñarse de nosotros y esclavizarnos. Esa es su misión. Trae sus ejércitos, si es preciso, para desterrar la alegría... De compañera a ama, de consolado a esclavo: sólo un instante nos separa, porque nos subyuga, si nos asociamos a su empresa. Y tal y como si ella fuera el remedio eterno a cada falla en nuestras vidas, nos muestra el velo de la tierna caricia reconfortante en el momento de dolor, el llanto que limpia, el pensamien-to gris que cubre la culpa, la mirada baja, el paso lento… mientras ese mismo velo oculta la negra bilis que la origina. Fiel compañera en tardes grises, se sienta a nuestro lado, viendo caer las primeras gotas de otoño, nos acaricia el cabello, nos recoge las lágrimas y nos ofrece su hombro, escuchando nuestros lamentos y quejas…y en poco tiempo es nuestra amiga. Cualquier tarde gris es una sencilla razón para atarnos a la ventana y dibujar nubes de humo en el vidrio frío… las noches sin sueño, son sus cómplices. Yo, desde pequeña la tomé como amiga, le ofrecí mi casa y mis recaudos, pero la muy traicionera quiso ocupar mi cuerpo, y cuando lo descubrí era demasiado tarde, yacía cerca de ella como una sombra, pegada a mi antiguo organismo, arrastrándome a sus pies, suplicándole que me lo devolviera, llorando de
continuo, casi sin fuerzas ni deseos de vida, quedando totalmente vulnerable en medio del camino. Y los colores… ni hablar de los colores, no existen los colores para ella, solo grises, nuestras vidas pasan como escenas de películas antiguas, desfilan en lentos fotogramas grises y sepias, mudos y apenas melodio-sos, casi sin resolución y sin manera alguna de poder recuperar el alma que se perdió en el instante del clic, de aquella antigua máquina. Mientras, la muy cara dura nos observa desde dentro, como parásito, como ente… Para Nietzsche, era el demonio, para Dante “la gran tristeza”, para mi padre, la falta de deseos y para mí, mi peor enemiga. Hoy, la mantengo desterrada y lejos de mí, aunque a veces me visita en sueños y la veo pasar desnuda corriendo por mis aposentos porque en cuanto recupero la visión, enciendo mis colores y la espanto… Crueles somos con nosotros mismos si en su ausencia la anhelamos...y, si cuando llega no estamos alerta para mostrarle el camino de salida, porque se quedará con nuestras vidas, la que dice ser nuestra amiga: la melancolía…
Rufino Tamayo
“Dos mujeres en la ventana”
(Parque del Plata, Canelones, Uruguay) Blog: El Reino de Seda
Agoto la posibilidad de recordar, vienen a mi mente
imágenes de tiempos pasados… niñez solitaria… ternura de
los brazos maternos, dolor y olvido…. percibo que la defensa
del olvido protege, sin embargo, quita la oportunidad de
revivir lo pasado… ese redescubrir en la memoria tiempos
que implican dolor pero que liberan… persisto en el ejercicio.
Los que se fueron... están más que nunca. Es tanto el tiempo que no escribo...
Blog: Colapsando el tiempo
(La Paz, Bolivia)
poesía y prosa | cuentos | ensayos y reflexión | biografía | libro recomendado Avda Los Escritores
Tengo claro que todo tiene su “porqué” y que los seres
humanos pasamos gran parte de nuestra vida buscando “ese
porque” a todo y en todo... últimamente postergué mi
constante búsqueda, me di cuenta de que al buscar me
descuidé de lo que había encontrado antes... me dedique todo
este tiempo a dar pautas para que otros encuentren
respuestas... a ordenar piezas de rompecabezas ajenos,
esperando que “el otro” le asigne el título a su propia obra...
me olvidé que todo por longevidad se desvía... ahora, pongo
un alto a la búsqueda... no por fin de año, sino por fin de
ciclo...
©Paula Olivieri
"Doble vía, entre la literatura y la vida"
Novelas
- La ciudad y los perros (1963).
- La casa verde (1966).
- Conversación en la catedral (1969).
- Pantaleón y las visitadoras (1973).
- La tía Julia y el escribidor (1978).
- La guerra del fin del mundo (1981).
- Historia de Mayta (1984).
- El hablador (1987).
- El elogio de la madrastra (1990).
- Lituma en los Andes (1993).
- Los cuadernos de don
Rigoberto (1997).
- Cuando hablaba dormido (1999).
- La Fiesta del Chivo (2000).
- El paraíso en la otra esquina (2003).
- Travesuras de la niña mala (2006).
- El sueño del celta (2010)
poesía y prosa | cuentos | ensayos y reflexión | biografía | libro recomendado Avda Los Escritores
- Gabriel García Márquez: Historia de
un deicidio (1971).
- Historia secreta de una nove-
la (1972).
- La novela y el problema de la
expresión literaria en Perú (1974).
- La orgía perpetua. Flaubert y Mada-
me Bovary (1975).
- José María Arguedas, entre sapos y
halcones (1978).
Ensayos
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, escritor y académico peruano, es el nuevo Premio Nobel de Literatura 2010. Autor de obras como La ciudad y los perros (1963), Conversación en la catedral (1969), Pantaleón y las visitadoras(1973), La tía Julia y el escribidor(1977), La guerra del fin del mundo (1981) y La fiesta del chivo (2000), también ha trabajado en campos como el periodismo y la crítica de cine y de arte.
Nació el 28 de marzo de 1936 en Arequipa (Perú). Después del divorcio de sus padres, se crió con su madre y su abuelo en la ciudad de Cochabamba, en Bolivia. En 1946, la familia se mudó a la ciudad peruana de Piura, y en 1947, ya en Lima, sus padres restablecieron su relación.
En Lima, Mario Vargas Llosa asistió a una escuela católica. Posteriormente fue enviado por su padre al Colegio Militar Leoncio Prado, centro que adquirió fama mundial al aparecer reflejado en su novela La ciudad y los perros (1963), obras con la que se dio a conocer internacionalmente. La obra provocó el rechazo de la cúpula militar y creó una fuerte polémica en Perú, hasta el punto de que mil ejemplares fueron quemados públicamente por varios oficiales de este colegio militar.
Tras terminar sus estudios en el Colegio Nacional San Miguel en Piura, estudió Derecho y Literatura en Lima y Madrid. En 1955 se casó con su tía Julia Urquidi, diez años mayor que él, de la que se separó en 1964. Urquidi, fallecida en marzo de 2010 a la edad de 84 años, le inspiró su obra La tía Julia y el escribidor (1977), que mereció la réplica de su ex esposa, quien a su vez publicó en 1983 un libro titulado Lo que Varguitas no dijo.
En 1965 se casó con su prima Patricia Llosa, con la que tuvo tres hijos: Álvaro (1966), Gonzalo (1967) y Morgana (1974).
Elegido miembro de número de la Academia Peruana de la Lengua en 1975, se incorporó a la misma dos años después. En 1993 obtuvo la nacionalidad española, que comparte con la peruana, y un años después se convirtió en el primer latinoamericano con asiento en la Real Academia Española (RAE).
Trayectoria política
En los años 80 se introdujo en política. Impulsó el conservador Frente Democrático (FREDEMO), por el que concurrió sin éxito a la Presidencia nacional en dos ocasiones: en 1988, cuando sufrió un atentado fallido el avión en que viajaba, y en 1990. En esta segunda ocasión pero perdió las elecciones frente a Alberto Fujimori.
Premios
A lo largo de su carrera, Mario Vargas Llosa ha recibido innumerables premios y distinciones, y su trabajo ha sido distinguido con los máximos premios hispanos, como el Príncipe de Asturias de las Letras (1986), el Cervantes (1994) y el Planeta (1993). También ha recibido el Premio Nacional de Novela en Perú y el Bellas Artes de Venezuela, entre otros muchos.
(Aldous Leonard Huxley, Godalming, 1894 - Los Ángeles, 1963) Novelista y ensayista inglés de prosa
enciclopédica y a la vez visionaria. Se educó en una familia de sólida tradición intelectual. En su juventud quedó prácticamente ciego, y en 1942 publicó un libro, El arte de ver, acerca de sus esfuerzos para recuperar la visión.
Se graduó en literatura inglesa en el Balliol College de Oxford (1913-1915) y trabajó para la célebre
revista Athenaeum y como crítico de teatro en la Westminster Gazzette.
poesía y prosa | cuentos | ensayos y reflexión | biografía | libro recomendado Avda Los Escritores
En este libro visionario escrito en 1932, Aldous Huxley imagina una sociedad que utilizaría la genética y el clonaje para el condicionamiento y el control de los individuos.
En esta sociedad futurista, todos los niños son concebidos en probetas. Ellos son genéticamente condicionados para pertenecer a una de las 5 categorías de población. De la más inteligente a la más estúpida: les Alpha (la elite), los Betas (los ejecutantes), los Gammas (los empleados subalternos), los Deltas y los Epsilones (destinados a trabajos arduos).
"El mundo feliz" describe también lo que seria una dictadura perfecta que tendría la apariencia de una democracia, una cárcel sin muros en el cual los prisioneros no sonarían en evadirse. Un sistema de esclavitud donde, gracias al sistema de consumo y el entretenimiento, los esclavos "tendrían el amor de su servitud "…
Descargar Libro
Paula Olivieri / Caminante Diosaoasis / Batuel Iriarte Delfín en libertad/ Carlos Tapia C. Marcelo Lazcano / Ramiro Valda Sandra Gutiérrez A./ El Anthar.
Paula Olivieri / Claudia Pérez Andres Bilabel / Lisandro Paloma Saavedra / Mauricio Shade Giovanni Barbieri / Schacolly Batuel Iriarte / Rosa García Carla Kowalski / El Anthar.
Andres Bilabel / Claudia Pérez Giovanni Barbieri / Paula Olivieri / El Anthar.
http://pordefectorevista.blogspot.com/
"Revista literaria y mucha buena onda"
http://www.facebook.com/profile.php?id=100000445429976&ref=ts
"Utopía y otras Realidades"
En muchos países Febrero es
el mes del amor y la amistad, como todos sabemos el 14 es el día de San Valentín, el llamado santo de los enamorados. Es por tal razón, que nuestra próxima edición será referente a esta temática. Están todos invitados a enviarnos sus escritos referente al amor y sus múltiples aristas para crear este volumen especial. A continuación la pauta:
Participantes Pueden participar escritores residentes en cualquier país, sin límites de edad. Deben tener en cuenta que la extensión del poema, cuento o ensayo no exceda las dos hojas tamaño carta, escritas en formato Word, letra Arial número 12. Al final de la obra se debe firmar con el nombre o seudónimo e incluir ciudad y país de precedencia.
Presentación y Plazos Las obras se deben enviar al correo electrónico :
Se recibirán obras hasta el 31 enero del 2011 y se notificará por correo electrónico a los autores escogidos para la edición a publicar
en Febrero (versión digital en pdf).
Como saben, la revista no fue creada con ánimos de lucrar es por ello que no se ofrece compensación económica a los participan-tes, solo brindamos el espacio para compartir el arte.
Nota: La obra que no se ajuste a esos requisitos será descartada.
Sin más que comentar, me despido, nos leernos en la próxima edición. Que tengan un feliz y prospero año nuevo.
[¿Me preguntas que es lo
bueno?. La riqueza puede ser
buena, la victoria también
puede serlo. Pero lo bueno
para mi es lo que amo.] Safo
Como siempre ha sido un placer pasear con ustedes, llevarlos de la mano por nuestras calles… pero ahora debemos escoltarlos de regreso, no sin antes brindarles una afectuosa despedida.
En este último tramo yo quiero que andemos a paso cansino… silbando bajito, así revivimos todo lo acontecido en esta excursión.
En la gran selva de asfalto todo puede pasar, cualquier cosa es posible y de giro en giro se arma la historia, nuestra historia, la tuya, la mía, la de cualquier persona que conozcamos.
Amaneciendo un día cualquiera con una exquisita sensación de orgasmo…como si hubiéramos pecado vos y yo y tú también.
Aunque luzca imponente su luz roja el semáforo ¡no nos detendremos! seguiremos escribiendo, leyendo a viva voz. Tenemos una fuerte conexión, no importa que estemos lejos, que no nos conozcamos si quiera. No interesa si nuestro amor es tangible o solamente nos acercan las letras.
En el gran circo de la vida hacemos equilibrio, y nos preguntamos mil veces tantas cosas…nos metemos de lleno en una carrera mágica donde la meta es transitar por las calles, no importa a donde lleguemos mientras aprovechemos el camino, mientras hagamos nuestro el recorrido.
Seremos ebrios en abril y en cada mes del año pero no nos embriagará el alcohol sino la pasión, la fuerza de nuestra palabra, la que jamás será callada sino extendida y lanzada a los brazos tuyos, a los nuestros y a los de cada transeúnte que nos quiera acompañar. Encapsularemos la felicidad y dejaremos de pasar el tiempo buscándole un porqué a cada cosa que nos toca atravesar, trataremos de recordar aquello que alguna vez nos lastimó porqué que en definitiva nos liberará de cometer mañana el mismo error.
Nos dejaremos seducir un poco pero no engañar por aquella que dice ser nuestra amiga, la melancolía… esa que nos quiere atrapar ahora una vez más diciéndonos suavecito: Ya es la hora de despedirse, cargarás sobre tu espalda otro adiós…
¡Pero no! ¡No le haremos caso esta vez! sabemos bien que el adiós es temporal porque al final de la calle otra puerta se abrirá muy pronto… Abrazos efusivos para todos. Nos vemos en la próxima edición.
http://avda-losescritores.blogspot.com
"Doble vía, entre la literatura y la vida"