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Universidad Catlica Los ngeles de Chimbote DARES
EL ASISTENCIALISMO
Por: Ramiro Restrepo Gonzlez (*) Consultor Independiente.
Expresidente del Comit Tcnico 180 de Icontec Gua Tcnica Colombiana en Responsabilidad Social.
El asistencialismo es la deformacin de la asistencia , obligacin que contraen
los gobiernos con sus ciudadanos a travs de una constitucin por la cual se seala el
carcter de dignidad de todo ser humano sin distinticiones de ningn tipo.
El asistencialismo crea una clara situacin de dependencia del individuo o grupos que lo
reciben, que no promueve la dignidad, el desarrollo de proyectos, etc. La persona, dicho
en trminos simples, se aburguesara en una comodidad alienante. La imagen clsica
que se trae a colacin es que hay que ensear al asistido a manejar la caa (o sea, a
desarrollar sus propias potencialidades), y no brindarle el pescado ya preparado.
(Sebastin Gimnez. Lic. en Trabajo Social).
Entre los operadores modernos de la cooperacin internacional, el concepto
de asistencialismo es considerado como poco conveniente y simple paliativo que, en la
mayora de los casos, no lleva a la solucin de los problemas sociales de los individuos o
grupos ms necesitados de la sociedad.
Cuando se afirma que el actual concepto de responsabilidad social deja atrs todos
los esquemas filantrpicos, por lo menos aquellos filantrpicos de tipo humanitario, no
estratgicos, surge pronto la pregunta: Estamos entonces en el final del asistencialismo?
Mi respuesta propone, en primer lugar, que diferenciemos dos conceptos, a partir de
ahora: la asistencia humanitaria o social y el asistencialismo social. Hecha esta
diferenciacin, puedo concretar otras dos respuestas:
- El asistencialismo, como crculo vicioso de la asistencia, generador de dependencia,
debe desaparecer cuanto antes. Es un perverso mecanismo, cuya nica virtud consiste
en ser el ms eficiente mecanismo de reproduccin de la vulnerabilidad y la pobreza.
- La asistencia humanitaria, por el contrario, jams desaparecer, an en las sociedades
ms desarrolladas.
Digamos pues que la asistencia es una solucin de entrada, aplicable a situaciones de
precariedad extrema, pero que debe conducir luego a estadios superiores de solucin
institucional o autogestionaria. Para ello, la asistencia humanitaria debe ir acompaada de
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un importante componente, financiero y de gestin, orientado a crear o fortalecer las
capacidades humanas de los beneficiarios pues, de lo contrario, jams ser posible
romper la perversa trampa de la dependencia que conduce irremediablemente a
soluciones asistencialistas.
En este contexto, la asistencia se libera de excesos y puede erigirse como la ms
depurada expresin de la solidaridad humana.
Un alto porcentaje de la accin social, de la inversin social y de las iniciativas de
responsabilidad social, tanto del sector pblico, como del sector privado y del sector social,
son de corte puramente asistencialista. Y quizs en ello radique su demostrada falta de
eficacia para superar los problemas estructurales de pobreza, marginalidad y atraso.
Pareciera, pues, que el asistencialismo nos ha puesto en la ruta equivocada. El
asistencialismo, es hijo de un modelo de desarrollo, como dijera Leonardo Boff, de un
pacto social que no incluye a todos. Por lo tanto, el asistencialismo es una propuesta que
perpeta la exclusin de las mayoras.
Lo que estamos obligados a repensar entonces, no es el asistencialismo, sino nuestro
modelo de desarrollo, del cual aquel es hijo y producto. De esa manera, recuperaremos el
verdadero sentido de la asistencia humanitaria y nos desprenderemos de frmulas
generadoras de dependencia.
Asistencialismo
NI CARIDAD NI ASISTENCIALISMO... AMOR, RESPETO Y COMPROMISO, esa es la
manera de ayudar a quienes lo necesitan, sin embargo, los que poseen la posibilidad de
hacerlo, tergiversan el sentido de esta solidaria actitud y la transforman en un elemento
coercitivo, convirtiendo a los destinatarios de dichas acciones en casi rehenes,
promoviendo y nutriendo la dependencia y la desconfianza, recreando el crculo vicioso de
la pobreza.
Los funcionarios elegidos por el pueblo, para
dirigir y administrar, no alcanzan a establecer,
claramente, las disparidades que hay entre
asistencia social y asistencialismo. Esto los
lleva a tomar medidas, consideradas por ellos
como convenientes y populares pero que,
aunque parezca una paradoja, slo consiguen
agravar la pobreza fsica y mental de la
poblacin.
El desempleo no se detiene, avanza
inexorablemente y empieza a afectar a
personas relativamente preparadas. Muchos
hombres, pero ms mujeres, estn en riesgo
de quedar sin su fuente de trabajo y, como los
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sindicatos no hallan la manera de enfrentar al problema del desempleo, surge el
asistencialismo, que es como un empleo encubierto utilizado, simplemente para paliar, y
no para solucionar, el drama de la ausencia de fuentes de trabajo.
El lado positivo del asistencialismo, sin entrar en muchos detalles, es que asiste, socorre;
puede llegar a ser una ayuda humanitaria que solucione problemas bsicos coyunturales.
Entonces, en una primera fase, puede ser propicio, hasta beneficioso. Pero, yendo al
fondo de la cuestin, vemos que con el asistencialismo, si ste perdura en el tiempo ms
de lo necesario, produce adiccin y acostumbramiento, las personas pierden la capacidad
de iniciativa, la creatividad y el impulso vital porque pueden obtener todo tipo de apoyos,
sin esfuerzo alguno, por parte del estado. El tejido social es corrodo por la desidia. Hay
muchas criaturas y adolescentes que nunca vieron trabajar a sus padres, slo los
observan, una o ms veces por mes, concurrir a los bancos habilitados a hacer largas
colas para percibir la asignacin mensual que reciben por hacer nada.
Asistencia pblica es el accionar de las instituciones estatales que tiene como finalidad
prestar auxilio, proteccin o apoyo a personas, o grupos, que se hallen desprotegidos o
vulnerables, temporal o permanentemente. Comienza en la compasin pblica, que se
basa en el principio de la misericordia y la lstima, y se traduce en la limosna o el favor
que se presta a los necesitados, como una forma de solidarizarse con el desconsuelo
ajeno.
La asistencia social no humilla a los individuos sino los respeta, procurando que sus
derechos fundamentales no sean vulnerados, hacindoles entender que todo derecho
conlleva a una responsabilidad y por ende la primera responsabilidad de todo ser humano
es velar por su propio bienestar. Propende a que los recursos motiven un desarrollo social
sostenible, para alcanzar la insercin de la poblacin vulnerable a la vida productiva con el
objeto de contribuir a su desarrollo pleno e independiente.
En sntesis la asistencia social considera que las personas vulnerables, necesitan un
impulso adicional, una ayuda temporal para que puedan valerse por s mismas y tener un
desarrollo humano integral.
Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, el asistencialismo, entonces, convierte a las
personas necesitadas en subordinadas, que carecen de respeto hacia s mismas,
transforma a los individuos en afectos a la compasin pblica y llegan a sentirse incapaces
de confiar en sus propias posibilidades para encarar algn proyecto o realizar
emprendimientos productivos.
As mismo, fomenta el clientelismo, en el que las personas dependen del humor de los
agentes polticos que lo promueven, no permitindoles ser individuos libres que asuman el
compromiso y la responsabilidad de su propia existencia.
Es muy probable que, mientras siga la plena vigencia del asistencialismo, se continen
agravando los problemas sociales que padece una considerable cantidad de personas.