Download - Así se Manda en mi Tierra Capítulo III
Así se manda en mi Tierra
Miguel Ángel Gómez Escamilla
3
Así se Manda en mi Tierra
Crónica esencial de los depositarios del Poder
Capítulo III
PURUXLANDIA
Miguel Ángel Gómez Escamilla
Así se manda en mi Tierra
Miguel Ángel Gómez Escamilla
5
La política sin una cierta dosis de cinismo es
utopía, el exceso de cinismo en la política se
convierte en tiranía. He visto mentir a muchos
políticos, he conocido algunos que saben
sostener verdades, pero pocos, en realidad
muy pocos, pese a la forma de la política,
alcanzan el grado de corrupción, como los de
mi tierra.
Pequeño Estado de México, uno de los más
pequeños con una población que nunca ha
llegado al millón de habitantes, un lugar en
donde hay poco trabajo, mínimas
oportunidades de desarrollo económico,
mucho menos hablar del desarrollo personal o
profesional de los individuos. Exportadores de
talentos a otros estados, hay campechanos
en casi cualquier parte de la república
mexicana, es como lo he descrito en toda
oportunidad, una cámara de observación de
lo social y lo político en la cual pueden
Así se manda en mi Tierra
apreciarse cual ratas en un laboratorio las
conductas de los políticos ante elementos
forjados por ellos mismos, tales como la
corrupción, la impunidad, el oportunismo,
pobreza dirigida, la especulación pero sobre
todas las cosas cinismo y un excesivo uso de
la mentira, digamos una mitomanía adquirida.
Es un sitio en donde el gobernante juega a
ser rey, asume la posición de iluminado, se
llega considerar ungido y finalmente pierde
los estribos, cuando no la cordura absoluta.
Y en este laboratorio, todo se llega a
dimensionar en panoramas extremistamente
politizados, en una tierra en donde tener un
trabajo es un privilegio, en donde poner una
empresa requiere de un análisis minucioso
para determinar si podría en algún momento
afectar los intereses de quienes ostentan el
casi poder monárquico, en medio de esta
tierra, abro por capricho un paréntesis de
vida, para escribir en torno al llamado poder
ejecutivo estatal
Miguel Ángel Gómez Escamilla
7
El gordo.
Con suficiente anticipación se sabía quién es,
en una tierra con tan poca gente, con tan
pocos habitantes, las hazañas de este
personaje tienen que ser del dominio público,
producto de una y mil mentiras, nace con
esteroides la carrera política de Fernando
Ortega Bernés. Simple escribidor de
discursos en sus primeros encuentros con el
poder, encuentra en el mito urbano, en la
leyenda boca a boca la posibilidad de hacerse
de un nombre, avanza con la fuerza que le da
un sistema ávido de oradores de mediana
estampa, la simpatía de su figura apegada a
los estándares de los endémicos de la región
y desde luego con el poderoso filo que le
brinda su apodo “el Purux” gordo en lengua
maya.
Así se manda en mi Tierra
Es imposible hablar de “el Purux” sin abundar
en sus evidencias físicas, sobre todo porque
de ellas como siempre, derivan acciones,
actitudes y decisiones de la actividad
gubernamental.
Nuestro físico define en buena medida
quienes somos, los feos por necesidad tiene
que hacerse graciosos para ser aceptados
con mayor facilidad por los demás, la empatía
requerida por la gente nace de esa simpatía,
el Purux conocedor del tema, se forja para sí
un personaje de gordito bonachón, rechazado
según su mito de la clase gobernante,
quienes paradójicamente premian una y otra
vez con posiciones políticas al poco agraciado
personaje de estampa regordeta, fuertes
abrazos y melosidad extrema.
Con una excelente mano izquierda, el político
asume cada encargo con la voracidad
precautoria de quien desconfía de próximas
oportunidades, previsor al punto de la
avaricia, lo mismo como secretario de
educación que como presidente del congreso,
como alcalde, que como senador, la pobreza
Miguel Ángel Gómez Escamilla
9
le habría de perseguir en un embelesador
discurso que exige comprehensión ante su
situación difícil, incómoda, a contra corriente
del sistema, una y otra vez repite y hace
repetir a sus seguidores que la falta de
afectos se la demuestran en cada oportunidad
amarrándole los pesos del erario, incapaz de
solventar soluciones mucho menos de ser
solidario con la gente, pero en castillos
formados en el aire con cimientos de saliva,
pide le ayuden para crecer como proyecto y
algún día la retribución a tan esmerada
afrenta personal de sus seguidores de auto
sacrificarse y desde luego sacrificar a sus
familias, la glorificación habrá de llegar.
Tarea nada difícil si se observa con
meticulosidad la composición social del
pueblo campechano, aún muchos esperan el
recibir las bondades del cielo como
recompensa a la vida en la cual han
aprendido que las grandezas en vida habrán
de privarles de beneficios tras la muerte.
No haría falta ser un genio para darse cuenta
que esta analogía tácita surge en la mente de
Así se manda en mi Tierra
quien sin líder se va encontrando, es así
como logra de poco en poco congregar sus
primeros círculos de fanáticos, los cuales son
desde luego los promotores del político, al
tiempo que son sus amigos, sus compañeros
de trabajo y sus cuidadores de espalda.
Siempre hambriento, de grandeza, de poder,
de imagen, va poco a poco haciendo a un
lado cada uno de los criterios personales que
pudiera tener para consigo producto de sus
notorias características físicas, quizás tres de
las más evidentes, su voluptuosidad, su nariz
y su tez. Ninguno de los contemporáneos en
su partido podría con facilidad ser marcado
con mayor grado de fealdad que Purux.
Sabemos que en la política los juegos
pesados, los apodos, las burlas y los
comentarios malsanos son el día a día, lo
mismo hacia dentro como colegas, que hacia
afuera cuando deciden en muchas ocasiones
filtrar hacia los medios alguna sátira del
aspecto físico de algún político.
Feo, gordo, la vida le pone como única opción
en el camino de la “simpatía”. Nunca visto a
Miguel Ángel Gómez Escamilla
11
conciencia como un líder, pero sí como
amigable, es Purux y se lleva con todos y
para cada persona tiene una frase como
“estamos pendientes” “no apagues tu celular”
“cómo está la familia” “salúdame a tu papá”
un fuerte y estruendoso palmear en la
espalda, que de paso sirve para hacer notar
su presencia al casi obligar a los demás
voltear a verle tras el escandaloso, poco
educado pero efusivo saludo del político. Un
saludo que se tiene que aclarar intenta
mostrar “así saludamos los hombres”
enarbolando la bandera de una
“masculinidad” que lleva a criterios
específicos en su conformación de gobierno y
actuar diario. Al detenerse a hablar con
alguien que se lo solicita siempre con la mano
dominando a su interlocutor, demostrando
una territorialidad que le ayuda a sentir control
de la situación, movimientos evidentes de
asentimiento, una sonrisa que le enchina la
mirada al mover los voluminosos cachetes,
gesto cada vez más exagerado en un afán de
hacer evidente “el gusto” por saludar y una
voz en el tono más grave que le permite su
Así se manda en mi Tierra
tórax producir, muletas verbales agotadas
pero probadas, lo suficientemente largas
como para poder hilar oraciones y al mismo
tiempo para en su caso y de ser necesario se
vayan olvidando de las primeras líneas, lo
cual le lleva a menudo a cometer vicios de
lenguaje y errores gramaticales que pasan
desapercibidos en medio de su retórica que
intenta ser paternalista, lo que algunos
llamarían conducta de padre nutricio.
Tonalidad de voz que también coincidiría con
un insistente comportamiento masculinizado,
la razón es simple, si sus movimientos no
fueran cuidados al extremo de verse
masculino por fuerza, con su mensaje y
proceder, se le notaría afeminado.
Hasta ahí, nada le haría diferente a muchos
políticos. Lo que resulta interesante es la
creatividad localista para asumir situaciones.
Mencionaba de la carencia de recursos, la
pobreza que cual nube rodea y persigue a
Ortega Bernés, en cada encargo, siempre,
haciendo culpable a alguien jerárquicamente
superior quien no le quiere hacer llegar los
Miguel Ángel Gómez Escamilla
13
recursos por “celo” a su crecimiento. Una
artimaña que produce por dos lados distintos,
por un lado la justificación idónea para no
compartir, para no cumplir, pero de forma
adicional para situarse en el papel de víctima
con la fe de encontrar en los escuchas
salvadores ya que desde luego el perseguidor
es el superior celoso. Así cuando en antaño
fue el Gobernador en turno quien le frenó
económicamente en cada desempeño
político, siendo ahora que él es el gobernador,
la cita de la pobreza es referida al Presidente
de la República, quien en voz y pluma de los
lisonjeadores de oficio es responsable de la
carencia de recursos, por ende la nula ayuda
social e inexistentes obras, crecimiento y
desarrollo. Pero más allá del roll psicológico
que juega cada orden político, está un
desorden personal, interior, íntimo, totalmente
subjetivo.
El acervo de mañas de “el Purux” es tan
amplio como su creatividad cínica y resentida,
ante cada negativa la frase: es que él quisiera
darlo pero… tras ese pero, la cizaña es
Así se manda en mi Tierra
sembrada, la culpa tenía nombre y apellido,
se insinuaba en su momento de quien era la
culpa que el pobre Purux estuviera limitado en
oportunidad para entregar benefactores, en
otras ocasiones sus publirrelacionistas,
simplemente dejaban a la imaginación el
nombre de quien le impedía al Purux realizar
la buena acción, acrecentando las diferencias
entre el afligido solicitante y su némesis
personal.
Las negativas cuestan, la estela de daños a
gente quienes con expectativas acudieron en
su momento con el voluminoso gobernante,
en busca de ayudas para afrontar
enfermedades o padecimientos reseña una
gran cantidad de dolor humano. Por centenas
he podido documentar anécdotas en relación
a las promesas ante situaciones tan delicadas
como la salud, muchas personas que por
necesidad acudieron a él en su momento en
busca de ayuda, e incluso personas de origen
humilde que apostaron en campañas trabajo,
esfuerzo, cansancio, terminaron agravando su
situación, así quienes padecían un tumor
Miguel Ángel Gómez Escamilla
15
terminaron enfrentando cáncer, semana a
semana, la misma promesa se iba
refrendando hasta llegar el punto de daños al
nivel de amputaciones por no atenderse a
tiempo, atenciones postergadas por las
palabras de este señor Ortega quien se
comprometía a entregar los medicamentos, la
ayuda hospitalaria, las consultas médicas e
incluso boletos de transporte y unos cuantos
pesos de viáticos para traslados a la vecina
Mérida en busca de atención médica de
especialidad. Así de promesa en promesa, de
compra de tiempo en compra de tiempo,
fueron las historias repetidas que terminaron
no solo en sufrimiento, sino en otras
ocasiones la pérdida de los patrimonios.
Sin el más mínimo resquicio de
remordimientos, sin el más exiguo interés en
una persona que sufre. Tratándose de
Fernando Ortega Bernés tenemos en claro
que hablamos de un individuo quien ante lo
que se encuentra fuera de su ego, no le
aflige, ni siquiera reacciona, se instala en la
indiferencia, en la indolencia, la cual no se
Así se manda en mi Tierra
interrumpe, es capaz de mantenerse en esa
cínica postura y fingir una alteración de sí y
preocupación extrema, mientras por dentro su
esfera de lo personal se blinda para no tener
que entregar algo de lo que considera como
suyo, como una extensión de su propiedad.
Para él, es evidente, los recursos son parte
de esa extensión de propiedad, es un
controlador extremo, como parte de su origen
con no tantos recursos, está en una carrera
por alcanzar a quienes tienen la ventaja de
herencia, por ello no repara en acumular, se
puede con facilidad ubicar como una persona
en constante conflicto al juzgar y sentenciar
quien debe tener que cosas, a quien le sobra
que cosas y que cosas que tienen otros a él le
vendrían bien.
Un individuo que ha sido señalado en el
pasado en franco conflicto con la propiedad
privada, con el recurso ajeno, vaya hasta con
coincidentes desapariciones de objetos de
valor tras breves estancias en casa de
campechanos avecindados en otras ciudades,
es un tipo que siente la necesidad de
Miguel Ángel Gómez Escamilla
17
posesión, que no reconoce los límites de la
pertenencia ajena, pero por encima de todo
esto, que se siente plenamente facultado para
determinar quien merece tener y quién no.
Un extraño complejo, que pone esporas con
quienes le rodean, cuando menos de manera
cercana.
Un ser con frustración y envidia, así se le ve,
colmado de frustración y de envidia incapaz
de ver que su prójimo puede superarse o
tener más. Como toda persona acomplejada
carente de principios y siempre tratando de
acomoda las circunstancias de acuerdo a sus
conveniencias.
Militante de un confundido umbral, instalado
en la postergación permanente de una
revancha interminable con el pasado, con las
dudas de su origen, la certeza de su
temporalidad y la existencia de su propio
subplano mirando la vida desde su angosta
visión, lo cual le acentúa su espíritu de
perdedor irreductible, facsímil de guerrillero
en una batalla íntima que pareciera desear
contener con fe en lo que los demás temen,
Así se manda en mi Tierra
detestan o rechazan, absorbiendo para sí los
íconos de los más desdeñables actos, con
insoldables fracturas de vidas desgarradas
en el ejercicio del control que tanto anhela y
necesita desatando rabia en cualquier lugar
situándose garbosos ante a los micrófonos
pretendiendo dar cátedra de moral y respeto
armado de leyes, de mensajes cifrados, de
plumas verdes, con escudos de inocencias, y
escribas cual gatilleros.
Repito su primera batalla es contra el mismo.
Por eso no se da tregua, acciona en todo
momento su rencor, su furia, que vive
contenida por el personaje bonachón
artificioso pero necesario para no explotar
con la belicosidad de un niño regañado que
no se limpia los zapatos o no se cepilla los
dientes, con todo coexistiendo el fastidioso
tono paternalista masculinizado y el deseo de
desquite, de ejecutar a mansalva una
venganza por tanto tiempo de contención,
explotar contra los adversarios concretos o
diluidos en la generalidad, contra los
enemigos reales y los imaginarios, contra los
Miguel Ángel Gómez Escamilla
19
afortunados existentes o potenciales, dando
vueltas en su cabeza las manos que hubiera
deseado morder en lugar de obligádose a
besar.
Fernando Ortega es uno de tantos políticos
cultivados en el caldo espumoso del
resentimiento. Los de su tipo, encuentran una
provechosa resonancia en el colectivo, en
tanto motoriza un sentimiento de minusvalía
que en alguna medida padecemos todos de
allí la necesidad a todo costo de hacer notorio
su encanto ductor en política y la
identificación que concita su arbitrariedad al
instalarse en su rol de poderoso. De allí la
indestructibilidad de su rabia trasladada a la
indiferencia. De ahí que, prefiera ser un
guarecido en la omnipotencia justiciera del
que se define como maltratado,
obstaculizado haciendo notar que siendo él
quien es y teniendo la posición que ostenta no
lo puede todo, que requiere del apoyo de los
ciudadanos, apoyo que es más un llamado al
sacrificio en su nombre, ya que las dolencias
infringidas en terceros, es parte de su
Así se manda en mi Tierra
alimento como animal político. Ese sacrificio
en su nombre, cobra fuerza, aliento y cualidad
cuando le permite hacer inversa la minusvalía
que le ha marcado.
Inescrupuloso y manipulador de débiles, con
herramientas tan elementales como la retórica
básica, con mecanismos como la
incuestionabilidad de sus actos o de
acontecimientos, con notorio desplante ante
lo que considera no tiene necesidad de
explicar, huidizo ante quien pretende
cuestionar tanto como de quien exige una
explicación o una rendición de cuentas, con
él existen los temas tabú y los momentos
incómodos en los cuales no desea ser
molestado por nadie. Imperando la forma
sobre la esencia, su actitud es simplista y su
incapacidad para tener argumentos sólidos le
obliga a reaccionar externando molestia y
olvidando su personaje de gordito bonachón.
Se instala en un deseo de control que le dicta
retirar comunicación, es una de tantas formas
de decir, tengo el control, ustedes se acercan
tanto, cuando y cuento yo deseo que se
Miguel Ángel Gómez Escamilla
21
acerquen, digo lo que deseo decir y les doy lo
que es deseo dar.
Misoginia o falocracia, el señor Ortega
gobierna desde el lado misógino del poder,
con casi ninguna mujer al interior de su
gabinete especializado de gobierno, con una
marcada separación de sexos y notorias
diferencias de trato de un sexo respecto del
otro concibiendo de formas natural el hecho
de que las mujeres cumplan papel de
subordinadas, con poco ningún margen de
decisión en temas importantes,
etiquetándolas tácitamente como seres que
no saben cómo proceder ante diversas
circunstancias, pero además con una actitud
hacia su propio sexo que le inclinaría sobre
una falocracia al mismo tiempo. Su constante
necesidad de masculinizar su entorno tiene
relación con esto.
Por la conducta indolente hacia los demás
que ha demostrado durante los años, es
lógico que las mujeres no sean un activo
laboral del gobierno de Fernando Ortega
Bernés, como todo demagogo, el punto de
Así se manda en mi Tierra
partida de su estilo de acceder al poder es
contrario a la esencia femenina, en la esfera
de poder donde se ubica no necesita ni quiere
ser juzgado y siendo el juicio uno de los
elementos primordiales del actuar femenino,
es natural que no les desee cerca, dejando
ver que el sitio indicado para la mujer es
aquel en donde se acople a la sumisión.
Las mujeres para el señor Ortega, al igual que
los necesitados, al igual que tienes poseen lo
que él desea tener, son cosas, todo lo externo
a él se ubica en un proceso ideático de
cosificación, es en esa translación interna
sagaz que efectúa el señor Ortega que las
mentiras dejan de ser solo cuadros verbales
primarios y se convierten en un guión para ser
actuado, la cosificación es lo que le permite
dirigirse de forma actuada, intentando mentir
tanto con la voz como con la actitud con el
manejo de los movimientos corporales, con el
tono de voz, con los ademanes y con frases
que intentan ser argumentos sofistas como la
reiterada “es por eso que les digo que” usada
previamente a la condición requerida de lo
Miguel Ángel Gómez Escamilla
23
que desea que “las cosas” humanas hagan,
siempre en pro de una plataforma definida
suprapersonal, lo cual es una forma de pedir
las cosas para él mismo pero empleándose
parámetros tales como la superposición de
ideales que la generalidad o la colectividad
pueden absorber como propios por eso es
que emplea ese tipo de frases trasladadas a
la primera persona y en muchas ocasiones
con reiteraciones innecesarias al centrar el Yo
en el discurso, sacarlo de lo tácito y situarlo
en el imperativo, juego de personerías cuando
va exigir, o a pedir, en cuyo contexto emplea
posterior al plano del motivo la propuesta de
beneficio per5sonal teñida de un colorido
beneficio mutuo situando en primera persona
plural “Vamos a trabajar por Campeche, por
“NUESTROS ONCE CAMPECHES” haciendo
un énfasis de tono en los once, para realzar
el orgullo de pertenencia potencializado al
pequeño terruño de cada habitante del
estado, segmentando para incrementar la
empatía, todo sea pro de la manipulación.
Así se manda en mi Tierra
Fernando Ortega requiere un entorno plagado
de obsecuentes colaboradores, que transiten
bajo un efecto de dominio que solo él puede
controlar, nadie más. Como decía el gordito
bonachón es un personaje, no es real, en el
fondo, el individuo es poco empático, por ello
recurre a la formación de empatía de primer
contacto con individuos subyugados quienes
en afán de ofrecer empatía al maravilloso
demagogo, desarrollan cuadros de mimetismo
el cual es agradecido por el narcisismo que
invade a Ortega Bernés.
Es una mezcla falocrática, los colaboradores
masculinos subyugados a la esfera
impenetrable de decisión, simples soldados
que reciben órdenes y ejecutan, sintiéndose
obligados a mimetizarse para conseguir el
agrado, la empatía tiene que ser física igual,
las señales están mandadas, cerca, en la
inmediatez no hay más que obesos, varones
obesos que asienten con la cabeza,
dispuestos a renunciar a cualquier crédito por
idea, el único genio es el gran señor Ortega.
Miguel Ángel Gómez Escamilla
25
Pero nada sucede solo, se necesitan
herramientas, a lo largo de los años muchas
han sido las herramientas a las que ha
recurrido Ortega Bernés pero la más usada
por las personas que le rodean es el rumor,
rumores para todo, para ubicarse como
salvador, como víctima, según convenga,
para ubicarse como político mesiánico, rumor
hasta para justificarse como lo haría cualquier
político, él es bueno pero quienes le rodean,
esos terribles de los Sarmiento, o tal o cual.
En definitiva todos sabemos que no hay líder
malo, que la función primordial de quien
pretende ser líder es asumir su papel y dar
respuestas favorables, pero para impedir que
las órdenes se ejecuten debe existir un
Roberto Sarmineto, un Víctor Salinas y
muchos adicionales, quienes únicamente
desde luego cumplen las órdenes, la mayoría
de las veces contrarias en privado a lo
pactado en público. A esto habría que sumar,
la compra de tiempo postergando
acercamientos o cumplimientos de manera
posterior a cosas, fechas o eventos
significativos, por decir algo un vamos a
Así se manda en mi Tierra
verlos después del informe estando en enero,
siendo el informe en agosto, por mencionar
los más comunes aunque no los más
ingeniosos. Desde luego las mentiras como
aquella de evitar a toda costa el pago a
proveedores argumentando el robo de la caja
fuerte del Ayuntamiento, cada una de las
mega construcciones que realizaron en su
trienio al cargo del municipio cuyos costos
aún con las inflaciones tantos años después
son verdaderamente de exorbitantes.
Para llegar a ser Alcalde Fernando Ortega,
usó algunas de las mañas que reciclaría una
y otra vez, la primera azuzar a “su gente” para
que buscaran posiciones, cargos de elección
popular que evidentemente le serían
negados, pero que desde luego se
negociarían a cambio del encargo siguiente
de Fernando Ortega, era así como en las
vísperas de cada elección los amigos de
Purux iniciaban con sus campañas de
posicionamiento, muchas de ellas
políticamente inviables, pero que buscaban
de nuevo satisfacer la territorialidad y deseo
Miguel Ángel Gómez Escamilla
27
de control, vaya el tener con qué jugar y
negociar en el terreno político. Es así en
medio de la presión, en medio del amague
político público como surge uno de los mitos
de la política campechana más significativos.
Previo a la elección a gobernador del 2003,
en octubre del 2002, “el Purux” declina en
corto la posición que buscaba, en aquella
ocasión precisamente la sucesión de
gobernador, la falta de experiencias en el arte
de la persuasión había logrado poner en
franja de riesgo la institucionalidad de varios
personajes, pero sobre todo podrían
deteriorarse las fibras del tejido de la
maquinaria electoral del PRI. Previo a la
concertación política, el entonces diputado
presidente del Congreso Purux para quien era
evidente que el paso lógico a buscar en los
escaños políticos era la Alcaldía, apostó a
una posición más elevada (gobernador) para
de esa manera bajar en la negociación a
Presidente Municipal. A unas cuantas horas
de haberse dado el acuerdo político con el
cual le habían informado a Purux de la
decisión de que sería Jorge Carlos Hurtado el
Así se manda en mi Tierra
Gobernador y que debería encontrar la forma
de tranquilizar los celos y nervios de “su
gente” inició de boca de sus cercanos un
rumor a correr las calles: Purux no iba ser el
candidato, el gobernador en turno Antonio
Gonzalez Curi le había dado una cachetada y
retado siendo que a gritos le dijo que iba ser
Hurtado Valdez el candidato a Gobernador. El
rumor venía acompañado de un estribillo: hay
que buscar a Purux y pedirle que sea el
candidato a alcalde, si no es Purux el
candidato se pierde la alcaldía de Campeche
y quien sabe que vaya a pasar en manos de
los españoles. Los españoles en cuestión era
referencia a Juan Camilo Mouriño extinto
secretario de Gobernación quien en aquella
época habría de contender contra Purux en la
Alcaldía de Campeche, encuentro del cual
saldría otro rumor en tono “simpático” “Purux,
mata carita” en alusión a las características
físicas del contendiente panista.
La maña de la cachetada casi le cuesta al PRI
la gubernatura, ya que también como se vio
en más de un proceso electoral en el cual
Miguel Ángel Gómez Escamilla
29
Purux estuviera metido, cuando a sus
intereses ha convenido ha sabido operar en
contra de su institucionalidad, o él o bien sus
cercanos y de ultra confianza colaboradores
poseen una iniciativa perversa única en su
tipo.
No obstante los planes, las carnes no cayeron
en los asadores, en aquel proceso, el extinto
secretario de gobernación, con la plaza de
Campeche capital descuidada a intercambio
de centrar esfuerzos en la posibilidad de
ganar la gubernatura para su partido aún con
otro candidato, los procesos operativos no
fueron tan confiables y el ambivalente Purux,
llegó a ser Alcalde, dejando en aquella
ocasión al partido del pacto con nada.
Como decía hace algunas líneas este es un
Estado pequeño en donde la oligarquía se
divide en colores y se une en fiestas, en
compromisos sociales y desde luego de toda
la gente que usufructúa el poder se compone
una gran familia con nexos e intereses
políticos y económicos.
Así se manda en mi Tierra
Uno de los personajes sin el cual el Purux,
difícilmente habría podido escalar es Gabriel
Escalante Castillo, quien encontrara las
delicias del poder de la mano de los
hermanos González Curi y quien en su
momento adoptó y arropó al Purux,
intercediendo por éste ante la plana social de
Campeche, recomendándolo, codeándolo,
manejándolo tal cual lo haría un
publirrelacionista, pero con la diferencia que a
cambio de sus cuotas intactas de poder, las
cuales jamás, en ningún momento habría
dejado de cobrar, calificado como capo de la
política por algunas otras familias, respetado
como padrino por algunos priistas y
observado desde una sana y casi sabia
precavida distancia por los amigos cercanos
del Purux, Gabriel Escalante es señalado en
su momento como el ejecutor de la política
sucia legalmente cuidada. Es el estereotipo
se dice, de un genuino capo de la política y en
cuyas manos habrá de dilucidarse en buena
medida el destino de cuando menos una
gubernatura más al concluir la del Purux.
Miguel Ángel Gómez Escamilla
31
En ese punto es donde resulta importante
considerar la participación de un capo político
de mayor peso que los de la propia Tierra
actuando en coordinación con los capos
locales, es evidente, que para que la
candidatura a gobernador se diera para
Ortega Bernés, hubiera su grupo tenido que
concertar con muchos políticos, la mayoría de
ellos fuera del alcance y rango de los amigos
del Purux, tendría que por obviedad entrar a
negociar un capo mayor para convencer al
senador Alejandro Moreno desistir de su
lucha por la candidatura y retirarse sin nada
más que con la Presidencia temporal de su
partido a nivel estatal, habrían tenido que
doblegar al entonces presidente del congreso
Carlos Felipe Ortega Rubio para desistir de su
lucha, así sucesivamente. Lo cierto, es que el
propio Alejandro Moreno se dedicó en su
momento a conseguir las posiciones para los
demás adversarios que buscaban la
candidatura, pero apoyando la candidatura
del Purux, limpiando los espacios de otros
personajes que aspiraban Alcaldía u otros
espacios semejantes a fin de que la sucesión
Así se manda en mi Tierra
pudiera ser alfombrada para el Purux,
solidaridad no correspondida por el propio
Ortega Bernés cuya gente cercana tendría
como misión desarticular las redes de
Moreno Cárdenas. Con ello se daría el tercer
caso de incumplimiento visible del Purux en
relación a la concertación política de la cual
se erigió como gobernador. La primera y
evidente en tiempos, no otorgó apoyo a
Carlos Felipe Ortega quien renunció a su
candidatura a cambio de la alcaldía de
Campeche, sin embargo la gente cercana a
Purux, sí brindó facilidades y apoyo irrestricto
al entonces candidato del PAN quien terminó
por ocupar la Alcaldía. El segundo
incumplimiento se habría dado en la figura de
Jorge Luis Gonzales Curi, coinventor del
Purux, a quien solamente dan espacio
legislativo local sin mucho margen político y
con consignas públicas y mediáticas
adversas. El tercer incumplimeinto habría de
darse con Alejandro Moreno quien es
evidente podría ser el candidato del PRI a
gobernador de Campeche en el 2015, cuando
menos candidato.
Miguel Ángel Gómez Escamilla
33
Mezquino y leonino para cumplir o incumplir,
obsesivo, paranoico, controlador, territorial,
cínico, mentiroso, pero sobre todo exige
lealtades a prueba de ácido.
Cuestiones de peso
Es necesario saber del origen de los
gobernantes, para entender cómo piensan, el
entorno familiar nos marca, quizás tanto como
nos llega a marcar lo vivido en la infancia. La
relación con la familia también nos dice quien
es el ser humano que convive con el
personaje político.
Respecto Fernando Ortega Bernés, hay poco
que decir, estigmatizado en el susurro popular
por las abismales diferencias de carácter y
físicas entre él y sus hermanos, estigma
acrecentado por la poca cercanía y nula
intención visible del mandatario de hacer
notar el más mínimo aprecio o afecto hacia
quienes son su familia hasta este punto de
Así se manda en mi Tierra
saberse consanguínea. Poca cercanía familiar
con los Ortega que durante años ha levantado
suspicacias y ha sido motivo de mil un
comentarios en mesas de café, cantina,
restaurantes y casas particulares, sospecha
que poco se menciona de forma pública por lo
sensible del tema, pero que siempre que es
abordado tras las argumentaciones sociales
concluye en un “puede ser”, de la genética
Bernés no queda duda alguna…
Adicional, el personaje de ciudad pequeña
que trae tatuado en alma y estampa el apodo
de toda la vida, cuyo origen se cuenta en el
barrio santanero se remonta a los tiempos de
infancia.
Es realmente difícil para alguien cuyos
atributos no son especialmente los más
agraciadamente llamativos el llegar a
sobresalir en un campo como el de la política,
sobre todo en un medio político como el de
Campeche, con una sociedad campechana
renuente a la aceptación de los iguales, más
aún de los círculos sociales importantes en
los cuales la apariencia representa en gran
Miguel Ángel Gómez Escamilla
35
medida la posibilidad de aceptación o de
rechazo.
Ingenioso y un poco sobreactuado en un
principio, intentando luchar por sobresalir,
tratando de crecer a toda costa, sobre quien
sea.
Convencido de la importancia de tener una
mano izquierda que ejecute, es político
forjado en las catacumbas del viejo sistema
priista, político siniestro a quien le importa
posicionarse, requiere de la admiración, no
basta con verle como parte de la historia en el
espacio que obsesivamente buscó durante
años, desea trascender, no ser olvidado, pero
paradójicamente no le interesa construir,
desarrollar o generar grandeza, le apuesta
más a la imagen perpetuada por la lisonja a
buena paga y al mismo tiempo le importa el
colocar su imagen institucional el rojo
solidario como sello, como distintivo, cuestión
sin duda importante para un tipo que como se
ha mencionado es absolutamente egocéntrico
y territorial.
Así se manda en mi Tierra
Si bien se habla de sus incumplimientos, los
motivos que le han instado a reaccionar han
podido ser una mezcla de deseos de
venganza y de la supra posición que anhela
demostrar.
Siente en el micrófono la analogía de un
revólver, disparando ocasionalmente
amagues con destinatarios claros, jugando al
justiciero, desenvolviéndose como si fuera un
tipo que en el regaño público encontrara el
instrumento ideal para reprender, ahí se torna
valiente, es fácil ser valiente cuando todos
habrán de reaccionar del lado del poderoso,
sabiendo eso, recurre a la técnica de no
poner nombres, dejando que las fobias
personales señalen, acusen, indiquen el
destinatario de los exabruptos. Ante un
regaño en el micrófono todos voltean, todos
reaccionan, todos se ven y algunos bajan la
mirada, es el toque de avance para que sea
evidente ante los generadores de opinión
pública que las acciones de los colaboradores
no tienen el consentimiento del líder y
formador, que el señor Ortega está en
Miguel Ángel Gómez Escamilla
37
desacuerdo, situación difícil de creer para un
controlador como él.
Se trata de un gobernante cuyo estilo se
define como el del reinventor, renombrando
las cosas, entregando a cuenta gotas,
integrando un panorama distante de la
realidad, generando fábulas políticas e
inventando carreras que le permitan continuar
en la esfera del poder.
Es el mismo político que años atrás en su
paso por la curul local fue señalado como
consumidor de cannabis, así lo expusiera en
aquella época un diputado panista. Es el
mismo político que ha sido señalado con la
reserva debida como recurrente participante
en asuntos de orden esotérico y órdenes de
adoración de entes demoniacos.
Ese es Fernando Ortega Bernés el ideático,
el inventor de los parques millonarios, de los
traslados de estatuas con costos
inimaginables, el constructor de riquezas
imposibles de justificar con sus ingresos, el
inventor de la idea que los enemigos en
Así se manda en mi Tierra
política premian la enemistad con
presupuestos a disposición, el auto erigido
pípila electoral.
Ante todo esto, la pregunta evidente sería
¿cómo es que llegó a ser gobernador?
La respuesta es compleja y amplia,
multifactorial dirían, pero principalmente se
debería atribuir a la enorme cantidad de
dinero que representó su proceso electoral,
por primera vez en Campeche, fue posible
para una gran cantidad de ciudadanos
corroborar que las compras de votos existen,
en esa ocasión ya no fue en las colonias
alejadas ello permitió desmitificar, el tema de
la entrega de dinero a cambio de votos,
ahora, todos saben de un primo, un hermano,
un tío o bien de experiencia propia que el voto
vale dinero, cientos de videos, grabaciones de
voz, fotografías ya hasta post’s en redes
sociales así lo testifican, en donde el
procedimiento era muy básico y en resumen
por voto efectivo pago inmediato, eso por
decir lo menos.
Miguel Ángel Gómez Escamilla
39
Antes de esa elección, habría sido Senador y
Alcalde, en ambas rompiendo récord de
costos para campañas de su naturaleza. Así
es en sus contiendas, simplemente costoso.
Y ese costo tan elevado es lógico no ha
provenido de la riqueza que habría venido
acumulando, es evidente que los patrocinios
fueron parte primordial en cada campaña por
ello la gran cantidad de compromisos con los
que llegó como Gobernador y de ahí la
composición de su esquema de gobierno tan
holgado en lo que a responsabilidades
compete.
Costos elevados no solo para erigirse, sino
también para iniciar su mandato, cientos de
millones de pesos quedan hasta el día de hoy
sin esclarecer su auténtico paradero, tema
tabú del inicio de la administración de Ortega
Bernés, se trataba del arranque de una
administración caracterizada por la poca
información pública corroborable, el
ostracismo gubernamental, la hipocresía de
poca monta, la invención de políticos a modo
y el pago a benefactores y coadyuvantes, es
Así se manda en mi Tierra
el inicio de la Puruxlandia que deja durmiendo
al antiguo Campeche de la simulación para
dar paso al período del cinismo redentor.
Los méritos en realidad no cambian mucho,
las formas, el estilo es lo que sufren
transformaciones, disfrazando con el término
“social” grandes fugas de dinero mediante la
casi imposible comprobación de los destinos
finales de aquello que se regala.
Fantasmagóricos destinos de recursos
supuestamente empleados en el crecimiento
y detonación de infraestructura inexistente,
ningún desarrollo, nada tangible, nada
palpable, nada visible. Con la gran anuencia
de quienes nada han de cuestionarse
respecto del motivo real de los procederes del
gobernante, el morbo político es callado
mediante distractores, todos parecieran estar
ocupados en sus tumultos personalísimos,
casi nadie tiene tiempo para reparar en lo que
realmente sucede tras cada cortina de humo,
tras cada flash de ingenio que tiene un
motivo, una razón de ser, son las nuevas
formas de gobernar, con el empleo de una
Miguel Ángel Gómez Escamilla
41
visión política de aniquilamiento previo, así se
desempeña el mandato en la creación del
nuevo paraíso del cinismo. Puruxlandia
emerge de la nada, de la imaginación de
alguien que pasó mucho tiempo de su vida
pensando soluciones al servicio de la
inmundicia gubernamental, en lo
meticulosamente planeado, en mentes
obsesionadas con el control, con la
generación de poder y el apoderamiento de la
riqueza, es el cimiento de la permanencia en
el poder, el inicio de un proyecto atemporal.
Esta es Puruxlandia, aquí comienzan las
crónicas de un sitio en donde los personajes
ficticios son gobernantes y los humanos que
les dan vida son manipuladores a conciencia,
ávidos de ser reyes imaginarios con control
pleno y absoluto sobre sus “súbditos” antes
llamados ciudadanos…