Aproximación a una tipología de textos
Prof. María Elena SÁNCHEZ
Escuela de Comunicación Social UNR.
El siguiente texto puede encontrarse en :
http://www.bdp.org.ar/facultad/comunicacion/
Durante siglos el hombre ha intentado clasificar a los discursos pero,
a medida que se complejizan los estudios se advierte, con mayor fuerza, la
dificultad para construir una tipología de textos que dé cuenta de todos los
formatos textuales y que, al mismo tiempo, sea reconocida
universalmente.
¿Cuáles son los diversos tipos de textos? ¿Cómo se clasifican? 1 ¿De
acuerdo con qué criterios? ¿Qué calses de textos existen? 2
Son preguntas de difícil resolución, sin embargo, intentaremos hacer
un acercamiento a una cuestión tan compleja con la intención de dar,
solamente, algunas entradas para el estudio del tema.
De esta manera, las diferentes problemáticas que puedan surgir
podrán ser profundizadas por aquellos a los que interese esta perspectiva
lingüística y comunicativa consultando una bibliografía más extensa.
A continuación, presentamos un sumario para que puedan guiarse en
algunas de las posibles clasificaciones:
1).- Clasificación de textos según las funciones del lenguaje.
a) Platón y Bühler: las primeras funciones.
b) Roman Jakobson: circuito de comunicación verbal y funciones.
c) Kerbrat-Orecchioni: Las competencias, una reformulación del
circuito de la comunicación.
2).- Clasificación según los géneros discursivos: Mijail Bajtín
3).-Clasificación según los géneros textuales y las prosas de
base: María Teresa Serafini.
4).- Clasificación según la función predominante y la trama:
Ana María Kaufman y María Elena Rodríguez.
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5).- Clasificación según morfología, sintaxis y aspectos
textuales: J.M. Adam.
1).- Clasificación según las funciones del lenguaje
a) Platón y Bühler: las primeras funciones
Durante el siglo 1 a.C., Platón explicó en sus “Diálogos” las ideas de
Sócrates y las suyas propias. En uno de ellos, “Cratilo o de la exactitud de
los nombres”, presenta interesantes dudas y propuestas con respecto al
lenguaje que suponen los primeros planteos sobre la que luego sería la
ciencia lingüística. Una de esas cuestiones, ya puesta en el tapete por
Platón, es la de la representación de la esencia de la cosa y no la cosa
misma por medio del signo. Al respecto Platón dice que el lenguaje es un
órganon para comunicar a otro algo sobre las cosas.
En el siglo XIX, el lingüista y filósofo alemán Karl Bühler, siguiendo a
Platón, retomó ese concepto y encontró que al hablar de que “uno
comunica a otro sobre cosas” está designando tres fundamentos de
relaciones.
Siguiendo en esta línea, definió al lenguaje como un órganon, es
decir, un sistema en cuanto conjunto de relaciones que componen un todo
coherente. Ese órganon sirve para comunicar a otro algo sobre las cosas a
través de un fenómeno perceptible por los sentidos que es la enunciación.
Esta idea la esquematiza de la siguiente manera:
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Ese fenómeno perceptible es, para Bühler, la enunciación o emisión
lingüística que tiene tres funciones de sentido o funciones semánticas:
Representativa: símbolo de las cosas y sus relaciones.
Expresiva: que depende del emisor y es el síntoma de su
interioridad.
Apelativa: que es la señal para el receptor.
Bühler, con las dos propuestas, termina por plantear el siguiente
esquema:
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De acuerdo con este esquema, las funciones se manifiestan de la
siguiente manera:
La función expresiva se produce por la relación entre
signo y emisor, en ella el emisor manifiesta su interioridad, realiza
una interpretación subjetiva de las cosas.
La función apelativa se produce por la relación entre el
signo y el receptor y se manifiesta por el intento de actuar sobre la
voluntad de otro.
La función de representación se produce por la relación
entre el signo y la cosa que nombra.
Si bien esta clasificación desde las funciones es insuficiente para ser
aplicada a todo tipo de texto, sentó las bases para la lingüística posterior y
postuló un concepto de suma trascendencia: las funciones del lenguaje
son fenómenos de dominancia, es decir, aparecen ordenadas
jerárquicamente dominando una a las otras pues difícilmente aparece una
sola.
Estos estudios de Bühler serán retomados por Román Jakobson para
plantear su circuito de la comunicación verbal.
b) Román Jakobson: circuito de comunicación verbal y funciones
El lingüista ruso Roman Jakobson, uno de los fundadores del Círculo de
Praga, emigró a los Estados Unidos en 1941 y allí tomó contacto con
estudios sobre cibernética y teoría de la información.
Por aquella época, la compañía Laboratorios Telefónicos Bell
realizaba estudios que tendían a maximizar la eficacia de los sistemas y,
cuándo no, a abaratar los costos. En 1950, Claude Shannon, un ingeniero
de la empresa, realiza, a raíz de estas investigaciones, una representación
esquemática de un modelo de comunicación.
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Precisemos algunos términos: Una fuente de información es la
totalidad de los mensajes entre los que puede seleccionarse uno; el código
es un sistema de convenciones por el cual se transmuta la forma de un
mensaje; el canal es el medio físico por donde circula la señal. Un
elemento importante para este esquema es el ruido que es una alteración
de la señal. Pensemos que el objetivo era conseguir una transmisión veloz
con costos e interferencias mínimas.
Si nos ubicamos en una situación de comunicación concreta, lo
podemos explicar así: de una carpeta de noticias, un locutor elige un
mensaje que transmite por un micrófono; el micrófono codifica el mensaje
en forma de ondas electromagnéticas, que circulan por el aire hasta un
aparato de radio que forma la señal en los sonidos originales que llegan a
un oyente.
A partir del esquema de Shannon, Roman Jakobson elabora su
circuito de la comunicación verbal:
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Este esquema consta de seis elementos. Un destinador (emisor) que
emite un mensaje que llega a un destinatario (receptor).
El mensaje debe hablar de algo, es decir, para que el mensaje se
comprenda se requiere un contexto: aquello de lo cual se habla. Este
término no debe confundirse con la acepción de entorno o circunstancia
que rodea a la situación comunicativa. Jakobson aclara sobre este término
que algunos llaman a este elemento referente pero él prefiere no
mencionarlo así porque el concepto de referente es todavía poco claro.
Pensemos que estamos hablando de los años ´50. Sin embargo, no es más
que una de las tantas contradicciones que encontramos en toda teoría que
se precie. Veremos más adelante cómo llama Jakobson a la función que
corresponde a este elemento.
Otro elemento del circuito es el código que, por su parte, asegura la
comunicación en cuanto es común a destinador y destinatario; es el
idioma imprescindible para que puedan comprenderse emisor y receptor.
El último de los elementos es el contacto. Se refiere, en realidad, al
canal o medio físico por el cual transita el mensaje pero es, además, el
contacto psíquico que se produce entre el destinador y el destinatario.
A partir de nuestra de nuestra enunciación, queda de manifiesto una
de las características por las cuales ha sido más fuertemente criticado
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este circuito: no es realmente un circuito sino que es eminentemente
unidireccional. En ningún punto se habla de un efecto de feed back, es
decir, de ida y vuelta del emisor al receptor y viceversa. Esta problemática
será retomada cuando trabajemos la teoría de Catherine Kerbrat
Orecchionni.
El modelo de las funciones del lenguaje
A partir de su modelo del circuito de comunicación verbal, Jakobson
advierte que las funciones del lenguaje no pueden ser sólo tres como
había planteado Bühler.
Jakobson, entonces, rearmó un esquema de funciones en el cual,
mantuvo, sin embargo, algunos de los criterios fundamentales sostenidos,
también, por Bühler:
Cada factor determina una función,
Ninguna función existe en estado puro,
Hay un orden jerárquico o de dominancia entre las diversas funciones
que leemos en un mensaje.
Cada uno de los elementos del circuito de comunicación verbal determina
una función diferente del lenguaje según la relación que entabla con ellos
el mensaje.
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Cuando el mensaje está orientado hacia el destinador o emisor se
produce una función emotiva. Son marcas de ella la primera persona, las
interjecciones, la abundancia de adjetivos. Esta función también es
conocida como expresiva.
1 Una Clasificación por BERNÁRDEZ, Enrique, Cap. XI, Algunas cuestiones
de tipología textual, de Teoría y epistemología del texto, Cátedra, Madrid, 1995.
Adaptación.
Hay denominaciones de tipos de textos concreto: cartas comerciales, recetas de
cocina, textos científicos, etc.
Lo mismo sucede en la comunicación cotidiana, donde utilizamos los numerosos
términos que indican tipos de texto más o menos precisos; lo mismo sucede en los
estudios literarios al tratar los géneros; en lingüística textual o en lingüística general.
Para reconocer hechos estilísticos es necesario considerar el tipo de texto, pero
también para estudiar fenómenos sintácticos: el orden de las palabras, por ejemplo,
depende en muchas ocasiones de esa variable.
De manera que para estudiar gran cantidad de fenómenos del uso lingüístico es
imprescindible tener en cuenta las características del tipo concreto de texto en el que
aparece ese fenómeno.
La lingüística textual ha tenido que plantearse la cuestión de las tipologías textuales
desde el punto de vista práctico y teórico. Desde el práctico porque es evidente que la
construcción de un texto depende en gran medida de qué clase (tipo) de texto es.
Y ello no sólo con vistas al estudio lingüístico-textual téorico o general, sino sobre
todo para usos prácticos. La enseñanza de las destrezas de lectura y escritura en la
lengua materna o en lengua extranjera, sobre todo en la enseñanza de lenguas con fines
específicos, consiste en buena medida en definir tipos de texto y señalar sus
características estructurales, su estructuración sintáctica, su vocabulario, etc.
En este terreno, como en medida quizá algo menor en los estudios de procesamiento
del lenguaje natural dentro de la Inteligencia Artificial, se ha avanzado bastante.
Heinemann y Viehweger proporcionan siete razones que abogan por la existencia
“real” de tipos de textos:
a) Los hablantes poseen un conocimiento de tipos de texto que les permite producir
y comprender textos adecuados a situaciones concretas de comunicación;
b) los hablantes son capaces de repetir un mismo texto en diferentes situaciones
comunicativas sin utilizar las mismas estructuras (textuales y sintácticas) ni el mismo
vocabulario;
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Cuando el mensaje está orientado hacia el contexto se produce una
función referencial. ¿Recuerdan que Jakobson se negaba a llamar
referente al contexto? Evidentemente, no encontró otra palabra más
adecuada. Son marcas de ella la tercera persona y la preeminencia de
sustantivos. Esta función también es conocida como informativa.
Cuando el mensaje se orienta hacia el destinatario se produce una
función conativa. Son marcas de ella la segunda persona y la marcada
c) los hablantes son capaces de organizar los textos y asignarles etiquetas;
d) para muchos textos hay señales características, como expresiones típicas,
principios de organización, que pueden tener función indicadora de tipo de texto;
e) los hablantes saben que a un tipo de texto convencional le corresponden
determinados contenidos temáticos o funciones comunicativas (una carta íntima trata de
temas personales, pero no una de negocios ni un artículo de prensa; se sabe distinguir
una noticia de un artículo de opinión, etc.);
f) los hablantes de una comunidad pueden identificar errores de clasificación de los
textos, así como indicar que se produce un cambio de tipo de textos;
g) “los esquemas textuales o las estructuras textuales globales son resultado y
precondición de la actividad lingüística de una comunidad humana”.
Parece evidente que lo señalado por los autores alemanes es una de las
características más claras y significativas de nuestro “conocimiento textual” (también
llamado competencia textual).
Podemos no saber formular estrategias de construcción de los textos – situación
habitual -, pero en cambio no tenemos demasiados problemas para catalogar y etiquetar
los textos que oímos o leemos, e incluso criticar hasta qué punto están “correctamente
construidos” como textos de ese tipo.
La cuestión es dilucidar si pueden entenderse los tipos de texto como un producto
del proceso de regulación.
Un texto puede considerarse como una configuración de estrategias. Construir un
texto, entendido como intermediario entre P y R, es realizar una acción compleja en
constante (inter-) dependencia del contexto C.
Esa acción compleja está integrada por un número de subacciones más simples, con
dependencia algo menor del contexto, y éstas a su vez por otras, cada vez más simples,
más independientes del contexto (porque éste es también más simple según
descendemos la escala) y más automatizadas.
En todo el proceso intervienen principios (cognitivos) generales, como el de reducir
el esfuerzo de procesamiento al mínimo posible para conseguir el resultado deseado en
cada acción. En el nivel de menor dependencia del contexto, la estructura del lenguaje
proporciona ya las acciones o estrategias de máxima probabilidad. La probabilidad va
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importancia de los verbos. Esta función también es conocida como
apelativa.
Cuando el mensaje está orientado hacia el canal o contacto se
produce la función fática que tiene como objeto comprobar si el canal
funciona correctamente, abrirlo o mantenerlo abierto.
Cuando el mensaje está orientado hacia el código se produce función
metalingüística, es decir, se habla del código mismo.
disminuyendo, acompañada de un descenso del automatismo y un aumento
correspondiente de la complejidad, según nos acercamos al texto.
En cada posible nivel (operativamente) definible, las acciones o estrategias más
probables y automatizadas son las consideradas prototípicas, y el hablante las utilizará
ceteris paribus para estructurar su mensaje.
2 ¿Qué clases de textos existen? - Hans AEBLI
AEBLI, Hans, 12 formas básicas de enseñar, Narcea, S.A. de ediciones, Madrid,
1988, pág. 129 y 130.
“(...)Efectos de los textos en los lectores: sobre la teoría de las clases de textos
Si nos desprendemos de la idea de que los alumnos en la escuela han de aprender,
sobre todo, a hacer ejercicios de redacción y en lugar de ello comprobamos que de lo que
se trata es de la creación de textos, se plantea inmediatamente la pregunta sobre qué
tipos o – como dicen los lingüistas – qué clases de textos existen.
Una ojeada a los textos que las personas adultas redactan en su profesión y fuera
de ella, ofrece un cuadro sorprendentemente variado: los periodistas y redactores de
diarios formulan noticias, artículos, editoriales; los no periodistas redactan anuncios,
formulan avisos oficiales, informes meteorológicos.
Los técnicos escriben instrucciones de uso, los comerciantes, declaraciones de
garantías. Una gigantesca industria publicitaria produce textos para reclamos de todo
tipo. En los tribunales se pronuncian discursos de acusación y de defensa, se formulan y
dan a conocer juicios. En las bodas se despliegan liturgias, se pronuncian discursos de
felicitación.
Los profesores escriben conferencias y libros, los estudiantes trabajos de
seminarios y examen. En las empresas industriales se escriben ofertas, se formulan
contratos, se anuncian envíos, se hacen estados de cuentas, se remiten avisos. Algunas
personas escriben poesías, obras teatrales y novelas.
¿Cómo ordenar y dividir en categorías esta multiplicidad de textos? Grimm y
Engelkamp (1981) afirman: “No existe aún una tipología de textos universalmente
reconocida”. Y seguramente seguirá siendo así en el futuro, pues la multiplicidad de los
textos es como la de las plantas de un prado en verano y su ordenación depende del
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Cuando el mensaje se orienta hacia el mensaje se produce función
poética, es decir, el mensaje mismo es puesto de relieve.
Es conveniente que vean algunos ejemplos 3 para fijar el tema.
RECORDAR: Lo importante es que ninguna de estas funciones se
presenta en un texto o mensaje de manera aislada sino asociada con otra
punto de vista desde el que lo consideramos. Nosotros opinamos que preguntar qué
efectos producen los textos en el lector proporcionaría una perspectiva más fecunda.
Con respecto al efecto que ejerce en el lector, no se puede pensar en el texto
aisladamente; más bien lo consideramos como una mediación entre un autor y un lector.
El texto transmite un “mensaje”, el mensaje es el contenido transmitido.
Redactar significa formular por escrito un mensaje para un lector, de modo que lo
comprenda. Llamamos lectura del texto al proceso de comprensión. Si este proceso se
consigue, decimos que el mensaje ha cumplido su misión, en inglés : “The message gest
across”.
Así, al menos, lo considera la teoría de la comunicación. Tiene logros y límites. Su
misión consiste en incluir al autor y al lector en la investigación y esto es lo único que
tiene sentido en la creación de textos. El texto en sí, aislado, deja indiferentes al
científico, al profesor y a los alumnos.
Según este enfoque no se puede obtener ninguna teoría de las clases de textos:
todo texto tiene un autor y cada texto ha de ser transmitido a un lector. ¿Cómo derivar
de aquí las diferencias?
Para ello es necesaria una teoría de la acción. Una acción desea ejercer algún
efecto sobre lo que tiene delante. Surge de una intención y apunta a convertirla en
realidad. El que está “delante” es el lector del texto y el efecto se desarrolla en su
pensamiento, su conducta y su vivencia. Las diversas intencionalidades definen las
diversas clases de textos.”
3 Ejemplos de funciones del lenguaje - María Elena SÁNCHEZ
Veamos algunos textos para observar ejemplos de las distintas funciones, es decir,
leamos en algunos mensajes las diferentes funciones.
Función emotiva
Los siguientes son fragmentos de un artículo sobre Juan Filloy, importante escritor
cordobés de 106 años. El mismo fue publicado por la Revista Cabal (Nº 116:15)
“...Borges ha tenido una educación de gente rica, y como hijo de gente rica tuvo
una vida muy recatada ambientada en lugares sumamente distinguidos. Yo he sido
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u otras. Además, esa asociación se da jerárquicamente ya que puede
determinarse una como más importante y otras subordinadas a ella.
Por supuesto, todo análisis está relacionado con las posibilidades que
tenga cada sujeto de interpretar el mensaje. Sobre este aspecto se ha
realizado una interesante reformulación del esquema de Jakobson a partir
del concepto de competencias que poseen el emisor y el receptor.
criado detrás del mostrador de un boliche, de un almacén, de modo que he sido muy
distinto. A Borges yo le imputaba no haber tenido calle. A mí me ha sobrado potrero...”
“...Mi vocación literaria parece una venganza de siglos. Una revancha de mis
antepasados remotos y cercanos, como si me hubieran ordenado que los vengara, los
compensara del analfabetismo ancestral que venía circulando en nuestra sangre desde
tiempos tribales...”
“...En mi existencia yo no he capitalizado más que mis sueños y desvelos, por lo que
considero una ilusión convertida en desencanto...”
La función emotiva se trasluce a partir del uso de la primera persona que permite al
emisor trasparentar sus sentimientos y opinión sobre sí mismo.
Función referencial
El siguiente texto constituye los tres primeros párrafos de una noticia aparecida en
el diario La Nación(19/08/00:1).
“El juez federal Jorge Urso procesó al ex ministro de Defensa Antonio Erman
González y al ex canciller Guido Di Tella por distintos delitos vinculados con la venta de
armas a Ecuador y a Croacia.
Entre 1991 y 1995, el entonces presidente Carlos Menem firmó varios decretos que
consignaban que el país les vendía grandes cargamentos de material bélico a Panamá,
Bolivia y Venezuela, cuando, en realidad, según se supo después, las armas terminaron
en Ecuador y en Croacia.
Hace varios meses, Urso procesó al ex titular del Ejército teniente general ® Martín
Balza...”
La tercera persona y el uso de sustantivos como palabras claves del texto son los
requisitos que nos hacen descubrir que la función referencial es la principal en este texto.
Función conativa
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Aunque, dicha reformulación no tiene que ver específicamente con
las funciones sino con los elementos del circuito, da una nueva
perspectiva, y muy importante, para comprender cómo se construyen y se
interpretan los textos. La veremos inmediatamente.
c) Kerbrat-Orecchioni: Las competencias, una reformulación del
circuito de la comunicación
Cristina WARGON, escribió el siguiente texto con indicaciones para que sigan las
mujeres durante las épocas en que se llevan a cabo los campeonatos de fútbol. El mismo
fue seleccionado, de la revista “A puro Cuento”, por Oliver Galak.
Consejo para damas disidentes
Y aquí van algunas recomendaciones para mujeres:
· No intente distraer a su marido con un camisón negro. Sólo servirá para derribar
su autoestima sin “erguir” nada.
· No se muera. Su cadáver puede quedar en el living, sin cristiana sepultura, hasta
que termine el circo.
· No cometa actos de protesta para llamar la atención, como encerrarse en el
placard o dormir en el freezer. Sólo conseguirá una lumbalgia atroz o sabañones.
· No aproveche el tiempo para acomodar armarios. Se sentirá una mártir, amén de
estúpida.
· No lea literatura erótica. ¿Pa´qué?
· Sí, prepárese todas las comidas que a usted le gustan y que hace mil años que no
come porque no le gustan a su marido. En esos días a él le dará lo mismo mascar latas
vacías.
· Sí, tíñase el pelo de fucsia y póngase minifalda aunque le sobren años o panza. Es
imposible que alguien le haga un comentario hostil. No ven nada.
· Sí, prepárese esa máscara de tiza, huevos duros, grasa de chancho y caca, que
siempre le recomendó su abuelita. Si en treinta días de usarla no le hace efecto, tal vez
no sirva.
· Sí, tómese vacaciones domésticas. Deje que el caos invada dulcemente su
hogar... Y hasta cuelgue a secar sus calzones en el picaporte de la puerta de calle... del
lado de afuera.
· Sí, procure tomar un amante. Aunque le será difícil: la mercadería que queda
disponible es casi nula y de funcionamiento dudoso. Si lo consigue, se dará el gusto de
hacer el amor en la mesa del living...mientras no le tape el televisor a su marido.
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La lingüista francesa Catherine Kerbrat-Orecchioni con la idea de
captar y reproducir la complejidad del hecho comunicativo reformula el
circuito de la comunicación verbal de Roman Jakobson de la siguiente
forma:
Las pautas establecidas por Jakobson para esta función se cumplen ampliamente:
la autora se dirige directamente a su receptor en segunda persona del indicativo, lo cual
provoca una fuerte preeminencia del verbo, por ese recurso trata de sugerir algunas
actitudes y persuadir sobre la manera de comportarse en esta situación puntual.
Función fática
El siguiente es un diálogo posible entre dos alumnos que se encuentran en la
puerta de la Facultad:
- ¡Hola, Juan! ¿Todo bien, loco?
- Bien, Julio. ¿Y vos? ¿Tenés clase, ahora?
- Si, ¿Y vos?
- No , ya me voy. Bueno, chau, suerte.
- Chau, nos vemos...
De la misma manera podemos reproducir un diálogo cotidiano que se produce en la
calle, en un pasillo de cualquier trabajo, por teléfono. Por medio de esa conversación se
trata, sólo, de abrir el canal de comunicación y de mantenerlo en esa situación aunque
más no sea por algunos segundos.
Función metalingüística
El siguiente es un fragmento del artículo ”Nuevas perspectivas de la lingüística y la
gramática para la enseñanza de la lengua” de Enrique Bernárdez. Fue publicado por la
Revista Textos de Didáctica de la Lengua y la Literatura(Nº 2:11).
“...El coche está averiado. Esta oración puede tener muchos “significados”: puede
ser una simple constatación ( es su significado de código), pero también puede indicar,
según el contexto, que no tenemos intención de llevar a su casa al pesado del primo
Diodoro, en respuesta a su pregunta “¿Me llevas a casa?”. No hay relación aparente entre
pregunta y respuesta, pero en un contexto dado este valor de la oración es
perfectamente comprensible. La oración también puede anunciar un gasto inesperado, si
por ejemplo se está hablando del mal estado de las finanzas domésticas, o indicar la
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COMPETENCIAS
En primer lugar, debemos preguntarnos ¿qué se entiende por
competencias? Son los saberes y conocimientos que cada uno posee en
desilusión por la rapidez con la que se ha averiado un coche recién comprado; o, al
contrario, justificar el mal estado del viejo con la intención de hacer aceptable la
inversión en uno nuevo. La interpretación de código es la más frecuente, pero podemos
plantearnos si no se deberá simplemente a que es utilizable en un mayor número y
variedad de contextos...”
El ejemplo por excelencia de función metalingüística lo podemos encontrar en un
diccionario: la lengua habla de sí misma. En este caso, la reflexión sobre un hecho de
lengua lo ubica en la misma perspectiva.
Función poética
En publicidad: La llama, que llama.
- ¿Todo bien?,¿tu casa bien?,¿ tus cosas bien?
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relación a diversos temas y objetos. Es decir, estamos hablando de las
diferencias en la adquisición de bienes simbólicos y culturales. Las
dificultades y facilidades que tenemos cuando atravesamos por diferentes
circunstancias se deben a las competencias que tenemos o que no
tenemos.
La adquisición de competencias es permanente y se lleva a cabo de
diferentes maneras que tienen que ver con hábitos de conducta,
experiencias propias y ajenas, relaciones sociales, grupales, etc.
Por ejemplo: el código de la lengua es potencialmente común a todos
los hablantes, pero algunos lo hablan mejor que otros, según la situación
en que se encuentren y por las que hayan atravesado, ya que el lenguaje
se aprende en situación, es decir, bajo condicionamientos o restricciones
que impone la misma práctica.
Esto significa que no todos tenemos el mismo conocimiento de la
lengua ni la misma experiencia, ni la usamos de la misma manera, ni
hablamos y escuchamos del mismo modo. Es decir, algunos, tenemos
mayor o menor conocimiento que otros para la codificación y
decodificación de los mensajes.
¿Qué sucede en una clase en la que, después de la explicación del
profesor, algunos alumnos entendieron y otros no? Dejamos de lado las
interferencias (falta de motivación, distracción, etc) y sintetizamos: los
que entendieron tenían más competencias para escuchar esa explicación
que otros.
Transitar por una clase, por un curso, por una formación, consiste en
adquirir competencias sobre ese saber, es decir, comprensión y aplicación
de las temáticas, dominio de él.
Analicemos algunas de las competencias que aparecen en el cuadro:
C 1- COMPETENCIA COMUNICATIVA Y LINGÜÍSTICA
En las situaciones de comunicación los participantes deben tener
conocimientos acerca de:
Cada participante debe conocer su rol y su status. Ello determina
quién, cómo y dónde hablar.
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Los participantes deben saber donde se encuentran con relación al
espacio y al tiempo. Porque adquirimos competencias los hablantes
manejamos los sistemas de relaciones espacio y tiempo, de manera tal
que nos permiten hablar según el momento y el lugar en el que nos
encontramos.
Los participantes deben ser capaces de categorizar las situaciones
según su nivel de formalidad, que puede ser íntimo, familiar, formal.
Los participantes deben saber qué medio es apropiado para la
situación.
Los participantes deben ser capaces de utilizar enunciados
apropiados al tema y de elegir el tipo de habla que se corresponda con
dicha actitud respecto del tema: irónica, entusiasta, reservada,
sentimental.
Los participantes deben ser capaces de adecuar los enunciados
según la especialidad (ocupación, profesión, actividad) y el dominio
(esfera de la actividad, situaciones sociales)
Las competencias linguísticas son los conocimientos que poseemos
de la gramática de la lengua es decir, sobre la formación de enunciados de
la lengua.
La competencia comunicativa incluye a la anterior y la pone en circulación
junto con otros saberes o conocimientos de una misma sociedad.
Si hablamos de competencias linguísticas podemos preguntarnos
acerca de las competencias no linguísticas, es decir, las paralinguísticas:
es el lenguaje que no utiliza palabras sino gestos, miradas, mímica.
C 2- COMPETENCIA IDEOLOGICA Y CULTURAL
Las competencias culturales reúnen los conocimientos que poseemos
con relación al mundo, es decir, las facilidades o dificultades para leer el
universo simbólico.
En la competencia ideológica, además del universo simbólico,
llevamos a cabo una serie de prodecimientos que nos permiten la
interpretación y la evaluación de dichos objetos. Al conjunto de actitudes
interpretativas y evaluativas las denominamos competencias ideológicas.
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C 3-DETERMINACIONES “PSI”
Las competencias anteriores están atravesadas por un conjunto de
determinaciones individuales de las que tampoco somos demasiados
concientes y que pueden alterar en diferentes sentidos los mensajes. Son
las determianciones “psi”, esto es, psicológicas, psicoanalíticas,
psiquiátricas.
No es una competencia que se adquiere sino una determinación a la
que uno está sujeto.
C 4- RESTRICCIONES DEL UNIVERSO DEL DISCURSO
Para hacer funcionar el modelo de las competencias necesitamos
hablar de las restricciones del universo del discurso. Dichas restricciones
operan como filtros en el discurso, en el sentido de que limitan lo que
puede y debe ser dicho según la situación de inscripción de los
enunciados. Podemos hablar de restricciones de género, es decir, de
tema, de estilo, de léxico, de tipologías discursivas, que actúan como
filtros.
Globalmente, podemos decir que los tipos de textos son
componentes del género y del discurso, es decir, la conversación, la
argumentación. El relato pertenece a la novela, a la crónica. Se trata de
una dimensión textual o lingüística, relacionada con la competencia
lingüística.
Los tipos de discurso son los géneros discursivos que pueden estar
compuestos por tipos de texto en común. Ellos engloban géneros. El
discurso periodístico está articulado por la crónica, el editorial, la
entrevista. El discurso literario, por la novela, el cuento, el teatro. Se trata
de una dimensión institucional o social, relacionada con las competencias
culturales e ideológicas.
Estos son, en breve síntesis, los elementos que Kerbrat toma en
cuenta para formalizar los modelos de producción y de interpretación de
los mensajes.
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Modelos que reformula el esquema de Jakobson y donde los modelos
de producción y de interpretación hacen funcionar la codificación y la
decodificación de los mensajes bajo las leyes que regulan estas
competencias.
2- Clasificación según los géneros discursivos. Mijail Bajtín
El lingüista ruso Mijail Bajtín, en su obra “El problema de los géneros
discursivos”, editada en 1955, desarrolla su teoría sobre los géneros
discursivos.
Hoy, seguramente, entenderemos a la misma como insuficiente pero
su planteo de la situación comunicativa en relación con los enunciados fue
de gran importancia para otros que continuaron sus estudios.
Para tener una idea sobre el tema podemos leer un fragmento del
famoso libro de Bajín 4 en el que el autor da cuenta de estos conceptos
importantes.
Luego de leer el planteo de Bajtín, retomen los ejemplos en los que
vimos cómo leemos las funciones.
Desde la teoría de Bajtín, ¿cómo analizamos esos textos? El ejemplo
brindado para función fática, tomado tal como está planteado, es decir,
como diálogo entre dos jóvenes en la oralidad del habla cotidiana, está
encuadrado como género simple. El resto pertenece al género secundario
o complejo. Pero pensemos. ¿Qué ocurre con ese diálogo dentro de este
contexto de enseñanza? Sigue siendo un género simple dentro de un
género complejo como es todo este hipertexto con el cual nos estamos
comunicando.
3).- Clasificación según los géneros textuales y las prosas de
base
María Teresa Serafini
La italiana María Teresa Serafini, publicó en 1989 su obra “Cómo
redactar un tema” que se convirtió, inmediatamente, en libro de consulta
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frecuente para profesores y alumnos. Luego editó en castellano dos textos
muy interesantes y recomendados: “Cómo se escribe” y “Cómo se lee”.
En la primera de las obras mencionadas ella propone la clasificación
de textos desde diferentes perspectivas.
1.- La primera y más difundida es la clasificación según géneros
textuales de acuerdo a cómo se dan en los diferentes textos las prosas de
4 Géneros discursivos - Mijail BAJTÍN
BAJTÍN, Mijail, Géneros discursivos, de Estética de la creación verbal, adaptado en
Semiología. Cuadernos de lecturas, Coordinador: Roberto Marafioti, Universidad de
Buenos Aires, 1994, pág. 27.
Las diversas esferas de la actividad humana están todas relacionadas con el uso de
la lengua. Por eso, el carácter y las formas de su uso son tan multiformes como las
esferas de la actividad humana, lo cual, desde luego, en nada contradice la unidad
nacional de la lengua.
El uso de la lengua se lleva a cabo en forma de enunciados (orales y escritos)
concretos y singulares que pertenecen a los participantes de una esfera de la praxis
humana.
Estos enunciados reflejan las condiciones específicas y el objeto de cada una de las
esferas no sólo por su contenido (temático) y por su estilo verbal, o sea por la selección
de los recursos léxicos, fraseológicos y gramaticales de la lengua, sino, ante todo, por su
composición o estructuración.
Los tres momentos mencionados – el contenido temático, el estilo y la composición
– están vinculados indisolublemente en la totalidad del enunciado y se determinan, de un
modo semejante, por la especificidad de cada esfera de uso de la lengua elabora sus
tipos relativamente estables de enunciados, a los que denominamos géneros discursivos.
La riqueza y diversidad de los géneros discursivos es inmensa, porque las
posibilidades de la actividad humana son inagotables y porque en cada esfera de la
praxis existe todo un repertorio de géneros discursivos que se diferencia y crece a
medida que se desarrolla y se complica la esfera misma.
Aparte hay que poner de relieve una extrema heterogeneidad de los géneros
discursivos (orales y escritos). Efectivamente, debemos incluir en los géneros discursivos
tanto las breves réplicas de un diálogo cotidiano (tomando en cuenta el hecho de que es
muy grande la diversidad de los tipos de diálogo cotidiano según el tema, situación,
número de participantes) como un relato cotidiano, tanto una carta (en todas sus
diferentes formas) como una orden militar, breve y estandarizada; asimismo allí entraría
un decreto extenso detallado, al repertorio bastante variado de los oficios burocráticos
(formulados generalmente de acuerdo a un estándar), todo un universo de declaraciones
20
base: descripción, narración, exposición y argumentación. Sobre este
aspecto podemos leer el texto Generos textuales y prosa de base 5
2.- Según la función que cumplen los géneros textuales se pueden
agrupar en cuatro tipos principales: escritos con función expresiva,
informativo - referencial, poética e informativo - argumentativa.
Para completar la comprensión del cuadro de géneros textuales
recomendamos leer “Funciones de la escritura” 6 para ver de qué manera
se manifiestan estos géneros según su función.
públicas (en un sentido amplio: las sociales, las políticas); pero, además, tendremos que
incluir las múltiples manifestaciones científicas, así como los géneros literarios (desde un
dicho hasta una novela en varios tomos).
Hay que prestar atención a la diferencia, sumamente importante, entre géneros
discursivos primarios (simples) y secundarios (complejos).
Los géneros discursivos secundarios (novelas, dramas, investigaciones científicas
de toda clase, grandes géneros periodísticos) surgen en condiciones de comunicación
cultural más compleja, relativamente más desarrollada y organizada, principalmente
escrita: comunicación artística, científica, sociopolítica, etc.
En el proceso de su formación estos géneros absorben y reelaboran diversos
géneros primarios (simples) constituidos en la comunicación discursiva inmediata.
Los géneros primarios que forman parte de los géneros complejos se transforman
dentro de estos últimos y adquieren un carácter especial: pierden su relación inmediata
con la realidad y con los enunciados reales de otros, por ejemplo, las réplicas de un
diálogo cotidiano o las cartas dentro de una novela, conservan su forma y su importancia
cotidiana tan sólo como parte del contenido de la novela, participan de la realidad tan
sólo a través de la totalidad de la novela, es decir, como acontecimiento artístico y no
como suceso de la vida cotidiana.
La novela en su totalidad es un enunciado, igual que las réplicas de un diálogo
cotidiano o una carta particular (todos poseen una naturaleza común), pero, a diferencia
de éstas, aquel es un enunciado secundario (complejo).
Entre el estilo y el género existe un vínculo orgánico e indisoluble.
5
? Géneros textuales y Prosas de base - María Teresa SERAFINI
SERAFINI, María Teresa, Géneros textuales y Prosas de base en Cómo redactar
un tema, Paidós, 1995, pág. 193.
Los escritos pueden ser agrupados según el género textual al que pertenezcan. Al
género textual le corresponden características específicas, tales como el tipo de
información presente, la elección del lenguaje y la organización estructural.
21
4).- Clasificación según función predominante y trama Ana María
Kaufman y María Elena Rodríguez
Las investigadoras argentinas Ana María Kaufman y María Elena Rodríguez
presentan en su obra “La escuela y los textos”, editada en 1997, una
tipología basada en el cruce entre función predominante y trama que se
puede detectar en los textos.
A continuación se expone una lista de géneros textuales: monólogo, diálogo, diario,
carta, autobiografía, informe, telegrama, nota, esbozo, resumen, crónica, declaración,
definición, reglamento, ley, poesía, cuento, fábula, decálogo, proverbio, epitafio, chiste,
guión, editorial, ensayo, comentario.
En muchas de las palabras que aparecen en la lista se pueden encontrar diferentes
subtipos textuales que tienen características específicas. Por ejemplo, el término cuento
se puede especificar como cuento policial, cuento de ciencia ficción, cuento humorístico,
etcétera.
La lista que se da es completamente indicativa y sin pretensiones de ser completa
y científica. Por eso los términos no se definen y se dejan a la intuición del lector. A veces
se adjudica un tipo textual a un escrito también en función del contexto en el que se
encuentra, además de hacerlo en función de sus características. Por ejemplo, es difícil
indicar el género textual de un telegrama que contiene una poesía, ya que el contexto
creado por el papel del telegrama contrasta con el estilo de lo que está escrito.
Prosas de base
Un texto no es una unidad indivisible, ya que puede ser descompuesto en sus
partes. Para una didáctica de la composición es muy útil determinar los diferentes tipos
de prosa o formas del discurso que constituyen el texto. La retórica, entendida como la
ciencia del bien decir con el fin de persuadir al oyente o al lector, se ha preocupado de
analizar, a través de los siglos, las partes de las que debe estar constituido un discurso
para que sea eficaz. De forma particular ha podido determinar la presencia de algunos
tipos de prosa que coexisten en un texto persuasivo. Estos son:
1.- La descripción: es una prosa que hace la presentación de objetos, personas,
lugares y sentimientos, utilizando, en la medida de lo posible, los detalles concretos. La
descripción pone en evidencia la percepción que tiene el autor de los objetos y de los
sentimientos, a través de sus cinco sentidos.
2.- La narración: es una prosa que presenta una historia, expone un suceso o una
serie de sucesos en un sentido amplio. En el caso de que se trate de más hechos, éstos
se relacionan por medio de un hilo conductor (que puede ser, por ejemplo, el tiempo, el
protagonista, un lugar, etcétera).
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En párrafos anteriores hemos explicado la teoría de las funciones de
Jakobson. A esta perspectiva se refieren las autoras cuando hablan de
función predominante
Con respecto a la trama, ella es entendida como las “distintas
estructuraciones o configuraciones de los textos”. (NUEVA ESCUELA, Nº17:
16).
Según Kaufman y Rodríguez las tramas son:
a) Descriptiva: muestra las características de objetos, personas o
procesos que permiten conocerlo y diferenciarlo.
b) Argumentativa: “a partir de un tema, proposición o hipótesis se
organiza una demostración (en la que se explican o confrontan ideas, se
acumulan pruebas, se ejemplifica) y se llega a determinadas conclusiones
(explícitas o no)”. (NUEVA ESCUELA Nº17:16).
c) Narrativa: muestra hechos de manera cronológica o por la relación
causa-efecto, tiene en cuenta el marco y los personajes.
d) Conversacional: “muestra “en estilo directo, la interacción
lingüística que se establece entre los diferentes participantes de una
situación comunicativa, quienes deben ajustarse a un turno de palabra” “.
(NUEVA ESCUELA Nº17:16).
3.- La exposición: es una prosa que presenta y explica ideas, sujetos y argumentos,
aclara los fines y muestra la organización. Utiliza diferentes métodos retóricos, tales
como la clasificación, la comparación, el contraste, la analogía, la definición y el ejemplo.
4.- La argumentación: es una prosa que presenta hechos, problemas y
razonamientos de acuerdo con una opinión, que normalmente es la del autor. En general,
es posible determinar los cuatro elementos siguientes:
a)análisis o, por lo menos, presentación de un problema;
b)presentación de hechos y discusiones que constituyen la base de la
argumentación;
c)planteamiento de una solución o tesis y su desarrollo a través de la exposición de
hechos y de argumentaciones lógicas;
d) crítica de otras soluciones o tesis alternativas.
Los diferentes tipos de prosa se pueden encontrar, en diferente medida, en cada
texto (y no sólo en los de tipo persuasivo, que son los que la retórica estudia en
particular). Un ejercicio académico útil, que afina la capacidad de lectura de los
estudiantes, es la determinación de estas prosas en los textos, partiendo de simples
textos de tipo periodístico y continuando con textos de tipo literario.
23
Las autoras esquematizan el cruce en el siguiente cuadro:
En la tabla se puede ver la distribución predominante de las cuatro prosas de base
en los géneros textuales, mencionados en la parte anterior. El círculo negro indica la
aparición frecuente de una prosa básica, mientras el blanco indica una presencia más
rara. Cuando no se encuentra ninguno de los dos es porque la prosa básica es muy rara o
ausente. En el diario, por ejemplo, con frecuencia se encuentran narraciones y a veces
descripciones, mientras en los editoriales se encuentran los cuatro tipos de prosa.
Tomando como base la aparición de los cuatro tipos de prosa, los géneros textuales
se pueden subdividir en cuatro grupos. En el primer grupo, del monólogo a la
24
autobiografía, prevalece netamente la presencia de la narración, seguida
inmediatamente por la descripción. En el segundo grupo, del informe a la ley, aparecen
los cuatro tipos de prosa, con un predominio neto de la descripción, la narración y la
exposición. En el tercer grupo, de la poesía al guión, predominan nuevamente la
descripción y la narración. En el cuarto grupo, que sólo incluye el editorial, el ensayo y el
comentario, están presentes en igual medida las cuatro prosas básicas. El segundo y el
cuarto grupo utilizan especialmente las mismas prosas básicas, pero se diferencian por
otras características”.
6 Funciones de la escritura - María Teresa SERAFINI
SERAFINI, María Teresa, Funciones de la escritura en Cómo redactar un tema,
Paidós, 1995, pág. 197.
- Escritos con función expresiva. La personalidad del escritor está en el centro
de la atención: quien escribe pasa de la narración de los hechos a sus propias
especulaciones, a anécdotas personales, a sus propias emociones. Estos escritos
constituyen el primer grupo: monólogo, diálogo, diario, carta, autobiografía.
- Escritos con función informativo-referencial. El escritor presenta los hechos
y los datos, y su preocupación fundamental es la controlar su corrección. Cumplen la
función informativo-referencial los escritos del segundo grupo: informe, telegrama, notas,
esbozo, resumen, crónica, declaración, definición, reglamento. Es posible indicar una
subclasificación en el interior de este grupo: hay escritos en los que se cuida sólo la
corrección de la información, como el informe y la crónica, y otros en los que se tiene
muy en cuenta el rigor y la no ambigüedad de la exposición, tales como la definición y la
ley.
- Escritos con función poética. No se debe necesariamente describir la realidad,
ya que se pueden utilizar elementos fantásticos. Desarrollan la función poética todos los
tipos de escritura creativa, por su forma o por su contenido, que están incluidos en el
tercer grupo : poesía, cuento, fábula, decálogo, proverbio, epitafio, chiste, guión.
- Escritos con función informativo-argumentativa. El escritor defiende una
tesis tratando de que sea compartida, utilizando técnicas de tipo argumentativo y
estrategias persuasivas. Esta función la cumplen los escritos que componen el cuarto
25
5).- Clasificación según morfología,sintaxis y aspectos
textuales J.M. Adam
En otras partes de este trabajo hemos desarrollado el pensamiento
de J.M.Adam, un estudioso estadounidense que ha aportado planteos
importantes a la educación entendida desde la perspectiva cognitiva.
Transcribimos, ahora, una adaptación del cuadro de Adam donde se
muestra una posible tipología de textos.
grupo: editorial, ensayo, comentario.
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27
Luego de haber trabajado algunas perspectivas , podemos ver un ejemplo
de cómo puede analizarse un texto 7
Ahora, intenten realizar ustedes un trabajo similar de integración
haciendo el siguiente trabajo practico esta unidad que es el siguiente:
Trabajo Práctico: Tipologías de textos
7 Veamos un ejemplo donde podemos aplicar diferentes
clasificaciones:
“El Mundial 78” de Mabel Pagano. (Material seleccionado por Oliver Galak)
Estaban ahí aquel día en que nosotros nos pegamos al televisor portátil llevado por
el gerente, ya que el acontecimiento, muchachos, justifica el abandono del trabajo por un
rato, imagínese, hace casi cuarenta años que los argentinos esperamos algo así. Vengan,
chicas, que esto no se lo pueden perder y nosotras que ni locas, porque una cosa es un
partido cualquiera y otra muy distinta, un Mundial. Pero la Flaca dijo yo tengo que hacer
ese trámite de la importadora y se fue. Volvió cuando ya estábamos en los escritorios,
todos emocionados porque todo salió perfecto, según Javier, y qué bárbaros los
gimnastas, para el cadete y para nosotras, con la banda y el desfile y los papelitos, una
maravilla, no sabés lo que te perdiste, pero la Flaca sin interesarse, ahí parada, con los
ojos fijos en ninguna parte y diciendo que a la misma hora del festejo, ellas estaban ahí,
en la Plaza, como cien, dando vueltas a la Pirámide, algunas llorando y otras diciéndoles
a los periodistas extranjeros que no tenían noticias de hijos, hermanos y padres. Y los
tipos seguro que los filmaban para hacernos quedar como la mierda en el exterior. Javier
interrumpió golpeando el escritorio y el cadete asegurando que no importa porque, total,
quién les va a dar bolilla a cuatro chifladas y nosotras diciéndole terminala con eso,
Flaca, que por ahí, andá a saber cuál es la verdad y el gerente rematando con que me
gustaría saber quién les paga para que saboteen la imagen del país.
Los días siguieron: la República era una gran cancha de fútbol.
Empatamos, ganamos, perdimos, pero no importa, porque la Copa se la van a llevar
si son brujos y el televisor ya fijo en la oficina, mirá, mirá que remate, cómo se perdió el
gol ese boludo y aquél hoy no pega ni una. Las mujeres, ya bien al tanto de lo que
significa un córner, cuál es el área chica y qué es lo que debe hacer el puntero derecho.
Pero Goyito, el de Expedición, desapareció hace cuatro días y nada, dale Flaca, vos
siempre la misma amargada, el cadete con sonrisa de costado y Javier que por algo habrá
sido, che, porque a mí todavía nadie me vino a buscar. Y ellas siguen ahí, dando vueltas a
la Pirámide, ma sí, ya se van a ir, cortala, parecés la piedra en el zapato, pero tienen que
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1. Elegir un texto periodístico en el que se desarrolle algún tema de
tu interés.
2. Analizar ese texto desde todas las perspectivas posibles a partir
del material brindado en el marco teórico desarrollado.
Notas:
darles una explicación, lo que tienen que darles es una paliza y listo, así se dejan de decir
macanas cuando el país está de fiesta.
Hay que embromarse con alguna gente, la patria no les importa, el gerente
opinando desde la primera fila frente a la pantalla y la Flaca como para sí misma, el
fútbol no es la patria. Gol. Gooooolllll. Golazo. ¡Ar-gen-ti-na! ¡Ar-gen-ti-na!
¿Hacen falta seis para pasar a la final? Se hacen los seis, pero a la hermana de
Carrasco la secuestraron anoche a dos cuadras de la facultad, que se embrome, por
meterse donde no debe, dijiste vos y Javier yo siempre le vi algo raro a esa chica,
enganchando enseguida con que después de los seis pepinos a los peruanos, concierto
de cacerolas en los balcones de su edificio, en pleno Barrio Norte, nunca visto, el delirio,
la locura y nosotras, contando de la caravana de coches y el novio y el marido, con las
banderas, los gorritos y las cornetas, nos acostamos como a las cuatro y hasta la chica
aquella, Mariana, la de Libertador, con la vincha y subiéndose a un camión que pasaba
para el centro, no se puede creer, ¿viste?
Por un anónimo, nada más que por una denuncia sin fundamento y al otro porque
ayudaba al cura y a las monjas en la villa del Bajo Flores. Te digo que no me quedó uña
por comerme y la hora maldita no pasaba nunca, tocando el techo con cada gol y
mirando el reloj, hasta que al fin se dio. Se me cayeron las lágrimas, ¡qué final! ¡El que no
salta es un holandés! Y los que desaparecen son argentinos, dale Flaca, no empecés, ¿no
te dije, pibe, que la Copa se quedaba aquí? Todos con las banderas y los pitos, a gritar y
a cantar, dale con el tachín- tachín, juntos, en aquella fiesta que parecía que no iba a
terminar nunca, porque ganamos, salimos campeones y fue como una borrachera de la
que nos despertamos con este dolor de cabeza que nos martillea las sienes y un revoltijo
de estómago que aumenta a medida que la tapa de la olla se va corriendo. Las cuentas
finales no aparecen y la lata está rota de tantas manos que se le metieron adentro. Pero
lo peor es lo otro, ellas que siguen ahí, ellas, que ya estaban pidiendo por los que no
estaban mientras nosotros saltábamos, sordos a lo que decían algunos como la Flaca,
ustedes no se dan cuenta de lo que está pasando y cuando comprendan, ya va a ser
tarde. Aseguraba que éramos como los alemanes, que veían el humo saliendo de las
chimeneas de los campos de concentración y miraban para otra parte, se callaban, como
callamos nosotros, entonces y después, tapándonos hasta las orejas cuando las sirenas
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nos interrumpían las noches, o escuchábamos algún grito, o se llevaban a alguien del
piso de abajo. Nos dieron un pirulín para matar el hambre. Flaca, tenías razón y una
entrada al circo para comprarnos la conciencia.
(De Fútbol a puro cuento, Ediciones del Faro Verde, Argentina, 1986. Compilador:
Rodolfo Cuenca.)
ANÁLISIS
Desde la teoría de Jakobson, nos preguntamos ¿qué función predomina en este
texto?
Está escrito en primera persona. ¿Hay predominio de función emotiva o expresiva?
Hay relato de hechos ocurridos durante el período que trata el contenido. ¿Es,
entonces, función referencial o informativa?
Sin embargo, hay utilización de segunda persona cuando se hace mención a la
Flaca, personaje que encarna la actitud consciente y reveladora de la época del mal
llamado Proceso de Reorganización Nacional ocurrido entre los años 1976 y 1983 en
nuestro país. ¿Es, entonces, función conativa o apelativa?
Debemos realizar el análisis sin perder de vista el orden jerárquico, entonces, si nos
remitimos a la teoría de Jacobson y observamos su uso de las personas podemos
establecer el siguiente orden jeráquico:
-función apelativa, por cuanto a partir de la segunda persona el autor intenta
concientizar a la audiencia sobre lo ocurrido en tiempos recientemente pasados en
nuestro país;
-función referencial porque usa el relato de los acontecimientos para hacer conocer
lo ocurrido y
-función expresiva, por el uso de la primera persona desde donde el personaje
muestra lo que opina un gran sector de nuestra sociedad acerca del suceso.
Además, debemos agregar que hay
-función poética por que, necesariamente, hay una preocupación en el manejo del
lenguaje para poder llegar hasta los lectores. Algunos autores posteriores, han llamado a
esta función poética, literaria.
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Debemos tener en cuenta la intencionalidad manifiesta en el texto pero no
debemos olvidar que la percepción de esa intencionalidad depende en gran medida de
las competencias puestas en juego por el lector.
Si tenemos en cuenta la reformulación de Kerbrat-Orecchioni, en este caso, por
ejemplo, son fundamentales las competencias ideológicas y culturales que posee el que
lee.
Supongamos que estamos frente a un lector holandés que conoce el español y por
lo tanto posee una competencia lingüística adecuada para interpretar el texto, pero, sin
embargo, no sabe nada de nuestra historia reciente. Entenderá el código pero, ¿podrá
entender la intencionalidad del autor? ¿Podrá dar al texto la dimensión dramática que
surge de su lectura?
Sin ir tan lejos. Muchos de Uds. que no tienen edad de haber vivido aquella época,
aún cuando tengan competencia cultural al respecto, comprenderán de manera diferente
el relato a la comprensión de una persona que ha estado vinculada a los
acontecimientos. Las determinaciones “psi” influyen fuertemente para ello.
Usando el concepto de trama, que vimos en Serafini, vemos que estamos ante una
narración en la cual se insertan diálogos y descripciones.
Esta narración, por sus características específicas, constituye un cuento. Recuerden
el cuadro que aportan Kaufman y Rodríguez. Efectivamente, en el cruce entre función
literaria y trama narrativa, encontramos: cuento.
Dentro de los géneros literarios es un cuento. De acuerdo con Bajtín, es un género
secundario, por cuanto está dentro de una publicación y en él se “absorbe” un género
primario, familiar y conversacional, dado a través de los diálogos.
Con respecto a la clasificación que presenta Adam, podemos incluir a nuestro
ejemplo en la tipología Conversación y, por supuesto, Narración. Si observan el cuadro
presentado por Adam, podrán constatar que características del orden de la morfología y
la sintaxis y de los aspectos textuales resaltados en él son usados en el cuento de
Pagano.
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