Aplicación de Primeros Auxilios Psicológicos:
GUÍA DE PAUTAS PSICOEDUCATIVAS PARA UNA POBLACIÓN DIANA
AFECTADA.
Presentado por:
Griselda Varela Hernández
Junio de 2015
INTRODUCCIÓN
Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) son fases prácticas de intervenciones después de
un suceso crítico por proveedores certificados y/o organizaciones de auxilio ante las
reacciones tempranas de una crisis o situación de emergencia.
El presente expone un escenario donde se aplican las fases de los PAP; se detalla e identifica
la población diana afectada, se detecta el grado de afectación, se reconocen las necesidades,
se da una posible evolución y describen pautas psicoeducativas para ayudar y orientar a la
población afectada.
OBJETIVO
Aprender y adquirir las competencias para aplicar PAP a personas, familias y comunidades
tras un incidente crítico cotidiano o una gran emergencia.
¿Qué ha ocurrido? Accidente de tráfico
Un grupo de 35 escolares de 8 años junto con sus dos profesoras de 38 y 43 años, se van de
excursión en autocar al museo de paleontología de su comunidad. El día transcurre con
normalidad y en el trayecto de regreso a casa el chófer pierde el conocimiento y se sale de la
carretera. El cómputo es de dos niños muertos, cinco heridos que necesitan atención
urgente (entre ellos el chófer), el resto de los ocupantes del autocar son heridos leves que
no requieren ninguna atención especial y tres testimonios (sin ninguna relación con los
ocupantes del vehículo siniestrado) de lo que ha ocurrido que viajaban en otro vehículo
detrás del autocar.
El objetivo más importante es reducir el nivel de estrés inicial causado por la crisis, para
después fomentar la adaptación a corto, medio y largo plazo y potenciar las estrategias de
afrontamiento.
La población diana son los niños y adultos afectados, así como las familias de los afectados.
Las víctimas son los dos niños que perdieron la vida y los cinco heridos muy graves.
Primeramente se inspecciona rápidamente el incidente crítico, se cerciora uno de que se
puede abordar la situación de manera segura ya que la carretera esta transitada y hay
tráfico en movimiento cerca de las personas afectadas y de los curiosos.
Coordinarse entre los distintos intervinientes para transmitir las mismas medidas de
atención psicológica.
Es sano y necesario en esta crisis involucrar de manera voluntaria a testimonios, si aún no
hay atención inmediata a la urgencia, llamar a servicios médicos como Cruz Roja, policía;
ayudar a desviar el tráfico, remover vidrios objetos punzantes, líquidos derramados y otros
objetos que pudieran causar tropiezos y caídas.
Importantísimo: No mover a los heridos sino se tiene conocimiento de Primeros Auxilios
Médicos.
Solicitar a los observadores que presencian la mediación del servicio médico y de policía
que se mantengan en el área destinada a su seguridad para que faciliten la actuación de los
intervinientes.
Localizar a los oficiales apropiados y obtener tanta información como pueda antes de
acercarse a las personas a ofrecer apoyo.
Trabajar en equipo ayudará a obtener apoyo y respaldo en situaciones difíciles y es
importante para la seguridad integral, nos ayuda a obtener mayores expectativas de
mejora, puntos de vista, fuentes de información y aumento de la supervivencia.
Se realizan intervenciones en grupos (de 5 a 7 afectados, de preferencia) e informa sobre lo
que se hace para asistirlos y próximo a hacer. Hay que explicar el suceso de una forma
simple y honesta, sobre las personas afectadas, la seguridad física y emocional, sus
derechos y cómo acceder a los servicios disponibles (posiblemente se requiera apoyar de
manera individual, se procede después de la reunión informativa a acudir a esta persona.)
Explicar la fuente de la información que está suministrando la información y su fiabilidad.
Si no se sabe algo, reconocerlo y responder por ejemplo. “No lo sé, pero intentaré
averiguárselo”.
Adaptar un área de juego segura para los niños con supervisión adulta. Evitar en lo posible
que no se vean las actividades de los paramédicos/ policías, sonidos, olores de la
emergencia, espectadores y medios de comunicación.
Fases de aplicación de los PAP
Se debe de mostrar y trasmitir seguridad emocional para prevenir el desarrollo de un
trastorno crónico; oobservar y detectar a las víctimas con reacciones de Trastorno por
Estrés Agudo (TEA). Se inicia el contacto de manera sensible, servicial y no intrusiva.
1. Contacto y presentación
*Nos ponemos frente a la persona cuando se es un adulto:
Hola. Me llamo “ “. Trabajo con la Organización “ ”. Estoy aquí para ofrecerle ayuda y
protección. ¿Le parece bien si le hablo por algunos minutos? ¿Le puedo preguntar su
nombre? DAR TIEMPO ¿hay algo que necesite ahora mismo o lo ayude a sentirse mejor?
(Solicitar autorización (si se es una de las maestras y se está en condiciones de responder
coherentemente) para hablar con los niños).
*Nos arrodillamos o sentamos si es un niño (a), esto hace que el contacto inicial sea menos
intimidante.
Hola, soy ____NOMBRE________. Trabajo con la Organización “ ” y estoy aquí para ayudar.
¿Cómo te llamas? Esperar respuesta. ¿Tienes sed? (Ofrezca algo para comer o beber u otras
recursos, como un juguete). Entiendo que tengas miedo, trataré de ayudarte y sé de unas
personas que te ayudarán a encontrar a tu familia. ¿Me puedes decir tu apellido y de dónde
eres?
Si el niño no quiere hablar directamente, se puede recurrir a hablar “a través” de otra
persona o con un juguete.
(Cuando se habla con un niño sin un adulto presente, se busca a los padres o tutor lo antes
posible y hacemos saber la conversación y lo observado en el niño).
Siempre se mantiene en lo posible un alto grado de confidencialidad en toda conversación.
2. Alivio y protección
Se provee alivio físico y emocional.
Informar sobre la posible sintomatología común ante un Trastorno por Estrés Agudo
(TEA) cuando sucede una crisis; puede acontecer una posible ansiedad, irritabilidad,
desrealización, insomnio, malestar o sufrimiento, sentimiento de culpabilidad, evitación de
personas, lugares. Estas alteraciones duran un mínimo de 2 días y un máximo de un mes.
3. Contención
Calmar y orientar, por lo que hay que hablar e informar en un lenguaje adecuado a la edad,
en voz baja, pausada y suave.
Observar continuamente y contener en lo posible para que las emociones no se desborden,
conseguir un equilibrio entre la expresión de sus emociones, diciéndole que si se
tranquiliza todo irá mejor.
Explicar el suceso de una forma simple y honesta, sin minimizarlo. Si se trae a luz el tema de
la muerte de algún compañerito, se aborda el tema de forma directa, sin dar rodeos,
explicando su carácter permanente y la tristeza que causa a sus padres y familia. La
comunicación de la muerte de un compañero (si es necesario) es recomendable la hagan los
padres, o un adulto con mayor vinculación afectiva con el niño, por ejemplo un maestro.
Se darán respuestas sinceras y honestas, no dando más información de la que puede
asimilar.
Si no se logra estabilizar al individuo, es recomendable utilizar técnicas de relajación y/o
respiración.
Es importante registrar los miedos del niño para dar seguimiento e informar a su
familia/tutor.
4. Recogida de información (necesidades y preocupaciones)
Identificar las necesidades y preocupaciones inmediatas, para obtener información acerca
de las experiencias de un sobreviviente. Se pregunta de manera educada y
respetuosamente si desean hablar del incidente (no se presiona para que se den detalles del
trauma o pérdida).
Se recopila la información básica para asistir sus necesidades actuales y determinar planes
para su atención emocional futura.
Se formulan preguntas como: ¿Resultó herido?, ¿Hay alguien que te haga sentir mejor
cuando hablas con él? Quizás te puedo ayudar a contactarlo.
¿Tiene alguna condición médica o de salud mental que necesita atención?
A veces, preguntas como ¿Ha tenido algún pensamiento acerca de hacerse daño a usted
mismo?, ¿Ha tenido algún pensamiento acerca de hacerle daño a alguien más? pueden ser
muy abrumadoras, pero son necesarias e indispensables para el alivio emocional.
¿Quieres compartir algo conmigo?
Reunir información adicional sobre las personas afectadas, ¿alguien cercano a usted resultó
herido o murió a causa del desastre? ¿Quién se lesionó o murió?
A esta edad los niños tiene mayor consciencia de los miedos y la ansiedad de los adultos,
por lo que son muy susceptibles a formar malinterpretaciones y fantasías frecuentes; es
posible que hagan preguntas como: ¿La muerte es para siempre? , ¿Morir duele?, ¿La
persona que ha muerto puede oírnos?, ¿Dónde está ahora?, ¿volverá a la escuela?...
5. Asistencia práctica
Explorar y analizar necesidades inmediatas por ejemplo, conseguir algo de comer, ir al
baño, telefonear a un miembro de la familia, cambiarse de ropa, ayuda para encontrar a
compañeros perdidos, una cobija.
Se pregunta si tienen sus objetos personales de ayuda/ apoyo como lentes, aparatos
auditivos, muletas, sillas de ruedas, etc. Si toman algún medicamento y lo requieren se debe
de consultar con un profesional médico para su toma.
Se da prioridad a las necesidades y acciones a llevar a cabo. Se puede ayudar al
sobreviviente a tomar la iniciativa, por ejemplo acompañándolo a hacer una llamada
telefónica, al baño, etc...
6. Conexión con la red social de apoyo
Ayudar a tomar medidas prácticas para asistir a los sobrevivientes a contactar a sus
familiares/ tutores, organismos de protección al menor.
Es substancial el dar información precisa y positiva sobre lo sucedido y el estado de las
víctimas (Auxiliar a un niño a reunirse con su familia puede ser la labor más importante de
los primeros auxilios psicológicos).
El apoyo social va desde abrazos, disposición para escuchar, tener personas con quien
compartir actividades, que le ayuden a entender que su reacción a lo que ha sucedido es
común.
7. Pautas de afrontamiento
Se provee información sobre reacciones de estrés y manejo de adversidades para reducir la
angustia y promover el funcionamiento adaptativo, que si estas reacciones continúan e
interfieren con su habilidad de funcionar adecuadamente por más de un mes, deben
considerar servicios psicológicos.
Se recomiendan pautas de autocuidado como:
Ejecutar actividades positivas que sirvan de distracción (deportes, hobbies, lectura)
Tratar de mantener un horario normal hasta donde que sea posible
Ingerir comidas saludables, evitar el alcohol y tabaco.
Participar en grupos de apoyo psicológico
Emplear métodos de relajación
Tomar el sol durante 30 minutos
¿Qué hacer si el TEA no desaparece y aumenta en intensidad?
Se informa a los padres/tutores que somos diferentes y únicos, por lo que la
sintomatología en cada uno varía. Sin embargo cuando la duración de los síntomas del TEA
es superior a un mes se convierte en Trastorno por Estrés Post Traumático (TEPT), puede
haber síntomas como no hablar en absoluto o demandar de forma constante información
sobre lo ocurrido, sentir incertidumbre respecto a su seguridad, perder autonomía,
alteraciones de sueño y apetito, tener pensamientos, preguntas y a veces sueños reiterados
acerca de la muerte, evitar el contacto social, pueden ser reacios a asistir a la escuela, sentir
y expresar temor en días posteriores del incidente crítico, lo adecuado es remitir a un
psicólogo infantil
8. Conexión con servicios externos
Dejar conectada a la familia con proveedores de servicios psicológicos para seguimiento y
continuación del cuidado; se deja además un número de contacto en caso de emergencia o
crisis.
Se distribuyen folletos para los sobrevivientes sobre consejos manejo de adversidades,
ayuda con problemas de sueño, manejo del coraje, técnicas de relajación, pautas de cómo
hablar con niños acerca de reacciones físicas y emocionales, reacciones de estrés, abuso de
sustancias, ¿asistir o no a funerales? , afecto y conflicto de la pubertad.
Se agradece a la persona su tiempo y atención.
Reflexiones y conclusiones
La intervención psicológica finalizó cuando los afectados se encontraban en un estado
emocional normalizado (niños, maestras y testimonios), y en el momento en que las
personas presentes en el lugar del accidente se fueron dispersando.
El desarrollar este escenario resulto muy gratificante porque permitió detectar y priorizar
reacciones físicas y emocionales. Lo trascendental de la coordinación para no hacer un caos
de información y brindar la ayuda justa y necesaria.
Concienciar y entrenarnos en primeros auxilios médicos y conocimientos de intervenciones
psicológicas para ayudarnos lo mejor posible ante cualquier crisis.
Participar en el método de intervención grupal como el defriefing y así exteriorizar,
comparar y compartir ideas, emociones y sentimientos con otros intervinientes para
prevenir el trastorno de estrés post-traumático.