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SCUELA NORMAL EXPERIMENTAL DEL FUERTE
PROFR. MIGUEL CASTILLO CRUZ
• ESCUELA NORMAL EXPERIMENTAL
DE EL FUERTE. PROFR. MIGUEL CASTILLO CRUZ
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA
“PRACTICAS SOCIALES DEL LENGUAJE”
PROFR. IMELDA
SÁNCHEZ ESCAJEDA GUADALUPE DEL
ROSARIO…
Practicas del 1 al 5 de junio del 2015.
ESCUELA PRIMARIA: “SOR JUANA INES DE LA CRUZ”
ÍNDICE
INDICEPresentaciónIntroducción ………………………..1 cuentosPeter pan……………………………2Ficha de trabajo…………………..3Evidencia……………………………4El flautista de hamelin………..…5Ficha de trabajo…………………..6Ricitos de oro y los tres osos….7Ficha de trabajo…………………...8Evidencias………………………...…9Juan y los frijoles mágicos…….10Ficha de trabajo…………………..11Evidencias………………….………12El libro de la selva……………….13Ficha de trabajo………………….14Evidencias……………………….…15Conclusión …………………..……..16
Es importante trabajar la lectura de textos con los niños
de educación primaria, porque mediante este logro de aprendizaje los niños y las niñas pueden tener una
visión diferente sobre la lectura y sobre todo realizaran una
serie de actividades en las que ponen en juego la competencia
lingüística, habilidades intelectuales y creatividad .
Felipe garrido ha llamado la atención al respecto cuando señala que el reto de todo
proyecto educativo hoy es el de “convertir en lectores a todos
los alumnos, profesores, padres de familia”.
Y con ello nos deja claro que garrido es incisivo en el asunto
de que antes creíamos que nuestra tarea era alfabetizar a todo el mundo. ¡Sorpresa! Eso no basta además tenemos que hacerlos lectores es pollo que
es de suma importancia empezar a fomentar la lectura desde las aulas y propiciar el
habito de la lectura.
Wendy, Michael y John eran tres hermanos que vivían en las afueras de
Londres. Wendy, la mayor, había contagiado a sus hermanitos su
admiración por Peter Pan. Todas las noches les contaba a sus
hermanos las aventuras de Peter. Una noche, cuando ya casi
dormían, vieron una lucecita moverse por la habitación. Era
Campanilla, el hada que acompaña siempre a Peter Pan, y el
mismísimo Peter. Éste les propuso viajar con él y con Campanilla
al País de Nunca Jamás, donde vivían los Niños Perdidos...-
Campanilla os ayudará. Basta con que os eche un poco de polvo
mágico para que podáis volar. Cuando ya se encontraban cerca
del País de Nunca Jamás, Peter les señaló:- Es el barco del
Capitán Garfio. Tened mucho cuidado con él. Hace tiempo un
cocodrilo le devoró la mano y se tragó hasta el reloj. ¡Qué
nervioso se pone ahora Garfio cuando oye un tic-
tac! Campanilla se sintió celosa de las atenciones que su amigo
tenía para con Wendy, así que, adelantándose, les dijo a los
Niños Perdidos que debían disparar una flecha a un gran pájaro
que se acercaba con Peter Pan. La pobre Wendy cayó al suelo,
pero, por fortuna, la flecha no había penetrado en su cuerpo y
enseguida se recuperó del golpe. Wendy cuidaba de todos
aquellos niños sin madre y, también, claro está de sus
hermanitos y del propio Peter Pan. Procuraban no tropezarse con
los terribles piratas, pero éstos, que ya habían tenido noticias de
su llegada al País de Nunca Jamás, organizaron una emboscada
y se llevaron prisioneros a Wendy, a Michael y a John.
Para que Peter no pudiera rescatarles, el Capitán Garfio decidió
envenenarle, contando para ello con la ayuda de Campanilla,
quien deseaba vengarse del cariño que Peter sentía hacia
Wendy. Garfio aprovechó el momento en que Peter se había
dormido para verter en su vaso unas gotas de un poderosísimo
veneno.
Cuando Peter Pan se despertó y se disponía a beber el agua,
Campanilla, arrepentida de lo que había hecho, se lanzó contra el
vaso, aunque no pudo evitar que la salpicaran unas cuantas gotas del
veneno, una cantidad suficiente para matar a un ser tan diminuto
como ella. Una sola cosa podía salvarla: que todos los niños creyeran
en las hadas y en el poder de la fantasía. Y así es como, gracias a los
niños, Campanilla se salvó.
Mientras tanto, nuestros amiguitos seguían en poder de los piratas. Ya
estaban a punto de ser lanzados por la borda con los brazos atados a
la espalda. Parecía que nada podía salvarles, cuando de repente,
oyeron una voz:
- ¡Eh, Capitán Garfio, eres un cobarde! ¡A ver si te atreves conmigo!
Era Peter Pan que, alertado por Campanilla, había llegado justo a
tiempo de evitarles a sus amigos una muerte cierta. Comenzaron a
luchar. De pronto, un tic-tac muy conocido por Garfio hizo que éste se
estremeciera de horror. El cocodrilo estaba allí y, del susto, el Capitán
Garfio dio un traspié y cayó al mar. Es muy posible que todavía hoy,
si viajáis por el mar, podáis ver al Capitán Garfio nadando
desesperadamente, perseguido por el infatigable cocodrilo.
El resto de los piratas no tardó en seguir el camino de su capitán y
todos acabaron dándose un saludable baño de agua salada entre las
risas de Peter Pan y de los demás niños.
Ya era hora de volver al hogar. Peter intentó convencer a sus amigos
para que se quedaran con él en el País de Nunca Jamás, pero los
tres niños echaban de menos a sus padres y deseaban volver, así
que Peter les llevó de nuevo a su casa.
- ¡Quédate con nosotros! -pidieron los niños.
- ¡Volved conmigo a mi país! -les rogó Peter Pan-. No os hagáis mayores
nunca. Aunque crezcáis, no perdáis nunca vuestra fantasía ni vuestra
imaginación. De ese modo seguiremos siempre juntos.
• - ¡Prometido! -gritaron los tres niños mientras agitaban sus manos
diciendo adiós. FIN…
FICHA DIDÁCTICA
El
Hace mucho, muchísimo tiempo, en la próspera ciudad de Hamelín,
sucedió algo muy extraño: una mañana, cuando sus gordos y
satisfechos habitantes salieron de sus casas, encontraron las calles
invadidas por miles de ratones que merodeaban por todas partes,
devorando, insaciables, el grano de sus repletos graneros y la comida
de sus bien provistas despensas.
Nadie acertaba a comprender la causa de tal invasión, y lo que era aún
peor, nadie sabía qué hacer para acabar con tan inquietante plaga.
Por más que pretendían exterminarlos o, al menos, ahuyentarlos, tal
parecía que cada vez acudían más y más ratones a la ciudad. Tal era la
cantidad de ratones que, día tras día, se enseñoreaba de las calles y
de las casas, que hasta los mismos gatos huían asustados.
Ante la gravedad de la situación, los prohombres de la ciudad, que
veían peligrar sus riquezas por la voracidad de los ratones, convocaron
al Consejo y dijeron: "Daremos cien monedas de oro a quien nos libre
de los ratones".
Al poco se presentó ante ellos un flautista taciturno, alto y
desgarbado, a quien nadie había visto antes, y les dijo: "La
recompensa será mía. Esta noche no quedará ni un sólo ratón en
Hamelín". Dicho esto, comenzó a pasear por las calles y, mientras
paseaba, tocaba con su flauta una maravillosa melodía que encantaba
a los ratones, quienes saliendo de sus escondrijos seguían
embelesados los pasos del flautista que tocaba incansable su flauta.
Y así, caminando y tocando, los llevó a un lugar muy lejano, tanto
que desde allí ni siquiera se veían las murallas de la ciudad.
Por aquel lugar pasaba un caudaloso río donde, al intentar cruzarlo para
seguir al flautista, todos los ratones perecieron ahogados.
EL FLAUTISTA DE HAMELINhace mucho, muchísimo tiempo, en la próspera ciudad de
Hamelín,
sucedió algo muy extraño: una mañana, cuando sus
gordos y satisfechos habitantes salieron de sus casas,
encontraron las calles invadidas por miles de ratones que
merodeaban por todas partes, devorando, insaciables, el
grano de sus repletos graneros y la comida de sus bien
provistas despensas.
Nadie acertaba a comprender la causa de tal invasión, y
lo que era aún peor, nadie sabía qué hacer para acabar con
tan inquietante plaga.
Por más que pretendían exterminarlos o, al menos,
ahuyentarlos, tal parecía que cada vez acudían más y más
ratones a la ciudad. Tal era la cantidad de ratones que, día
tras día, se enseñoreaba de las calles y de las casas, que
hasta los mismos gatos huían asustados.
Ante la gravedad de la situación, los prohombres de la
ciudad, que veían peligrar sus riquezas por la voracidad de
los ratones, convocaron al Consejo y dijeron: "Daremos cien
monedas de oro a quien nos libre de los ratones".
Al poco se presentó ante ellos un flautista taciturno,
alto y desgarbado, a quien nadie había visto antes, y les
dijo: "La recompensa será mía. Esta noche no quedará ni un
sólo ratón en Hamelín". Dicho esto, comenzó a pasear por
las calles y, mientras paseaba, tocaba con su flauta una
maravillosa melodía que encantaba a los ratones, quienes
saliendo de sus escondrijos seguían embelesados los pasos
del flautista que tocaba incansable su flauta.
Y así, caminando y tocando, los llevó a un lugar muy
lejano, tanto que desde allí ni siquiera se veían las murallas
de la ciudad.
Por aquel lugar pasaba un caudaloso río donde, al intentar
cruzarlo para seguir al flautista, todos los ratones
perecieron ahogados.
Los hamelineses, al verse al fin libres de las voraces tropas de
ratones, respiraron aliviados. Ya tranquilos y satisfechos,
volvieron a sus prósperos negocios, y tan contentos estaban que
organizaron una gran fiesta para celebrar el feliz desenlace,
comiendo excelentes viandas y bailando hasta muy entrada la
noche. A la mañana siguiente, el flautista se presentó ante el
Consejo y reclamó a los prohombres de la ciudad las cien
monedas de oro prometidas como recompensa. Pero éstos,
liberados ya de su problema y cegados por su avaricia, le
contestaron: "¡Vete de nuestra ciudad!, ¿o acaso crees que te
pagaremos tanto oro por tan poca cosa como tocar la
flauta?". Y dicho esto, los orondos prohombres del Consejo de
Hamelín le volvieron la espalda profiriendo grandes carcajadas.
Furioso por la avaricia y la ingratitud de los hamelineses, el
flautista, al igual que hiciera el día anterior, tocó una dulcísima
melodía una y otra vez, insistentemente.
Pero esta vez no eran los ratones quienes le seguían, sino
los niños de la ciudad quienes, arrebatados por aquel sonido
maravilloso, iban tras los pasos del extraño músico.
Cogidos de la mano y sonrientes, formaban una gran hilera,
sorda a los ruegos gritos de sus padres que en vano, entre
sollozos de desesperación, intentaban impedir que siguieran al
flautista. Nada lograron y el flautista se los llevó lejos, muy
lejos, tan lejos que nadie supo adónde, y los niños, al igual que
losratones, nunca jamás volvieron. En la ciudad sólo quedaron
sus opulentos habitantes y sus bien repletos graneros y bien
provistas despensas, protegidas por sus sólidas murallas y un
inmensomanto de silencio y tristeza.
Y esto fue lo que sucedió hace muchos, muchos años, en esta
desierta y vacía ciudad de Hamelín, donde, por más que
busquéis, nunca encontraréis ni un ratón ni un niño.
FIN…
FICHA DIDÁCTICA
FICHA DIDÁTICA
RICITOS DE OROerase una vez una familia compuesta por tres ositos que vivía en
una hermosa casita en el corazón de un gran bosque.
el papá oso era muy grande, la mamá osa era de tamaño mediano,
y el hijito era un osito muy pequeños.
un día, mamá osa preparó tres platos de sopa para la hora del
almuerzo.
la sopa estaba tan caliente que no se podía tomar y papá oso dijo:
"vamos a dar un paseo por el bosque mientras se enfría". y los tres
osos salieron de su casita y cerraron la puerta.
acababan de irse los ositos cuando llegó ricitos de oro, una niña
muy traviesa que había salido a pasear sola por el bosque.
ricitos de oro miró por una de las ventanas y, como no había nadie,
abrió la puerta para ver lo que había dentro.
ricitos de oro se acercó a la mesa, probó la sopa de papá oso y
gritó: !demasiado caliente!
después probó la sopa de mamá oso y dijo: ¡demasiado fría!
por último, probó la del osito pequeño y dijo: ¡qué sopa más
deliciosa!, y se la comió toda.
ricitos de oro había comido tanto que le entró sueño. primero se
sentó en la silla de papá oso y dijo: ¡demasiado dura!
se bajó de la silla, y se sentó en la silla de mamá osa, y dijo:
¡demasiado blando!. por último, se sentó en la silla del osito
pequeño y dijo: ¡qué silla más cómoda!, y se quedó dormida.
pero al poco rato...¡cataplín! ricitos de oro se cayó al suelo. pesaba
tanto que había hecho añicos la silla del osito pequeño.
muy enfadada, ricitos de oro se fue al dormitorio. allí vio tres
camas. probó a acostarse en la de papá oso y dijo: ¡es demasiado
alta!
después, ricitos de oro probó a acostarse en la cama mediana, que
era la de mamá osa, pero pronto dijo: ¡es demasiado baja!
por último, se acostó en la del osito pequeño y dijo: ¡qué cama más
cómoda
U
rlisitos se tapó y se acurrucó; bostezó dos veces y se quedó dormida.
ni siquiera oyó a los ositos cuando regresaron de su paseo por el
bosque y abrieron la puerta de la casita.
los ositos tenían mucha hambre y querían comer, pero cuando papá
oso vio su plato, exclamó con un gran vozarrón: ¿quién ha probado
mi sopa?
mamá osa también miró su plato y dijo con voz más suave: ¿y quién
ha probado la mía?
cuando el osito pequeño vio su plato, dijo con una vocecita muy
dulce: ¿quién se ha comido mi sopa y me ha dejado sin nada?
el osito pequeño se echó a llorar pero la mamá osa le dijo: "no llores,
que enseguida te preparo más".
papá oso estaba muy enfadado. "alguien ha entrado en nuestra
casita", dijo refunfuñando, y empezó a mirar por todos los rincones.
de pronto, se paró delante de su silla y exclamó con un gran
vozarrón: ¿quién se ha sentado en mi silla?
la mamá osa también empezó a mirar por todos los rincones y con
voz más suave dijo: ¿y quién se ha sentado en mi sillón?
el osito pequeño corrió hacia su silla y dijo con su vocecita dulce:
¿quién se ha sentado en mi sella? ¡está hecha añicos!
a continuación, los tres ositos entraron en el dormitorio.
papá oso vio su cama y exclamó con un gran vozarrón: ¿quién se ha
acostado en mi cama?
mamá osa vio su cama y dijo con voz más suave: ¿y quién se ha
acostado en la mía?
el osito pequeño se acercó a su cama y dijo con su voz dulce: ¿quién
se ha acostado en mi cama? ¡mirad, todavía está durmiendo!
ricitos de oro se despertó y al abrir los ojos se llevó un buen susto
porque a los pies de la cama había tres osos que la miraban.
ricitos de oro saltó de la cama y se escapó por la ventana. corrió sin
parar hasta que llegó a su casa, donde la esperaba su mamá.
los tres ositos no volvieron a ver a ricitos de oro nunca más y ricitos
de oro nunca jamás volvió a pasear sola por el bosque.
FIN…
CUENTO 4
FICHA DIDÁCTICA
Y LOS FRÍJOLES MÁGICOS
JU
Hace mucho tiempo, vivía Juanito con su pobre y viuda madre en una
humilde cabaña de un bosque. Conforme pasaba el tiempo, la situación
familiar empeoraba, y para evitar quedarse sin comer, su madre decidió
vender su única Vaca, para eso, dijo a Juanito que la vaya a vender en la
ciudad.
Al día siguiente, Juanito se puso en camino, y mientras caminaba
llevando su Vaca, vio a un hombre mayor que venia del otro lado del
camino. Cuando estuvo muy cerca de Juanito, el hombre le dijo:
"Hola amiguito, ¿a donde te diriges con aquella Vaquita?"
"Hola Señor. Voy a la ciudad, a vender mi Vaca." - Respondió Juanito.
"Oh, ya veo. ¿Sabes amiguito?, aquí tengo algo maravilloso que de
seguro te interesará. Son unos Frijoles Mágicos, y te las ofrezco a
cambio de tu Vaca." - Dijo el hombre.
Juanito, sin pensarlo mucho, aceptó. Y volvió rápidamente a su casa
muy contento.Cuando Juanito llegó a casa, y dijo a su madre lo que hizo
y mostró aquellos Frijoles Mágicos. Ella muy molesta, regaño a Juanito
y de la cólera, lanzó los frijoles a su patio.
Al día siguiente, Juanito despertó muy temprano, y al asomarse por la
ventana de su cuarto, su sorpresa fue enorme, ya que los frijoles que su
madre tiró, habían crecido hasta llegar a los cielos. Juanito estaba muy
maravillado, y sin que sepa su madre, trepo subiendo hoja por hoja,
rama por rama, para ver hasta donde llegaba.
Después de mucho trepar, por fin llegó al final de la planta, y vio algo
increíble, un enorme Castillo sobre las nubes. Juanito se sentía
absorbido por tal maravilla, que decidió inspeccionar aquel enorme
lugar. Cuando por fin llegó, se deslizó bajo la puerto, y al ponerse de pie,
vio a un enorme Gigante que tenia a su lado una Gallina, y que le decía:
"Basta de holgazanear Gallina perezosa. Es hora de trabajar."
A los pocos segundos, la Gallina cacareó, se levantó y dejó un Huevo de
Oro.
Juanito no lo podía creer, la Gallina ponía Huevos de Oro, y se decía:
"Si llevó la Gallina a mi Madre, ella me perdonará y ya no pasaremos
más hambre."
Diciendo eso, Juanito esperó pacientemente a que anochezca, para que el Gigante
duerma y así, pueda llevarse la Gallina.
Al llegar la noche, Juanito vio que el Gigante dormía, y sin demora, corrió hacia la
Gallina, la cargo en sus hombros, y escapo del castillo en camino hacia las ramas de los
frijoles, para bajar lo más rápido posible a su hogar. Cuando termino de bajar gritó: "¡Por
fin llegué!", y de inmediato fue donde su Madre, quien al verlo, lo abrazo ya que no lo
encontraba. Juanito de inmediato le dijo:
"¡Mira Madre, esta Gallina pone Huevos de Oro, y la traje para ti!"
Y sin más, Juanito le dijo a la Gallina que ponga un Huevo de Oro, y así lo hizo. Su
Madre asombrada, agradeció la hazaña de su hijo, y con los huevos de la gallinita,
vivieron tranquilos mucho tiempo. Al pasar los años, la Gallina murió, y Juanito, quien no
se quedo de brazos cruzados, dijo volver a subir por la planta para ver que más tenia el
Gigante.
Luego de trepar la gran planta de frijoles, Juanito llegó al Castillo, entró por la ventana y
se escondió tras una cortina en busca del Gigante, y al encontrarlo, observó cómo éste
contaba muchas monedas de oro que sacaba de un bolso de cuero con una risa
malévola jactándose de su gran robo. Juanito decidió esperar a la noche, para empezar a
actuar.
Cuando el Gigante durmió, Juanito entró y recogió el bolso lleno de Oro, volvió a la planta
para regresar a su casa. Una vez en tierra firme, Juanito dio su botín a su viuda madre, y
como el Oro era tan abundante, vivieron tranquilos otro largo tiempo.
Sin embargo, no todo dura para siempre, así que el Oro también se acabó. Juanito
nuevamente volvió a subir por la planta de frijoles en camino hacia el Castillo. Cuando
llegó, observó al Gigante guardar en un cajón, una Cajita que, cuando levantaba la tapa,
milagrosamente daba una moneda de Oro.
Al rato, cuando el Gigante se fue a otro lado del Castillo, Juanito tomó la caja milagrosa y
se la guardo; luego, escondido aun, vio como el Gigante se echaba en su sofá, y más a
lado, se encontraba un Arpa mágica que hacia bella música sin que nadie la toque. El
Gigante, que disfrutaba de su sofá y de aquella bella música, cayo rápidamente en un
profundo sueño. Juanito al notar su ventaja, de inmediato cogió el Arpa y se echo a
correr; sin embargo, el Arpa estaba encantada y al notar que estaba siendo robada dijo:
"¡Ayuda, ayuda mi Amo!, ¡me están secuestrando!". El Gigante, despertó muy molesto,
gruño, y de inmediato persiguió a Juanito.
Mientras el Gigante perseguía a Juanito, éste sentía los grandes pasos de su
perseguidor, y al llegar a la gran planta, se trepó y bajó lo más rápido que pudo. Al mirar
hacia arriba, vio cómo el Gigante bajaba a toda marcha tras él. Cuando Juanito llegó a
tierra firme, llamó a su madre y le pidió una Hacha. Al tenerla, de inmediatocortó de un
tiro certero la planta, y ésta, cayó tan rápidamente que se llevó consigo al malvado
Gigante hacia el piso.Juanito, libre ya del Gigante, dio a su madre la cajita que daba
monedas de oro, y la Arpa Mágica. Con el tiempo, vivieron muy felices para siempre..
FIN…
EL LIBRO DE LA SELVA
un día, baghera, la pantera negra,
encontró un bebe en una cesta que
flotaba en el río. sin dudarlo ni un
momento, lo llevó a la cueva de la loba,
que acababa de tener crías.
ésta lo adoptó y crió como si fuera su hijo,
y le puso el nombre de mowgli.
cuando shere khan, el malvado tigre
devorador de hombres, se enteró de su
existencia, salió en su busca con intención
de matarlo.
el consejo de la selva se reunió para
tomar una determinación.
mowgli debería ir a la aldea del hombre.
baghera se ofreció voluntaria para
acompañarle.
al día siguiente, baghera invitó al niño a
dar un paseo. durante el camino, la
pantera confesó a mowgli que le llevaba a
la aldea del hombre por temor a shere
khan.
mowgli no quería ir; el quería estar en la
selva, junto a su mamá loba y los que le
querían, pero baghera se mostró firme, no
podían correr riesgos.
mowgli no quería ir; el quería estar en la selva, junto
a su mamá loba y los que le querían, pero baghera
se mostró firme, no podían correr riesgos.
a la mañana siguiente se pusieron otra vez en
camino y se encontraron con baloo, el oso perezoso y
más divertido de toda la selva. mowgli se lo estaba
pasando en grande y baghera se marchó enfadada.
apenas había dado unos pasos cuando oyó a baloo
gritar. unos monos habían raptado a mowgli y lo
llevaban al antiguo palacio, donde vivía el rey de los
simios.
sin dudarlo, el oso y la pantera corrieron en su
ayuda. mientras baloo se enfrentaba a ellos, baghera
montó sobre su lomo a mowgli y huyó hacia la selva.
el cielo amenazaba tormenta.
entre tanto, shere khan apareció y le arrebató el
muchacho a la pantera. mowgli golpeaba al tigre con
una rama seca cuando cayó un rayo y la prendió.
mowgli ató la rama ardiendo al rabo del tigre, que
huyó a toda velocidad.
días después llegaron a la aldea del hombre. allí
mowgli, curioso, se adentró en el poblado en busca
de nuevas experiencias. entonces, vio por primera
vez a otro ser humano. baloo y baghera sabían que
allí mowgli sería feliz.
FIN
FICHA DIDÁCTICA
EVIDENIAS DE TRABAJO
CONCLUSIÓN
A través de todo lo visto
relacionado con la lectura y a
partir de la realización de
algunas narraciones dentro del
aula y posteriormente sus
actividades pude llegar ala
conclusión de que la lectura es
una de las actividades mas
importantes y útiles que los
niños deben realizar a lo largo
de su enseñanza-aprendizaje, l
puesto que la fomentación de
esta en las aulas permite
alentar nuestra imaginación ,
crear nuevos mundos en las
mentes de los alumnos,
mejorar nuestra ortografía y
sobre todo crear habilidades
lingüísticas tanto orales como
escritas.