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Análisis literario
Intertextualidad
Literatura latinoamericana y costarricense
III Cuatrimestre 2016
Profesora: Cristina Solís Moreira
INTERTEXTUALIDAD
La intertextualidad es la relación de proximidad que se establece entre
textos con una referencia explícita (literal o alusiva, o no) o la apelación a
un género, a un arquetipo textual o a una formula imprecisa o anónima.
Este concepto tiene su germen en las teorías desarrollaras por Mijail
Bajtín. También está relacionada con la semiótica y sus distintos autores.
Según las teorías de la intertextualidad podemos encontrarnos con tres
tipos:
- Intertextualidad general: entre textos de varios autores.
- Intertextualidad restringida: entre textos de un solo autor.
- Intertextualidad autárquica: de un texto consigo mismo.
INTERTEXTUALIDAD
"Es necesario tomar en
consideración el peso psicológico
que tienen en la vida las palabras
de los otros sobre nosotros, y la
importancia que tiene para
nosotros el modo en que
entendemos e interpretamos esas
palabras de los otros“. Mijaíl Bajtín
INTERTEXTUALIDAD
Bajtín explica que la base del concepto "intertextualidad" es el
carácter dialógico.
Bajtín nos habla de fuerzas centrípetas de la vida del lenguaje
que actúan dentro de un plurilingüismo efectivo.
El discurso literario no es un todo autónomo y cerrado sino un
diálogo entre voces y el lector no es un ser pasivo sino que se
convierte en un oyente activo.
INTERTEXTUALIDAD
Julia Kristeva se basó en las teorías del filólogo ruso
para crear dicho término.
"Tout texte se construit comme une mosaïque de
citations, tout texte est absortion et transformation d'un
autre texte“.
“Todo texto se construye como un mosaico de citas, todo
texto es absorción y transformación de otro texto”.
TIPOS DE INTERTEXTUALIDAD1. Intratextualidad: Relaciones entre textos producidos por el mismo autor. El autor se imita a sí
mismo en otro pasaje, como por ejemplo Garcilaso imita su soneto tercero en su égloga tercera:
Soneto III
A Dafne ya los brazos le crecíany en luengos ramos vueltos se mostraban;çen verdes hojas vi que se tornabanlos cabellos que al oro escurecían.De áspera corteza se cubríanlos tiernos miembros, que aún bullendo ‘staban,los blancos pies en tierra se hincabany en torcidas raíces se volvían.Aquel que fue la causa de tal dañoa fuerza de llorar, crecer hacíaeste árbol, que con lágrimas regaba.¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,que con llorarla crezca cada díala causa y la razón por que lloraba!
Égloga tercera
Dafne, con el cabello suelto al viento,sin perdonar al blanco pie corríapor áspero camino tan sin tientoque Apolo en la pintura parecíaque, porque ella templase el movimiento,con menos ligereza la seguía;él va siguiendo, y ella huye comoquien siente al pecho el odïoso plomo.
Mas a la fin los brazos le crecíany en sendos ramos vueltos se mostraban;y los cabellos, que vencer solíanal oro fino, en hojas se tornaban;en torcidas raíces s’extendíanlos blancos pies y en tierra se hincaban;llora el amante y busca el ser primero,besando y abrazando aquel madero…
2. Extratextualidad: Relaciones entre los textos producidos por un autor y los textos producidos por otro. Por ejemplo, entre el Cántico espiritual y La noche oscura del alma de San Juan de la Cruz y el Cantar de los cantares del Antiguo Testamento:
En una noche escura,con ansias, en amores inflamada,¡oh dichosa ventura!salí sin ser notadaestando ya mi casa sosegada.A escuras y segurapor la secreta escala, disfrazada,¡oh dichosa ventura!a escuras y en celada,estando ya mi casa sosegada.En la noche dichosa,en secreto, que naide me veía,ni yo miraba cosa,sin otra luz y guía,sino la que en el corazón ardía.Aquésta me guiabamás cierto que la luz de mediodíaa donde me esperabaquien yo bien me sabíaen parte donde nadie parecía.¡Oh noche, que guiaste!¡Oh noche amable más que la alborada!¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,amada en el Amado transformada!En mi pecho florido,que entero para él solo se guardaba,allí quedó dormido,y yo le regalabay el ventalle de cedros aire daba.El aire de la almena,cuando yo sus cabellos esparcía,con su mano serenaen mi cuello heríay todos mis sentidos suspendía.Quedéme y olvidémeel rostro recliné sobre el amado;cesó todo, y dejémedejando mi cuidadoentre las azucenas olvidado.San Juan de la Cruz
Cantar de los cantares, cap. III
Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; lo busqué, y no lo hallé. Y dije: “Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; por las calles y por las plazas buscaré al que ama mi alma”. Lo busqué, y no lo hallé. Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, y les dije: “¿Habéis visto al que ama mi alma?” Apenas hube pasado de ellos un poco, hallé luego al que ama mi alma; lo así, y no lo dejé, hasta que lo metí en casa de mi madre, y en la cámara de la que me dio a luz. Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por los corzos y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera el cortejo de bodas
¿Quién es ésta que sube del desierto como columna de humo, sahumada de mirra y de incienso y de todo polvo aromático? He aquí es la litera de Salomón; sesenta valientes la rodean, de los fuertes de Israel. Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra; cada uno su espada sobre su muslo, por los temores de la noche. El rey Salomón se hizo una carroza de madera del Líbano. Hizo sus columnas de plata, su respaldo de oro, su asiento de grana, su interior recamado de amor por las doncellas de Jerusalén. Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón con la corona con que le coronó su madre en el día de su desposorio, y el día del gozo de su corazón.
3. Interdiscursividad, según Cesare Segre, o intermedialidad, según
Heinrich F. Plett, es una relación semiológica entre un texto literario y
otras artes (pintura, música, cine, canción etcétera).
4. Metatextualidad es la relación crítica que tiene un texto con otro.
Es decir: la relación que un texto mantiene con otro que habla
de él, esto es, la relación crítica. Así, por ejemplo, los
comentarios de Clemencín al Quijote de Cervantes, las notas
de Rúa a las obras de Guevara, los comentarios del Brocense y
de Herrera a Garcilaso y los de gran número de autores a Góngora.
5. Paratextualidad es, según Genette, la relación de un texto con otros textos
de su periferia textual: títulos, subtítulos, capítulos desechados, prólogos,
epílogos, notas al margen, presentaciones...
6. Architextualidad la relación genérica o género literario: la que emparenta
textos en función de sus características comunes en géneros literarios,
subgéneros y clases de textos.
Es decir, en la que se engloban los textos: tipos de discurso, modos de
enunciación, géneros literarios, entre otros.
7. Hipertextualidad, según Genette "toda relación que une un texto B (que
llamará hipertexto) a un texto anterior A (que llamaré hipotexto) en el que se
inserta de una manera que no es la del comentario".
Por ejemplo, la transformación de un texto anterior o la imitación estilística.
Así, por ejemplo, la Odisea de Homero es el hipotexto de los seis primeros
libros de la Eneida de Virgilio, y la Iliada de los seis últimos.
8. Hipotextualidad, inversamente, según Genette, "toda relación que une un
texto A (que llamará hipotexto) a un texto posterior B en el que se inserta de
un modo que no es el comentario".
* Tomado de: Romera, Ángel. Retórica. Manual de Retórica y recursos estilísticos. Consultado en :
http://retorica.librodenotas.com/?q=interdiscursividad.
Las meninas, Velázquez, año 1657
Las meninas, Picasso, año 1957
¡HORA DE LA
PRÁCTICA!
¡HORA DE LA
PRÁCTICA!
¡HORA DE
LA
PRÁCTICA!
“The Volvo XC 90. With seven
seats. Sorry” (“El Volvo XC 90.
Con siete asientos. Lo
siento”).
¡GRACIAS POR SU ATENCIÓN!
Y AHORA…
16
HOMERO
POETA GRIEGO DEL SIGLO VIII A. C
FIGURA FEMENINA: PENÉLOPE
Características
Dependiente de su marido, familia y la sociedad.
Sumisa ante las decisiones masculinas.
No puede tomar decisiones.
Paciente ante el regreso de su marido.
Debe cuidar su casa hasta que su marido regrese.
Mantener la imagen de esposa, ante la sociedad y su familia.
Cuidar a su hijo y criarlo
Siempre debe comportarse como fiel, abnegada, cumplida y feliz.
Guarda la imagen de esposo ideal.
FIGURA MASCULINA: ODISEO
Características
Hombre muy astuto, ingenioso y calculador.
Tenía la protección de Atenea.
Protegía y apreciaba a sus combatientes.
Hacía lo que pensaba.
Tenía el poder de decisión.
Su esposa es una reina y él heredó su reino.
Poseía gran poder de convencimiento.
Las relaciones amorosas que mantenía se justificaban por el destino que debía cumplir.
Héroe de la Guerra de Troya.
MARTA ROJAS PORRAS
PENÉLOPE
Si hay que decir adiós, se
dice
Si hay que llorar, se llora
¡Todo tiene su tiempo!
Hoy
con la aguja de mi reloj
con las puntadas del
esfuerzo
el amor
los besos
con el hilo vivido
tejo
¡Este es mi tiempo!
Mañana
con las mismas agujas
con las mismas puntadas
con el mismo hilo
con toda mi voluntad
mi pericia y mi cuidado
tal vez, como Penélope,
desteja.
Tomado en: Poemario: La
sonrisa de Penélope y la
costumbre del adiós
CLARIBEL ALEGRÍA
CARTA A UN DESTERRADOMi querido Odiseo:
Ya no es posible más
esposo mío
que el tiempo pase y vuele
y no te cuente yo
de mi vida en Ítaca.
Hace ya muchos años
que te fuiste
tu ausencia nos pesó
a tu hijo
y a mí.
Empezaron a cercarme
pretendientes
eran tantos
tan tenaces sus requiebros
que apiadándose un dios
de mi congoja
me aconsejó tejer
una tela sutil
interminable
que te sirviera a ti
como sudario.
Si llegaba a concluirla
tendría yo sin mora
que elegir un esposo.
Me cautivó la idea
que al levantarse el sol
me ponía a tejer
y destejía por la noche.
Así pasé tres años
pero ahora, Odiseo,
mi corazón suspira por un joven
tan bello como tú cuando eras mozo
tan hábil con el arco
y con la lanza.
Nuestra casa está en ruinas
y necesito un hombre
que la sepa regir
Telémaco es un niño todavía
y tu padre un anciano
preferible, Odiseo
que no vuelvas
los hombres son más débiles
no soportan la afrenta.
De mi amor hacia ti
no queda ni un rescoldo
Telémaco está bien
ni siquiera pregunta por su padre
es mejor para ti
que te demos por muerto.
Sé por los forasteros
de Calipso
y de Circe
aprovecha Odiseo
si eliges a Calipso
recuperarás la juventud
si es Circe la elegida
serás entre sus chanchos
el supremo.
Espero que esta carta
no te ofenda
no invoques a los dioses
será en vano
recuerda a Menelao
con Helena
por esa guerra loca
han perdido la vida
nuestros mejores hombres
y estás tú donde estás.
No vuelvas, Odiseote suplico.
Tu discreta Penélope
OSVALDO SAUMA
LAS VICISITUDES DEL RETORNO
Todos los días intento partir
pero mi voluntad
sucumbe a tus encantos
el mar me llama a todas horas
pero los vientos de la isla
detienen las velas
bajo la seducción de tus besos
“la nostalgia solo la cura el regreso”
te digo
y mis palabras no hacen mella
en tus oídos sordos a mis ruegos
qué debo hacer
hay otros brazos que me aguardan
menos ardientes que los tuyos
cierto
pero me esperan
más allá de los relámpagos
su voz me llama entre las sombras
su sueño me sueña en todos los sueños
y su cuerpo se marchita si yo no lo celebro
déjame partir
amada Calypso
aunque la nostalgia
me crezca del otro lado del regreso.
La sirena inconformeAugusto Monterroso
Usó todas sus voces, todos sus registros; en cierta forma se extralimitó; quedó afónica quién sabe por
cuánto tiempo.
Las otras pronto se dieron cuenta de que era poco lo que podían hacer, de que el aburridor y astuto
Ulises había empleado una vez más su ingenio, y con cierto alivio se resignaron a dejarlo pasar.
Ésta no; ésta luchó hasta el fin, incluso después de que aquel hombre tan amado y deseado
desapareció definitivamente.
Pero el tiempo es terco y pasa y todo vuelve.
Al regreso del héroe, cuando sus compañeras, aleccionadas por la experiencia, ni siquiera tratan de
repetir sus vanas insinuaciones, sumisa, con la voz apagada, y persuadida de la inutilidad de su
intento, sigue cantando.
Por su parte, más seguro de sí mismo, como quien había viajado tanto, esta vez Ulises se detuvo,
desembarcó, le estrechó la mano, escuchó el canto solitario durante un tiempo según él más o menos
discreto, y cuando lo consideró oportuno la poseyó ingeniosamente; poco después, de acuerdo con
su costumbre, huyó.
De esta unión nació el fabuloso Hygrós, o sea “el Húmedo” en nuestro seco español, posteriormente
proclamado patrón de las vírgenes solitarias, las pálidas prostitutas que las compañías navieras
contratan para entretener a los pasajeros tímidos que en las noches deambulan por las cubiertas de
sus vastos trasatlánticos, los pobres, los ricos, y otras causas perdidas.
FIN
La tela de Penélope o quién engaña a quiénAugusto Monterroso
Hace muchos años vivía en Grecia un hombre llamado Ulises (quien a pesar de ser bastante
sabio era muy astuto), casado con Penélope, mujer bella y singularmente dotada cuyo único
defecto era su desmedida afición a tejer, costumbre gracias a la cual pudo pasar sola largas
temporadas.
Dice la leyenda que en cada ocasión en que Ulises con su astucia observaba que a pesar de
sus prohibiciones ella se disponía una vez más a iniciar uno de sus interminables tejidos, se le
podía ver por las noches preparando a hurtadillas sus botas y una buena barca, hasta que sin
decirle nada se iba a recorrer el mundo y a buscarse a sí mismo.
De esta manera ella conseguía mantenerlo alejado mientras coqueteaba con sus
pretendientes, haciéndoles creer que tejía mientras Ulises viajaba y no que Ulises viajaba
mientras ella tejía, como pudo haber imaginado Homero, que, como se sabe, a veces dormía
y no se daba cuenta de nada.
FIN
'PENELOPE‘, JOAN MANUEL SERRAT
Penélope, con su bolso de piel marrón y sus zapatos de tacón y su vestido de domingo. Penélope se sienta en un banco en el andén y espera que llegue el primer tren meneando el abanico.
Dicen en el pueblo que un caminante paró su reloj una tarde de primavera. "Adiós amor mío no me llores, volveré antes que de los sauces caigan las hojas. Piensa en mí volveré a por ti..."
Pobre infeliz se paró tu reloj infantil una tarde plomiza de abril cuando se fue tu amante. Se marchitó en tu huerto hasta la última flor. No hay un sauce en la calle Mayor para Penélope.
Penélope,
tristes a fuerza de esperar, sus ojos, parecen brillar si un tren silba a lo lejos. Penélope uno tras otro los ve pasar, mira sus caras, les oye hablar, para ella son muñecos.
Dicen en el pueblo que el caminante volvió. La encontró en su banco de pino verde. La llamó: "Penélope mi amante fiel, mi paz, deja ya de tejer sueños en tu mente, mírame, soy tu amor, regresé".
Le sonrió con los ojos llenitos de ayer, no era así su cara ni su piel. "Tú no eres quien yo espero". Y se quedó con el bolso de piel marrón y sus zapatitos de tacón sentada en la estación.
'ULISES‘, WARCRY
Partí hacia la guerra, dejé atrás a mi mujer Mi reino mi hijo mis tierras, todo aquello abandoné.
Diez horribles años, entre sangre y maldad, allí sólo tenía un sueño… regresar
Espérame, pronto he de regresar… ¡Ningún Dios lo impedirá!
Ya de vuelta a casa el cielo me castigó, por un mal que yo no hice, ni mi mano consintió.
Si es vuestra justicia castigar el bien con mal, no soy hombre que se rinda… ¡ni que dude al pelear…!
Espérame, pronto he de regresar…
¡Ningún Dios lo impedirá!
Pronto mi amor, estaré contigo. Todo el dolor olvidare contigo… Oigo tu voz cuando estoy perdido, sé fuerte amor… volveré… ¡contigo!
Ni Dios, ni hombre, ni criatura infernal Conseguirán que no pueda volver por fin a mi hogar
Espérame, pronto he de regresar… ¡Ningún Dios lo impedirá!
Espérame, pronto he de regresar… ¡Ningún Dios lo impedirá!
Uuuuh...
Ella despidió a su amor
el partió en un barco
en el muelle de san Blás.
El juró que volvería
y empapada en llanto ella juró
que esperaría.
Miles de lunas pasaron
y ella siempre estaba en el muelle
esperando.
Muchas tardes se anidaron
se anidaron en su pelo
y en sus labios.
Llevaba el mismo vestido
y por si él volviera
no se fuera a equivocar.
Los cangrejos le mordían
su ropaje su tristeza
y su ilusión.
Y el tiempo se escurrió
y sus ojos se le llenaron
de amaneceres.
Y del mar se enamoró
y su cuerpo se enraizó
en el muelle.
Sola... Sola en el olvido
Sola... Sola con su espíritu
Sola... Sola con su amor el mar
Sola... en el muelle de san Blás.
Su cabello se blanqueó
pero ningún barco
a su amor le devolvía.
Y en el pueblo le decían
le decían la loca
del muelle de san Blás.
Una tarde de abril
la intentaron trasladar
al manicomio.
Nadie la pudo arrancar
y del mar nunca jamás
la separaron.
Sola... Sola en el olvido
Sola... Sola con su espíritu
Sola... Sola con su amor el mar
Sola... en el muelle de san Blás.
Oooh...
Sola... Sola en el olvido
Sola... Sola con su espíritu
Sola... Sola con el sol y el mar
Sola... Ooh Sola...
Sola en el olvido
Sola... Sola con su espíritu
Sola... Sola con su amor el mar
Sola... en el muelle de san Blás.
Ooooh...
Eeeeh...
Se quedó, se quedó
sola, sola.
Se quedó, se quedó
con el sol y el mar.
Se quedó ahí
se quedó hasta el fin.
Se quedó ahí.
Se quedó
En el muelle de san blás
Ooooh....
Sola, Sola
se quedó
sola sola.
'EN EL MUELLE DE SAN BLÁS ‘, MANÁ
Comprobando lo aprendido
¡MUCHAS GRACIAS POR SU ATENCIÓN!