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su conjunto el capitalismo ha conse-
los objetivos que pretendía y sin un
Se ha institucionalizado el
colectivo a la nueva domi-
a traves de la ilusión de la sobera-
popular; se ha bloqueado -gracias a
contemporización con el poder del re-
obrero- la lucha de clases en
centros de producción, impidiendo así
se siguiera deteriorando la tasa de
; se han consolidado orgánica-
te las organizaciones políticas del blo-
dominante y se mantiene el Estado
uico sin cuestionar su responsabi-
en la pasada represión franquista.
os logros no han sido tanto por la ha-
política de la burguesía sino por la
de una verdadera oposicicín que
La reestructuración de
forzase a una profundización en
joras sociales y económicas de las
dominadas. Su triunfo sería comple
no persistir la crisis económica y
hubiera agudizado el problema de
di. En el primer caso porque su dep
cia de la propia crisis mundial hace
cil la aplicación de medidas que no
estrictamente dirigidas a evitar un
ramiento del deterioro económico;
el segundo caso, porque el ejemp
Euskadi, no tanto en lo referente
cha armada sino en el rechazo de
guas mejoras que ofrece la nueva d
ción, es susceptible de ser imitado,
do dar al traste con el consentimiento
lectivo que supone la ilusion dc l
ranía popular.
La democracia parlamentaria
como instrumento legitimador
del capitalismo
Libertad formal y libertad real
Constitución consagra un sistema «de-
en el sentido de que se permi-
al pueblo votar en elecciones parlamen-
constituir partidos, y el gobierno
tener apoyo parlamentario suficien-
El régimen actual es, pues, distinto al
aunque el sistema sea en el
el mismo.
crítica habitual al régimen democráti-
parlamentario es que la igualdad a la
de votar es una igualdad falsa en
pues el poder y la riqueza están
desigualmente repartidos.
en la Revolución francesa se distinguía
igualdad de derechos (que es lo que
la Constitución) y la igualdad
económica. Albert Soboul pone com
a su libro Les sans-culottes las do
siguientes: «L’égalité pour I’homme
n’est que celle des dvoits» (Vergniau
de marzo de 1793) y «Fuire dispa
l’inégalité des jouissances» (Félix
tier, 20 de agosto de 1793).
Como bien decía A. M. B. (Solida
Obrera, 20 de noviembre de 197
constituciones en general, y la españ
concreto, parten del supuesto de Ro
de que los hombres nacen libres e
y, en libertad e igualdad, se reúnen
pactar las leyes que salvaguarden
rechos de cada uno y armonicen e
res general».
Las democracias burguesas se caract
por una sustitución progresiva de l
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La reestructuración d
se perpetúa en las condiciones ma
No es la economía la que nos exp
la voluntad de quienes programa
programan las estructuras económi
pasado condiciona el presente. T
los muertos nos pueden seguir
tando.
De poco sirve que la Constitución
que «los españoles son iguales ante
(artículo 14), que «toda persona
derecho a la libertad y a la seg
(artículo 17) puesto que son de
ante la realidad. El hombre es libre
a su disposición medios materiales
les con los que pueda proyectar y
su realidad material, social y hum
libertad se hace, no se posee. Po
algunos ejemplos. Artículos 19:
pañoles tienen derecho a elegir li
te su residencia y a circular por
torio nacional». Unos eligen «libre
residir bajo los puentes, otros elige
mente residir en un palacio, rode
césped, árboles seculares y pajarillo
tando. Unos eligen libremente circ
Almería a Sabadell, Terrassa y
let. Otros libremente escogen circ
Barcelona al Valle de Arán, a Sierr
da o a las Rías Bajas. «Los españ
nen derecho», la ley es igual para
Artículo 20: «Se reconocen y prote
derechos a expresar y difundir libr
los pensamientos, ideas y opinione
diante la palabra, el escrito o c
medio de reproducción». Uno tie
servicio una cadena de televisión,
21.30 de una noche de sábado, des
haber pasado largos años en un
de pago y en los pasillos de la
dad. Otro tiene por auditorio
amiguetes del bar, y borrachos tie
estar para escucharle las dos palab
hilvanadas, porque, en el pueblo,
maestro, ni pan en su casa, cua
joven.
Artículo 33: «Se reconoce el derec
personal por una opresión a través
los mecanismos económicos. Es así
los antiguos colaboradores de la
los coautores de la dictadura,
pueden presentar al pueblo con las ma-
limpias y con sonrisa inocente. Éstos
los terribles mecanismos del’ capita-
avanzado. Los opresores y oprimi-
sientan a la misma mesa, pactando
estrategia de lucha contra el seudoene-
común: la economía. Paro, dismi-
poder adquisitivo, condiciones
de vivienda, etc., aparecen
hechos políticamente neutros de los
nadie es responsable. «Todos los
tienen el deber de trabajar y el
al trabajo». (Artículo 35 de la
n.) Todos iguales ante la ley.
más de un millón de españoles pri-
este derecho humano fundamen-
Hay más de un millón que viven en
situación anticonstitucional. Pero esta
no deriva de unas leyes injustas.
está el artículo 35 para atestiguarlo.
las condiciones materiales y no los
las que les niegan ese derecho.
diferencia las democracias de las dic-
s: las leyes son «justas», son las
materiales las que son injus-
En las dictaduras hay opresor, hay
un individuo o un
o social. En las democracias, el su-
de la opresión se diluye en las es-
materiales. Volvemos, en apa-
a las condiciones de las sociedades
sin clases, en las que el enemigo
eran las fuerzas de la naturaleza.
apariencia. En realidad estamos en las
de la sociedad tribal. La fuer-
de las olas, las lluvias o la sequía, la
d del suelo eran datos materiales
los que no se manifestaba ni imponía
voluntad de nadie. La producción eco-
las condiciones de vivienda, el
ambiente, son resultado histórico
la voluntad de un grupo. Voluntad que
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edad privada y a la herencia». Artícu-
38: «Se reconoce la libertad de empresa
el marco de la economía de mercado».
medios de producción y el capital son
acumulado. La herencia de un ca-
o de medios de producción, una fá-
a o una finca, por ejemplo, pone al
icio del heredero el trabajo acumulado
centenares o miles de personas a lo
de muchos años.
hombres nacen y, utilizando los me-
materiales y culturales, se hacen hom-
y libres. Es contradictoria la Consti-
de un Estado que en el artículo 1
pugna como valores superiores del or-
miento jurídico, la libertad, la justi-
la igualdad y reconoce, por otro lado,
derecho a la propiedad privada y a la
(de medios de producción, no
e bienes de consumo). Unos dispo-
La ilusión de la «soberanía popular»
crítica (tomada del excelen-
artículo de A. M. B.) de cómo la igual-
de derechos oculta en realidad la
dad económica y socia1 caracterís-
del capitalismo. Puede hacerse otra
ica del régimen parlamentario, que tal
sea mas profunda que la anterior, o
o menos que ha sido menos incorpo-
a los princip ios de la izquierda revo-
naria, hasta el momento. A saber:
régimen se basa en la ilrkón de lu
populnr. Es decir, este régimen
e para legitimar la dominación del
mejor que cualquier otro, precisa-
porque hace caer al pueblo en la
ión de que, mediante una votación afor-
, será posible alguna vez cambiar
sistema socioeconómico.
se ha avanzado en la discusión de
conveniencia de la participación elec-
desde que, en los inic ios del sistema
sufragio universa1 en Inglaterra, el es-
La reestructuración de
nen de sus manos para hacerse h
y libres, otros disponen de sus m
miles de manos más para hacers
hombres y más libres. Los primero
ponen de sus manos y de un hip
mercado donde venderse, los últim
nen a su servicio miles de manos y
tades almacenadas en sus capitales
nes de producción.
«Ante la ley los espanoles son iguale
tículo 14). pero «ante la realidad u
más iguales que otros», como dice
nía popular. Las constituciones, en
tuales estructuras capitalistas, son,
ta manera, el discurso de los op
para demostrar su inocencia, para
las manos delante del pueblo. Por
instituyen la libertad, la igualdad,
ticia. Si en la práctica no hay
ni igualdad, ni libertad, es consec
de las condiciones materiales.
critor revolucionario William Mo
planteó. Su texto, La políticu de
ción, rechaza la participación elector
argumentos que conservan toda su
cia. El texto es del año 1887. Poco
más tarde fue elegido el diputado
socialista británico Keir Hardie y e
lismo inglés se perdió en los ver
parlamentarios. El propio Morris
cio más tarde al antiparlamentarismo
que ese cambio de postura altere
de su vis ión profética anterior, que
l amarse anarcosindicalista.
Morris veía en el Parlamento, para
en lenguaje de moda, el aparato ide
fundamenta1 del Estado capitalista,
trumento de legitimación más po
del sistema. Según él, quienes pro
ban elegir diputados socia listas a
mento pensaban transformarlo «d
instrumento en las manos de los m
lizadores de los medios de producció
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La
reestructuración
de
Inglaterra como en Alemania. Leni
que utilizó la frase «cretinismo pa
tario», se enfrentó sobre esta c
con Bordiga en las reuniones de l
nacional, propugnando la particip
electoral cn los países europeos. Lo
quistas (al menos algunas de sus
se empeñan en hacer el ridículo e
siempre que la ocasión se presenta
veces obtienen incluso algunos
como recientemente en el Perú).
En la actual situación de España,
ticipacibn electoral es, sobre tod
manera dc legitimar el sistema. Si
blo es víctima de ilusión de la «so
popular» y las elecciones tienen é
asegura la continuidad de la domin
del capital m3s por vía consensua
por coacción, aunque la coacción
tambiCn constitucionalizada.
La propia Constitución define clara
cl marco capitalista al garantizar
nomía de mercado» y la propiedad
da de los medios de producción,
que cumplan su «función social», q
definida en una posterior ley orgáni
Constitución adopta una visión fu
lista, integradora, corporativista d
ciedad. Es notable que incluso est
tión haya gozado de consenso. En
tes hay muchos diputados «socialis
«comunistas». Para un «socialista»
«comunista», jcuál es la «función
de la propiedad de los medios de
ción? Es explotar a los trabajadores,
se ven forzados a vender su fuerza
bajo por un salario inferior al valo
producido. Este excedente va a p
consumo de lujo de los capitalistas
ampliación de la industria. Esta
ción dc la industria no es siempre
pero sigue, sin embargo, las líneas
das por la muy desigual distribución
poder de compra consustancial al
lismo. No se invierte para hacer f
las necesidades dc comida, vivienda
organismo que destruyera el monopo-
A esta política ilusoria oponía la po-
dc abstención. «Sr les pide que voten
enviar representantes al Parlamento
i son «trabajadores», mucho mejor) para
éstos puedan señalar quC concesiones
ncccsario que haga la clase dominante
la esclavitud de los trabajadores
continuar; en una palabra, que
la acción parlamentaria que se les
, bajo cl rCgimen presente, es
por la continuacibn de su propia es-
Las clases gobernantes miran
complacencia, en la actualidad, las
liberales. los clubs radicales
los trabajadores que son miembros del
y en cl futuro a los parlamen-
socialistas, porque cumplen la fina-
de asegurar la estabilidad de esta
de ladrones de la manera más
menos complicada, es decir, in-
do a los trabajadores a participar
su propio gobierno. Un gran invento
a la fama de los británicos de
prácticos (y estafadores). CuBnto mc-
que la grwera represión de hierro dc
burdo Bismark [ . ..]. Las concesiones
ían una victoria de los socialistas,
que, si fueran obra de un gobier-
odiado del cual el pueblo se sintiera
serían consideradas como un se-
y despreciadas como el último truco
una tiranía cada vez más privada de
(E. P. Thompson, Willium Mor-
Rommtic to Revohtionury, Londres,
medio camino entre esta posici0n clari-
el entusiasmo electoralista del
parlamentario (ahora compar-
por los «eurocomunistas»), los marxis-
han tenido tradicionalmente una posi-
equívoca ante el rCgimcn parlamen-
partidos políticos, cs decir, antc
Estado de democracia burguesa. Marx
Engels colocaron algunas esperanzas
la participación parlamentaria tanto en
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los más pobres, sino para ganar
Éste es un resumen del pensa-
de izquierda sobre qué es la «eco-
de mercado» que la Constitucion
e. Es una contradicción que los di-
de uizquierdas» hayan aceptado,
cita y unánimemente, que la propie-
de los medios de producción
una «función social» favorable a
que incluyen estos artículos en la
ón? No es para evitar que los
ores sean expropiados, ya que
evitarlo están ya la policía y el ejér-
Su valor es propagandístico. Sirven
legitimar el sistema capitalista. Son
os aprobados unánimemente y casi
debate, sin que los diputados de «iz-
de la comisión constitucional
dieran públicamente sus ideas «SO-
La reestructuraci0n de
cialistaw y «comunistas».
Así se completa el sistema. Por
participación electoral «induciendo
trabajadores a participar en su
gobierno». El gobierno así legitima
berá respetar la propiedad privada
medios de producción y actuar de
que Csta cumpla su «función soci
cho dc otra manera, deberá garant
obtención de un porcentaje de be
adecuados para no desanimar la in
Por tanto, ese gobierno, ya sea de
ya sea «socialista», deberá imponer
ciliación de clases, la política de
el pacto social, el nuevo corporativ
en fin, para garantizar, en frase d
cho, «la rentabilidad de las invers
Y por si algo falla, ahí está la amen
artículo 8 de la Constitución.