dossier de minificciÓn€¦ · su supervivencia dependía de mí. completamente. y, de a ratos, la...

12
. DOSSIER DE MINIFICCIÓN En las ficciones breves que componen este dossier, la mujer aparece a través de un espejo fragmentado. Ernesto Tancovich nos acerca a las inflexiones de las voces latinoamericanas en tres apuntes breves. María Laura Pérez Gras nos permite asomarnos a las transformaciones que trae la maternidad. Mario Goloboff apuesta a la inversión con sus “Enredos de comedia” y Javier Campos y Mariana Docampo traen a escena la violencia en manos femeninas. Invitamos a nuestros lectores a recorrer estas páginas y a dejarse capturar por los destellos que proponen estos autores en sus múltiples mi- radas sobre la mujer. BOCA DE SAPO 26. Era digital, año XIX, Abril 2018. [GINECEO] pág. 64

Upload: others

Post on 31-Aug-2020

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: DOSSIER DE MINIFICCIÓN€¦ · Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar - ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba

.DOSSIER DE MINIFICCIÓNEn las ficciones breves que componen este dossier, la mujer aparece a través de un espejo fragmentado. Ernesto Tancovich nos acerca a las inflexiones de las voces latinoamericanas en tres apuntes breves. María Laura Pérez Gras nos permite asomarnos a las transformaciones que trae la maternidad. Mario Goloboff apuesta a la inversión con sus “Enredos de comedia” y Javier Campos y Mariana Docampo traen a escena la violencia en manos femeninas. Invitamos a nuestros lectores a recorrer estas páginas y a dejarse capturar por los destellos que proponen estos autores en sus múltiples mi-radas sobre la mujer.

BOCA DE SAPO 26. Era digital, año XIX, Abril 2018. [GINECEO] pág. 64

Page 2: DOSSIER DE MINIFICCIÓN€¦ · Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar - ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba

.

FOTOGRAFÍAS DE MARIELA PIETRAGALLA DE LA SERIE EL BOSQUE INMANENTE

BOCA DE SAPO 26. Era digital, año XIX, Abril 2018. [GINECEO] pág. 65

Page 3: DOSSIER DE MINIFICCIÓN€¦ · Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar - ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba

.Escenas

Por Ernesto Tancovich

Ecuatoriana

En la selva, recostada en un árbol, amamanta. Su habla, dulcecita y pau-sada, se lleva bien con el rumor de las aguas que discurren a su lado. “Tengo mi huertita con papayas, con mandioca”, dice. “Gallinitas tengo. Del río sacamos el agua, pescamos”. El bebé rezonga, lo cambia de teta. “A mi ver, eso es ser ricos”, dice. El sol atraviesa el follaje en haces de luz viva. Colombiana

“La luz es peligrosa”, dice. “Trae muerte”. Resguardada en un rincón sombrío, abre la mirada y cuenta. Las incursiones de unos y otros han llevado la vida de su hombre. Y la casa, a la que sabe devorada por la selva.En un metro cuadrado cabe ahora su mundo. La castigada maleta de falso cuero, algunas ropas, fotografías de tonali-dad sepia y otras recientes en kodacolor, cartas liadas con cinta desteñi-da, souvenires de comunión y bodas, medallitas que dejaron ir sus oros. Y lo que tiene puesto. El vestido de tela estampada, un collar de semillas, vincha y pulseras tejidas, sandalias de mucho andar.“En la vida todo es ganancia”, dice. Cierra la mirada y calla.

Argentinas

Vestidas como para ir al cine dos chicas pasean, conversando. Empujan un carrito sustraído de Supermercados Norte. Cada tanto ríen. “Estoy leyendo un libro buenísimo”, dice una. “Se llama Como resistir un ataque de extraterrestres”. Y mira hacia el fondo de la calle donde flota una luna dora-da, inmaterial, hecha de pura luz. Los ojos de su compañera, en cambio, exploran, ávidos, el interior sombrío de un volquete. La crisis no les ha hecho perder gracia. El carrito rechinante las hermana. Cada tanto se detienen a recoger cartón, plástico, algo de metal.

*Ernesto Tancovich vive en Campana, provincia de Buenos Aires. Ha recibido el 1° Premio La máqui-na que hace Ping - España por Cine piojo (microficción), una mención en el Premio Provincia de Córdoba por El niño stalinista (poesía) y otra por Universidad de Cali por Las playas del tiempo (narrativa), entre otras distinciones. Publicó en diversas revistas literarias de Argentina, México y España.

BOCA DE SAPO 26. Era digital, año XIX, Abril 2018. [GINECEO] pág. 66

Page 4: DOSSIER DE MINIFICCIÓN€¦ · Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar - ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba

.

BOCA DE SAPO 26. Era digital, año XIX, Abril 2018. [GINECEO] pág. 67

Page 5: DOSSIER DE MINIFICCIÓN€¦ · Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar - ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba

.Ancestral

Por María Laura Pérez Gras

A Elena

Nació. Era tan incomprensible como el origen del universo. Y, sin em-bargo, tenía mi boca y sus ojos miel.

No podía responder a todos los saludos, tantos buenos deseos. No po-día ni atender los propios. ¿Había deseado yo realmente esa experiencia o era otro inevitable suceso en el devenir de mis días?

Llegaba ropa lavada a mano con jabón neutro. Sopa recién hecha. Un amohadón milagroso que evitaba el dolor de espalda. Pero nada evitaba mis lágrimas. Venían de la nada y a la nada iban, inexplicables, como la vida nueva.

El cordón visceral que habían cortado en el sanatorio seguía latiendo. Sangraba. El ardor en la boca del estómago me daba la sensación de que esa herida no se cerraría nunca.

Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar-ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba en los pulmones.

Mi rutina de días atrás parecía de una vida anterior, que alguna co-nexión astrológica me permitía rememorar. Había reencarnado. En otro cuerpo. Uno que no reconocía frente al espejo. Hasta mi voz se hizo otra, grave. Como si el peso de los pechos y del vientre arrastrara todo lo de-más. Los pies anchos, más grandes, para cargar el nuevo cuerpo propio y el nuevo cuerpo ajeno, como un apéndice.

Mis brazos se hicieron insospechadamente fuertes y hábiles. Podrían cagar a trompadas a un ejército de pedófilos. Me volví monstruosamente enorme, poderosa. Pero seguí llorando.

La tarde en que ella me encontró amamantando en la penumbra, me regaló sus manos callosas, su voz ronca y un insondable abrazo. Las pala-bras más dulces de savia vieja y sabia se derramaron sobre el ardor de la herida abierta y mis lágrimas se secaron. Entonces, de los pies me crecie-ron extremidades fibrosas, tan resistentes como sutiles. Así descubrí las raíces que escondían mis plantas, y que, desde esa tarde, irrigan el tronco y también las ramas que mecerán, eternamente, el fruto de mis entrañas.

*María Laura Pérez Gras es investigadora del CONICET y del Instituto de Literatura Argentina de la UBA; docente a cargo de las cátedras de Literatura Argentina en la sede de Pilar de la USAL, donde también dirige proyectos de investigación sobre literatura argen-tina. Publicó más de sesenta artículos en revistas científicas, ha coeditado un volu-men de ensayos críticos sobre literatura argentina, y dos ediciones críticas de obras rescatadas de los hermanos Mansilla con María Rosa Lojo. Es la autora de dos libros que estudian la literatura que aborda el fenómeno del cautiverio en la Argentina del siglo XIX: Relatos de Cautiverio (2013) y Cautiverio y prisión de Santiago Avendaño (en prensa).

BOCA DE SAPO 26. Era digital, año XIX, Abril 2018. [GINECEO] pág. 68

Page 6: DOSSIER DE MINIFICCIÓN€¦ · Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar - ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba

.

BOCA DE SAPO 26. Era digital, año XIX, Abril 2018. [GINECEO] pág. 69

Page 7: DOSSIER DE MINIFICCIÓN€¦ · Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar - ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba

.Enredos de comedia

Por Mario Goloboff

El hombre (alto, buen mozo, de ojos negros y pañuelo al cuello) se llama Berta. La mujer (rubia, exageradamente delgada, interesante), José Antonio. Están muy enamorados o, al menos, mutuamente atraídos.

Pero los padres de José Antonio no quieren a Berta. Él, dicen, es un malevo, un sujeto del hampa. Nada apropiado para José Antonio, una mu-chacha educada en la música, las buenas costumbres, el pudor.

Berta, en cambio, no tiene familia, aunque sí amigos: de muy mala cala-ña. Una noche, estos llegan a casa de los padres de José Antonio para raptar a la muchacha a punta de cuchillo. Pero reciben una andanada de golpes de no se sabe quién.

Al fin, huyen despavoridos, y prometen meterse en la primera biblio-teca que encuentren para leer mejor a Goldoni, a Molière, o a quien los padres de José Antonio indiquen.

*Mario GoloboffEscritor y docente universitario. Ha publi-cado poesía (Entre la diáspora y octubre, Tou-jours encore, Los versos del hombre pájaro, entre otros títulos); cuentos (La pasión según San Martín, Recuadros de una exposición), novelas (Caballos por el fondo de los ojos, Criador de pa-lomas, La luna que cae, entre otras), y ensayos (Leer Borges, Julio Cortázar. La biografia, entre otros). Integró la Cooperativa Editorial Hoy en la Cultura, el consejo de redacción de El escarabajo de oro, fundó la revista Nuevos Aires, y fue director del Museo Casa de Ricardo Rojas. Colabora con las revistas Hispamérica, Convergencia, y el diario Página/12.

BOCA DE SAPO 26. Era digital, año XIX, Abril 2018. [GINECEO] pág. 70

Page 8: DOSSIER DE MINIFICCIÓN€¦ · Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar - ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba

.

BOCA DE SAPO 26. Era digital, año XIX, Abril 2018. [GINECEO] pág. 71

Page 9: DOSSIER DE MINIFICCIÓN€¦ · Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar - ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba

.Salón de baile con espejos

Por Javier Campos

Aun no había mucha gente en la sala. Los tres que habían llegado temprano, dos mujeres y un hombre, estaban sentados en lugares distintos, en sillas lejanas unos de los otros. Si se miraba en los grandes espejos de la sala, aumentaban a seis o si se miraba el otro espejo que reflejaba a los seis aumentaba el número de las dos mujeres y el del único hombre. En un espejo una mujer de mediana edad comenzó a ponerse los zapatos de baile. Su vestido parecía de color rojo pero como la luz no era totalmente brillante podría ser un vestido de otro color. La otra mujer, o las varias que aparecían en el espejo que se reflejaban en los otros dos espejos, se miraban en sus espejos de mano y se pintaban los labios. O parecía que se pintaban los labios. Los hombres reflejados ahora, todos vestidos de negro, miraban a las mujeres que se pintaban los labios y mecánicamente iban sacando sus zapatos de baile de bolsitas semejantes y se agachaban todos a la vez como si hubieran perdido algo debajo de sus sillas.

Las mujeres de vestidos rojos habían terminado de ponerse los zapatos de baile. Parecían zapatos negros pero podrían ser de otro color. Las mujeres que se miraban en sus espejos de mano dejaron de mirarse en el espejo porque al mismo tiempo giraron sus cabezas a un lado, al lugar donde se escuchaba el primer tango de la noche. El tango rompió el silencio de una manera que a todos los reflejados en el espejo los conmovió una especial felicidad. Las mujeres vestidas de rojo, o parecidos a ese color, miraban de reojo a los hombres sentados y vestidos de negro. Los hombres sentados también miraban hacia el lugar de donde venía la música y parecían inquietos en sus sillas porque se movían como si les dolieran sus espaldas pues giraban sus torsos todos a la vez, de izquierda a derecha. Alguien pasó corriendo por un espejo pero como había otros espejos que reflejaban al primer espejo parecía que eran varios hombres corriendo o en busca de algo con mucha urgencia. Las mujeres que tenían los diminutos espejos en sus manos, y ahora eran muchas más mujeres con un espejito en las manos por efecto del reflejo de los espejos unos en otros, dejaron de mirarse y pintarse los labios. Vieron a los hombres correr hacia donde venía la música y súbitamente se hizo un si-lencio porque el primer tango había terminado. Todos, los hombres y las mujeres, miraban hacia el DJ y pensaban con qué tango continuaría. Estaban ansiosos por bailar.

Entonces fue en la mitad del tango, exactamente al minuto y diez segundos, cuando sucedió lo inesperado en la sala de baile, la noche de milonga, porque las mujeres con sus espejos, las que se pintaban los labios, dejaron caer todas al mismo tiempo esos diminutos objetos que se quebraron en cientos de pedacitos reflejando a cientos de hombres y mujeres que se levantaron desesperados de sus sillas para bailar el segundo tango de la noche.

Eso dijo la policía cuando llegó al lugar para averiguar la inexplicable tragedia que había ocurrido antes de terminar el segundo tango que se llamaba “El adiós”. Entraron cinco

BOCA DE SAPO 26. Era digital, año XIX, Abril 2018. [GINECEO] pág. 72

Page 10: DOSSIER DE MINIFICCIÓN€¦ · Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar - ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba

.minutos después cuando una sola pareja que bailaba en la sala abrazada, resistiéndose caer al piso, iba desplomándose en cámara lenta y un hilo de sangre corría como una rayita roja desde sus ojos mientras una soli-taria mujer permanecía somnolienta, sentada, mirándose los labios en un diminuto espejito quebrado y luego guardaba lentamente en su cartera algo muy parecido (“o igual”, dijo la policía) a una diminuta pistola que momentos antes tenía dos balas de plata.

*Javier Campos es poeta y narrador chileno. Ha ganado varios premios a nivel interna-cional. Es profesor de la Universidad de Fairfield, Connecticut, Estados Unidos. Tiene varios libros publicados tanto en poesía como narrativa. En abril 2018 sale su novela El bailador de tango, editada en EEUU por la editorial Casasola. En la actualidad investiga sobre el tango en el Río de la Plata.

BOCA DE SAPO 26. Era digital, año XIX, Abril 2018. [GINECEO] pág. 73

Page 11: DOSSIER DE MINIFICCIÓN€¦ · Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar - ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba

.Querosén

Por Mariana Docampo

Cuando llegó del colegio, la esperaba detrás de la puerta. Le tiró del pelo y la metió en la casa.

—Vení, asquerosa.La niña gimió y trató de separarle los brazos a la madre, para que la soltara. Pero la

mujer apretaba fuerte, y la arrastró hasta la cocina. La ató a la silla y luego sacó el querosén de dentro del armario.

—Te voy a prender fuego.La niña se resistía, pero los nudos eran fuertes. La otra la roció con el querosén y fue a

buscar la caja de fósforos.—Puta yegua maldita que te acostás con mi hombre.La niña lograba desatarse pero la otra ya había encendido la cerilla y se la arrojó sobre

el cuerpo mojado. En un instante, la hija estaba envuelta en llamas y corría a los gritos por toda la casa.

Se chocó contra un mueble y cayó en el suelo. La madre se quedó mirándola, hasta que en un momento la llama se apagó.

*Mariana Docampo es escritora y licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Tiene publicados seis libros de ficción (Al borde del Tapiz, El Molino, La fe, Tratado del Movimiento, La familia y V) y algunos de sus textos forman parte de antologías. Coordina talleres literarios de escritura, lectura y discusión de textos. Desde el año 2011 dirige la colección “Las antiguas” de la editorial Buena Vista dedicada al rescate de obras de las primeras escritoras argentinas. Es coguionista del largo-metraje Marilyn (68 Berlinale Film Festpiel Berlin, Panorama - 19° Laboratorio de Guiones de Oaxaca - Opera Prima del INCAA 2012) y coautora, junto con Guillermo Gasió, del libro de entrevistas Sara Facio. La foto como pasión (2016). Desde 2007 es una de las organizadoras del Festival Internacional de Tango Queer que tiene lugar anualmente en Buenos Aires.

BOCA DE SAPO 26. Era digital, año XIX, Abril 2018. [GINECEO] pág. 74

Page 12: DOSSIER DE MINIFICCIÓN€¦ · Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la gar - ganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba

Seguinos enInstagram: @boca_de_sapoSoundCloud: boca-de-sapo

Twitter: @BocadSapoFacebook: Boca de Sapo

Pinterest: bocadesapo