dossier 052 - alemania 1933, la hora de hitler

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  • 7/29/2019 Dossier 052 - Alemania 1933, La Hora de Hitler

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    DOSSIERAlemania,1933:

    La hora deHITLEREl 30 de enero de 1933,hace1 70 aos, Adolf Hitler fuenombrado canciller deAlemania. Alcanzaba el

    1 poder gracias a unaconspiracin poltica, perotambin al apoyo demillones de alemanes, queesperaban de l la prometidasolucin a la crisis en que1 haba quedado sumido el1 pas tras la derrota en laPrimera Guerra Mundial y la

    I Gran Depresin. Haba1 sonado la hora de los nazisEl cancilbHitby el prsridmaHkidmbwgen unapostalwi delaBpou. La hgendamimp:"Un dlahisi6tico: 30 owo 933".

    Hitler, asalto Una sociedad Econamla La esenciaal poder de masas de guerra creadora de la razaDavid Solar Jos S~fncl~zJitnnez . Hubctrnn& MM~T(J ~ ( q & l u u ~W. Psg. 43 pg.48

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    El 30 de enero de793 3, hace 7 0 aos, el

    presidente Hind enbu rgentreg al lder ~nacionalsocialista la ~

    Cancillera.DAVIDOLARarra el

    vertiginoso ascensoelectoral nazi v las

    triquiuelas pol;icasque les ofrecieronAlemania en bandeja

    ingn poder del mundo mesacar de aqu con vida", di-jo Adoif Hitler pensando envoz alta. Era de noche des-

    de haca horas, pero se negaba a reti-mse de la ventana del segundo piso dela Cancillera, desde la que contempla-ba embelesado el desfile de antorchasque Joseph Goebbels y Ernst R6hm lehaban organizado, con la pairicipacinde ms de veinticinco mil hombres delas milicias nazis de las SA y las SS.Iaprocesin de luminarias que canta-

    ba himnos patriticos parta del Tiergar-ten, atravesaba la plaza de Potsdam pa-ra dingirce a la la Wilhelmstrase y pasarante la Presidencia y la Cancillera, antesde concluir su recomdo en la Puerta deBrandeburgo. Hitlerse complaca con eldesfile, que constitua una manifesta-cin de su poder. Durante horas pre-senci el paso incesante de las antor-chas, sumido en sus pensamientos yapenas sin hablar con Franz von Papen,Rudolf Hess, Hermann Goering y Wil-helm Frick, que,m l, tambien seguanel espectculo.DAVID OUR,perrodida, director deLaAventura de la Historia, es autor deEl i i l t~rno a de Hltler.

    Aquel interminable y niidoso desfile yun pequeo tiroteo en los arrabales deBerln Fueron las nicas perturbacionesque sacudieron la capital alemana hace70 aos, en la tarde del 30 de enero de1933, uas el encumbramiento de Hitlera la Cancillera del Reich.

    Entre las causas inmediatas que pro-piciaron el ascenso del nazismo se ha-llaban dos, coincidentes en el tiempo: latragedia econmica alemana desenca-denada por la Gran Depresin y las re-paraciones de guem. Los vencedoresde 1918 estalnn empeadas en cobrar aAlemania las indemnizaciones decididaspor la Conferencia de Paz de Versalfes.

    La ltima comisin que habla esnidiadoel caso propuso en La Haya, 1929, queBerim pagara 57 anualidades de 1.988millones de marcos, con lo que termi-na& de saldar su penalizacin en 1986!Aquella arbitrariedad init a la mayorade los alemanes, ya muy atribulados porsu situacin econmica.

    Una d e las formaciones que aCNarOncomo portaestandartes de la protestaFue el Partido Nacional Socialista (NS-DAP), liderado por Hitler, que acus alGobierno de convertir Alemania en unacolonia francobntnica. Otro partidocontrario a las reparaciones de guerraera el Nacional Alemn, conocido como

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    ALEMANIA. 1933: LA HORKDEHITLER

    Stablhelm (Casco de Acero). La empre-sa comn de oponerse a la aceptacinde las reparaciones de guerra los alipor algn tiempo. Pero era una armstadideo16picamente contra namm y man-Utauvamente desigual: el Stablhelm te-na un d l n de afiliados: antigua no-bleza, grandes terratenientes, militares,magistrados e lndustnales de ideologaconservadora y monrquica Por el con-trario, elNSDAP tena poco ms de aenmil camets de fanticos, iluminados,burgueses arruinados y obreros resenu-dos; predicaba la revolucin, la desuuc-cin del viejo orden y un sistema dicta-torial para salvar la pauia. Fue un mam-

    monio de mtereses: la derecha buscabael mensaje *ado de los nam y laviolencia de sus miliuas, las SA; Httiertrataba de acercarse al mundo del dine-ro y de la respetabhdad.El NSDAP comenz a recoger losh-tos de esa alianza en las elecciones re-gonales de 1929 y en el despresugiogubernamenral.Alemania no podfa ha-cer frente al compromiso de La Haya,pero el Gobierno dectdi cumplir lofirmado. detrayendo un 3,5% del sala-no de los trabaladores, que result in-suhciente y hubo de aumentarse hastaun 3,75 %. El canciller H e m M Miierpretendi sacar adelante la medida por

    De. . .-...U..de la Cancillerla. Hitlersaluda al desfile de antorchas, organizadopara celebrar su designacin coma cancillermedio de un decreto presidencial. Pe-ro Hmdenburg se neg a emplear esepoder y Muller presenr la dimisin. Lesucedi el centrista Hemch BtZining.El viejo mariscal haba abierto la Cajade Patzdom, destruyendo de unpluma-zo el sistema parlamentano de la Rep-blica de Weimar. En adelante, los jefes 'de Gobierno ya no saldran de las ma-yo& parlamentarias, sino de 10s pode-res comutucionales del presidente.

    En el verano de 1930, la m i s eco-nmica amas el escenario poltico.Briining intent subir los impuestos yfue derrotado en el Parlamento, por loque tuvo que disolverlo, convocandoelecciones el 14de septiembre.A favor de la corrienteLa situacin en Alemania era desastroca:el paro ascenda a tres d o n e s de tra-bajadores; los horanos laborales habansido reducidos y, pmporaonalmente,tambin los salanos; la d a n e ha-b'f disparado, se retraa la producunindustrial y agrcola. Las desdichas na-cionales empulaban viento en popa alNSDAP; su jefe de campaa, Goebbels,ogantz ms de seis milmtines, ptece-didos por grandes desfiles militares delas SAcon sus bandas miitares y cema-

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    d o s p o r desfes noc turnos c o n antor- e l Gobierno n o p u d o embridar la sima-chas. Segn el g u i n d e Goebhels , los n cin: a f m l e s de 1930, el p a n , ascendaoradores nazis deban recordar lapua- i 1 a 4 . 9 00 . W d e trabajadores. los conilic-lada por la espalda responsable d e la to s absorban las energas del pas y s -derrota e n la Gran Guerra, las humillan- l o e l NSDAP pareca tener coraje parates indemnizaciones, la oc upa c in ex - 4 ofrecer alternativas. Al t iempo, losuanjera, la corrupcin republicana, e l A brandes de l dinero c ome nz a ba n apeligro semita. fiarse d e Hitler y a interesarse p o rLa del 1 4 d e septiembre fue una jor-4 su s ideas: denuncia d e la s indemni-nada apotesica para lo s nazis: espe- zaciones y d e los acuerdos de limi-raban tres millones de votos y 45 es - tacin armamentstica de l Ejrcito; in-canos y lograron 6.406.W y 107. Hit- tensificacin d e la s obras pblicas, parale r se con ve^, a su s 41 anos , e n e l I- terminar c o n el paro; a u m e n t o de l par-d e r ms importante d e la oposicin. q u e mvil, c o n la creacin de u n mode-Pmpios y extraos se admiraron de la l o popular ; remilitarizacin de Rena-brillantez d e su campaa. Sus detracto- nia ...Cie no q u e su s ideas s o b r e la de-re s de n tm del NSDAP n o volveran a le- mocracia eran deleznables, p e r o cerra-vantar cabeza, su s rivales polticos sin- b a n lo s ojos, "pues n o estaban los tiem-t ie mn la amenaza de la d!ctadura nazi. de SA libraronen os p os para delicadezas".Tras la s elecciones, Hindenburg con- procesos electorales de 1932 autenticas En el verano d e 1931 estaba e n pa rof i m 6 a B ~ n i n g n la Cancillera, p e r o batallas campales con los comunistas. u n tercio de los obre ros a lemanes y la

    I final de 1932 no poda ser ms in-E .uietante para 10s tres personajes querondaban la Cancillera. El canciller Schlei-cher haba perdido la confianza del presi-dente y la amistad de su hijo, Oskar Hin-denburg. El 31 de enem se abrira el Parla-mento y tendra que hacer frente a una mo-cin de censura, qu e le derribara; habraque disolver el Reichsrag e ir a nuevas elec-ciones. En ese proceso, pasara lo qu e pasara,perdera el poder. Su solucin era disolverlas cmarasy gobernarpo r decreto, sin con-vocar elecciones hasta que hese el momen-to propicio. Como Hindenhurg se mantu-viera absolutamenteen contra, Schleichercomenz a pensar en un gabinete en el que1pudiera tener la canera de Defensa,pero,en ese caso, el canciller no podra ser nuncaVon Papen, convertido en morral enemigo.Por su lado, Von Papen deseaba vengasey regresa al poder. Conservaba el aprecio deHindenburg, pero su respaldo poltico eramnimo. Por canto, decidi acercarse a Hit-ler y lo him por medio de l banquero Kurrvon Schroeder, que Los reuni a ambos se-cretamente en su casa de Colonia el 4 deenero de 1933. En la reunin qued claroqu e el acuerdo era posible, pero Hitlet sloaceptaba si se le enuegaba la Cancillera.Von Papen comenz a calcular su papel conHitler como canciller y entr en el juego;slo necesitabaque lo aceptara Hindenburg.El 18 de enero volvieron a reunirse, esta

    vez en casa de Joachim von Ribbentrop, co-merciante en champagnes,qu e por entoncesse estaba acercandoal partido nazi. Von Pa-pen cede la Cancillera a Hitler, pero slodos ministerios -uno de ellos. simblic+nica estrategia que pcdra convencer aHindenhurg...En ese reunin se planificaotra a laque deberan concurrir Oskar Hin-denburg y Omo Meissner, secretariode Es-tado, es decir, las dos personas ms prximasal presidente y ambos ya enemigos de Sch-leicher. El encuenrm NV O lugar en la nochedel 22 de enero, tambin en casa de Rib-bentrop, con buen acompaamiento de vi-no e spumw. Oskar y Otto ven difcil qu eHindenburg se convenza, pero quedan enintentarlo.

    El 24 de enero hubo una nueva reuninentre Von Papen, Hemann Gwring y Wil-helm Frick, qu e seran los titulares de lasdos carteras nazis. Von Papen les informaqu e Hindenburg se lo est pensando y qu eha rechazado las propuestas qu e le ha pre-sentado Schleicher. El presidente est preo-cupado por la cartera de Defensa. El 29,domingo, por la maana hubo otra reu-nin, esta vez con asistencia de Hitler. Pa-pen les informa qu e Alfred Hugenberg, di-rigente de l Partido Nacional del PuebloAlemn (&o de Acero) entra en la com-binacin de l gabinete, con lo que se logra-ra la mayora parlamentaria. Cuenta,tambien, que Schieicher est desesperado,

    al punto de que recomendara a Hitler co-mo canciller siempre que se le diera la car-tera de Defensa, pero Hindenburg no quie-re ororgrsela, por lo que ha llamado a Ber-ln a un hombre de su confianza, el maris-cal Otto von Blomberg.En la tarde del domingo, 29 , Schleicherse rene con diversos generales con mandosobre la guarnicin de Berln para plantearel asunto de laCarrera de Defensa y comen-racon ellos qu e en la apemin! el Reichstagdel m e s , 31 , tendr que afrontaruna mo-cin de censura.. slo le quedara irse a casan una salida aucoriraria. Se entera entoncesqu e el presidente ha llamado a von Blom-berg a Berln... esas reuniones y conversa-ciones provocan el rumor de qu e esta prepa-rando un golpe militar... Y Gwhbels loaprovech a fondo.

    A la maana siguiente, llega von Blom-berg a la esracin de fermarril y halla a dosmilirares esperndole; un mayor, enviadopor el canciller, para qu e se presente en elMinisterio de Defensa y un coronel, OskarHindenburg, con laorden de que se presen-re en la Presidencia. Se impone la gradua-cin y se traslada a la Presidencia. J a escenade la estacin convence a Hindenburg de lcomplot de Schleicher. All mismo, en ma-niobra de dudosa legalidad, designa a VonBlomberg ministro de Defensa. firma ladestitucin d e Schleicher y disuelve su ga-binete...Hitler ya poda pasar.

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    situacin bancaria era desesperada (357quiebras tras el crack de 1929).Brningtuvo que remodelar su Gobierno, lo quehizo que Hindenburg convocara a Hitleren h Presidencia el 10 de octubre de1931. El antiguo cabo se present anteel mariscal vestido de chaqu; educadoy deferente, procur disipar sus recelos.Le reiter que slo alcanzara el poderpor medios constitucionales..Hasta eldespacho Uegabin los vtores de d a -res de nazis congregados en la Wil-helmstrasse, que arreciaron cuando Hit-ler sali del palacio. Hindenburg reitera sus colaboradores su recelo: "No lehara ni ministro de Correos".

    Era slo un exabmpto. El Gobiernotena que negociar con Hitier: el 6 deenero de 1932,Brning le pidi apoyoparlamentario para prorrogar el manda-to presidencial de Hindenburg, que con-clua en abril. Como no llegaran a unacuerdo, la nica salida era la convoca-toria de elecciones presidenciales. Hin-denburg, con 85 aos a cuestas, volvi apresentar su candidatura y Hitler decidicompetir para lo que hubo, previamen-te, de hacerse alemn; habfa perdido lanacionalidad ausaiaca en 1925.Hacia el poderLa campaa tuvo una vimlencia inusita-da. Hitler arremeti contra ese presi-dente "inepto", "senil", "juguete en ma-nos de sus consejeros". Las descdiica-ciones fueron complementadas por uneslogan que atrajo a muchos cristianos:Kindet; Kirche, Kche ("ninos, iglesia,cocina"); por las habituales diatribascontra judos, comunistas y socialdem-cratas; y por el mensaje positivo: "liber-tad, grandeza, orgullo nacional".

    El 13 de marzo de 1932, los votantesotorgaron a Hindenburg 18.651.497vo-tos (49,6%) y a Hitler, 11.339.446(30,l"A). La victoria del mariscal no alcanzla mayora absoluta, lo que oblig a unasegunda vuelta, el 10 de abril. En lanueva campaa, los nazis hicieron todotipo de promesas quimricas, Uegando aprometer marido a las solteras alemanassi ganaban las elecciones. Esta vez, elpresidente venci con un 53%de los su-fragios; pero Hitler consigui el 36,s %(13.418.547votos), un resultado impen-sable dos meses antes. Los nazis se con-venan en alternativa de poder.

    El triunfo de Hindenburg en las elec-ciones de abril no supuso una tregua

    Hitler comienza a cosechar la gloria de la Cancillera. En la foto, recibe el homenaje de loscamisas pardas nazis, los hombres de las SA, que haban contribuido a su encumbramiento.para Brning, que ni dispona de apoyoparlamentario ni gozaba ya de la con-fianza del presidente. A finales de ma-yo, el canciller solicit la firma de dosdecretos y Hindenburg, rompiendo suhbito de los dos ltimos aos, le res-pondi que los sacara adelante en elReichstag. B ~ n i n gresent su dimisinel 29 de mayo. Su relevo ya estaba pre-parado. Al da siguiente, el rnarhcal lla-maba a Franz von Papen, exoficialpm-

    Tuvo que convocar elecciones Iegislati-vas, a cambio de que Hitler no le torpe-deara el gabinete. La campaa Fue lams dura que haba conodo Alemania.Los choques entre nazis y comunistasarrojaron centenares de muertos en ju-lio, ocasionando cambios en la policaque siempre eliininaban a gentes con-trarias a los nazis y ascendan a sus sim-patizantes. El NSDAP iba calando.

    La campaa organizada por Goeb-

    ENTRE1931-32, EL PARTIDO NAZI SE CONVIRTIEN LA PRIMERA FORMACIN POL~TICAALEMANA,CON UN 37,4 POR CIENTO DE LOS VOTOSsiano, rico, miembro del partido cenuic-ta, ducho en cuestiones regionales yproclive a componendas. Von Papenadvirti a Hindenburg que no contabacon el apoyo de su partido, incluso setema su oposicin. El presidente le res-pondi que deseaba tener un gabinetesin color poltico, independiente de lospartidos, luego, le puso firme: "]Ante aUamada de la Patria, un oficial pmsianoslo tiene una salida: obedecer!".

    Von Papen tendra un poder efmero.Conocido como el Gobierno de losmo-ncu lo~porque estaba compuesto porex-militares y aristcratas era lo menosapropiado para sacar del atolladero a unpas que tena seis millones de parados.

    bels satur todos los centros de pobla-cin. Hitler despleg una actividad fk-ntica: en dos semanas habl ms de120 horas en 50mtines, a dos millonesde personas esparcidas por toda Ale-mania. Los votantes del 31 de julio de1932, otorgaron al NSDAP 13.745.800sufragios, el 37,4por ciento de los emi-tidos, que valan 230 escarios. Los nazisse haban convertido en la primera for-macin poltica de Alemania.Hindenburg no se rindePero su victoria Fue insuficiente. Hin-denburg mantuvo a Von Papen en laCancillera y ofreci a Hitler el puestode vicecanciller. Hitler replic que, co-

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    General Kutiwn Schlekher, el Franz von Papen, por odio al Alhed Hugenbeig. jefe del Wilhelm Frick. u n nazi histrico,canciller derribado por la canciller se ali6 con Hitler, Partido Nacional del Pueblo ministro del Interior en el primerconspiracin de enero de 1933. creyendo que podria dominarle. Alemhn, aliado imprescindible. gabinete de Hitler.mo jefe del partido mayoritario, le co-rresponda formar gabinete. Hinden-burg -"ante Dios, ante mi conciencia yante mi Patr ia" se neg a conceder elpoder a un solo partido, sobre todocuando ste prometa la destmccindel parlamentarismo. Hitler se mantuvofume en su postura, ante lo que Hin-denburg le rog que adoptara unaoposicin leal hacia el Gobierno. Latensa entrevista dur unos veinte mi-nutos y ya en la antecmara, al despe-dirse del canciller Von Papen, Hitler ledijo lo que no se haba atrevido a res-ponder al presidente: "Tendr usted la

    su retroceso e n seguro. Sus arcas esta-ban vacas y, por tanto, su campaa se-ra ms modesta que las anteriores; mu-chos votantes coyunturales les abando-naron, al contemplar su persistente mar-ginacin del poder; la situacin econ-mica estaba mejorando en Alemania yVon Papen haba elevado un tanto el or-gullo nacional prometiendo el rearme.Por eso, en su cierre de campaiia, Adolfarengaba a sus seguidores en el Spofl-palasf de Berln: "Mi voluntad es inflexi-ble, mi espritu es ms poderoso que elde mis enemgos... Podremos perder vo-tos, muchos votos incluso, pero ganare-

    A FINALES D E 1932, OS NAZIS PERDIERONAPQYO, PERO FUERON LA FUERW MS VOTADAY u S NUMEROSA EN EL REICHTAGoposicin ms dura y ms despiadadaque pueda imaginar".Cumpli su amenaza. Al tiempo quetena que calmar las disensiones inter-nas de quienes no entendan su tozudaoposicin a vertebrarse en el poder,planteaba al Gobierno todo tipo deproblemas desde la fuerza de sus 230escaos y la presidencia del Reichstag,desempeada por Goering. As, en laprimera ocasin. el 12 de septiembre,votaron a favor de una mocin de cen-sura que puso al gabinete en la d e , ltiempo que ste disolva el Parlamento.Los alemanes, por cuarta vez en 1932,tenan que regresar a las urnas.

    Ya antes de las elecciones legislativasdel 6 de noviembre, los nazis saban que

    mos las elecciones, porque sern ungran xito psicolgico".Todos los partidos fueron afectadospor el descenso del voto (1 .390.0)del6 de noviembre de 1932,pero el NSDAPlo sinti especialmente: su apoyo se re-dujo a 11.705.265sufragios, 33,l %, un4,2 %menos que en las elecciones ante-riores. Con todo, volva a ser el partidoms votado y el ms numeroso en elReichstag, con 196 escaos. Goebbelsrespir aliviado: "Hemos sufrido un h-caso, pero los resulrados son mejores delo que habamos calculado". Y, comopredijera Hitler, suyo fue el xito psico-lgico, pues el Gobierno slo consigui14actas. El Reichstag del otoo era igualde ingobernable que el del verano.

    Hindenburg convoc nuevamente aHitler; esta vez a solas y con mayor cor-dialidad. El presidente apel al patrio-tismo de Hitler y ste le respondi que,en nombre de la unidad de direccin,no poda renunciar a la Cancillera. ilera el nico baluarte contra los casi 18millones de votantes marxistas que ha-ba en Alemania! Con todo, qued enpensrselo y dos das ms tarde regrespara rediazar un Gobiemo de coalicin.Hindenburg eludi su respuesta hasta elda siguiente y volvi a decir nein.

    A esas alturas, Hitler era un polticocurtido. Saba que no lograra la mayo-ra absoluta jams; que nunca obtendrala cancillera mediante compromisos enel Reichstag; que Hindenburg no leotorgara su confianza y que le sera im-posible dominar al partido, si continua-ha en la oposicin. Por eso, retom laidea del putsch, slo que esta vez de-bera ser poltico.Un compaero tilTras el fracaso electoral de Von Papen,Hindenburg le sustituy por el generalSchleicher, un intrigante cuyo mayormrito poltico pareca su amistad conOskar, hijo y principal asesor del ma-riscal. Llevaba influyendo en la polti-ca presidencial cuatro aos: habiacontribuido al encumbramiento y a lacada de Bnining y fue determinenteen la designacin y en la defenestra-cin de Von Papen. Ya en la Cancille-ra, Kurt von Schleicher trat de atra-erse a Hitler pero, como ste reclama-ra el poder, intent divi& a los nazis,ofreciendo la vicecancillera a Gregor

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    Strasser, jefe del aparato administrati-vo del NSDAP.Su maniobra tuvo un efecto contra-

    dictorio. Hitier, creyendo que Suasserhaba entrado en el juego, fon su di-misin. Desde entonces vivira con laidea de deswzar a Schleicher.El desti-no le iba a bruidar el medio para ha-cerlo: Mn z von Papen, que odiaba alcanciller, pues saba que tras su cadaestaba la mano de Schleicher.

    Notables del mundo del dinero y de laindustria reunieron a Hitier y a Von Pa-pen, b u s d o una &da en el laberin-to. Huidenburg,cadavez ms dbil, msciego y ms impresionable, se adheria ala opinin del itimo que pasaba por sudespacho, pero su cabeza an funciona-ba y tena buena memoria, de modoque tard menos de un mes en adveitirque la designacin de Schleicher habasido un error; perciba que haba retor-nado a la misma siniacin que con Bni-ning y con Von Papen. Si a d o s es ha-ba retirado su c o n h m , porqu ofre-crsela a Schleicher, que $610 le estabademosando su capacidad para la intri-ga?Le hubiera gustado expuh le de laCanciUera, contenindole solamente sucon&16n de geneal. Pero la situacindel canciller era tan dbil que bast unsimple nunor para derribarle.El "golpe" de SchleicherDurante la tarde del domingo 29 deenero de 1933, Goebbels difundi porBerln el rumor de que Schleicher, te-miendo se r destituido, estaba a puntode convocar una huelga general, suble-var a la guarnicin y arrestar al presi-dente para proclamarse dictador. S610los interesados en creerlo adoptaronsus medidas; el primero, Hindenburg,que desde hacia una semana rechazabalos intentos de Schieicherde disolver elParlamento sin convomr elecciones ycrear un Gobierno autoritario. Luego,los nazis, que se hallaban en la antesa-la del poder y creyeron que SchleKher,para conservar el Ministerio de Defensaen un futurogabinete, estaba dispuestoa promover una sedicin militar. A VonPapen le venia como aniilo al dedo pa-ra eliminar los lmos recelos de Hin-denburg, y regresar alpoder vengndo-se, de paso, de Schieidier.Goebbelsamplific contodos sus me-dios el rumor y lanz a sus gentes porBerln, para que creasen un clima arfi-

    Uno de los muchas caries editados par elNSDAP ante tas cwivocatoriaselectorales de

    cial de ansiedad. Hitier convenci a lapolica de que el presidente estaba enpeligro y consigui que se tfasiadaseunfuerte retn hasta el palacio presiden-cial. confirmando a Hindenburg en laidea de que se hallaba en peligto. A am-pliar su imnquilidad contribuy la vi-sita de Von Papen, que desde el dia 23de enero ablandaba la resistencia delpresidente para que adoptade la solu-cin que haba pacrado con Hitler. Paraterminar con elpligmo Schleicher,VonPapen propona a Hindenburg que en-tregara a Los nazis la Candera y trescarterasministeriales; el se encaigara decontrolarles desde la Vlcecancilleda conla ayuda de los restantesminisws,de-signados de acuerdo con el presidente,el Ministerio de la Reichsluehr,mximapreocupacin presidencial, le seraofipcklo al mariscal Von Blomberg. Hinden-burg acept en principio y cit a Hitlery a Von Papen para el da siguiente, 30de enero, a las 11 de la maana Hitlerpas una noche angustiosa cargada depesadillas, recordandoaquella otra de lacervecera Brgedxlukellerde Munich,en noviembre de 1923, cuandoma te-ner el poder en sus manos mientras to-do se estaba denumbando ..

    Entre tanto, los representantes de lospartidos manifestaban al presidente surotunda oposicin a la formacin de unGobierno dictatorial por parte del ge-neral Schleicher y, con reticencias,

    1 DERARBEITERinREKH oEr ENKREUZES!5

    El trabajador en el Reich de las crucesiumadas.Cartel antinaz. aubl~cadoWr elPartido Socialdemnata en 1932.aceptaban a Hitler corno canciller. Lle-vaban afios soportndole en la oposi-cin y y eri hora de que el jefe nazi,tanseguro de s mismo, se enfrentase alas dificultadesdel Gobierno. Todos es-peraban que fracasara y que la fuerzadel NSDAP se diluyera en la lucha porsaeaf a Alemania del atoILadero.El show de HitlerHitler se despert antes de las 7y tratde enterarse de las iiltimas novedades. -Von Papen le mnquiz por telfono:Schleicherhaba intentadoutm treta deltima hora, para neutralizar a VonBlomberg, pero heas. Se veran a las10,SO camino de Ia Presidencia, paracambiar las lthas impresiones antesde jurar sus cargos ante Hindenbug, Ala hora convenida, Hitler, vestido conlevita negra de buen corte y elegantesombrero de copa, lleg a casa de VonPapen acompaado por Prick, que de-bera hacerse cargo del Ministerio delInterior, y de Goerlnp,musm sin car-tera, mientras no se creara un Ministe-rio del Aite. La emocin era inmensaentre los jerifaltes nazis: "Escomo unsueiio ..La esperanza y el miedo luchanen nuestrm corauneq he- sido bw-lados tan a menudo que nos es imposi-ble creer en el milagro que estamospresenciando", escribi Goebbels. Hit-ler no caminaba tranquilo: Qu se leiba a dar? Por encima, tendra a Hin-

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    Arriba, la noticia de la formacin de l gabinetede Hitler ha dado la vuelta al mundo: as lopublicaba La Razn, de Buenos Aires, elpropio da 3 0 de enero. Derecha: Adolf HiUersale de la Cancillera, el 30 de enero de1933. Le sigueel ministro del Interior.

    -1Wilhelm Frick. El y Goerlng-companerosdeHitler de primera hora- ostentaban los dosnicas carteras nazis en aquel Gobierno.denburg; frente a l, un Parlamento enel que se hallaba en minora; en su ga-binete, ministros indiferentes u hostilesa sus ideas, que controlaran todos lospoderes; a su lado, dos amigos, el mi-nistro del Interior, casi sin facultadesdadas las atribuciones de cada land enmateria de seguridad y orden pblico, yel de la futura LuJiwaffe, cuyos avionestardaran aos en llegar.Estas caviiaciones le fueron cargandode furor, de modo que estall en la se-cretara del presidente, exigiendo quese le diera tambin la Comisara delReicb en Pmsia. En vano intentaba cal-marle Von Papen, aterrado ante aquelataque de clera. Evidentemente, Hitlerestaba fuigendo al amenazar con mar-charse y derribar su propia conspira-cin. Las agujas del reloj rebasaban yala hora de la cita. Hindenburg y todoslos participantes en la ceremonia de lajura aguardaban impacientes. El secre-tario de Hindenburg se reuni con Hit-ler, Von Papen y los futuros ministrosnazis y arregl la disputa con pocas pa-labras: "el mariscal odia la impuntuali-dad y amenaza con irse unos das devacaciones a Pmsia, dejndoles a uste-des con su discusin".

    Hitler se calm y entr en el salndonde le esperaba Hindenburg que,pese a su avanzada edad, an conser-vaba su formidable prestancia, realzadapor el uniforme de gala de mariscal,N-bierto por una impresionante cosechade condecoraciones. Hitler le hizo unareverencia entrechocando los tacones

    de sus zapatos, en un recuerdo auto-mtico de los cinco aos pasados en elEjrcito; luego estrech, emocionado ynervioso, su mano. El gesto militar deHitler y su calidez complacieron al vie-jo soldado, que ya nunca ms volverahablar del "cabo bohemio" o del caboaustriaco, como hasta entonces; pese atodo, no le haca muy feliz su designa-cin como canciller, pero al punto don-de se haba llegado no tena alternativa.Hitler jur el cargo: "Emplear mi ener-ga para conseguir el bienestar del pue-blo alemn, para proteger la Constitu-cin y las leyes del pueblo alemn, de-sempear con rectitud los deberes demi cargo y cumplir mi misin con im-parcialidad y justicia para todos".La profeca de LudendoriDespus ampli sus promesas con unpequeo discurso con el que reiterabasu respeto por el presidente y por elconjunto del nuevo Gobierno. sus de-seos de convertir Alemania en una co-munidad fraternal, y de resituarla, pormedios pacficos, entre las grandes po-tencias. El gran mentiroso hablaba conenorme conviccin, haciendo gala desus grandes cualidades de actor, con-moviendo a los precentes, hacindolesolvidar sus amenazas de dinamitar laConstitucin y el sistema parlamentario,sus burlas hacia el presidente, su vesa-nia antisemita y anticomunista y su irre-dentismo revanchista contra los vence-dores en la Primera Guerra Mundial.

    Terminada la ceremonia, Hindenburg

    dese suerte al nuevo gabinete y, con-movido, les despidi: "iCabaUems, queDios les ayude!" Hider sali de la Presi-dencia emocionado y con los ojos h-medos. Fuera le esperaba la explosinde jbilo de miles de nazis. Luego, setraslad en automvil a su cuartel ge-neral en el Kaiserhof, donde aguarda-ban Goebbels, Rohm, Hess y Sepp Die-trich, dispuestos a celebrar la victoria.Por la tarde, mientras se organizabanun formidable desfile nocturno de an-torchas, se traslad a la Cancillera.

    Al caer la noche, una marcial proce-sin de luminarias comenz a desfdarante los edificios de la Presidencia y dela Cancillera antes de disolverse en laPuerta de Brandeburgo. Desde su des-pacho, Hindenburg contemplaba emo-cionado el desfile y de vez en cuandotarareaba alguna de las canciones;despus de tragarse aquel sapo, se hallabacontento como nunca antes tras la de-signacin de un canciller. Ni Mller, niB~ ning , i Von Papen, ni Schieicher lehaban ofrecido una compensacin pa-uitica como aquella.

    Sin embargo, su hijo Oskar no podaocultar su inquietud. Sobre la mesa detrabajo presidencial, haba visto un te-legrama del mariscal Ludendorff, el vie-jo compaero de armas y victorias desu padre : "Le prevengo solemnementeque ese fantico Uevar a nuestra Patriaa la perdicin y sumir al pas en la msespantosa de las miserias. Las futurasgeneraciones le maldecirn en su tum-ba por lo que ha hecho".

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    Tras su acceso al poder, el liderazgonazi transform radicalmente lasociedad alemana,acabandocon el pluralismo y organizando la vida en todossus detalles.J o s SNCHEZDINEZ describe este vertiginosocambioE la noche en que seconstitu-y el nuevo Gobierno presidi-do por Hitier, segn confesindel vicecander Franz von Pa-pen en susMemorias,el paso de la mul-Josl SANWR JIMNR es profesor titularde Historia ContemporAnea.Universidad Complutense, Madrid

    titud frente a la Candenenaena dos nt-mos: los gritos de saludo respetuoso ba-10 la ventana en que se encontraba elanciano presrdente del Reidi, frente alos "aplausosfrenticos" que ambienta-ban el clamor triunfal -jHal, H d l SiegHeiU- que envolva a cuantos lograbanapmximme al balcn de la nueva Can-der a , en que se encontraba de pie

    Hitler. "El contraste+iiada Von Pap-era muy acentuado y pareca ensalzar latransicin de un rgimen moribundo alas nuevas fuerzas revolucionarias".El programa, proclamado por el can-

    ciller en su primera dedaracin polticaante el pueblo, refrendabasu primordialtarea de regeneracin moral de la na-cin: el marxismo sera erradicado co

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    Las elecciones de 1934 se II i I nica candidaturaaparece dirigi6ndoce al Reichstag en ese mismo aito. er, que aqul

    mo flagrante culpable de la postracinde la Repblica; el nuevo Gobierno pre-tenda la reconstruccin de la sociedadsobre la base moral cristiana y sobre labase social de la familia; la organizacinde la economa debera cenvarse en dosplanes cuatrienales suficientes para res-catar a los campesinos de la miseria yeliminar el paro; la reforma de la admi-nistracin y de las relaciones entre elReich y los Inder, as como la prcticade una nueva poltica demogrfica, so-cial y financiera vendra a asegurar la"igualacin" de todos los alemanes; y,por ltimo, una poltica exterior renova-da mostrara la mejor y ms permanen-te Firmeza en la "tutela de los derechosvitales" y en la "reconquista de la liber-tad" para el pueblo alemn.

    Con Goering como figura clave parael control de los resortes del poder, sevan sucesivamente imponiendo la refor-ma de la polica, la creacin de una po-lica secreta del Estado (Gestapo), la ins-

    tauracin de campos de concentracinpara la rehabilitacin de los descarria-dos por el marxismo, la ofensiva contrapaaidos polticos, prensa y organizacio-nes contrarkas, y el proceso de elimina-cin de los enemigos del nazismo, quese acabara de organizar y concretar enlas @es clebres noches histricas: la delincendio del Reichstag y la declaracinde ilegalidad de socialistasy comunistas(27 de febrero); la de los "cuchflos lar-gos" y la eliminacin de las SA, opues-tas a las SS (20 de junio de 1934); y la"noche de 1% cristales" (9 de noviembrede 1938), con la destmccin de dos-cientas setenta sinagogas, el arresto ydeportacin de veinte mil judos y lamuerte de unos dos mil ms.Excepcin permanenteEl incendio del Reichstag, en plenacampaa electoral. Fue determinantetanto a la hora de imponer un estado deexcepcin que nunca lleg a derogarse

    La ideologa de las SSveia el exterminio delos judlos como "misibn histrica universal".Cartel arotisemita sobre el complot judlo.Nmo razn bsi a en el apoyo del granpital a la causa nacionalsocialista.El conflicto entre las SA -la organiza-5n militar nazi que aspiraba a ser el3rcito del futuro- y las Fuerzas Arma-

    das, que lideraba Blomberg, h e enconstante progreso a partir, sobre todo,de la Ley de Unidad entre el Partido yel Estado. Acab, tras los rumores deun golpe de Estado pergeado porRohm, con el sangriento episodio del30 de junio, profusamente propagadocomo la "noche de los cuchillos lar-gos", que supuso, en medio de ejecu-ciones y asesinatos, la anulacin defuerzas radicales enemigas del pactocon la gran burguesa, y el auge e im-posicin definitiva de las SS, "avanza-dilla ideolgica y sostn de la polticaracial nazi", segn comentario d e HU-debrand, que, al mando de Himmler ybajo el control pleno d e Goering, con-siguieron la creacin del verdadero Es-tado policaco, responsable directo einmediato de la represin de los judos.

    La ideologa de las SS vea el extermi-nio d e los judos como "misin histricade alcance universal"; y la trayectoriaexliaustivamente dispuesta para su per-secucin y aniquilacin, en aumento alo largo del todo el ao 1938, llegaba asu clmax en Io noche del 9 al 10 de no-viembre de 1938, en que se desencade-naron los pogromos sistemticos contralos judos, que alentabnn su exclusin

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    ALEMANIA, 1933: LA HORA DE HITLER

    de la sociedad civil. La "noche de loscristales" identificaba la bmtal destmc-cin de sinagogas, almacenes y casas depropiedad juda.La ley de 28 de febrero de 1933 para

    la defensa del pueblo y del Estadoabroga los artculos de la Constitucinreferentes a libertad personal, de ex-presin, de asociacin y de prensa. Ca-si un mes ms tarde, el da 23 de mar-zo, el Reichstag conceda al cancillerplenos poderes tanto para legislar ordi-nariamente como para proyectar y li-derar la nueva poltica exterior. En elmes de mayo quedaba fcticamenteanulada toda actividad sindical; y en ju-lio, se estableca el partido nico, elNacionalsocialista, que, tras la ilegal-zacin y disolucin del Zentmm y delos socialistas, y la absorcin de los na-cionalistas, acta unido prcticamentealEstado y con el monopolio concordedel poder. En este mes de julio, ade-ms, se firma el Concordato con la San-ta Sede que supona en la prctica el"aval" vaticano al nuevo rgimen.

    Tambin en el mes de julio se creabael Consejo General de Econom'a, com-puesto por grandes banqueros y prime-ros industriales que, a lo largo de 1933y 1934, y una vez sustimidos los sindi-catos por el Comit de Accin para laDefensa del Trabajo Alemn, configurael desarrollo institucional del nuevo or-denamiento econmco y social.Dictadura caudillistaLa s elecciones de 1934se realizan concandidatura nica, la de Hitler, que Igi-camente triunfa;y el Parlamento apme-ha la facultad del fibrer para cambiarla Constitucin, el definitivopaso haciala destruccin del Estado liberal y panla instauracin de una dictadura caudi-lista. Tras la muerte de Hmdenburg enagosto, el cancillerse autoproclama pre-sidente nico; y un plebiscrto, con el 88de por ciento del electorado a su favor,refrenda su nombramiento como Fh-rer y gua de todos los poderes del Es-tado; un Estado totalitario puro, absolu-tamente centralizado, que asegurar enadelante la liquidacin del espritu cla-sista obrero, y encuadrar a codos lostrabajadores alemanes en el Frente delTrabajo Alemn, en comunidad de inte-reses con los patronos y dentro de la or-ganizacin corporativa del Estado.La bsqueda de la autosuficiencia

    Himmler,derecha, encargado de organizar la Gestapo para hacer desaparecer a los enemigosdel regimen. y Riihm. junto a 61, que fue eliminado en la "noche de lks cuchillos largos".econmica, y la creacin de una granindustria nacional de materias primas yarmamentos se convirrten as en el me-jor cauce, objetivo y sistema para la re-absorcin de desocupados, la repara-cin blica del Reich y la ampliacin desu espacio vital. Una poitica de autoti-tarismo y violencia servira, en fin, paraimponer el orden y purificar la raza; entanto que el antisemitismo se acabaraorquestando como una especie de ob-

    postales, telegrficas y telefnicas, dis-poner re-s domiciliarios y confisca-ciones, as como limitaciones a ]a pro-piedad". Pero fue la Ley de Plenos Po-deres, de 23 de marzo de 1934, la quembric de forma detinitiva la reafimia-cin de la dictadura de Hitler tras la di-solucin del Parlamento y la destruccindel pa he ntar ismo , y lleg inclusoms _aU de cuanto el apoyo electoral debasuponer; sobre todo cuando a las facili-

    TRAS LA MUERTE DE HINDENBURG,ITLEREPROCLAMTAMBIN PRESIDENTE Y QUEDCOMO G U ~ A E TODO EL PODER DEL ESTADOsesin colectiva, que encuentra en el ju-do su "chivo expiatorio", al tiempo quesoaba con crear una "superraza huma-na" a travs de la reproduccin selecti-va y la eliminacin de los menos aptos.

    El decreto de Proteccin de la Naciny del Estado, de 28 de febrero de 1933,puede ser interpretado como el del sur-gimiento de un Estado totalitario, quecuenta con capacidad y poder, segn re-coge su artculo primero, para "coartar lalibertad personal, el derecho de libreex-presin del pensamiento, incluida la li-bertad de prensa, de reunin y de aso-ciacin; intervenir las comunicaciones

    dades de tomar decisiones duectas y pa-ra modificar la Constitucin, ya aludidas,se sum la resolucin de unir en su per-sona, tras la muerte de Hindenburg, lajefatura del Ggbierno y la presidenciadel Estado, as como la comandancia su-prema del Ejkcito y la modificacin deljuramento di t a r para imponer la "obe-diencia incondicional alFUbreV.Se aca-baron, en fm, rruinando todas las cowquism democrticas cuando fue legal laautorizacin de la pena d e muerte paradelitos que no contaban con esta san-cin en el Cdigo Penal.

    En esta imparable marcha, resultan 1-

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    gicas la implantacin monoltica del Par-tido nazi y el liderazgo total del Fhrer,a la hora de conformar y aseverar supropio cuadro jurdico y poltico; perono conviene olvidar, y menos an mi-nusvalorar, que el xito y la praxis delnazismo tambin dependieron del apo-yo popular a su fulgurante trayectoria.La seguridad econmica y social frenteal descontento y la crisis permanente, lallamada al pundonor y a la reputacinperdidos, y las expectativas laboralesque el Estado haca progresivamentere-ales vinieron a llenar un vaco y una ne-cesidad por largo tiempo esperados.La utilidad de la GestapoNo obstante, el compromiso, cumplido,de dar, de momento, preferencia a laeconoma sobre la poltica, de reducir elclima de descontento y lavar el "honor"patrio pisoteado, de perseguir y acabarcon las diferentes inquiemdes revolucio-narias, de imponer un orden efiuente ycrear una seguridad laboral permanentegracias a la poltica armamentstica y autilizacin de los millones de crditosprocedentes de la creacin de dinerodel Tercer Reich, hubiera resultado in-viable sin la capacidad dialctica de Go-ebbels al frente de la propdganda, el pe-so personal de Goering en la direccinde las fuerzas armadas o la competenciadecisoria de Himmler dirigiendo el apa-rato represor del Estado, y ms concre-tamente la Gestapo; la ms expedita pa-ra hacer desaparecer a cuantos pudieransuponer una amenaza para este poderomnipotente. Todos fueron eficaces a lahora de convertir el culto al Fhrer enla noma social dominante, gracias a laobligatoriedad del jHeil Hitler! en todotipo de actos o de relacin.El pacto entre los cculos econmi-cos, el Ejmto y el Partido nauonalso-cialista faditaba el desarro110 de una si-tuacin de poder que daba alFhrer laprerrogativa, primero, de generar elequibrio entre las relaciones de fuerzasque acabaran concenmdas en el Esta-do de Partido nico y, ms delante, dedecidir imperativamente, una vez imbri-cados Estado, Partido y Ejrcito. En ver-sin de Hitler, el Partido subsuma en sal Estado; y el Fhra, y el Partido comoprolongacin suya, encarnaba a la na-cin, personificaba al Estado y era de-positario del destino comunitario.ia disolucin de los partidos fue, sin

    LFasias n8zk de Nurembegen 1936. Toda la sociedad alemana habla quedado ya encuadradaen organizaciones basadas en el modelo del partido nico. inseparable del Estado.duda, el golpe ms duro a que debienfrentarse el Reich, coment Von Pa-pen en julio de 1933: "los partidos hansido disueltos, las instituciones de unademocracia parlamentaria, abolidas deun plumazo y el canciller goza de po-deres que no se llegaron a conceder alos emperadores alemanes".Bajo el supuesto de una revolucinlegal y nacional, creadora de una c omunidad alemana de raza aria, se pre-tende imponer un nuevo orden en Eu-ropa que, aparte de acabar con los ne-Fastos Tratados de Paz de 1919-20, ten-ga como gua la expansin g e m a .Por leyes de 31 de marzo y 7 de abrilde 1934, los Iander quedaron someti-dos a un proceso de "igualacin", im-prescindible como fase previa a la totalUniF~cacindel Reich; los sindicatos vie-ron sus sedes ocupadas y sus dirigentesencarcelados, tras la celebracin del 1de mayo de 1933,CO~aetameNe par-tir del 2 de mayo, y pasaron a forma^parte del Frente Alemn del Trabajo(DAE), en el que se vieron encuadradosobligatoriamenteempresarios y obreros.A los Fideicomisarios laborales del Es-tado, un nuevo cuerpo de funcionarios,

    correspondera la fijacin de los sala-rios; y tanto el Estado como el Pardocomenzaron a influir en las indusvias yfbricas, por encima e incluso frente asus dueos, sobre todo a la hora de in-troducir innovaciones de naturaleza so-cial, tiempo Libre y vacaciones, etc.Los "efectos igualitarios" de estas in-novaciones se vieron adems refrenda-dos con el "Servicio Laboral", obligato-rio para todos los jvenes. introducidoen julio de 1935, que les impona, en-tre los dieciocho y los veinticinco aos,"servir a su pueblo" en trabajos de uti-lidad general, al tiempo que iban sien-do educados con arreglo al espritu delnacionalsocialismo. El "programa deobras" para el Fomento de la edifica-cin de viviendas y comercios y laconstruccin de autopistas, junto a lapoitica de rearme, mbricaban su ejem-plar competencia en la reduccin deldesempleo.Aun cuando no se interviniera el sec-tor de la gran industria, la tendencia ala concentracin de grandes empresas,industriales, comerciales y fmancieras,fue un hecho, y la Asociacin de la In-dustria Alemana pas a llamarse Cor-

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    ALEMANIA, 1933: LA HORA DE HITLER

    poracin de la Industria Alemana. Muypronto, La Ley para la preparacin deldesarmiio orgnico de la economa, defebrero de 1934,agilizla complemen-fariedad mire los sectores econmicosy militares, una vez decidido el fomen-to de la industria armamentstica y laapuesta plena por el rearme.

    Si las esWcNras econmicas se vie-ron sometidas a un f u m ntervencio-nismo poitico-administrativo, a la con-cennacin de capitales, y a la creacinde altos organismos y consejos de pla-nificacin, cada vez mas ligados a unaeconoma de guerra, no qued por elloen el olvido la creacin de una sanadase media, resignada y pasiva, alenta-da por la "comunalizaci6n"de losgran-des almacenes, los alquileres baratospara pequews empresarios, y la refor-ma del suelo.Tensin en la fbricaSiem-, el comportamiento de lostrabajadores resulta ms complejo; so-bre todo en la segunda fase, la de 1936a 1939,cuando el pleno empleo y la es-casez de mano de obra especiahadaobligaron a una adminisnacin misahomva y a una discipiina miis estric-ta, que fomron a una tensin perma-nente, a huelgas de brazos cados, ne-gligencia o incluso un creciente absen-tismo; aun cuando nunca se tradujeranen protestas de consideracin.En un rgimen totalitario no cabanposibflidades de actuacin fuera delsometimiento. Se fueron as compo-niendo, dirigidos desde el Estado, gru-pos y organizacionesen forma de red yperfectamente articuladas, que anula-ban y supIian las organzauones antesexistentes. Las Fuerzas de Choque(SA), las EsniadriUas de Protecin (SS),lasJuventudes Hitlerianas (HJ), las aso-ciaciones de estudiantes, mdicos,rnaesuos, funcionarios, etc. sirvieronpara que toda la poblaci6n se reorga-nizara segn los moldes del Partido.Toda asociacin haba de quedarmetida a la ideologa nacionalsocialista,confomda segn su modeloy dirigidapor SUS propias lites. Se aspiraba a laformacin de una sociedad de masas,conforme a su concepcin del mundo,su Weltanscbaung, mihUicamentecontrolada y dispuesta en u n entornoinstitucionalizadoy dependientede unanueva ite fuertemente ideologizada.

    El Estado organizaba incluso el tiempo librede I w rahsjadores. Cartel de propaganda deviajes subvemioMdos pa n dmos.Si los sindicatos se incorporatonobli-gatoriamente al FrenteAlemn del Tra-

    bajo, las cmaras agrarias fueron igual-mente incluidas en la Corporacin deAlimentacin, en espera de conseguir,gracias a la autarqua, el rpido au-mento de la produccin agrcola con lacolabordn de los latifundios,y el fc-mento de la propiedad y cultivos me-dios y pequeiios en favor de la exis-tencia del "campesinado", "fuente devida de la raza nrdica", al que se qui-so salvaguardar y favorecer a iravs dela "ley de heredades" (29 de septiem-bre de 19331,que declaraba exentas detodo tipo de gravmenes, y hbiles pa-ra ser cedidas en herencia, las fmcaspequ-s y medias a todos los que pu-dieran demostrar pureza de sangre.Auxilio de toda claseEl Estado nacionalsocialista debi aten-der igualmente las tradicionalesformasde asistencia a los pobres: pero se in-teres de inmediato, desde mayo de1933,por la creacin de la AsistenciaSocial NaciOnalsocialista (NSV), incor-porada al partido a fines de 1934.Fra-gu formasy vas para la recuperacinlaboral de indigente*, colabor a lamejora de las condiciones laborales,prohibi el trabajo nocturno de meno-res y madres, cre el Auxilio Madre ehijo para atencin de madres gestantes

    Grabada expresionisia que denuncia, desde elexilio, los rndtodos brutales que se aplicabana quienes se enfrentaban al Estado nm .y lactantes, organiz el Socomo de In-vierno e impuls el Servicio de Traba-jo, cuyo carcter social y educador re-sult muy rentable en la constmccinde obras hidrulicas, saneamiento deterrenos, repoblacin forestal, etc.la Seccin Femenina del Naciondso-

    cialismo vena a coronar esta obra deexaltacin del Estado, que enconm5enla mujer de esta nueva sociedad el mseficiente apoyo y el ms natural sus- 'tento a la hora de asegurar el naci-miento, la educacin y el desamolo delos nuevos alemanes.Hitler, respaldado en su partido, trasla Uegada al poder en 1933, supo sacarfuerza no slo del resentimiento gene-rado por el Tratado de Versalles, sinotambin de la desesperacinde las cla-ses medias. Lleg al poder ma~pulan-do a los polticos conservadores queesperaban utilizarle para conseguir elapoyo de las masas; pero, una veztriunfante, desmantel todo el anda-miaje democrtico y, en pocos aos,consigui que los alemanes nxupera-ran el respeto por s mismos y el pres-tigio en asuntos internacionales. Casitodos los sectores de la sociedad ale-mana, comenta M. Howard, se smtie-ron momentneamente satisfechos,ex-cepto los judos, contra quienes desen-caden la persecucin msbmtal de laHistoria de Europa.

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    Economa deGUERRALos xitos iniciales del nazismo en la creacin de empleo y la mejoradel nivel de vida fueron resultado de una poltica de economa de guerray fuerte control sindical por parte del Estado, explica GEL BAHAMONDE

    1 nazismo c o ns t~ y n Ale-mania una economa para laguerra, prcticamente desdesu Uegada al poder en 1933,

    pero sobre todo a partir de 1935. Re-sulta su sea de identidad ms destaca-ble. La nocin de economa de guerradebe aqu entenderse en trminoscuantitativos y cualltativos. Hace refe-rencia a la produccin de artefactos pa-ra la guerra y a la utilizacin de estemodelo econmico como elementoesencial de la poltica agresiva y ex-pansionista que los nazis desarrollarondurante el decenio de los aos treinta.Interesa resaltar esta consideracin,porque uno de los efectos secundariosde esta poltica, el pleno empleo, le-vant admiracin en aquella poca en-tre los sectores ms conservadores detoda Europa, infravalorando au natura-leza belicra. Actualmente, las tesis re-visionistas sobre el nazismo plantean eltema reproduciendo tan benevolenteesquema de comprensin.

    El crack bursatil de Nueva York de1929 y la subsiguiente depresin tuvie-ron unas repercusiones especialmentenegativas para la economa alemana.Apenas haba comenzado a estabilizar-se desde 1925 de los enormes desajus-ANGELBAHAMONDE MAGROs catedraticode Historia Contemwrnea. Facultad deCC. de la lnformaci'bn, ~niiersidadComplutense, Madrid.

    Hitler visita las obras de la autopista Yiena-Sakburgo, en 1938. La construccin fue elmayor creador de empleo del Reich.tes provocados por la derrota en la Pri-mera Guerra Mundial, cuando la de-presin mundial disloc la frgll recu-peracin. La reactivacin econmicaalemana en los afios veinte se hababasado en las inyecciones de capitalesnorteamericanos y secundariamentebritnicos. En 1931, la masiva retiradade capitales extranjeros cuarte el sis-

    tema financiero alemn y puso en mar-cha la cadena de quiebras bancarias.En febrero de aquel afm, el descensode la produccin industrial en Alema-nia era, incluso, ms acusado que enEstados Unidos. Tomando como base1928 para ambos pases, el ndice deproduccin industrial se situ en 69 pa-ra Alemania y en 78 para Estados Uni-dos. A finales de 1930, ya haba tresmillones de parados en Alemania.Freno al xodo de capitalesLa quiebra del Damstadter Bank,en ju-liode 1931, coincidi con la aplicacinde las primeras medidas clsicas decorte deflacionista, dirigidas a reade-cuar los precios alemanes a los mun-diales en plena cada. En ese mes seinstaur el control de cambios, inten-tando frenar el xodo de capitales y lahemorragia de oro que haba produci-do el descenso considerable de las re-servas del Reichsbank. Por Fin, en di-ciembre del mismo ao, el Gobiernodecret el descenso de los salarios alnivel de 1927, con su correlato en unadisminucin similar de los precios deun 10 a un 15 por ciento. De todas for-mas,esta cada de los precios alemanesapenas tuvo repercusiones en el mer-cado exterior, ante la devaluacin de lalibra esterlina en un 30 por ciento, quedaba neta ventaja internacional a losproductos britnicos.La poltica deflacionista acab, pues,

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    ALEMANIA, 1933: LA HORA DE HITLER

    Desde 1935,el rearme se llev el grueso en la captacin de recursos. Obrera alemana en unafAbrica de armamento. en una fotografade la revista Signal, 1944.en un rotundo fracaso, que hizo msagudo el estancamiento. Entre 1929 y1932, la produccin de bienes de equi-po se redujo en un 56 por ciento y lade bienes del consumo en un 29, mien-tras que se disparaba el numero de pa-rados: 3.000.000 en 1930, 4.744.000 en1931 y 6.034.000 en 1932.

    En definitiva, a la altura de 1933,cuando los nazis llegan al poder el sis-tema econmico alemn aparece blo-queado, pero con una enorme poten-cialidad latente. En los primeros mesesde su gestin, los nazis mantuvieronlas prcticas deflacionisias por inercia,pero pronto colocaron los cimientosde

    un modelo econmico de vocacin au-trquica fuertemente jerarquizado, queformara parte indisolubledel nuevo Es-tado totalitario y que permitiera crearuna diplomacia de fuerza para revisarel Tratado de Venalles. En suma, se m-taba de consuuir un sistema de nacio-nalismo econmico, en un mercadomundial erizado de barreras arancela-rias. Adems, Alemania no posea unimperio colonial.El imperio de los trustsE1 proyecto industrial-belicista nazi in-corpora novedades, pero tambin seatiene a realidades estructurales here-dadas. En primer lugar, el potencialtecnolgico alemn, cimentado en uncapital humano altamente cualificado,abra inmensas posibilidades. Por otrolado, la poltica nazi iba a favorecersedel elevado ndice de concentracinde la economa alemana. Desde dece-nios anteriores, los Konzens y losacuerdos tipo cartel haban consolida-do el poder de los grandes monopo-lios industrialesy financieros. En 1932,el 34 por ciento del capital de las so-ciedades por acciones estaba en poderde los trusts y de las organizacionescartel. El sistema econmico nazi sig-nific en gran medida el imperio delos tmsts, es decir de los Thyssen, Far-ben, Siemens o Kmpp.

    En este sentido, conviene no poneren duda el carcter capitalista de la ex-periencia nazi. las veleidades sociali-zantes presentes en el programa originaldel partido haban sido abandonadasconforme el acceso al poder se apmxi-maba y aumentaba la ayuda fmanciera alos nazis por parte de las grandes em-presas indusuiales. As el concepto "so-cialismo" mud sus contenidossemnti-cos. Los nazis lo identificaroncon jerar-qua, disciplina laboral y robustecimien-to del papel dirigente del Estado, pemsalvaguardandola existencia de las em-presas privadas. El movimiento obreroalemn, con un nivel modlico de orga-nizacin antes de 1933, fue desmantela-do y reprimido. En mayo de 1933, seconstiniyel Frente de los TrabajadoresAlemanes (DeurscheArbeitsfront), inte-grado en el partido nazi. Tambin losgrandes gmpos econmicos quedaronincluidos en la estmctura del Estado,con la formacin de los R e i c h s g r n .El empresario hie definido como un

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    conductorde empresas@a f e b $ i i&w> .El modeloeconmiconazi se esituctur 1como un capitalismo privado en forma idemonopolios. En el sentidoms exac-to del trmino, no surg6 un sistema deplanificacin. Result ms efieaz ejerwun papel regulah mediante la prolife-racin del gasto estatal.Autopistas, canales, aeropuertos...El Estado se convi~ti n el principalcreador de demanda agregada, en eleje de la reactivacin econmica, enlos dos primeros aos con los planesde obras pblicas. Autopistas, canales,aeropuertos, fermcarriles y ediiiciospblicos indican la importancia delsecior de la consmiccincomo princi-pal proveedor de empleo. Tres objeti-vos guiaron estos planes de obras p-blicas: la articulac6oms depurada delmercado interno, el capital simblicodel nazismo y la estrategia mitar.

    A partir de 1935, l reame se liev6 elgmew en la captacin de fecusos. Du-rante e1ejercicio 1933-34,a Wehnnachtobtuvoel 24 por cientodei presupuestogeneral. En 1936-37, l porcentaje au-ment hasta el 37 por ciento, para al-canzar en el ejercicio 193&39 el 5%porciento. Estas cifras no admiten compa-racibn con ouos p a h europeos. Basecomo ejemploque desde 1935 los gas-tos en armamento superaron en un 50por ciento a los de Panda.El plan cuatrienal, que Hitler hizo

    De 1933a 1935, e crearon cuatro millonesde empleos. El cartel promete un Volbwrllancon un ahorm de 5 m a m a semanales.pblico el 9 de septiembre de 1936,con ocasin delMn congreso del par-tido nazi en Nuremberg,plante comoorientacin y objetivos el reforzamien-to de la autarqua y la intensificacindel rearme. Hermann Goering se con-virti, en calidad de comisario, en elresponsable mximo de la organiza-cin y ejecucin delplan. 3 discursosdel comisaio estabanrepletos de opti-mismo y de seguridad: "Prontose le-vantarn nuevas fbricas en lasque ha-remos nuestra goma y nuestros vesti-dos de fibra celulosa y no necesitare-

    LOS NSTRUMENTOSHiniisibutg (1847-18% VenRpi 18?5lsBB) H ~ I w l O g t )Cuando se le hizo creer que Pact6 con Hitler engaiiar a Director de Krupp, ayud aiba a ser victima de un gol- Hindenburga cambio de Hitler, que le responsabilizpe de Estado, cay en la ser vicecanciller. En iunio de Economa en 1933.Seistrampa y nombrd a Hitlw. de 1934, ue dest'iuido. meses despugs, le ces.

    El mariscal Hindenburg hiw cancillera un hwnbre al que antes no quera AutoescuelaHunenbeill.S a n a caricatura. era-"ni para ministfo de Correos". Hitlw quien conduca a Wugenbrg y a Von Papen.50

    mos importar lana que nos cuesta mi-Uones de divisas. Explotaremosnuesuohierro y nuestros metales...Tenemos anuestra disposicin una base inagota-ble de aluminio.El carbn, lamadem ylos minerales alemanes confomrnlos pilares que sostendrn en el futuroa las fbricas de produccin autctonaalemana de materias e industriales".mismo se situ a la cabecera de laReicbwenhe Hemann Goeting p m laexplotacinde minerales de hierro y eldesarrolio metalrgico.El fmciero Hjalrnar Schachtide elsistema de financiacin de la autarquay del rearme. Schacht ocup la presi-dencia del eidisbank en los primerostiempos del nauSm0; luego fue minic-m de economa y comisario para laeconoma de guerra. El Estado pagabaa sus proveedores por medio de unasletras garantizadas que se llamabanMEFO, e obligada aceptacin por par-te de los bancos. Las letras estabanemitidas por la Metal Porschung A. G.,creada por Siemem, Gutehoffhungs-hutte, Knipp y Rheinsthal. Hasta abrilde 1938, e puso en circulacin un to-tal de 12.000millones de marcos en es-te tipo de letras.

    En suma,el Estado captaba susrecur-sosms por la va de un exaordularioendeudamiento que a travs de la re-caudacin& unpuestos.En 1938, l Es-tado recaud cerca de 12.000 millonesde reicbsrnarks en unpuestos, mien&que en la misma fecha la deuda emitidaalcaaz los 18.000millones. El bloqueode los precios y salanos y la Initacindel consumo dom6sticos frenaron lastensiones inflacionistas, a pesar del in-cremento de la circulacin fiduciaria.Hacia el pleno empleoEl paro disminuyconstantemente des-de 1933.En compmcincon otras na-ciones indusdakmb, el ritmo de m-acin de empleo en Alemania fue msvivo. Los seis millones de parados de1933 descendieron a poco ms de dosd o n e s de diciembre de 1935. En elmismo mes de 1937, as cifras de parose situaron por debajo del milln. En1939se ogr el pleno empleo. En cuan-to a las magnitudes del crecimiento in-d d , lemania consiguien 1936 osniveles anteriores a la chsis de 1929.El proyecto aurrquico nazi tiene sucomplemento en las relaciones con el

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    .Cartelpublicitariodel popularVolkswagen. el utilitario quesimbolir el simbolo de"F*"onsumo de aclase media:+ .sr.;....7~,- alemana.

    . , . &%X--. .,.....a .

    mercado mundial. En este aspecto, elsistema alemn deba dvar una contra-diccin: era preUso mantener el equili-brio en los cambios Sm p r asi woy recibiendo escasos crditos. Pero lapoltica de rearme necesitaba la impor-tacin de materias estrategias y habaque comprar adems productos alimen-

    bios comerQalesen consonancia con elmodelo autrquico que evitaran eldfi-citde la balanza de pagos. En p h e r u-gar, las compras y las ventas en el exte-rior estaban reguladas por el Reichs-bank.Siun importadoralemncompn-ha en Francia entregaba el Reichsbankel montode la operacin en mascos y el

    tarios. La solucin estaba en exportarms hacia aquellos pases que no e a -vieran incluidosen la zona deldlar,delfranco o de la libra, donde era dificilcompetir porque los motivos de ptesti-gio impedan la devaluaci6n del marco.Alemania puso en marcha unos me-canismos&mgulacin& os intercam-

    h c o iquidaba al vendedor francs enoroo en divisas.las asas de d i o a-daban en funcin de las operacionesque se realizasen. En segundo lugar, laaparicin de cuentas especialesen mar-cos bloqueados. A los acreedores ex-tran@rosno se les pagaba en divisas, si-no que se convertlin en titulases de una

    cuenta en marcos bloqueados en elReichsbank para comprar mercancasalemanas. En tercer lugar, el estableci-mienm de acuerdos clearing sobretodoconlos pases delrea danubianayM-chica, que as se coloaban en la rbi-ta econmica aEste ltimo mecanismo tuvo unas re-percusiones estratgicas considerables,porque la penetracin econmica ale-mana permiti tejer una tupida red derelaciones polticas. Cuando se anali-zan con mayor detenimiento estosacuerdos claaring sorprende que lostrminos reales del intercambiofavore-cieran ms a los pases vendedores dealimentos o de materias primas que ala propia Alemania. El rgimennazi su-po sac&car los beneficios econmicosinmediatos en espera de ulteriores be-neficios polticos.Complejo industrial militarEn 1939, l &gimen nazi haba consoli-dado un p o d e m complejo indusuial-militar. En el plano econmico, estaba81emania preparada para la guerra?Larespuesta afirmativa por la que nos in-clinamos es objeto de matizaciones en-m historiadores. Tambien en aquellaepoca, integrantes de la npula miiitar ydel e n m o prximo a H f f expresa-ron sus dudas, en gran medida disipa-das por la firma del pacto g=imanwevirco de1939, ue evitaba, a mito pla-m, a guerra genemiizada. Por el mo- -mento, la elite nazi habta deseado queel binomio poder indusrtial-diplomaciade fuenahubiera seguido funcionandocuando Hitler plante la incorporacindeDan- alTercer Reidi.

    En cualquier caso, la respuesta referi-da a la preparacin de Alemania debede hacerse en trminos comparativos.En 1939, l complejo industrial-militar alservicio del nazismo no admite paran-gncon Francia e Inglaterra:es muy su-perior en niveles tecnolgims yen cali-dadproductiva.Pem,ms all del planoecon6mic0, la pujanza indusuial alema-na gener una psicologa triunfalista enamplios sectores de la opinin pblicade ese pas. Adems, la propaganda deGoebbels ~ansmionstantemente laidea del esfuem colectivo como basedelxito industrial La evolucin econ-mica,pues, gener estados de opininmuy diferenres, lo que result decisivoen los primeros tiempos& la guerra.

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    La esencia creadora de laLA RAZAPara el nazismo, la cultura era la sntesis de los valores tradicionales de laraza, hasta el punto de rendir adoracin casi religiosa a una mtica purezaprimigenia, amenzada por los intelectuales judos y marxistas.RAQUELALVAREZxplica la gnesis e implantacin de esta rancia ideologau a amplia y rica culhu-aflo una doctrina construida en torno a lasre& en la Europa del Este, ideas, ms bien las fobtas, de un indivi-en Alemania y en lo que duo, Adolf Hitler, a t a rustrado.fuera el Imperio Austro- La visin del mundo de Hitler, aunquehngaro, antes de la Gran Guerra y des- hubiera elaboraones ericas como laspus de eUa, con magnf~cos intores, de AiFred Rosenberg, Ludwig Ferdinandmsicos, escultores. arquitectos, esaito- Clauss y Hans F. K. Gunther, fue la de-res, filsofos y cientficos. El mbito en terminante de las caractersticas de laque repercuti el nazismo es mucho cultura nazi, que rechazaba todos losms ampiio que los estrictos l~nitesdel movunientosmodernos, tachndolos detemtono alemn. No s61o por la expan- anaiemanes,opuestos alespritu nrdi-sin territorial nazi desde finales de los co, ario. Y los cabecillas de todos esosanos treinta, sino por la intluencia, o movimientosC U ~ J ~ ~ Sran, fundamec-por el conglmerado pangermnico, tanevidente en el mbito cuitumi.No podemosdesconocer la existenciade esa culturd que se desarrollaba enAusvia, de las clases intelectuales che-cas y polacas. de tantos judos de zonascomplejas como Galitzia, de los hnga-ros y de grupos germano5 o gemaniza-dos desde el punto de vista lingstico, 1,ue tanto contribuyeron a la culturacentroeumpea y de los importantesn- Icleos culturales de Viena y Be&. Toda hesa cultura floreciente fue asediada, per-seguida y transformada por una nuevaculhu-a que urllizo, para instaurarse, elterror, la persecucin y tambin la sim-ple denegacin de su existencia, pormedio de la sustitucin de la cultura porRMUU ~ W E Zs invest~gadorientfico Frente al arte degenerado, los nazisdel CSIC, Departamento de Historia de la defendieron el culta al cuerpo de la raza aria.Ciencia, Instituto de Historia. Ilustraci6n de la revista Signal, 1940.52

    talmente, judos. Judos, pero tambinno judos, al frente del "arte degenera-do", del expresionismo, de los movi-mientos pictricos tan crticos con laburguesa alemana -recordemos las tre-mendas imgenes de OttoDix y de Ge-org Grosz, dedaradamente antidogmti-as on sus principios y su esttica,tanopuesta a la establecida por Hider. stelo expresa daramenteen su discurso de1937con ocasin de la exposiu6n. en laCasa del Arte Alemn de Munich, deuna muestra de ese arte puramente "ale-mn". P&lamente se hizo una expo-sicin de "arte degenerado", que permi-ta comparar las enormesdiferencias. Serefin en su discurso Hitler a la perma-nente esenua creadora de la raza ale-mana.Y seal las pautas de lo que de-ba ser el verdadero "arte alemn", unarte que pintara paisajes y escenas oam-pesinas,que pintara la familia y al jovennuevo, sano, fuerte y, sobre todo, he-mico en su lucha y colaboracin con lanacin germnica.Desgraciadamente para Hitler, tam-bin haba judos y rebeldes en la nue-va msica que, aunque en muchos ca-sos utilizara sus innovaciones, y noera el canto de Richard Wagner a losNibelungos, a las esencias de la razaalemana, sino el judo Gustav Mahler yel alemn Riehard Strauss, inspirandouna nueva forma de hacer msica. conel Crculo de Viena, encabezado por

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    Hitler defendla la superioridad racial del aiernan, que tenia una misi6n expansionista.Reconocimiento mdico de quinta, S i g ~ l , 944.Atthur Schonberg y sus discpulos An-ton von Webem y Alban Berg.

    Tambin era degenerado el teatro,con judos y marxistas imperando en i,como Bertolt Brecht, Kun Weill, LotteLenya o Max Reinhardt, el gran director.Tambin el cine estaba contaminado,pues la subida de Hitler al poder provo-c una desbandada de directores, acto-res, etc., como Fntz Lang, G. W. Pabst,Conrad Veidt, Peter Lorre, Roben Siod-mark, Max Ophls, Biy Wilder o Mar-lene Dietrich, que contribuyeron a en-grandecer el cine de HoUywood. Innu-merables fueron los escritores y perio-distas que tuvieron que huir por ser ju-dos, de izquierdas o simplementeopuestos al nazismo. con muestras ilus-tres como Stefan Zweig, Joseph Roth,Arthw Koestler o Fram Werfel -que es-

    cap en coche a travs de Francia consu mujer, no juda, Alma Mahler, Gro-pius, Wedel- y un largo etctera; y es-cntores tan significadoscomo los Mann,Hemch, Thomas, Goio, Klaus, Erika, oSebastin Haffner, que no aceptaronplegarse a esa "nueva cultura" empo-brecedora, racista y totalitaria.Arquitectura ietricaNo podemos olvidar la arquitectura yel diseo, por su importancia esencial.A Walter Gropius, que convoca en tor-no suyo a grandes creadores y a laBauhaus Era sta una escuela demo-crtica, una "casa de la constmccin",que por esa misma razn, y por la ri-queza de sus ideas, Fue cemda inme-diatamente por el nazismo. Hitler ten-dr en Albert Speer a su gran arquitec-

    to, que reflejar ia ideologa en sus po-tentes y retricas consttucciones.

    La cultura nazi tampoco aceptabaideas cientif~cas ue no encajaran en suvisin del mundo, As sucedi con lasconcepciones de Einstein sobre la rela-tividad, rechazadas esencialmente pormotivos ideolgicos, por impottantesE-sicos, ambos premios Nobel, PhilippLe-nard (1905) y Johannes Stark (1919),que se incorporaron al nazismo volun-tariamente. Ni nuevas concepcionesmdicas, como las de Freud. Se utiliza-ron las ideas de Jung del inconscientecolectivo para combatirlo.Y, claro est, un sector esencial que

    los nazis deban ocupar y transformarfue el de la ensennnza a todos las nive-les. Haba que formar el carcter comoelemento clave del nuevo Estado, por

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    Hitler visita junto aw arquitecto de cbmara, Albert Speer (derecha), lasobiarde la CasadelM e Alemn en Munich. en 1935.Artista fracasado, su gusto esttico era grandilocuente.lo tanto no slo tenan que introducircomo base de la ensefianza las ideasfundamentales de la cultura nazi, laconcepcin racista, las ideas morales,la idea de la sociedad como un todoorgnico, sino crear institucionespara-lelas que, ocupando el tiempo libre, re-forzaran las formacin con activtdadesfsicas y de gmpos, excursiones, cam-pamentos, etc., que moldearan esoselementos sociales que deban ser lamasa defensora del movimiento nazi.Se crearon as importantesoiganizacio-nes para jvenes, esenciaimente lasJu-ventudes Hitlerianas.En la Universidad,muchos profesoresfueron expulsados o eliminados;otrospermanecieron,adaptndose a las nue-

    hizo pensando en que lo que propon-an los nazis era una vuelta a la Univer-sidad como fuente crtica del pensa-miento y que no haba contribuido a laquema de iibm.Pero su figura ha que-dado, en gran medida, marcada.En fui, oda la cultura existente antesdel arribo de Hitler al poder deba ser

    reemplazada por la cultura nazi paraque la Revoluan Nacionalsocialistacumpliera con el grandioso deber decrearelhombre nuevo, el alemn racial-mente verdadero. Esto signit3cabares-ponder a una serie de principios esen-ciales contenidosen esa WeIianscbaungconsuuida por Hitler, basndose en unaserie de ideas y teoras desanoUadas,

    elementos.Para Hitlerno podia ni debahaber distincin entre la vida parti&de cada ciudadanoy la poltica. Habaque configurar la sociedad orginica-menk -tpica idea nacida en el sigloXiX, influida por el desamUo de la bio-loga-. de tai manera que toda ella seviese integradaen tomo de lo que cons-titua su ftnalidad ltima. establecida porel Partido Nacionalsocialista.ia poltica era la expresibnde la con-cepun nazi del mundo, que tena co- .mo ndeo destacar la importancia de

    ser alemn. ia poltica deba ser una to-ma de conciencia de la raza, de la san-gre y del suelo, puntos esenciales parala deiinicin nacionalswalista de la na-turaieza humana. Para que el pueblo re-cobrasesu conciencia de raza se necesi-taban "voluntad"y 'poder".

    vas ideas, sincera o Falsamente. Vktormemperer -primo de Ono memperer, LAGRAWCREACI~N AZI PUE LA INSTALACINde Orquestaque emigr a Esta- DE UNA NUEVA RELIGINQUE, CON SUS MITOSdos Unidos-, por tratarse de un judo

    casado con una aria, consigui no ser Y RITOS, SE ENFRENTABA AL CRISTIANISMOenviado a un campo de concentracin,pero no s61o h e despojado de su cate-dra de Fiiologa, sino que se le fue impi-diendo el acceso a los libros y a la lec-tura,y termin en la Casa de losJudos.El caso del filsofo Martin Heideggerfue, y es muy discutido, porque aceptel rectorado de la Universidad de Fri-burgo bajo elrgimennazi, entre 1933y1934.En su descargo, insisti en que lo

    desde el sigloXM y a lo largo del sigloXX, entro de la cultura occidental,enrelacin con las razas, la impmncia dela higiene racial y la superioridad deunas razas sobre otras.

    Las ideas eugensicas,que preconiza-ban la importancia de la herencia comodeterminantede la uansmisin de bue-nos y malos caracteres fisicos, mentales

    Para afirmar ese orgullo de raza, eramuy importante contar con un enemi-go a quien atribuir la decadencia deesa magnfica raza. Ese enemigo eranlos judos. El antisemitisirno fue ele-mento esencial de la cultura nazi. Tam-bin era necesario eliminar a quienesdegeneraranla raza, judos y no judos,enfermos o quienes no defendieranlos

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    LA ESENCIA CREADORA DE LA RAZAALEM ANIA, 193 3: LA HORA DE HITLER

    Ubro lnfaniil edlWk,pa el PatidoN&. La ilustraci6n contrasia al llmpto y trabajaUor hombrearlo can el panzudoy maligno judo, "la peor plaga de odo el Reich".princip~os e la raza alemana, la mselevada de las existentes, que necesita-ba espacio vital, expandirse y eliminara los elementosinferiores.

    Uno de 10sxitos de Hitle1 h e am-acin deuna ideologacargadade emo-tividad, que permitiera organizar estenuevo Estado basado en la pureza dela raza alemana, ideologia que tomcuerpo en 1934. ia gran creacin nazifue la instalacin de ntos y mitos quebuscaban dirigir y sugestionara la ma-sa. En d d a d , era la creacin de unanueva religin, que, aunque con ambi-gedades, se enfrentaba al cristianis-mo. Los m'tines eran verdaderos ritoslitrgicos preparados cuidadosamente.Tenemos una gran demosuaci6n en lapelcula rodada por Leni Riefenstahldel gran mitin nazi realizado en el im-presionante escenario de Nuremberg,El trhcnfo ak a mluntad, as como enla edtacin de la cultura fsica quepresenta la pelcula Olympfa, excelen-te reponaje sobre losJuegos Olmpicosde 1936,de la misma directora.Pero tambitin a nivel ms pequeose ritualizaba la vida diaria. S e izaba labandera nadonai en las escuelas, se or-ganizabgn festivales, eccenografastea-uales que eran en realidad conjuntos

    La ideologa de Ia revolucin nazi sebasaba en los ms tradicional del pen-samiento germnico.Se proyectaba ha-cia el futuro intentando reviraliar unpasado miico y se apoyaba en la mo-ra l tradicional y en la familia. Aunqueel mito del apego a la tierra era esen-cial, en realidad el nazismo defendalos principios de la moral burguesa.La exaltacin del hroe militarLa base de la nueva sociedad debh serla entrega de cada uno de sus elemen-tos a la defensay triunfo de esa sccie-dad orgnica. De ah la exaltacin delejecito y del hroe, de quien se entre-gaba a ese programa de recuperacinde la raza alemana. A la vez; se deni-graba el intelectualismo porque se per-dan las races de la raza y el pueblo.Pero la sugestin de las masas debaobtenerse en todo el campo de la tul-tura: literatura, pintura, escultura, ar-quitectura, teatro, cine y educacin ge-neral. Por ello, era imprescindible lim-piar todos esos ambitos de cualquierenemigo de la revolucin nazi, cuyaideologa se basaba en lo ms radiao-nal del pensamiento germnico.

    Aunque planteada como revolucin,la ideologa nazi quera revitalizar un

    ra que no admita cambios ni transfor-maciones; mucho menos, criticas. Erauna cultura que estableca una "ver-dad" que debh ser aceptada como da-da, inmutable,eterna, tan incontestablecomo el concepto de raza ada.Ouo delos triunfos de los nazis fue la rapidezcon que esta concepcinfue puesta enprctica, inmediatamente despus deque Hitler fuese nombrado cancillerdel Reich. Por un lado, se despleg lacensura sobre libros, semanarios y pe-ridicos extranjeros y se estableci unrgido control de todas las manifesta-ciones literatias y ansticasdelpis . Porotro, se estableci-gracias a la periciay actividad de Joseph Goebbeis- unapropaganda permanente por medio dediscumos, emisiones de radio, publica-ciones y mtines masivos que despena-ban el entusiasmo del pblico. Las pri-meras acciones culminaron con la que-ma pblica de libros en todas las ciu-dades, base inicial de una nivelacincultural y social.Pero esencial fue tambin el aisla-miento de la naan, de tal manera quedentro del cerco montado, sin informa-cin sobre el exterior ni desde el este-rior,se poda indicar a cada uno el ca-mino a seguirpara ser un buen alemn.Seengiobd a profesionales y obrerosenuna completa red de entidades creadaspor el Partido, de afiliacin obligatoria,as5 como las otras entidades agrupaban -a la gente fuera de la pmfegin o acvi-dad, controlandosu vida pnvada, comolas citadasJuventudesHitlerianas o lasMadres Alemanas. Lleg un momentoen que el lniteentre la esfera privada yla pblica desapareci: el Panido nazimanejaba todos Los hos de la nacin.Naci el Estado totalirario.

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