donn welton - mundo como horizonte....pdf

Upload: charleston-souza

Post on 14-Apr-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    1/16

    El mundo como horizonte

    trascendental1

    Donn Welton

    En la ltima instancia del anlisis, toda la cuestin es comprender cul es la rela-cin, en nosotros mismos y en el mundo, entre sentido y la ausencia de sentido.2

    En el corazn del sujeto mismo descubrimos, entonces, la presencia del mundo.3

    Merleau-Ponty

    Existen diferentes maneras en las que se puede situar a Edmund Husserl en con-

    traste con lo que yo llamara la interpretacin estndar4, pero, aquella que qui-

    z resulta ser la ms sorprendente de todas es la armacin -tan perturbador

    y radical como esto pueda sonar- de que la intuicin ms perdurable y prome-

    tedora de Husserl no es su caracterizacin de la subjetividad en trminos de

    una teora de la intencionalidad, sino su caracterizacin del mundo. Es sta la

    nocin que mantiene a Husserl y al Heidegger de Ser y tiempo,contrariamente

    a su mutua y dura impresin de discordancia, dentro del mismo campo de dis-

    curso.5 Adems es esta nocin, una vez modicada adecuadamente, la que vie-

    ne a desplazar a aquella de subjetividad en los trabajos de Derrida y Foucault.

    Por supuesto, esta primera contraposicin entre subjetividad y mundo es sim-

    plemente falsa, esto es, ya superada por el concepto fenomenolgico de mundo. El

    mundo, como sugeriremos, es un vnculo de signicacin. Y en la medida en que el

    mundo es un vnculo de signicacin, la subjetividad est develada y desplegada enl.6 Nuestra tesis debe ser formulada de distinta manera. Si Kant mostr la funcin

    fundadora de la subjetividad trascendental, entonces el descubrimiento ms perdu-

    rable de Husserl consisti en mostrar cmo una caracterizacin trascendental de la

    subjetividad y una caracterizacin trascendental del mundo se median mutuamente.

    Al mismo tiempo, existe poco acuerdo justamente en cmo debe ser com-

    prendido mundo, primero, en el contexto del desarrollo de una diferenciacin

    hecha por Husserl entre la fenomenologa esttica y la fenomenologa gentica,

    y, segundo, en el contexto de una semntica pragmtica (por ejemplo, del tipoque encontramos en Brandon y Habermas). Este ensayo mantendr dentro de su

    atencin a lo primero a n de proporcionar no tanto una crtica, sino los funda-

    mentos para una crtica de lo segundo. Si hubiera tenido tiempo de abordar la

    semntica pragmtica, mi apuesta sera que ella opera mediante una reduccin

    implcita del mundo, una que socava su carcter horizontal. Pero en este ensayo

    me limitar a una explicacin positiva de cmo funciona la nocin del mundo en

    una semntica fenomenolgica. Debemos mucho a Husserl por la nocin de hori-

    zonte, sin embargo, el anlisis del mundo que me gustara ofrecer aqu no es tantouna exposicin de su concepto como mi propia elaboracin y apropiacin de l.7

    El problema fenomenolgico del mundo se origina en el hecho de que toda ten-

    La lmpara de Digenes, revista de losofa, nmeros 12 y 13, 2006; pp. 98-113.

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    2/16

    tativa cientca por conceptualizarlo descansa en una actitud que slo es capaz

    de aprehenderlo como una clase de complejo natural. De acuerdo con Husserl,

    esta actitud se denomina la actitud natural. En la actitud natural el mundo,

    en cuanto mundo, se retira. En cada discusin cientca el mundo enmudece.

    Las ciencias no aprehenden el mundo equivocadamente sino objetivamente,

    esto es, ellas son capaces de aprehender el mundo slo como algo que tiene el

    carcter de un objeto. Lo que conrma esta aprehensin es precisamente que el

    mundo aparece de esta manera. No obstante, aquello que hace posible el apa-

    recer del mundo de este modo no es en s mismo una aparicin. La mundanidad

    del mundo nuca puede manifestarse como algo que tiene el modo de ser de un

    objeto ni, por tanto, como el campo de una investigacin cientca objetiva.

    La losofa tambin puede estar apresada en la actitud natural. En este

    caso, el mundo que aparece de esa manera se vuelve en s mismo una aparien-cia (Schein). Uno de los primeros malentendidos sobre el mundo, an sin resol-

    ver, ha sido tratarlo como si fuera un ambiente natural o una realidad socio-

    histrica o la totalidad o el conjunto de tales mundos. Pero el segundo libro de

    Ideas8 de Husserl ya nos advierte del error: los ambientes naturales, los dominios

    psicofsicos y los medios sociales o culturales deben ser tratados como onto-

    logas regionales y, como tales, se encuentran situados al interior del mundo.

    Aunque se evite el primer error, sin embargo es fcil caer en un segundo: el

    mundo es la totalidad de todos los mundos regionales.9 Mas el primer libro deIdeas10 contradice esta interpretacin: el concepto de totalidad es puramente for-

    mal. Como tal, este concepto de mundo no es trascendental, y ms bien necesita

    un sustento trascendental, tal y como lo comprendieron mejor que cualquiera de

    sus contemporneos, primero Husserl y luego Heidegger. La ltima transformacin

    hecha por Husserl de su nocin inicial de mundo en aquella de mundo de la vida

    intensic su11 lucha en contra de cualquier error de interpretacin positivista del

    concepto de mundo. En un esfuerzo por capturar esta diferencia entre un concepto

    objetivista y un concepto trascendental, Husserl y luego Heidegger, caracterizaronal mundo como horizonte, y horizonte como un vnculo de signicacin que no slo

    sita nuestros mltiples discursos sobre diferentes regiones, sino tambin a las

    regiones mismas. Pero, qu signica esto? Qu queremos decir con vnculos de

    signicacin? Tienen ellos una estructura interna? Cmo estn relacionadas con

    nuestra habla cotidiana acerca de las cosas a la mano, nuestras explicaciones ms

    complejas sobre las distintas regiones y las regiones mismas? Especialmente, resul-

    ta molesta la pregunta acerca de qu es lo que abre en primer lugar al mundo en

    cuanto mundo. Dicho de otra manera: cmo se puede salir de la actitud natural?

    Disonancia y desintegracin

    Existen diferentes maneras para alcanzar la nocin de mundo, pero para este

    ensayo me gustara utilizar un caso particular que nos permita ver la conexin

    interna entre campos de experiencia y diferencias en la estructura del mundo.

    Merleau-Ponty nos recuerda constantemente que las rupturas en el transcurso nor-

    mal de la experiencia y de la vida nos dan la mejor manera de ver cmo la expe-

    riencia est constituida normalmente. Esto es verdad especialmente para aquellas

    dimensiones de la experiencia escondidas bajo el discurso. En cuanto mtodo, la

    fenomenologa rechaza las deniciones estipulativas y necesita que sus conceptos

    articulen la urdimbre y la trama de los diversos campos que ella somete al anlisis.

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    3/16

    00

    Usar estas dos intuiciones para analizar la fascinante historia de Helen Keller.12

    Helen Keller naci en 1880 en Alabama, a la edad de diecinueve meses le

    sobrevino lo que fue vagamente descrito como una congestin aguda del es-

    tmago y de la cabeza, lo que la dej completamente ciega y sorda. Ella ha-

    ba podido aprender a imitar no slo los gestos y las acciones de otros, sino

    tambin un par de palabras como t y agua, pero su enfermedad la su-

    mergi en un mundo de silencio y oscuridad. Tal y como ella lleg a expresar-

    lo algunos aos despus, eso la dej nicamente con algunos rastros de me-

    moria, irreales, como una pesadilla, de campos verdes y cielos luminosos.13

    Nada concuerda entre estas cuatro palabritas para que puedan capturar

    el sentido en que los acontecimientos fueron tan absolutamente abrumado-

    res para esta pequea nia. Lo que ella experiment no slo fue un sentimien-

    to de disonancia. La disonancia siempre est organizada teleolgicamente porla unidad, por la anticipacin de una resolucin venidera. El contenido de una

    fase momentnea est conectado con aquel de la prxima en lo que Husserl,

    en uno de sus manuscritos de cursos, llama pertenencia integral o cohesi-

    va (Zusammengehrigkeit).14 Un acontecimiento puede ser diferente de lo que

    hemos experimentado anteriormente pero tiene lugar dentro de un mundo es-

    table y familiar, que con el tiempo llega a ser integrado. Pero, mientras que su

    enfermedad se desarroll, cualquier disonancia que ella pudo haber sentido se

    transform en desintegracin. Con la prdida de las voces de otros, su pequeomundo se torn irreal; con la prdida de la vista, ste se volvi una pesadilla.

    Trasfondo

    Afortunadamente, ella sobrevivi a la enfermedad. Una vez que estuvo fuera de

    la cama, sus manos tomaron el lugar de sus ojos hundidos a medida que comen-

    z a tocar todo lo que estuvo a su alcance y, luego, a explorar los cuartos y el

    patio, los que se convirtieron en su derredor. Ella recogi, a travs del tacto, el

    olfato y el gusto todo lo que su entorno le ofreca, dominando con ello un tipode familiaridad perceptual, que de otro modo, quizs, la vista y el odo hubieran

    podido extinguir. Su propio recuento de esta etapa de su experiencia es corto, sin

    embargo, con base en estudios recientes, sabemos que la integracin de cosas en

    nuestra manera de actuar sobre ellas y, por tanto, el modo en que stas interac-

    tan con nosotros, constituye la primera signicacin sensible de todo lo que

    encontramos en nuestros alrededores. Inicialmente, la signicacin se constitu-

    ye, no en los actos de habla, sino a travs de los actos corporales en los cuales

    tomamos lo que est a la mano y lo usamos en la prctica o cedemos ante susdemandas y las posibilidades que ofrecen. Colocar una piedra frente a una puerta

    abierta devela su signicacin como un tope; la accin de agarrar con la mano

    una vara y usarla para tantear el piso y las paredes es lo que la determina como

    un bastn para ciegos; correr en medio de una tormenta y colocarse debajo de

    la saliente de una roca es una accin que ofrece la presencia de aquella como

    un refugio. Aqu la percepcin, sugerir, emplea esquemas de discriminacin que

    todava no son esquemas de diferenciacin. Sigamos a Husserl, a Heidegger y a

    Merleau-Ponty y llamemos a este tipo de signicacin sentido (Sinn, sens) y des-

    de el principio no habr que confundirlo con signicado [meaning] (Bedeutung),

    el cul ser el foco de nuestro anlisis de las descripciones y las proposiciones.

    Los sentidos de las cosas, sugiero, surgen en el curso de nuestra interaccin

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    4/16

    0

    corporal con ellas. En cuanto esta interaccin es frecuente, y quiz dirigida usual-

    mente por el habla, sta no la requiere, ni es ella la signicacin y la determina-

    cin de las cosas a la mano [ready-to-hand] producida en s misma por la manera

    en que ellas estn tomadas en las descripciones. Hay otro nivel de constitucin

    que est en marcha, uno sugerido por las acciones del cuerpo y la manera en que

    la discriminacin perceptiva est organizada en s misma. El espacio me permi-

    te sugerir slo dos facetas de este fascinante y complejo nivel de constitucin:

    1. La interaccin entre perles y, luego, entre perles y el objeto tomado

    como un todo, est organizada de tal modo que, en la percepcin, el objeto como

    un todo excede cualquier perl o conjunto de perles que medien su presencia

    tal y como es dada simultneamente en s misma, en y a travs de ellos. Los

    perles apuntan a otros perles an por aparecer, no porque ellos sean signos

    que estn sometidos a alguna clase de interpretacin conceptual, sino debidoa otra relacin muy distinta: la de la indicacin. A medida que un perl indica

    a otro, la concatenacin de perles indica al objeto como un todo. Lo que ex-

    plica a esta organizacin es el hecho de que el objeto tiene un sentido, y que

    este sentido es lo que explica la manera en que los perles estn ligados ac-

    tual y virtualmente en el objeto, dndole la determinacin precisa que tiene.

    2. Sin embargo, los perles tambin tienenperspectivas. La inclusin del per-

    ceptor olvidado, naturalmente es requerida por el hecho de que la interaccin

    entre el perl y el objeto aparece a o comparece para el que est situado enrelacin con el objeto. Pero esto supone que aqul que se est implicando con el

    objeto es un perceptor encarnado. Debido a que el perceptor est en o tiene un

    cuerpo, por un lado, el campo perceptual ejerce una inuencia afectiva sobre

    el perceptor, y, por otro lado, est implicado efectivamente por el perceptor. Al

    ejercer una inuencia afectiva sobre el perceptor, el objeto percibido da lugar a

    cierta sntesis esttica, que Husserl habra llamada sntesis pasiva, que expli-

    ca la determinacin temporal, espacial y material de los objetos perceptuales.15

    Merleau-Ponty hablaba de este nivel de organizacin afectiva y perceptiva en tr-minos de la interaccin entre la gura, el fondo y las Gestalten, que regula esta

    interaccin. Al mismo tiempo, el perceptor toma una posicin corporal que permi-

    te la percepcin del objeto por medio de una serie de acomodaciones y movimien-

    tos relativos al objeto. Incluso el ojo estacionario, Husserl lo dice en un momento

    dado, es un modo del yo puedo. El perceptor, en cuanto el lugar del movimien-

    to, es Leib, cuerpo vivido, el cuerpo comprendido no como un objeto sino como un

    repertorio de acciones corporales posibles. El cuerpo vivido consiste en programas

    motores, exibles y corregibles, que dan cuenta del modo en que el cuerpo estimplicado en entornos y, luego, del modo en que el cuerpo manipula, usa, y en

    ocasiones abusa de las cosas que toma entre las manos. Una vez establecidos, es-

    tos programas se convierten en hbitos. Podemos llamarlos esquemas corporales.

    La interaccin estable entre, por un lado, estilos de asimilacin perceptiva y

    discriminacin y, por otro, entre los esquemas de movimientos corporales y las aco-

    modaciones, da cuenta del modo en que existe un mundo habitual y constante en el

    cual y ante el cual nuestras acciones particulares tienen lugar. Quisiera llamar a este

    mundo trasfondo. Permtaseme presentar esta distincin de la siguiente manera:

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    5/16

    0

    Tipo de acto o accin y

    tipo de objeto

    Categora de

    acto y accin

    Signicacin Estructura de

    horizonte

    Horizonte

    Percepcin afectiva y

    efectiva Lo que est a la mano[ready-to-hand]

    Percepcin

    Esquemascorporales

    Sentidos en cuanto

    esquemas dediscriminacin

    Red de sentidos

    controlados porimplicacionesindicativas

    Trasfondo

    Figura 1. Mundo como trasfondo

    Llevadas a cabo estas distinciones, permtaseme sugerir que la primera tarea con

    la que tuvo que lidiar Helen Keller fue la de recongurar la relacin entre perl

    y objeto. Habiendo perdido la visin y la audicin, el tacto se convirti en la mo-

    dalidad perceptual dominante, la cual exiga en s misma una coordinacin msestricta entre el sentido perceptual y los esquemas corporales. Para ella, la cuali-

    dad del objeto era determinada principalmente por la sensacin del objeto, la

    cual slo se encontraba en y tal como era dada al contacto con su mano. Al mismo

    tiempo, ella tena que rearticular el espacio en donde se mova. Las co-ordena-

    das espaciales vividas son contrastes esenciales de la organizacin de la accin

    corporal, pero ellas tienen que ser reconstruidas completamente en trminos del

    tacto virtual. La diferencia entre cerca y lejos lleg a ser completamente determi-

    nada por la oposicin entre lo que est a mano y lo que est fuera de alcance; elcontraste entre izquierda y derecha era una funcin de la extensin de sus brazos,

    primero de un modo y luego de otro; el arriba y abajo estaban correlacionado

    con llegar arriba y abajo. Los lmites de su entorno estaban determinados por las

    paredes que impedan su marcha, por los pasos hacia abajo de donde ella pudo

    haberse cado, por el suelo irregular que amenazaba con derribarla. El espacio

    vivido surgi, entonces, como una funcin de su cuerpo sintiendo su camino.

    Su horizonte de signicacin estaba constituido a travs de la relacin in-

    terna entre sensacin y sensibilidad. En el lenguaje que estamos usando,

    ella estaba confrontada con la tarea abrumadora de reconstruir un trasfondo.

    Aunque su marco era completamente social, ella nos ayuda a comprender que

    existe un tipo de involucramiento con los otros y con las cosas que an no est con-

    gurado por el habla. A medida que ella creca en su familiaridad con su entorno,

    tena un deseo creciente de implicarse con otros. Ella lo llam comunicacin,

    pero en realidad se trata de una asociacin entre gestos y objetos o eventos. Sus

    seas eran nicamente acciones corporales que no expresaban sino que indicaban

    objetos u otras acciones ms. Un movimiento de cabeza indicaba no y otro

    s; un jaln sealaba venir y un empujn ir. Si ella quera helado para

    comer, imitaba la accin de girar de la mquina de helados y tiritaba, insinuando

    fro. Si quera ir a buscar huevos de Pascua con su amigo en los pastizales altos,

    doblaba sus manos y las pona en el suelo, lo que apuntaba a algo redondo en el

    pasto.16 Si queremos hablar de estos gestos vistos como signos, entonces, tomando

    prestada una distincin importante de Husserl, debemos pensar en ellos como

    indicadores (Anzeichen) y no como expresiones (Ausdruck). Ellos operan como

    indicaciones, puesto que funcionan no para sustentar un signicado (Bedeutung),

    en virtud del cual el signo se reere a un objeto, sino como marcas (Merkzeichen)que asociamos con los objetos o acciones que atraen nuestra atencin.17

    Aunque ellos funcionaban como un puente en el camino hacia el lenguaje,

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    6/16

    0

    esos gestos todava no eran habla. No est de ms insistir en la importancia de

    este punto ya que l nos permite llegar a la estructura particular del sentido de

    la percepcin. En esta etapa, el involucramiento de Helen slo estaba organiza-

    do por tipos. En fenomenologa, un tipo o cualidad, visto como constitutivo de

    la experiencia, es caracterizado como un sentido perceptual (Sinn). Un sentido

    perceptual, para reunir las observaciones de esta seccin, es un esquema que

    genera y es generado por: (a) la familia de indicaciones que motivan el movi-

    miento de un perl al otro y que da su presencia tangible a un objeto particular;

    (b) por el patrn temporal exhibido en ese movimiento; c) por la modalidad par-

    ticular de discriminacin que est puesta en marcha; (d) por el tipo de accin

    particular que constituye nuestro involucramiento con un objeto de este tipo;

    y (e) por los esquemas corporales que organizan dichas acciones. No slo con la

    prdida de la visin y la audicin, sino tambin con la prdida de su manera demoverse en su derredor, los esquemas preceptivos de Helen quedaron congu-

    rados de manera diferente que los de las personas que pueden ver y escuchar.

    Si vinculamos los conceptos con el lenguaje, como lo haremos en breve, enton-

    ces, podemos decir que los tipos no son conceptos. El valor especial de los gestos

    imitativos como los de Helen es que ellos permiten una articulacin limitada de

    tipos en cuanto tipos, es decir, en un estilo que es apropiado para ellos. Fue a tra-

    vs de la sonoma de sus gestos que estos tipos estaban indicados y presentados.18

    Contexto

    Si Helen hubiera permanecido encerrada en su muda oscuridad, la inmensa riqueza

    e incluso el misterio del mundo hubiera permanecido velado para ella. De manera

    interesante, la presin interna por vencer los lmites impuestos por su enfermedad

    fue motivada por el sentimiento frustrante de su propia diferencia con los otros:

    Yo haba notado que mi mam y mis amigos no usaban sea-les tal como yo lo haca cuando ellos queran hacer algo, sinoque hablaban con sus bocas. A veces me quedaba parada entredos personas que estaban conversando y tocaba sus labios. Yono poda entender y era desconcertante. Mova mis labios y ges-ticulaba francamente sin resultado. En ocasiones, esto me hizoenojar tanto que pateaba y gritaba hasta quedar exhausta.19

    Hacia esa poca, su familia contrat los servicios de Anne Sullivan, una maes-

    tra que conseguira ensearle el lenguaje de seas. Sus esfuerzos progresaron

    al punto de que Helen era capaz de imitar la formacin de letras. Ella pensaba

    en ello como si se tratara de un juego e imitaba los distintos movimientos de lamano de la seorita Sullivan en la palma de su propia mano, y quedaba encan-

    tada cuando obtena correctamente una letra o una serie de letras. Pero estas

    series an no eran palabras, todava no eran expresiones. Como ella lo cuenta:

    Cuando nalmente consegu hacer las letras correctamente, me exal-taron un placer infantil y orgullo. Baj corriendo las escaleras haciami mam, levant mi mano e hice las letras para mueca. No sabaque estaba escribiendo una palabra o incluso que las palabras existan;yo simplemente imitaba como un mono y haca mover mis dedos.20

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    7/16

    0

    Reiteradamente, la seorita Sullivan trat de ensearle que m-u--e-

    c-a, deletreado en su mano, poda aplicarse no slo a la nueva mue-

    ca en su regazo, sino tambin a su mueca de trapo favorita que estaba en

    la esquina. Pero estos esfuerzos fueron en vano y desalentaron a la seori-

    ta Sullivan. Todo esto cambi un da tibio y soleado. Helen lo recuerda bien:

    Andbamos por el camino hacia al casa del aljibe atradas por lafragancia que emana de las madreselvas. Alguien estaba sacan-do agua y mi maestra puso mi mano en el chorro. A medida quela fresca corriente chorreaba sobre una mano, ella escribi en laotra la palabra agua, primero lentamente y luego rpido. Mequed quieta, toda mi atencin se enfoc en los movimientos desus dedos. De repente sent una vaga conciencia, como de algo ol-

    vidado -la emocin de un pensamiento que regresa-; y de algunamanera, el misterio del lenguaje me fue revelado. Entonces supeque a-g-u-a signicaba el algo maravilloso y fresco que estabauyendo sobre mi mano. La palabra viva despert mi alma, le dioluz, esperanza y a ti, la liber! Todava haban barreras, es ver-dad, pero barreras que con el tiempo pudieron ser eliminadas.21

    Esto trasform por completo la relacin de esta nia ciega y sorda con todo lo

    que la rodeaba, incluso le proporcion una segunda vista:

    Dej el aljibe deseosa de aprender. Todo tena un nombre y cadanombre daba vida a un nuevo pensamiento. Cuando regresamos a lacasa, cada objeto que tocaba pareca vibrar de vida. Esto era porqueyo vea todo con la extraa y nueva vista [sic] que me haba llegado.22

    Tal vez podramos decir que uno de los efectos cruciales de su adquisicin

    del habla fue una emancipacin de su mundo en cuanto trasfondo. Su mundo

    ya no estaba congurado slo por paredes, puertas, y pasillos, que limitaban y

    dirigan sus movimientos; por programa de refuerzos negativos y positivos queconstrean o alentaban sus acciones; por cosas no vistas y personas que

    no entendan. Ms bien, su mundo cobr vida con un tipo diferente de signi-

    cacin, una que era compartida con los otros, y de ese modo interconectada

    en maneras que invitaban al asombro. Yendo ms all del trasfondo, el mundo

    se transforma en contexto: Por primera vez ella adquiri expresiones y, lue-

    go, adquiri combinaciones de ellas en series que infundieron vida a las cosas.

    [Ese verano] no hice nada ms que explorar con mis manos y apren-der el nombre de todos los objetos que tocaba; y entre ms cosastocaba y aprenda su nombre y su usos, ms dichoso y con ms con-anza creca mi sentimiento de parentescocon el resto del mundo.23

    Su propia descripcin nos invita a hacer una pausa. Ni la redaccin de a-g-u-a escrita

    en su mano por la seorita Sullivan, ni siquiera su asociacin con el agua cambi. Lo

    que cambi es el hecho de que ella capt el signo como una expresin que puede ser

    usada para referirse al agua una y otra vez. En la fase temprana de la adquisicin

    del discurso en la etapa de ideas vagas, como deca ella24 su dominio concep-tual estaba ligado principalmente al uso de las cosas. Fue su funcin y el modo

    en que estn integradas tpica e irreexivamente en nuestro involucramiento

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    8/16

    0

    con ellas, que los trminos de Helen se convirtieron en expresiones. Al principio,

    los signos son nicamente un modo de ir con las cosas y seguir adelante con los de-

    ms. Quisiera sugerir que el signicado de una expresin no es tanto un concepto,

    como un esquema conceptual que diferencia esto de aquello, permitindonos ha-

    cer cosas mientras navegamos en nuestro alrededor. La red que vincula una expre-

    sin con otra es regulada principalmente por la manera en que un uso-valor impli-

    ca a otro. Pero para argumentar esto, primero debo completar la historia de Helen

    y establecer todava una tercera caracterizacin del mundo que est en marcha.

    Campos

    Entusiasmada y precoz por su descubrimiento, Helen fue impulsada a

    aprender. Con el desarrollo de su habilidad para entablar dilogo, su fas-

    cinacin por las cosas pronto se convirti en una bsqueda por su ser. Sumundo cobr vida con una signicacin que invitaba a la exploracin.

    En un inicio, cuando mis maestros me contaban sobre unacosa nueva, yo haca muy pocas preguntas. Mis ideas eran va-gas y mi vocabulario inadecuado; pero cuando mi conoci-miento sobre las cosas aument, y aprend ms y ms pala-bras, mi campo de investigacin se hizo ms amplio, regresan-do una y otra vez al mismo tema, ansiosa de ms informacin.25

    Aprend cmo el sol y la lluvia hacen crecer del suelo a cadarbol que es agradable a la vista y bueno para la comida, cmolas aves hacen sus nidos, viven y emigran de una tierra a otra,cmo la ardilla, el ciervo, el len y cualquier otra criatura en-cuentra comida y refugio. Cuando mi conocimiento de las cosasaument, sent ms y ms placer del mundo en el que estaba.26

    Con este aumento, su habla se volvi ms precisa. La vaguedad dio lugar a

    expresiones exactas; su discurso se movi de lo cotidiano a descripciones pre-

    cisas, del tipo de las que son verdaderas para campos diferentes de indaga-ciones reexivas. Como en toda ciencia, sus signicados se transformaron en

    conceptos que podan ser denidos y claricados. Con esto, las diferencias lle-

    garon a ser distinciones. Su uso maravilloso y preciso del lenguaje se extendi

    ms en la mediada en que ella tomaba la pluma y escriba con una rica pro-

    sa descriptiva, tanto sublime como sensitiva, ganando lo que primero le fue

    negado, una habilidad para abarcar el todo del ser. Pero qu otra mejor ex-

    plicacin puede haber para esta subsiguiente transformacin del mundo?

    Increblemente, el amor de Helen por aprender la llev al punto de poderllenar los requisitos para entrar al Radcliff College. Tomemos otra ancdota bas-

    tante sincera que ofrece Helen de los cursos que tom all en su segundo ao:

    Este ao es el ms feliz porque estoy estudiando materias que me in-teresan especialmente: Economa, Literatura isabelina, Shakespearecon el profesor George L. Kittredge, y la Historia de la Filosofacon el profesor Josiah Royce Sin embargo, la universidad no es laAtenas universal que yo pens que era. All, uno no se encuentra

    cara a cara con los grandes o los sabios; uno ni siquiera siente sutoque vivo. Ellos estn ah, es verdad, pero parecen momicados.27

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    9/16

    0

    Estas oraciones funcionan como aseveraciones en las cuales distintos hechos son

    presentados ante nosotros. Las llamo aseveraciones por la simple razn de que

    ellas son propuestas no slo como descripciones, sino como descripciones que

    son verdaderas, es decir, son descripciones que pretenden presentar hechos que

    existen en realidad. No son ofrecidas como segmentos de una historia imagina-

    ria o como un poema o una plegaria. Tampoco es el caso de que las descrip-

    ciones sean usadas para coordinar nuestros esfuerzos para construir una cabaa

    de madera, ni tampoco se trata, tal vez, de platicar mientras pasamos la tarde

    en dichas labores. Ms bien, un inters diferente est en marcha, uno contro-

    lado por la obligacin de decir la verdad, de ofrecer una explicacin tanto de

    los eventos que tienen lugar, como de lo que la escritora misma experiment.

    Hemos hablado de armaciones que presentan hechos, pero cmo de-

    bemos dar cuenta de esto? Esta pregunta surge porque las aseveraciones noslo ponen hechos a la vista, no slo nos permiten llegar al encuentro de he-

    chos. Ellas tambin presentan cosas desde cierta perspectiva al ofrecer cier-

    to enfoque o interpretacin de las cosas que estn a la mano. Ellas conlle-

    van una organizacin conceptual de s mismas que contribuye a la mane-

    ra en que los hechos vienen a la presencia. Cmo debemos entender esto?

    Una respuesta comn a esta pregunta, como podramos encontrar en Frege

    o en Strawson, introducira una distincin entre el signicado y la referencia y,

    entonces, analizara las distintas maneras en las que los sujetos lgicos y los predi-cados lgicos funcionan en las proposiciones. Una vez que la oracin es formulada

    en la forma cannica S es p, el signicado del trmino predicado en particular

    es interpretado como un concepto que ordena o caracteriza al (a los) objeto(s)

    indicado(s) por el sujeto lgico. Sin embargo, debe prestarse atencin al hecho de

    que en las aseveraciones ya est en marcha un proceso de indagacin reexiva y

    de claricacin que contribuye a que construyamos predicados como conceptos y

    conceptos como idealidades. Debido a este proceso, el signicado de los trminos

    predicados de una aseveracin es formulado como un concepto cuyo contenido-contenido que incluye las caractersticas que un objeto tendra que tener para

    estar a su alcance- est determinado por una relacin de implicacin lgica inclu-

    so con otros conceptos y armaciones. A su vez, los conceptos estn situados en

    campos disciplinarios y campos cientcos con distintas estructuras de implicacin

    que controlan a los conceptos y a las aseveraciones que forman dichos campos.

    Decir que los objetos estn presentados desde cierta perspectiva conceptual por

    las aseveraciones, signica entonces simplemente que ellos, siendo distinguidos o

    escogidos por el sujeto lgico, estn clasicados o caracterizados por estos pre-dicados, y de ese modo, integrados en campos que compiten. Esto lo podemos

    encontrar en el relato autobiogrco de Helen, aunque est especialmente enfa-

    tizado en los libros de texto y en los trabajos escolares. Un tipo de crtica ya est

    puesta en marcha. En este nivel de reexin, lo que hace a dichos conceptos ob-

    jetivos y rigurosos, como alguna vez los calic Husserl, es el hecho de que son

    gobernados por reglas. Aunque dependientes del campo, ellos son independientes

    del contexto en el sentido de que ellos no son trminos ocasionales o inexac-

    tos. Y esto es precisamente lo que el discurso riguroso se esfuerza por conseguir.

    Podemos resumir de la siguiente manera esta explicacin de la for-

    macin de las aseveraciones sugerida aqu y ms arriba en este ensayo:

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    10/16

    0

    Tipo de acto oaccin y tipo de

    objeto

    Categora deacto o accin

    Signicacin Estructura dehorizonte

    Horizonte

    Armacin de

    una proposicin Hecho

    Discurso

    representativo

    Signicado en

    cuanto conceptosarticulados a travs

    de reglas

    Matriz de las

    distincionesgobernadas por la

    coherencia lgica yconsecuencia

    Campos

    regionales odisciplinarios

    Figura 2. Mundo como campo

    Transformaciones de los horizontes

    De cualquier manera, lo que generalmente pasa inadvertido en este tipo de anlisises que las armaciones no son modos de hablar primitivos o irreductibles desde las

    que se derivan todas las dems. Ellas mismas son el resultado de trasformaciones

    especcas de la manera en que las oraciones declarativas funcionan normalmente

    en las circunstancias de todos los das. Existen incontables situaciones en las que

    intercambiamos oraciones que tienen la forma S esp que no estn involucradas

    con asuntos que representan hechos correctamente, sino con dirigir, controlar,

    mejorar, desalentar, reducir, implementar y facilitar nuestro trabajo conjunto.

    ste es el lenguaje que posibilita nuestro involucramiento en situaciones. En estas

    situaciones, nuestras descripciones mismas funcionan mucho ms como herramien-

    tas que nos permiten trabajar junto con los otros en labrar la tierra, construir una

    casa o mantener las vas del ferrocarril, que como espejos que reejan el mun-

    do. Ellas presentan en lugar de representar. Ellas develan en lugar de velar.

    Se debe poner atencin en que el hablante a menudo reporta un hecho despus

    del evento. La descripcin an presenta el hecho, pero ahora es un hecho que al ser

    algo pasado est ausente. Colocar la distincin modal entre ausente y presente del

    lado de lo que est presentado, nos evita el error de decir que desde el momento

    en que el referente est ausente, la serie debe remitir a un contenido ideal o signi-

    cado que est presente en s mismo y que, de algn modo, obra en lugar de lo que

    est ausente o lo proyecta. Tenemos dos componentes en el caso del habla prctica:

    el enunciado que est siendo usado descriptivamente y el hecho (ausente o presen-

    te). El signicado no es un tercer componente, sino un esquema de diferenciacin

    que permite a quien habla usar la oracin para articular el hecho. Slo en el caso

    de las aseveraciones podemos hablar de tres componentes, a saber, la oracin bien

    formada que es usada por el hablante como una aseveracin, el contenido proposi-

    cional (el operador dectico y el concepto) que forma el signicado de la oracin,y el referente o el hecho (presente o ausente) que ella pretende representar.28

    Sin embargo, para entender mejor la diferencia entre descripciones y aseve-

    raciones, se debe entender cmo las segundas son derivadas de las primeras.29

    Generalmente, aislamos una descripcin en cuanto descripcin cuando interrumpi-

    mos lo que de otro modo sera el ujo de dilogo ininterrumpido (que facilita nues-

    tro estar involucrados en situaciones) y reexionamos acerca de lo que est siendo

    propuesto por el hablante. Este distanciamiento y reexin, a veces explcito, a

    veces implcito, es operativo en cualquier informe que sea tomado como una pro-posicin. Podra haber muchas razones para hacer esto. Tal vez las circunstancias

    presentadas en la descripcin del hablante no concuerdan con lo que experimen-

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    11/16

    0

    tamos o lo que sabemos que es el caso. Nuestra actitud normal de creer y acep-

    tar es remplazada por el cuestionamiento. Quiz la descripcin es ofrecida como

    respuesta a un periodista que nos est preguntado sobre lo que de hecho vimos, y

    que nos solicita informacin veraz. Quiz la descripcin tomada en s misma es tan

    alarmante que estamos abrumados y no podemos creer o estar de acuerdo con lo

    que escuchamos. O quiz la oracin es simplemente confusa. En cada uno de estos

    casos, la descripcin es reformulada como una aseveracin, como una proposicin

    que es ofrecida por el hablante, a la que luego podemos interrogar en trminos de

    su signicado y, luego, de su referente. La diferencia entre contenido conceptual

    y referencia, y por ende la manifestacin del contenido proposicional en cuanto

    ideal, es generada en s misma pragmticamente en respuesta a preguntas o

    asuntos que surgen de los esfuerzos por captar el mundo de manera verdica.

    Siempre debemos recordar que las descripciones son segmentos de dis-curso, expresiones orales ofrecidas en el dilogo. Las aseveraciones son de-

    rivadas de nuestras reexin acerca de descripciones; slo bajo el domino de

    esta transformacin pueden las aseveraciones ser caracterizadas como te-

    niendo cierta contenido proposicional que es formulado por el hablante. Es

    este contenido conceptual el que puede ser interrogado y puesto a prueba.

    No obstante, a estas alturas del anlisis debemos movernos con gran precau-

    cin. A partir de lo que acabamos de decir, podemos concluir legtimamente que

    una armacin que hemos identicado a travs de la reexin y el anlisis, esen realidad una descripcin usada como una proposicin. Hacer el anlisis del

    modo en que las armaciones reeren es explicar la manera en que los hablan-

    tes pueden usar las descripciones para referir con verdad. Pero sera un fatal

    error losco asumir que las reglas que gobiernan el contenido proposicional

    tambin establecen de entrada las condiciones de nuestro uso de la descripcin,

    y luego, las condiciones para que las descripciones en general tengan una co-

    nexin con el mundo.30 Esto sera el error clsico de tomar el post hoc como

    propter hoc. Sera anlogo a asumir que las reglas que regulan el juego de ft-bol tambin seran constitutivas de la habilidad y la accin de los jugadores.

    Pero esto slo nos conduce a la desagradable pregunta de cmo carac-

    terizar una nocin de signicado que sea apropiada a las descripciones.

    Muchas veces nuestra manera de abordar un asunto determina el resultado

    de nuestra investigacin. Despus de haber dado nuestra distincin tentativa en-

    tre descripciones y aseveraciones ya no deberamos comenzar con la pregunta

    semntica acerca de la representacin, de la relacin entre contenido propo-

    sicional y los hechos. Tomando nuestro hilo conductor de Helen Keller, hemoscomenzado con los actos de habla en tanto integrados en las acciones de to-

    dos los das y luego hemos buscado la manera en que esas acciones se involu-

    cran con nuestro mundo circundante. Heidegger pudo llamar a esto involucra-

    miento [involvement] (Bewandtnis)31. Aqu, el habla no sirve para representar

    hechos ante un pensador crtico, sino para aprehender o develar aquellas cosas

    con las que estamos implicados. Quiz podemos decir que aqu el Zeigen del ha-

    bla implicada siempre es un tipo de Greifen no de Begreifen. En este nivel, el

    habla es lo que facilita e incluso ampla nuestro involucramiento. Aqu, trazar

    el signicado de las palabras y de las oraciones es llevar a cabo un estudio lin-

    gstico de los patrones de su uso, de cmo, por ejemplo, despejamos un te-

    rreno, cavamos los cimientos, ensamblamos materiales de construccin y enton-

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    12/16

    0

    ces preparamos y montamos la estructura de lo que ser nuestra nueva morada.

    Estos patrones de uso pueden ser recogidos por un estudio de di-

    ferentes relaciones paradigmticas y sintagmticas que tienen los sig-

    nos para otros trminos posibles que pudieran ser sustituidos en la serie.

    Las relaciones paradigmticas son denidas por lo que podraser sustituido por un trmino bajo un marcador sintctico par-ticular (por ejemplo, objeto directo): en esta relacin, venta-na sustituye a trminos tales como tragaluz, vidrio, puerta, etc.

    Las relaciones sintagmticas son las relaciones laterales que un trminodado tiene con otros en diferentes funciones gramaticales (por ejemplo,

    sujeto, verbo): en esta relacin, ventana sustituye a ella y cerrar, as comoa otros trminos que podran funcionar paradigmticamente para ellos.

    Cualquier identidad que tenga el signicado de un trmino est conectada in-

    ternamente a diferencias con otros trminos a travs de estos dos ejes. Pero

    stos no son los nodos de un sistema formal, sino los signos en uso, y de este

    modo, estos patrones son entendidos funcionalmente como esquemas posibles

    de diferenciacin arraigados en el involucramiento. En consecuencia, la unin

    de un signo con otro es una implicacin diferencial, no una implicacin lgica.32

    Los patrones de uso expresan patrones de intenciones implicadas o enfoques

    intercambiados por aquellos que estn trabajando. Antes de que tengamos cam-

    pos disciplinarios, tenemos guas de las diferencias que facilitan nuestro movi-

    miento a travs de un espacio de accin. Las descripciones articulan nuestro

    campo de accin y de este modo nos suministran orientacin. Y ellas tambin

    obligan a las cosas a destacarse: los predicados cotidianos hacen cortes di-

    ferenciales en las cosas o abren los pliegues de las cosas reunidas en un tipo

    de comprensin que Heidegger llam Umsicht, circunspeccin.33 Aqu las expre-

    siones y las oraciones crean una tensin en el nivel del modo de actuar. Tomaralgo por ventana es tomarlo como algo desde donde normalmente no salta-

    mos. Tomar algo como un edicio elevado es tomarlo como algo desde lo cual

    no nos arrojamos. Permtanme presentar estas ideas de la siguiente manera:

    Tipo de acto oaccin y tipo de

    objeto

    Categora de actoo accin

    Signicacin Estructura dehorizonte

    Horizonte

    Describircircunstancias

    Dialogopresentativo

    Signicadosen cuanto

    esquemas dediferenciacin

    Nexo de diferenciascontrolado porla implicacin

    diferencial

    Contexto

    Figura 3. Mundo como contexto

    Para que no quede duda, existe una transicin fcil y natural de los esquemas

    diferenciales a los conceptos, de los patrones de implicacin a los patrones de im-

    plicacin lgica. Las diferencias que hacemos pueden convertirse en distincionesque empleamos y que luego argumentamos en las aseveraciones. Y aqu es preci-

    samente donde la nocin de regla encuentra su lugar adecuado: al especicar un

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    13/16

    0

    contenido bsico o esencial hasta llegar al concepto, ellas nos dan las condiciones

    bajo las cuales un objeto cae en ese concepto, y luego, en otro nivel de anli-

    sis, nos dan las condiciones bajo las cuales una armacin puede ser verdadera.

    Resumiendo esta seccin, podemos decir que hemos descubierto detrs

    de nuestras aseveraciones organizadas por un inters en campos disciplinarios

    (re)presentadores, descripciones motivadas por un inters en implicarse en

    el mundo y actuar sobre l. El horizonte que no slo sita, sino que tambin

    hace posible descripciones signicativas, es lo que yo llamo contexto. El con-

    texto nace en el habla que est orientado prcticamente. Est compuesto de un

    nexo de diferencias con vnculos de implicacin que sitan a medida que con-

    guran el signicado de las descripciones. El contexto forma un horizonte de sig-

    nicado, de modos posibles de describir diferencialmente y de estar implicado

    en diferentes situaciones que nos interesan. En ste artculo programtico hetratado de entender el mundo como un horizonte desplegado diferencialmente.

    El mundo, caracterizado fenomenolgicamente como horizonte, consiste en re-

    des, nexos y matrices. Para formular esto en trminos de interconexiones, po-

    demos decir que los campos disciplinarios siempre estn situados en tanto en

    que ellos transforman el contexto, y los contextos siempre se despliegan desde

    dentro en tanto que ellos articulan al trasfondo. Con esto regresamos a nues-

    tro punto de partida: no fue un hecho particular o una serie de hechos dentro

    de su mundo sino el mundo mismo, el contexto y el trasfondo mismos de suvida cotidiana, lo que se contrajo cuando Helen Keller se qued ciega y sorda.

    Traduccin de Luis Ignacio Rojas G.

    Revisin de Jess Rodolfo Santander

    Recepcin del artculo: agosto de 2006.

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    14/16

    Notas

    1 Esta traduccin est basada en una versin revisada de World as Horizon;

    The New Husserl, ed. Donn Welton, Bloomington, 2003: Indiana University, pp.

    223-232. Este artculo ni hace justicia a la magnitud del acontecimiento que lo

    motiv, (el colapso del Centro Mundial de Comercio), ni captura adecuadamente

    aquellos pasos que dan lugar al discurso reexivo.2 Maurice Merleau-Ponty, Fenomenologa de la percepcin, trad. Emilio Uranga,

    Mxico-Buenos Aires, 1957: FCE, p. 469.3Ibidem.4 Para una caracterizacin de la descripcin estndar ver: Donn Welton, The

    Other Husserl: The Horizons of Transcendental Phenomenology, Bloomington,

    2001: Indiana Univeristy Press, pp. 393-404.5 Ver ibid., Captulos 13 y 14.6 Klaus Held, Horizont und Gewonhnheit, Husserls Wissenschaft der Lebenswelt,

    Krise der Wissentschaften-Wissentschaft der Krisis? Wiener Tagungen zur

    Phnomenologie, ed. H. Vetter, Frankfurt a. M., 1998: p. 11.7 Para una explicacin completa ver los ltimos tres captulos de The Other

    Husserl.8 Edmund Husserl, Ideen zu einer reinen Phnomenologie und phnomenologis-

    chen Philosophie, vol. II: Phnomenologischen Untersuchungen zur Konstitution,ed. Marly Biemel, Husserliana Vol. IV, The Haya, 1952: Martinus Nijhoff; Ideas

    relativas a una fenomenologa pura y una losofa fenomenolgica, Libro II:

    Investigaciones fenomenolgicas sobre la constitucin, trad. Antonio Zirin Q.,

    Mxico, 1997: UNAM. Esta obra fue escrita alrededor de 1912, pero fue publicada

    hasta 1952.9 Este es el error clsico el que estableci el marco de trabajo de la losofa

    analtica temprana del Tractatus de Wittgenstein. Ver Ludwig Wittgenstein,

    Logisch-philosophische Abhandlung. Tractatus logico-philosophicus,Werkausgabe, Band 1, 1, 1.1, 1.2, Frankfurt am Main, 1989; Tractatus logico phi-

    losophicus, trad. Jacobo Muoz e Isidro Reguera, Madrid, 1999: Alianza Editorial,

    1, 1, 1.1, 1.2, pp. 14-15.10 Husserl, E., Ideen zu einer reinen Phnomenologie und phnomenologischen

    Philosophie, vol. I: Allgemeine Einfhrung in die reine Phnomenologie, Jarbuch

    fr Philosophie und phnomenologische Forschung, Vol 1, Halle a.d. S., 1913;

    Ideas relativas a una fenomenologa pura y una losofa fenomenolgica, trad.

    Jos Gaos, Mxico, 1962, Seccin Primera, pp. 17-63.11 Digo su [his] y no su [their] puesto que si, por un lado, Heidegger fue

    igual de duro en su rechazo del positivismo, por otro, refut el uso del trmino

    mundo de la vida.12 Tomado de Hellen Keller, The Story of My Life [1902], Nueva York, 1990:

    Bontam Books; La historia de mi vida, trad. Luisa lvarez, Mxico, 1992: Eds.

    Asociados.13 Keller, The Story of My Life, p. 4-5; La historia de mi vida, p. 2614 Husserl, E.,Analysen zur passiven Synthesis (1918-1926), ed. Margot Fleischer,

    Husserliana, Vol. XI, The Hague, 1966: p. 165.15 Estos estudios son emprendidos en suAnalicen zur passiven Synthesis.16 Keller, The Story of My Life, pp. 6-7; La historia de mi vida, p.26.

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    15/16

    17 Husserl, E., Logische Untersuchungen, 2a. ed. rev., Halle, 1913: Max

    Niemeyer, II/1, p. 23; Investigaciones Lgicas, trad. Manuel G. Morente y Jos

    Gaos, Madrid, 1999: Alianza Editorial, II/1 p. 34.18 Lo mismo podra ser dicho de ciertos tipos de pintura, como Maurice Merleau-

    Ponty se dio cuenta y discuti en Czannes Doubt, Sense and Non-sense, trad.

    Hubert Dreyfus y Patricia Dreyfus, Evaston, 1964: Northwestern University Press,

    pp. 9-25.19 Keller, The Story of My Life,p. 6; La historia de mi vida, p 28.20 Ibd., p. 37.21Loc. cit.22 Ibid., p. 28. Lo que es sorprendente acerca de su explicacin es que su inhabi-

    lidad para usar el lenguaje est unida directamente a una deciencia clara en su

    desarrollo moral. Despus de su frustracin por no ser capaz de imitar dos perso-nas que hablaban ya mencionadas antes ella agrega: Creo que yo saba cuando

    era traviesa, porque saba que haba lastimado a Ella, mi enfermera, al patearla,

    y cuando se acab mi ataque de furia tuve un sentimiento parecido al arrepenti-

    miento. Pero no puedo recordar ninguna ocasin en la cual este sentimiento me

    previniera de repetir la travesura cuando fracasaba en obtener lo que quera.

    (p. 6; p. 26) En comparacin, el mismo da en que ella aprendi a usar expre-

    siones, regres a su cuarto y comenz a componer una mueca que haba roto

    en un ataque de rabia ms temprano en ese da: Emprend mi camino a casa ylevant las piezas. Trat vanamente de unirlas. Y entonces mis ojos se llenaron

    de lgrimas, pues me di cuenta de lo que haba hecho y, por primera vez, sent

    arrepentimiento y pena. (p. 17; p. 39)23 Keller, The Story of My Life,p. 17; La historia de mi vida, pp. 38-39.24 Ibid, p. 41.25Loc. cit.26 Ibid, p. 39.

    27 Ibid, p 94.28 Por supuesto, simplemente se trata de llevar a cabo los dos ltimos, de iden-

    ticar a las dos diciendo que los hechos slo son armaciones que son verdaderas

    y, entonces, como encontramos recientemente en la explicacin de Richard

    Brandom, introducir una explicacin de la verdad que se dirija a cmo las ar-

    maciones son valoradas y aceptadas por la comunidad dentro del cuerpo de lo

    que ella ya toma como armaciones aceptables. En pocas palabras, prescindimos

    del problema de la relacin entre signicado y referencia al deshacernos de

    la nocin de referencia. Ver. Richard Brandom, Making it Explicit: Reasoning,Representing and Discoursive Commitment, Cambridge, 1994: Harvard University

    Press. Sin embargo, su explicacin comete el clsico error de asumir que las

    armaciones son primitivas e implcitas en todos los usos de descripciones y falla

    en entender el sentido en que ellas son derivadas de transformaciones de incluso

    otros usos de descripciones, tal y como mostrar en breve. En pocas palabras,

    se toma a las armaciones implcitas como el contexto y falla en entender la

    produccin de armaciones en cuanto que requieren una transformacin del

    contexto.29 El contraste que estoy haciendo entre descripciones y armaciones es casi

    idntico a aquel entre reportes y armaciones hecho por Robert Sokolowski. Esta

    seccin y la ltima estn en deuda con su explicacin en Presence and Absence:

  • 7/27/2019 Donn Welton - mundo como horizonte....pdf

    16/16

    A Philosophical Investigation of Language and Being, Bloomington, 1978: Indiana

    University Press.30 El edicio entero de la explicacin de Brandom depende de que nosotros en-

    tendamos todas las descripciones como armaciones implcitas, lo que implica

    que el signicado de todas las descripciones estaran denido por distintas reglas

    que especicaran las condiciones de verdad. Pero, quiz, lo opuesto es el caso,

    tal vez las armaciones son descripciones implcitas y, tal vez, el signicado de

    las armaciones no es la condicin para que usemos las descripciones signica-

    tivamente, sino que es una transformacin de cualquier signicado que pudiera

    pertenecer a las descripciones para ser capaces de construirlas como arma-

    ciones. Si ste es el caso, si las descripciones no son reductibles a armaciones

    implcitas, entonces, la explicacin de Brandom comete la falacia de tratar las

    reglas que gobiernan a las armaciones, las cuales surgen de las transformacio-nes de las descripciones en armaciones, como reglas que hacen posible el uso

    de las descripciones. El error fatal, si esto es correcto, sera asumir que el anli-

    sis del signicado que se deriva de reexionar acerca de la armacin (lo que es

    una descripcin usada como una proposicin) nos dara las condiciones para, en

    primer lugar, usar la oracin como una descripcin.31 Martin Heidegger, Sein und Zeit, Tbingen, 1967: Niemeyer, 18; Ser y tiem-

    po, trad. Eduardo Rivera, Madrid, 2003: Trotta, 18. (Eduardo Rivera seala

    en sus notas a la traduccin de Ser y tiempo que este trmino es un de los msdifciles de traducir en dicha obra. En su traduccin, Rivera ha preferido utilizar

    la expresin condicin respectiva. Cfr. Notas del traductor; Ser y tiempo,

    Madrid, 2003: Trotta, p. 468. N. del T.)32 La implicacin lgica funciona de acuerdo con reglas que delimitan el conte-

    nido al regular las combinaciones materiales, mientras que la implicacin dife-

    rencial es una funcin de relaciones operacionales o funcionales entre distintos

    nodos de signicado en un nexo. Segn la primera, no podemos decir que los

    gatos vuelan debido a que ellos son esencialmente una especie que es cuadrpe-da, mientras que segn la segunda, se puede decir que los gatos vuelan si usra-

    mos aquel trmino para indicar ms que caminar, y si es as cmo, de hecho,

    los diferenciamos operacionalmente de, digamos, los perros.33 Heidegger, M., Sein und Zeit, 15; Ser y tiempo, 15.

    La importancia semntica de estos trminos no puede ser denida por reglas por

    tres simples razones: (a) ellos son inherentemente indicativos o lo que Husserl

    llamaba auxiliares, en el sentido de que ellos dependen de situaciones concre-

    tas de expresin y de la implicacin diferencial que determina su signicado; (b)ellos carecen de fronteras jas, as que no pueden ser captados por un algorit-

    mo; (c) aqu el habla est integrada en el involucramiento, que, en s mismo, no

    consiste en actores que acatan reglas.