dónde hay que recortar el gasto

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Editorial

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Dnde hay que recortar el gasto?El tren se detuvo, literal y figuradamente: qued cancelado uno de los proyectos estrella del presidente Pea Nieto, el tren rpido Mxico-Quertaro. Pero eso es slo el inicio. Cayeron los precios del petrleo y predecible, inevitablemente, el gobierno tuvo que recortar el gasto pblico, eso en ao electoral y con la imagen del presidente muy, pero muy mermada. El recorte es de consideraciones: nueve mil millones de dlares, que sufrirn fundamentalmente Pemex, la CFE, la SCT y, dicen, el gasto corriente de la administracin federal. Pero, eso ser todo? Es suficiente ese recorte? Cmo afectar al ciudadano comn? Sobre todo, se aplicar en las reas adecuadas, o la administracin de Pea Nieto acierta en el diagnstico, pero no en la receta?

El gobierno al desnudoVIRIDIANA RIOS - Directora del Observatorio Econmico Mxico Cmo Vamos?

La SHCP anunci esta semana un recorte al presupuesto federal por 124.3 mil millones de pesos. Lo primero a notar es que no es trivial. El recorte equivale a 0.7% del PIB, es decir tres de cada 100 pesos del gasto federal programable, y se le va a la yugular a PEMEX, SCT y CFE con reducciones de 62, 11.8 y 10 mil millones de pesos, respectivamente.Una primera lectura del recorte es sencilla: una respuesta a las vacas flacas. El recorte responde a la cada de los precios del petrleo, la baja produccin petrolera y la incertidumbre sobre cunto aumentarn los pagos que se deben hacer por la deuda si, como se espera, Estados Unidos incrementa sus tasas de inters.Sin embargo, una lectura profunda del recorte presupuestal revela, entre lneas, mucho sobre el carcter, los vicios y las virtudes de quien nos gobierna. Aqu las describo.El recorte muestra, sin duda, ciertas virtudes:Primero, una disposicin a catalizar oportunidades a partir de infortunios. El recorte se anuncia a la vez que se propone comenzar a trabajar en un "presupuesto 2016 base cero" con el Banco Mundial. Es decir, en uno que se haga no de forma inercial (dando dinero a los organismos que ya lo reciben) sino, como nunca se ha hecho, a partir de una revisin exhaustiva que evite duplicidades y programas superfluos. El apoyo del Banco prueba que existir cierta neutralidad y, si se hace de manera adecuada, podr ser un cambio sin precedentes en el gasto pblico.Segundo, una vocacin por resguardar la seguridad macroeconmica del pas. Recortar hoy sienta precedentes de austeridad para 2016, un ao que ser an ms difcil para las finanzas pblicas. Muestra la rara y valiosa virtud de ser preventivo y no reactivo. De hecho, esta es la primera vez que se hace un recorte presupuestal sin que el detonante sea una crisis econmica, sino al contrario, buscando evitar una.Tercero, una voluntad por corregir el camino. Con el recorte, los caprichos de campaa que representaba la construccin de los trenes de Yucatn y Quertaro se cancelaron. Eran obras caras, deficitarias y que pudieran ser perfectamente sustituidas con mejores polticas de urbanismo y con el rompimiento de monopolios en las aerolneas. Hasta cierto punto, la cancelacin muestra cierta voluntad por remediar errores. Aunque, bueno, tambin cabe la interpretacin de que no les quedaba ms remedio.El recorte, sin embargo, tambin saca a la luz los notorios y muy amplios vicios de este gobierno:Primero, su naturaleza clientelar. Apenas hace 30 das el gobierno haba anunciado que regalara 13 millones televisiones "para mejorar la economa familiar" ante el apagn analgico. Luego del recorte, an se entregarn 10 millones sin que nos quede claro por qu en poca electoral es tan apremiante mantener dicho gasto.Segundo, su falsa austeridad. Organismos de la sociedad civil como el observatorio econmico Mxico Cmo Vamos? haban denunciado desde 2014 el aumento en burocracia que se estaba presentando a partir de la creacin de plazas temporales. La queja contrastaba con el supuesto "incremento cero en burocracia" que se haba prometido desde el gobierno. Hoy, el recorte anunciado nos promete, ahora s, un verdadero congelamiento de la creacin de nuevas plazas y una reduccin de 10% en el gasto de plazas eventuales. Ello slo refuerza el hecho de que el "incremento cero" era ms un supuesto que una realidad, y que los legtimos reclamos de la sociedad haban sido ignorados.Finalmente, su naturaleza de vendedor de ilusiones. El gobierno argumenta que los recortes no son necesarios para 2015 (porque las coberturas petroleras adquiridas en 2014 protegen los ingresos federales) sino slo para 2016. Sin embargo, lo cierto es que los recortes se estn haciendo no slo para programas multianuales aplicables a 2016 sino a programas actuales. Ello demuestra que, posiblemente, hay algo ms que el precio del petrleo que les preocupa. Dado que el crecimiento de USA ha sido menor que el esperado, Mxico pudiera no alcanzar el 3.7% de crecimiento que el gobierno estim para hacer el presupuesto. Si un menor crecimiento afecta los ingresos gubernamentales de 2015, la relevancia de recortar gasto de 2015 cobra sentido. Aun as, y a pesar de que casi todos los organismos internacionales y expertos estiman un crecimiento menor para Mxico, el estimado oficial del gobierno se ha mantenido en 3.7% promedio (rango 3.2%-4.2%).En general, el recorte presupuestal nos habla de un gobierno de naturaleza agridulce. Una administracin con la dulzura de la proactividad, la accin y la bsqueda de mejoras, pero tambin con el agrio y conocido sabor de su clientelismo, su despilfarro vedado y su tendencia a crear castillos en el aire.

Historia de un fracasoGERARDO ESQUIVEL - Economista. Profesor de la UNAM.

El viernes pasado la Secretara de Hacienda anunci una reduccin en el gasto pblico de poco ms de 124 mil millones de pesos, es decir, de cerca del 0.7% del PIB. Esta es la respuesta del gobierno a la cada de los ingresos pblicos que se observar en 2015 como resultado de la drstica cada de los precios del petrleo a nivel mundial. Este ajuste refleja, una vez ms, el rotundo fracaso de la poltica fiscal cortoplacista que ha seguido el pas durante varias dcadas. Por un lado, evidencia el fracaso de una poltica de ingresos que depende en buena medida de un mercado tan voltil como el petrolero (entre 30 y 40% del total, dependiendo del precio del petrleo) y que ha sido incapaz de fortalecer de manera estructural la capacidad recaudatoria del Estado. Por el otro, evidencia tambin el fracaso de una poltica de gasto que ha optado por derrochar los recursos de los ingresos petroleros mediante aumentos significativos en el gasto corriente, y que ha destinado muy pocos de los recursos extraordinarios de la reciente bonanza petrolera al ahorro o a la inversin en infraestructura econmica.En algn sentido, este ajuste pone en evidencia tambin los errores y bandazos de poltica fiscal que han caracterizado a la presente administracin. Una administracin que primero cometi graves retrasos en el ejercicio del gasto pblico en 2013 (que contribuyeron de manera muy significativa a la desaceleracin de la economa en ese ao), y que luego realiz una reforma fiscal mal diseada que dio lugar a un aumento mucho ms significativo en el lado del gasto que en el de los ingresos. Posteriormente, y como una forma de tratar de atenuar los reclamos del sector privado ante la reforma tributaria, el gobierno se comprometi de manera prcticamente unilateral a no volver a aumentar los impuestos mediante el llamado Acuerdo de Certidumbre Tributaria. Este absurdo e innecesario compromiso le at las manos y restringi de manera clara sus posibilidades de reaccin frente a choques inesperados. Por otra parte, el casi nulo impacto del gasto pblico en el crecimiento econmico de 2014 tambin revel la ineficiencia de mucho de ese gasto y contribuy a su cuestionamiento. Posteriormente, los escndalos de corrupcin y conflicto de inters que afectaron al gobierno a finales de 2014 y los problemas con la licitacin del tren Mxico-Quertaro terminaron por aumentar la desconfianza de la sociedad respecto a la necesidad, calidad y eficiencia del gasto pblico en el pas. Debido a esa combinacin de factores, el ajuste en el gasto pblico ante el choque de los precios del petrleo se convirti en algo prcticamente inevitable.Por otra parte, con respecto a las caractersticas del ajuste anunciado en el gasto cabe hacer un par de consideraciones y/o precisiones. Primero, es falso que el grueso del ajuste se vaya a dar en el gasto corriente. Las cifras que report la Secretara de Hacienda en el sentido de que el 65% del ajuste sera en el gasto corriente y el 35% restante en el gasto de inversin corresponden nicamente a la parte relativa a las dependencias del Gobierno Federal (52 de los 124 mil millones de pesos). En realidad, cuando se incluye el hecho de que el ajuste en los presupuestos de Pemex y CFE ser de 62 y 10 mil millones de pesos, respectivamente, es muy posible que el ajuste en el gasto de inversin llegue a ser cercano a los 90 mil millones de pesos, es decir, casi el 75% del ajuste total. Esto se debe a que el grueso del gasto de Pemex y CFE es de inversin y que seguramente ser lo ms fcil de recortar. En particular, es casi un hecho que la mayor parte del ajuste en Pemex afectar en las reas de exploracin y produccin de petrleo, debilitando an ms las posibilidades de Pemex de enfrentar satisfactoriamente la nueva etapa de competencia a la que se enfrentar como resultado de la Reforma Energtica.En segundo lugar, resulta francamente absurda la posicin de la Secretara de Hacienda de mantener la expectativa de crecimiento de la economa para 2015 en un rango que va de 3.2 a 4.2%. De entrada, cabe sealar que la expectativa promedio de los analistas del sector privado ya era de slo 3.5% a finales de diciembre. Ahora, con el ajuste al gasto pblico, las expectativas de crecimiento se debern ajustar a la baja por razones obvias. Incluso tomando en consideracin un efecto multiplicador del gasto pblico relativamente pequeo (es decir, el hecho de que este tipo de gasto tiene efectos directos e indirectos sobre la economa), es posible que el impacto en el crecimiento sea de por lo menos un punto porcentual del PIB. Esto implica que un pronstico de crecimiento para 2015 cercano al 2.5% sea quiz mucho ms realista que el rango establecido por el gobierno federal. Al parecer a la Secretara de Hacienda no le han bastado dos aos consecutivos de notables fracasos en sus pronsticos econmicos y en sus respuestas de poltica; siguen sin aprender la leccin.

Qu tanto es tantito?HCTOR JUAN VILLARREAL PEZ - Director General del Centro de Investigacin Econmica y Presupuestaria A.C. (CIEP).

El viernes pasado fue presentada por medio de la Secretara de Hacienda una serie de recortes al Presupuesto de Egresos de la Federacin 2015. El anuncio era esperado desde hace das y solo vino a confirmar una verdad mayoritariamente aceptada: nuestras finanzas pblicas estn petrolizadas. Este es uno de los pendientes que dej el anterior intento de reforma fiscal. La cada en precios de petrleo era anticipada en la comunidad internacional desde hace un par de aos; lo que sorprendi fue su profundidad. Igualmente, se vaticina un rebote en los precios internacionales, pero el cundo y la magnitud son muy inciertos.

En mi opinin el anuncio vino con una buena noticia: "el paquete econmico 2016 no ser inercial". Se est proponiendo una revisin integral al gasto pblico federal (que tambin implicara cambios en los estados). Se inform que el Banco Mundial colaborar en el anlisis. La reingeniera del gasto debi haber ocurrido hace 10 aos, pero aun tarde es bienvenida. El problema en la estructura programtica del gasto pblico es muy severo. No se trata solamente de la falta de reglas de operacin: hay programas que no tienen ni objetivos claros y se vienen arrastrando desde hace muchos aos. Ni hablar de programas que han sido mal evaluados y ah siguen. Ojal esta discusin no se limite a la Secretara de Hacienda con el Banco Mundial. Al gobierno se le est presentando una oportunidad de oro para involucrar a acadmicos, sindicatos, cmaras y sociedad civil en general, en la construccin de un nuevo sistema fiscal.Se propone un recorte de 124,300 millones de Pesos. Aproximadamente, el 58% del recorte ira a PEMEX y CFE; el resto a la Administracin Pblica Federal, y de este ltimo dos terceras partes sera en gasto corriente. Los nmeros suenan razonables. Si bien idealmente se hubiera buscado no sacrificar inversin, en el corto plazo y sin anlisis detallados de por medio, era muy difcil no meter la tijera ah. Sin embargo, habr que estar pendientes de los requerimientos de inversin de las empresas productivas del Estado (la deuda que se les autoriz en el presupuesto). Si estos requerimientos no se modifican y s se cancelan inversiones, solo se estara maquillando un dficit primario por parte del gobierno.Es imposible que los recortes al gasto pblico no tengan efectos negativos sobre el crecimiento econmico, pero no haba mucho margen de maniobra. La apuesta del gobierno pareciera ser que disminuyendo la volatilidad en los mercados y con una expansin fuerte de la actividad econmica en el segundo trimestre del ao, no se quede muy abajo de las metas oficiales de crecimiento. Un segundo recorte al gasto pblico en el 2015 estara sujeto a la dinmica de precios del petrleo y a la evolucin de la actividad econmica.Los recortes anunciados tenan por objetivo balancear las finanzas pblicas en 2015. Los requerimientos financieros (completos) del gobierno federal no permitan que los ajustes hubieran llegado va dficits. Se corra el riesgo de poner nerviosos a los inversionistas y a las agencias calificadoras. Por otro lado, el Fondo Mexicano del Petrleo todava no tiene los fondos (no es obvio que algn da los tenga) para hacer la funcin de buffer en una poca de "vacas flacas".La pregunta ms relevante es si una reingeniera del gasto ser suficiente para cuadrar el presupuesto en 2016 y los aos que le restan al sexenio. Hay que entender que el servicio de la deuda ya representa una parte considerable del presupuesto; el aumento en las tasas de inters aumentara la presin. Tambin existen componentes del gasto pblico de naturaleza ineludible (siendo el gasto en pensiones uno de los ejemplos ms conspicuos) que estn proyectados a crecer de forma significativa. A esto habra que agregar varias promesas del gobierno con fuertsimas implicaciones de gasto: infraestructura, un sistema de salud universal, etctera. Ante precios bajos de la mezcla mexicana de petrleo, es muy difcil que el gobierno pueda paliar la necesidad de nuevos ingresos. Al menos nos queda el consuelo de que una revisin a fondo del gasto es el primer paso para una verdadera reforma fiscal.