PPT: Anto 2014

Ilustración: Antonio Mingote

...de cuyo nombre no quiero acordarme, vivió hace mucho tiempo un hidalgo alto y seco de carnes que rondaba los cincuenta años y tenía fama de hombre bueno. Cuentan que se llamaba Alonso Quijano y que llevaba una vida modesta y sin lujos, aunque en su casa nunca faltó comida ni unas buenas calzas de terciopelo que lucir los días de fiesta. Don Alonso vivía con una criada que pasaba de los cuarenta y con una sobrina que no llegaba a los veinte, y era un hombre madrugador y amigo de la caza que había trabado una estrecha amistad con el cura y el barbero de su aldea.”

El hidalgo1 Alonso Quijano se vuelve loco después de leer y leer libros de caballerías. Un día con la armadura de sus bisabuelos, a lomos de su flaco caballo al que llama Rocinante, decide hacerse caballero andante, no sin antes pensar en quien será su amada. Decide elegir como tal, a una moza labradora, Aldonza Lorenzo y le da el nombre más principesco de Dulcinea del Toboso. Hidalgos eran los nobles de clase más humilde. No pagaban impuestos ni trabajaban, sino

que vivían de las rentas.

Confunde una venta con un castillo. Pide al dueño que le arme caballero y este para reírse de él accede. Desde su primera salida no para de dar y recibir golpes. Regresa a casa y viendo cómo está, sus amigos el cura y el barbero para remediar su locura, deciden quemar los libros y tapiar la habitación donde los guarda. Su sobrina le explica que un encantador se ha llevado sus libros por los aires.

En su segunda salida, don Quijote se hace acompañar por el labrador Sancho Panza, un campesino de “...poca estatura y mucha barriga, más bueno que el pan pero muy corto de entendederas.” Le convence diciéndole que le hará gobernador de la primera ínsula (isla) que gane en sus batallas.

La primera aventura sucede cuando don Quijote confunde unos molinos con gigantes. Sale malherido pero convencido de que el mismo encantador de los libros ha cambiado los gigantes por molinos.

Don Quijote y Sancho se alojan en una venta que don Quijote confunde con castillo y acaban enzarzados en una gran riña. Para curarse las heridas, don Quijote hace el bálsamo de Fierabrás con aceite, vino, sal y romero. Se lo toman y “sufren” sus efectos.

Y al día siguiente cuando el ventero les dice que tienen que pagar don Quijote se niega pues cree que a los caballeros andantes se les debe alojar sin pagar. Sale corriendo y cuando le piden el dinero a Sancho y este también se niega a pagar, termina manteado.

Por culpa de su locura, don Quijote sigue confundiendo lo real con lo imaginario: un rebaño de ovejas con un ejército de un emperador moro llamado Alifanfarón. Los dueños del rebaño le dan una paliza. Después confunde el ruido de batanes con gigantes de nuevo.

Batán: máquina con unos gruesos mazos de madera movidos por una corriente de agua que se empleaba para tratar las pieles y las telas de lana

Se cruzan por el camino con un barbero que llevaba en su cabeza (pues llovía) una bacía y Don Quijote lo confunde con el yelmo de Mambrino, un casco maravilloso del que los libros decían que volvía invencible a quien lo usaba. Le quitan la bacía y Sancho se queda con la albarda del borrico y se la pone al suyo

Bacía: plato hondo con una muesca en un lado que se colocaba bajo las barbas durante el afeitado. Albarda: almohadón que se coloca sobre el animal para ponerle carga encima.

Sancho le dice a don Quijote que tiene la peor figura del mundo, que bien se podía llamar El caballero de la Triste figura. A don Quijote le gusta.

Se cruzan con unos galeotes (presos que van condenados) decide liberarlos y termina apedreado .

Don Quijote encuentra un maletín que contiene 100 escudos de oro que da a Sancho y un libro de poemas. Se queda a solas en Sierra Morena haciendo penitencia y pide a Sancho que lleve una carta a Dulcinea. Sancho no puede hacerlo porque se encuentra con el cura y el barbero. A su vez, los tres encuentran a una doncella, Dorotea. Los amigos de don Quijote traman un plan para que regrese a casa. Dorotea interpretará el papel de una princesa llamada Micomicona.

Duermen en la venta donde Sancho fue apaleado y de nuevo don Quijote confunde unos cueros de vino con gigantes.

Aparece en la venta el barbero al que habían quitado la bacía y la albarda. Todos se pelean. Hasta aparece en la venta la Santa Hermandad que quiere apresar a don Quijote por haber liberado a los presos. El cura les convence de que está loco y lo dejan marchar. Se disfrazan y le hacen creer que está encantado y por eso está en una jaula para ir al reino de Micomicón y poder ayudar a la princesa.

Regresando se cruzan con una procesión y confunde a la imagen de la Virgen con una princesa, la quiere liberar y le dan un garrotazo que hace a Sancho pensar que don Quijote ha muerto, se echa a llorar. Finalmente, don Quijote reacciona.

Se cruzan con unos leones enjaulados que llevan al rey y se empeña en luchar contra ellos. Por suerte los leones no quieren luchar y don Quijote vuelve a darle la vuelta a todo diciendo que ha tenido miedo de que le hiciera pedazos.

Tras pasar más de un mes en la cama, don Quijote emprende la tercera salida animado por un curioso libro que le enseña el bachiller Sansón Carrasco: Historia de don Quijote de la Mancha escrito por Cide Hamete Benengeli y traducido por Miguel de Cervantes Saavedra.

El bachiller era el estudiante de los primeros cursos de universidad.

En realidad, todo es un plan del que están al corriente el cura y el barbero para devolver la cordura a don Quijote. La sobrina y la criada no impiden que salga porque también conocen la intención del plan.

Cordura: prudencia, buen juicio.

Don Quijote quiere ir a Zaragoza pero antes quiere visitar a Dulcinea en el Toboso. Sancho temiendo que le pille en la mentira de que en realidad no le dio la carta, le engaña de nuevo, haciéndole creer que una de las labradoras que pasan por allí es Dulcinea. De nuevo don Quijote le da la vuelta a todo y cree que los encantadores han convertido a su amada en la aldeana más fea del mundo.

Coinciden en el camino con un caballero al que don Quijote llama Caballero del Verde Gabán, un hombre que se da cuenta enseguida que está loco aunque a veces ve en él a un hombre con buen juicio. Los invita a su casa y don Quijote y Sancho se quedan convencidos de que es una persona buena.