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Recursos para preparar en casa el Evangelio del domingo

DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR

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Queridas familias, Seguimos enviando materiales para que podáis preparar en vuestras casas el Evangelio del siguiente domingo. Como la semana pasada, adjuntamos el texto del Evangelio que es el previsto para la bendición de los ramos (que este año no se realizará) e, inspirado en él, una oración sencilla y una propuesta de lectio divina. Esta semana se añade una explicación de qué es el Vía Crucis y una sugerencia para que, junto a los más pequeños, lo podáis preparar y rezar el próximo Viernes Santo. Finalmente, se adjuntan, además de algunos dibujos que pueden ayudar a vivir el próximo domingo, los dibujos de las estaciones del Vía Crucis de Fano para colorear. Estos dibujos (versión a color) fueron originalmente realizados para el libro de Fernando Cordero sscc Vía Crucis del Corazón traspasado (San Pablo 2014). Junto a este documento se envía el oratorio en familia y otros materiales (en catalán) elaborados por el Secretariado Interdiocesano de Catequesis de Cataluña y las Islas Baleares (SIC). Seguimos unidos en Cristo.

ÍNDICE Evangelio ------------------------------------------------------------------------------------- 3 Oración en familia -------------------------------------------------------------------------- 4 Lectio divina ----------------------------------------------------------------------------------- 5 ¿Qué es el Vía Crucis? ---------------------------------------------------------------------- 9 Propuesta para preparar y celebrar el Vía Crucis del Viernes Santo -------------- 10 Dibujos para colorear (las estaciones del Vía Crucis) -------------------------------- 19 Otros dibujos para colorear -------------------------------------------------------------- 26

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Evangelio del siguiente domingo

Domingo de Ramos en la Pasión del Señor - A Mt 21, 1-11

Lectura del santo Evangelio según san Mateo: Cuando se acercaban a Jerusalén, y llegaban a Betfagé, en el monte de los Olivos, envió a dos discípulos diciéndoles: «Id a la aldea de enfrente, encontraréis enseguida una borrica atada con su pollino, los desatáis u me los traéis. Si alguien os dice algo, contestadle que el señor los necesita y los devolverá pronto». Esto ocurrió para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta: «Decid a la hija de Sión: “Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en una borrica, en un pollino, hijo de acémila”». Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud alfombró el camino con sus mantos; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada. Y la gente que iba delante y detrás gritaba: «¡”Hosanna” al hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡”Hosanna” en las alturas!». Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad se sobresaltó preguntando: «¿Quién es este?». La multitud contestaba: «Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea».

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Oración en familia

Domingo de Ramos en la Pasión del Señor - A En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Monición Las personas de Jerusalén reconocen a Jesús como el enviado de Dios. Parece que a Jesús va a irle todo bien, pero dentro de poco pedirán su muerte. Lectura del Evangelio Se puede utilizar el texto de la página 3 o directamente la Biblia (Mt 21, 1-11). Oración Este domingo comenzamos la Semana Santa, ayúdame a permanecer muy cerca de ti. A no abandonarte eligiendo aquello que te desagrada y me hace daño.

Señor Jesús, tu entras hoy en Jerusalén como Rey, pero montado en un animal sencillo y humilde. Ayúdame a no ser caprichoso, queriendo tener más de lo que necesito.

Quiero Jesús guardarme un ratito de mi día para estar contigo. Ayúdame a reservarme parte de mi tiempo para hacer un poco de oración.

Que durante estos días, en los que estamos en casa luchando contra este virus, te acompañemos por el camino de la cruz. Ofreciéndote aquellas cosas que nos cuestan: levantarnos a la hora, hacer la cama, comiendo un poco de todo... PADRENUESTRO Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

AVEMARÍA Dios te salve, María ; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. GLORIA Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

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Lectio divina – Lectura Orante de la Palabra DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR (CICLO A)

LA ENTRADA DE JESÚS EN JERUSALÉN

Esta Lectura Orante de la Palabra se puede hacer individualmente y, si es posible, en familia.

“Habla Señor que tu siervo escucha” (1 Samuel 3, 10)

TEXTO Se puede utilizar el texto de la página 3 o directamente la Biblia (Mt 21, 1-11). En este acontecimiento narrado en el Evangelio según San Mateo podemos distinguir cuatro pasos: a) Nos situamos; b) Profundizamos; c) Confiamos; d) Reconocemos. Cada uno de estos pasos los trataremos en cada una de las partes de esta Lectura Orante. LECTIO – QUÉ DICE EL TEXTO a) Nos situamos Para poder comprender mejor este pasaje de la entrada de Jesús en Jerusalén hemos de visitar antes el Libro del Profeta Zacarías. En su capítulo 9 nos dice: "¡Exulta sin freno, hija de Sión, grita de alegría, hija de Jerusalén! He aquí que viene a ti tu rey:

justo él y victorioso, humilde y montado en un asno, en un pollino, cría de asna" (9, 9)

Es decir, que este acontecimiento que da inicio a la Pasión de Jesús ya había sido profetizado, es decir, anunciado por el Profeta Zacarías. La función de los Profetas, entonces y también debiera serlo ahora, es la de anunciar y denunciar. Vemos como en este caso el profeta Zacarías anuncia al Mesías y como nos llegará. Pero es en el versículo siguiente de ese capítulo 9 del Libro de Zacarías donde encontramos el importante motivo de que esa entrada e inicio de la Pasión empiece así y no de otro modo: “Él suprimirá los cuernos de Efraím y los caballos de Jerusalén; será suprimido el arco de combate, y él proclamará la paz a las naciones.

Su dominio irá de mar a mar y desde el Río hasta los confines de la tierra” (9, 10)

Dios, por boca del profeta, nos anuncia que el Mesías no va a reinar como lo hacen los demás reyes y gobernantes. Tan importante, pues, es el que a Jerusalén entre a lomos de una borrica como lo es el que esta borrica sustituye a los caballos de guerra. Ese es su

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ejercicio de la función de denunciar. Dios no está de acuerdo con que se reine desde la violencia y, por tanto, quiere ser un Rey de paz. Nos podemos preguntar: ¿Leo el Antiguo Testamento iluminado por el Evangelio y leo el Evangelio a la luz del Antiguo Testamento? MEDITATIO – QUÉ ME DICE DIOS b) Profundizamos Una explicación aun más clara y, además, en boca del mismo Jesús nos puede ayudar a comprender mejor el por qué de esta manifestación de realeza humilde: "Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos". (Mt 20, 25-28) Quizá nos pueda resultar paradójico para nuestra mentalidad competitiva, acostumbrados al “búscate la vida” o al “no sabe usted con quien está hablando” que el Rey de Reyes, Dios mismo, sea el más humilde y servidor de todos. Pero si nos fijamos bien, ello está en coherencia y consonancia con todo el Evangelio: Dios se encarna en una virgen, una muchacha joven del pueblo; nace en un establo; sus primeros adoradores son pastores; ha de huir como un refugiado a Egipto; su modelo de reino es tan pequeño como un grano de mostaza y se manifiesta en que los ciegos ven, los cojos andan…; será tratado como un delincuente, humillado, torturado y martirizado hasta la muerte en Cruz. No parece precisamente una vida de realeza. Y, sin embargo es la manera que Dios ha escogido para manifestar entre nosotros que Jesús es Rey: sirviendo y entregando su vida por nosotros. Nosotros, los cristianos, los que estamos llamados a ser discípulos, seguidores, imitadores de Cristo, llamados a ser “otros cristos”, quizá debamos preguntarnos si nuestro estilo de vida, nuestra forma de concebir nuestra fe y nuestra Iglesia están en la línea que Jesús nos marca o, al contrario, andamos seducidos por el poder. Nos podemos preguntar: ¿Cuál es mi forma de “reinar” cuando me toca decidir en mi vida, en mi casa, en mi trabajo? ¿Ayudo a construir una Iglesia servidora, samaritana, “hospital de campaña”?

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ORATIO – QUÉ LE DIGO A DIOS c) Confiamos Los Apóstoles, por muy acostumbrados que estuvieran a ese “estilo” de Jesús de las cosas pequeñas y sencillas, aun así seguramente una vez más les dejó perplejos, confiados en el Señor pero preguntándose el por qué les enviaba a por una borrica. Eso mismo nos puede ocurrir a nosotros cuando nos enfrentamos a algunas decisiones que tomar. Debemos elegir entre hacer lo que queremos y, sobre todo, hacerlo de la manera que queremos, o por el contrario, hacer lo que Jesús nos pide y, muy importante, hacerlo como Él nos pide. El estilo y forma de hacer del cristiano no debe ser diferente del que Jesús tuvo y nos pidió que tuviéramos. Vemos como, pese a las dudas, “hicieron lo que les había mandado Jesús”. En mi oración diaria, ante el Sagrario (ahora retransmitido) o ante la imagen de la Cruz, o bien leyendo el Evangelio, puedo recibir peticiones por parte de Jesús, algunas que pueden también dejarme perplejo o confuso, muchas veces serán cuestiones muy sencillas, pero seguramente la suma de esas cuestiones sencillas vaya tejiendo un manto que puede llegar a cubrir toda mi persona, toda mi vida. Se trata de confiar en el Señor, decirle que sí, intentar hacer su envío. Nos podemos preguntar: ¿Me atrevo a preguntarle al Señor en mi oración que detalles de mi vida deben cambiar? CONTEMPLATIO/ACTIO – ME COMPROMETO d) Reconocemos Una multitud congregada abre camino y anuncia la entrada en la ciudad de Jesús, cantando “Hosanna al Hijo de David”, es decir, reconociendo su linaje de realeza y reconociendo que en Él se cumple lo que la Escritura y los Profetas han anunciado para el Mesías. Y, además, también cantan del Salmo 128: “Bendito el que viene en nombre del Señor”. Estamos, pues, ante una manifestación de gozo esperanzado del pueblo. No es de extrañar que quien más se alegrara y reconociera esa realeza “distinta” fuese el pueblo, los más sencillos. Cuando las muchas cosas, las muchas pertenencias, no nos tapan ni distraen es más fácil reconocer en lo pequeño y sencillo a Dios u su proyecto de felicidad para nosotros. Es entonces cuando podemos responder las dudas, vengan de afuera o residan en nosotros mismos, afirmando como aquella multitud que “es el Profeta Jesús”, es decir

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que Jesús es el Mesías, el Redentor, el Hijo de Dios, Dios mismo, que va a reinar sirviendo desde la Cruz. Esto es algo muy grande e importante para nuestras vidas. Si lo pensamos bien, si lo oramos, no nos puede dejar indiferentes sino que más bien va a transformar nuestras vidas en alegría esperanzada. Es por eso que agitamos palmas de júbilo ante nuestro Rey. Pero en esta ocasión parece que el júbilo puede estar sufriendo un “bajonazo”. Sin embargo, si mantenemos nuestra fe en el Rey humilde y servidor de la humanidad, no debemos ceder a la desesperanza. Una idea para acabar: Si no nos es posible este año agitar las tradicionales palmas, hagamos con creatividad unas sencillas palmas, con materiales que tengamos a mano, y ante la retransmisión de la celebración del Domingo de Ramos o en una sencilla oración de los de casa (como la que acompaña a este envío) agitemos nuestras palmas y, también, por qué no, aplaudamos a Jesús con las palmadas de nuestras manos. Nos podemos preguntar: ¿Vivo mi fe con gozo esperanzado y lo transmito, en la medida que puedo, a los demás? ¿Reconozco a Jesús como mi único Rey y Señor?

«María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.» (Lc 2, 19)

PARA PROFUNDIZAR Y DISFRUTAR MÁS La Semana Santa explicada por San Agustín https://www.agustinosrecoletos.com/2019/04/semana-santa-explicada-san-agustin/ Vía Crucis de San John Henry Newman http://www.amigosdenewman.com.ar/wp-content/uploads/2014/05/MEDITACIONES-SOBRE-LAS-ESTACIONES-DE-LA-CRUZ.pdf Reconstruyendo los pasos de la Pasión en un mapa de Jerusalén https://www.youtube.com/watch?v=oGHq13zuiro “Nostra gloria é la Croce” de Marco Frisina https://www.youtube.com/watch?v=Ca0aODBzzGw

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¿Qué es el Vía Crucis? El Vía Crucis (Camino de la Cruz) es una oración que se caracteriza por rezar siguiendo los últimos pasos de Jesús: desde el pretorio (casa del gobernador Poncio Pilato) hasta el monte del Calvario, donde morirá en la Cruz. El núcleo central es la meditación de los momentos importantes de la Pasión de Jesús. Cada momento se denomina estación. La estructura de las estaciones puede ser variable, si bien, todas tienen en común un ambiente de silencio contemplativo. Tiene su origen a finales la Edad Media. Tres santos, San Bernardo de Claraval (+1153), San Francisco de Asís (+1226) y San Buenaventura de Bagnoregio (+1274), con su amorosa y contemplativa devoción por el misterio de la Pasión, prepararon el terreno sobre el cual se desarrollará esta práctica devota. A dicha devoción, se añadió el entusiasmo despertado por las Cruzadas lanzadas para recuperar la posesión del Santo Sepulcro, el florecimiento de peregrinaciones a partir del siglo XII y, a partir de 1233, la presencia estable de los frailes franciscanos menores en Tierra Santa. El Vía Crucis, como práctica piadosa, nació directamente de una fusión de tres devociones distintas preexistentes. Se extendió su práctica principalmente en Alemania y en los Países Bajos desde el siglo XV en adelante. El Vía Crucis, en su forma tradicional, con las mismas catorce estaciones colocadas en el mismo orden, se registra por primera vez en España en la primera mitad del siglo XVII, especialmente en las comunidades franciscanas. Desde la península ibérica se extendió a los demás territorios de la Monarquía Hispánica (que incluía el Sur de la actual Italia) y, de ahí, a Roma y al mundo. El Vía Crucis, además de la forma tradicional, tiene la forma nueva, realizada por San Juan Pablo II en 1991, que está más basada en el Nuevo Testamento y menos en tradiciones populares. Se eliminan las estaciones no bíblicas, se extiende el momento inicial al momento del prendimiento en el huerto de los olivos e incluye una estación adicional, la 15ª, sobre la resurrección. Puede obtenerse más información sobre el origen y la historia del Vía Crucis en la web del Vaticano: http://www.vatican.va/news_services/liturgy/documents/index_via-crucis_sp.html (en inglés e italiano).

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Propuesta para preparar y celebrar el Vía Crucis del Viernes Santo

En estas páginas se ofrecen algunas pautas para preparar el Vía Crucis, para poder rezarlo en familia. Se sugiere rezarlo el Viernes Santo. Se invita a todas las familias a preparar y rezar el Vía Crucis en vuestras casas. Es posible que no lo hayáis hecho nunca, por eso, os indicamos todo lo necesario para poder realizarlo. Durante la semana se puede ir preparando poco a poco. Es necesario tener una cruz y las estaciones preparadas. Se puede utilizar una cruz que tengáis en casa o una que hagáis para la ocasión. En cuanto a las estaciones, se pueden utilizar las que hay en el apartado siguiente, que deben colorear los más pequeños. El Viernes Santo o antes pueden colgarse las estaciones a lo largo de la casa. También hay que preparar los textos que se rezarán. Se puede utilizar cualquier libro que tengáis del Vía Crucis o los que aquí se proponen. Os invitamos a preparar una petición en familia para cada estación y a elegir los cantos que os sepáis para ese día. Hay que recordar que, además de la oración inicial y final, cada una de las estaciones sigue el mismo esquema. Para esta ocasión, se sugiere el rezo del Vía Crucis tradicional con el siguiente esquema:

Invocación inicial

Rezo de cada estación Número de la estación Título de la estación Jaculatoria Lectura de la Biblia Pequeña reflexión Petición Padrenuestro Canto

Oración final Explicación de cada parte: La invocación inicial se ha elaborado teniendo en cuenta las actuales circunstancias. El rezo de cada una de las estaciones:

- El que dirige dice el número y título de la estación. P. ej. Primera estación. «Jesús es condenado a muerte».

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- Tras el enunciado del título, se dice la siguiente jaculatoria mientras se arrodillan todos mirando a la cruz. El presidente dice «Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.» Y siguen todos: «Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo.» - Un lector lee el pasaje de la Biblia, que tiene por finalidad iluminar cada una de las 14 estaciones. No son textos fijos, pues están basadas algunas de ellas en la tradición y no tienen base bíblica (p. ej. las tres caídas o la Verónica). Se pueden escoger otros pasajes intentando respetar el sentido de cada una de las estaciones. Ofrecemos más adelante los textos bíblicos que utilizó el Papa Francisco el año 2019. Es bueno dejar un poco de silencio después de oír la Palabra de Dios. - Seguidamente se puede hacer una pequeña reflexión. La pueden preparar los adultos o utilizar la que se propone, que está inspirada en la que hizo Sor Eugenia Bonetti en el Vía Crucis del Papa de 2019, si bien resumida y adaptada a la actualidad. - Tras la reflexión, se puede realizar una petición. Los más pequeños pueden prepararla. Se sugiere un tema para cada estación más adelante. - Juntos rezamos el Padrenuestro (en alguna ocasión el Avemaría, según se indica.) - Mientras cantamos, nos dirigimos a la siguiente estación. Cada familia puede pensar los cantos que se sepa… si no se saben muchos, pueden repetirse.

Al acabar las catorce estaciones, podemos rezar juntos la oración final, en esta ocasión es la que el Papa ha hecho con motivo de la pandemia del coronavirus. En la siguiente página empieza la propuesta de Vía Crucis. Se recuerda que los más pequeños deben pintar las estaciones (que están más adelante) y preparar las oraciones para cada estación.

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VÍA CRUCIS 2020 INVOCACIÓN INICIAL Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Presidente: Empezamos el rezo del Vía Crucis de una manera distinta a la de otros años. Llevamos varios días confinados en casa, con toda la rutina cambiada. Después de estos 40 días de preparación, queremos acompañarte en estos últimos pasos que hiciste hasta la Cruz. Sabemos que este camino es de sufrimiento y de dolor, pero también sabemos que vamos a acompañarte en el acontecimiento más importante de nuestra historia, la de nuestra familia y la de toda la humanidad: Jesús nos va a amar hasta el extremo. Ojalá aprendamos a amar como Él lo hizo. Señor, concédenos la gracia de estar unidos a Ti en estos momentos. Presidente: PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos» (Mt 7,21) Lector 2 (Reflexión): Señor, ¿quién supo ser tu discípula mejor que María, tu Madre? Ella aceptó la voluntad del Padre siempre, incluso en los momentos más difíciles. La que te engendró, te llevó en su seno, te recibió en sus brazos, te alimentó, te cuidó y te educó con amor, quiso compartir contigo el momento más doloroso de tu vida y de la suya: el camino hasta la Cruz. Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por las madres) Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación. Presidente: SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga» (Lc 9,23) Lector 2 (Reflexión): Señor Jesús, es fácil llevar la cruz en el cuello o colgarla en la pared de nuestra catedral, de nuestra parroquia, de nuestra escuela o de nuestras casas, pero no es tan fácil encontrar y reconocer los nuevos crucificados de hoy, los preferidos de Jesús: las personas sin hogar, los jóvenes sin esperanza, las personas sin trabajo, los inmigrantes sin papeles… y tantos otros necesitados.

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Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por los pobres) Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación. Presidente: TERCERA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores» (Is 53,4) Lector 2 (Reflexión): Señor Jesús, en el camino que conduce a la Cruz has querido experimentar la fragilidad y la debilidad humana. Somos vulnerables, nos pueden hacer daño… pero también hay gente que en esos momentos de debilidad nos ayuda. Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por los voluntarios de Cáritas) Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación. Presidente: CUARTA ESTACIÓN: JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Una espada te traspasará el alma, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones» (cf. Lc 2,35) Lector 2 (Reflexión): María, cuando presentaste al pequeño Jesús en el templo para el rito de la purificación, el viejo Simeón te predijo que una espada atravesaría tu corazón. Ahora es el momento de renovar tu sí al Padre con confianza absoluta, a pesar de que estés acompañando a tu hijo al patíbulo, tratado como un criminal, lleno de dolor desgarrador. Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por las mártires de nuestros días) Todos: Avemaría… canto… y traslado a la siguiente estación. Presidente: QUINTA ESTACIÓN: EL CIRENEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Llevad los unos las cargas de los otros y así cumpliréis la ley de Cristo» (Ga 6,2)

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Lector 2 (Reflexión): Señor Jesús, en este último camino sentiste el peso y la dificultad de llevar esa gran cruz de madera. En vano esperaste el gesto de ayuda de un amigo, de uno de tus discípulos o de una de las muchas personas a quienes aliviaste sus sufrimientos. Lamentablemente, solo un desconocido, Simón de Cirene, por obligación, te echó una mano. Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por los religiosos y religiosas) Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación. Presidente: SEXTA ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis» (Mt 25,40) Lector 2 (Reflexión): Pensemos en los niños de diversas partes del mundo que no pueden ir a la escuela nunca… porque son explotados en las minas, en los campos, en la pesca; vendidos y comprados por traficantes; abusados y explotados en nuestras calles por muchos. Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por los niños desamparados) Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación. Presidente: SÉPTIMA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Él no devolvía el insulto cuando lo insultaban; sufriendo no profería amenazas; sino que se entregaba al que juzga rectamente» (1 Pe 2,23) Lector 2 (Reflexión): ¡Cuántas venganzas y cuánto rencor hay en nuestro mundo! La sociedad actual ha perdido el gran valor del perdón, fundamento de la paz y de la convivencia humana. Tú, Señor, nos pides que seamos valientes y perdonemos a todos. Y no lo haces con palabras, sino con el ejemplo… pues en la misma Cruz dirás «perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34). Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por nuestros enemigos, por los que nos hacen daño, por los que nos hacen la vida imposible…). Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación.

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Presidente: OCTAVA ESTACIÓN: JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos» (Lc 23,28) Lector 2 (Reflexión): La situación social, económica y política de los migrantes nos hace llorar con fuerza. Los cristianos, debemos tomar más conciencia de que todos somos responsables de nuestros hermanos migrantes y que podemos y debemos ser parte de la solución a sus problemas. Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por los migrantes…). Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación. Presidente: NOVENA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca: como cordero llevado al matadero» (Is 53,7) Lector 2 (Reflexión): Señor, has caído por tercera vez, cansado y humillado, bajo el peso de la cruz. Como tantas jóvenes, tantas mujeres, obligadas en las calles por grupos de traficantes de esclavos. Ellas sufren el cansancio y la humillación de ver sus propios cuerpos y sus sueños manipulados, abusados y destruidos. Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por todas las personas que sufren abusos…). Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación. Presidente: DÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Revestíos de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia» (Col 3,12) Lector 2 (Reflexión): Dinero, bienestar, poder. Son los ídolos de todas las épocas. También, y sobre todo, de la nuestra, que presume de los grandes pasos dados en el reconocimiento de los derechos de la persona. Parece que todo se puede comprar.

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Hemos olvidado la centralidad del ser humano, su dignidad, su belleza, su fuerza. Mientras en el mundo se levantan muros y barreras, queremos recordar y agradecer a todos los que, en estos últimos meses, están en la primera línea de la batalla contra el coronavirus. Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por todo el personal sanitario, los cajeros de supermercado, los transportistas, los agricultores, el ejercito, la policía, voluntarios, sacerdotes…). Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación. Presidente: UNDÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34) Lector 2 (Reflexión): Nuestra sociedad proclama la igualdad de derechos y la dignidad de todas las personas; pero a veces practica y tolera la desigualdad. Hombres, mujeres y niños son comprados y vendidos como esclavos todavía hoy en algunos lugares del mundo. Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por los que viven como esclavos…). Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación. Presidente: DUODÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mc 15,34) Lector 2 (Reflexión): También tú, Señor, has sentido en la cruz el peso de la burla, del desprecio, de los insultos, de la violencia, del abandono, de la indiferencia. Solo María, tu madre, y otros pocos discípulos, permanecieron allí, testigos de tu sufrimiento y de tu muerte. Que su ejemplo nos inspire a comprometernos para no hacer sentir la soledad a cuantos agonizan hoy en tantos calvarios dispersos por el mundo, como los campos de acogida similares a campos de concentración o los barcos a los que se niega un puerto seguro… Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por todos los que sufren en soledad los efectos del coronavirus…). Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación.

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Presidente: DÉCIMOTERCERA ESTACIÓN: JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto» (Jn 12,24) Lector 2 (Reflexión): ¿Quién recuerda las tragedias humanas de antes del coronavirus?: las víctimas de los talibanes de Afganistán, los desplazados de Camerún o de Etiopía, las víctimas del Estado Islámico en Irak, el conflicto del Lago Chad, las víctimas de los yihadistas en Malí, la urgente ayuda humanitaria que necesita la República Centroafricana o en la República Democrática del Congo, la crisis rohingya en Bangladesh, los refugiados de Siria, el hambre en Somalia, la miseria del pueblo venezolano… y tantos otros. Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por los gobernantes…). Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación. Presidente: DÉCIMOCUARTA ESTACIÓN: JESÚS ES PUESTO EN EL SEPULCRO Presidente: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo. Lector 1: «Está cumplido» (Jn 19,30) Lector 2 (Reflexión): Jesús, justo antes de morir, dijo «está cumplido». Se refería a su misión: amar hasta el extremo. Aprendamos a amar como amó Jesús. Cada familia está llamada a vivir el amor de Jesús, el amor que no se gasta. Los padres deben querer a sus hijos y los hijos a sus padres. Si aprenden a hacerlo en casa, podrán amar cuando salgan a la calle, al colegio, al trabajo… a cualquier sitio. Lector 2 (Petición): Señor, te pedimos… (por las familias…). Todos: Padrenuestro… canto… y traslado a la siguiente estación. ORACIÓN FINAL Presidente: Al terminar este Vía Crucis, te pedimos Señor que nos enseñes a confiar más en ti, junto a tu Madre, al pie de la Cruz. Que María sea causa de nuestra alegría, puerta del cielo, estrella de la mañana, salud de los enfermos y auxilio de los cristianos. Para terminar, nos unimos al Papa Francisco y a toda la Iglesia, con la oración que nos invita a rezar estos días en relación al coronavirus:

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Todos: Oh María, tu resplandeces siempre en nuestro camino como un signo de salvación y esperanza. Nosotros confiamos en ti, salud de los enfermos, que junto a la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú, salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del divino Amor, a confiarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección. Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desoigas nuestras súplicas que estamos en la prueba, y libéranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.

(Papa Francisco)

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Primera estación «Jesús es condenado a muerte»

Segunda estación «Jesús con la cruz a cuestas»

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Tercera estación «Jesús cae por primera vez»

Cuarta estación «Jesús encuentra a su Madre»

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Quinta estación «El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz»

Sexta estación «La Verónica enjuga el rostro de Jesús»

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Séptima estación «Jesús cae por segunda vez»

Octava estación «Jesús encuentra a las mujeres»

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Novena estación «Jesús cae por tercera vez»

Décima estación «Jesús es despojado de sus vestiduras»

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Undécima estación «Jesús es clavado en la cruz»

Duodécima estación «Jesús muere en la cruz»

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Decimotercera estación «Jesús es bajado de la cruz»

Decimocuarta estación «Jesús es puesto en el sepulcro»

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Dibujos para colorear

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Dibujos para colorear