documentos san martinianos en los estados unidos

Upload: agutarra

Post on 06-Apr-2018

218 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/2/2019 Documentos San Martinianos en Los Estados Unidos

    1/3

    Pg. 1 LA NACIN Domingo 13, mayo 1979 Secc. 4A Pg. 2

    Documentos sanmartinianos en losEstados Unidos

    Valiosos manuscritos que ilustran, sobre todo, la actividad desarrollada

    por el Libertador durante su Protectorado en el PerPor Armando Alonso Pieiro Para LA NACIN BUENOS AIRES, 1979

    a universidad de Indiana poseela llamada Coleccin Lilly, inte-grada por documentos sanmarti-

    nianos, algunos de los cuales slo seconocen fragmentariamente en laArgentina. Otros figuran en archivosperuanos, porque gran parte del ricofiln corresponde a la poca del Protec-

    torado. No obstante, la coleccincompleta no ha sido estudiada en sutotalidad a pesar de contarse con unacopia del microfilme en Buenos Aires,sin computar la existente en el archivode quien escribe esta lneas, todo locual nos autoriza a darle el carcter denueva documentacin sanmartiniana.

    L

    La coleccin fue adquirida a lo largode distintos aos al coleccionista

    Bernardo Mendel, quien probable-mente, a su vez, habra compradoalgunas piezas al coleccionista peruano

    Jorge Mara Corbacho.Son en total 387 documentos con un

    total de 417 fojas, correspondientes alperodo 1814 a 1836. Las excepcionesson: un documento datado muy proba-blemente en 1822, en Lima, errnea-mente clasificado por la universidadnorteamericana como Declaracin de

    San Martn, cuando en realidad setrata de un decreto vinculado contemas militares, econmicos y sobrereconocimiento de honores y serviciosa la topa y a la oficialidad del EjrcitoLibertador y de la Escuadra Liberta-dora. Faltan solamente la tercera yltima foja, puesto que la segundaconcluye dado en Lima a 15, dedonde se deduce la solitaria pginafaltante, cuya omisin no introduce

    ms enigmas que la fecha cierta deldocumento, duda que de todas formaspodra salvarse mediante el cotejo delos decretos de la poca.

    El segundo documento incompletotiene cuatro hojas, perteneciendo

    probablemente a Rudecindo Alvarado:se trata de una descripcin militar ypsicolgica de algunas provincias.

    La coleccin consta de bandos,decretos, oficios, rdenes, pasaportes,instrucciones, estados de fuerzas,

    proclamas, nombramientos, edictos yuna copia de un parte de batalla: el deRiobamba.

    Si exceptuamos 150 documentos deltotal de 387 por ser aquellos inte-grantes de un Libro Copiador de

    Cartas nos encontramos con que 89oficios pertenecen a San Martn. Elresto se divide en piezas firmadas porRudecindo Alvarado, Alvarez deArenales, Bernardo de Monteagudo,

    Juan Lavalle, el Ayuntamiento de Lima,

    etc., pero en su mayor parte dirigidospor stos a San Martn.

    Salvo algunos pocos oficios donde setratan asuntos de trmite, puede afir-marse que son todos de inters. Noobstante, y enfocando el anlisis bajo

  • 8/2/2019 Documentos San Martinianos en Los Estados Unidos

    2/3

    Pg. 2 LA NACIN Domingo 13, mayo 1979 Secc. 4A Pg. 2

    un prisma riguroso, es preciso reclasi-ficar cuarenta y cuatro documentos, delos cuales 34 son importantes, y diezmuy importantes.

    Antes de entrar en el anlisis dealgunos infolios, es preciso hacerciertas consideraciones previas. Estadocumentacin reitera la prueba histo-

    riogrfica vastamente conocida sobrela multiforme, nerviosa y complejaactividad del Libertador, capaz demanejar varios asuntos de distintanaturaleza simultneamente.

    El da de mayor actividad en las jornadas del Libertador en el Perparece haber sido el 23 de julio de 1821.En esa oportunidad, en efecto, emitinada menos que veinte oficios sobre losms diversos tpicos: desde la orden

    para una amodenacin hasta el rese-llado de papel sellado; desde la organi-zacin de un Tedum para dos das mstarde, hasta normas sobre la presenta-cin de desertores; desde disposicionespara la prosecucin de las causas judi-ciales pendientes hasta la devolucinde una partida de ganado mal confis-cada; desde la incorporacin deesclavos al Ejrcito, hasta la celebra-cin de una feria de alimentos que

    aliviara la situacin del pueblo.La multifactica actividad de San

    Martn denuncia la intervencin tantoglobal como minuciosa y sectorial entodas las facetas de la vida pblica yprivada del Per. Nunca como en suprotectorado de la libertad peruana prolongacin poltica de la Campaa delos Andes puede advertirse mejor susdotes singulares de estadista, esa visindel hombre ecumnico y humanista

    con cierto tinte renacentista que es unproducto expirado con el siglo XIX.

    En un importante oficio escritoapenas iniciado el ao 1821, San Martnimparte rdenes precisas con respectoa la conduccin de la guerra patria. Eneste breve documento que si bienalcanza tres fojas, su sustancia secondensa en las dos primeras el Liber-tador traza las coordenadas de suaccin con una claridad absoluta,

    expresada en la simplicidad de estiloque fue siempre su caracterstica msremarcable. Por ningn pretexto, ni eldestinatario del oficio que lo era elgobernador intendente de Tarma,Francisco de Paula Otero, ni el coronel

    Arenales deban comprometer unaaccin formal con los enemigos. Laestrategia consista en ceirse a unaguerra de recurso, tanto ms venta-

    josa en un pas donde se tiene laopinin de sus habitantes, que el Ejr-cito ms numeroso y aguerrido puedaresistir a ella.

    En numerosas ocasiones se ha reite-rado, con abundantes pruebas docu-mentales, el cuidadoso sentimiento derespeto que San Martn albergaba porlos vencidos, especialmente si de seresindefensos se trataba. Nosotros mismoshemos estudiado el tema, al analizar enotra ocasin los sentimientos humani-tarios del Libertador. Hay aqu otraprobanza de verdadero inters. Se tratade un bando, suscripto el 17 de julio de

    1821, cuya brevedad caracterstica detodos los documentos sanmartinianoscorre pareja con la exteriorizacin desus escrpulos y la indignacin que lecausaban algunas reprobables acti-tudes. Habiendo llegado a mi noticia,con grave atentado a mis delicadossentimientos, y violacin de mishumanos principios, que algunos indi-viduos acalorados, atropellan, persi-guen e insultan a los espaoles con

    amenazas y dicterios: ordeno y mando,que todo aqul que cometiese estegnero de excesos, opuestos a la blan-dura Americana, al decoro, y a la buena

    y racional educacin, sea denunciado alS.r Gob.or poltico y Militar de estaCapital, para que verificado el hecho, sele apliquen las penas correspondientesa tan reprochable procedimiento. (1)

    Como es sabido, las dificultadeseconmicas azotaron toda la Campaa

    Libertadora a lo largo y a lo ancho desus operaciones. San Martn debipelear acaso con mayor dureza conestos problemas que con la espada enla mano contra los enemigos reales deSudamrica. Diez meses haca que elEjrcito Libertador se encontraba entierra peruana, y en determinadomomento las clases dirigentes conside-raron que ya era hora de atemperar laindudablemente pesada carga tribu-

    taria. Indudablemente la carga, pero nola oportunidad ni mucho menos elpresunto responsable de los tributos,como se desprende meridianamente dela sutil y clara argumentacin desple-gada por San Martn ante el Ayunta-

    miento limeo, corporacin que habaasumido la representacin de los inte-reses afectados.

    Explicaba, pues, que al tener encuenta lo padecido por Lima y laescasez de dinero en que hallaba, sucorazn se resenta sobremanera;pero entre librarla para siempre de

    semejantes o mayores males, o expo-nerla a la casualidad funesta de que losenemigos volviesen a apoderarse deella, considero que V.E. preferir quesubsistan aquellas mismas contribu-ciones que hall establecidas. Es queciertamente los tributos vigentes a

    julio de 1821 eran los mismos queregan bajo a dominacin espaola. Nose haba producido, como suele ocurriral cambiar un gobierno, el hecho de

    que aumentaran o se superpusieran lasgabelas. La seguridad de esa capital continuaba San Martn consiste en lafuerza fsica del ejrcito que mando,como la libertad del resto del Per en elaumento de su nmero. Para esto, sabebien V.E. que se necesita dinero, ymientras que los manantiales se hallanobstruidos, es indispensable continuarcon lo que hall establecido.

    En definitiva, el Libertador no crea

    oportuno innovar por el momento enmateria tan crtica, a menos que V.E.no me proponga otros arbitrios quereemplacen esa odiosa contribucinque V.E. me dice. (2)

    Otro de los documentos que debenser considerados trascendentes en estacoleccin es el bando emitido unasemana antes de proclamarse la inde-pendencia, vinculado con los enemigospotenciales del nuevo estado soberano.

    Con un breve y nico considerando enel que se exteriorizaba el propsito decimentar la mejor armona entre todoslos habitantes y para que en lo sucesivono asome, ni remotamente, el menorespritu de partido, el Protector de laLibertad del Per ordenaba en cincoartculos que se presentara en las CasaCapitulares, todo individuo que habitaen el territorio del Estado, bien seaAmericano o Espaol, para inscribirse

    en un libro en el caso de que no se obli-garan voluntariamente a sostener consus personas, opinin y bienes la Inde-pendencia del Per.

    Las personas compelidas a presen-tarse deban hacerlo ante comisiones

  • 8/2/2019 Documentos San Martinianos en Los Estados Unidos

    3/3

    Pg. 3 LA NACIN Domingo 13, mayo 1979 Secc. 4A Pg. 2

    creadas especialmente al efecto, cuyosmiembros tambin tenan que firmar elmismo libro, con la evidente intencinde evitar injusticias y arbitrariedades.A rengln seguido, los individuos queno se acomoden a vivir segn lasnuevas instituciones del Per,conformes a la voluntad general de sus

    habitantes, obtendrn su pasaportepara salir del territorio del Estado, loque se verificar en el plazo de veinte yquatro das los que residan en estaCapital, y en el de sesenta los que sehallen en las Provincias, para lo que elGobierno proporcionar los buquescorrespondientes a fin de que se trans-porten con sus familias e intereses.Los gastos originados por este trans-porte quedaban a cargo de los directa-

    mente afectados (3).La importancia de esta medida reside

    en que, a diferencia de lo que solahacerse en la poca caso de losmismos espaoles con los habitantesdel territorio americano y en esteltimo tercio del siglo XX que vivimoscon numerosos Estados donde unmovimiento revolucionario cambia lafisonoma de las instituciones polticas

    y sociales, San Martn optaba por

    deshacerse elegantemente de losenemigos potenciales, en vez de confi-narlos en prisin. Para los regmenestotalitarios de antao y hogao, elenemigo que no se pliega al nuevoestado de cosas es un elemento peli-groso al que hay que perseguirlo yprivarlo de todos sus derechos. Para elProtector de la libertad del Per, estosmismos elementos deban ser sepa-rados de la nueva sociedad, pero no

    perseguidos ni privados de su libertad.Que fuera del territorio peruano seconvirtieran en clulas temibles para laseguridad del Estado, por lo visto erauna circunstancia que no le preocu-paba.

    El borrador original de este docu-mento est tachado y corregido,aparentemente por mano del propioLibertador, lo que revela la atencinque puso al concebirlo.

    Uno de los ltimos documentos deesta coleccin es tambin simultnea-mente, uno de los ms trascendentes.Se trata de seis fojas con las instruc-ciones que deban seguir los enviadossanmartinianos a Europa. Previamente,

    sin embargo, tenan que pasar porChile, para gestionar ante el SupremoDirector el envo de una expedicininmediata de mil hombres a lascostas de Arequipa, con el fin deacelerar el fin de la guerra americana.

    Desde Santiago de Chile los enviadosperuanos deban seguir viaje a Buenos

    Aires, con la misin de tramitar ante elgobierno porteo nada menos que larecuperacin de los territorios altope-ruanos. Deben asimismo propenderlos Enviados a que se instale elgobierno general, en caso de nohaberse verificado su llegada...

    En la breve y taxativa enumeracinde estos dos propsitos se advierte loque entre nosotros ha definido acerta-damente Ricardo Leven como el genio

    poltico de San Martn. Porque no deotra manera debe calificarse su estra-tegia, su visin que iba ms all de lospequeos confines, para introducirsede lleno en el desenvolvimiento de unplano geopoltico recobrar las provin-cias perdidas y un esquema de podernacional interno: la constitucin delgobierno central.

    Una vez arribados a Inglaterra, losrepresentantes sanmartinianos tenan

    que gestionar la alianza britnica, paraobtener la proteccin inglesa de Suda-mrica, no sin antes tramitar el reco-nocimiento de la independencia. Seprevea tambin la eventualidad deotorgar algunos beneficios a Londres acambio de la firma de tratados deamistad y comercio. Tales beneficiospodan consistir en una rebaja de aran-celes por un lapso mximo de cincoaos, pero nunca deba pactarse la

    exclusividad por algn ramo comercialespecfico.

    Para el caso de un fracaso en lasnegociaciones inglesas, el mismo esp-ritu de avenimiento poda desplegarseen Francia, Rusia, Holanda y curiosa-mente Espaa; tal el orden en que SanMartn estampaba las prelaciones. Nose escapaba a San Martn la trascen-dencia de la eventualidad hispana. Ellapondra no slo trmino a la guerra

    sino que dejara expeditos a los demsgabinetes para practicarlo tambin sinnota alguna.... Por lo tanto, se contem-plaba alguna libertad con Madrid noprevista en los otros casos. Porejemplo, el permiso exclusivo de intro-

    duccin de azogue por espacio de diezaos, siempre que su precio no exce-diera de cuarenta pesos el quintal.Otras dos posibles ventajas: rebajar untres por ciento los derechos de impor-tacin a lo largo de cinco aos y ofrecerde ocho a diez millones de pesos, dosde los cuales podran efectivizarse de

    inmediato, previo emprstito conInglaterra por no menos de tres acuatro millones de pesos con hipotecassobre fincas o fondos del Gobierno, conun inters del ocho al diez por cientoanual.

    Las instrucciones comprendantambin la gestin para contratar en elViejo Mundo algunas personalidadesdestacadas en las artes y las ciencias, yaun el envo de mquinas y obras muy

    escogidas para la biblioteca pblica. Essintomtico que en el tratamiento detemas de tantas envergadura como laguerra, la diplomacia y las finanzas SanMartn no descuidara las necesidad dela cultura y de la ciencia. (4)

    Nos parece ocioso, al llegar a estaaltura del presente trabajo, efectuarnuevas consideraciones sobre la signifi-cacin de esta coleccin documentalsanmartiniana. Aqu se han citado

    apenas unas pocas piezas trascen-dentes. Quedar para otra oportunidaduna evaluacin completa, a fondo, delos casi cuatrocientos documentos queintegran este valioso conjunto demanuscritos. Es de esperar, por otraparte, que se susciten renovadas curio-sidades sobre las riquezas documen-tales de viejos infolios que reposan eninesperados repositorios oficiales yprivados. Semejante inters represen-

    tar el mejor aliento para todos losestudiosos de una doble vitalidad hist-rica: la de San Martn y su poca.

    (1) Cuartel General de la Legua, 17 de julio de 1821,

    Latin American Manuscript, Collection Lilly Library,

    Indina University, Bloomington, Documento 264

    (numeracin provisional de la catalogacin hecha

    por el autor de este trabajo).

    (2) San Martn al Ayuntamiento de la Capital,

    Cuartel General de la Legua, julio 19 de 1821,

    Ibdem, Documento 282.

    (3) D. Jos de San Martn, Capitn General del Ejr-

    cito y en Jefe del Libertador del Per, Gran Oficialde la Legin de Mrito de Chile, Lima. 21 de julio de

    1821, Ibdem, Documento 292.

    (4)Instrucciones dadas por el Exmo. Sor. Protector

    del Per a los Enviados a Europa, Lima, 24 de

    diciembre de 1824, Ibdem, Documento 381.