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Discurso Paranoicritico-Daniel Jimenez T

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  • LECTURAS PARANOICRITICAS

    Quin soy? Se ha dicho que los humanos son lo contrario del otro, que se ven en el otro, que el

    otro recalca el bosquejo de su figura, por eso tambin son En este sentido, Yo tambin soy, como

    dira Bajtin, uno de ustedes, quizs todos ustedes.

    En la distancia me he vuelto una instantnea de fantasma matutino, no alcanzo a concebir la dureza

    de otras vidas, de otros dolores y de otras angustias... quiz deba hacer un largo silencio por los

    espritus abatidos, quiz las voces, los abrazos, los rganos y los alientos no basten para acallar este

    crujir de los nervios.

    Las vidas ajenas parecen trofeos en los bares de copas de m ya no tengo nada para decir, ms de

    lo que cada uno aspira a saber de s mismo. Recuerdo un poema, el poema Ser de Gonzalo Arango:

    Ser un semforo bajo la lluvia

    Ser un rayo en un pararrayo

    Ser un papagayo

    Ser un aviso luminoso a las 6 de la tarde

    Ser un revlver y una bala

    Un enemigo peligroso

    Un da cualquiera en la hoja del almanaque

    Unos hilos de lluvia slida

    Un poco de frio

    Un edificio mojado de 14 pisos bajo la lluvia

    El cielo hace su propia revolucin

    Los hombres se esconden de miedo

    En los recintos cerrados

    En los aleros

    En los escampavas

    Ser la velocidad de un automvil

    Ser el comandante de la revolucin celeste

    Ser una golondrina retardada en el imperio de la lluvia

    Los hilos telegrficos destilan gotas

  • Ser la terraza en el firmamento

    El transente que no puede llegar tarde a su trabajo

    La novia que va para una cita de amor

    La motocicleta estacionada en la mitad de la calle

    Ser la basura que corre

    Los vidrios resfriados

    El calor dominado

    Ser como mi mujer que me invita al lecho por su cuenta

    Ser un instante en compaa de otro instante cualquiera

    Ser una carta abierta

    Un telegrama sinttico con una mala noticia

    El pedal de un dentista

    Un arroyo que pasa sin inmutarse

    Por las hojas que lleva a la desembocadura

    Una sumadora de besos

    Una restadora de deudas

    Una multiplicadora de instintos bajos

    Una divisora de penas

    Ser el premio mayor de la lotera

    Un florero con anemonas y gladiolos

    Una flor de saco

    Una hoja de verbena

    Un pistilo estambrado

    Una declaracin de guerra

    Un armisticio de paz

    Una revolucin debelada

    Un muerto

    Un vivo

    Unas ganas de orinar

  • Ser como mi mujer que no piensa

    Luego existe

    Ser una y otra vez

    Indefinidamente

    Yo mismo

    Gonzaloarango.

    Quien no ha pensado en SER, ser la gota que derram el vaso o ser otro, un extrao. Yo tambin

    he escrito mi autoafirmacin, tambin me he delatado en la banalidad de saberme un YO:

    Historias egocntricas, narraciones extraordinarias de globos coloridos flotando en el paraso,

    dando giros a la vista de los primeros seres: los gusanos.

    Estos se arrastran por un pedazo de tierra donde morir en paz, estn cansados de devorar

    cadveres de otros y quisieran deleitar los propios: su especie.

    Fsiles cinticos, elaborado movimiento, movilizacin ancestral. Nuestras ruedas son los

    olvidados; seremos motor cuando hayamos sido historia

    Hombres que se desploman en el epicentro gris de un suceso, con sus cabezas pelonas y radas,

    con sus cuerpos de crceles costillares cuya presa es el hambre

    Indiferencia, temor, repugnancia

    Vernos espejos en los ojos de estos parias, cuando somos prncipes de piernas firmes y barrigas

    llenas de gusanos, parsitos del propsito, hijos de la desidia

    Vagabundos, locos, distrados, dispersos bienaventurados hagan fila y reciban su moneda de los

    salvajes normales, de los patolgicos serviles, de los agraciados de la norma

    Sigamos en las sombras para algn da salir de ellas y reinar

    Vuestra potestad es efmera

    En m no hablo yo

    Hablan los demonios clticos

    Los lenguajes custicos

    Las palabras rebeldes, propias del espritu

    La ensalzada pose del diccionario

    Que es mi cabeza

    Que soy yo

  • Eternamente

    Por los siglos de los siglos

    As sea.

    Ahora ha entrado un compaero molestodebo leer, sino lo hago invadira el silencio en este

    recinto, pero no cualquier silencio, uno perturbador que obligara a cada uno de ustedes a contar

    sus ms ntimos secretos en la ms alta voz que posean, seran un altavoz colectivo e incmodo para

    quienes caminan sin despabilarse entre sus contemporneos, en un ir y venir que nada tiene que

    ver con el vaivn de las olas tal sera el susurro que cada voz interior se rebelara y destrozara las

    entraas de esta ciudad bueno, empezando por las de su dueo.

    Afortunadamente he escrito un discurso pensando en la noche, sabiendo que por mucho tiempo

    los rayos del sol infectaran nuestras pupilas y encandilaran nuestras voces.

    Debo leer, ya que los versos no brotan en la multitud y la prosa se ha filtrado por las rendijas de

    aquella alcantarilla de la entrada o se ha derramado en el desage o la ha bebido alguno de

    ustedes con el desayunono lo s.

    Leer con un mtodo paranoico y crtico, con un discurso de persecucin y un delirio de

    presentacin. Paranoico desde la alteracin de la percepcin; ver ms all, un sentir equidistante,

    un dialogo histrico, ancestral y csmico con los otros, los dems; los que esperan por la telepata

    universal para brindar su mensaje, su grito de auxilio, un S.O.S por el ser perdido. Crtico en una

    variacin sub-versada, otra versin de una realidad opaca, sucia llena de un polvo seco que nadie

    ha querido limpiar; una asociacin libre de ideas liberadoras, emergentes y cautivadoramente

    novedosas, planteadas en una postmodernidad asustadiza que dice llamarse "crisis" y que tal vez,

    pueda, a lo mejor una ruptura en esta soolienta sociedad. Tambin, lo inconcluso como una forma

    de continuidad individual que lleve a la accin, a levantarse, a extenderse con la reflexin activa de

    lo suspensivo: una reaccin colectiva, insospechada, introspectiva, etc. y etc...

    De vez en cuando, se hace interminable la vida; uno se siente viejo y la terquedad se impregna en

    los huesos, la sabidura se convierte en un inminente capricho y las soledades se amontonan en un

    armario que huele a difunto

    Se me ha extraviado ese bal lleno de palabras desusadas, ese diccionario de amores y antnimos,

    esa camiseta llena de rostros de hroes comunes, ese frasco de esencias filosficas, las formulas

    infalibles...

    Tenerlo todo en la punta de la lengua, la baba en el abismo y la informacin en un caos geomtrico...

    lo revuelvo y todo vuelve a comenzar. Es un juego! gotas de tinta, partculas de polvo y trozos de

    vida; comienza un relato, lo abandonas, cambias de personaje: la puta, la marioneta, el vagabundo,

    el espectro y al final es la sombra el protagonista. Atrapas cada loca idea, la arrugas, la arrugas... la

    metes en tu boca, la masticas, la masticas... no digieres, te digieren y te dirigen, se convierten en

    semforos gigantes que parpadean sin cesar. Corres y debes parar, detener tus pupilas mientras se

    llenan de un rojo palpitante. El amarillo es el odio, es la espera y la impaciencia saca de quicio, es

    un color de locos, de fanticos pero igual es el intermezzo...corre, no te detengas!!! Todo es verde,

    liviano, hmedo, eres brisa sobre la hierba, deslizndote como un nio en un juego del parque... a

  • dnde corres? Cul es el afn? de todas maneras tus colores sern absorbidos y tu destino lo

    encontrars en el refugio de la oscuridad.

    Est escrito, todo lo que se ha escrito como en un collage: partculas, tomos, sonrisas, lgrimas,

    sabores agrios y dulces que atiborran tu paladar. Piensas que es un manifiesto pero no, es una

    tregua:

    Bailarinas, un par de ellas como ninfas revolotean en la sala de una casa

    Un, dos, tres, los pasos exactos llenos de la simetra de un instrumento que suena a comps

    perfecto

    Voltiles y flamables llenan de calor el aire, que con sus delicadas manos acarician mientras giran

    en una baldosa

    Cadencia en la mirada, que es furtiva, y en los vestidos flotantes entre tanta aoranza infantil

    Despegan, bailan juntas sin ver sus rostros, comparten sus recuerdos y se mezclan los aromas de la

    nostalgia

    Slo hay un espectador: el tiempo, que se ha detenido para ver el espectculo de unas rosas que

    esquivan sus espinas

    Mayores sern los gozos de las mujeres en el eterno respirar de una meloda nocturna

    Pocas las fieles ilusiones de encantos febriles y sueos hmedos filtrados en la estridencia de una

    temprana cancin en la urbe

    Las vides rejuvenecen al calor de una sonrisa, y los vinos nuevos y viejos comparten la delicadeza

    de la madre y de la hija que enlazando sus dedos, bifurcando sus ilusiones disfrutan, a un mismo

    paso, la tregua de la sangre.

    Una imagen y el tiempo, dos protagonistas disputndose el reino de la palabra. Los nios piensan

    en la vejez de hacerse viejos y a los adultos nos agobia la paternidad de esa palabra, la maternidad

    de ese pensamiento. Ingenuamente creemos que contemplamos el estallido de la subversin de

    lo Otro, pero en secreto la contradiccin trabaja para la salvacin de lo idntico., as lo dejo escrito

    Focault, al igual que afirm que lo imposible no es la vecindad de las cosas, es el sitio mismo en el

    que podran ser vecinas.

    Una sintaxis de personajes, una revoltura de pensamientos, ideas sueltas y acorraladas en medio de

    jerarquas y escalones Quin dice? Y ms an Quin dijo lo dicho? La ltima palabra y la primera

    es procaz ya que su insidiosa mascara mimetiza, en medio del sentido vulgar, el re-

    sentido...Personas, cosas y discursos todos amontonados en un mismo escenario. Eso es una lectura

    paranoicritica:

  • Esperpntico glosario

    Manifiesto tardasta

    Lluvia de aplausos

    Seales de compaa

    Un cantico en la hormiga csmica

    Un dardo en la orilla salvaje

    Se puede producir sinfnica agona?

    Talabartero en la plata nada

    Nada de la plata en la talabartera

    Ahogado vicio es el tuyo

    Orinar de espaldas al muro

    Al mundo lo has rayado vos

    En la provincia el silencio es mo

    Ahora siento mutilada la voz

    Es ese aparatejo dios

    Implante aristocrtico en off

    Lucha en la insignia fo!

    Verdad en el cadalso

    Diario de paso

    La firma segura

    Planta que alla

    Manos que arrullan

    Mi desesperada tos

    Dal acech a los sueos, tal como Freud le haba susurrado al odo en una pesadilla que l recordara

    toda su vida. Dal invent el mtodo paranoicritico, pero jams entreg su secreto, ni lo guardo en

    un museo, vivi y muri con l. Dal slo me regal un prolegmeno:

    Titilantes, furiosamente repetitivas las facetas de este espejo; del reflejo de cicatriz: la marca que

    surca la palma de la mano, esa que lee la gitana, la que interpretan los astros y las estrellas

    intermitentes encendiendo y apagando tu retrato en mi memoria

  • Recomponiendo, una vez ms, la postura del artefacto que llamas cuerpo doy cuenta de las

    imperfecciones del tiempo y las ilusiones de la eternidad

    El odo escucha al odio susurrndole, subido en su hombro toca la corneta de batalla y el destierro

    de los sentidos aparece prximo a su lejano horizonte

    Iluminado de bombillas se dibuja Van Goh en mis sueos, esos cuervos que trae rasgan mis nervios

    y yo sus vestiduras; ni ellos ni yo esperamos escapar de aquel cuadro, pretendemos difuminarnos

    entre olas y oleos azulinos

    Solo es un sueo!

    Es el dejab de la pesadilla

    Es mi barriga llena de lagartos y serpientes que muerden su cola

    Es el espiral de la muerte en vida o de la naturaleza muerta llena de vida de un instrumento

    abandonado

    Soy yo tratando de componerme en un tratado visceral

    En las letanas del fro

    Del antiguo latido

    Ahora congelado nervio.

    Y ahora Nada, la Nada, esa nada de los nadastas colombianos; esa nada que era sin razn, que era

    fantasa, ya que la fantasa "es la nica cualidad humana que no est sujeta a las miserias de la

    realidad humana.", como escribi Mauricio Rosencof, en Las cartas que no llegaron. As parece ser

    la humanidad, nunca entrega nada, a veces se entrega slo a s misma:

    Comienzo con sabor a fin

    Unas letras desabridas, sin gusto

    Todo alrededor se levanta y los dems nos hundimos

    El amor a la deriva, el vicio a la medida

    Cuanto has pensado es un sueo

    Un pesado sueo turbulento

    Innavegable condicin

    Humanidad

    Inaceptable tramite

    Estas en esta fila

    Tapan los del frente tu cabeza

  • Agachan detrs la frente

    En la mitad del conflicto

    Epicentro de guerra

    Fronteras frgiles e inamovibles

    Una colmena, sera mejor

    Ser un bicho estara bien

    Un escobazo en el lomo

    Abrazando la baldosa

    Barren tu espritu

    Junto al polvo

    Y en eso te convertirs

    Te dicen de pequeo.

    Mientras escribo me invade el sueo, y con el aparece el caosme invade un autmata, los dedos

    pulsan las teclas con una rebelda absoluta, el inconsciente los traiciona, como a todos, y este

    sucede durante un periodo:

    Necesito contar cuantas palabras salieron de esta sala de recuerdos

    Si fueron ms o menos que el dinero que traa junto a las migas de pan y hormigas en mi bolsillo

    Creo, tal vez en unas diez mil frases por minuto, y en un cenicero de dos colillas

    Quiz, una imagen que vale ms que contarlas- las migas de pan

    Porque eran diecisis hormigas y diez dedos

    Ahora se me extraviaron las ideas, y eso que eran menos

    Los rostros en magenta del televisor son algo ms escasos

    El reflejo de los espejos da visos de ser muchos

    Las interminables colas del centro, de hecho, son eternas

    Y yo siempre con unas cuantas bobadas que dilapidar en la fila

    Slo quiero que termine ya sta inacabable hilera de muertos.

  • Como antes de huir huye... espera a que termine este dialogo, vete haciendo a la idea...vete, salta

    en medio de espasmos y confndete entre el ir y venir de tus contemporneos. Acepta que

    tambin eres, que no hay soledad: ella es un espejismo.

    Mira ah est el mono desnudo que se invent a Darwin. Su crneo est a punto de estallar, la

    informacin escapa de sus poros y alimenta innumerables seres. Tendido sobre una autopista

    enmohecida, su pelaje verdoso y hmedo se confunde con la nica huella de la naturaleza; sus tripas

    atravesaron su vientre decidieron sepultarse en las entraas de la tierra, volvieronse races. Cual

    mamfero parturiento se retorcija, chilla cuando siglos atrs su lengua deca flor y el universo abra

    sus ptalos. Todos acuden a l, el mono sabio Qu puede compartirles? desde hace un tiempo- un

    tiempo eyectado con la velocidad de la luz- convirtiose en el nico vegetal de la galaxia Gutenberg;

    se haba estancado en el asfalto con el que se empe cubrir el planeta: lo logr!. Cremos en l, tan

    responsables somos que no qued nadas ms que hacer de l un culto, una religin, una

    espiritualidad moderna: el espritu de la unidad y la unidad del espritu. El uno indivisible que repose

    en un Estado fuerte, en un fuerte estado. Dnde nos conducir esta nueva fe? es un

    cuestionamiento prohibido desde que se formul, y quien lo hizo invent a Darwin hace tantos eones,

    ahora enmudeci para dar paso a su propio culto: el del mono desnudo. Lo hemos rodeado con el

    asombro de ver encallar a una ballena, cada quien ha donado un objeto personal para su altar.

    Algunos dicen que muri cuando cesaron esos horribles chillidos, pero es un sacrilegio pensar que

    la calma se debe a su muerte. l es la calma. La calma emana de l. Deseamos pensarlo as, sino

    sera en vano donar nuestras pertenencias tan preciadas. Oyeron! dicen que se ha movido pasarn

    las penurias y la miseria, la hambruna cesar. S que crece una semilla en su interior. As lo prefiero

    creer, es nuestra nica fuente de vida; nuestra imaginacin nos mantiene vivos y algo cuerdos. Todos

    se imaginan que yo soy su hijo. Soy el hombre desnudo.

    A cada ser le impera un final, una muerte nica, una muerte con nombre propio. Cada cual debe

    buscar la suya, debe buscar su razn para morir, debe escoger con detenimiento su ltima palabra

    y en lapso de aquel tiempo entre la vida y la muerte hay que jugar bien el juego, ser ldico y jams

    rechazar esa sombra seduccin:

    Voltea la ventana que conduce la luz hacia mi sombra en la pared

    Hazme saber cul es el destino de la paciencia

    Grtame sin cortar tu espeso aliento quin soy!

    Aguijonea frases repentinas en la rplica que has hecho de m

    S tan luz que destiles noche

    Gira en tu eje sin dejar de fijar tu mirada en la ma

    Provoca el pnico de siempre

    Vsteme de tus vestidos

    Muerte.

    Daniel Jimenez Tacu.

    Quito, 5/12/2014.