UIA Torreón. Discurso de graduación de los integrantes del Diplomado en Habilidades Docentes, Otoño 2014-Primavera 2015

18 de marzo de 2015

¿Un diplomado en Habilidades Docentes?

Han transcurrido siete meses. Tiempo en que el Centro de Desarrollo Educativo de la Ibero Torreón nos ofreció un Diplomado en Habilidades Docentes. Una posibilidad más de crecer, ¿por qué no? Si el peso de la realidad así lo exige en un país cuyo gobierno, desde hace 30 años, ha impuesto una desastrosa política de educación. Una política de educación alejada de todo principio desarrollador de las potencialidades humanas.

¿Por qué no asumir el reto de ir a contracorriente? ¿Por qué no asumir el reto de ser distintos, dignificando nuestra práctica docente? ¿Por qué no intentarlo, si queda claro que la única posibilidad que tenemos por ahora, es cambiar nosotros mismos para luego escalar el sentido de la transformación a un plano social más amplio? ¿Qué había por hacer? Regresar al aula como alumnos. Regresar al aula bajo un esquema de empatía. Regresar en esa condición para mejorar. ¿Por qué? Porque es absolutamente imprescindible.

De acuerdo con los resultados de la Prueba Enlace 2014, un 60% de los alumnos del último grado de bachillerato domina la matemática en los dos niveles más inferiores de conocimiento: insuficiente y elemental. Un 55% enfrenta serias deficiencias en lectura y comprensión de textos.

Y si de evaluación externa se trata, el asunto adquiere una tonalidad más peor, dirían los clásicos. Los resultados de la Prueba Pisa, aplicada a 65 países, ya sea integrantes o asociados de la OCDE, nos muestra el panorama desolador del bajo rendimiento académico. México se ubica en el lugar 53 en matemática (413 puntos, en una escala de 1000). Es decir, reprobados. Alcanzamos la posición 52 en comprensión de lectura. Y en ciencias, obtuvimos una calificación promedio de 415 puntos; un registro que nos coloca en la batalla por el descenso: lugar 55.

Una de las grandes lecciones del diplomado la representa el hecho de asumir esta adversidad y transformar la realidad desde el espacio más pequeño de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Las momentos más difíciles que afrontamos en la vida nos dejan una lección fundamental: de hecho, tenemos poco tiempo, y el poco tiempo del que disponemos ya lo tenemos en contra. Invariablemente enfrentamos una carrera a contrarreloj. Prosigue la acción. Conocimiento sin ejecución práctica, limita su condición de trascendencia.

Ha llegado el momento de trasladar la experiencia significativa que hemos desarrollado al campo de la realidad. Y entonces, al integrar todo el armado de la estructura, es posible pensar en que la apuesta por construir educación y conocimiento desde el aprendizaje, va más allá de un modelo pedagógico.

Al final del trayecto en esta gran oportunidad que hemos tenido para ser mejores seres humanos, surge la opción de proyectar una dimensión de mayor escala. El reto de la educación en esta coyuntura histórica implica la organización de todo un sistema articulador de comunidades de conocimiento, altamente dinámicas, y adaptables a la velocidad impuesta por las redes tecnológicas.

UIA Torreón. Discurso de graduación de los integrantes del Diplomado en Habilidades Docentes, Otoño 2014-Primavera 2015

18 de marzo de 2015

En el Siglo XXI, todo parece indicar que la universidad tiende a ser, más que universidad como tal, una construcción comunitaria de aprendizaje y conocimiento significativo. La comunidad integra alumnos, maestros, y una orientación pedagógica interdisciplinaria: esquema de competencias, énfasis en el aprendizaje y acentuación en el fortalecimiento profesional de los docentes.

La comunidad engloba también espacios físicos, identidad, cultura, procesos administrativos, académicos, extracurriculares. Y por supuesto, a todas las personas ubicadas en el entorno: desde el más humilde y digno trabajador manual hasta el funcionario que ocupa la más alta posición directiva.

Un profundo agradecimiento a toda la comunidad Ibero. A las autoridades. A Eicko y al Centro de Desarrollo Educativo. Y por supuesto, a nuestros maestros. Sin el temor de cometer alguna equivocación, los vamos a extrañar.

Cómo olvidar las sesiones de Alberto y sus selecciones de música clásica para enfocar nuestra atención durante los ejercicios en equipo. Su modo fácil, amable y claro de transmitir conceptos: “Revisa la prensa todos los días”; “Actualízate”, “¡Esfuérzate por captar la atención de tus alumnos!”; “Tal vez resultó ser una quincena difícil, ¿pero qué tal el sonido de los billetes en el cajero, cuando sabes que has dejado una parte de tu vida en el salón de clase?”.

Memorables las clases impartidas por Clara. Aprendimos, desde un enfoque autocrítico e independiente, los pros y los contras de la educación y de los ciclos pedagógicos con una perspectiva global. Qué decir de la energía y la lógica impuestas por los grupos de aprendizaje. El crisol de técnicas: Jurado 13, estudio de caso, plenaria, rejilla, Jurado 13.

En Clara, se expresa un modelo bien acabado de disidencia inteligente ante los excesos del Estado en múltiples aspectos. Ello nos los hacía saber, cada vez que tomábamos descanso: Tlatlaya, los desaparecidos en Coahuila, Ayotzinapa, Elba Esther, el SNTE, Peña Nieto y su Casa Blanca…mucho nos hubiera gustado saber su opinión sobre el caso Aristegui. NI hablar. Será para la próxima. Por lo pronto.

Cómo olvidar al maestro Paco, después de mostrarnos la posibilidad de aprender y enseñar a través del dominio y práctica de los inagotables recursos de la comunicación verbal y la expresión corporal. El maestro y el mensaje, utilizando herramientas diversas: la inflexión de voz, el dominio escénico, la presencia. Y entonces, queda claro. El ser docentes nos exige también la construcción de formas de lenguaje, y comprender al lenguaje como un recurso estratégicamente invaluable.

En la última fase, el maestro Raúl y la noción de la circulación horizontal de las ideas entre maestros y alumnos. Así, nos compartió las múltiples posibilidades de aprender a evaluar, empezando por la retroalimentación propia, colegiada y comunitaria. ¿Cómo establecer amistad con las nuevas tecnologías para desarrollar un examen? ¿Cómo potenciar el buen uso de la Internet para desarrollar nuestras capacidades? Porque como todo medio, el problema no está en el medio mismo, sino en la forma en que los seres humanos lo utilizamos.

UIA Torreón. Discurso de graduación de los integrantes del Diplomado en Habilidades Docentes, Otoño 2014-Primavera 2015

18 de marzo de 2015

Gracias a todos los compañeros de grupo. Son un ejemplo inequívoco de humildad. Una muestra inagotable de generosidad, entendimiento y de vida académica solidaria.

La Pedagogía Ignaciana “tiene por clave y razón de ser enseñar a pensar y enseñar a aprender, tanto en el ámbito científico-cultural como en el ámbito humano-cristiano, ayudando a los alumnos a integrar lo académico y lo formativo”.

La comprensión del Paradigma Pedagógico Ignaciano debe considerar “tanto el contexto del aprendizaje como el proceso más explícitamente pedagógico. Además, debería señalar los modos de fomentar la apertura al crecimiento, incluso después de que el alumno haya concluido un determinado ciclo de estudios. Contempla cinco pasos: contexto, experiencia, reflexión, acción y evaluación”.

Los nuevos tiempos de la educación en el mundo exigen la construcción comunitaria de aprendizaje y conocimientos, basada en el intercambio horizontal de experiencias profesionales. En la interacción del cúmulo de experiencias que la vida nos ha permitido atesorar. En suma, construir comunidades de conocimiento y aprendizaje de manera expansiva y permanente. Construir comunidades de conocimientos de manera expansiva y, por qué no también, de manera infinita…

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