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    DIRECTORIO

    Abril 2013

    Director Jos Luis Barrera Mora

    Editor Luciano Prez

    Consejo Editorial Agustn Cadena

    Alejandro Prez Cruz Alejandra Silva

    Fabin Guerrero

    Web Master Gabriel Rojas Ruiz

    Ave Lamia es un esfuerzo editorial de:

    Director

    Juvenal Delgado Ramrez

    www.avelamia.com

    ILUSTRACIONES: Portada: Libros, annimo. P. 4: Da Internacional del Libro, collage. P. 5: Casa de la familia Munster. P. 5: Lilitu, annimo. P. 6: Figurilla de Pazuzu. P. 6: Lamia, Frank Filth, Cortesa Agustn Cadena. P. 7: Nabucodonosor. P. 8: Ishtar, bajorrelieve. P. 9: Abismo, annimo. P. 9: Gruta, wallpaper. P. 10: Faro, annimo. P. 11: Pjaro azul, annimo. P. 11: Roble, Antonio Rueda. P. 12: 40 a la sombra, Flavio Gonzlez Mello,

    Mxico 2002. P. 13: Escena de telenovela. P. 14: Mujeres mirando el televisor, leo sobre

    lienzo, modern impresion. P. 15: Suicidio, autor desconocido. P. 16: Formas, Beatriz Carrillo. P. 17: Desnudos, Flickr. P. 17: Sensacin de volar, Jos Manchado. P. 18: Amanecer, autor desconocido. P. 19: Cartel de Cinema Paradiso, de Giuseppe

    Tornatore, 1988. P. 19-21: Escenas de Cinema Paradiso, 1988. P. 22: Hospicio Cabaas, foto de archivo. P. 23: Capilla del Hospicio Cabaas, Francisco

    Jurez, 2008. P. 24: Cpula del Hospicio Cabaas. P. 25: Cuervo, annimo. P. 25: Ravens, promocional P. 26: Celebracin de los Ravens de Baltimore,

    ESPN, 2013,

    INDICE EDITORIAL 3

    LA CASA DE LILITU

    Luciano Prez 5

    EL PRINCIPIO ngeles Camacho 9

    CUANDO RAMOS CANTO Fabin Guerrero 11

    AMANTES Mara Elena Mndez Gaona 13

    ITINERARIO PARA CUANDO TE VAS Mario Bravo 16

    LA NOSTALGIA Hosscox Hurao 17

    NUOVO CINEMA PARADISO Jos Luis Barrera 19

    UN PASEO POR LA CIUDAD DE GUADALAJARA Alejandra Silva Lomel 22

    LOS RAVENS DE BALTIMORE Luciano Prez 25

    La deuda / Madre, Fotografa Impresa sobre papel algodn 2012. Adriana Gonzlez Lpez 27

    Sguenos en:

    Ave Lamia @ave_lamia

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    Morir en 23 de abril

    De acuerdo a la joven tradicin de celebrar el Da Internacional del Libro el da 23 de abril, y si me fuera dable elegir el da de mi muerte (de manera natural por supuesto, y no con un can de pistola en la frente o como basalto de carne en las vas del metro), elegira el da ya mencionado para incorporarme al reino de la materia inanimada. De esta manera, si se manipula un poco la fecha y celebracin, puede decirse que mi muerte tambin se suma a la de otros personajes de las letras fallecidos en este da.

    Esto puede sonar pretencioso, pero si tomamos en cuenta cmo se forzaron las fechas para incorporar en el calendario un da dedicado a nuestros silenciosos amigos de keratol y papel, esto sera una pequea inconsistencia ms en la festividad de las letras.

    Se dice que se tom en cuenta la muerte de los dos ms importantes representantes universales de las letras para instituir la celebracin: Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare. Y como por ah se asomaba otro fallecimiento relacionado con las letras justamente ese da, pues se aadi de paso al Inca Garcilaso de la Vega (no tan notorio comparado con los dos pilares de las letras ya mencionados y tampoco confundir con el otro Garcilaso de la Vega, el poeta). Pero como en realidad es el nico que falleci el 23 de abril de 1616, pues ah queda.

    En primer lugar y de manera muy simple, se sabe que Cervantes en realidad falleci el 22 de abril y la fecha que se tom para la celebracin es la de su inhumacin. Por otra parte, Shakespeare s falleci un 23 de abril, pero del calendario juliano (ya en desuso) y no del gregoriano que usamos hasta nuestros das y en el cual la fecha corresponde al 3 de mayo, es decir 10 das despus. Y como ya dije, el nico que en verdaderamente falleci en la fecha que se toma para celebrar el Da del Libro es Garcilaso de la Vega. Esto indica que la fiesta no tendra que ser muy vlida de acuerdo a los argumentos para celebrarla, pero como se trata de los libros, nuestros amigos entraables, lo pasamos por alto. Y como esas inconsistencias se redimen por el simple motivo, pues un nombre ms sumado al pretexto (ya se han sumado las muertes de William Worsdworth en 1850 y Joseph Pia en 1961), no sera dato prolijo.

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    En tanto compruebo si Dios me concede el favor de escabecharme un 23 de abril o no, por lo pronto no queda ms que ir planteando y planeando algo grande para el ao de 2016, ya que la nica coincidencia entre las fechas luctuosas de Cervantes y Shakespeare es el ao: 1616. Es decir que dentro de tres aos tendremos sin lugar a dudas un jubileo literario.

    Por lo pronto, ni sumemos ms muertes literarias al da ni nos fijemos demasiado en las inconsistencias. Y si de paso quieren agregar la conmemoracin de San Jorge a esta joven tradicin, regalen una rosa y un libro este 23 de abril.

    Todo sea por los libros tan olvidados.

    Jos Luis Barrera

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    Y qued terminada la casa de Lilitu. Cuando sta la vio, con gran asombro abri la colmilluda boca pintada de rojo sangre. En efecto, era asombrosa. La lamia no poda saberlo, o tal vez lo intua, pero la casa era un entrecruce entre la mansin de la Familia Munster y la de Gloria Swanson en Sunset Boulevard; las mismas grgolas y hiedras, los mismos bhos y espantajos. Una casa gtica en las afueras de Babilonia la Grande, hecha para durar, para jams caerse. O eso se crey. Porque cuando la urbe cay ante los persas Mas no adelantemos.

    Por dentro lo tena todo: un dragn de siete cabezas en el stano, una abuela loca en el tico, una piscina con cadveres flotando, y un piano para tocar y cantar la tristeza borracha de Schubert todo el tiempo. Muchos cuadros, que evocaban pocas no ocurridas an: monjas rezando ante un embrin gigante y fluorescente; el Galileo como capitn de una nave llena de nios fantasmas; Little Lulu dentro del caldero negro de la bruja Avellana, con fe todava en que Tobas y el

    La casa de Lilitu

    Luciano Prez

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    ngel vendran a rescatarla. Lilitu feliz, bienaventurada, con su casa, esta obra de arte construida por Pazuzu, el demonio de los malos aires, el terror de los pequeos y de los ancianos. En el jardn haba por doquier estatuas, principalmente femeninas; ah estaban, en poses desafiantes, Escarlata OHara, Bettina Davis, Juanita Crawfish, Greta Gustafson y Lola Dietrichson.

    La diablesa exclam: Pazuzu! Qu es todo esto? Cmo ha sido posible? Y l, orgulloso y a la vez modesto, le dijo: No me lo agradezcas a m, sino a tus diablos del Mar Rojo, ellos son los verdaderos arquitectos de este destino. Lilitu no se rindi: Pero sin ti no sera igual, tienes un gusto especial para todo. Fue una suerte que Gilgamesh me tirara mi vieja casa. Si no hubiera sido por eso, no tendra este esplendor ante mis malvados ojos. Y ella entr a la mansin, donde vivira siglos enteros

    mientras afuera transcurra la historia babilnica. Alguna vez Nino y Semramis vinieron a visitarla, y nadaron los tres en la piscina californiana. Les llevaba bebidas de ajenjo un hombre semidesnudo que traa un chango en la mano llamado Cheetah. Lilitu le deca: Johny, vente a nadar con nosotros! Pero el alemn, adusto, slo abra la boca para proferir gritos tiroleses para llamar a los monos que jugaban en el stano con el dragn infernal.

    A veces vena el propio Jehov, todava no tan anciano, pero ya casi, junto con su esposa Yekina, para tomar caf y engullir pastelillos vieneses. Una lstima que los turcos no se apoderen de Viena, para que nos libremos as de ti, Papa Jehov, le dijo bromista y con algo de ternura Lilitu al hombre que le dio a Adn como marido. El viejo en verdad nunca le tuvo mala voluntad a la diablesa, ni siquiera ahora, y le toleraba todas las blasfemias, y le expres l

  • 7

    esto: Yo ya me voy, muy pronto, hija ma. Cuando venga el que ha de venir, me voy a descansar con Yekina, todava no s adnde. Feliz de or eso, la lamia exclam: Vente para ac, Papa! Yekina y t pueden vivir en el tico, sacamos a la abuela de ah y la ponemos en otro lado. Y Jehov dijo: Oh no, Lilitu! Se supone que no debo tener trato contigo. Adn y Eva se han reproducido mucho, y sus malas nueras y todava peores yernos hacen estropicios en el mundo. Pero creen en m y debo mantener por ahora esta imagen de Dios que los auxilia siempre. Debo estar al frente, hasta que llegue el que ha de venir, mi hijo al que llamar de Egipto. A Lilitu no le interesaba nada de lo que platicaba el viejo. Ella le pregunt a Yekina: Y t? No te gustara venirte para ac? Y la mujer respondi: Quiero venirme aqu, de hecho deseo jugar a la cbala contigo, pero a tu Papa eso no le gusta. El anciano, todava no mucho (vivi hasta 1966), se haba dormido, sin que se acabase de beber su hada verde en las rocas.

    Lilitu quiso saber qu era lo que no le gustaba a Jehov: Vivir aqu, o la cbala, o yo misma, qu? Y Yekina dijo: Todo junto, pero no le creo nada, porque nunca lo he visto tan relajado como ahora. All en nuestra casa siempre est al pendiente de lo que hacen los reyes y los profetas, y yo le digo que los deje hacer lo que

    quieran, pero tu Papa es un gran metiche. Lilitu ri y dijo: Lo creo. Sin embargo, cuando lo deseen, pueden venir aqu. Y Yekina: Oh s, antes de que este lugar sea destruido. Y Lilitu: No, mi casa es indestructible, segn mi amigo el arquitecto Pazuzu, seor del mal aire. Y Yekina: Por lo que yo s, Lilitu, a Babilonia llegarn todos los judos desterrados, expulsados, y despus de un tiempo vendrn los persas a liberarlos y acabarn stos con Babilonia, que nunca ms se levantar. Lilitu, con evidente disgusto, dijo: Profecas! Quin puede creer en ellas? No son profecas, amiga. Nabucodonosor va hacia Jerusaln, y por ac pronto vers al profeta Daniel y su robot de varios metales. No, no quiero conocerlo, ni a l ni al robot!

    Con tales gritos el anciano despert y le dijo a Yekina: Vmonos ya, esposa ma, cantar de mis cantares. Los asirio-babilonios avanzan hacia Canan, no quiero perderme la pelcula. Se despidieron de Lilitu y se fueron. La lamia qued muy preocupada por lo de su casa: No, no quiero que acaben con mi bella mansin. La defender fervorosamente contra los persas. Pazuzu sali de la sombra y le dijo: Yo te ayudar, los matar con mis aires, y Lilitu le contest: Saba que poda contar contigo. La infame Babilonia tiene que resistir. Eso es, para cuando llegue el momento de que nuestra querida y magna urbe se llame Alejandrpolis.

    Afuera de la mansin, una mujer babilonia embarazada le advierte a otra en igual estado, mientras pasan ante la

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    residencia de Lilitu: Rogumosle a Ishtar que tengamos nia y no nio. Dicen que la lamia que habita en esa horrenda casa se come a los

    nios varones en el momento en que nacen. Y si tenemos nio, qu hacemos? Entonces habr que rogarle a la diosa que nuestro beb

    nazca de noche y no de da, porque es en pleno sol cuando Lilitu se los come.

    [email protected]

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    El principio ngeles Camacho

    1

    Abismo denso primigenia negritud fija en la nada

    2

    Ciego vrtigo asiduo desliz del tacto sobre lo ignoto

    3

    Sospecha frrea de crnico naufragio seda del espanto

    4

    Bajo la tierra memoria ignorante sin un anhelo

    5

    Traza inmvil el cuervo de obsidiana una lnea negra

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    6

    Minsculo fin del origen espiral que nos concentra

    7

    Hmeda cueva clida y mullida gesta los cabos

    8

    Faro nonato brillo virtual que suea siempre el altamar

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    Cuando ramos canto

    Fabin Guerrero

    Hoy, al amanecer

    un pjaro record cuando era canto

    y viajaba en las sonrisas de las plazas,

    al anochecer dorma y descansaba

    en las vivas sbanas de aquel roble

    que algn da fue lo que recuerda hoy mi mesa,

    la que reconstruye su hermoso pasado

    al sostener codos y cubiertos como hojas

    que caen, toman forma y son el libro

  • 12

    que aora aquellos das de altos vuelos

    de verdor contemplativo que se ha ido

    atrapado entre tus manos sin memoria,

    la valiosa herramienta que hoy te gua

    al momento en que eras ser humano

    solidario, soador, falto de miedo

    que trabajaba y construa la esperanza

    amando, tropezando y viendo lejos

    ese hombre que parece hoy se ha perdido

  • 13

    El mar contra la playa recrea la violencia con la que Cristbal y Diana se entregan. La tarde se ahoga y explota en una acuarela color zanahoria que hechiza los rostros de ambos. l vuelve a humedecerla con su deseo. Ella se contorsiona como si mil hormigas le arrancaran azcar de las piernas.

    * * *

    Rosario y su vecina cenan, hipnotizadas frente al televisor. La vecina brinca en el silln al escuchar que una puerta se azota por efecto del viento. Con los ojos muy abiertos, voltea hacia la entrada encogindose de hombros.

    - Ay!, pens que era tu marido. Ya ves que siempre me pone caras cuando me encuentra aqu. Segura que no llega hoy?

    - Ay, nombre! Cmo crees que te va a poner caras? Llega hasta pasado maana, lo extrao un chorro , contesta Rosario

    con la respiracin alterada. Sus ojos se abren al mximo mientras junta ms sus muslos y los mueve con suavidad para sentir la frotacin justo en la entrepierna, sin dejar de mirar las escenas en la pantalla.

    * * *

    Cristbal y Diana observan en el espejo la interpretacin de sus siluetas mientras cambian con los dedos el movimiento de las olas y permiten a sus olores hablar. Ambos viven para esos instantes.

    * * * Rosario siente un sbito deseo de ir al bao, pero se rehusa a ausentarse. Antes del inicio de su telenovela prepar minuciosamente la cena: tazas de leche caliente con una cucharada de caf, sin azcar. Emparedados de tres pisos con jamn, queso gratinado, pollo, un poco de tocino frito, lechuga, jitomate y cebolla. De postre,

    pasteles de chocolate. Entreg a su vecina una charola y se sent junto a ella frente al televisor.

    Nada faltaba. En la prxima hora no se pondrn de pie ni en los comerciales. La ciudad se detiene cuando inicia la transmisin de Amantes.

    * * *

    La cara de Diana se transforma. Le da la espalda a Cristbal y mira la pared sin pronunciar palabra.

    - Qu pasa, amor?

    - Pasa que ya estoy harta.

    - Y t crees que yo no quiero terminar ya tambin con esto? Es que, entindeme, todo debe parecer un accidente. Debo cuidar el detalle ms insignificante.

    * * *

    - Amantes es la mejor telenovela que se les ha ocurrido. Todos hablan de

    Amantes Mara Elena Mendez Gaona

  • 14

    ella. En la oficina, en el supermercado, en el banco - comenta Rosario con su vecina.

    - S. Quien no est al tanto, prcticamente no tiene tema de conversacin. Nunca haban presentado escenas tan fuertes, no?

    - S, oyes. Al rato me voy a dar mi baito de tina para poder dormir -. Y para que se me enfre la hormona, piensa.

    - La que hace de Josefina Rosaura, qu actrizaza! Hasta se siente lo salado de sus lgrimas.

    - Qu me dices de l? Mi rey! Besa que se le enchuecan a una los dientes noms de ver.

    * * *

    - Cundo, mi vida? -pregunta Diana ms con los ojos que con los labios.

    - Ya pronto, amor. No te desesperes.

    - Cmo vas a hacerlo?

    - T no te preocupes por eso. Mientras menos sepas, menos implicada estars. Recuerda que no nos vamos a ver durante unos meses. Voy a estar en la mira de todo el mundo.

    * * *

    Los cortes de los patrocinadores contienen claves que deben anotar para el concurso. Si acaso Rosario corre al bao, su vecina estar atenta para no perder informacin.

    - La semana pasada por poco me gano la licuadora que prende foquitos de colores.

    - S. Regalan cosas re buenas.

    * * *

    - No vayas a llamarme. Yo me comunicar contigo, de acuerdo? , Cristbal acaricia las mejillas femeninas.

    - Tengo miedo.

    - Djamelo a m. Yo har todo. Siempre hago todo lo que te gusta, o no? -. Los cuerpos vuelven a unirse como pulpa de tamarindo entre dos dedos.

  • 15

    * * *

    Rosario tararea el tema de Amantes al tiempo que llena la tina del bao. Se sumerge con lentitud y acaricia amorosamente su cuerpo. Quin pudiera tener el cuerpo de la Josefina Rosaura. Seguro viven haciendo ejercicio y comiendo ensaladas, qu flojera!

    Levanta el rostro al escuchar pisadas.

    - Hola, mi amor! -, grita al ver a su marido frente a ella, vestido con promesas de humedad y tibieza-. Yo cre que llegabas maana y...

    - Y seguramente ya todo el mundo sabe que regreso hasta maana.

    - Pus s. De qu otra cosa quieres que platique , contesta mientras estrella repetidamente las manos contra el agua y finge una voz de nia.

    l se inclina. La toma de las axilas suavemente para levantarla hacia l. Rosario cierra los ojos. Con los brazos abiertos se abandona, en espera del contacto con la otra piel. Cristbal suelta el cuerpo femenino y la nuca se estrella contra el filo de la tina. Ella se hunde con lentitud. El agua va tindose de rojo mientras el hombre desaparece con sigilo.

  • 16

    Quizs deba quitar el polvo de la foto gris del "Che"; quizs deba remendar este corazn, tan maltrecho por el huracn que llevaba tu nombre y apellido; quizs es momento de contar las bajas civiles, los daos y los edificios en ruinas que ha dejado esta guerra sin sentido. Ha de ser tiempo en que limpie las ventanas y aniquile recuerdos, quemando los restos de esas tus caricias que hoy

    saben amargas, que hoy saben a guerra fra. Quizs sea momento de tender la cama y no ver tus huellas; dejar de vagar por tu calle; revisar el contestador sin esperar encontrarme un mensaje a tu nombre; es momento de todo esto, incluso de incendiar aquel caf, en donde por vez primera te invit a saltar al precipicio, juntos, de la mano, con miedo y deseo.

    Llorar por los rincones fantasmales de nuestros recuerdos; esconderte la mirada si te encuentro en los pasillos de mis sueos; maldecir que tus muertos sean ms importantes que quien esto escribe; temblar porque no lees lo que escribo, temblar porque s lees lo que l te escribi. Quizs sea momento de ordenar la casa, pasar el estropajo y el jabn por encima de los trastes sucios que llenan el fregadero o cambiar las fundas de las almohadas que alojan algn cabello tuyo. Tras seguir esta lista de actividades al pie de la letra, entonces, ya con calma, podr odiarte eternamente, amor.

    Itinerario para cuando te vas

    Mario Bravo

  • 17

    La melancola torna mi verga en una incomodidad honda, es el deseo desbocado por hallarte lo que me confunde, esto para m es una sensacin tan ajena, tan suntuosamente declarada que me hace dudar de su fama.

    Navego en tu mirada como una evolucin de mi destino. Mi sombra se sabe distinta y camina sin reparo a perderse en la luz. Ya el monstruo que habita en m se extiende, se despabila, toma mi lugar y recoge las esquirlas de sueos pasados, te percibe ansiosa diversificando tu materia y acrecentando tu mito, hermosa Diosa Libertina.

    Infame el monstruo toca sus testculos, los refriega, los ofrenda, sabe que en tu culo encontr la libertad tan anhelada.

    Espera en la hilera de los condenados, con su diccionario preferido de anacronismos, alla un poco

    como perro que es, llena su horizonte con simples mujeres que ya ha devorado y que conoce al derecho y al revs.

    El espritu del monstruo es negro y ntido, como el trozo de una pared abrillantada por el desgaste. Palpita en imgenes de ros ya secos, aun en ese murmullo silencioso del tiempo de la arena perpetua, hay vasijas con restos de miel, cuadernos con palabras inconclusas, historias sin consumacin.

    La ilusin y la duda se acercan, pronto ser primavera, con la plenitud solar y vital, sabe que para los das ennegrecidos no hay mejor respuesta que tu cuerpo sobre la cama, la luz hiriente de tu sexo, de tus nalgas limando su verga y tu cabello sobre sus ojos.

    Vuelvo en m, y s que por un instante no me pesara que el mundo se fuera directo a la chingada. Slo soy un hombre con sales minerales y un poco de sensibilidad, tomo

    La nostalgia Hosscox Hurao

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    conciencia y me inclino ante tu lengua delicada, insinuante de palabras que describen cuerpos bramando su plenitud y desenfreno. Las entretejes con los aromas de tu alma antiqusima con tu sexo hmedo y tu orina radiante.

    Qu lejos queda todo cuando te pienso en la madrugada, aislado y lisiado

    de ti. Encerrado en una habitacin con una mujer que ahora slo es una extraa conocida, y me veo separado de mi cuerpo, en una calle, en una cuadra, en una colonia, en un estado, bajo un cielo infinito y quebradizo.

    Entonces te invoco, te edifico y apareces. Ya ests ah con tu mirada de

    escorpin con tu piel asombrosa, y rezas mi nombre como nadie lo haba dicho en aos, y mi estirpe fluye, mi monstruo chilla, crece y reclama tu bendita sangre.

    Avanzo, sin miedo a perderme en tu boca, miro lentamente cmo vuelas, y slo me fundo en la sombra.

  • 19

    Me sent a ver el Nuovo Cinema Paradiso 25 aos despus, pero esta vez en mi televisin y no en una sala de la Cineteca Nacional donde la vi por primera vez. En 1988 yo estaba por cumplir 23 aos de edad y an vivan mis padres, y mi vida -como la de Tot- tena matices distintos. Y el pequeo pueblo siciliano, Giancaldo, al igual que mi barrio haba cambiado pero no demasiado, los personajes eran los mismos pero con ms canas y ms arrugas. Al menos los que aun no pertenecan a la ausencia.

    Cuando Salvatore Di Vita recibe el mensaje de parte de su madre diciendo que su gran amigo, cmplice y consejero, Alfredo, ha fallecido, los recuerdos se agolpan en su mente hasta hacerle perder el sueo, y entonces, no por arte de magia sino por arte de la memoria, vuelve a ser Tot. Ah empieza la trama de esta entraable pelcula,

    con ese toque saludable de nostalgia y una esencia heredada del neorrealismo italiano.

    El Nuovo Cinema Paradiso es un homenaje al cine y a las emociones que nos puede despertar. El amor que Tot tiene por la cabina de proyeccin del sencillo cine de Giancaldo y que lo lleva a ser un director reconocido, es emblema de los muchos amantes del sptimo arte que seguimos descubriendo y redescubriendo los sentimientos en la pantalla grande.

    El pequeo cinematgrafo del pueblo siciliano que pudo emerger de las cenizas ocasionadas por el fuego, no pudo regresar de las cenizas del tiempo, que son ms inexorables. El Nuovo Cinema Paradiso, ya olvidado, es demolido cuando 30 aos despus regresa Salvatore Di Vita, al entierro de Alfredo.

    Nuovo Cinema Paradiso

    Jos Luis Barrera

  • 20

    Entonces, aquellos que no conocieron la magia del pequeo cine se ponen a jugar entre los escombros que quedan, pero aquellos que lo vivieron, no pueden evitar el dolor que ocasiona la cada del viejo inmueble.

    Cada detalle que va encontrando Salvatore, va abriendo puertas al pasado: los restos de la vieja sala de cine antes de ser demolida, la cinta de 8 mm. donde film el andar de Elena, o la plaza del pueblo, casi sin cambio pero ms ajetreada, donde 30 aos atrs se qued esperando a su amada. La emocin inunda al espectador como al protagonista, cuando se va proyectando la cinta de 33 mm. que dej editada Alfredo, para ser entregada a su amigo, con las escenas que tiempo atrs censur -como emisario del Cdigo Hays- el sacerdote del pueblo.

    A muchos amantes del cine, esta escena de la demolicin del viejo cinema, ha de rememorarles aquellos cines que ya no existen o simplemente son viejos inmuebles en plena decadencia. Ah se quedarn los fantasmas de los mejores momentos: el de

    los das felices de acudir en familia al cine, los romances y flirteos propios de las salas de cine, o simplemente las risas y lgrimas vertidas en las pelculas que nunca podrn ser olvidadas. As veo yo el lote que otrora albergara el bello Cine Latino en Paseo de la Reforma, o las monumentales ruinas del Cine pera en la calle Serapio Rendn de la colonia San Rafael.

    En lo particular, me rememora tambin el cine club de la Quinta Colorada que dirig durante un tiempo y el que tiempo despus encontr abandonado, con goteras, y olor a humedad. Mi pequeo Cinema Paradiso que tal vez algn amante del cine tenga en su memoria, con los ciclos de Akira Kurosawa, Wim Wenders, Werner Herzog, Rainer Werner Fassbinder, Luis Buuel, Federico Fellini

  • 21

    y el propio Tornatore, entre muchos otros etcteras.

    Esta gran pelcula de Guiseppe Tornatore, queda inscrita entre las obras maestras que ha producido la historia del cine. Con tintes autobiogrficos, Tornatore desarrolla los recuerdos de Tot, su gran amistad con Alfredo y el amor imposible por Elena, en una cinta que originalmente era de casi dos horas y media (versin del autor), la cual tuvo que ser recortada por cuestiones

    comerciales a 2 horas con 5 minutos. Debo reconocer que cualquiera de las dos versiones es absolutamente imprescindible. A fin de cuentas Cinema Paradiso queda en la memoria de los amantes del cine con las entraables actuaciones de Philippe Noiret (q.e.p.d.) y Salvatore Cascio.

    Y en gran parte, porque el Nuovo Cinema Paradiso de alguna manera toca las fibras sensibles de quien la ve, porque a cualquier edad

    hay algn recuerdo de tiempos pasados, y el ser humano nunca deja de recordar. Porque si an de joven la nostalgia se hace presente, conforme pasan los aos se va haciendo ms profunda.

    Cinema Paradiso lleg en 1988 a mis alforjas emocionales y ah se quedar por siempre, como sucede con las grandes pelculas.

  • 22

    Ayer sal con un viejo amigo de la infancia para recorrer el centro histrico de mi ciudad natal, Guadalajara . A pesar de que nos vemos muy pocas veces, nuestras conversaciones siempre han fluido fcilmente gracias a nuestro compartido amor por el arte. l es guitarrista clsico, y

    cuando habla sobre su trabajo y sus proyectos aprendo un poco sobre msica e instrumentos. Yo hablo de libros y siempre comentamos las lecturas afortunadas o no que hemos hecho ltimamente. Sin que lo notramos, transcurrieron las horas entre la charla y el paseo, y cuando nos

    dimos cuenta ya estbamos a las puertas del Centro Cultural Cabaas, recinto de los famosos murales de Jos Clemente Orozco.

    Sin dudarlo, entramos. Mi amigo haba visto las obras de Orozco slo en las lminas de los libros y en los medios masivos, pues al ser de otro estado no haba tenido oportunidad de gozarlos de cerca. Visitamos con cierto enfado por parte de l las salas de exposicin que se encuentran antes de la capilla principal, donde se encuentran los murales. La emocin que tena por entrar a las primeras salas era comparable a la de un nio a quien no le importa lo que pasa en la calle mientras va camino al aeropuerto, a unos momentos de subirse a un avin por primera vez.

    Sin embargo, hizo un esfuerzo y me sigui por las salas de exposicin temporal. Jugando a hacernos los conocedores de arte pictrico, ambos expresamos diferentes opiniones acerca de las obras:

    Un paseo por la ciudad de Guadalajara

    Alejandra Silva Lomel

  • 23

    a m no me gustaba la pintura que a l le encant, y l no le encontraba la belleza que yo aseguraba ver en una mscara que contemplaba. Fue entonces cuando empezamos a intentar darle una explicacin a lo que veamos. Queramos expresar lo que producan las pinturas en nosotros, en nuestra conciencia y voluntad, segn dice Nietzsche. Por supuesto nunca coincidimos en nuestros puntos de vista.

    Lo mejor empez cuando decidimos no ver el ttulo de la obra antes de expresar nuestra interpretacin, y es que habamos recorrido media sala leyendo antes y entregndonos a la obra despus, lo que provoc que nuestros comentarios estuvieran ya influidos totalmente. Cuando optamos por cambiar la dinmica, nuestras opiniones fueron tan diferentes entre s como la relacin que tenan con el ttulo. Quiz ni siquiera Orozco podra ver en sus obras lo que nosotros asegurbamos que estaba ah, y creo que esa es la belleza de esta experiencia: que no lemos al arte, sino que el arte nos ley a nosotros. Ni mi amigo ni yo hemos tomado nunca un curso sobre artes plsticas, o sobre apreciacin de obras pictricas, por lo que nuestras ideas provenan simple y sencillamente de la experiencia pura de pararnos frente a la pintura y decir: Yo creo que

    Esto es lo que permite que el arte sea universal. Cuando una obra contiene todas las interpretaciones que una totalidad de individuos le han adjudicado a lo largo de la Historia, tiene su trascendencia asegurada; se ha convertido en un clsico.

    Seguimos as por la sala hasta que vimos un cuadro imponente no por su tamao, sino por lo que representaba. Mostraba algo que figuraba una puerta, y debajo de ella haba una especie de mundo fantasmagrico. La puerta no era propiamente eso sino un

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    simple rectngulo, pero era tan profundamente oscuro que daba miedo entrar en l. Hasta ahora no s cul era realmente el tema de la obra porque no nos permitimos leer el ttulo. A ambos nos encant y puso final a las discusiones sobre la mscara grotesca-sublime que yo tanto defenda. Esa puerta nos ofreca un mundo diferente, irreal.

    Para mi amigo era especialmente bello; yo sent miedo, inseguridad, intimidacin y curiosidad por lo

    desconocido. l se entreg por completo a la obra para descubrir el enigma, mientras yo me negaba a perder la voluntad, como dice Nietzsche, y experimentar la catarsis que me ofreca la pintura. Cuando me pregunt qu haba sentido con esa pintura, call. No poda expresar la totalidad de la experiencia con palabras. As como el arte llena el silencio, este ltimo puede ser en ocasiones el mejor elemento explicativo del arte. Es por eso que no le pregunt lo que pasaba por su mente y su

    cuerpo cuando, recostado en una mesa en el centro de la capilla principal, contemplaba con evidente asombro al Hombre de fuego en la cpula del recinto.

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    Desde las orillas plutnicas de la noche, llegaron los Ravens y se instalaron con sus alas negras en la ciudad de Baltimore, ah donde en 1849 falleci uno de los ms grandes genios, el maestro de lo macabro, el que junto con E.T.A. Hoffmann cre la literatura fantstica moderna: Edgar Allan Poe. Y cuando ste escribi su inmortal poema The Raven, dio paso a la futura gloria de un equipo de futbol americano, que por dos veces se ha coronado como campen absoluto, una en el ao 2000 y otra en el 2013.

    Ravens de Baltimore fue fundado en 1996, y desde entonces sus mascotas fueron Edgar, Allan y Poe, tres cuervos que daban de saltos en el campo de juego. Hoy slo es el cuervo Poe el que da de brincos en el estadio M & T Bank de la ilustre ciudad del estado de Maryland, esa Baltimore que en 1814 fue atacada por los

    ingleses en su ltimo intento de stos para recuperar sus colonias americanas, y donde en medio del ruido de los proyectiles que caan fue escrita la letra del Himno Nacional de los Estados Unidos.

    El primer entrenador del equipo, Ted Marchbroda, dur poco, pero cuando en 1999 lleg Brian Blick, al ao siguiente los Ravens estuvieron en el Superbowl. El 28 de enero del 2000 derrotaron a los Gigantes de Nueva York 34-7, y ah la figura de Ray Lewis fue primordial, y fue nombrado el Jugador Ms Valioso, convirtindose desde entonces en un smbolo a travs de los tormentosos trece aos siguientes, en que los Ravens fueron un slido equipo defensivo, pero al que poca gente consider ideal para estar en otro Superbowl. En Mxico se adora a los Cowboys de Dallas, a los Steelers de Pittsburgh, y a otros pocos ms, pero casi nadie ha estado a favor de los Ravens. Les pareci un equipo oscuro, que de hecho lo es, porque brot de la oscuridad plutnica de los cuentos grotescos y

    Los Ravens de Baltimore

    Luciano Prez

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    arabescos de Edgar Allan Poe.

    Pero los pocos seguidores de los Ravens fuimos apreciando mucho a notables jugadores como Ray Rice, Jacoby Jones, Dennis Pita, el propio Ray Lewis, y sobre todo al QB Joe Flacco, a quien hemos visto mejorar ao con ao, y a quien un da antes del

    Superbowl no se le consideraba por parte de los medios de comunicacin un digno rival para el QB de San Francisco. Y los Ravens, dirigidos con maestra por John Harbaugh, se enfrentaron a los 49s el 3 de febrero del 2013 en Nueva Orleans, y en un dramtico encuentro vencieron 34 a 31, en un partido donde tuvieron en

    contra a los locutores de la TV, y al apagn en el estadio en un momento en que los Ravens aplastaban por completo. Pero los pocos fieles, bien aleccionados por el NEVERMORE! del Raven en el poema de Poe, aguardamos el fin del juego que seal el triunfo de la noche plutnica.

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    La Deuda

    Madre

    Adriana Gonzlez Lpez

    Fotografa desarrollada como imagen digital, de la serie: Remedios para no sufrir, 130 x 60 cm impresos en papel de algodn, 2012.

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    En mayo, celebramos los 200 aos del nacimiento de Wagner. Un acontecimiento as no poda pasar

    desapercibido