director: bizen d'o rio - uez.unizar.es · torio. primero los condados pirenaicos y luego el...

35

Upload: others

Post on 10-May-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como
Page 2: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

Director: BIZEN D'O RIO

Redacci6n: INSTITUTO DE ESTUDIOS ALTOARAGONESES

LOS "CUADERNOS ALTOARAGONESES DE TRABAJO" t iENEN, SObrE tOdO,una vocaci1n diddctica; est6n concebidos para ensefrar -si es posible,deleitando- de una manera sencil la; pretenden poner al alcance de cuantosse asomen a ellos los mds variados temas de la realidad pasada y presente delsolar en el que nacen, t ierras l lanas y quebradas de Huesca. Mas, a pesar desu senci l lez, no renuncian n i un 6pice a la r iguros idad de sus contenidos.

LOS "CUADERNOS ALTOARAGONESES DE TRABAJO" NO dESdEfrAN IOSdatos y detalles pequefros y elementales, siempre necesarios para el tratamientoanali t ico de cualquier tema, pero se interesan tambi6n, y mucho, por las ideasy los m6todos de trabajo. Tienen, por lo tanto, otra intenci6n: la de alentar elespiritu critico.

LOS "CUADERNOS ALTOARAGONESES DE TRABAJO" hAbIArdN dE COSASmilt iples. De piedras seculares y de odres para aceite y vino; de valles y plan-tas medicinales; de gentes an6nimas y sus comidas, juegos y refranes. De losr ios, ta l vez. . .

LOS "CUADERNOS ALTOARAGONESES DE TRABAJO" qUiErEN iNCitAr Arecorrer, recoger, guardar y admirar; a preguntarse por las cosas, a que cadacual, movido por la curiosidad, trabaje a su manera por defender la cultura detodos.

Fdltaj Instituto de Estudios Altoaragoneses

Autor; Agustin Ubieto Arteta

Depos i to lega l : Z . 1992-86rsBN 84-398-7907-5

Composici6n: Fot-jomar'd, S. L.

lmprime: Editorial Luis Vives - Apartado 387 - 50080 Zarcgoza

lmpreso en Espafia / Printed in Spain

Page 3: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

F o t o : P A N O El monasterio de Sigena antes de su destruccion.

it'totce

EL DEBE Y EL HABER DE LOS MONASTERIOS

NACIMIENTO Y CONSOLIa/ Fundacion del cenobio

-Eleccion del lugar . .-Trdmites-Fecha de fundaci6n

b ) O r g a n i z a c i o n i n t e r n a . . . 1 0-Reglamentaci6n del monasterio 10- L o s f r a i l e s . . . . . . . 1 ' l- L a s " d u e f r a s > . . . . . . . . 1 1

c/ Etapas de la formacion del territorio sigenensed/ Desarrollo economico

-Las donaciones .-Las comoras- L o s p r 6 s t a f t o s : . . .-Exenciones fiscales

e/ Explotacion de los bienes

SUPERVIVENCIA Y OCASO DE SIGENA . . . .a , ) L a s u p e r v i v e n c i a d e S i g e n a . . . . . . . 2 1

-El momento este lar de Siqena como centroartistico y cultural

-La nueva polit ica fiscal y tributaria-Sigena, hervidero polit ico-La supervivencia

b/ El ocaso de Sigena

4. EL MONASTERIO EN LA ACTUALIDAD

2

5

1 .

2 . DACION DE SIGENA

. ' t3

. 1 6

. 1 6

8o

1 0

1 a

' t7

1 81 8

213 .

2122232424

26

325. BIBLIOGRAFIA

Page 4: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

Dormitorio de <medias crucesD.

1. EL DEBE Y EL HABER DE LOS MONASTERIOS

Un monasterio es un compendio, una suma decosas, pero ante todo, eso si, un reducto de ora-ciones. Rinc6n de rincones para la plegaria y lameditaci6n; retiro y quietud para reflexiones ensolitario y en comdn; gimnasio de humildad y deobediencia; estaci6n entre el cero y el infinito.Pero los monasterios, en un solar cristiano comoel nuestro, han representado muchas otras co-sas. Hagamos un repaso somero tomando pala-bras propias escritas en otras pdginas.

"Sabemos cudles son las 6rdenes mondsticasenraizadas en Arag6n y d6nde estuvieron o es-t6n sus principales monasterios, pero 6basta coneso? Ser monje ;consistia s6lo en ser monje?aSu accion fue solo espiritual? lQud hacen susabades acompafrando por doquier a los reyes?6Por qu6 es mas apetecible ser abad de Monte-arag6n que obispo de Huesca? aQu6 significaaquello de "con la lglesia hemos topado, amigoSancho"? Profundicemos al menos un poco; es-piguemos algunos hechos significativos.

De la importancia cultural de estos centros te-nemos muchos datos. Valga como testimonio eldel cordob6s San Eulogio que, tras visitar en 848varios cenobios pirenaicos, nos narrar6 en unacarta c6mo en la biblioteca de San Pedro de

2

Siresa habia encontrado, y se l lev6 a tierras an-daluzas, las obras de Avieno, Vi rg i l io , Juvenal ,Horacio y San Agustin, entre otras, cuando enel resto del occidente europeo habian sido olvi-dadas casi por completo. Pero fue, quizds, el"scriptorium" de San Juan de la Pefla el mdsimportante de los aragoneses. En 6l se escri-bieron decisivas historias sobre nuestra tierray aledafros.

Por otra parte, la lglesia logro, desde el sigloXl, que caballeros feudales y pueblo, en general,respetaran determinados lugares, territorios ypersonas (iglesias, monasterios, cl6rigos, pobres,viudas, comerciantes y peregrinos): habia naci-do la "paz de Dios" . De ahique los monaster iosse convirtieran en lugares seguros para guardarlos documentos importantes, tanto propios comoajenos, inc lu idos los del Heino. San Juan de laPefra, Montearagon o Veruela tendrdn valiososarchivos, aunque quiz6s debamos destacar en-tre todos al de Sigena. Gracias al cuidado de losmonjes podemos estudiar hoy nuestra propiahistoria.

Por otro lado, aunque no siempre, la lglesia ac-tu6 muchas veces de avanzadilla. Por ejemplo,la introducci6n de la reforma cluniacense a tra-

Page 5: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

v6s de los monasterios fue un revulsivo para elmundo cristiano hispano. Aragon se europeizo:nueva liturgia, favorecimiento de las peregrina-ciones, vias de riqueza de todo tipo; se desarro-llo la ensefranza, se practico de manera regularla hosoitalidad. Prolifer6 un nuevo esti lo artis-tico, el romdnico, la mayor parte de el en pietodavia. Se introdujo, en fin, un nuevo tipo deletra, la carolina, en detrimento de la anterior, lavisigotica. Pensemos que nuestra letra actual es,por ejemplo, hija de esla reforma propiciada porlos monasterios.

Los monasterios actuaron asimismo como or-denadores y administradores de parte del terri-torio. Primero los condados pirenaicos y luego elReino aragon6s carecieron inicialmente de unaparato burocrdtico suficiente, tal como hoy lo en-tendemos, para garantizar su administracion.Hasta la aparici6n de los tenentes, en el siglo Xl,los monasterios actuaron en solitario como orde-nadores socioeconomicos de sus areas de in-fluencia. Casi cada valle pirenaico cont6 con sumonasterio, alguno de ellos de car6cter privado,y pusieron en explotacion las tierras con ayudade sus moradores.

Mds tarde, cuando el gran avance reconquis-tador del siglo Xll origine enormes espacios va-clos. sin aoenas brazos nuevos, cistercienses v

Foto: PANO

Ntra. Sra. de Sigena o del Coro, hoy desaparecida

,Fg

a

r a t * : ? + f , { t . 4 . ; r *

t t i t t ? t * * t i g r t r * * f * f r l t l . 3 r r

utf,.'* l*atalllg gltttaltEo lt ttroarf4

I r a r r l r t r r o l : a e t r r t o J 3 t . * t . i t s ! r t

O l . . o r r . , . t . t t . . b r r r . 0 . r < ' ^

oI

Page 6: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

v6s de los monasterios fue un revulsivo oara elmundo cristiano hispano. Arag6n se europeiz6:nueva liturgia, favorecimiento de las peregrina-ciones, vias de riqueza de todo tipo; se desarro-l16 la ensefranza, se practic6 de manera regularla hosoitalidad. Prolifer6 un nuevo esti lo artis-tico, el romdnico, la mayor parte de 6l en pietodavia. Se introdujo, en fin, un nuevo tipo deletra, la carolina, en detrimento de la anterior, lavisigotica. Pensemos que nuestra letra actual es,por ejemplo, hija de esta reforma propiciada porlos monasterios.

Los monasterios actuaron asimismo como or-denadores y administradores de parte del terri-torio. Primero los condados pirenaicos y luego elReino aragon6s carecieron inicialmente de unaparato burocr6tico suficiente, tal como hoy lo en-tendemos, para garantizar su administracion.Hasta la aparici6n de los tenentes, en el siglo Xl,los monasterios actuaron en solitario como orde-nadores socioecon6micos de sus 6reas de in-fluencia. Casi cada valle pirenaico conto con sumonasterio, alguno de ellos de cardcter privado,y pusieron en explotaci6n las tierras con ayudade sus moradores.

Mds tarde, cuando el gran avance reconquis-tador del siglo Xll origine enormes espacios va-cios, sin apenas brazos nuevos, cistercienses y

de Sigena o del Coro, hoy desaparecida.F o t o : P A N O

Ntra. Sra

!r#I

r t * t l a * { r + ' r a r r r r

* * t * t l t l | t s i * ia t *e * i t t * l i r4 t r

*1# -Satlc! t*t;a:F4 tr ?*i*rrc

r o t a * r a r r 9 ' * . r * t r f o a t r r a r l t s { r .

r t 6 t * l ! t t a l t t * 9 : : r t 1 ! a t c i r

I

l1€iI

Page 7: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

6rdenes militares acometerdn una enorme tareade repoblacion. Sigena serd, por ejemplo, el or-denador de la vida economica, social y religiosade los Monegros, sobre unos 820 km2 de tierra:establecerd mercados semanales que han llega-do al umbral de nuestros dias; repartird lotes detierras yermas; fundard aut6nticas villas de sefro-rio. Veruela actuard en las faldas del Moncayo,sobre unos 150 km2, en competencia con Traso-bares y Gris6n, estableciendo todo un sistemanuevo de riegos. Casbas, en disputa con el vie-jo, pero cada vez m6s influyente Montearag6n,se dedicar6 al Somontano oscense. Rueda limi-tara con el Bajo Arag6n, todo 6l en manos de lasordenes militares, que tendrdn en el Alcafl iz ca-latravo su principal bastion. Mds de 7000 km2serdn controlados en el Reino por los monjes-guerreros. En todos los casos, el rey pag6 estaayuda con tierras, como hiciera con los sefroreslaicos.

La tierra, fundamento de la riqueza hasta bienentrado nuestro siglo, dio poder economico a losmonasterios. Y tambidn poder social y politico.Los abades de los grandes monasterios forma-ron parte habitual del s6quito real it inerante. Lasvisitas y estancias reales ennoblecieron las pa-redes nacidas para la oracion. Y l legaron dddi-vas, exenciones y privilegios. La propia Coronaengrandeci6 tanto algunos de estos cenobios quelos reyes los elegir6n para su reposo definit ivo.Surgi6 asi el monasterio-pante6n: San Pedro elViejo de Huesca; transitoriamente Montearag6n;Sigena y, sobre todos, San Juan de la Peia, 6stedesde el albor mismo del Reino, serdn morada0ltima de reyes e infantes aragoneses, hasta quePoblet les hurte tal privilegio.

Pero si los reyes se aseguraron las oracionesde los abades principales sobre sus tumbas mo-ndsticas, tambi6n tuvieron su consejo en vida.Sentados los vemos en la Corte y en las Cortes.A 6stas solian ser convocadas por el brazo ecle-sidstico, junto con los obispos aragoneses, losabades de los principales cenobios del Reino:San Juan de la Pefra, Montearagon, San Victo-ri6n, Veruela, Piedra, Rueda y, en menor esca-la, los de Santa Cristina de Somport, Fuenclaray Santa Fe.

Por fltimo, los monasterios posibilitaron duran-te siglos que la masa popular campesina luvieracaminos para acceder a la salvaci6n, de acuer-do con los postulados cat6licos, sin tener quecambiar de orden, es decir, como seglares. Unavia imoortante consistia en la adhesion a la vida

4

mondstica, bien como donados bien como legos.Los donados se entregaban a un monasterio-viviendo incluso en comunidad y hasta con supropia familia y bienes- por la sola garantla delsustento; los legos ingresaban en un cenobiopara ayudar a la tareas materiales de la comuni-dad, siendo excluidos de la l i turgia, del coro y dela ensefranza. Eran quienes aseouraban e l fun-

:!g!.!-l!r :!-!!.'f-iT r1-1t,,!a}J_! a-.

# * ' r &: ! { . ! r 5 .

I r rr . r

i@ &.n4

: r.rt. fr..s6 t d . r H r r a f . r a r r r a .

g'"8*.. ' .*. , .**a *t*ltttro

f,il*o,r *rlE*r.r: r *r *..r+4

cionamiento de la cocina, panaderla, zapaleria,granjas y explotaciones agricolas, y eran muy fre-cuentes entre los cluniacenses, cistercienses ycartujos. La ciudad disponia de otras vias, comola de las cofradias religiosas.

Pero finalicemos. Tras sucesivas reformas en-tre los siglos XV y XVll, las ordenes monesticas,y las religiosas tambi6n, l legaron al siglo XVlllpujantes, formando parte del sistema sefrorial.Pero el siglo XIX fue amargo para la mayor par-te. Su existencia, a causa de sus excesivas po-sesiones territoriales acumuladas, significaba ungran problema para la intensificaci6n agraria delpais, aunque no debemos olvidar los grandes se-frorios y latifundios laicos y aun comunales. Esteclima enrarecido desemboco en varios orocesos

Page 8: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

de desamortizacion. Luego, la ultima guerra ci-vil y la crisis vocacional, debida a causas diver-sas, acabaron por vaciar sus claustros.

Dejando aparte una vez m6s a las comunida-des de las ordenes religiosas, las cenobiticas, lasque acabamos de ver, apenas si sobreviven hoy.La mayor parte de los monasterios han cerradosus ouertas. cuando no se hallan en estado rui-noso. Joyas arquitectonicas del romdnico, g6ti-co o barroco se tambalean con cada trueno nue-vo: Santa Fe es un ejemplo; otras sirven deaprisco, como el recinto murado de la Cartuja deFuentes. Comunidades hay que quizds desapa-rezcan con la ult ima de sus monjas actuales,como en Casbas o en Santa Clara de Huesca;

Los monasterios de monjas hospitalarias na-cieron generalmente junto a un convento mascu-lino, como complemento de el y de cuyo abadsolian depender; eran los monasterios denomi-nados dr.iplices, no mixtos, y cuyo origen en Es-pafra habria que buscarlo en la 6poca visigoda.

El primero de los monasterios sanjuanistas fe-meninos naci6 en los primeros dfas de la apari-cion de la Orden, establecido en Jerusal6n y des'tinado a cuidar de las mujeres pobres enfermas.La vida de este orimer monasterio terminaba en

otras piden pr6stamos humanos, como Sigena.Las 0nicas que sobreviven, aparte los Cartujosde Aula Dei, son aqudllas 6rdenes que, surgidasmondsticas en el renaciente mundo urbano me-dieval, se adaptaron plenamente a la ciudad, do-minicos y franciscanos entre ellas.

Todos los monasterios desempeiaron un pa-pel, varios papeles, entre el pueblo; todos tienensu debe y su haber. . . "

Es en este contexto multiforme en el que en-caja el cenobio sigenense, a finales del siglo Xll.En su nacimiento, la monarquia aragonesa va adesempefrar un papel primordial.

2. NACIMIENTO Y CONSOLIDACION DE STGENA

1 187, tras la toma de la ciudad por Saladino, hu-yendo la comunidad hacia Occidente.

Desde el siglo Xll hasta finales del XV, van sur-giendo a todo lo largo y ancho de la geografiacristiana monasterios femeninos hospitalarios,sin que se pueda asegurar cu6l fue el primero deellos en el t iempo, tras el primitivo de Jerusal6n.

Limit6ndonos a la Penfnsula lbdrica, pareceque el primero, aunque de vida efimera, fue el deGrisdn (1 176), al que le sigui6 el de Sigena(1 18S). En la Corona de Arag6n surgieron varios,

Page 9: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

pero, a excepcion de Alguaire y Sigena, todos losdemds habian desaparecido a principios del si-glo XlV. Los conventos de religiosas hospitalariasfuera de la Corona aragonesa fueron de funda-ci6n muy posterior. Los hubo en Tordesillas y Za-mora, en Puente la Reina, en Salinas de Afrana,en Sevil la, am6n de los de Estremoz v Evora, enel reino de Portugal.

Generalmente las "duefras" y monjas de laOrden de San Juan de Jerusal6n vivian en clau-sura, aun cuando fuera precisamente Sigena laInica excepcidn, pues 9oz6 del privilegio de l i-bertad, motivado -dicen los cronistas sigenen-ses- por la insalubridad del terreno donde sehabia construido.

Todos los monasterios sanjuanistas dependianya del prior o gran maeslre de la Orden, ya delprior o castelldn de la demarcacidn en la quehabitaban, es decir, de las distintas castellanias.

Estos monasterios nacieron f undamentalmentepara la oracion y la realizacion de obras piado-sas y, en general, las monjas hospitalarias fue-ron bien vistas y consideradas por sus contem-pordneos. Los claustros de sus conventosestuvieron llenos de sefroras nobles, pues las fa-milias de mayor abolengo tuvieron a gala contarcon una monja en alguno de los monasterios hos-pitalarios y, sobre todo, en Arag6n, en el monas-terio de Sigena.

El hribito de las hospitalarias era negro, conuna cruz de tela blanca de ocho puntas, coloca-da en el lado derecho, generalmente; la distinci6nentre las <sorores> Y "duenas" de un monasterioy otro estribaba en pequefras variaciones del ha-bito o en la colocacidn de las cruces.

Junto a los frailes hospitalarios, semimonjes-semiguerreros, cuya tinica mira de sus actuacio-nes estaba puesta en los Santos Lugares y en su

trDuefiast o (cruces enterasD.

Y tenian como principales prerrogativas las de l i-bertad de eleccion de la priora y administraci6ndirecta, privilegios, sobre todo el primero, quemotivaron en multitud de ocasiones luchas y re-clamaciones contra los priores, castellanes ygran prior, quienes pretendian ser dueios abso-lutos de tales comunidades.

6

redenci6n, le nace a la Orden del Hospital unnuevo brazo, el que reza, que por el origen no-ble de sus componentes adquirir6 pronto todaclase de privilegios que les conferir6n con rapi-dez una gran potencia economica.

Generalmente los monasterios femeninos, des-de la 6poca visigoda, habian surgido a la sombra

Page 10: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

de los masculinos, aunque tambien hubo excep-ciones, de los que dependian. Pero en el caso delmonasterio sigenense ocurrird lo contrario: elclaustro de frailes estara supeditado a los desig-nios de la priora, quien, asesorada por la comu-nidad de "duefras", alavez que por la de frailes,sere la que gobierne.

El caso de Sigena es, una vez mds, el prototi-po, puesto que, aun no s iendo e l pr imer monas-terio hospitalario driplice de la Peninsula, es elque mayor influencia tendrd y el mds duradero,con predominio de la comunidad femenina sobrela mascul ina.

Poco despu6s de la introduccion de los Hos-pitalarios en Aragdn debieron surgir, como se haindicado, las primeras mujeres simpatizantes dela Orden, inicialmente medio seglares medio re-l igiosas, pero sin concretarse bajo ninguna aso-ciacion. Sin embargo, en todas ellas debla exis-tir cierto espiritu comUn, sobre todo entre las dela nobleza, mds abiertas a toda influencia cultu-ral y a toda innovaci6n institucional y religiosa.

No debemos pasar por alto el hecho de que las6rdenes del Hospital y del Temple estaban demoda, tanto por la importancia adquirida tras el

testamento de Alfonso I el Batallador como oorla fama ganada en defensa de los SantosLugares.

Entre ambas, el espiritu femenino eligi6 aquellaque mejor satisfacia sus anhelos, brinddndolesla oportunidad de dedicarse a las funciones ca-ritativas oara con los enfermos de su sexo.

Faltaba unicamente la persona capaz de aunartodos esos deseos y esfuerzos sueltos. El espi-ritu innovador hospitalario que flotaba en el me-dio ambiente debi6 invadir tambi6n a la reina ara-gonesa dofra Sancha, mujer de Alfonso ll, y a lasdamas que le rodeaban. La jerarquia sanjuanis-tay larealeza aragonesa estaban de acuerdo; lanobleza asintio tambien, como lo demuestra elhecho de que todas las primeras "duefras" delnuevo monaster io fueron de fami l ia noble, y s i -gui6ronlo siendo hasta bien entrada la Edad Mo-derna. Faltaba Inicamente el asentimiento delpapa, quien, a ruegos de dofra Sancha, no h izoesoerar su confirmaci6n.

Nada dice la documentaci6n acerca del moti-vo de la fundacion de Sigena; por tanto, todo loanterior son suposiciones. Pero lo que tampocodice es que se debiera a un hecho milagroso,como nos quiere hacer creer Marco Antonio Va-r6n en su Historia del Real Monasterio de Sige-na. Dicho autor basa los motivos en una tradicion.

Ventana romdnica del lbside

Page 11: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

extendidisima durante los siglos Xll l y XIV paraotros lugares similares, segdn la cual una imagende la Virgen desaparece de una iglesia o ermi-ta, en este caso la de Sigena, y aparece en otrolugar donde es encontrada por una persona o porun animal, un toro y en una laguna, nuestro caso.Se restituye la imagen a su altar y vuelve a emi-grar, y asi repetidas veces, hasta que las admi-radas y estupefactas gentes sacan la consecuen-cia logica del reiterado hecho: la Virgen quiereeslar en el lugar elegido, por lo que hay que ha-cerle un abrigo decoroso, levantarle un altar, unaiglesia, un monasterio.

Eleccion del lugarCon la consolidacion de las conquislas de Ra-

mon Berenguer lV y Alfonso ll, quedaba todaviauna zona comprendida entre el Somontano os-

cense y la l inea de Morella-Teruel, donde persis-tia la misma poblaci6n, la antigua poblaci6n, perodejada un tanto a su iniciativa y a la de algunosnobles, mientras las miras de los reyes se posa-ban en la ocupaci6n del Reino valenciano y aunmurciano. Detrds de esa linea. los obisoos de Za-ragoza, Huesca y L6rida y las drdenes militaresno daban abasto en su tarea cultural, cristianiza-dora y repobladora. Por otro lado, los viejos mo-nasterios del Pirineo no alcanzan ya, ni por su le-jania ni por su viejo sistema de explotaci6n, adominar eslas tierras bajas. Para remediar estotend16 lugar ahora una nueva floracidn mondsti-ca bajo el signo cisterciense: Veruela, SantesCreus, Poblet, etc. Pero entre 6stos y los citadosobispados queda una zona de sabinas y ontina-res -comprendida entre los rlos Cinca y Alcana-dre y los Monegros- que, aunque nada mds porsu situacion, privilegiada en esta 6poca, habia detener cierta importancia

F o t o r A R R I B A S

Leyenda del origen de Sigena. lGrabado del s. XVil.)

Page 12: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

Esta es una tierra de nadie, donde, al parecer,no se conoce ninguna tenencia, aunque si estdrodeada por varias de ellas: Fuentes, Sariienay Mequinenza, por lo menos en 1 134, situaci6nque debi6 continuar igual en los afros en los queva a nacer el monasterio de Sigena.

Para una corte it inerante como la aragonesade esta 6poca, Sigena era punto obligado depaso en los caminos que llevan desde Huesca oBarbastro al Ebro, a Fraga y a Lerida, estandoequidistante de Zaragoza, Huesca, Barbastro,Leiida y de los valles de los rios Aguas, Martin,Guadalope y Matarraffa. Por eso no es de extra-fiar que los reyes aragoneses estuvieran intere-sados en asegurarse en esta zona una base, ha-blando en t6rminos actuales.

En adelante, veremos c6mo la importancia delenclave hard que el monasterio de Sigena guar-de en su archivo numerosos documentos relati-vos a los asuntos del Reino. sobre todo en el si-glo Xll l, desde donde fdcilmente y con todaceleridad podian ser recuperados. Porque Sige-na, aparte de ser un monasterio del Hospital, es-tuvo, desde su fundaci6n misma, intimamente l i-gado a los reyes de Aragon.

El lugar donde est6 enclavado exactamente elmonasterio es el m6s bajo de la region, forman-do un verdadero oasis alargado. M6s ancho elvalle en su lado izquierdo, estaba y estd recorri-do por numerosas acequias derivadas del rfoAlcanadre (las del Molino, Presifiena, de la Ri-bera, etc.), que aseguraban el riego a medialadera.

Frente a Sigena estaba situada la vil la de Ur-gellet, ya en la parte alta de la margen derechadel Alcanadre, con una pequefra poblaci6n decincuenta vecinos y hoy desaparecida. Este pue-blo, con Sigena y Sena, aguas arriba del rio, se-rdn los que formardn, en principio, con sus t6r-minos, el ndcleo inicial del monasterio que, porser construido en Sigena, recibiria este nombre.

TrdmitesResuelta dofra Sancha a fundar un monaste-

rio femenino de religiosas hospilalarias y eligien-do en Sigena, como cenlro de las tierras reci6nconquistadas, el lugar apropiado, se dispuso atramitar las cuestiones previas a la fundaci6n, lle-vando a cabo una intensa tarea negociadora y va-

Por olro lado, Sigena surge como un foco re-poblador de primera magnitud. La Corona deja-rd en manos de la priora la direcci6n de esta re-poblaci6n, importante por tratarse de un territorioen el que, por sus caracteristicas edafol6gicas yclim6ticas, la poblacion era escasa.

rios cambios y permutas de tierras. Merced a es-tos cambios y a su propio sacrificio, dofra Sanchase convirti6 en dueffa de las vil las de Sena, Si-gena y Urgellet, como se ha indicado, y del mo-nasterio de Sigena que, en adelante, quedariadoblemente vinculado a la castellania de Ampos-ta y a la Corona aragonesa.

Page 13: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

De hecho, en marzo de 1 188 surgia "ad cons-truendum et hedificandum monasterium et habi-taculum dominarum ut semper ibi vivant ad ho-norem Dei Omnipotenti et Beate lohani Baptisteet sub regule sacratissime Hospitalis, simul cumadditamentis regule quas ego il l i addidi, scil icetsancti Augustini hoc additamentum feci".

El nuevo convento debio construirse junto a lacasa de frailes sanjuanistas de la encomiendaque, desde tiempos de Ramon Berenguer lV, fun-cionaba en Sigena, conviviendo, aunque en edi-ficios separados, "duefras" y "freires", hecho quedio origen a la duplicidad, que seria una de susnotas mds caracteristicas.

Fecha de fundacron

Oficialmente, el nuevo monasterio nacia enmarzo de 1188, estando la comunidad, casi contoda seguridad, formada en abril del mismo afro.Seg0n Pano, las obras del edificio habian comen-zado en 1'183, lo que parece mds que improba-ble, puesto que todavia era problemdtica su fun-dacion. Lo mds verosimil es que, en principio,aprovecharan algUn edificio de la vil la de Sige-na en tanto se construian el monasterio y unanueva poblacion, algo apartada de 6ste, a la quese trasladarlan los desplazados habitantes de Si-gena: Vil lanueva de Sigena.

b) Organ izac ion i n te rna

R e g I a nl e n I ac t tt n d e | | :-) o t) A sl L, r t o

Las monjas hospitalarias siguieron en princi-pio la regla de San Agustin, suma de normas queresultaba incompleta e insuficiente para guiaruna comunidad.

Apercibidos el maestre de Amposta y la reinadona Sancha de estos defectos, trataron de com-pensarlos con la redacci6n de otra regla, traba-jo que fue encomendado al obispo de Huesca,Ricardo, quien la teminaba en octubre de 1 ' l 88y que seria, en adelante, con mds o menos trans-formaciones, el modelo por el que se iban a re-gir casi todos los monasterios femeninos de laOrden de San Juan.

Redactada la nueva regla por Ricardo, quedescribia minuto a minuto la vida del monaste-rio, Sigena lleg6 a poseer dos reglas distintas: lade San Agustin, propia del Hospital, y la privati-va del monasterio. Sin embargo, todavla queda-ban pendientes de resolucion algunos puntos vi-talisimos para la futura vida de la Casa, cualeseran las relaciones oue hablan de mantener conlas jerarquias del Hospital y, en general, con todala Orden.

El refectorio antes de su destrucci1n.

10

Page 14: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

Para solucionar este vacio, y mediante la pro-mulgaci6n de algunos documentos por el prior deSan Gil y el castelldn de Amposta, se fue crean-do un tercer cuerpo legislativo y regulador, queiria modificdndose, segun las circunstancias.

Los papas, por su parte, alavez que extendianbulas y privilegios tomando bajo su protecci6n yamparo al monasterio, ahadian nuevas cl6usulasque estaban destinadas a unirse a este tercercuerpo legislativo sigenense.

Muy posterior es la redaccion de una compi-laci6n reguladora, pues data de 1588. Se trata deun cuerpo de tradiciones que, con el t iempo, sehicieron ley en la Casa, dirigidas todas ellas adar un mayor boato y solemnidad a los cultos yactos comunitarios.

Los frailes

Cuando la reina dofra Sancha instaura el claus-tro femenino sigenense, de acuerdo con los res-ponsables de la Orden sanjuanista, los frailes queal l iestaban permanecieron junto a 61, formandoparte de la vida del monasterio, a la vez que,poco a poco, se fueron desligando de su casamaore.

Estos frailes van a desempenar dentro del mo-nasterio un papel determinado. Primeramenteson los que atienden todo lo referente al culto ya la vida espiritual de las "duefrasD; en segundolugar, parecen ser, en principio, los administra-dores de las tierras y de los bienes del cenobio,pero en dependencia constante del claustro fe-menino a la hora de tomar las decisiones.

A la muerte de la reina, frente a la priora om-nipotente, surge el (priorD del convento mascu-lino. Es decir, dentro de la relativa autonomia deSigena surgen dos conventos paralelos -"due-fias" y "freires"- cada cual con su jerarquia,pero siempre el convento masculino supeditadoa la priora del femenino. Este grupo de frailes ad-mitird, como el femenino, donados, conseguirddonaciones de los fieles y aportard al monaste-rio sus bienes y sus hombres. Estos frailes eran,en definit iva, los que unian al monasterio sige-nense con el Hosoital.

Ahora bien, tras la primera generaci6n de frai-les, la que le sustituya tendrd un cardcter diferen-te, gestdndose entonces la ruptura entre Sigenay Amposta, ruptura que cristalizard a fines del si-glo Xll l. En efecto, cuando a finales de esta cen-turia el monasterio incurra en la pena de exco-muni6n y entredicho, quedan inc lu idos en e l la ,

con el monasterio, sus territorios, las iglesias, las

"duefras" y los mismos frailes, quienes, junto alclaustro femenino, se habian puesto frente a lacastellania,

Las ,,duenas"

El monasterio femenino sigenense naci6 paraacoger fundamentalmente a las damas de la no-bleza aragonesa, incluida la familia real. Los m6silustres apell idos de la epoca se mezclan aqui,conviviendo las Lizana con las Urrea, Luesia. Es-topindn, Entenza, Benavente, Aliaga, Biota, etc.,hijas o hermanas de lugartenientes, alf6reces,bailes, justicias, etc., de los reyes de la Coronade Arag6n.

Escudo de Sancha de Abiego, priora.

Este convento femenino se componla de tresclases o estamentos diferentes de los que la re-gla obliga de forma distinta: sorores o "domne",iuniores y obedienciales. Sin duda alguna, la cla-se mes importante e influyente es la primera, laesencia del monasterio; la clase segunda estacompuesta por niffas todavia, entregadas a lavida religiosa por sus padres y que viven en elmonasterio tuteladas por las "domne"; el tercergrupo, las obedienciales, lo componen las servi-doras de la Casa, aunque quizds conviniera de-cir mejor, de las sefloras nobles recluidas en ella.Estas servidoras serian las l lamadas de "mediacruz", frente al primer grupo, las <sororesD, <do-mine", "Claustrenses" O "maiores", que Serian lasde "cruz entera".

1 1

Page 15: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

(Media cruz.,

De los grupos primero y tercero saldrdn los car-gos comunitarios, "dignitates" los unos, "officia-les" los otros. El monasterio, tanto el claustro fe-menino como el masculino, estaba dirigido porla "priora", que reune en sus manos todos los po-deres. Es la cabeza tanlo externa como internade Sigena. En caso de ausencia, le sustituye la"suboriorisa".

Tras estos dos cargos, los mds importantesde todos, de entre las "dignitatesD, aparece la"sacrista", elegida por la priora, teniendo comoencargo principal el cuidado de las ldmparas ycandelabros de la iglesia, el dar las sefrales conla campanil la despu6s de cada oraci6n, prepa-rar el incensario para aquellas ceremonias quelo requieran. A juzgar por la documentaci6n, esel cargo mds estable de todos.

Tambi6n las "magistra" o "magistra prior pue-llarum" o "custodes puellarum" son "dignitates".Estdn al tanto de la educaci6n religiosa, comu-nitaria y cultural de las nifras, futuras "dueias",entregadas al monasterio en temprana edad.

Entre los cargos "officiales", l3 "precen1rix",como la (cantrix>, dirigen los cdnticos y los rezosen el coro y en las procesiones conventuales. La"refectoraria" es la encargada del comedor, dedistribuir el pan y el vino en las mesas junto conlos dem6s alimentos y la sal, asi como procurarque se l leve a cabo la l impieza del comedor, cuyapuerta esta encargada de cerrar, entregando lallave a la "cellararia,'o "clavera".

1 2

La "cellarariaD se convierte en uno de los car-gos segundones de mayor importancia, puestoque es la responsable de todo lo que pueda ocu-rrir en cada compartimento despu6s de que la en-cargada correspondiente al mismo le haya entre-gado las l laves.

Los demAs trabajos del monasterio estdn diri-gidos personalmente por las "cameraria", "dor-mitararia", "helemosinaria", "inf irmararia", "minu-t r ix sanguin is , , e tc . Cada una de e l las estdasistida por "famule", encargadas de desempe-frar las tareas mds penosas, lo que hoy llamaria-mos trabajos mec6nicos.

En el monasterio de Sigena, en principio, noexisten celdas. Cada uno de los grupos citadosvive en comunidad en su convento y, aun cuan-do se unan para algunos actos, forman bloquesaparte, como en el refectorio o en el dormitorio,y aun en e l propio coro.

Asi como al hablar del claustro masculino noshallamos ante una carencia absoluta de datosacerca de su vida diaria, la del claustro femeni-no se halla proli jamente recogida en la regla.

Alfonso /1, rey de Aragdn y gran protectoldel monasterio

Page 16: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

c) Etapas de la formaciondel terr i tor io s igenense

La casi totalidad del patrimonio territorial sige-nense se configu16 en las primeras d6cadas desu existencia, diferenciandose cuatro etapas,de desigual duraci6n.

-Durante la pr imera, que se puede denomi-nar de "nacimiento y formaci6n del monasterio(1 188-'1208)", se incorporan, en torno a la Casa,las vil las de Sigena, Sena y Urgellet, unas 25000hectdreas, aproximadamente, de las que unas650 eran de regadio. Constituian el donativo fun-dacional de la re ina Sancha. Este nucleo or imi-tivo se vio pronto agrandado por las aportacionesde Alfonso ll, de Candasnos ('1 188), Ontinena(1194), mds todo lo que el monarca poseia en Al-cubierre.

Pero los dominios del monasterio no se l imita-ron solamente a las tierras oue rodeaban a laCasa, s ino que i r6n surg iendo a lavez ot ros fo-cos menores en las vil las y ciudades m6s gran-des y prosperas de la Corona de Aragon. Estastierras pasaban a Sigena, casi sin excepci6n, me-diante donaciones particulares, siempre mds po-bres que las de los mismos reyes; podian l legara manos sigenenses mediante las dotes de las

"duefras" que ingresaban en el monasterio; enotras ocasiones, son los donados los que, en nu-

mero cada vez mds creciente hasta mediados delsiglo Xlll, con pequefras dadivas piadosas, en for-ma de dinero, objetos. de uso personal y tierras,incrementaban, en lugares diversos, los bienesde Sigena.

Destacan dos tipos de ntcleos: los del Somon-tano oscense y los perifericos dispersos. Dentrode los nucleos del Somontano, Huesca (dondelleg6 a constituirse un barrio de Sigena), Barbas-tro y Aguas serdn los mds notables. De entre losnfcleos dispersos, que fueron muchos, desta-quemos, al menos, los de Tortosa, Lerida. Mon-troig y Calamocha.

-La segunda etapa, de (gran expansion terri-torial del monasterio ('1208-1237)", es fundamen-tal para Sigena.

Cuando en noviembre de 1208 moria donaSancha, la reina, a pesar de su herencia, el mo-nasterio habia quedado al l imite de sus posibil i-dades econ6micas, puesto que hubo que hacerfrente a los gastos de su construccion. Por otrolado, la muerte de la reina fundadora suponia unrelajamiento en lo que pudi6ramos llamar protec-cion real, mdxime ahora cuando el rey se halla-ba enfrascado en una doble lucha agotadora(Midi frances y frontera levantina) y con proble-mas acuciantes que resolver con el rey de Cas-t i l la y aun de su propio re ino.

F o t o : P A N O

El claustro. El coro, acto comunitario

t 3

Page 17: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

H U E S C A '

F A F L E T E .

A G U A Sa

. o L t v t T o

. B L E C U A

SAR I N ENA

N A V A Ta

. B A R B A S T R O

r \4ONZON

a

ZARAGOZA

1 1 8 8 1 2 0 8

1248 1231

1231 1281

1281 1300

U R G E L L E T

B L J A R A L O Z' r P I IJA '

F U E N I E S

a

LANAJA .r S E N A

I , V L L A N U E V Aa . /

' l Q t - q r D A r i r -

\ a _ t o r F A L E R I D A

. - B A L L O B A R ,

C A N D A S N O S T F R A G Ato^ '

"ao,, (84

F O R M A C I O N D E L P A T R I M O N I O S I G E N E N S E

Sin embargo, dona Ozenda de Lizana, su pri-mera priora, saldre adelante. Su polit ica es bienclara. Primeramente, ampliar el patrimonio terri-torial primitivo del monasterio a lo largo del Alca-nadre y del Flumen. En segundo lugar, penetraren los Monegros, que le aseguraban una buenatierra de labor una vez roturada, y magnlficospastos y bosques, en aquel entonces. En tercerlugar, consolidar y agrandar las posesiones delas ciudades y n0cleos perif6ricos del Somonta-no oscense, bien a base de donaciones bien me-diante compras, si aqu6llas faltaban. Y, en cuartolugar, propagar las ventajas espirituales que eracapaz de proporcionar el monasterio para que,ganados los espiritus de los fieles, pudiera redun-dar esto no s6lo en el terreno espiritual y religio-so para los hombres, sino tambi6n en el espiri-tual y material para el monasterio.

En 1209, Pedro l l entregaba definit ivamenteCandasnos a Sigena; en 1212, eran la vil la y lost6rminos de Lanaja. El nucleo central pasaba aside unos 387 kmz a cerca de 691 km2. Y seguianlas donaciones, como la de Ballobar (1212\.

't4

Jaime l, viendo cu6n 0ti l era el monasterio parallevar a cabo una feliz labor repobladora, le con-firmaba, en 1226, algunas donaciones hechaspor sus antecesores dofra Sancha, Alfonso ll yPedro l l, eligiendo poco despu6s su sepultura enel cenobio sigenense, aunque luego seria ente-rrado en el de Poblet. En 1227, hacia donacion,a la priora Sancha Jim6nez de Urrea, del casti-l lo de Sarifrena.

En 1229, cuando el prior de San Jorge de Al-fama, decide vender el casti l lo y la vil la de Buja-raloz, la priora sigenense no duda en comprar-los, ansiosa de ensanchar sus l imites por el surhacia el Ebro y los Monegros, en tierras ya delobispado de Zaragoza. Pero esta adquisicioncosto no pocas negociaciones con los habitantesde Pina, que se creian con derecho a dichastierras.

Tras la adquisici6n de Bujaraloz, quedaba unespacio l ibre entre sus t6rminos y los de Candas-nos que la priora trat6 de conseguir a toda cos-ta. Y, efectivamente, en 1235, Jaime I concedia

Page 18: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

al monasterio el casti l lo y la vil la de Pefralba, contodos sus t6rminos. Con la adquisici6n de Buja-raloz y Pefralba, Sigena engrosaba sus posesio-nes del ntcleo central en unos 276km2 m6s, ha-biendo alcanzado oor el sur los l imites mdximosque le permitian los concejos de Pina y Fraga.

En 1226, a su vez, era por la parte norte el en-sanchamiento merced a la donaci6n que PoncioHug6n, hermano de la condesa de Alamafrac, do-nada de Sigena, hizo al monasterio de una par-te de sus territorios de Alcolea.

El afro 1235 marca, por tanto, el l lmite crono-l6gico de la gran expansi6n sigenense en el nri-cleo central. La atencion de las (prioras" se de-tendrd. en adelante. en los n[cleos oerif6ricos.fundamentalmente en los de Huesca, Barbastroy Aguas.

-Durante la tercera etapa, de "consolidaciony estabil izaci6n del dominio territorial (1237-1281),,, la expansi6n por el reino de Valencia vaa ser fatal para Sigena. El rey se ve desplazadode la l inea Zaragoza, Huesca, Barbastro, L6riday Barcelona para dedicarse cada dia ccn mayorahinco a los ambientes catalAn y valenciano.

Desde luego, el nicleo central ha conseguidosus l imites m6ximos en el periodo anterior. Na-turalmente habria que tener en cuenta si todaviale quedaban tierras al rey en esta zona; aunquedocumentalmente es difici l hacerlo, tal vez fue-ra posible la expansion hacia el Gdllego.

Por otro lado, junto a la penuria y escasez delas aportaciones de la Corona, tambi6n las dona-ciones de particulares escasean cada vez mds.La nobleza es asimismo parca en este sentido,registrdndose solo una donacion importante, de-bida a Rodrigo de Lizana, mediante la cual pa-saban al monasterio, en 1252, grandes y exten-sas heredades en Olivito. Por 0ltimo, las entregasvoluntar ias de los donados van d isminuyendovertiginosamente, hasta casi desaparecer.

En definit iva, las adquisiciones territoriales gra-tuitas han terminado para Sigena. Como, por otraparte, las "prioras" del momento no estuvierondispuestas a gastar ni un sueldo en conseguirnuevas t ier ras, e l lo s igni f ic6 que la expansi6nterritorial de Sigena habia terminado ya. Perocomienza ahora una intensa tarea repobladora.

Por otra parte, tambi6n empiezan en esta 6po-ca una serie ininterrumpida de l it iqios fronterizos

que llevan a Jaime I a intervenir constantemen-te para sofocar a los nobles duefros de tierras ale-dafras de las sigenenses.

Por 0lt imo, los t6rminos alejados del monaste-rio, los perif6ricos, cobran inusitado inter6s. Casise podria decir que las miras de las "dueffas" y

"freires" de Sigena se centran ahora mdrs en losn0cleos perifericos de Huesca y Barbastro queen las propias tierras que les rodean. Porque venque, desde el punto de vista expansivo, estos fo-cos alejados son los Inicos que les brindan po-s ib i l idades.

-La cuarta etapa es de "decadencia (1281-1300)" en todos los aspectos, pero especialmenteen el relativo a la formaci6n patrimonial. Si las do-naciones se han terminado, por otro lado, elaumento progresivo de las deudas del propio mo-nasterio alcanza caracteres alarmantes. oor loque la adquisici6n de tierras y bienes mediantecompra les estd vedado.

Si afradimos a estas dos circunstancias unatercera, todavia de mayor gravedad, las luchasinternas suscitadas entre las mismas "duefras"y la oposicion hacia la castellania de Amposta,veremos a la priora sigenense carecer de toda ini-ciativa.

F o t o : P A N O

El esplendor econ6mico permiti6 realizaciones como ladecoraci6n de la sala caDitular.

1 5

Page 19: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

Llegado a este momento, forzoso es hablar delpapel desempefrado por Jaime ll. Su inquietudpor las cosas sigenenses le l levo a intervenir enel cisma interno del cenobio; se opuso a las usur-paciones de la nobleza y al afdn independentis-ta de algunas de las villas de sefrorio sigenenses;contra los municipios colindantes con las tierrasdel monasterio, que pretendian aprovecharse desus montes y pastos; y contra quienes ponianobstdculos para que llevaran a moler el trigo a losmolinos dependientes de Sigena. En fin, en 1298,Jaime ll tomaba decididamente a Sigena bajo suamparo y proteccidn.

Sigena vuelve a ser considerado por la monar-quia aragonesa como algo propio que debe serdefendido. Este amparo regio, que salvard a Si-gena de la m6s probable desaparici6n, l legard asu punto culminante cuando, en 1321 , a lcanceel cargo f,s "priora" la infanta de Arag6n dofraBlanca. Pero en todo lo que resta de la EdadMedia y hasta los dlas de la desamortizaci6n, elmonasterio no incorporard mds que pequenasoarcelas de terreno. Vivi16 de los dominios con-seguidos en e l s ig lo Xl l l .

d) Desarrol lo economico

Las cuatro fases oue hemos resefrado al ha-blar de la formacidn territorial se correspondencon otras tantas paralelas, referentes al desarro-llo economico del cenobio.

La acumulaci6n de bienes se efect0a por me-dios y procedimientos diversos: donaciones,exenciones tributarias y fiscales, prestamos,compras o la puesta en explotaci6n de los bienesya existentes. Estd claro que no todas estas for-mas adquisit ivas coinciden alavez en el t iempo,sino que predominardn, segfn las etapas, unasu otras; a la decadencia de una de esas formasadquisit ivas le sucede otra, como evoluci6n oconsecuencia inmediata.

Las donacionesDurante los primeros af,os de la vida del mo-

nasterio, las donaciones son casi exclusivamentela 0nica fuente de ingresos. Sobre ellas gravita-16 todo el sistema econ6mico del monasterio.Cuando empiezan a escasear, la economia sige-nense tendrd oue recurrir a otro sistema, a otrosm6todos adquisit ivos, a la implantaci6n de otrasfuentes de ingresos.

1 6

-Desde el orimer momento de la fundacidn,los reyes aragoneses beneficiaron a Sigena condonaciones piadosas, generalmente (pro reme-dio anime mee". Estas donaciones reales sonmuy variadas: casas, molinos, t ierras sin espe-cificar, casti l los y vil las con sus t6rminos y habi-tantes. Hombres con o sin sus familias (general-mente musulmanes y judios); bienes en especiey otros aleatorios (dinero, joyas, rentas o explo-tacion de bienes diversos). Todas estas donacio-nes solian serlo a PerPetuidad.

Durante la etapa de "nacimiento y formaci6n"(1 188-1208), t ienen lugar el 36 0/o de las donacio-nes reales recibidas por el monasterio, entre1 188 y 1300. Desde 1208 hasta 1237, etapa de

"gran expansion territorial" (la segunda), el por-centaje disminuye hasta el 30 0/0, debiendo po-

ner de relieve que desde la muerte de Pedro l l(1213)y durante toda la minoria de Jaime | (1226)no se regis t ra n inguna. Sin embargo' convieneresaltar que, aun cuando el porcentaje es menorque en la primera etapa, la calidad y magnitudde los bienes donados es mayor, sobre todo enlos inmuebles. En la tercera etapa, "de consoli-dacion y estabil izacion territorial ', (1237-1281)'e l n Imero de donaciones reales d isminuyeal 16,60/o del to ta l , ton ica que se mantendrddurante el cuarto periodo, de "decadencia"(1281-1300), gracias a los cuidados y desvelos deJaime ll. Para este periodo final hay que hacerconstar que no se trata de donaciones de cardc-ter territorial, sino en forma de exenciones.

-Junto a las donaciones debidas a los reyes'hay una muy importante aportaci6n de donativosparticulares, en agradecimiento de servicios y fa-vores recibidos del monasterio, "ob remedio ani-ma mea et parentum meorum> o "intuitu pietatiset amore divino". Otras veces se debe a entre-gas testamentarias.

La naturaleza de estos bienes es muy diversa:huertos, vif las, campos, casas, heredades, igle-sias, vil las, ganados, bienes en especie (cera'aceite, trigo), censos sobre casas o vif las, dona-c i6nes de d inero, etc .

Desde 1 188 hasta 1208, fecha del fallecimientode dofra Sancha, el n0mero de donaciones par-ticulares es similar al de la monarquia (30,7 o/o),

para pasar a ser marcadamente superior en la se-gunda etapa (1208-1237), ascendiendo al 50 0/0.

En la tercera etapa comienza, como en el casode las donaciones reales, un rdpido descenso(15,3 0/o), que alcanzar6 proporciones alarman-tes entre 1281 y 1300 (3,8 o/o).

Page 20: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

DONACANES Y COMPBAS

o/o

7n

60

50

3d

nl 0

0

Y&

v \

mSJ

40

sZJ

0

I

I

1188 1208 1237 1281 1300

DONACTONES REALESDONACIONFS PABTTCUL AF f S

. --i* COMPRAS

-Un tercer grupo de donaciones, ademds delas reales y particulares, son las aportadas porlos l lamados *donados" al monasterio, hombresy mujeres que se entregaron en numero crecien-te durante las dos primeras etapas de su historia.

Pero debemos considerar dos clases de dona-dos. Primeramente los que junto con su cuerpoy alma entregan un donativo, una dote, al monas-terio. En segundo lugar, los que, ademds de par-ticipar de los bienes y ventajas espirituales de lacomunidad sigenense, participan asimismo deciertos beneficios temporales, sin entregar nin-gfn donativo a cambio. Es decir, existe una cla-ra divisidn entre los "donados" que aportan alg0nbien material a Sigena y los que reciben de Si-gena, divisidn que viene marcada al f inal del se-gundo per iodo de la v ida del monaster io, hacia1235-1240.

Paralelamente, pues, a las donaciones realesy de particulares, las entregas materiales deestos "donadosD suponen otro gran ingreso, quealcanza su m6ximo apogeo entre los afros 1208y 1237.

Las comprasUn segundo sistema de adquisici6n de bienes

se realiza mediante compras, contrapuesto a esetriple descenso sefralado en la adquisici6n de bie-nes oor donaci6n.

En el primer periodo de vida del monasterio(1 188-1208), se efectfan el 9,5 0/o de las comprastotales; en la segunda etapa (1208-1237), el

1 1S8 1208 1237 1281 1300

DONADOS OUE APORTAN BIENESDO\ADOS OUT RECIBTN B IENTS

O NO APORTAN NADA

28,5 o/o; en la tercera (1237-1281), ascienden al52,3o/o, para descender durante el periodo de.decadencia,' (1281-1300) a un 9,5 0/0. Las com-pras suplen, pues, la falta de donaciones del pe-riodo tercero, en tanto que el cuarto, unas y otrasson escasas.

A este doble proceso ascendente y descenden-te se le afradirdn las deudas crecientes. En suconjunto, esta decadencia se tratard de atenuarmediante el logro de exenciones tributarias y fis-cales, otorgadas pr inc ipalmente por Jaime l l .

Los prestamosCiertamente que los religiosos hospitalarios

orocuraron dar movil idad al dinero. Los templa-rios se convirtieron, por su lado, en aut6nticosbanqueros de las monarquias occidentales. Sinembargo, parece que el sistema de prdstamos nofue un modo corriente de adquisicion de bienespor parte del monaslerio sigenense.

Lo que si es evidente es que entre los anos1208 y 1266, es decir, en los periodos segundoy tercero de la vida de Sigena, hay un aumentoconstante de deudas favorables al monasterio,que disminuyen hasta cero entre 1266 y 1300.Entre estas dos fechas, por el contrario, aumen-tan vertiginosamente las deudas contraldas porel propio cenobio, de forma que en 1300 6stas re-oresentan el 80 0/o del total. Es la etapa de deca-dencia.

1 7

Page 21: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

Junto a esta triple faceta adquisit iva, se desa-rrolla una cuarla de verdadera importancia. Me-diante esta modalidad no se ganan ni t ierras nibienes ni dinero, pero sf supone un ahorro indi-recto digno de'ser tenido en consideracion, me-diante la exencidn de impuestos de indole diversapor parte de los monarcas y de las autoridadeseclesidsticas. Es la forma de ganar no gastando.Franquicias de todo tipo, exencidn de impuestosdirectos, permisos para celebrar mercados en de-terminados dlas, permiso para tomar sal de lassalinas reales, exencion de pechas, cenas, lez-das, pontazgos, montazgos, redencidn de primi-cias, etc. El periodo de mayor auge en este sen-tido coincide casi por completo con la etapa quehemos denominado de "decadencia".

e) Exp lo tac ion de l os b ienes

Todos los bienes acumulados no adquirieronverdadera importancla hasta que no se les hizorendir. Debido a la carencia total de documentosde venta de bienes y de donaci6n por parte del

monasterio, habremos de concluir que 6stos nofueron sistemas de explotacion corrientes. oorcuanto que ambos implicaban la enajenaci6n ju-ridica de la tierra.

Las posesiones y los bienes del monasterio nofueron directamente explotados por las "due6as"y "freires", excepto las mAs cercanas a la Casa,sino que lo fueron por terceras personas median-te el sistema de entrega "a treudo", es decir, me-diante el pago de un tributo.

Las "duefras,, de Sigena, una vez que habianadquirido la plena propiedad de una tierra, de unbien, no solian desprenderse de ellos. Lo oue ha-cen, inexorablemente -aparte de reservarse lazona de huerta que rodea al monasterio- esentregarlos a labriegos y seiores para que losexploten en su nombre a cambio de un tributoanual. Es tal el incremento que toma este siste-ma de explotacion que pronto serd el medio mdsimportante de adquisicion de riqueza. En efecto,ante la imposibil idad de hacer rendir directamen-te los vastos dominios, la entrega "a treudo" depequefros fragmentos va a ser el modo mds se-guro de tenerlo siempre en cultivo v de sacarlesun rendimiento.

- j lli' , , i ,

i ,;:

. :' t;li,;, ::, : ; ; : ! i ;

lt; ' ''#*'#S:t l

ak;r: +,.:;t4i

r8

Acuarela de carderera rs. XVilt). obsdrvese ra construccion sobre ra iolesia.

Page 22: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

Esta enajenacion de tierras presenta tres as-pectos definidos y bien caracteristicos. En primerlugar, la entrega individual a particulares, que esla mds importante y trascendente. En segundolugar, la entrega igualmente indiv idual , peroa "donados" del monasterio. Y, en tercer lugar,la entrega a colectividades, a pueblos enteros. Enlos tres casos, sobre todo en el ! lt imo, el siste-ma tiene un marcado cardcter repoblador y co-lonizador. En los tres casos, tambi6n, las tierras

"atreudadas,, producen excelentes beneficios.

Ahora bien, si los bienes asi explotados son ensu mayor parte territoriales, eso no obsta paraque se repartan de la misma forma casas, t ien-das. molinos. censos sobre bienes inmuebles, so-lares, derechos de usufructo de tierra, etc.

En un principio, estas entregas se solian efec-tuar "a treudo" perpetuo, de forma que los bie-nes sujetos al mismo podian pasar de padres ahijos, e incluso ser vendidos a terceros, siemprey cuando quedara a salvo el "treudo" o tributoest ioulado.

ne un 27 ,2 0/o del total; y, entre 1237 y 1 300, su-pone el resto, es decir, un 72,8 o/o. Por el contra-rio, la entroga "a treudo" perpetuo disminuyesensib le n i ; ; i :e .

f \ q l f , t ruuul rEnrEr.uuA ( t f iEUDOT. IEMPORAL. . . . : : . t i i . : . . 1

Fachada de la iolesia: estado actual.

Ahora bien, desde 1237, aproximadamente, losnuevos contratos "a treudo" se acordardn oaraun determinado n0mero de afros, no de modoperpetuo. Tal serd el alcance del nuevo sistemaque, a f ines del s ig lo Xl l l , las t r ibutac iones tem-porales sobrepasardn a las perpetuas, tratan-do asi de compensar la o6rdida del valor de lamoneda.

Para dar una idea de este cambio, diremos quela tributaci6n temporal entre 1 188 y 1237 supo-

En conclusidn, el punto de gravedad del patri-monio sigenense se situa, antes de 1237, al surdel rio Alcanadre, en plenos Monegros, una tie-rra considerada de siempre como poco apeteci-ble, m6xime cuando a los hombres de Aragdn seles han abierto nuevos horizontes con el dilatar-se de las fronteras. En realidad, el proceso recon-quistador hispano tiene muchos puntos en co-mun con el del "far-westD americano.

1 9

Page 23: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

Pero Sigena trata de atraer aqui hombres abase de la oferta de determinadas garantias, decondiciones de trabajo favorables y de amparo.Y esto es lo que trato de lograr el monasterio.

La tierra gue nos ocupa es una zona muy ba-tida siempre por musulmanes y cristianos, inclu-so en el siglo Xll, en el que nace Sigena. T6nga-se en cuenta que en 1 134 a0n anda el Batalladorpor Fraga y que su derrota dejaba, una vez mds,abierta la puerta de los Monegros a los musulma-nes, que llegardn hasta Barbastro, e incluso Na-val; tdngase asimismo en cuenta que L6rida, amuy pocos kilometros, aun no habfa cafdo en ma-nos cristianas en 1.148, cuarenta afros antes dela fundacion de Sigena.

El monasterio sigenense nacia, por tanto, enun lugar estrategico, pero poco poblado; su prin-cipal mision va a ser la reooblacion del mismo.ponerlo en explotacion.

Esta tarea la va a lograr Sigena, bien a basede la formulaci6n de contratos territoriales par-ciales, con determinado numero de pobladores,especificados casi siempre en la documentaci6n,como en los casos de Aguas y Vil lanueva de Si-gena; bien mediante contratos individuales, porel sistema de "treudo"; bien a base de la conce-si6n de "cartas de poblacion,,, que originard otrastantas vil las de sefror[o de los Moneqros, comoCandasnos y Bujaraloz.

Pero los habitantes de estas vil las de seiorioque forman el n[rcleo central del monasterio ad-quieren, con el t iempo, conciencia de su fuerza,una conciencia particularista que les l levard a lu-char entre s i .

Parece ser que, cuando estd a punto de aca-bar el siglo Xll l, a duras penas logra el monaste-rio imponerse a eslas vil las de seiorio, en una6poca en la que el municipio estd en pleno auge,

precisamente en unos momentos en los que ladiscordia interna es asimismo mavor.

1]88 lx]B

..-:- DFBEN At MQNAS-TERIO :Dr BF tL f . /oN^s r tRro

Gracias a la intervenci6n de Jaime ll, a parti, 'de 1300, todas estas tierras seguirdn obedecien-do al monasterio. La labor de Sigena en la zonamonegrina fue, por lanto, bien fructifera, ejercien-do, en parte, id6ntica labor que la desarrolladapor los "tenentes" reales y la nobleza, haci6ndo-las pasar de una casi total despoblaci6n, motiva-da por las circunstancias historicas del siglo Xll,a un relativo florecimienlo agricola, bastanteprospero en el siglo Xll l, f lorecimiento que moti-varla. sin duda. el intento secesionista de las vi-l las tuteladas.

Sigena, rico en tierras y bienes, sali6 relativa-mente bien parado de la crisis de finales del si-glo Xll l, aunque su momento de mayor esplen-dor ha pasado ya. Con el siglo XlV, entramos enuna nueva etapa de la historia sigenense: la desupervivencia y ocaso.

1231

20

Page 24: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

3, SUPERVIVENCIA Y OCASO DE SIGENA

En 1237, Sigena habla alcanzado su mdximaexpansidn territorial, consolid6ndose entre 1237y 1281, para entrar en una etapa decadente en-tre 1281 y 1300. A partir de este momento, apro-ximadamente, comienza un larguisimo perfodode supervivencia, primero, y ocaso, despu6s,hasta terminar en las l lamas. Una lenta agoniade mds de seiscientos afios.

a) La supervivencia de Sigena

La crisis del cambio del siglo Xll l al XIV fue in-salvable para el monasterio, aunque la aparici6n,de cuando en cuando, de algunas figuras aisla-das fue permitiendo su supervivencia.

Sigena, durante el siglo XlV, no pudo sustraer-se a una serle de problemas, unos generales delReino y otros privativos del monasterio.

Por una parte, dado su origen, tan l igado a laCorona, hasta el cambio de dinastia, los reyes seinmiscuyeron constantemente en su vida interna,mjentras que, por otra, la castellania de Ampos-ta no renuncio jamas a controlar un cenobio quenacio sanjuanista, a la vez que el obispo ilerden-se, por hallarse enclavado dentro de su di6cesis,aspir6 siempre tambien a someterlo a su juris-dicci6n.

Mas no olvidemos que en Sigena, a trav6s desus "duenas", estdn representados los principa-les linajes aragoneses, no siempre bien avenidosentre sf ni con el monarca, contra el que se uni-r6n, en varias ocasiones, a mediados de siglo.Todo ello se reflejard en este claustro egpecial.

Por otro lado, las vil las del sefrorio sigenenseluchardn permanentemente por su emancipa-ci6n, tratando de pasar a la jurisdicci6n de rea-lengo, siempre mds ventajosa.

Afr6dase a todo ello la crisis originada en elReino, y en toda Europa, como consecuencia delas epidemias pestiteras de mediados del siglo,con lo cual se completa el panorama en el quese inserta la vida sigenense.

El momento estelar de Sigenacomo centro art[stico y cultural

La primera gran crisis del siglo XIV la va a sol-ventar Sigena con la ayuda de Jaime l l , qu ien,para salvar al cenobio, se vio obligado a conce-derle el monedaje de todos los pueblos y vil lasde su jurisdiccion, asi como a eximirledel pagodel subsidio por las iglesias de tales territorios.lmportancia suma tendrd, as imismo, e l enclaus-

21

Page 25: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

tramiento en el monasterio de su hija Blanca deAragon y Anjou, quien, una vez e levada a la d ig-nidad prioral, por nombramiento directo del papa,invertird en la Casa una buena parte de sus ren-tas, tratando de sanear la economia sigenensey de emprender una ser ie in interrumpida de re-formas.

La infanta Blanca de Aragon y Anjou, que ha-bia ingresado en Sigena a los cinco afros, a cos-ta de enormes gastos conlra su propia economiay la del monasterio, va hacer de 6ste una cortesefrorial fastuosa, sobre todo a partir de 1321 , fe-cha en la que su padre, el rey Jaime ll, logra queel papa, de manera directa, la nombre priora.

Sin duda alguna, t iene lugar ahora el perfodomds interesante de la historia cultural de Sigena,aunque no tanto de la espiritual. El monasteriose convierte, alavez, en palacio y claustro. Sonmds de cien las "dueflas" que viven en el. todas

Foto: PAN. pahcio priorar. hoy destruido.

ellas pertenecientes a la nobleza del Reino, mdslas sirvientas, frailes y servidores varones. Sige-na alcanza m6s habitantes que cualquiera de lasvil las de sefrorio que le obedecen, pero, alavez,se convierte en un conjunto abigarrado de vivien-das, gue se construyen sobre torreones, muros,refectorio, claustro e incluso sobre la techumbrede la iglesia. Cada "duefra" se habil ita su propiacasa dentro de la Casa, haciendo vida indepen-diente, excepto la confluencia comunitaria en elCapitulo y en el Coro.

22

Bajo el priorado de Blanca se construye unnuevo dormitorio, luego biblioteca, sobre la salacapitular. Se edifica la puerta principal del mo-nasterio y el palacio prioral, con enormes salas,entre las que destacard el Salon de la Reina, todo6l decorado. Asimismo, reorganiza el monaste-rio desde el punto de vista interno, a cuyo fin seredactan nuevas "Ordinaciones" (.|322) y el ce-nobio se l lena de re l iqu ias del "L ignum crucis" ,am6n de restos de la Sangre de Cristo y un cla-vo de la Cruz.

Pero Sigena, ademds de monasterio-palacio,se convierte en corte del seiorfo. Los actos dela oriora se rodean de solemnidad cortesana. Lasfiestas son fastuosas. Por doquier surgen tapices,retablos, pinturas, obletos de arte mueble, comola s i l la pr iora l que manda constru i rse, hoy en e lMuseo Diocesano de Ldrida. Mas de una vezacuden a Sigena los misicos de la Capil la Real.La priora y sus (dueflas> recorren las tierras delsefrorio como aut6nticas sefroras feudales. La

"flor de l is", privativa de la casa real francesa, seinstala en el escudo sigenense, aupada por unaAnjou.

Cuando esta "duefra" viajera muera en Barce-lona, justamente en el afro de la Gran Peste(1348), las arcas del monasterio estdn exhaustas,pues Jaime ll, que habia fallecido en 1327, no po-drd socorrerle, como hiciera en 1324, cuando sevio obligado a entregar a su hija 13500 sueldospara pagar las deudas contraidas.

Las inversiones que tal polit ica implicaban, elfasto y el boato de esta corte-monasterio, la cre-ciente poblacion que all ise acumulo, la crisis eco-ndmica general y la excesiva concurrencia de po-bres que acudian a sus puertas condujeron aSigena a la quiebra tota l .

La nueva politlc,t ri:;(::tl )' trrbutart,:

La herencia cultural, sobre todo la artistica, dedofra Blanca de Arag6n ha l legado hasta hoy, o,al menos, una parte. Pero la herencia que reci-bio su sucesora, la priora Urraca Artal de Cornel(1348-1357), no fue otra que la bancarrota.

La ocasion era propicia para que el castelldnde Amposta, nada nrenos que Juan Ferndndezde Heredia, brindara apoyo a Sigena, pero unapoyo interesado: someter el cenobio a la disci-plina sanjuanista, vieja aspiraci6n nunca lograda.

Una vez mds la salvaci6n inmediata l leg6 poruna accion personal. aunoue en esta ocasion fue

Page 26: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

doble. Por una parte, la condesa de Barcelos-gran protectora del cenobio- y, por otra, lareina aragonesa Leonor de Portugal, segunda es-posa de Pedro lV. Sus lortunas particulares l iqui-daron deudas y acallaron protestas. Pero la es'tabilidad de la Casa no podia seguir dependiendode la fortuna.

Se impuso una nueva polit ica tanto econdmi-ca como organizativa. De ahf que las nuevas prio-ras endurezcan las normas para el ingreso denuevas "duefras", se simplif iquen gastos y sepongan al dia los impuestos que pesaban sobrelas tierras del sefrorio. En definit iva, serd el pue-blo quien va a soportar la estabil idad, una pobla-ci6n diezmada por la peste y las plagas. A lostradicionales impuestos sobre el pontazgo, por-tazgo, horno, peaje, cena, alfarda o mercado, en-tre otros, se afraden ahora el de la "preguera",o diezmos sobre determinados productos, y el"emprluD.

Aparte de los bienes que todavia posee Sige-na en los n[cleos externos (Aguas, Huesca, Bar-bastro, Zar agoza, Calamocha, Barcelona, etc. ),son los habitantes de Sena, Vil lanueva, Urgellet,Cajal, Cachicorba, Lanaja, Candasnos, Bujara-loz y Ontifrena quienes sufragan los gastos de lacorte-monasterio del sefrorio, a pesar de sus cadavez m6s virulentas protestas.

5 1 1 / P i / r l , i ; t t t v i ( . l r ) i , ) 1 ) r : , , , , ,

Ya en el siglo XV, cuando la dinastia de la fun-dadora dofia Sancha se extinga y suba al tronoaragon6s la casa castellana de los Trastdmara,se reflejan en Sigena todas las tensiones polit i-cas de la 6poca. En su claustro viven .duenas"de todas las casas nobles del Reino.

En el interregno al que da lugar la muerte sinsucesion de Martln l, mientras en Alcafi iz y Cas-pe se busca sucesor, Sigena se puso de parte deuno de los pretendientes, el conde Jaime de Ur-gel, quien resultaria perdedor. Esta toma de pos-tura se debio, sin duda, al hecho de que entre lasmonjas sigenenses se hallaba lsabel de Arag6ny de Monferrato, hermana del candidato a rey, asicomo a las intrigas de las representantes de lascasas de Luna y Cornel.

Cuando se proclame en Caspe a Fernando I deAntequera, la suerte de Sigena estd echada. En1412 es nombrada priora lsabel de Alag6n, par-tidaria del nuevo rey, y el monasterio se convierteen mitad convento mitad cdrcel,destacando en-tre las "duefias" confinadas lsabel de Arag6n,quien moriria proscrita en Sigena, en 1434, sien-do enterrada junto al pantedn real.

Si en 1413, un af ro despuds de la soluc ion d i -ndstica caspolina, habia en Sigena siete "due-

I

F o t o I A R R I B A S

lsabel de Arag6n, qduefiat y protectora de Sigena.

23

Page 27: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

fras" de sangre real, siete princesas, en 1420 tans6lo queda la desdichada lsabel de Aragon. Des-de entonces, el monasterio no volverd a acogeren sus claustros a niguna otra mujer de estirpereal. La nueva dinastfa extranjera, que nada te-nia que ver con la fundacion del monasterio, loignorard generalmente, quedando como olvida-do, en el ostracismo. Al menos habra l legado lahora del recogimiento, tan inusual en estospagos.

La supervivenciaCuando los Austrias ocupan el trono de los di-

versos reinos hispdnicos, Sigena qued6 muy almargen de sus negocios e intereses, aunque nopara el castelldn de Amposta y el obispo de Le-rida, ternes en su lucha secular por someterlo asus respectivas jurisdicciones. Los procesos, ale-gatos y excomuniones son constantes durantelos s ig los XVI y XVl l .

Pero Sigena sigue teniendo un atractivo irre-sistible para la nobleza del ahora desdibujadoReino aragon6s, como nos muestran varios ex-pedientes de "l impieza de sangre", 0lt imamen-tb estudiados. Para ingresar en su claustro, lasaspirantes a "dueias" deben demostrar fehacien.temente la pureza de su casta noble en variasgeneraciones, pero, una vez dentro, siguen exi-giendo la exencion de clausura, excusdndose enla insalubridad del enclave.

El monasterio sigue viviendo de la administra-cion de las rentas que le proporcionan las tierrasadquiridas en el siglo Xll l, am6n de las dotes queaportan las nuevas "duefras". Por otra parte, losavatares de cuatrocientos afros de vida azarosaexigen una puesta al dfa de la Regla que redac-tara el obispo oscense Ricardo, en 118g, demodo que, en 1588, es aprobado el "Libro Con-sueta" o "Tercera Regla" de Sigena. Las antiguasnormas se ven ahora acomodadas y modificadaspor el uso y la costumbre acumulados.

Sigena ya no es archivo real ni reducto de prin-cesas. Tampoco palacio cortesano ni corte de se-frorio, porque 6ste, aunque subsiste, apenas sida para la supervivencia. Hasta la vida en comundesaoarece.

Durante e l s ig lo XVl l l , una nueva epidemia defiebre constructora invade el monasterio. Cada"dueia", otra vez, se edil ica su habitdculo en losrincones mds inverosfmiles, tal como caoto Car-derera en varias de sus acuarelas.

24

La calma reinante permite encargar la redac-cion de la Historia de Sigena a Marco Antonio Va-r6n (1771-1773); o transformar el Salon del Tro-no, que pint6 Bayeu; o proyectar la reforma totaldel monasterio (1788-1792), incluida su demoli-cion, plan que no se l lev6 a cabo al ser robadoel dinero destinado a ello.

Escudo familiar de una tduefiat noble

b) El ocaso de Sigena

Cuando alborea el siglo XlX, el sefrorio de Si-gena sigue siendo todavia el mismo que se ci-mentara en el siglo Xll l, pero la mayor parte desus pueblos se hallan semiabandonados, o losque subsisten (como Candasnos, Bujaraloz, La-naja, Sena, Villanueva u Ontifrena) luchan deses-peradamente por su emancipacion, como ocurri6con Bujaraloz, en 1800, si bien el absolutismoborbonico hizo que la situaci6n permanecieraigual, hasta que la guerra de la Independencia ysus secuelas inmediatas conmovieran los cimien-tos de Sigena.

Page 28: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

En efecto, tras el conlrontamiento hispano-franc6s, ya no habrd mds "due6as" de las casasnobles aragonesas en el monasterio, una de lasrazones de su existencia: el claustro se popula-riza. Tambi6n el sefrorio desaparecid, es decir.la base fundamental de su supervivencia. En laslistas de monjas, ni un nombre de prosapia, mien-tras que en las Cortes de Ciidiz quedaron aboli-dos los sefrorfos jurisdiccionales, aunque no loslatifundios (1811). Sigena, que perdi6 et sefrorio,como tantas otras iglesias, monasterios o feudoslaicos, conserv6 de momento sus tierras, hastaque, en 1834, se les comunico a las monjas quesus bienes habian pasado al Estado.

En 1835, la Hacienda estatal redacto un deta-llado inventario de sus bienes para, un afro des-pu6s, desamortizar el convento todo, que fueofrecido en publica subasta al postor mejor, mien-tras monjas y frailes, sirvientes y fdmulas se dis-persaban, buscando amparo en casas de amigosy parientes. Solo seis o siete monjas, con permi-so del nuevo duefro, se atrevieron a vivir arrinco-nadas. A[n quedaba rescoldo.

Cuando Rafaela Ena (1857-187S) ostentaba elpriorado de tan exigua y aferrada grey, se declar6nula fa venta del convento, como bien amortiza-do, por defecto de forma. Regresaron del exil io,para vivir de la huerta, las "duefias" que atin que-daban. La Restauraci6n borb6nica siqnifico un

respiro, y Matilde Ferrer, con dinero de l imosnasy afroranzas, repar6 como pudo el claustro yrehizo el techo del salon del palacio prioral. E,incluso, un bien distinto Sigena de las "dueflas"nobles de antafro pudo celebrar su septimo cen-tenario: 1888.

Ahora m6s que nunca, o quizds como nunca,Sigena fue un reduclo de oraciones, un rincon derincones para la plegaria y la meditacion; retiroy quietud para reflexiones en solitario y en co-mun, Son afros de vocaciones meditadas, a laaltura del pueblo, no sobre el pueblo.

Pero en 1936, quizas porque era un simbolo,Sigena ardid. Piromanos de otro credo, o sin cre-do, hicieron del convento un amasijo de ruinas;y profanaron tumbas de cad6veres indefensos.Saquearon la historia. Su puhado de monjas-ocultas en zaguanes, falsas y buhardil las ami-gas- aun volvieron a sus cenizas. Pero las 0l-t imas "duefras" sanjuanistas abandonaron defi-nitivamente su Casa hace pocos afros, para tratarde olvidar y tezar en Barcelona.

Ordenes nuevas han tratado y tratan, ahora, dehallar la paz com0n y en pobreza, junto a las rui-nas romdnico-goticas, las primeras. Del fruto delboato de los siglos posteriores, apenas quedanada. Quizds sea posible meditar sosegadamen-te en Sigena, como quiso dofra Sancha, la reinafundadora.

El claustro, segin Carderera (s. XVllt)

25

Page 29: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

j ) -

5*s ! .

Patio del claustro

4. EL MONASTERIO EN LA ACTUALIDAD

Aparte de los bienes espirituales que los traji-nes de cada 6poca permitieron alcanzar a las"duenas" sigenenses, el monasterio, tal como seha indicado a l comienzo de estas l ineas, y comohabrd podido in tu i rse despu6s, s igni f ico ot rasmuchas cosas.

Por ejemplo, como parte integrante de la Or-den sanjuanista del Hospital, se vio obligado asatisfacer constantes cantidades de dinero alcom0n de la Orden, con lo que contribuy6 a su-fragar los gastos ocasionados por los distintosintentos de l iberacion de los Santos Lugares.

El propio cenobio, apa(e de corte-monasterio,fue tambi6n hospital de desvalidos, socorro depobres y caminantes. En algunas 6pocas de suazarosa historia, unos y otros l legaron a ser le-

26

gion, empobreciendo las, a menudo, escudlidasarcas de su tesorerfa.

Por otra parte, aunque hoy no sepamos enten-derla en su justa medida, porque desconocemosel contexto, su labor repobladora, al poner en ex-plotaci6n tierras ganadas a los musulmanes, fuede gran magnitud e importancia. Con su direc-cion, al ordenar socioeconomicamente el terri-torio, las "duenas", como tantos otros senoreslaicos y religiosos, facil i taron la tarea reconquis-tadora de sus reyes.

Tambi6n ejerci6 Sigena una funci6n social deinusitada importancia para la 6poca, al constituir-se en panteon real, lo que equivalia a haberseganado el reconocimiento de los mdximos res-ponsables de la polit ica del Reino, a los quegarantizaban la paz de sus tumbas.

Page 30: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

r\6l

(\l

I

I

({

o

o__

. . 1

Page 31: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

Destaca sobremanera el archivo. En 6l se cus-todiaron, bajo l lave, importantisimos documen-tos para el gobierno del Estado, antes de que Jai-me ll organizara el Archivo de la Corona de Ara-g6n, de Barcelona. Junto a los reales, Sigenacustodi6 sus propios documentos, asi como mul-titud de testamentos, cartas y contratos pertene-cientes a la nobleza y a particulares, en general,muchos de los cuales se han conservado, hur-tados a las l lamas, en el Archivo Hist6rico Pro-vincial de Huesca. Por otra parte, por temor a laperdida de tales documentos, o como simple es-tructuracion de los fondos conservados en susarcas, depositadas en el coro, las "dueflas" hicie-ron resefrar todos los documentos en "indices"o "cabreos", simples catdlogos ordenadores,de los que se conocen o tenemos noticias deargunos.

La biblioteca, f inalmente, adem6s de los l ibrosusuales en este tipo de instituciones, cont6 conun buen n0mero de c6dices manuscr i tos, cuyarelaci6n hemos podido reconstruir, en parte. Al-gunos de e l los se conservan, as imismo, en e lArchivo Historico Provincial.

Pano, en el que, con n[meros y letras, se van ubi-cando las distintas estancias y objetos.

Destaquemos tres zonas distintas: a/ las habi-taciones y salas concentradas en torno al claus-tro; b)la iglesia y el pante6n;c/ las edificacionesextraconve ntual es.

a) El patio y el claustro concentraron en tornoa si la casi totalidad de las dependencias comu-ni tar ias.

En el ala norte, f lanoueada oor dos torreones(los de Azc6n (A) y de Urries (B), hoy destruidos),estuvo, durante muchos siglos, la entrada prin-cipal al monasterio. A todo lo largo del ala se le-vanlaban dos grandes naves paralelas. La exter-na debio destinarse una parte a patio (1) y otraa dependencras de dofra Sancha (2), la fundado-ra, si bien luego debieron convertirse en dormi-torios y enfermeria, respectivamente. La nave in-terior, la mds proxima al claustro, se dividio entreel dormitorio de duefias o cruces enteras (3) y eldormitorio de medias cruces (a). Hoy, a falta detechumbre que las resguarde, pueden verse losarcos apuntados en toda su extensi6n y gran-dios idad.

Mas realicemos un recorrido somero oor lasruinas del monasterio, en parte restauradas enlos 0ltimos afros. Hace cincuenta afros. en 1936.afro de la barbarie, el conjunto de edificacionesdel cenobio sigenense tenia un aspecto bien dis-tinto del actual, no solo por hallarse en pie y vivo,sino por los habitdculos anadidos sobre claustro,dormitorios, refectorio, etc., tal como se ha indi-cado. La destrucci6n y quema del monasterio, en1936, derrumbo todos estos afradidos y parte dela edificaci6n antigua, pero, tras los desescom-bros, ha quedado el armazon inicial. De los va-rios planos que nos han llegado, recorramos elconvento s iguiendo uno de e l los, e l de Mar iano

28

En el ala oeste. en oeores condiciones de con-servaci6n todavia, se destacan el noviciado (5) yel locutorio (6).

En el ala este, la nave se distribuia entre el dor-mitorio de dueflas, que hacia, por tanto, rincon(3), y la sala capitular (7), sobre la que se cons-truyeron dormitorios y biblioteca. Esta sala capi-tular, una de las estancias mds antiguas del mo-nasterio, junto con el coro y la iglesia, albergd elconjunto pict6rico mural rom6nico mejor y mdsoriginal del Occidente europeo en su 6poca, pri-mer terc io del s ig lo Xl l l (C) . Tras su quema, en.1936, a[n pudieron salvarse importantes frag-

rPeir6ny patio de entrada Dormitorio de tduefiasl

Page 32: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

Detalle de las pinturas de la sala capitular

mentos, que fueron trasladados, en calidad dedep6sito, al Museo de Arte de Catalufra, en Bar-celona, donde todavia se pueden admirar, aun-que reconstruidas, en buena parte, merced a lasfotografias realizadas por Gudiol Ricart pocos

meses antes del incendio. Se trata de varias es-cenas del Antiguo y Nuevo Testamento.

En ef afa sur, aparte de unos vestfbulos (8), quedaban paso a los edificios extraconventuales, sedistribuian la cocina (9), el refectorlo o comedor(10) y el coro (11). Dentro de este 0lt imo, de unasola nave con b6veda de cah6n, que fue en rea-lidad la primitiva iglesia, aparte de su hermosasil leria de madera (D), habia un enorme retablo,en el centro del cual se habia dejado hueco parala puerta que divide coro e iglesia. En este reta-blo (E), delsiglo XVll, a ambos lados de la puer-ta, sendos altares. En el de la izquierda se vene-raba la imagen romdnica, hoy destruida, deNuestra Seiora de Sigena, l lamada luego delCoro, por e l lugar de su ubicaci6n. En e l a l tar dela derecha, Nuestra Sefrora de la Nave. Al desa-parecer el retablo, se pueden observar todavia al-gunos restos de pintura mural.

Todas estas dependencias, en torno a las cua-les giraba la vida del monasterio, comunicabancon el claustro (12) y el patio ('13), en cuyo cen-tro estaba el pozo. El claustro primitivo era dis-tinto del que hoy puede contemplarse. Sus arcosde medio punto, catorce por ala (de los que hoySala capitular: restos de las pinturas.

29

Page 33: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

se conserva uno y parte de otro) (F), descansa-ban en columnas y capiteles l isos. La arenisca,erosionada por la humedad del lugar, que toda-via puede notarse, y el excesivo peso de los ha-bitaiculos que las "dueflas" fueron construy6ndo-se sobre la techumbre del claustro, obligaron asustituir las antiguas arcadas romdnicas por unpesado y tosco armazon de ladril lo, actualmen-te visible. En medio del claustro. aoarte de sen-das capil las en dos angulos, se abrla la capil lade Santa Waldesca, con interesente retablo pic-torico del siglo XVl, de autor desconocido y hoyperdido.

Claustro: ala sur.

b) Unida por una puerta con el coro, la iglesia(14), de planta de cruz latina, t iene una sola nave,cerrada, por el este mediante tres dbsides (15),en sus origenes. En el central, de mayores pro-porciones que los laterales, las l lamas devoraronsu altar mayor y un enorme retablo barroco, cons-t ru ido en e l s ig lo XVl l l (G). El dbside del evange-l io fue destru ido en e l s ig lo XVl l l para levantar e lpanteon de religiosas (16).

Nave de la iolesia.

En el crucero, en el lado del evangelio, desta-ca el panteon real (17), en el que descansaron,antes de ser profanados, en lugar destacado, loscuerpos s in v ida de dofra Sancha, la fundadora

30

Cipula del crucero Pante6n real

Page 34: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

(a la derecha), y de Pedro l l, su hijo (H) (a ta iz-quierda), tras su derrota y muerte en la batalla deMuret (1213). Enlacapil la que constituye el pan-te6n real, l lamada de San Pedro, existia un inte-resantisimo retablo, de entre los siglos XV-XVI(l), hoy desaparecido.

Dos sarcdfagos p6treos mds pequefros reco-gian los cuerpos de Leonor y Dulce (J), hermanasde Pedro l l , mientras que a la izquierda de am-bas sepulturas, frente al panteon de religiosas,existla otro retablo de alabastro, del siglo XVl,atribuido a Gabriel Joli, sobre el cual aparecian,soportados por mdnsulas, otras dos arcas seoul-crales, una de las cuales encerraba los restosmorta les de Blanca de Aragon y Anjou, a la quehemos dedicado algunos pdrrafos.

En el crucero, en el lado de la epistola, existiaotra capil la consagrada a la Trinidad (18), restosdel torre6n que debio servir de vivienda a la con-desa de Barcelos, tambien aludida, mientras queuna escalera de caracol permitia y permite el ac-ceso a la torre de sefiales (19), mas que cam-oanano.

Todavia dentro de la iglesia, frente a la singu-lar puerta romdnica que se abre en el lado opues-to (20), se halla cerrada, por temor a los despren-dimientos, una capilta dedicada en el siglo XVllla la Concepci6n (21) , cuya cupula barroca a[nse conserva.

Capilla de la Concepci6n: c(tpula.

Fuera de la iglesia puede admirarse su porta-da, abocinada por catorce arquivoltas y colum-nas l isas, uno de los elementos mds caracteris-ticos del monasterio (20). Ya en el patio, adosadaal muro de la torre de sefrales, una hornacinacontenia la tumba p6trea de Rodrigo de Lizana(22) , hermano de la pr imera pr iora s igenense ygran protector del monasterio.,

c/ Por i l t imo, adosadas a los muros norte yoeste del recinto descrito, se construyeron las fa-bitaciones de los frailes sanjuanistas y de toda laenorme serie de oficiales y servidores (23).

En el dngulo de los muros oeste y sur se cons-truyo tardiamente el palacio prioral (24), al quese accedia por el p1rtico de Perxe (K) y que con-tenia, entre otras, las sala de la priora o sala delas pinturas. Tambidn se levantaron en esta partevarias dependencias para la servidumbre y lahospederia (25), en cuyo solar habitan hoy las re-l igiosas que han tomado el t i l t imo relevo. Todasestas edficaciones formaron un patio central (26\,a l que se le abr io una puerta, cuyo hueco s i rvede acceso actualmente (27).

Torre de sefiales

Hospedeila v cot)vento actuales.

31

Page 35: Director: BIZEN D'O RIO - uez.unizar.es · torio. Primero los condados pirenaicos y luego el Reino aragon6s carecieron inicialmente de un aparato burocrdtico suficiente, tal como

Sigena es, como hemos v is to, un compendio,una suma de cosas, pero ante todo un reductode oraciones, a veces entrecortadas por avate-res diversos. Nuevas religiosas, cuando alboreala fecha de su octavo centenario (1 188-1988), tra-

tan de rezar y cantar hermanadas, al margen delpasado de unas piedras que, para tal efemdrides,bueno seria oue estuvieran mds enhiestas. Al f iny al cabo son restos de nuestra historia comooueblo.

F o t o : P A N O Conmemoraci6n del sdptimo centenario

5. B IBLIOGRAFiA

ARcoY Gnnnv, Ricardo, El monasterio de Sigena, "Linajes de Aragdn", lV (Huesca, 1931),201 y ss. y V (1914), 200 y ss.; El monasterio de Sigena, "Bol. Soc. Espaiola de Excursio-nes", XXIX (Madrid, 1921),22-63i El monasterio de Sigena, "Universidad,' (Zaragoza, 1930),245-268. - Annrens SnLReeRRr, Julio P., Historia de Sijena,l.E.l., Lerida, 1975. - AsuA,Miguel de, El Real Monasterio de Sigena, S.l.e., 1931 . - CnnoenERn, V. y Escuorno, J.,Monasterios de Sigena y Montearagon, "Bol. Real Academia de San Fernando", 1882. -DunAru GuotoL, Antonio, La regla del monestir de Santa Maria de Sixena, "Monastica", 1(Montserrat, 1960), 135-191 . - FUENTES y PoNrE, Javier, Memoria historico-descriptiva delSantuario de Santa Maria de Sijena,lmp. Mariana, L6rida, 1890. - PALActos SANcHEZ,Juan M., El Real Monasterio de Sijena. Memoria histdrico-descriptiva de los acontecimientosacaecidos desde el afio 1936 a 1954. Calahorra, 1954. - Pnruo v Runra, Mariano de, E/Real Monasterio de Sijena. Su historia y descripcion. L6rida, 1883; Dona Matilde Ferrery Lorda, priora de Sijena. Historia de una vocaci6n religiosa. Zaragoza, 1930; El monaste-rio de Sijena: La serie prioral.Zaragoza, 1932: La santa reina dofia Sancha.Zaagoz4 1943.- QunoReoo, Monasterio de Sijena, "Recuerdos y bellezas de Espafra. Aragon", cap. l l ,85-100. - Uerero ARrern, Agustin, El Real Monasterio de Sigena (1188-1300). Anubar, Va-lencia, 1966; La documentaci6n de Sigena (1188-1300), "Saitabi", XV (Valencia, 1965),21-36; Documentos de Sigena. /, "Textos Medievales", 32 (Valencia, 1972). - VnRoru, Mar-co Antonio, Historia del Real Monasterio de Sigena. Pamplona, 1773.

32