IES “Al-Qázeres” Departamento de Griego

Mitología. Bachillerato Susana González Prado

1

Zeus

Zeus es el más grande de los dioses del panteón helénico. Es fundamentalmente

el dios de la luz y del sol, y como todos los Olímpicos pertenecen a la segunda

generación divina. Es hijo de Cronos y de Rea. Es sabido que Cronos había sido

advertido por un oráculo de que uno de sus hijos le destronaría y trataba de impedir la

realización de esta amenaza devorando a sus hijos y a sus hijas, a medida que Rea los

iba teniendo. Pero cuando iba a nacer el sexto, Rea por su parte recibió el aviso de que

no se deshiciera de él y que recurriera a todas las mañas y gentilezas para salvar al

pequeño. Dio a luz de noche en secreto y por la mañana daba a Cronos una piedra

envuelta en pañales, que Cronos devoró creyendo que era un niño. A partir de este

momento Zeus estaba salvado, y hay distintas teorías acerca de donde fue criado el

dios. Una de ellas admite que su nodriza fue la cabra Amaltea, que le dio su lecho y se

contaba que al morir esta cabra, Zeus cogió su piel como armadura.

Al llegar a la edad viril quiso hacerse con el poder que detentaba Cronos y pidió

entonces consejo a Metis (prudencia e inteligencia). Esta le dio una droga gracias a la

cual Cronos vomitó a los niños que había devorado. Una vez victorioso y una vez que

arrebataron el poder a Cronos, los dioses hicieron un reparto del mundo. A Poseidón le

tocó el mar, A Hades , el mundo subterráneo y a Zeus el cielo y la tierra habitable.

Las uniones de Zeus Cronológicamente la primera de las

esposas de Zeus es Metis hija del Océano. Para

escapar a las asechanzas del dios, Metis adoptó

diferentes formas, pero todo fue en vano, hubo

de rendirse y concibió una hija, sabiendo que si

daba a luz a esta hija engendraría luego un hijo

que destronaría a su padre, por eso Zeus se tragó

a Metis y cuando llegó la hora del parto Hefesto

partió de un hachazo el cráneo a Zeus de donde

salió completamente armada la diosa Atenea.

Zeus se casó también con Temis que era

una de las Titánides y tuvo con ella varias hijas.

Realmente, la unión más admitida como

una boda sagrada, fue con Hera. Su propia

hermana. De esta unión nacieron cuatro hijos:

Ares (Marte) Hefesto (Vulcano), Ilitia y Hebe.

Atributos de la divinidad: Su atributo

es el águila como símbolo de poder, y el rayo.

Zeus de Artemisio, Museo Arqueológico Nacional

de Atenas.

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2

El rapto de Ganímedes , Rubens ,

Museo del Prado , Madrid.

Ganímedes era un joven muchacho que pertenecía

a la casa real de Troya. Ganímedes era todavía un niño, es

decir, no había pasado la pubertad, y se ocupaba de cuidar

los rebaños de su padre en los alrededores de su residencia

habitual. Ganímedes era el mortal más bello de todos los

hombres que cubrían la faz de la tierra.

Un día, Zeus, que había conocido de su existencia,

se fijó en él, y como estaba un poco harto de mantener

siempre relaciones con mujeres, y, además, era un dios

sumamente pasional, decidió probar a relacionarse con el

joven.

Entonces, Zeus se transformó en águila, y un día

que el joven estaba cazando en un monte poco seguro,

pasó volando y se lo llevó entre sus garras para siempre,

teniendo a menudo relaciones con él.

En el Olimpo Ganímedes fue inmortalizado de

manera infantil para siempre. Jamás creció, y se encargó

de servir la ambrosía entre los dioses olímpicos en las

largas veladas y encuentros de los dioses olímpicos, cargo

éste sumamente honorífico. Ganímedes se convirtió en la

constelación de Acuario. Ganímedes se convirtió en el

amante favorito de Zeus.

Curiosidades.

Las primeras lunas de Júpiter fueron descubiertas en

1610 por Galileo Galilei, que descubrió los cuatro

satélites más grandes del sistema jupiterino: Io,

Europa, Ganímedes y Calixto, (todos llevan el

nombre de diferentes amantes de Zeus). Ganímedes

es el satélite de Júpiter más grande, así como también

el más grande del Sistema Solar.

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3

Hera

Es la más grande de todas las diosas olímpicas. Es la hija mayor de Cronos y de

Rea , y por lo tanto hermana de Zeus , como todos ellos fueron tragados por Cronos

pero devuelta al mundo por la astucia de Metis. Se dice que Hera había sido criada por

Océano y por Tetis y que luego se casó con Zeus. Las bodas fueron solemnes y según

nos dice Hesíodo era la tercera mujer que el dios toma en “ legítimo matrimonio”. La

primera mujer había sido Metis y después Temis Se dice que Zeus y Hera se habían

unido secretamente cuando todavía Cronos reinaba en el universo. antes de la lucha con

los titanes. Y que de esta unión nacieron cuatro hijos: Hefesto, Ares, Ilitia y Hebe.

Hay diversas versiones sobre el lugar donde se celebró el matrimonio, la más antigua

parece situarlo en el jardín de las Hespérides, que es el símbolo mítico de la fecundidad,

en la zona de una eterna primavera. Los mitógrafos nos dicen que Gea ( la Tierra ) había

regalado a Hera como presente de bodas unas manzanas de oro que la diosa encontró

tan hermosas que las plantó en su jardín.

En Grecia se celebraban por doquier, fiestas destinadas a conmemorar esa boda

y en ella se adornaba a la estatua de la diosa y era llevada en procesión. Hera está

considera como la protectora de las mujeres casadas y se la representa como una

mujer celosa, violenta y vengativa que a menudo se irrita con Zeus por sus infidelidades

y que persigue con su odio, no sólo a las amantes de Zeus, sino a sus hijos y de entre

ellos el que más tuvo que sufrir su ira fue Hércules. Hera interviene en gran cantidad de

leyendas y a veces sus cóleras y sus venganzas llegan a extremos increíbles.

Hera tomó parte en un concurso de belleza en el que se enfrentó con Afrodita y

Atenea , en el cual tomaron como árbitro a Paris. Cada una de las tres divinidades fue

desfilando y ofreciéndole sus recompensas en el caso de ser elegidas. Atenea el

gobierno de la ciudad de Atenas, que equivalía al gobierno del mundo, Hera le pidió que

reparase en su belleza en su piel nívea y le ofreció a cambio la soberanía del universo,

Afrodita solamente la belleza que poseía y la mano de Helena. Paris pensativo ofreció el

premio a Afrodita y desde ese momento Hera va a demostrar verdadera hostilidad por

Paris y por todos los troyanos.

Atributos de la divinidad: Como animal el pavo real y como plantas la granada

y el lirio.

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En la antigüedad mítica se celebraron unas importantes bodas a la que estaban

invitados dioses y mortales. Los contrayentes eran Peleo y Tetis, un mortal y una diosa,

lo que explica la afluencia de invitados. Tetis, una nereida, hija de Nereo, antiguo y

anciano dios del mar, era, por tanto, una divinidad marina e inmortal y Peleo, discípulo

del centauro Quirón, era el afortunado mortal que tenía el privilegio de casarse con una

diosa.

Pero no todos habían sido invitados a la fiesta: la diosa Éride (Discordia) quiso

hacer notar su ausencia y se presentó en la fiesta con una manzana de oro que tenía

grabada la siguiente frase: "Para la más bella". Lanzó la manzana sobre la mesa donde

se sentaban los dioses y se fue.

Tres de las diosas presentes en el banquete, Hera, Atenea y Afrodita , se

creyeron merecedoras del título y se lanzaron a por la manzana. La enojosa situación

que se produjo entonces no tenía fácil solución y ni el mismo Zeus quiso intervenir en

una decisión tan comprometida.

Encargó a su fiel hijo, Hermes, que condujese a las tres diosas al monte Ida y se

las presentase a Paris, bello joven, hijo del rey Príamo de Troya, que pastoreaba los

rebaños reales en aquel lugar. Él debía ser el encargado de dirimir el pleito, según

voluntad de Zeus, y así se lo explicó el dios mensajero Hermes al asustado joven.

Durante el juicio cada diosa hizo valer sus méritos al título, pero además le

prometieron a Paris beneficiosos dones si éste fallaba a su favor. Hera se comprometió a

hacerle soberano de toda el Asia. Atenea le ofreció la prudencia y la victoria en todos

los combates y Afrodita le brindó el amor de la mortal más hermosa de Grecia, Helena

de Esparta.

Paris dio la manzana a Afrodita, granjeándose así la fiel protección de la diosa

para él y los suyos, y la enemistad de las otras dos diosas, enemistad que quedará

reflejada en la Guerra de Troya.

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Deméter

Deméter, la diosa maternal de la tierra, es hija de Cronos y de Rea. Pertenece

por lo tanto a la generación olímpica. Es esencialmente la divinidad de la tierra

cultivada y la diosa del trigo. Sus leyendas se han desarrollado estrechamente

vinculadas a su hija Perséfone. Y las dos constituyen una pareja a la que con frecuencia

se denomina “las diosas”. Perséfone era hija de Zeus y de Deméter. Y por lo menos en

la leyenda tradicional, la única hija de la diosa. Creció feliz entre las ninfas. Se

preocupaba poco del matrimonio siendo su tío Hades el que se enamoró de ella y la

raptó. Se da generalmente como lugar del rapto, a la pradera del Etna en Sicilia, aunque

también hay otros nombres míticos. Precisamente en el instante en que Perséfone cogía

un lirio, la tierra se abrió, apareció Hades que se llevó a su prometida al mundo de los

infiernos. Desde este momento empieza para Deméter la búsqueda de su hija. Búsqueda

que había de obligarla a recorrer todo el mundo conocido durante 9 días, con sus 9

noches. Sin tomar alimento, sin beber ni ataviarse, la diosa va errante por el mundo con

una antorcha encendida en la mano. El décimo día el sol que todo lo ve pudo informarle

de lo ocurrido. Irritada la diosa decidió abdicar de su función hasta que se le hubiese

devuelto a su hija. Adoptando la figura de una vieja y se trasladó a Eleusis.

Sin embargo este voluntario destierro de Deméter dejó a la tierra completamente

estéril y con ello se alteraba el orden del mundo, por lo cual Zeus ordenó a su hermano

Hades que restableciese a Perséfone. Pero esto ya no era posible, puesto que la joven

había roto el ayuno, al ingerir un grano de la granada del olvido, la condenó a ese lugar

definitivamente. Por fin y después de mucho rogar, se llegó a un acuerdo mediante el

cual Perséfone dividiría el año entre el infierno y su madre. El tiempo que permanecería

en el infierno, su madre se despreocuparía de todo, el suelo se volvería estéril y se

correspondería con las estaciones del otoño y del invierno. Cuando ella regresara, su

madre volvería a las actividades y la primavera, y posteriormente el verano,

explotarían con todo su jubilo

Atributos de la diosa

Los atributos son la espiga con la que casi siempre aparece, el narciso y la

adormidera. Como animal su ave es la grulla, con frecuencia se representa a la

diosa sentida con antorchas o con una serpiente.

Deméter y Perséfone

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APOLO

Es un dios que pertenece a la segunda

generación de dioses olímpicos. Es hijo de Zeus y de

Leto y, por lo tanto, hermano de la diosa Artemisa.

Hera, celosa de Leto, había perseguido a la joven por

toda la tierra. Leto, cansada de vagabundear, buscaba

un lugar donde dar a luz a los hijos que llevaba en su

vientre. Ninguna región le daba cobijo por temor a

Hera, esposa de Zeus. Solamente una isla llamada

Delos consintió en dar asilo a la desgraciada. Y eso

porque era una isla azotada por los vientos y casi

despoblada, donde solo crecía una palmera. Y allí

nació Apolo.

Leto esperó el parto durante 9 días y 9 noches.

Mientras, Hera retenía a su lado en el Olimpo a Ilitia,

la divinidad que preside los partos felices. Finalmente,

los dioses decidieron enviarle a Iris para rogarle que

permitiese el nacimiento, ofreciéndole como

recompensa un collar de oro y de ámbar de un espesor

de nueve codos. A este precio Hera consintió que Ilitia

descendiese a Delos y allí Leto dio a luz a Apolo y a Artemisa.

En el momento de nacer Apolo, unos cisnes sagrados dieron vueltas sobre la isla

e inmediatamente su padre Zeus envió regalos a su hijo: una lira y un carro tirado por

cisnes y luego le ordenó que marchase a Delfos.

Se representa a Apolo como un dios muy bello, alto y con su cabeza llena de

bucles, por lo que no es de extrañar que tuviese numerosos amores con ninfas y con

mortales.

Tuvo amoríos también con bastantes musas como Talía, Urania, Calíope etc...

Apolo no limitó sus amores a las mujeres sino que también amó a muchachos de

los cuales los más célebres son Jacinto y

Cipariso, tras cuya muerte (del primero) se

convirtió en jacinto y la del segundo en

ciprés.

Apolo es el dios de la música y de

la poesía, el dios del vaticinio, y de toda

función inspiradora y está relacionado

íntimamente con toda actividad de la

inteligencia. Sus animales consagrados

eran el lobo, el cisne y el delfín; y su

árbol representativo el laurel, que la

Pitia ingería en sus trances proféticos.

Apolo, el flechador, y su hermana Artemis matando a los hijos de Niobe, que presumía de ser mejor y más fecunda que Leto. Por su soberbia y vanidad, Apolo y Ártemis mataron a todos sus hijos, y Níobe se convirtió en una roca.

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7

APOLO Y DAFNE

Eros, Cupido para los romanos, es un dios travieso. Aunque es más antiguo que

el mundo, tiene la apariencia de un niño, y siempre lleva a sus espaldas un carcaj lleno

de flechas: unas tienen la punta de oro, y otras de plomo. Cuando quiere hacer nacer el

amor, dispara con una flecha de oro, cuando quiere crear desamor, dispara con una

flecha de plomo.

Una vez Cupido quiso hacerle una trastada a su hermano mayor Apolo, dios de

la música. Y cuando éste caminaba tranquilamente por el bosque le disparó una flecha

de oro, y Apolo se enamoró perdidamente de una hermosa ninfa que se cruzó en ese

instante con él. La ninfa se llamaba Dafne. A ella también le disparó con una flecha,

pero de plomo, y Dafne aborreció la figura de Apolo.

Por mucho que Apolo cortejó a Dafne con regalos y piropos, ella no lo

soportaba, despreciaba sus atenciones y evitaba su presencia.

Apolo estaba cansado de los desplantes de la ninfa e intentó conseguirla por la

fuerza. Entonces ella huyó desesperada y acudió a padre Peneo, dios de los bosques.

Este la convirtió en laurel cuando Apolo estaba a punto de alcanzarla. De esta manera,

Apolo solo asistió destrozado a la transformación de la ninfa en árboll. Vio como sus

cabellos se volvían hojas, sus brazos ramas, y sus pies raíces. Apolo se abrazó al tronco

y sentía latir el corazón de la muchacha en su interior. Desde entonces y en honor a su

amada, Apolo adoptó el laurel como propio, y por eso se utiliza una corona de laurel

para coronar a los campeones en competiciones artísticas y poéticas.

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La Sibila de Cumas Y al igual que el oráculo de Delfos, la sibila de Cumas guardaba relación con

Apolo. Según los poetas romanos, procedía de Oriente, y Apolo le ofreció lo que

deseara si accedía a ser su amante. Lee el siguiente fragmento que cuenta su historia.

“No siempre fue tan vieja-continuó el guía-. Se llamaba Amaltes y debía de tener tu edad cuando el

mismísimo Apolo se enamoró de ella y le otorgó el don de adivinar el futuro. El dios de la poesía prometió

concederle un deseo más si aceptaba convertirse e su prometida. Entonces Amaltes se inclinó en el suelo,

tomó un puñado de tierra y le pidió vivir tantos años como granos de arena aprisionara su puño. Resultaron

ser mil.

-“¡Mil años de vida!

-Por desgracia, la sibila olvidó un detalle muy importante. Olvidó añadir la juventud eterna a su

deseo. Imagina una vejez interminable. Setenta, noventa, cien, doscientos años... El cuerpo de Amaltes se

consumía sin remedio. Vencida por la edad, la sibila se introdujo dentro de un ánfora y pidió que la colgaran

del techo de su cueva, en Cumas. Allí permaneció durante siglos y siglos.

-Antes de caer tronchada por el agobio de los años, la sibila escribía sus oráculos en hojas de

palmera y las arrojaba con furia a los peregrinos. Pero los visitantes de Amaltes no siempre fueron mujeres

y hombres obsesionados por el destino. A veces, los niños se divertían jugando en el antro de la sibila.

-Corrían entre risas por los pasillos subterráneos hasta alcanzar el salón donde se hallaba su cuerpo

decrépito, colgado sobre las tinieblas. Entonces los pequeños preguntaban:”¡Sibila! ¿Qué deseas?”.- Y del

interior del ánfora brotaba su lamento. Una súplica que el eco lóbrego arrastraba por los pasadizos de la

gruta.

-Deseo morir.

Apud: Ana y la Sibila, Antonio Sánchez-.Escalonilla, pag 15-16, edit Bambú (Editorial Casals ) , Madrid

2007

Sibila de Cumas , pintada

por Miguel Ángel en la

Capilla Sixtina, Roma.

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AFRODITA Es la diosa del amor, identificada en Roma con Venus. Sobre su nacimiento se

transmiten dos versiones muy diferentes, unas veces es considerada como hija de Zeus y

de Dione, otras veces es considerada como hija de Urano. En torno a Afrodita se han

formado diversas leyendas que no constituyen una historia coherente, con episodios

distintos en los que ella interviene. Afrodita se casó con Hefesto, el dios cojo de la isla

de Lemnos, pero en realidad quien amaba era a Ares, el dios de la guerra. Helios que de

todo se entera accedió a contar a Hefesto que Afrodita mantenía con Ares una relación

amorosa. Hefesto en un principio se negó a creerle. Posteriormente y ante la insistencia,

preparó secretamente una trampa consistente en una red mágica que él solamente podía

accionar. Una noche en que los dos amantes se hallaban en el lecho de Afrodita, Hefesto

cerró la red y llamó a todos los dioses del Olimpo. El espectáculo produjo en todos

extremo regocijo, cuando se retiró la red la diosa escapó avergonzada hacia Chipre y de

la unión de Ares y Afrodita nacieron cuatro hijos : Eros( Amor ) , Anteros ( Odio),

Deimos ( Terror ) , Fobos ( miedo).

Los amores de Afrodita no se limitaron a dioses, también mantuvo amoríos con

Adonis y Anquises (el padre de Eneas) , ambos mortales.

Participó en un concurso de belleza, juntamente con Hera y con Atenea, y al ser

elegida está íntimamente ligada con los orígenes de la guerra de Troya.

El animal representativo de la diosa era la paloma y sus plantas eran las rosas y el

mirto.

Venus y Marte , Sandro Boticelli, Renacimiento Italiano. National Gallery, Londres.

Afrodita era la diosa del amor y la belleza. Con sus ademanes exquisitos y su amable

sonrisa ella atraía muchos pretendientes, tanto dioses como mortales. Sin embargo,

estaba casada con el torpe y cojo Hefesto el dios del fuego. Su verdadero amor era

Marte, el dios de la guerra. Su descendiente era la hermosa diosa Harmonía. Un día

mientras Venus y Marte estaban juntos, fueron atrapados con una red invisible pero

fuerte forjada por Hefesto y fueron expuestos a la burla y al ridículo por los dioses del

Monte Olimpo

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Nacimiento de Venus, Boticelli, Galería de los Ufizzi, (Florencia) Renacimiento

Italiano

Venus es la diosa del amor y su nacimiento se debe a los genitales del dios

Urano, cortados por su hijo Cronos y arrojados al mar. El momento que presenta el

artista es la llegada de la diosa, tras su nacimiento, a la isla de Citera, empujada por el

viento como describe Homero, quien sirvió de fuente literaria para la obra de Botticelli.

Venus aparece en el centro de la composición sobre una enorme concha; sus largos

cabellos rubios cubren sus partes íntimas mientras que con su brazo derecho trata de

taparse el pecho, repitiendo una postura típica en las estatuas romanas de las Venus

Púdicas. La figura blanquecina se acompaña de Céfiro, el dios del viento, junto a Aura,

la diosa de la brisa, enlazados ambos personajes en un estrecho abrazo. En la zona

terrestre encontramos a una de las Horas, las diosas de las estaciones, en concreto de la

primavera, ya que lleva su manto decorado con motivos florales. La Hora espera a la

diosa para arroparla con un manto también floreado; las rosas caen junto a Venus ya que

la tradición dice que surgieron con ella.

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Dioniso Denominado también Baco es en esencia el dios de las viñas, del vino y del

delirio místico. Es el dios de lo sensual y lo sexual.

Es un dios extranjeros, cuyos orígenes están en Asia Menor, en Oriente. Siempre

va en un carro tirado por panteras, adornado por pámpanos de uva y acompañado por un

cortejo de ménades, sátiros y ninfas.

Es hijo de Zeus y de Sémele, y pertenece por tanto a la segunda generación.

Sémele en cierta ocasión pidió a Zeus que se le mostrase en todo su poder, cosa que

hizo el dios para complacerla., pero incapaz de resistir la visión de los relámpagos cayó

fulminada. Zeus se apresuró entonces a extraerle el hijo que llevaban en su seno y que

estaba en el sexto mes de gestación. Lo cosió en el muslo y al llegar la hora del parto lo

sacó vivo y perfectamente formado. Era el pequeño Dionisos (el niño nacido dos

veces).

El niño fue confiado a Hermes, quien encargó de su criaza al rey de Orcómenos,

Atamante y a su esposa Ino; allí lejos de Grecia en este país consiguió vivir el niño con

ropas femeninas con el fin d burlar los celos de Hera , pero tampoco se dejó engañar y

volvió locos a Ino y a Atamante,. En vista de ello Zeus se llevó al niño a otro país

denominado Nisa, que algunos mitógrafos sitúan en Asia y otros en Etiopía, y allí lo

entregó a unas ninfas para que lo criasen y con el único objeto de evitar que Hera lo

reconociese, lo transformó entonces en cabrito, y precisamente este episodio explica el

epíteto ritual que lleva Dioniso, y a la vez da una etimología aproximada de su nombre

al acercarlo a Nisa. Ya adulto descubrió la vid y su utilidad, pero Hera lo encloqueció y

en estado de locura anduvo errante por Egipto y por Siria. Remontando las costas de

Asia llegó a Frigia donde lo recogió la diosa Cibeles que lo purificó y curado de su

locura volvió a Tracia, y cuando regresó a Beocia , al país de donde era su madre,

introdujo las Bacanales, las fiestas de Dionisos en las que todo el pueblo participaba y

especialmente las mujeres.

Dionisos, dios del vino y de la inspiración era festejado mediante tumultuosas

procesiones en las que sus seguidores llevaban máscaras, y evocaban los ritos de la

tierra y de la fecundidad. Estos cortejos dieron origen al teatro, con sus manifestaciones:

la tragedia la comedia y el drama satírico. El senado romano hubo de prohibir la

celebración de las bacanales en el año 186 antes de Cristo.

Atributos de la divinidad: como planta el mirto y como animal el cabrito.

Los Borrachos, Velázquez, Barroco Español. Museo del Prado, Madrid

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Dioniso y Ariadna En Naxos la princesa Ariadna vivía el triste epílogo de una desgraciada aventura

sentimental que tuvo principio en Creta. Fue allí donde Teseo, el ateniense, se vio

encerrado en el laberinto del Minotauro. Gracias a la ayuda de la princesa, el joven

consiguió escapar del lugar. Prometió casamiento a la doncella y la indujo a partir con

él, pero al llegar a Naxos, mudó de parecer y allí mientras estaba dormida, la abandonó.

Al despertar de su sueño, en vano buscó Ariadna al amado entre las rocas y a lo largo de

las playas. Sólo el eco respondía a sus llamados. Por fin, Ariadna rompió a llorar

desesperadamente.

Afrodita que desde el Olimpo vio su desconsuelo, se compadeció del infortunio de la

princesa y partió para Naxos. Enjugó sus lágrimas tiernamente y le prometió un esposo

inmortal. ya sabía la bella diosa que Dionisio se dirigía hacia esas playas, y estaba

dispuesta a que se enamorara de Ariadna.

En efecto, tan pronto como el dios desembarcó en su isla predilecta, vio a Ariadna y se

enamoro de ella. Entre las primeras palabras que dijo, expresó el deseo de desposarla. Y

la joven consintió, feliz al ver cumplida la promesa de Afrodita. Como regalo de bodas

recibió de su divino marido una corona de oro incrustada de piedras preciosas, tan

envidiable por su belleza como por su valor.

Sin embargo, el matrimonio con un dios no le concedió la inmortalidad. Y un día

Ariadna, envejecida y cansada partió para el reino de las sombras. Entonces Dionisio,

inconsolable, tomo su corona de oro y la arrojó hacía el cielo. A medida que la joya

ganaba altura, las piedras se tornaban más y más brillantes, hasta que se trasformaron en

estrellas. Fijada para siempre en lo alto del firmamento bajo la forma de una

centelleante constelación, la corona de Ariadna testimoniaría para siempre, ante

mortales e inmortales, el inmenso amor de Dionisio hacia la hermosa princesa cretense.

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Hefesto

Hefestos, Rubens, Museo del

Prado

La fragua de Vulcano, Diego

Velázquez, Museo del Prado , Madrid.

Es el dios del fuego como fuerza creadora. Es el dios de los

herreros y de los volcanes que consigue doblegar a los metales. A veces

se le representa con una maza incandescente en las manos.

Hefesto era hijo de Hera, con o sin la cooperación de Zeus. En la

Teogonía de Hesíodo Hera lo engendró sola, celosa porque Zeus había

dado a luz a Atenea, que había brotado de su cabeza. En la versión de la

Ilíada, Homero afirma que Zeus fue padre de Hefesto.

Hera, mortificada por haber parido tan grotesca descendencia, no

tardó en arrojarlo del Olimpo. Hefesto cayó durante nueve días y noches

hasta el mar, donde dos nereidas lo recogieron y lo cuidaron en la isla de

Lemnos, donde creció hasta convertirse en un maestro artesano. Tras haber

fabricado tronos de oro para Zeus y otros dioses, Hefesto se vengó

elaborando uno mágico de diamante que envió como regalo a Hera.

Cuando ésta se sentó en él, quedó atrapada, incapaz de levantarse. Los

demás dioses rogaron a Hefesto que volviese al Olimpo y la liberase, pero

él se negó, enfadado aún por haber sido expulsado. Intervino entonces

Dioniso, quien emborrachó a Hefesto y lo llevó de vuelta al Olimpo a

lomos de una mula. Hefesto, contrariado por la treta y dueño de la

situación, impuso severas condiciones para liberar a Hera, una de las

cuales fue contraer matrimonio con Afrodita. En el panteón olímpico,

Hefesto estaba formalmente emparejado con Afrodita, a quien nadie podía

poseer. Hefesto estaba contentísimo de haberse casado con la diosa de la

belleza y forjó para ella hermosa joyería, incluyendo un cinturón que la

hacía incluso más irresistible para los hombres.

Sin embargo, Afrodita se entregaba en secreto

a Ares, el dios de la guerra, según se narra en la

Odisea. Cuando Hefesto tuvo noticia de estos amores,

informado por Helios, el sol, que todo lo ve, tejió una

red de plata irrompible, casi invisible con la que

atrapó en la cama a los amantes en uno de sus

encuentros. Hesíodo cuenta que el suceso fue motivo

de gran algarabía en el Olimpo, pues Hefesto llamó a

todos los demás dioses olímpicos para burlarse de

ellos; algún dios desenfadado comentó que no le

habría importado sentir tal vergüenza. Hefesto no los

liberó hasta que prometieran terminar su romance,

pero ambos escaparon tan pronto como levantó la red

y no mantuvieron su promesa.

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Atenea lo consideró su hijo, lo metió en un cofre y lo entregó a las hijas del rey de

Atenas para su custodia, bajo la advertencia de no abrir el cesto para ver al bebé, pero era tal la

curiosidad que las jóvenes lo abrieron y en ella encontraron un ser con cuerpo de hombre y cola

de serpiente....de hecho en este episodio ya se abre un cierto vínculo de Atenea con la ciudad de

la que se haría protectora: Dicese, que los Atenienses dudaban si dar el control de la ciudad al

Dios del mar Poseidón o a Atenea....Poseidón (Dios del Mar y de los Océanos) entregó como

regalo a sus ciudadanos un hermoso caballo blanco, veloz e invencible, Atenea por su parte

hizo emerger de la tierra un olivo, los atenienses sin dudar se decantaron por Atenea y fue así

como la Diosa pasó a ser la protectora de la ciudad. La lechuza y el olivo son los símbolos de la

ciudad de Atenas

ATENEA Atenea es hija de Zeus y de Metis.

Diosa de la inteligencia, de la prudencia y la victoria en el

combate. Se la representa completamente armada con la

lanza, el casco y la égida, especie de coraza con piel de cabra.

En la égida se representa la cabeza de una de las Gorgonas:

Medusa. Su animal favorito es la lechuza, su planta el olivo.

Cuando Homero la nombra utiliza el epíteto “ de ojos de

lechuza” u “ojizarca.”

Antes que naciera, Gea y Urano le advirtieron que si tenía una

hija de Metis a continuación tendría un hijo que le despojaría de

su poder, por lo que Zeus sin dudarlo la engulló para

salvaguardarse de las predicciones, pero un día Zeus despertó con

un fuerte dolor de cabeza, era tal su dolor que le dijo a Hefesto

que se la abriera para poder quitárselo, cuando Hefesto la abrió

emergió una hermosa mujer a la que Zeus puso por nombre

Atenea.

Atenea nació cerca de Libia, armada con su escudo (al que

posteriormente incluiría la cabeza de Medusa) y su casco aqueo,

de ahí su designación guerrera, pero al contrario del Dios Ares,

ella no disfruta con la crueldad. Fue fundamental en la batalla que

enfrentó a los dioses contra los Gigantes, ya que fue ella quién

mató a Paladio, de ahí su designación como Palas Atenea.

La figura de Atenea también aparece ligada a la de Hefesto que

enamorado de ella, quiso forzarla sexualmente, cuando éste se

abalanzó sobre ella el semen cayó sobre su pierna, la diosa se lo

limpió y lo dejó caer al suelo naciendo un hijo, llamado

Erictonio.

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Atenea y Aracne Aracne es hija de Idmón un tintorero y nació en Lidia. La joven era muy famosa

por tener gran habilidad para el tejido y el bordado.

Cuenta la leyenda que hasta las ninfas del campo acudían para admirar sus

hermosos trabajos en tales artes. Tanto llegó a crecer su prestigio y popularidad que se

creía que era discípula de Átenea (diosa de la sabiduría y de las hilanderas).

Aracne era muy habilidosa y hermosa, pero tenía un gran defecto: era demasiado

orgullosa. Ella quería que su arte fuera grande por su propio mérito y no quería deberle

sus habilidades y triunfos a nadie. Por eso, en un momento de inconciencia, retó a la

diosa, quien por supuesto aceptó el reto. Primero, se le apareció a la joven en forma de

anciana y le advirtió que se comportará mejor con la diosa y le aconsejó modestia.

Aracne, orgullosa e insolente desoyó los consejos de la anciana y le respondió

con insultos. Atenea montó en cólera, se descubrió ante la atrevida jovencita y la

competición inició. En el tapiz de la diosa, mágicamente bordado se veían los doce

dioses principales del Olimpo en toda su grandeza y majestad.

Además, para advertir a la muchacha, mostró cuatro episodios ejemplificando

las terribles derrotas que sufrían los humanos que desafiaban a los dioses.

Por su parte, Aracne representó los amoríos deshonrosos de los dioses, como el

de Zeus y Europa, Zeus y Dánae, entre muchos más. La obra era perfecta, pero Palas

Atenea encolerizada por el insulto hecho a los dioses, tomó su lanza, rompió el

maravilloso tapiz y le dio un golpe a la joven. Ésta sin comprender, se siente totalmente

humillada y deshonrada, por lo que enloquece y termina por ahorcarse.

Las hilanderas, Velázquez, Museo del Prado, Madrid

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POSEIDÓN

Poseidón era hijo de Cronos y Rea. Como sus hermanos y hermanas,

exceptuando a Zeus, fue tragado por su padre. No fue regurgitado hasta que Zeus obligó

a Cronos a vomitar los bebés que se había comido. Zeus y sus hermanos y hermanas,

junto con los Hecatónquiros, los Gigantes y los Cíclopes, derrocaron a Cronos y a los

demás Titanes. Y en el reparto del mundo que hicieron después, Zeus recibió la tierra y

el cielo, Hades el mundo subterráneo y Poseidón el mar.

Poseidón era un dios temible y violento que gobernaba el mar, sobre todo

las tempestades y el mal tiempo. Presidía además los terremotos. Podía partir la

tierra y las montañas con un golpe de su tridente.

La turbulenta vida amorosa de Poseidón desembocó en otra serie de monstruos

y divinidades marinos. Se casó con la ninfa del mar Anfitrite ,(una Nereida), con la que

tuvo un hijo: Tritón. Hombre de cintura para arriba y pez de cintura para abajo. No

obstante, el dios del mar engendró a la mayoría de sus hijos en relaciones extra-

conyugales. Con Gea tuvo a Anteo, un gigante al que mató Heracles, y Caribdis,

monstruo marino que vomitaba agua tres veces al día y ponía los barcos en peligro.

Cuando Poseidón comenzó a insinuarse a Escila, una hermosa ninfa, Anfitrite, movida

por los celos, tiró unas plantas mágicas en el agua donde se bañaba la ninfa, quien se

transformó en un monstruo con cabeza canina.

Poseidón y la ciudad de Atenas.

Atenea se convirtió en la diosa patrona de la ciudad de Atenas en dura pugna con

Poseidón. Ambos acordaron que cada uno haría un regalo a los atenienses y que éstos

elegirían el que prefiriesen. Poseidón golpeó el suelo con su tridente e hizo brotar una

fuente, pero su agua era salada y por tanto no muy útil, mientras que Atenea ofreció un

olivo. Los atenienses (o mejor dicho su rey, Cecrops) escogieron el olivo y con él a

Atenea como patrona, pues el árbol daba madera, aceite y alimento. Se cree que esta

historia alude a un enfrentamiento entre los habitantes de la época micénica y los

inmigrantes posteriores.

Posidón Tritón

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Hades Hijo de Cronos y Rea , sufrió la misma suerte que sus hermanos, fue devorado

por su padre , y devuelto al mundo cuando Zeus le dio una pócima mágica a Cronos. En

el reparto del mundo que se hizo con sus hermanos a él le tocó el mundo subterráneo.

De hecho su nombre hace alusión a ‘el que no ve’ o ‘el invisible’. También es conocido

como Plutón , del griego πλουτέω, ‘enriquecerse’. Se le representa en un carro de oro con el cuerno de la abundancia en la

mano, su símbolo es el caso que hace invisible a su portador. Había varias secciones en el Hades: la llanura de los Asfodelos ( el purgatorio

cristiano), el Tártaro ( nuestro infierno) y los Campos Elíseos ( el Paraíso cristiano)

Los fallecidos entraban en el infierno cruzando el río Aqueronte, transportados

en una barca por el barquero Caronte, quien cobraba por el pasaje un óbolo, pequeña

moneda con escaso valor, que ponían bajo la lengua del difunto sus piadosos familiares.

Los indigentes y los que no tenían amigos ni familias se reunían para siempre en la

orilla cercana. El otro lado del río era vigilado por Cerbero, un perro de tres cabezas.

Más allá de Cerbero, las sombras de los difuntos entraban en la tierra de los muertos

para ser juzgadas.

El Hades estaba rodeado por cinco ríos: Aqueronte (el río de la pena), Cocito

(lamentos), Flegetonte (fuego), Lete (olvido) y Estigia , considerada también una laguna

(odio). El Erídano era también considerado un río del Hades por Virgilio (VI, 659). La

Estigia formaba la frontera entre los mundos superior e inferior.

La primera región del Hades comprendía los Campos de Asfódelos, descritos en

La Odisea XI, donde las almas de los héroes vagan abatidas entre espíritus menores,

que gorjean a su alrededor como murciélagos. Sólo la ofrenda a ellos de libaciones de

sangre en el mundo de los vivos pueden despertarlos durante un tiempo a las

sensaciones de humanidad (compárese con los vampiros).

Más allá quedaba el Érebo, que puede usarse como un eufemismo para el Hades,

cuyo nombre era temido. Había en él dos lagos: el de Lete, a donde las almas comunes

acudían para borrar todos sus recuerdos, y el de Mnemósine (‘memoria’), de donde los

iniciados en los Misterios preferían beber. En el antepatio del palacio de Hades y

Perséfone se sentaban los tres jueces del Infierno: Minos, Radamantis y Éaco. Allí las

almas eran juzgadas, volviendo a los Campos de Asfódelos si no eran virtuosas ni

malvadas, enviados al camino del tenebroso Tártaro si eran impías o malas, o al Elíseo

con los heroicos o los benditos.

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El rapto de Perséfone

Los griegos crearon maravillosos mitos para explicarse el por qué de las cosas: El mito

de la primavera tiene que ver con Perséfone, hija de Zeus y Démeter. Cuenta la leyenda

que un día Perséfone se hallaba recogiendo flores y hierbas cuando la tierra se abrió y

apareció Hades, dios de lo subterráneo, que se encandiló con su belleza y la raptó para

que reinase con él en el infierno.

Su madre Démeter desesperada dejó sus obligaciones, que eran mantener la primavera y

fertilidad en la tierra y se fue en búsqueda de su hija perdida. Así la tierra cayó en una

triste desolación. Ante tal desgracia natural, Zeus tuvo que intervenir pero no pudo

devolver la hija a su madre, ya que Perséfone había probado el fruto del infierno: la

granada, que la condenaba a quedarse allí para siempre.

Sin embargo llegaron a un acuerdo, parte del año Perséfone lo pasaría con su esposo en

el infierno y la otra lo pasaría con su madre en la tierra. Así cuando Perséfone regresa

con su madre, esta demuestra su alegría haciendo reverdecer la tierra con flores y frutos

y vivimos este tiempo como la primavera y el verano; por el contrario cuando debe

regresar con Hades su madre queda con el corazón destrozado y así lo expresa el otoño

y el invierno.

El rapto de Perséfone, Bernini, Barroco italiano.

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Artemisa

Artemisa o Ártemis es la hija de Zeus y Leto y

la hermana melliza de Apolo. Solía ser

representada como una diosa virgen de la

caza, llevando un arco y flechas. Más tarde

pasó a estar asociada con la luna, como su

hermano Apolo lo estaba con el sol. Fue una

de las deidades más ampliamente veneradas y

una de las más antiguas.

Artemisa era la diosa virgen de la caza, los

animales salvajes, las tierras salvajes y los

partos. Era adorada como una diosa de la

fertilidad y los partos en algunos lugares

puesto que, según algunos mitos, ayudó a su

madre en el parto de su gemelo.

Un día Artemisa se estaba bañando

desnuda en el bosque con su coro de

ninfas, cuando el príncipe y cazador

Acteón pasaba por allí y la vio. Pronto

las ninfas se dieron cuenta y fueron

corriendo a tapar a su diosa, pero era

tarde, pues el joven llevaba ya un rato

admirando su belleza. Artemisa, muy

enfadada porque Acteón la hubiera

visto desnuda, lo convirtió en un

ciervo y envió a sus propios perros

cazadores a que lo devoraran, sin

saber que la presa era su propio amo.

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ARES

Ares y Afrodita

En el mito cantado por el bardo en el salón de Alcínoo, rey de los feacios, el dios

sol Helios espió una vez a Ares y Afrodita haciendo el amor en secreto en casa del

esposo de ésta, Hefesto, a quien alertó presto. Hefesto enfureció y conspiró para atrapar

a la pareja in fraganti, para lo que dispuso sobre la cama una sutil red metálica invisible

con el poder de inmovilizar a cualquiera, incluyendo a los dioses. Así atrapó a Ares y

Afrodita en la siguiente ocasión, trayendo entonces a los demás dioses para que fuesen

testigos del adulterio (las diosas no fueron por pudor), pensando humillarlos. Algunos

comentaron la belleza de Afrodita, otros que habrían cambiado gustosos el lugar de

Ares, pero todos se burlaron de ellos. Poseidón accedió a devolver a Hefesto la dote de

Afrodita. Cuando la pareja fue liberada, Ares huyó a su tierra natal, Tracia.

Ares se considera el dios olímpico de la

guerra, aunque es más bien la personificación

de la fuerza bruta y la violencia, así como del

tumulto, confusión y horrores de las batallas

en contraposición a su hermanastra Atenea,

que representa la meditación y sabiduría en los

asuntos de la guerra y protege a los hombres y

sus habitaciones de sus estragos. Los romanos le

identificaron con Marte,

Ares tenía una cuadriga tirada por cuatro

sementales inmortales con bridas de oro que

respiraban fuego Entre los demás dioses, Ares era

reconocido por su armadura de bronce y por la

lanza que blandía en batalla. Sus pájaros

sagrados eran las lechuzas, los pájaros

carpinteros y especialmente los buitres.

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HERMES

Hermes es el dios de las fronteras y los viajeros que

las cruzan, de los pastores y las vacadas, de los oradores y

el ingenio, de los literatos y poetas, del atletismo, de los

pesos y medidas, de los inventos y el comercio en general,

de la astucia, de los ladrones y los mentirosos.

Sus símbolos eran el gallo y la tortuga, y puede ser

reconocido por su monedero o bolsa, sus sandalias aladas,

su pétaso (sombrero de ala ancha) y su caduceo o vara de

heraldo. Hermes era el dios de los ladrones porque era muy

astuto y perspicaz, y porque él mismo fue un ladrón desde la

noche en que nació, cuando se escapó de Maya y se fugó para

robar el ganado de su hermano mayor Apolo.

En Roma se le conoce como Mercurio

Hermes fue hijo de Zeus y Maya, una de las Pléyades,

hija de Atlas. En sus primeras horas de vida, se escapó de su

cuna, y en pañales le robó los bueyes a Apolo. Para no ser

descubierto por los rastros de sus pasos, Hermes se puso unas

sandalias y condujo los bueyes a Pilos, donde mató dos y

encerró el resto en una cueva. Tras esto volvió inmediatamente

a Cilene, donde encontró una tortuga a la puerta de su cueva

natal. Hermes tomó el caparazón del animal, tensó cuerdas a su

través e inventó así la lira y el plectro. Las cuerdas estaban

hechas de tripa de buey u oveja.

Apolo había descubierto mientras tanto el robo, y fue a

Cilene a acusarle de él delante de su madre Maya. Ésta mostró

al dios el niño en su cuna, pero Apolo llevó al niño ante Zeus y

exigió la devolución de sus bueyes. Zeus le ordenó que

cumpliese con las demandas de Apolo, pero Hermes negó

haber robado el ganado. Sin embargo, como vio que sus

afirmaciones no eran creídas, condujo a Apolo hasta Pilos y le

devolvió sus bueyes, pero cuando Apolo oyó los sonidos de la

lira quedó tan encantado que permitió a Hermes quedarse los

animales. Hermes inventó entonces la siringa y tras haber

revelado a Apolo sus invenciones, los dos dioses entablaron

una estrecha amistad.

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HÉRCULES

Nombre e infancia del héroe.

Hércules era hijo de Zeus y Alcmena,

la esposa de Anfitirón rey de Tebas. Para

engendrar a su hijo, Zeus hizo que una noche

durara quince días y durante ese tiempo puedo

engendrar a Hércules. Hera, que estaba al

corriente de las aventuras galantes de su

marido, retrasó el nacimiento del niño, para

hacer que Euristeo, su primo, naciera antes

que él y por lo tanto heredara el reino de

Argos. Pero no sólo se quedó en eso, sino que

contando Hércules con la edad de dos años,

Hera introdujo en su cunita una enorme

serpiente, que el niño logró estrangular con

sus pequeñas manos.

Siendo el niño aún pequeño, Atenea urdió una trama para conseguirle la

inmortalidad. Dejó al bebé abandonado en el campo, y cuando iba paseando con Hera se

lo mostró, y le sugirió concederle la inmortalidad, permitiendo al niño mamar de sus

pechos. Hera accedió, pero inmediatamente se dio cuenta que era el hijo bastardo de su

esposo y lo arrojó lejos de sí. De su pecho, no obstante, fluyó un chorrito de leche que

originó La Vía Láctea.

Llegado ya Hércules a la edad adulta se casa con Megara, con la que tuvo tres

hijos, pero enloquecido por Hera los mató a flechazos, y para purificarse debió entrar al

servicio de Euristeo que le fue mandando, uno a uno, un total de doce trabajos, a cual

más difícil, pero que Hércules logró superar debido a su fuerza e inteligencia.

Desués de purificarse con la realización de los doce trabajos, se casó con

Deyanira, para conquistarla hubo de pelearse con el río Aqueloo. Ambos tienen un hijo

que se llama Hilo. En un viaje se tiene que enfrenar con el centauro Neso, que habitaba

las orillas del río Eveno, Neso trata de violar a Deyanira, y entonces Heracles de un

flechazo le traspasa el corazón. Neso, en los estertores de la muerte, llamó a Deyanira y

le dijo que si alguna vez su marido dejaba de amarla, ella podría reavivar su amor con

ayuda de un filtro que elaboraría con la sangre que manaba de su herido, y Deyanria la

recogió.

En una de sus múltiples campañas militares, Hércules conoce a Yole, una joen

hermosa que se convierte en su concubina. Deyanira se entera que su esposo viene al

hogar conyugal a vivir con su nuevo amor, y decide recurrir al filtro amoroso de Neso.

Heracles manda un mensajero para pedir a Deyanira un manto para hacer un sacrificio.

Ella impregna la túnica con la sangre de Neso. Hércules se pone la túnica, ya medida

que el cuerpo calienta la túnica, el veneno se acciona, y ataca la piel. Fuera de sía

Hércules intenta quitarse la túnica, pero a la vez se arranca a tiras su pellejo que está

fuertemente adherido a la túnica. Cuando Deyanira se da cuenta de lo que hizo se

suicida. Hércules confía a Yole su Hilo, y finalmente, sube a la cima del monte Etna, en

Sicilia, hace una pira y se encarama en ella, uno de sus criados le prende fuego.

Mientras la hoguera ardía sonó un trueno y el héroe fue arrebatado al cielo. Este relato

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pertenece a una de las tragedias que escribió el tragediógrafo griego Sófocles, llamada

Las Traquinias.

Ya en el Olimpo, Hera que tanto le hizo sufrir como mortal, se convierte en su

madre adoptiva, y le concede en matrimonio a su hija Hebe, la diosa de la juventud.

Hércules es conocido en griego como Heracles, es decir “la gloria de Hera”.

La Vía Láctea, Rubens .Museo del Prado, Madrid

Otra tradición cuenta el hecho de forma distinta, Alcmena temiendo

continuamente los celos de Hera había expuesto al pequeño Hércules recién nacido en

los alrededores de Argos. Acertaron a pasar por allí Hera y Atenea y esta última

admirada del vigor y la belleza del recién nacido , pidió a Hera que le diese el pecho, y

así lo hizo.

Cuando Hércules tuvo ocho meses , ( algunos mitógrafos dicen 10 meses) Hera

intentó matarlo. Una noche Alcmena había acostado a los dos gemelos, en su cuna y se

habían dormido hacía media hora , la diosa introdujo en la habitación dos enormes

serpientes que se enroscaron en el cuerpo de los niños. Ificles se puso a llorar, pero

Hércules agarró a los reptiles por la garganta y los ahogó. Anfintrión acudió a los gritos

de Ificles, pero no tuvo necesidad de intervenir dando se cuenta perfectamente de que

Hércules era hijo de un dios.

Se vio obligado a realizar 12 penosos trabajos todo ello por mandato de Hera y

en el pensamiento místico estos trabajos vinieron a representar las pruebas del alma por

las que se libra progresivamente el cuerpo de las pasiones, hasta la apoteosis final.

Los mitógrafos de la época helenística habían establecido un canon de los doce

trabajos clasificándolos en dos series de seis trabajos cada uno. Los primeros seis

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tienen como escenario

el Peloponeso y los

otros seis están

distribuidos por el resto

del mundo.

Los establos del rey

AUGIAS

Augias era un

rey de la Élide, en el

Peloponeso: era hijo del

sol, y había heredado

de su padre multitud de

rebaños pero no se

cuidaba de quitar el

estiércol que iba depositándose en los establos quedando el suelo privado de abonos y

viéndose el país condenado a la esterilidad. Por orden de Euristeo, que quería humillar

al héroes imponiéndose un trabajos servil, Hércules hubo de encargarse de limpiar estos

establos, pero antes de hacerlo estipuló con el rey Augias un salario, que según unos

consistía en que Augias le entregase una parte de su reino, según otros tenía que

entregarle la décima parte de su rebaño. Hércules consiguió realizar esta proeza

concentrando en el patrio del establo el curso de los dos ríos: el Alfeo y el Peneo, sin

embargo Augias le negó el salario convenido. También Euristeo quiso no admitir como

válido este trabajo, argumentando que Hércules había pedido salario por esta limpieza.

Sin embargo al final se le admitió en el canon de los doce trabajos.

Las manzanas de oro del jardín de las Hespérides

Cuando Hera contrajo matrimonio con Zeus, la Tierra (Gea) había dado a la

diosa como presente unas manzanas de oro, que Hera encontró tan maravillosas que las

mandó guardar un jardín de las inmediaciones del monte Atlas. Como las hijas de

Atlante solían ir a saquear este jardín, la diosa había confiado la custodia a un dragón de

100 cabezas y a tres ninfas: Resplandecientes, Roja , Aretusa (Poniente), sus

correspondientes nombres en griego eran: Egle, Eritia y Hesperaretusa, estas tres ninfas

eran también conocidas como “ Las ninfas del Ocaso”. Al comer estas manzanas

conseguías la inmortalidad.

Se trataba de una tierra maravillosa, de las fuentes manaba ambrosía, el alimento

a de los dioses, y donde la felicidad reinaba eternamente.

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Hay muchas teorías de donde podía estar ubicado el jardín de las Hespérides,

pero alguna de ellas apunta hacia el Oeste de Libia. Otros apuntan que estaba situado en

lo que hoy en día conocemos como las Islas Canarias.

La primera preocupación de Hércules consistió en informarse del camino que

conducía a las Hespéride y para ello, partió en dirección norte a través de Macedonia, a

partir de allí sigue caminos inciertos y el itinerario del héroe se hace poco inteligible. Lo

que es cierto es que Apolodoro cuenta que de Erídano pasa a Libia, es decir, al norte de

África y desde allí embarcó en la llamada “Copa Del Sol. Prometeo le aconsejó que no

cogiera por sus propias manos estas manzanas maravillosas y que le encomendara esta

misión a Atlas. Y así efectivamente, fue a su encuentro y le ofreció aliviarlo de su carga el tiempo que

necesitara para ir a recoger las tres manzanas de oro del jardín de las Hespérides que se

hallaba contiguo . Atlas tras su lucha contra Zeus fue desterrado al extremo Occidente

y condenado a sostener eternamente, sobre sus hombros, la bóveda del cielo.

Atlas asintió de buen gusto pero a su regreso declaró a Hércules que le

permitiera que fuera él mismo el que llevase las frutas a Euristeo. Hércules le dijo que

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estaba de acuerdo pero que lo descargase

un momento, solo lo suficiente para

ponerse una almohada en los hombros,

Atlas se dejó engañar y Hércules tan

pronto se vio libre cogió las manzanas y

emprendió la fuga. Las ninfas

desesperadas por haber perdido la custodia

de las manzanas se transformaron en

árboles: en olmo, sauce y álamo.

Hércules llevó las manzanas a

Euristeo y este no supo que hacer con

ellas, las devolvió al héroe y este las

ofreció a Atenea, A su vez la diosa las

restituyó al jardín de las Hespérides pues

la ley divina prohibía que aquellos frutos

estuviesen en otro lugar.

Hércules al final se reconcilió con

Hera, la cual se convirtió en madre

inmortal. Le ofreció en matrimonio la

mano de su hija Hebe, diosa de la

juventud, y en lo sucesivo recibió toda la

gloria que había merecido por sus trabajos, por su valor y sobre todo por sus

sufrimientos.