didactica magna

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CAPITULO V La Naturaleza ha puesto en nosotros la semilla de los tres elementos: Erudición, Virtud y Religión. Todo hombre nace con la aptitud para adquirir conocimiento, tenemos el deseo de saber y por medio de los sentidos conectamos el alma a nuestro cuerpo, nadie ni nada fue creado por casualidad, cada uno tiene una misión y el hombre debe tratar de alcanzar la sabiduría, la honestidad y la santificación. CAPITULO VII La formación del hombre se hace muy fácilmente en la primera edad, y no puede hacerse sino en ésta. La única certeza que tiene el hombre es que va a salir de este mundo y mientras este en el necesita de una formación para ser un hombre, sabio, honesto y piadoso por lo que es mejor empezar a cultivarlo desde que es un niño donde absorbe mejor los conocimientos y se le puede orientar por el buen camino. CAPITULO VIII Es preciso formar a la juventud conjuntamente en escuelas. La enseñanza es tarea de los padres en una primera instancia, pues en la casa donde se aprenden los valores fundamentales y los mandatos de Dios (la doctrina religiosa) y también deben ir a instituciones donde se les imparta la instrucción para otras cosas además es muy importante la convivencia con las personas de su misma edad. CAPITULO IX Se debe reunir en las escuelas a toda la juventud de uno y otro sexo. Todos somos igual y no debe existir discriminación en las escuelas, no importa la situación económica o si es un

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CAPITULO VLa Naturaleza ha puesto en nosotros la semilla de los tres elementos: Erudicin, Virtud y Religin. Todo hombre nace con la aptitud para adquirir conocimiento, tenemos el deseo de saber y por medio de los sentidos conectamos el alma a nuestro cuerpo, nadie ni nada fue creado por casualidad, cada uno tiene una misin y el hombre debe tratar de alcanzar la sabidura, la honestidad y la santificacin.

CAPITULO VIILa formacin del hombre se hace muy fcilmente en la primera edad, y no puede hacerse sino en sta. La nica certeza que tiene el hombre es que va a salir de este mundo y mientras este en el necesita de una formacin para ser un hombre, sabio, honesto y piadoso por lo que es mejor empezar a cultivarlo desde que es un nio donde absorbe mejor los conocimientos y se le puede orientar por el buen camino.

CAPITULO VIIIEs preciso formar a la juventud conjuntamente en escuelas. La enseanza es tarea de los padres en una primera instancia, pues en la casa donde se aprenden los valores fundamentales y los mandatos de Dios (la doctrina religiosa) y tambin deben ir a instituciones donde se les imparta la instruccin para otras cosas adems es muy importante la convivencia con las personas de su misma edad.

CAPITULO IXSe debe reunir en las escuelas a toda la juventud de uno y otro sexo. Todos somos igual y no debe existir discriminacin en las escuelas, no importa la situacin econmica o si es un hombre o una Mujer. En cuanto a las mujeres deben y tiene el derecho de ser educadas como se educa a un hombre pues ellas son las encargadas del cuidado de la familia.

CAPITULO XLa enseanza en las escuelas debe ser universal. Todas las personas deben ser enseadas sobre las principales cosas que existen y se crean, para poder actuar sobre el mundo, si no se habrn perdido a los que no son preparados pues no todos nacemos sabiendo ni con la misma vocacin. Las escuelas las podemos llamar Talleres de la humanidad para que los hombres se hagan verdaderos hombres El alma tambin es llamada conciencia y est formada por el entendimiento, la voluntad y la memoria.