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PICRISIS Edición 6 Órgano de información del Colegio Médico Colombiano Diciembre 2017 - Febrero 2018 ISSN: 2539-505X (en línea) C O L E G I O M É D I C O C O L O M B I A N O C M C “Vamos a hacer cumplir la Ley Esta tutaria de la Salud” Grasas saturadas versus carbohidratos OPINIÓN pág. 12 El negocio de la medicina en un país que juega al neoliberalismo COLEGIO MÉDICO COLOMBIANO pág. 13 Sin ReTHUS no hay médico que valga ASSOSALUD pág. 14 A revisar con lupa las propuestas de los candidatos presidenciales El contrato sindical en el sector salud: modelo de trabajo digno Diccionario El Museo Nacional: legado cultural con un pasado oscuro de rasgo criminal pág. 15 Todos los suicidios son prevenibles: OPS Tecno Med Las EPS se convirtieron en cheques al portador: ACHC pág. 7 ACOME ACTUALIDAD pág. 8 Afortunadamente en este país la gente se puede quejar: Acemi Alerta por posibles beneficios económicos para las EPS pág. 9 ¿Mipres pasó el examen? NORMATIVA pág. 10 En Yopal, la salud sigue en estado crítico Colombia: una nación en el servicio de urgencias PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN pág. 11 EDITORIAL pág. 2 No al pago de matrículas escandalosas ÁGORA ENTREVISTA pág. 3 Hay que reinventar el Sistema de Seguridad Social en Salud: Fernando Carrillo CITA CON pág. 4-5 En el mundo entero a los residentes se les paga, no se les cobra: Roy Barreras ANIR Críticas al proyecto de Ley de las Residencias Médicas CONTROVERSIA pág. 6 Más voces avalan la propuesta de acabar con las EPS Temas Debate de la Ley de Residencias ¿Mipres pasó el examen? Sin ReTHUS no hay médico que valga pág 7 pág 3 Índice Reforma a la salud, la urgencia para el próximo gobierno El Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo, dice que el Gobierno debe presentar rápidamente el proyecto de ley que reglamentará la Ley Estatutaria de Salud y adoptar las demás medidas administrativas que hagan falta para acatar la norma. E l exministro de Justicia y del Interior, Fernando Carrillo, ahora al frente del Ministerio Público, considera que hay que darle prioridad en la po- lítica pública y en la agenda legislativa a la salud de los colombianos. “Es una necesidad del país. La regla- mentación de la Ley Estatutaria es fundamental y ya agotados los tiempos dados por la misma ley estatu- taria vamos a exigir no solo su reglamentación sino su real cumplimiento”. Agrega que los postulados son ya un derecho de todos los colombianos, representan ajustes necesarios al sistema y son la vía para lograr la progresividad de la salud. Para el Procurador, la salud debe ser una priori- dad para la política pública, también debe serlo para la agenda legislativa. Dice que el Gobierno tiene que responder de manera eficiente a las falencias y proble- máticas que padece actualmente el sistema y que afecta el derecho a la salud de los colombianos. “Nosotros vamos a participar de la discusión de la ley, vamos a hacer aportes desde el marco de nuestras competencias Constitucionales y legales. Hemos venido analizando las fallas del sistema y haciendo propuestas puntuales para mejorar”. El procurador Carrillo reitera que el sistema necesita de reformas estructurales que garanticen la efectividad del derecho a la salud en condiciones de acceso, calidad y oportunidad. Más información en la página 3. La Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) asegura que es hora de escuchar las propuestas de quienes aspiran a la presidencia para resolver el financiamiento de los servicios de salud, la calidad en la atención y una cartera vencida de más de siete billones de pesos. E l doctor Juan Carlos Giraldo, presidente de la ACHC, exhorta a los precandidatos presidenciales a que presenten los planteamientos para sanear las finanzas y mejorar la calidad y la oportunidad de acceso a la salud. Para el doctor Giraldo, el actual Gobierno deja un gran vacío en materia de salud y muchos problemas por resolver. “Ya no vale que nazca otra EPS, no sirve que sea mixta o que surja de un conglomerado de IPS porque el sistema de salud presenta fallas estructurales profundas que solo se pueden resolver mediante una propuesta legislativa”. Al analizar los actuales indicadores en salud, el presidente de la ACHC dice que la visión debe ser más profunda y que el sistema no puede seguir diseñado en términos monetarios, en compraventas de instituciones o en la protección del negocio para unos pocos, sino en la capacidad para aliviar a las personas y en la eficacia para resolver las necesidades de salud de la población. “El país ha ignorado las señales que desde hace tiempo viene dando el propio sistema. No aprendimos de lo que pasó con Savia Salud, Capital Salud, Caprecom y Saludcoop. Por lo tanto, el problema se expandió e hizo metástasis con Cafesalud. Si no tomamos los correc- tivos del caso, seguramente se repetirá el descalabro con Medimás”. Giraldo insiste en que las EPS deben cambiar su actuación y funcionar como administradoras regula- das. También considera que es necesario prohibir la integración vertical, establecer un banco de la salud que controle mejor la tenencia del dinero y generar una política real de promoción y prevención de la salud. Más información en la página 7.

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PICRISISEdición 6

Órgano de información del Colegio Médico Colombiano

Diciembre 2017 - Febrero 2018 ISSN: 2539-505X (en línea)

CO

LEGIO

MÉDICO COLOMBIANO

CMC

“Vamos a hacer cumplir la Ley Estatutaria de la Salud”

Grasas saturadas versus carbohidratos

OPINIÓN pág. 12El negocio de la medicina en un país

que juega al neoliberalismo

COLEGIO MÉDICO COLOMBIANO pág. 13Sin ReTHUS no hay médico que valga

ASSOSALUD pág. 14A revisar con lupa las propuestas

de los candidatos presidenciales

El contrato sindical en el sector salud:

modelo de trabajo digno

Diccionario

El Museo Nacional: legado cultural con un pasado

oscuro de rasgo criminal pág. 15Todos los suicidios son prevenibles: OPS

Tecno Med

Las EPS se convirtieron en cheques

al portador: ACHC pág. 7ACOME

ACTUALIDAD pág. 8Afortunadamente en este país la gente

se puede quejar: Acemi

Alerta por posibles beneficios económicos

para las EPS pág. 9¿Mipres pasó el examen?

NORMATIVA pág. 10En Yopal, la salud sigue en estado crítico

Colombia: una nación en el servicio de urgencias

PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN pág. 11

EDITORIAL pág. 2No al pago de matrículas escandalosas

ÁGORA

ENTREVISTA pág. 3Hay que reinventar el Sistema de Seguridad

Social en Salud: Fernando Carrillo

CITA CON pág. 4-5En el mundo entero a los residentes se les paga,

no se les cobra: Roy Barreras

ANIR

Críticas al proyecto de Ley

de las Residencias Médicas

CONTROVERSIA pág. 6Más voces avalan la propuesta de acabar con las EPS

Tema

s

Debate de la Ley de Residencias

¿Mipres pasó el examen?

Sin ReTHUS no hay médico que valga

pág 7

pág 3

Índ

ice

Reforma a la salud, la urgencia para el próximo gobierno

El Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo, dice que el Gobierno debe presentar rápidamente el proyecto de ley que reglamentará la Ley Estatutaria de Salud y adoptar las demás medidas administrativas que hagan falta para acatar la norma.

El exministro de Justicia y del Interior, Fernando Carrillo, ahora al frente del Ministerio Público, considera que hay que darle prioridad en la po-

lítica pública y en la agenda legislativa a la salud de los colombianos. “Es una necesidad del país. La regla-mentación de la Ley Estatutaria es fundamental y ya agotados los tiempos dados por la misma ley estatu-taria vamos a exigir no solo su reglamentación sino su real cumplimiento”. Agrega que los postulados son ya un derecho de todos los colombianos, representan ajustes necesarios al sistema y son la vía para lograr la progresividad de la salud.

Para el Procurador, la salud debe ser una priori-dad para la política pública, también debe serlo para la agenda legislativa. Dice que el Gobierno tiene que responder de manera eficiente a las falencias y proble-máticas que padece actualmente el sistema y que afecta el derecho a la salud de los colombianos. “Nosotros vamos a participar de la discusión de la ley, vamos a hacer aportes desde el marco de nuestras competencias Constitucionales y legales. Hemos venido analizando las fallas del sistema y haciendo propuestas puntuales para mejorar”.

El procurador Carrillo reitera que el sistema necesita de reformas estructurales que garanticen la efectividad del derecho a la salud en condiciones de acceso, calidad y oportunidad. Más información en la página 3.

La Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) asegura que es hora de escuchar las propuestas de quienes aspiran a la presidencia para resolver el financiamiento de los servicios de salud, la calidad en la atención y una cartera vencida de más de siete billones de pesos.

El doctor Juan Carlos Giraldo, presidente de la ACHC, exhorta a los precandidatos presidenciales a que presenten los planteamientos para sanear las

finanzas y mejorar la calidad y la oportunidad de acceso a la salud. Para el doctor Giraldo, el actual Gobierno deja un gran vacío en materia de salud y muchos problemas por resolver. “Ya no vale que nazca otra EPS, no sirve que sea mixta o que surja de un conglomerado de IPS porque el sistema de salud presenta fallas estructurales

profundas que solo se pueden resolver mediante una propuesta legislativa”.

Al analizar los actuales indicadores en salud, el presidente de la ACHC dice que la visión debe ser más profunda y que el sistema no puede seguir diseñado en términos monetarios, en compraventas de instituciones o en la protección del negocio para unos pocos, sino en la capacidad para aliviar a las personas y en la eficacia para resolver las necesidades de salud de la población. “El país ha ignorado las señales que desde hace tiempo viene dando el propio sistema. No aprendimos de lo que pasó con Savia Salud, Capital Salud, Caprecom y Saludcoop. Por lo tanto, el problema se expandió e hizo metástasis con Cafesalud. Si no tomamos los correc-tivos del caso, seguramente se repetirá el descalabro con Medimás”.

Giraldo insiste en que las EPS deben cambiar su actuación y funcionar como administradoras regula-das. También considera que es necesario prohibir la integración vertical, establecer un banco de la salud que controle mejor la tenencia del dinero y generar una política real de promoción y prevención de la salud. Más información en la página 7.

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EPICRISIS2 Edición 6 • Diciembre 2017 - Febrero 2018

ditorial

[email protected]

comité directivo

Dr. Roberto Baquero Haeberlin

Presidente CMC

Dr. Jorge Diego Acosta C.Vicepresidente CMC

Dr. Jorge Antonio MonteroRevisor Fiscal

Dr. Germán MárquesFiscal Médico

Dra. Ivonne Diaz YamalFiscal suplente

Dr. Javier Pérez Torres

Dr. Diego Mauricio Chaustre

Dra. Ángela María Gutiérrez

Dr. Oswaldo Alfonso Borraez

Dr. Jesús Chaustre

Dr. César Yamil Cure

comité editorial

DirectorDr. Roberto Baquero Haeberlin

Contenido EditorialMaricielo Acero Rodríguez

Asesores MédicosDr. Jorge Diego Acosta CorreaDra. Ivonne Díaz YamalDr. Oswaldo Alfonso Borraez Gaona

Diseño y DiagramaciónPrecolombi-David Reyes

ImpresiónPanamericana Formas e Impresos S.A.

Publicación trimestralBogotá

No al pago de matrículas escandalosas

ÁGORA

Pretendo avivar el debate sobre nuestro ser como profesionales, nuestro actuar como agentes de primera línea del sistema de salud y como ciu-

dadanos organizados y representados que deberían tener injerencia decisiva sobre su propio desempeño (autonomía) y sobre el diseño, ordenamiento y función del mismo sistema (participación política), del cual de-berían ser en gran medida responsables.

Leyendo la entrevista de Gerardo Lammer, de El Universal de México, reproducida en El Tiempo, a Rob Rimmen, filósofo holandés, reflexiono acerca de la articulación que debe existir entre mi ser y mi actuar profesional, y mi ser y actuar como ciudadano. Sobre la congruencia ética entre estas dos dimensiones que a menudo vemos separadas, desarticuladas, como cuando el discurso se desarrolla en la dimensión ideal y la práctica en la mezquindad interesada, o cuando el discurso se vuelve un instrumento vulgar y cínico que justifica el mal hacer profesional.

La conciencia moral, según la ética, plantea el imperativo de tratar de ser buenos y la condición de ser libres para poder elegir el bien. “Ser libres implica, responsa-bilidades. Somos responsables de nuestras decisiones y es nuestra obligación tratar de ser buenos seres humanos” (Rob Riemmen ). Y buenos profesionales, por supuesto.

Nos quejamos de la si-tuación laboral y de los ma-les del sistema, de quienes lo gobiernan y nos gobiernan. La denuncia tiene valor y es necesaria, pero renunciamos a la libertad porque

no queremos asumir nuestra responsabilidad con el sistema de salud o socioeconómico.

Nos victimizamos, nos vemos y reconocemos como esclavos, nos minimizamos y esterilizamos. Vivimos en la queja: nos oprimen. De esa conciencia nacen la indignación, la desesperanza, la rabia y el odio que incitan a romper el orden y la institucionalidad de-mocráticos, o son instrumentos perfectos para que caudillos mesiánicos nos utilicen.

Nuestro papel en el sistema de salud es fundamen-tal, aunque contrasta nuestra ausencia en su diseño e implementación. Nuestro deber de ciudadanos para elegir, participar y vigilar a los gobiernos tendría que ser preponderante. Nuestra influencia y nuestro rol deben ser fuertes, comprometidos, determinantes, basados en el conocimiento y en la ética, en el deber ser y en el bien hacer, en el discurso coherente con la práctica.

No somos seres aislados, estamos socialmente determinados. Somos profesionales que actuamos

sistemáticamente; precisamos unirnos para poder ser libres (críticos y autónomos) y ganar una

representación sólida a través de organiza-ciones democráticas (participación política)

que influya en el Estado, la sociedad y los demás agentes del sistema. Necesita-mos la fuerza moral del gremio unido, impulsada por convicciones éticas y humanitarias, bajo las cuales se expon-gan y conquisten nuestras legítimas aspiraciones.

Jorge Diego Acosta [email protected]

El debate entre mi ser y mi actuar

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarro-llo asegura que la educación es la gran forjadora de esperanzas. Por eso el Estado, llámese ministerios

de Salud y de Educación, facultades de medicina, hos-pitales universitarios y sociedades científicas tienen el deber de proteger la calidad y la equidad (que no son términos excluyentes) de la educación médica.

Los juicios sobre las deficiencias en la calidad edu-cativa de las facultades de medicina están machacados, pero es necesario detenerse a analizar las causas y sus diversos componentes. Colombia sigue estando lejos de las recomendaciones internacionales y de los países de la Ocde en igualdad de acceso a los servicios de salud y educación. A eso hay que agregar otra complicación: el creciente déficit de especialistas.

Las listas de espera para obtener una cita en cual-quier especialidad o para una cirugía que no represen-te una urgencia vital es el ejemplo más claro de una prolongada crisis que el gobierno no quiere resolver. Puede que el país no se ajuste al número de especialistas que recomienda la OMS para suplir la demanda de 49 millones de personas (aún no hay estudios serios que lo comprueben al medir la prevalencia de la enferme-dad), pero esa notoria insuficiencia para mejorar el acceso a la salud también es responsabilidad de las IPS que evitan contratar especialistas para reducir costos. Con el pretexto del ahorro y el afán por la ganancia, tanto las IPS como las universidades han generado un cuello de botella que se pone de manifiesto en cualquier servicio de salud.

Por un lado, el aumento exponencial de las ma-trículas contrasta con la calidad de la educación que se imparte en las facultades, donde falta infraestruc-

tura, escasean los docentes (así lo nieguen) y existen las limitaciones propias de un sistema enfocado en la enfermedad que no genera acciones para la promo-ción y la prevención. Ademas hay miles de trabas en la habilitación para abrir nuevas residencias, existen irregularidades en los procesos de acreditación y certificación y no se hace una revisión juiciosa de los programas académicos para ajustarlos al perfil demo-gráfico de la población.

La competencia sin regulación entre todos los ele-mentos del sistema ha transformado la educación en un mercado elitista que restringe la posibilidad a que los médicos especialistas que reclama el país puedan aspirar a un cupo para la residencia. Con razón las universidades privadas se han convertido en el palo en la rueda para la aprobación de la ley de residentes que tramita el Senado de la República.

Amenazan con cerrar programas de residencia o con irse a la quiebra si no siguen recibiendo a raudales las millonadas que le arrancan a los residentes. Recto-res y decanos olvidan que ellos nunca pagaron un peso por la especialización y, por el contrario, ganaban algo, cuando el país tenía un sistema de salud de caridad y se daba el lujo de atender a la población más vulnerable y completamente desprotegida.

Es hora de revisar el destino de los miles de millones que las facultades de medicina reciben cada semestre por las matrículas de pregrado y posgrado, puesto que está claro que no invierten en mejorar la formación aca-démica o en disminuir las brechas sociales. El somero cálculo de tres mil residentes pagando quince millones de pesos en promedio por semestre hace entrever el motivo para no dejar pasar la ley.

Más que sentar mi voz de protesta por la posición dominante e intransigente de quienes manejan el nego-cio de la educación, me pregunto en qué momento mis colegas, muchos contemporáneos míos, se despojaron de su papel de educadores y su vocación de servicio a la humanidad.

Será cierto que todo tiempo pasado fue mejor, me cuestiono. Ante esta pérdida de lo esencial en una sociedad, agradezco la oportunidad que tuve de hacer una especialización y de recibir una educación con los valores y principios éticos que siguen vigentes, aunque para quienes ostentan una posición dominante se ha-yan convertido en algo subjetivo y relativo.

Esta puede ser una columna más, pero que bue-no que los escándalos de corrupción, la ausencia de credibilidad en las instituciones y la desmoralización por cuenta de la rama judicial haga que resaltemos la importancia de la educación como medio de preven-ción para la corrupción y comencemos a trasmitir a los jóvenes valores de integridad y transparencia, donde aprendan a sobreponer el bien general al interés par-ticular, mucho más cuando lo que se enseña es el arte de ser médicos. Las universidades son las primeras llamadas a dar ejemplo.

Roberto Baquero HaeberlinPresidente CMC

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3EPICRISIS

Edición 6 • Diciembre 2017 - Febrero 2018

y demás normas que contemplen otras modalidades legítimas para vincular servicios personales de los profesionales de la salud. Lo principal es que cualquie-ra que sea la modalidad escogida debe cumplir estrictamente en la realidad con el marco legal que le rige. Solo esto mejora las condiciones laborales de los profesionales de la salud.

¿Qué está haciendo la Procuraduría para controlar la llegada de médicos extranjeros que ofrecen una mano de obra más barata y que están desplazando a los nacionales?Para que un trabajador extranjero preste servicios en Colombia, especialmente los profesionales de la salud, debe cumplir con una serie de trámites y requisitos académicos, técnicos y administrativos que exige el sistema de acreditación. Es, además, realmente preocupante que profesionales sin calidades suficientes o personas sin profesión presten estos servicios en Colombia y afecten los dere-chos de los colombianos. No solo ponen en riesgo la salud, sino también la vida en muchos casos. Dentro del Programa de Vigilancia a las Empresas Sociales del Es-tado uno de los aspectos más importan-tes que se revisa es el relativo al recurso humano, para efectos de verificar que se cuenta con personal idóneo y suficiente para la atención en salud. Cuando hemos encontrado novedades en este aspecto, no solo actuamos de manera preventiva sino también bajo las competencias dis-ciplinarias de la Procuraduría. De igual forma estamos trabajando de manera articulada con el Ministerio del Trabajo y con la Superintendencia Nacional de Salud para evitar que esta problemática y la afectación a los trabajadores nacio-nales, se siga presentando.

¿Es partidario de una reforma al sistema de salud por vía ordinaria en el Congreso?Pese a que se han expedido muchas leyes en salud, el sistema necesita de reformas estructurales que garanticen la efectividad de este derecho en condi-ciones de acceso, calidad y oportunidad. Es fundamental y prioritario avanzar en la reglamentación de la Ley Estatutaria de Salud. Como lo he venido mencio-nando, el Congreso tiene así mismo la gran responsabilidad de tramitar y expedir la ley mediante la cual se de-finen especiales y mayores sanciones penales y disciplinarias, tanto para los representantes legales de las entidades a cargo de la prestación del servicio, como de las demás personas relacionadas con los casos de negación de los servicios.

El Sistema de Seguridad Social en salud hay que reinventarlo. Pero en una primera etapa, vamos a asegurarnos de que los actores cumplan con sus debe-res y obligaciones. Cuando los usuarios reciban en condiciones de oportunidad, integralidad y suficiencia, por parte de las EPS, las actividades, intervenciones y procedimientos de prevención en salud, diagnóstico y tratamiento y medicamen-tos; y por parte de las IPS, una atención con idóneos profesionales y la óptima tecnología y los usuarios a su vez, cui-den su salud y hagan un uso racional de los servicios, tendremos más elementos para identificar las medidas que se deben adoptar para mejorarlo.

¿Cuáles son los cambios que propone para mejorar la atención en salud?Hemos identificado profundas deficien-cias del sistema de salud, las cuales están principalmente relacionadas con la debi-lidad de algunas políticas públicas; el in-cumplimiento de deberes y obligaciones por parte algunos actores del sistema; la insuficiencia de las acciones de inspec-ción, vigilancia y control; la demora en el flujo de recursos y hechos de corrupción. Esto es lo primero que hay que cambiar para que mejore la atención en salud.

La Procuraduría está comprometida con la tarea de alcanzar una sociedad justa, digna, incluyente y en paz, y ha propuesto convocar un diálogo social dirigido a la construcción de un gran acuerdo con la participación de todos los elementos del Estado, que permitan identificar y corregir las fallas y reinven-tar el sistema de salud, bajo principios de universalidad, equidad, integralidad, suficiencia, solidaridad y calidad.

Este acuerdo ha sido propuesto como un Pacto Social por la Salud, en el cual participen todos los actores del sistema, los ciudadanos, los jueces, las altas cortes, y el gobierno nacional, que conduzca a la operación de un sistema de salud que garantice a todos los ciudadanos acceso real y efectivo a todos los servicios mé-dicos bajo los preceptos constitucionales que regulan este servicio.

¿Hacia cuál modelo de

salud debería girar el país?El centro de cualquier modelo de salud es el ser humano, la persona, sin importar

si está afiliado o no a un sistema, si tiene o no tiene capacidad de pago. En con-secuencia, el modelo debe garantizar la efectividad del derecho fundamental a la salud, debe ser progresivo nunca regre-sivo, y debe asegurar la administración eficiente y transparente de los recursos destinados para el servicio.

Es muy importante que la atención en salud se dé en condiciones de cali-dad en todo el territorio nacional, todos los colombianos sin importar la región donde habiten tienen el mismo derecho a una salud en condiciones de acceso, calidad y oportunidad. La buena aten-ción en salud no es un privilegio de las grandes ciudades, y el modelo tiene que garantizar que este derecho llegue a todas las regiones de Colombia como lo ordena nuestra Constitución.

¿Apoya la consulta popular que se adelanta para que las EPS dejen de manejar los recursos de la salud?Resulta difícil de comprender y de acep-tar que en más de 20 años todavía no tengamos claras las cuentas de la salud entre las Entidades Promotoras de Salud y los prestadores. ¿Cómo pudimos dejar crecer este monstruo de incertidumbre financiera hasta este punto? La deuda, en cualquier caso, es gigantesca. Los cálculos hablan entre 5 y 7.1 billones de pesos. Esta afectación al flujo de los recursos pone en peligro la atención en salud y el derecho fundamental de los colombianos. Este es un tema muy crítico en varias regiones del país y particular-mente se reitera con algunas EPS que ya hemos identificado.

Este tipo de iniciativas son la ma-terialización del ejercicio democrático, la ejecución de derechos consignados en nuestra Constitución Política de los cuales el Ministerio Público también es garante, y que además reflejan las profundas problemáticas que tiene el sistema de salud. En todo caso, esas

ntrevista

expresiones ciudadanas se deben acom-pañar de estudios y precedentes aca-démicos, conceptuales y deliberantes debidamente sustentados que permitan adoptar razonablemente las reformas pertinentes.

¿Cuál cree que es el problema más crítico y urgente que tienen los médicos?Considero que son dos problemas prio-ritarios: primero, la falta de respeto por el criterio médico que posibilita que el profesional prescriba las órdenes de servicios de diagnóstico, tratamiento y rehabilitación que pueda requerir un paciente. Segundo, los profesionales de la salud requieren que se les garanticen los postulados del trabajo decente, demandan un pago justo y oportuno por sus servicios profesionales, prestaciones sociales, se-guridad social, jornadas laborales dignas, seguridad y salud en el trabajo y contra-tación formal no tercerización.

¿Qué se debe hacer para garantizar la autonomía médica y mejorar las condiciones laborales de los profesionales de la salud?Tenemos que alcanzar un buen balance entre la autonomía médica y los me-canismos de racionalización del gasto médico. La autonomía médica, en primer lugar, debe ser responsable con el pacien-te, pero asimismo debe serlo también con el sistema y los recursos asignados a este. Debe lograrse ese equilibrio, y para tal fin los postulados de la Ley Estatutaria de Salud son muy importantes. En todo caso quien es responsable y garante de la calidad del servicio es el médico.

Las condiciones laborales de los pro-fesionales de la salud solo tienen una vía para mejorar: la formalización laboral. Hay que cumplir las normas laborales

Hay que reinventar el Sistema de Seguridad Social en Salud: Fernando CarrilloEl Procurador General de la Nación asegura que es hora de revisar serena y técnicamente el actual modelo, así como el rol de las EPS y la forma de solucionar definitivamente el tema de las tutelas.

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EPICRISIS4 Edición 6 • Diciembre 2017 - Febrero 2018

ita con:

En el mundo entero a los residentes se les paga, no se les cobra: Roy Barreras

argumentos para apoyar la Ley de Residencias Médicas en Colombia

El senador del Partido de la U pide a los parlamentarios de la Comisión Séptima del Senado que den luz verde al proyecto de las residencias médicas porque en Colombia los médicos graduados no pueden seguir trabajando gratis.

El senador y médico de profesión Roy Barreras asegura que va a insistir en la aprobación del pro-yecto de ley que busca beneficiar a los residentes

médicos. Como promotor de la iniciativa legislativa, dice que quienes se oponen a esta propuesta están gravemente equivocados, puesto que no es cierto que el proyecto afecte a las facultades de medicina y mucho menos a los hospitales.

De acuerdo con el congresista, no es cierto que las residencias incrementen los costos académicos para las universidades. Las facultades de medicina tienen el deber de contratar a un cuerpo docente, explica, pero ese costo lo cubren con las matrículas de pregrado, que además son carísimas. “Esos son los mismos profesores que hacen las rondas o revistas para los residentes. Todos los que hemos pasado por ahí sabemos que no hay profesores de tiempo completo en las residencias. Es más, los residentes fungen de profesores, el R3 del R2 y éste del R1. Eso quiere decir que la universidad se está ahorrando el pago de nuevos docentes”.

De otro lado, los hospitales tampoco pierden con esta ley, agrega. “Qué diga cada hospital lo que factura mensualmente con lo que produce el residente en los servicios de urgencias, quirúrgicos y clínicos para que

veamos todo el dinero que gana el hospital con la presencia del residente”.

Según el senador Barreras, no es justo que los casi cinco mil residentes continúen trabajando gratis en todos los hospitales pú-blicos y privados, sin seguridad social y con turnos inhumanos. “El proyecto acaba con esa injusticia: por eso, se debe aprobar sin más demoras ni reformas”.

Para el senador del Partido de la U, lo único que está pendiente es afinar la fuente de re-cursos para el fondo nacional de residencias médicas que garantice el pago a los médicos que se especializan. Afirma que espera que los senadores de la Comisión Séptima, que son quienes tienen hoy esa decisión, le apuesten a los salvadores de vida y le tiendan la mano a los médicos del presente y del futuro. “Confío en que los senadores no cedan a la presión de aquellos que han convertido la salud y también la educación en salud en un gran negocio”.

El congresista está seguro de que las facultades de medicina, sobre todo las privadas, son las más recias enemigas de este proyecto de ley debido a que se les

1. Los residentes son profesionales capacitados que adquieren durante su proceso formativo mayores habilidades para solucionar proble-mas de acuerdo con la complejidad de su año de formación. Se convierten en personal re-solutivo y propositivo en el ámbito asistencial de las diferentes IPS. Como el resto del mundo lo ha reconocido, menos Colombia, dicha labor debe ser remunerada.

2. Los residentes inician su proceso formativo alrededor de los 30 años y terminan la espe-cialización en la mitad de la tercera década de vida. Solo hasta ese momento pueden co-menzar a pagar las cuantiosas deudas del pre y postgrado. A diferencia del resto de las profe-siones, el médico entra en la etapa productiva casi a los 40 años, lo que le impide desarrollar un proyecto de vida familiar, alcanzar metas personales o al menos haber cotizado algunos años al sistema de pensiones.

3. Las jornadas diarias de prestación de servi-cios de los residentes abarcan jornadas supe-riores a 12 horas continuas, más de 66 horas semanales. Las pocas horas que quedan no las pueden destinar al descanso, al deporte o a hacer investigación porque los residentes deben buscar ingresos económicos para poder subsistir mientras hacen la residencia. Eso sig-nifica sacrificar la calidad de su formación y la atención en los diferentes servicios médicos.

4. Las labores asistenciales y profesionales que desarrollan los residentes se tienen que con-jugar con la continua labor docente y de for-

mación médica. Deben acompañar y formar a estudiantes de diversos niveles de pregrado, internos e inclusive residentes de menor ni-vel. En muchas oportunidades los estudiantes pertenecen a diferentes instituciones de edu-cación superior, pero esto no limita la labor docente del residente.

5. Todas las actividades que realizan los residen-tes en la parte asistencial son facturadas al sistema de salud por el hospital. Los residentes se desempeñan como médicos hospitalarios, ayudantes quirúrgicos, cirujanos, médicos de urgencias y de consulta externa.

6. Dentro del sistema, los residentes son catalo-gados como estudiantes; sin embargo, deben estar afiliados a una ARP por las labores que ejercen y el riesgo al que se exponen a diario. Además pueden ser juzgados penal y civil-mente por actividades que realizan durante el proceso formativo.

7. Al ser parte y estar inmersos en el ambiente académico, los residentes deben desarrollar trabajos científicos y de investigación. En su época de residente, el doctor Oswaldo Borraez fue quien ideó la Bolsa de Bogotá con la cual se han salvado muchas vidas en todo el mundo.

8. Los especialistas que acompañan la labor edu-cativa de los residentes suelen ser los mismos profesionales contratados por las IPS, donde los residentes rotan. No son docentes contratados por la universidad.

9. La Ley Estatutaria de Salud 1751 de 2015, que entró en vigencia el pasado 16 de febrero de 2017, establece claramente en el artículo 18 que el talento humano en salud, del que evidentemente hacen parte los residen-tes, deberá ser amparado por condiciones laborales justas y dignas, con estabilidad y facilidades para incrementar sus conoci-mientos. Este artículo ha sido letra muerta hasta el momento. El proyecto de Ley 272 de 2017 pretende revivir y reivindicar el artículo porque tiene el mismo origen de la Estatutaria.

10. Ante el viacrucis de hacer una residencia, muchos profesionales prefieren emigrar en busca de mejores oportunidades a nivel educativo y de opciones viables para su cre-cimiento profesional. La fuga del talento hu-mano el país ha comenzado a padecerla y la crisis de la salud cada día se agudiza por falta de especialistas y profesionales idóneos.

Luis Carlos Leal AngaritaPresidente Asociación Nacional

de Internos y Residentes

[email protected]í[email protected]

10

impide que sigan cobrando lo que quieran durante la formación del especialista. “A las universidades les conviene que todo siga como está, puesto que en el re-caudo de las matrículas tienen una fuente de ingresos millonaria. Sin embargo, no es justo que a la gente le cobren por trabajar. Este es el único país en el mundo donde eso ocurre”, finaliza.

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5EPICRISIS

Edición 6 • Diciembre 2017 - Febrero 2018

Críticas al Proyecto de Ley de las Residencias Médicas

Pagar con recursos del aseguramiento

El senador Jorge Iván Ospina llama a una audiencia pública a los involucrados en la formación de los residentes antes de aprobar el proyecto de ley que cursa en el Congreso.

El senador de la Alianza Verde Jorge Iván Ospina afirma que el proyecto de ley que busca que los residentes

médicos se les pague al menos tres sa-larios mínimos más prestaciones y se reconozca su condición de profesionales sin que tengan que cubrir las costosas matrículas, no puede ser aprobado a pu-pitrazo limpio en la Comisión Séptima del Senado.

Después de que la iniciativa legisla-tiva fuera aprobada por la Cámara de Representantes el pasado 15 de junio, el congresista vallecaucano considera que el proyecto tiene un error en la metodo-logía porque primero debió ser discutido con todos los actores involucrados en la dinámica de la formación de residentes, como las universidades, las facultades de medicina, los hospitales universitarios y los ministerios de Educación y Salud. Para el senador Ospina el documen-to tal y como está, vulnera la autonomía universitaria. “La ley establece que las univer-sidades privadas están en libertad para fijar las tarifas a la hora de vincular a un residente y este proyecto de ley no puede descono-cer esa autonomía. Hay que llegar a un consen-so con las universidades para definir un piso ta-rifario y acabar con el abuso en el cobro de los posgrados”.

De otro lado, el exalcalde de Cali y exdirector del Hospital Universitario del Valle considera que la matrícula solo se debe condonar cuando hay una retribu-ción social en el ejercicio de la especialización. “Una vez que el residen-te sea especialista debe prestar un servicio social en la periferia del país, en las zonas apartadas, jus-tamente allí donde ningu-no quiere tra-bajar. Esa es

una de las formas de acortar la desigual-dad que existe entre las capitales y los municipios, pero desafortunadamente no quedó consignada en este proyecto de ley”.

Otro aspecto para debatir, según el Senador, es que no todos los re-

sidentes son iguales. “Debemos brindarles más apoyo a quie-nes provienen de los estratos populares, de la universidad pública y no cuentan con los mismos recursos ni las condi-ciones que tienen los médicos que pertenecen a las clases más privilegiadas y pueden

costear el pago de una residen-cia en un piso tarifario lógico y

no estrambótico como ocurre”.

Como médico cirujano del Instituto Victoria de Girón en La Habana, Cuba, y especialista en gestión de la salud de la Universidad Icesi, el congresista asegura que es hora de rediseñar el sistema de formación en residencias para evitar un problema de salud pública por la falta de especialistas en algunas áreas con alta demanda poblacional. “No podemos continuar con la hipertrofia en ciertas especialidades médico-quirúrgicas para las ciudades y la minusvalía en otras especializaciones para las regiones don-de la oportunidad para el acceso a una cirugía, a la interconsulta o a la ayuda diagnóstica resultan realmente aberran-tes”, puntualiza.

Como complemento y para fortalecer la calidad en el sistema de residencias, explica, el país necesita ajustar los cu-pos de las especialidades médicas a los cambios demográficos y epidemiológicos de población. “En Colombia faltan espe-cialistas y puede que tengamos el 97 por ciento de cobertura en salud, pero portar un carné no implica que exista atención oportuna y adecuada”.

En su opinión es casi obligatorio in-crementar u optimizar el número y el tipo de especializaciones en función de la actualización del conocimiento, los avances tecnológicos, la transformación del perfil sociocultural y las necesidades de atención de los habitantes.

La situación de los residentes refleja que hay una problemática multifac-torial, continua el Senador, pues más

allá de que reciban un salario, que por derecho les corresponde, se trata de ga-rantizar una alta calidad en la formación de los especialistas y de robustecer la presencia de los hospitales universitarios en todo el territorio nacional. “Cualquier médico que no se forme idóneamente termina generando altísimos costos para el sistema”, aclara.

Desde su punto de vista, la ley no se puede limitar a un sueldo; debe incorpo-rar el mejoramiento de los entornos aca-démicos, el acompañamiento de personal calificado, el suministro de los insumos y el acceso a tecnología de punta. “Sesgar el proceso formativo únicamente al sa-lario del residente, por más importante que sea, no proporciona una solución integral y definitiva al asunto”.

y amplio del salario de los residentes, así como para el fortalecimiento de los hospitales universitarios, que disponga de la tecnología de punta, los insumos y el personal de acompañamiento de alta calidad, como la que merecen nuestros médicos residentes”.

Para concluir, el congresista está convencido de que la crisis que padecen los residentes es otra consecuencia de

dejar la salud al libre juego de la oferta y la demanda. La mercantilización de los servicios de salud no logró aumentar la eficiencia y en cambio sí llegó a con-taminar el proceso formativo en salud. “En Colombia cambio todo el sistema, menos la dignidad que se le debe dar al residente y este espíritu de la ley lo com-parto plenamente”, recalcó el Senador del Partido Alianza Verde.Uno de los mayores inconvenientes

es que en Colombia los residentes tienen el estatus de estudiantes de posgrados. En la actualidad algunos se benefician de una beca crédito, que no siempre es oportuna ni cubre los gastos que deman-da la residencia, asegura. El proyecto de ley radicado contempla la creación de un Fondo Nacional de Residencias Médicas con cargo a la UPC y la gene-ración de un contrato de práctica laboral formativa que les garantice a los prac-ticantes los beneficios de los que goza cualquier empleado, sin embargo, para el senador Ospina lo mejor es destinar un porcentaje del total recaudado en el aseguramiento para cubrir el proceso formativo de los residentes y asegurar el pago oportuno de los salarios. “Mi pro-puesta es que de los cerca de 40 billones que tiene el aseguramiento se saque un porcentaje para el pago adecuado, digno

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ontroversia

Más voces avalan la propuesta de acabar con las EPS

ecno MEDClickSalud

El MinSalud, Mintic, Colciencias y Supersalud, lanzaron esta aplicación para que haya más transparencia y cercanía con los usuarios del sistema. La app facilita la compra de medicamentos, permite calificar la aten-

ción recibida, muestra el informe de las EPS e IPS que prestan los mejores servicios, brinda conocimiento acerca de diversas enfermedades, despliega las noticias sobre el sistema de salud y admite radicar peticiones, quejas o reclamos. La aplicación se descarga gratis para iOS y Android.

Platzi

Plataforma de e-learning, desarrollada en Colombia, que permite exponer contenidos de texto, foros, video en directo y pregrabado, en un sistema que asemeja a un tablero de salón de clases. Los usuarios cuentan con

profesores disponibles en cualquier momento, que ponen ejercicios, hacen exámenes, evalúan habilidades y los estudiantes que aprueban, reciben el diploma físico por correo. 

SICmóvil

Con el impulso de Gobierno en Línea del Ministerio de las TIC, la Super-intendencia de Industria y Comercio, junto a estudiantes emprende-dores desarrollaron una aplicación para facilitar trámites y apoyar la

solución de problemas claves para los colombianos. La app permite presentar una denuncia en línea y en tiempo real contra la violación a los derechos o normas de los consumidores en materia de protección al consumidor, telecomunicaciones y habeas data, adjuntando soportes como fotos o docu-mentos que se encuentren en el dispositivo móvil por la presunta violación a las normas de protección al consumidor. Disponible para Android - IOS

El economista y profesor José Roberto Acosta avala la iniciativa popular de eliminar a las aseguradoras porque considera que son los únicos que se están beneficiando de los recursos públicos y no hay quien las controle.

El 60 por ciento de los colombianos considera que la crisis de la salud es el principal problema que debe

resolver el próximo presidente, así lo confirman las últimas encuestas de opi-nión. Precisamente, un informe de la Superintendencia de Salud demuestra que hasta agosto del presente año se habían presentado 235.616 quejas por inconformidad en el servicio de salud.

Para el economista, abogado y pro-fesor del Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA) José Roberto Acosta, el sistema de salud está inmerso en un desorden financiero sin presien-tes, y sin dinero no hay calidad. Hace unas semanas Coomeva dejó de prestar atención sanitaria en 223 municipios con el argumento de que no podía garantizar financieramente el servicio de salud, lo que obligó a trasladar a 298 mil pacien-tes a otras EPS. Pero desde hace ocho meses dicha entidad es vigilada por la Superintendencia de Salud debido a una deuda de 240 mil millones de pe-sos. Como si fuera poco, tan pronto entró en funcionamiento Medimás, la EPS del consorcio Prestasalud, varios pacientes comenzaron a de-nunciar que los trámites aprobados por Cafesalud habían sido detenidos o cancelados.

Para el economista Acosta estas son señales claras de que el sistema ya no es sostenible. Dice que la venta de Cafesa-lud sigue dejando un manto de dudas, pues resulta que de los 1.4 billones de pesos que el consorcio se comprometió a pagar, solo va a desembolsar 30 mil millones de pesos; es decir, solo el dos por ciento del precio ofertado. Tampoco cree que vaya a mejorar la atención de los seis millones de usuarios, ya que Medimás se quedó con la misma red hospi-talaria de Cafesalud y no tiene experiencia como asegurador.

Lo que hay de-trás es esa compra, dice Acosta, es un carru-

sel financiero que deja al sistema de salud en el peor de los mundos. “A estas alturas no sabemos si en el negocio se incluyeron los pasivos, pero no es ex-traño que terminen desconociendo las deudas para trasladarlas al erario públi-co. Cuando logramos detener la venta de Cafesalud mediante una acción popular nos dijeron que no podíamos intervenir porque era un acuerdo entre privados. Sin embargo, cuando se les agotan los recursos acuden a los bienes públicos para que el Gobierno les vuelva a lle-nar las arcas con recursos del Fosyga o créditos de Findeter”.

La capitalización que Minsalud le hizo a Cafesalud por 200 mil millones en 2015 resultó una estafa para los co-lombianos, asegura el columnista. “El ministro Gaviria fungió de banquero. Le prestó miles de millones a una EPS quebrada con recursos que salieron del bolsillo de los colombianos y dos años después no ha revelado el plan de pago para que esos 200 mil millones vuelvan al antiguo Fosyga, ahora Adres. Lo más grave fue que con esa platica no evitó el descalabro financiero de Cafesalud ni la afectación a millones de usuarios”.

Un Seguro Social del siglo XXIEl sistema asegurador aplicado al de-recho fundamental de la salud es una

perversión conceptual que termina en una perversidad financiera en donde siempre pagan los públicos y ganan los privados, continúa el profesor. “Se socializan las pérdidas y se privatizan las utilidades. Nos transfieren la pres-tación de servicios y las deudas de las EPS, mientras sus accionistas se apro-pian de la UPC. Me pregunto cómo es

posible que el minSalud conceda de siete a diez años a las EPS que siguen con causal de disolución para que ajusten sus condiciones financiaras y se recuperen. Tal vez es por eso del to big to fail.

En su opinión, la mercantiliza-ción deformó el derecho de la salud;

por esa razón, es imperioso acabar con las EPS. “Se convirtieron en

entidades financieras de un sector y se desentendieron del tema de la salud. Como a cualquier asegurador, no les importa que el cliente enferme y muera”.

En Colombia están pro-hibidos los anticipos en la contratación, pero el sec-

tor salud es la excepción gracias al recaudo de la UPC, explica Acosta. “De ahí que la salud

sea tan atracti-va para los co-merciantes de lo público. Lo que ocurre es que tenemos a un Ministro y a un Super-intendente de

Salud que han servido de asesores financieros de las EPS quebradas, pero dejaron de ser los organismos que las vigilan y controlan. Así como en su momento Saludcoop construyó un emporio empresarial con el dinero de la salud, estoy seguro de que el banco Coomeva no está quebrado, así la EPS venga con un patrimonio negativo desde 2015”.

Para el economista, el próximo pre-sidente tendrá que aumentar el aporte a la salud de empleadores y trabajadores formales para poder garantizar los ser-vicios básicos a la población. De forma simultánea, debe buscar el mecanismo para que los independientes que no aportan al sistema de seguridad social, esa población flotante, paguen al menos un punto más de retención en la fuente que se pueda destinar a la salud.

Siguiendo el consejo de que alguien tiene que llevar la contraria, señala el profesor, quizá el Instituto de los Seguros Sociales existió en el tiempo equivoca-do. Con la tecnología actual, la interco-nexión, las aplicaciones digitales y el mundo virtual, puede ser el modelo que el país necesita. “Muchos dicen tener la mejor voluntad para hacer una reforma que lleve a que el actual sistema fun-cione, pero esta crisis no se arregla con intenciones sino con plata”.

FOTO: ALEJANDRO ACOSTA-REVISTA DINERO.

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A los pocos meses de entrar en funcionamiento Medimás EPS, las quejas por el mal servicio en diferentes zonas del país no disminuyen.

Quienes en su momento se pronunciaron acerca de la legalidad de la venta de Cafesalud y la capacidad del consorcio Prestasalud para atender a los 5.6 millones de usuarios, ahora dicen que esa venta se efectúo para pagar unos pasivos y no para mejorar la atención en salud de la población.

El doctor Juan Carlos Giraldo, presidente de la ACHC, recuerda que al momento de la venta Pres-tasalud hizo muchas promesas que no ha cumplido. Dice que el consorcio se comprometió a preservar la totalidad de la planta de personal, a mejorar la red prestadora de servicios y a implementar un nuevo modelo de atención integral. “Primero afirmó tener 180 Instituciones Prestadoras de Servicios (IPS) con la suficiente destreza para todos los niveles de com-plejidad. Después dijo que eran 800 IPS y por estos días, que son más de mil en todo el territorio nacional. Precisamente, esas son las clínicas y hospitales que los pacientes están esperando para que les resuelvan sus dificultades de salud”.

Lo más preocupante, según Giraldo, es que Pres-tasalud solo ha desembolsado 18 mil millones de pesos de los 1.45 billones de pesos que acordó pagar por la

adquisición de Cafesalud. Explica que dicha firma to-davía no ha demostrado su capacidad de pago, nadie sabe si tiene el capital para respaldar el monto acordado y si tendrá los recursos suficientes para cancelarles a los acreedores de Saludcoop. “Desde un principio advertimos que ese grupo de clínicas y hospitales no contaba con experiencia en el aseguramiento y que debía demostrar su idoneidad para responder a las necesidades de millones de usuarios”.

Al igual que lo hizo la Contraloría, la ACHC había manifestado que con un patrimonio negativo cercano a los $52.000 millones en 2013 y las sabidas dificultades administrativas, Cafesalud no estaba en capacidad de recibir a los cinco millones de afiliados de Saludcoop. “Advertimos que el crecimiento exponencial y repen-tino de una EPS generaría un problema muy serio para el sistema de salud. Le pedimos al Gobierno que redistribuyera a los usuarios afectados entre las EPS que estuvieran al día en los estándares de acreditación técnica y financiera”.

Conflicto de interés: ¿IPS o EPS?La liquidación de Saludcoop solo ha desencadenado más problemas, agrega Giraldo. El Gobierno se obsesionó con crear una EPS gigante, sin reparar en lo acciden-tado que había sido el proceso de la intervención. Ese no era el camino correcto, señala. “Nuestra propuesta era dejar a Cafesalud con el número de afiliados que tenía e iniciar un procedimiento de endeudamiento público que permitiera dar la liquidez al sector pres-tador en el corto plazo para poder pagar las deudas dejadas por la EPS Saludcoop en liquidación. Una vez saldadas las cuentas, se podía hacer la transición de los usuarios y vender la EPS para saldar el préstamo público”.

Para Giraldo, tan pronto el Gobierno trasladó a millones de colombianos a una entidad que ya estaba funcionando mal y que no contaba con capacidad en la red prestadora ni siquiera con un buen sistema de información, engendró un nuevo agente de cartera hospitalaria y el remedio resultó peor que la enfer-medad. “Lo más preocupante es que cuando las EPS no cumplen con las obligaciones, no pagan a las IPS ni al personal, la salida del Gobierno es darlas como medio de pago para que cubran la deuda”.

Para el presidente de la ACHC, llegó el momento de depurar las funciones de cada uno de los agentes del sistema. Asegura que no se tata de mezclarlos a todos o de que todos sean los dueños del sistema. “Los hospitales no somos los recicladores de entidades quebradas y tóxicas. Las IPS no se pueden apoderar del negocio de aseguramiento. Como prestadores de servicios de salud no tenemos la experticia de los economistas. Nosotros debemos concentrarnos en hacer lo que sabemos hacer: atender, operar y aliviar a la gente”.

Como gremio hospitalario solicita que los entes de control estén atentos a los movimientos de Medimás y al cumplimiento de las obligaciones de Prestasalud en los plazos y condiciones acordadas. “La Contraloría está reclamando el dinero del crédito para buscar el resarcimiento al patrimonio del sistema de salud y darle cierto respiro a las finanzas. Esa es una buena noticia y confiamos en que se pongan al día con las acreencias de la red prestadora. Pero pedimos que el Gobierno haga respetar los topes de integración vertical para que la UPC tenga un límite máximo de gasto del 30 por ciento en las entidades propias y del 70 por ciento en las instituciones independientes”.

Breve análisis comparado del Sistema de Seguridad Social

Juliana Herrera Vanegas

El Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) surge con la Ley 100 de 1993 bajo los lineamientos de organismos como el Banco Mundial, la Organización Panamericana de la Salud y el Banco Interamericano de Desarrollo hacia Latinoamérica y el Caribe, sopor-tados en Colombia por la naciente Constitución que se convirtió en la puerta de entrada de una serie de políticas neoliberales de las cua-les la sanidad no escapó.

El modelo se fundamentó en la privatización, la competencia, el aseguramiento, la reducción del rol del Estado, en la regula-ción y garantía de los derechos a la salud e inclusive a la vida, además de la descentralización del sistema, donde la gestión en salud empezó a recaer en los departamentos, gene-rando fraccionamiento del servicio; similar al sistema de salud en Estados Unidos, regulado por el Health and Human Services (HHS) que, tanto en lineamientos económicos, como en los efectos causados a la Salud Pública, tiene gran similitud con el modelo colombia-no salvo por algunas variantes, pero con los mismos resultados: profesionales de la salud que no pueden

ejercer idóneamente, pacientes que deben adquirir grandes deudas para poder acceder a la atención y un gran aparato que en la práctica no ejerce un tra-bajo productivo: no son IPS; no son profesionales de la salud; no son pacientes; sin embargo, se llevan la mayor parte de los recursos del sistema.

Las EPS, que al igual que las Aseguradoras en el

HHS, cumplen un papel de intermediación y asegura-miento; gestionan la contratación en salud con la pobla-ción del régimen contributivo mientras que por medio del SISBEN (que en el modelo norteamericano serían análogos el Medicare, el Obama care, el Medicaid y el State Children’s Health Insuranse Program) da la atención y cobertura al régimen subsidiado con los dineros del Fos-yga y los aportes del Estado. Esto llevó a una cobertura

“Hay injusticia cuando se identifica una inequidad y hay más justicia cuando se supera tal inequidad”.

Mario Hernández Álvarez

del 96,7% a 2015; sustento del go-bierno nacional y de la OMS para justificar el modelo. Sin embargo, no se puede tomar la cobertura como único parámetro de estudio. Las falencias del sistema no radican allí, sino en la calidad del servicio. La intermediación ha provocado: mal manejo de los recursos de los contribuyentes y del Estado, con la consecuente pauperización e incluso negación de la atención; un gasto considerable del PIB en salud (al-rededor del 7%, de los más altos en la región); déficit presupuestal de las IES, degradación de las condiciones de los trabajadores de la salud, por mencionar algunos aspectos que evidencian la necesidad de un cambio.

Las EPS se convirtieron en cheques al portador: ACHC

La Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) afirma que la finalidad de la venta de una EPS debe ser mejorar el servicio de salud. No se puede dar a los acreedores como parte de pago.

Juan Carlos GiraldoPresidente ACHC

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ctualidad

1. ¿Está seguro de que la consulta popular que propone liquidar las EPS esconde algunos intereses políticos?Es obvio que la consulta popular esconde intereses políticos, porque la discusión sobre el sistema de salud para Colombia es y debe ser eminentemente política, como ocurre en cualquier país. Los demócratas y los partidarios de la libre competencia tienen, a manera de ejemplo, una posición radicalmente distinta a la de los partidarios de la izquierda o a los comunistas. Si uno sigue los planteamientos de un líder de izquierda como el Senador Robledo, o de otros colegas suyos de izquierda ve claramente su orientación hacia un sistema estatal sin participación privada. Lo mismo sucede con Petro como lo demostró en su alcaldía. Eso no significa que existan otros intereses entre quienes promueven la consulta que plantea liquidar las EPS, algunos pueden ser altruistas, en otros casos se esconden intenciones comerciales o económicas.

2. Entonces, ¿a qué le atribuye el aumento de las quejas por parte de los médicos y los pacientes del desempeño de las EPS?Muchos pacientes se quejan de problemas por el des-empeño de EPS, IPS y médicos. Afortunadamente en este país la gente se puede quejar, o acudir a la tutela, o promover consultas populares. Lo mismo no se puede hacer en regímenes dictatoriales. ¡Qué aprovechen la democracia!

3. ¿Por qué le parece un riesgo para el país acabar con las EPS?El riesgo de acabar con las EPS es precisamente que nadie va a asumir el riesgo en salud que la población le traslada a las aseguradoras; el gobierno nunca lo ha hecho estrictamente porque sabe que entre éste y el afiliado está la EPS para que responda directamen-te ante el asegurado, ya sea para corregir una falla, prestar un servicio o para su pago. Ningún gobierno con algún grado de sensatez asumiría semejante riesgo. No es por cariño con las EPS sino porque los gobernantes saben que en Colombia un ente públi-co no es capaz de responder la por la atención de la salud de 50 millones de personas como hoy lo hacen EPS, IPS y médicos.

4. ¿Estaría de acuerdo con transformarlas para que dejen de ser intermediarias financieras de los recursos de la salud?Es un error afirmar que las EPS son simples interme-diarias financieras o pagadoras como piensan algunos. Las EPS tienen funciones de articulación de otros agentes (red integral) de gestión integral del riesgo, de representación del afiliado, de responsabilidad sobre la atención, de pago de lo que aseguran y aún de lo que no aseguran (el NO POS) que no son una intermediación.

5. ¿Cuáles son las razones para oponerse a que el Gobierno u otra

entidad gire directamente a las clínicas, hospitales

y centros de salud el dinero para la

atención médica sin pasar por las

EPS?Una gran proporción del giro se está haciendo di-rectamente del Fosyga y desde los Departamen-tos a las IPS y provee-dores. Hemos solicitado desde las EPS que los re-cobros se paguen direc-tamente a las clínicas y demás proveedores para

evitar circuitos innecesa-rios. También desde hace

años Acemi viene solicitan-do que el recaudo lo realice

directamente el gobierno. Sin embargo, una de las funciones

de la EPS es cuidar los fondos pú-blicos escasos, y si el giro de todo el

recurso se hace a directamente a IPS y proveedores, sin ningún control como

algunos desean, las finanzas del sistema se arruinarían en pocos meses. La función de

pago, es en realidad una tarea de control para evitar

Afortunadamente en este país la gente se puede quejar: AcemiEl doctor Jaime Arias, presidente de Acemi y exministro de Salud, habló con el Colegio Médico Colombiano acerca de la consulta popular que pretender modificar a las EPS.

abusos en la facturación, los cuales en manos de un ente público se vuelven incontrolables.

6. ¿Cuál cree que es el mejor camino para lograr que las EPS paguen las deudas que tienen con las IPS con el fin de que puedan mejorar la calidad de la atención?Las EPS están en disposición de pagar sus obligacio-nes cuando a ellas se les pague por lo que hacen, o han hecho en el pasado. Algunas personas quieren ignorar que las EPS han perdido sus patrimonios en la última década por los dineros que el Fosyga glosó y nunca pagó. El detrimento ha sido calculado en cerca de seis billones de pesos que equivale a las deudas más de 90 días de éstas con los hospitales. Los críticos de las EPS ignoran que la siniestralidad de las EPS del régimen contributivo, según informa la Supersalud, llegó en diciembre de 2016 a la increíble cifra de 99.55 por ciento y que en su conjunto tuvieron pérdidas de más de un billón al terminar ese año. Sería bueno que se hiciera la cuenta de lo que las aseguradoras están pagando anualmente a sus contratistas y a la red y compararan esa cifra con las deudas antiguas. Casi todos los ingresos de las EPS se convierten en pagos, de ahí el nivel de siniestralidad.

7. ¿Cómo piensa defender la figura de las EPS si se aprueba la propuesta popular?La defensa de las EPS en una consulta popular la deben hacer los afiliados. Los millones de personas que reciben servicios. No será difícil defenderlas si se tiene en cuenta que las dos encuestas más serias y técnicas que se adelantan anualmente en Colombia, la de Calidad de Vida del Dane y la del Ministerio de Salud, coinciden en que más del 80 por ciento de los encuestados expresa que está satisfecho con su EPS y la recomendaría a otras personas. La defensa será diciendo la verdad, hablando de los aciertos, pero también de las fallas y los errores, ya que entre todos los colombianos estamos construyendo el sistema de salud.

8. ¿Qué le responde a quienes afirman que el esquema de las EPS como “negocio”, ocasionó el fracaso de la Ley 100 al empeorar la calidad del servicio?Es posible que el esquema de EPS como “negocio” haya fracasado para la mayoría de ellas, pero no para el país. La Ley 100 es de lejos la norma legislativa que mayor impacto ha tenido sobre el bienestar de la población colombiana y la que más ha contribuido a enfrentar los efectos de la pobreza. En el sistema de salud más del 90 por ciento de los actores (EPS,IPS y médicos) son operadores privados. El eslogan que utilizan algunos escribiendo en las pancartas que “la salud no es un negocio”, es un distractor de quienes no quieren que los miren a ellos como usufructuarios del sistema.

Jaime Ariaspresidente de Acemi.

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El pasado 28 de julio un grupo de organizaciones del sector salud y de usuarios del sistema prove-nientes de distintas regiones del país radicaron

ante la Corte Constitucional una alerta ciudadana con el fin de que el máximo órgano de la rama judicial investigue el posible desvío de recursos públicos de la salud. La petición la hacen porque consideran que tres de las normas emitidas por el Ministerio de Salud y Protección Social permiten que la plata que ingresa al sistema por el recaudo de la UPC pueda subvencionar las operaciones de las EPS.

La acción pretende detener el riesgo de que se desvíen recursos fiscales y parafiscales que financian la prestación del servicio público esencial de la salud. Según la doctora Carolina Corcho, vicepresidenta de la Federación Médica Colombiana y miembro de la Gran Junta Médica Nacional (GJMN), la expedición de los decretos 2702 de 2014, 2117 de 2016 y 718 de 2017 están diseñados para aumentar el lucro de las EPS y no para garantizar el derecho a la salud de los colombia-nos. “Esas normas flexibilizan las regulaciones que se tienen que ejercer sobre las EPS y les da una patente de corso para que desarrollen un modelo de atención basado en la mitigación del riesgo en salud con el fin primordial de que recuperen su equilibrio financiero, incluso induciendo a que los estados contables y los indicadores financieros de las aseguradoras no reflejen la veracidad del manejo de los recursos entregados con una destinación específica para la salud, lo que coloca en grave riesgo la salud de los ciudadanos”.

Todo esto se debe, explica la doctora Corcho, a que el ministro de Salud continúa transitando por la Ley 100 cuando desde hace dos años el país debió empezar a recorrer la ruta trazada por la Ley Estatu-taria de la Salud. “La GJMN le ha pedido al Gobierno

en varias oportunidades que comience a discutir el proyecto de reforma ordinaria para corregir el modelo actual, que tiene dos graves problemas: primero, está en contra del orden constitucional porque choca con los principios de la estatutaria, y segundo, en la práctica es un sistema inviable por la crisis per-manente en la que se mueve con trabajadores sin pago, pacientes desatendidos, hospitales en banca rota, falta de recurso humano y de insumos, corrupción, entre otras”.

El proyecto de la ley 100 fra-casó cuando propuso que la salud fuera una mercancía, reitera la doctora. “El Gobierno no fue ca-paz de regular el mercado y en estos últimos 20 años han madu-rado las fuerzas materiales que

no quieren dejar el monopolio. Una cosa es devengar unos honorarios y otra muy diferente es que se colo-quen fichas en todos los eslabones de la cadena que se enriquecen a costa de la población enferma. No pode-mos seguir con decretos y resoluciones que busquen arreglarles el negocio a unas EPS para ver si se mejora la atención de la población”.

La ley estatutaria, considerada el nuevo juramento hipocráticoCada día aparecen más quejas y denuncias acerca del actual servicio de salud. Por ende, para la GJMN el país atraviesa la crisis más profunda del sector salud debido a la falta de medidas que solucionen de manera estruc-tural y definitiva la problemática del sistema, que no es el mejor ejemplo de una política pública coordinada.

Algunos expertos plantean nuevas regulaciones para que el modelo sea sostenible en el tiempo y que pueda garantizar un servicio con calidad y oportunidad, pero las voces autorizadas y la propia GJMN insisten en que la implementación de la estatutaria es el marco sobre el cual se puede avanzar para resolver los pro-blemas estructurales del sistema. La Ley fue diseñada por los mejores arquitectos que tiene el estado social de derecho y la medicina, señala Corcho. “Es perfecta porque agrupa a los gremios médicos en articulación con los pacientes, los diversos componentes sociales y la Corte Constitucional. La estatutaria es el nuevo juramento hipocrático gracias a que se centra en la dignidad de los profesionales, la autonomía médica y la atención de los pacientes”.

Pero, sin duda alguna, el mayor logro para el país de las últimas dos décadas está en que la estatutaria

Alerta por posibles beneficios económicos para las EPS

La Gran Junta Médica Nacional pide a la Corte Constitucional que tome las acciones pertinentes en defensa del derecho a la salud de los colombianos. Para el organismo que diseñó la Ley Estatutaria se requiere un pacto social por la salud para implementar la norma sin más demoras.

determinó que la salud es un derecho fundamental, una obligación del Estado, enfatiza la vocera. Sin embargo, al revisar el contexto de la salud en el país hay muchos elementos que hacen cuestionar lo estipulado en la ley. Para empezar, dice Corcho, frente a un derecho fundamental, que es universal, se deben acabar los regímenes de afiliaciones. “No puede haber un plan para los ricos y otro para los pobres, uno contributivo y el otro subsidiado. Con el solo hecho de ser ciudadano y residente del territorio nacional se tiene el derecho a acceder a los servicios de salud; eso no riñe con el deber de cotizar y tributar”.

Urge una reforma estructural Para que un sistema de salud funcione se requiere el liderazgo real y permanente por parte del ministerio de Salud. En Colombia, los ministerios que intervienen en la supuesta regulación del mercado; es decir, salud, educación y trabajo han sido tan laxos que resulta imposible controlar el mercado, asegura la vicepresi-denta. “Ha resultado tan cancerígeno el negocio de las EPS como la intermediación laboral. El ministerio de Trabajo no ha tomado medidas sobre los contratos de prestación de servicios. Los médicos son trabajadores misionales, subordinados y que deben cumplir un ho-rario; por lo tanto, los contratos por orden de prestación de servicios son ilegales. Dónde están las sanciones para quienes tercerizan el trabajo de los médicos”, se pregunta.

A lo anterior se suma que hay un número incier-to de médicos extranjeros que están trabajando en la ilegalidad y con honorarios más bajos. Diversas organizaciones han denunciado dicha condición en diferentes escenarios, pero la única respuesta ha sido la indiferencia de los entes encargados, dice. “Cree-mos que permitir la llegada de migrantes y suavizar los requisitos para la convalidación de títulos para que cualquiera pueda ejercer la medicina en el país es una política del Gobierno que quiere tener médicos a granel para pagarles más barato. Con el principio de la libre oferta y demanda, poco importa la calidad de la atención y del talento humano en salud”.

Para finalizar, Corcho agrega que la GJMN cree que el país tiene dos opciones: puede generar una transición para darle un vuelco al sistema e irlo orientando pau-latinamente con sensatez hacia el esquema plasmado en la ley estatutaria, o también puede seguir adoptando medias de choque que a largo plazo solo agudizarán más la crisis. “Eso último es como seguir incrustando el cuchillo en el herido y eso, precisamente, es lo que está haciendo el Gobierno”, puntualiza.

Doctora Carolina Corcho, vicepresidenta de la Federación Médica Colombiana

¿Mipres pasó el examen?A casi el 70 por ciento de los pacientes se le entrega la totalidad de los medicamentos formulados por el médico, pero falta corregir algunas deficiencias que impiden cumplir con la finalidad de esta herramienta tecnológica.

Después de once meses de la puesta en marcha del aplicativo Mipes, el ministerio de Salud dice que los tiempos de entrega de medicamentos siguen

mejorando y que está trabajando para eliminar las ba-rreras que aún persisten para el acceso a los servicios que no se encuentran incluidos en el Plan de Beneficios en Salud con cargo a la UPC (antes llamado No POS)

De acuerdo con el director de Administración de Fondos de la Protección Social del minSalud, Álvaro Rojas Fuentes, con aprobación de la Ley Estatutaria

que consagra la salud como un derecho fundamental, cualquier colombiano tiene dos vías para acceder a los servicios, medicamentos o procedimientos que requiera. La primera es a través de la protección co-lectiva con cargo a la UPC y la segunda, por medio de la herramienta Mipres.

Las cifras de las prescripciones y la entrega oportu-na de todos los medicamentos demuestran que, según Rojas, la aplicación ha dado buenos resultados. Siete meses después de la implementación de Mipres, el 66

por ciento de los usuarios había recibido de manera oportuna los medicamentos prescritos a través de esta herramienta, y el 72 por ciento obtuvo todo lo orde-nado por el médico.

Ante la crítica de los medicamentos que no parecen en el programa del software, Rojas aclara que las tablas de referencia de MIpres se configuran con los listados de referencia basados en la normatividad que tiene el Gobierno. “Todos los medicamentos que tienen registro sanitario están incluidos en Mipres y solo se excluyen aquellos que no cuentan con la aprobación del Invima, tal como lo determina la Ley Estatutaria. En cuanto a los procedimientos, la aplicación se ciñe a la Clasificación Única de Procedimientos en Salud (CUPS)”.

Cuando algún procedimiento no aparece en el pro-grama, Rojas precisa que son las sociedades científicas las encargadas de reportar las necesidades de actua-lización de los CUPS al ministerio de Salud para que expida la resolución y el procedimiento se incorpore en Mipres.

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EPICRISIS10 Edición 6 • Diciembre 2017 - Febrero 2018

Colombia: una nación en el servicio de urgencias

ormativa:

Carolina McCormick Sandoval Abogada Coalición Nacional

de Sindicatos Médicos

La más reciente década se ha carac-terizado por el mayor cúmulo de inconformidades relacionadas con

el sistema de salud colombiano. La salud de los ciudadanos que recientemente fue reconocida como un derecho fun-damental, se ha instalado de manera permanente, y figurada, en el servicio de urgencias.

Las acciones de tutela, las inspec-ciones por cuenta de los organismos de control, las quejas presentadas por los escasos dolientes de la justicia, y lo poco que nos queda de dignidad, ni siquiera son atendidas con la prontitud de una cita prioritaria. Los colombianos nos acostumbramos a manifestar nuestra voz de protesta para que nos atiendan “con urgencia”, pero no hemos podido despertar la conciencia suficiente para admitir que apagar los incendios no solo nos desgasta; sino que permite que los abusos sean parte de nuestra coti-dianidad.

En Yopal, la salud sigue en estado crítico

La doctora Linibeth Cruz, médica Pediatra, líder del Sindicato de Mé-dicos y Especialistas de Casanare

(Sinmedcas) asegura que los médicos que se han atrevido a hacer públicos los atropellos e irregularidades que se vienen cometiendo en el Hospital de Yopal E.S.E. desde junio de 2016, ahora son perseguidos y muchos se han tenido que ir del departamento a buscar otras plazas de trabajo.

Después del cambio de la gerencia empezaron a desmejorar las circunstan-cias laborales y a desconocer los acuer-dos pactados con los profesionales de la salud, explica la doctora. En ese mo-mento los médicos internistas, pediatras y ginecólogos se rehusaron a firmar los nuevos contratos, razón por la cual el se-cretario de salud departamental decretó la emergencia funcional para justificar

la falta de prestación de servicios en las especialidades básicas de segundo nivel. Esto, además, se convirtió, según la líder sindical, en un mecanismo de presión para obligarlos a aceptar las condicio-nes laborales con una reducción de las tarifas de 25 mil a 23 mil pesos la hora y el pago por orden de prestación de servi-cios con renovación cada mes o máximo cada tres meses. “Hace cinco años que los profesionales de la salud no reciben un aumento de sueldo que se ajuste a la ley y ahora el gerente pretende que ganen menos de lo que tenían en 2015. Los especialistas terminan casi con un 40 por ciento menos del salario por el pago de retenciones y demás impuestos, cuando en realidad hacen el trabajo de planta y son trabajadores misionales que no deberían estar sujetos a la modalidad de prestación de servicios”.

Lo anterior obligó a los médicos ge-nerales a buscar más turnos para com-pensar lo que antes devengaban, pero diez de este grupo de médicos no sopor-taron la presión y renunciaron. Hasta el momento no han sido reemplazados y otros 40 médicos generales se negaron a firmar los contratos a partir del 1 de julio.

Los médicos piden ayuda a la ProcuraduríaLa situación condujo a que los médicos entraran en asamblea permanente y a que se sindicalizaran para tratar de ser escuchados. Más de cien médicos del Hospital, entre generales y especialistas, han denunciado ante el Procurador Ge-neral de la Nación los despidos masivos, la ilegalidad de los contratos, la falta de pago de la prima para los pocos que aún mantienen contratos de planta, el daño causado por la tercerización laboral y la escasez de insumos para garantizar la atención a los pacientes. Para la docto-ra Cruz, las decisiones tomadas por las directivas del Hospital de Yopal desde el punto de vista del talento humano que-brantan las normas del código laboral y vulneran por completo los derechos de los trabajadores del gremio médico. “Es inaudito que el actual gerente Ronal Roa haya acabado hasta con las zonas ade-cuadas para el descanso de los médicos que tienen turnos de 12 o más horas, mientras despilfarra los recursos públi-cos en la compra de una camioneta de 140 millones”, dice.

En el departamento no existe otro hospital con la capacidad para aten-

der las necesidades sanitarias de la po-blación. Por eso, los médicos y demás profesionales de la salud son el recurso fundamental, pero con la actual admi-nistración la calidad en la prestación ha sido la más afectada. “En ocasiones queda un solo médico general para ocuparse de 80 pacientes, lo cual significa un riesgo tanto para el enfermo como para el pro-fesional. Los médicos trabajan más horas de las permitidas a cualquier trabajador colombiano”, señala Cruz

Los galenos piden a los entes de con-trol que investiguen la serie de irregu-laridades que ocurren al interior del Hospital. Para el sindicato claramente hay beneficio de unos pocos que son los que tienen y han tenido el poder a lo largo de mucho tiempo.

Hay que recordar que a mediados de este año los exgobernadores de Casanare Oscar Raúl Iván Flórez Chávez y William Hernán Pérez Espinel fueron hallados responsables fiscalmente por el daño patrimonial durante la construcción y dotación del Hospital Nuevo de Yopal, que se demoró nueve años en obra y 13 años para ponerla en servicio. El fallo de segunda instancia lo determinó la Contraloría General de la República, donde aseguró que los exgobernadores incurrieron en detrimento patrimonial por un monto de más de 59.000 millo-nes de pesos, por las inconsistencias y falta de planeación en la construcción del principal centro de atención hos-pitalaria que fue puesto en marcha en 2015.

Todas las organizaciones que re-presentan al gremio médico en las dife-rentes instancias: gremiales, laborales, científicas y académicas están llamadas a intervenir frente a la desidia y desinte-rés de los estamentos gubernamentales que con su silencio contribuyen a los atropellos y vulneraciones de principios constitucionales y demás normas que revisten de suma relevancia los derechos a la salud, la vida y las condiciones de trabajo justo y digno para el personal mi-sional permanente del sistema de salud.

Las respuestas cíclicas y constantes, que remiten de una entidad a otra las quejas, preocupaciones y denuncias interpuestas por los actores del sistema de salud, rayan con la complicidad del actuar de aquellos que, por mantener instituciones financieramente estables, hacen uso público y abierto de cuanta ilegalidad y argucia se les pasa por la cabeza.

Las cuestionables condiciones de atención a los pacientes y los abusos laborales a que son expuestos los mé-dicos en Colombia, ya no dan espera. O las organizaciones del gremio médico se

reconocen como una unidad ca-paz de actuar en absoluto respeto de su autonomía, m a x i m i z a n d o sus potenciales; o de lo contrario se verán inmersos en una situación de menosprecio que no es suscep-tible de cuantifi-cación, pues la dignificación de un gremio y su fortalecimiento no son objeto de medida.

Nos falta consciencia sobre nuestra realidad, asumir que el sistema de salud es uno solo y, por lo tanto, no hay con-sentidos ajenos a su devenir; nos falta exigir cambios en los cimientos de este fatídico sistema que se llevó por delante todos los alcances sociales y económicos que en otrora merecieron pacientes y médicos.

Pero por fortuna nos sobran ganas, motivos de impulso y necesidades in-minentes para exigir conjuntamente el reconocimiento y respeto del actuar profesional médico que ha permitido que todos los colombianos soñemos con tener y mantener una vida digna que supere, figurativamente, su estancia en el servicio de urgencias.

Los médicos del Hospital de Yopal esperan que con la intervención del procurador Fernando Carrillo se solucione la crisis por la que atraviesan y piden que respeten sus derechos como trabajadores.

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11EPICRISIS

Edición 6 • Diciembre 2017 - Febrero 2018

Grasas saturadas versus

carbohidratos

El envejecimiento no es solo un pro-ceso individual sino que es un fe-nómeno colectivo, y es lo que se

denomina envejecimiento demográfico. Ocurre cuando se presenta un aumento significativo en el número de adultos mayores en paralelo con la disminu-ción en el porcentaje de jóvenes, como consecuencia de la caída de la natalidad.

Los avances logrados en el trata-miento de las enfermedades que antes eran mortales o en las patologías cróni-cas, sumados al desarrollo de la industria farmacéutica también han contribuido a la prolongación de la expectativa de vida de la población. Esta inversión en la densidad de las generaciones se ha extendido en los cinco continentes; sin embargo, en América el proceso se ha vivido con más rapidez que en los países desarrollados.

En el VI Seminario Actualización de Cuidadores, Cuidado del Adulto Mayor, del doctor Carlos Cano, médico geriatra y director del Instituto de Envejecimien-to de la Universidad Javeriana, aseguró que mientras la población mundial crece a una tasa anual de 1,7 por ciento, los adultos mayores se incrementan en el orden del 2,5 anual. Las cifras indican que Colombia está experimentando una

acelerada transformación demográfica, caracterizada por un apremiante in-cremento del grupo poblacional mayor de 60 años. Mientras que a mediados del siglo pasado el país tenía 600.000 adultos mayores, en 2001 registró tres millones y para 2050 se estima que ha-brán aproximadamente 15 millones en el territorio nacional.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la Región de las Amé-ricas en 2010 la población de 60 años y más alcanzaba el 13.1 por ciento de la población total, con un índice de enveje-cimiento de 53 adultos de 60 años y más por cada 100 niños menores de 15 años, y 49 adultos de 75 años y más por cada 100 niños menores de 15 años.

El envejecimiento de la población es un reto para la medicina y los sistemas de salud, ya que se tiene cada vez más pacientes ancianos con comorbilidades, muchas de ellas de alto costo. En estudios previos la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría demostró que el 9,3 por ciento de los adultos mayores viven solos. Hay que tener presente que los adultos mayores sufren más enfer-medades crónicas y se hospitalizan con mayor frecuencia.

La situación se vuelve aun más crí-tica porque no hay suficientes médicos especialistas para atenderlos. Si bien desde 1982 hasta la actualidad se han formado 2.000 gerontólogos en Colom-bia, de estos apenas hay un 4 por ciento en actividad. Lo más alarmante es que el 72 por ciento de esta población no pue-de acceder a un centro especializado en cuidados geriátricos ni a un cuidador.

Lo anterior indica que Colombia debe comenzar a ajustar los servicios de salud hacia el cuidado del adulto mayor con especial énfasis hacia la medicina pre-ventiva. Pero aumentar la calidad de vi-da de las personas mayores precisa de la intervención multisectorial, del talento humano capacitado y de mayor acceso para la atención de la salud.

La relación de causa efecto entre el consumo de grasas saturadas, carbohidratos y enfermedad cardiovascular vuelve a encender el debate acerca

de los beneficios de reducir o reemplazar algunos alimentos por otros.

Dos mil millones de personas en todo el mundo son obesas o tienen sobrepeso, una señal de que la epi-

demia de obesidad se ha convertido en un problema de salud que no respeta las barreras geográficas o socioeconómicas.

La creciente cantidad de personas que mueren por enfermedades asociadas con el peso constituye una preocupación real para los profesionales de la salud y las autoridades de salud pública. Lo paradójico es que nunca antes se tenía tanto conocimiento acerca de los me-canismos de la saciedad y el apetito o del comportamiento del organismo ante determinada patología.

Existen múltiples estudios con resul-tados muy diversos y a veces contradic-torios con respecto a qué, cómo y cuánto comer. Hace unos días apareció en la revista médica The Lancet el estudio Prospective Urban Rural Epidemiology (PURE) que cuestiona la teoría avalada

por décadas de que las grasas, especial-mente las saturadas, son perjudiciales para el corazón.

Hasta ahora las recomendaciones internacionales habían sido contun-dentes en fomentar la reducción en el consumo masivo de productos de origen animal y promover el consumo de vegetales, frutas y verduras, dados los múltiples beneficios en salud cardio-vascular, enfermedades metabólicas y cáncer. Las directrices globales actuales recomiendan que de un 50 a un 65 por ciento de las calorías diarias de una persona provengan de los carbohidra-tos, y menos de un 10 por ciento de las grasas saturadas.

No obstante, los investigadores del Instituto de Investigación sobre la Salud de la Población de la Universidad Mc-Master, en Ontario, analizaron las mues-tras de 135.000 personas, de 35 a 70 años, en 18 países durante más de siete

años y llegaron a la conclusión de que las grasas saturadas de origen animal no incrementan el riesgo de enferme-dades cardiovasculares, mientras que el exceso de carbohidratos está asociado a una mayor mortalidad. Para este grupo de científicos, las dietas altas en carbo-hidratos (que contenían en promedio un 77 por ciento de carbohidratos) se asociaron con un aumento del 28 por ciento en el riesgo de muerte, frente a las dietas bajas en carbohidratos.

Hoy se sabe que las dietas ricas en carbohidratos son más comunes y que más de la mitad de las personas obtienen un 70 por ciento de sus calorías diarias de los carbohidratos, pero desde hace algunos años otros análisis sugieren que la dietas ricas en carbohidratos se han vinculado con aumentos tanto en el colesterol en la sangre como en los componentes químicos del colesterol.

Los investigadores de McMaster tam-bién anotaron que una ingesta muy baja de grasas saturadas (de menos del tres por ciento de la dieta diaria) se asoció con un riesgo más alto de muerte en el estudio, en comparación con las dietas que contenían hasta un 13 por ciento diario.

Los niveles altos de colesterol LDL no afectan al riesgo de enfermedades cardiovasculares, pero la concentración de las partículas de LDL sí, y esto de-pende de una proteína llamada ApoB. Más ApoB, mayor riesgo. En la investi-gación se observa que los carbohidratos hacen aumentar los niveles de ApoB, mientras que las grasas saturadas ha-cen que desciendan. En cuanto a las recomendaciones finales, los científicos coinciden con que comer frutas, verdu-ras y legumbres puede reducir el riesgo de muerte prematura.

El cuidado de los adultos mayores: un reto para el sistema de saludEl envejecimiento de la población obliga a revisar el modelo y las estrategias de promoción y prevención para ajustarlas a las demandas crecientes de las personas mayores.

romoción y prevención

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EPICRISIS12 Edición 6 • Diciembre 2017 - Febrero 2018

pinión

Las ideas neoliberales, que han colonizado todos los sectores productivos de nuestros países la-tinoamericanos, también contaminaron con su

veneno al ejercicio y la educación médica. Basados en las teorías de Milton Friedman, se plantea el retiro del Estado de la producción de bienes y servicios, con el objeto de fortalecer el capital privado y so-meter la producción a las leyes del mercado (oferta y demanda).

El rendimiento del trabajo aumenta, desde el punto de vista del capitalista, basado especialmen-te en el abaratamiento de los costos de producción. La artesanía y la manufactura son completamente desplazadas por la industria pesada. La proletari-zación de la masa trabajadora conduce a la miseria absoluta de la población. En el caso de los médicos, el abaratamiento de su formación y su salario es indispensable para obtener ganancias en el negocio neoliberal de la salud, con su monumental ejemplo de la Ley 100 de 1993, verdadera privatización de los servicios de salud encubierta bajo la bandera de una solidaridad que el Estado no tiene capacidad de financiar.

Lo anterior, unido a todos los cambios económicos y sociales colocaron a la profesión médica, de una manera irreversible, en un mercado con su propio sistema de precios y tarifas. En el mercado, que no constituye en realidad un sitio geográfico específico sino una institución social que opera a todos los ni-veles, se asignan los recursos, se brinda información permanente sobre el valor de las cosas y se fijan los precios de todos y cada uno de los bienes y servicios, incluyendo el trabajo de los médicos, que nos hemos convertido en un grupo más de ese mercado social.

A ninguno de estos hechos somos ajenos los mé-dicos. En primer lugar, somos parte de la economía como oferentes de ‘salud’, entrando al mercado de productores de dicho servicio, con aplicación muy clara de las leyes de oferta y demanda. Adicional-mente, nuestro ‘producto’ se ha masificado en los últimos años. Por último, hemos perdido el control del manejo de la ‘industria de la salud’, que ahora se encuentra en manos de funcionarios que obedecen a una ética utilitarista, completamente opuesta a la que rige el ejercicio de la medicina.

La escandalosa proliferación de facultades de medicinaUna de las causas de la grave crisis que vive la medicina colombiana es, sin lugar a dudas, la proli-feración de facultades y escuelas de medicina, que han inundado de profesionales de calidad variable y formación discutible todo el territorio nacional.

Los altísimos niveles alcanzados en la formación de los médicos colombianos, probados por el tiempo y los países en donde los profesionales demostraron su excelencia intelectual, ética y técnica, han sufri-do un deterioro progresivo. Mientras detrás de la apertura de una facultad pública se encuentra un líder político local ávido de poder, en su contraparte privada se halla un comerciante ansioso en obtener dividendos.

Hemos llegado hasta la aberración conceptual de un demagogo bogotano, que planteaba formar “mé-dicos descalzos”, como si en Colombia no existieran suficientes profesionales universitarios educados en buenas facultades de medicina y con una formación básica de buen nivel.

La falacia del “médico que Colombia necesita”Quienes desean iniciar el negocio (económico o po-lítico) de una facultad de medicina se amparan en múltiples justificaciones: 1-La región necesita pro-ducir sus propios médicos para elevar el nivel del

ejercicio profesional. 2-El departamento requiere de médicos que conozcan la patología local. 3-El cubrimiento que esta capital cobija a un enorme grupo de población. 4-Debemos formar el médico que Colombia necesita.

En un país en donde hablamos el mismo idioma y compartimos la misma pobreza, no hay que dife-renciar las regiones como si fueran países distintos, pues aparte de algunas costumbres singulares, lo único que nos separa es el acento del castellano. Por otro lado, las patologías regionales no solamente son estudiadas en los programas de las buenas fa-cultades de medicina, sino que los buenos médicos se pueden adaptar al manejo de dichas patologías sobre el campo de práctica. El cubrimiento territorial es suficiente para solicitar más médicos en ejercicio (de hecho existen médicos desempleados en todo el país) y no para producir médicos que se concentren en las capitales regionales.

El discurso del “médico que Colombia necesita” ha sido socorrido por los comerciantes que desean abrir una nueva facultad de medicina. Esta frase pa-reciera llevar la connotación de un profesional que ejerce en condiciones específicas de pobreza y ausencia de medios. O, en el mejor de los casos, el de un médico experto en enfermedades tropi-cales. En fin, para quienes así piensan, la mala noticia es que el médico que Colombia necesita debe ser doble-mente bueno, pues tiene que conocer a fondo la patología tropical pro-pia de nuestro país y, además, compren-der las enferme-dades propias de los países desarro-llados que ya han llegado a nuestras ciudades.

¿Quién puede decir que las en-fermedades car-diovasculares, el cáncer, el trauma y las enfermedades de-generativas no cons-tituyen un problema de salud pública? Sería absolutamente incohe-rente educar médicos para formular antidiarreicos y antibióticos, y que adolezcan de la capacidad de diagnosticar una cardiopatía congénita (camu-flada en el diagnóstico de neumonía a repetición) o de tratar adecuadamente un infarto de miocardio con drogas tan delicadas y efectivas como la estreptoquinasa.

Todos recordamos la posición de algunos extre-mistas cuando se empezaron a abrir unidades de cuidados intensivos en el país. Vociferaban que no eran necesarias y que solamente representaban un tentáculo más del imperialismo capitalista. Sin embargo, hoy en día, son los mismos que afirman que no es posible construir un hospital de tercer nivel sin una unidad de cuidado crítico, en donde se puedan cuidar adecuadamente las víctimas las patologías más comunes: el trauma, la agresión, el intento de homicidio y todas sus consecuencias.

Dejando todo en manos del mercado, el desas-tre social que el neoliberalismo ha producido se refleja también en la educación médica. La liber-

tad de oficio y el libre desarrollo de la personalidad, sumados a la liberación de la educación en manos de particulares, ha causado deterioro irreversible en la medicina colombiana. Se forman médicos baratos, ejerciendo una medicina barata y de una calidad aún más barata. La buena medicina será testigo de su propio entierro.

Por lo anterior, la profesión médica debe exigir la intervención urgente de las autoridades compe-tentes para frenar la apertura de estos engendros académicos y hacer seguimiento a las facultades existentes para obligarlas a la recertificación o a el cierre. Es justo exigirle al Estado una fiscalización real y no la prolongación de un silencio cómplice, tal como lo ha venido haciendo en varias esferas de la vida nacional.

El negocio de la medicina en un país que juega al neoliberalismo

Fernando Guzmán Mora, MD, MSci

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13EPICRISIS

Edición 6 • Diciembre 2017 - Febrero 2018

cos generales más resolutivos para disminuir el cuello de botella que se presenta en los mayores niveles de atención. Bajo esa premisa, los primeros dos cursos que están disponibles en la página web del CMC abordan los temas del manejo de dolor y la enfermedad dia-rreica aguda.

El Colegio aspira a tener una hoja de ruta con dis-posiciones y recomendaciones para que los médicos puedan tomar decisiones responsables en su práctica diaria, fortalecer su autonomía y que hagan un uso óptimo de los recursos del sistema, sustentado en la autoregulación. Con el rediseño de la página web en este momento la tecnología informática se convierte en el mejor instrumento para que el CMC pueda cumplir con su responsabilidad social y misional.

Doctor Roberto Baquero, presidente del CMC.

COLEGIO MÉDICO COLOMBIANO

CMC

Sin ReTHUS no hay médico que valgaEl Colegio Médico Colombiano pide que los médicos verifiquen la inscripción en el ReTHUS a través del sitio http://web.sispro.gov.co y recuerda que quienes no aparezcan no podrán prescribir medicamentos o procedimientos Mipres.

Los galenos que hasta la fecha no hayan obtenido la autorización para el ejercicio profesional deben solicitar la inscripción en el ReTHUS y la expedi-

ción de la tarjeta de profesional ante el Colegio Médico Colombiano (CMC). Este trámite es importante, además, porque quienes no tengan el registro actualizado no pueden ingresar al aplicativo Mipres, el software desa-rrollado por el ministerio de Salud para la prescripción de medicamentos, procedimientos o dispositivos que no estén incluidos en el Plan de Beneficios en Salud, antes conocido como No POS.

Con el aforismo de que aquello que no se registra no puede ser consultado, y esta es la piedra angular sobre la cual se construyen sofisticados sistemas de información sanitaria, el ReTHUS establece la base de la red de información para consultar y verificar quiénes están autorizados para ejercer la medicina en Colombia. La plataforma también permite determinar la cantidad y la calidad del recurso humano como parte esencial del

sistema de salud. Es decir que con el registro se valida que los médicos en ejercicio hayan cumplido con los requisitos académicos para poder trabajar en el país y se comprueba cualquier antecedente de sanciones éticas o disciplinarias durante el desempeño profesional. De esta forma los usuarios de los servicios de salud pueden comprobar la idoneidad y la capacidad del profesional que les brinda la atención.

Precisamente, la falta de uniformidad en el registro de la información, así como la omisión de datos básicos y necesarios para llevar a cabo un control continuo del recurso del talento humano en salud, hizo que el Ministerio de Salud y Protección Social desarrollara el Registro Único Nacional del Talento Humano en Salud (ReTHUS).

Por tratarse de una plataforma para reconocer tanto a los médicos generales como especialistas con que cuenta la nación, desde el 18 de agosto de 2015, el Colegio Médico Colombiano asumió las funciones pú-

Para tener en cuenta• En el ReTHUS deben aparecer todos los profesio-

nales que trabajan en el área de la salud. • Los médicos, odontólogos, optómetras o nutri-

cionistas que requieran prescribir a través de Mipres primero deben comprobar la inscripción en el ReTHUS.

• Las plataformas ReTHUS y Mipres están directa-mente relacionadas. La primera valida al médico que hace la orden vía Mipres.

blicas delegadas en el marco de la Ley 1164 de 2007 y la Resolución 1395 de 2015 expedidas por el Ministerio de Salud y Protección Social.

Así, el trámite que antes efectuaban las Secretarias Departamentales de Salud y la Secretaría Distrital de Salud, ahora se hace ante el CMC. La idea es que todos los médicos realicen la inscripción en el ReTHUS para obtener la tarjeta profesional. Únicamente los médicos que hayan obtenido la tarjeta profesional antes de que el CMC se hiciera cargo de las funciones, en 2015, no requieren hacer una nueva inscripción. Sin embargo, si el profesional no aparece en el listado por la falta del reporte de las Secretarias Departamentales de Salud o por el extravío de la documentación debe repetir la inscripción ante el CMC.

La diligencia se puede hacer vía web, siempre y cuando el profesional adjunte los documentos reque-ridos. Una vez el CMC compruebe la veracidad de la información y que los papeles están en regla, expide la tarjeta profesional en un plazo no mayor a 15 días. De esta manera, el ReTHUS se convierte en el mecanismo para el reconocimiento, el seguimiento, la planificación y la actualización del talento humano en salud y en una garantía para los pacientes.

e-Learning para afiliadosEn su compromiso con la educación médica, el CMC implementó una plataforma digital para reducir las limitaciones que tienen los médicos a la hora de continuar con la actualización profesional.

des de medicina, sociedades científicas y asociaciones médicas.

A diferencia de otros profesionales, los galenos no tienen horario laboral o un estilo de vida similar al resto de los colombianos, y muchos ni siquiera tienen

un salario que les alcance para ponerse al día con los avan-ces médicos. Por eso, la plata-forma virtual que el Colegio Médico desarrolló para mul-tiplicar el conocimiento es un nuevo recurso para apoyar y generar mayor equidad entre los médicos.

El requisito para desarro-llar contenidos que cumplan con los requerimientos de ca-lidad para la educación virtual vía redes y navegación es que aborde temas de relevancia y de actualidad, pero sin conta-minarlos con políticas insti-tucionales.

La filosofía del CMC es dar a los médicos nuevas he-rramientas para reorientar el modelo de salud hacia la promoción y la prevención, y contribuir a volver a los médi-

Después de cumplir dos años de estar al frente de la ejecución de las funciones públicas, el Colegio Médico Colombiano anuncia que tiene listo un

plan de contenidos para ofrecer cursos, diplomados y otras herramientas educativas avaladas por faculta-

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EPICRISIS14 Edición 6 • Diciembre 2017 - Febrero 2018

EPICRISIS14

En el mundo existe un movimiento creciente y muy crítico de la atención sanitaria. Assosalud, que se ha caracterizado por ser una organización

pluralista y democrática, considera que es hora de tener una hoja de ruta para desarrollar el estudio y la investigación de políticas de salud y seguridad social que lleven a mejorar el bienestar de los trabajadores del sector salud y a fortalecer la estabilidad laboral de los afiliados.

Assosalud, además de plantear las reformas nece-sarias a la legislación en salud, auspicia la creación y el fortalecimiento de asociaciones científico gremiales, colegios y asociaciones profesionales de intereses co-munes, que protejan el ejercicio de las profesiones del

Es frecuente que en Colombia la forma ideal de contratación del talento humano sea el vínculo laboral individual; sin embargo, sabemos que no

es la única manera y, en muchos casos, tampoco es la más digna.

Particularmente en el sector salud, luego de la re-estructuración hospitalaria hace casi 20 años, prolife-raron diferentes estilos de emplear el talento humano, la mayoría de ellas tercerizadas. Desde ese entonces, unas lo han hecho bien, pero otras han cometido abusos y han propiciado el enriquecimiento de sus dueños.

La experiencia del contrato sindical ha sido favora-ble para aquellos grupos de profesionales que hemos visto en esta figura un mecanismo de unidad y nego-ciación colectiva que nos permite mantener un nivel de ingresos justo y oportuno. Además proporciona la autonomía para dirigir nuestra propia organización y definir nuestros propios modelos de pago, con la posibi-lidad de que cada afiliado aporte su trabajo de acuerdo con su disponibilidad, al tiempo que tiene la ventaja de pertenecer a una fuerza gremial que lo represente y le genere valores agregados.

Vemos en el contrato sindical una figura legal, respetuosa de los derechos laborales, que se proyecta como un modelo flexible y de autogestión propicio para la coyuntura actual del sistema de salud colombiano. Este estilo de empleo permite compensar la eficiencia, reconocer los derechos laborales, las prestaciones y la seguridad social adecuados. De otro lado, brinda posibilidad de que el talento humano pueda moverse transversalmente dentro del sistema y se adapte a las variaciones de la oferta y la demanda en las institu-ciones del sector.

A revisar con lupa las propuestas de los candidatos presidencialesAssosalud llama a los demás gremios a ser proactivos en el diseño de las políticas de salud que mejoren el trabajo de los profesionales.

área, y que como Assosalud defiendan el derecho a la salud y representen a los profesionales ante todos los entes públicos y privados.

Para el gremio resulta igual de importante trabajar por el progreso continuo de la formación académica y científica, que le permita poder exigir calidad y eficien-cia en la prestación de los servicios sanitarios, mientras vela por el sostenimiento de las clínicas y hospitales. Lo anterior se debe complementar con el impulso a los mecanismos de veeduría ciudadana que vigilen a la utilización, programación y distribución de los recur-sos públicos con destinación específica para la salud.

Como gremio también espera lograr un nivel su-perior de sinergia entre las diferentes entidades para

reforzar muchas de las discusiones y tratar de encon-trar puntos en común que permitan gestionar la trans-formación que desde hace años ha venido articulando.

Dado que el gobierno juega un papel regulador en el sector salud, para la Asociación resulta fundamen-tal en este momento que se comienzan organizar las campañas políticas, tener la capacidad de comunicar las necesidades y los cambios que se desean para el sector con el fin de formar una visión compartida del sistema de salud que requiere el país, pero sin establecer compromisos con algún partido o candidato.

El contrato sindical en el sector salud: modelo de trabajo digno

Mauricio Echeverri Díez Presidente Junta Directiva Fedsalud

La tercerización de procesos es un arquetipo de uti-lización universal. En Colombia la contratación laboral colectiva – Contrato Sindical- tiene fundamento legal en el artículo 482 del Código Sustantivo del Trabajo y un desarrollo normativo y jurídico suficiente que le da sustento y suficiencia procesal para un desarrollo pacífico.

Ahora bien, no hay modelo de contratación del talento humano en el sistema de salud colombiano que resista los graves problemas de flujo de recursos, pues tanto la vinculación laboral individual como la colectiva están sufriendo las consecuencias del no pago por parte de las instituciones, que a su vez se quejan de no recibir los recursos de los aseguradores, y estas a su turno manifiestan la imposibilidad de soportar los costos crecientes del aseguramiento.

Los grandes temas estructurales del sistema no se resuelven migrando de modelo de contratación del talento humano. El compromiso sindical ofrece ven-tajas para la institución y para los trabajadores, pero requiere que se le garantice la sostenibilidad financiera para su desarrollo.

Los trabajadores de la salud somos los dueños del conocimiento, la base del funcionamiento del sistema de salud y, por lo tanto, estamos en capacidad de contri-buir de forma autónoma al fortalecimiento del sistema. Nos apoyamos en la figura del sindicato gremial, que fuera de ser una fuente de trabajo, nos proporciona la resistencia y el ánimo para proteger al talento humano, quien finalmente es el único que soporta las dificultades financieras del sistema.

DICCIONARIOSinergia: Vocablo acuñado por el diseñador, arquitecto, profe-sor, visionario e inventor Richard Buckminster Fuller para referirse al fenómeno en el cual el efecto de la influencia o trabajo de dos o más agentes actuando en conjunto es mayor al esperado considerando a la suma de las acciones de los agentes por separado. Es participación activa y concertada de varios órganos para realizar una función.

Dignidad: Vocablo del latín dignitas, una cualidad que expresa el valor intrínseco del ser humano. Por otra parte, el adjetivo dignus en latín indica el valor de alguien como ser humano. La dignidad es aquel valor intrínseco y supremo que cualquier ser humano puede contribuir a desarrollar a través de sus acciones y comportamiento, hasta su exaltación, independientemente de la situa-ción económica, social, cultural o ideológica que tenga la persona, porque para la dignidad no importa qué pienso, sino más bien qué hago con ese pensamiento.

Autodeterminación: Teoría según la cual el mismo organismo contiene la razón de su propio funcionamiento y estructura. En el marco político es la decisión consensuada de los habitantes de un territorio o unidad territorial sobre su futuro estatuto político.

Disertación: Razonamiento que se caracteriza por ser el producto de un pensamiento detenido y metódico acerca de un asunto o materia. En la disertación se expone un punto de vista que invitar a nuevas reflexiones.

Disonancia: Procede del latín dissonantîa para describir el con-junto de sonidos que el oído percibe con tensión, y por tal razón, tiende a rechazarlos. De ahí que en la vida cotidiana haga mención a la falta de la conformidad, semejanza o proporción que natu-ralmente debe tener algo.

Residente: Palabra derivada del latín residens. Permite nombrar a la persona que vive en un determinado espacio y al empleado o funcionario que vive en el lugar donde tiene su cargo o empleo.

Page 15: dicin Diciembre 2017 - Febrero 2018 0 pág 3 la Ley ... · 2 Edición 6 Diciembre 2017 - Febrero 2018 EPICRISIS ditorial Contacto gremial@colegiomedicocolombiano.org comité directivo

15EPICRISIS

Edición 5 • Septiembre - Noviembre 2017

Cada museo ubicado en la capital colombiana tiene un rasgo especial, así como una historia diferente que contar. De todos, el más repre-

sentativo es el Museo Nacional de Colombia, por ser el más antiguo y poseer elementos de gran valor pertenecientes a diferentes épocas. Fundado en 1823 por ley del primer congreso de la República en una nación recién independizada, su estructura se parece más a una fortaleza construida en piedra y ladrillo.

El Museo Nacional cuenta con más de 20.000 piezas de arte representativos de los diferentes pe-riodos de la historia nacional desde la época arcaica, pasando por vestigios antropológicos, así como algu-nos objetos y muestras de las épocas precolombina, conquista y colonia.

Documentos y cartas dirigidas a la corona espa-ñola por parte de los virreyes gobernantes, arcabuces y munición pertenecientes a los ejércitos de las cam-pañas libertadoras, viejas y pesadas campanas que anunciaban la misa en la catedral primada de Bogotá en el siglo XVIII, telares, dibujos e instrumentos para procesar alimentos diseñados por los indígenas de la tribu Bacatá en la época precolombina y los borra-dores de la primera constitución política cuando Co-lombia recién dejaba de llamarse La Nueva Granada, son apenas una pequeña porción de los documentos y objetos que han resistido al paso del tiempo.

Alrededor de 57 obras originales representativas de artistas como Fernando Botero, Alejandro Obregón y Guillermo Wiedemann, entre otros, complemen-tan toda la colección exhibida en el museo, dejando su huella indeleble en nuestra identidad cultural.

Así como el Museo guarda tesoros invaluables de nuestra historia, existen otros hechos que muchos ignoran y otros no creen. Para 1823, cuando nacía la nueva República, ocurrieron muchas revueltas y atentados contra los líderes de entonces. Al diseña-dor danés Thomas Reed se le encargó construir un centro de castigo y tortura para los reos peligrosos y los prisioneros de orden político.

Hacia 1874 la cárcel fue bautizada con el nombre de El Panóptico. Era un lugar lúgubre, con muchas garitas y pasadizos por donde ingresaban los presos y salían despedazados. Según historiadores, exis-tieron cámaras de confinamiento donde ningún delincuente por peligroso que fuera aguantaba más

El Museo Nacional: legado cultural con un pasado oscuro de rasgo criminal

Por: Giovanni Medina Albawww.cronicasylibros.com

Todos los suicidios son prevenibles.. OPS

de cinco minutos. En la parte trasera se ubicaron unos hornos, no para quemar a los reos, sino para que el frío intenso les penetrara en los huesos. Como parte de los castigos de rutina, en cámaras con capacidad para 200 personas, encerraban a 800 presos, con acceso a un solo baño.

También había una celda para aquellos criminales de alta peligrosidad o para quienes pregonaran el re-greso del dominio español, con una cámara cilíndrica construida en piedra con capacidad para una sola persona. El preso quedaba prácticamente inmóvil y en el techo había un agujero donde un débil rayo de luz entraba en el día. Al lado había otro orificio donde una gota de agua caía cada cinco segundos justo sobre la cabeza del preso. Y así como las gotas suelen dejar su huella en el piso, en las piedras o en cualquier otro lugar, al cabo de varias horas el prisionero fallecía por la claustrofobia o por la inmensa tortura en que se convertía dicha gotera.

A medida que surgieron nuevas leyes, las cosas fueron cambiando. A principios del siglo XX, a los reclusos se les permitió trabajar en diferentes ofi-cios artesanales y de manufactura; cada domingo vendían sus productos a los visitantes y podían ahorrar algún dinero para comenzar una nueva vida tan pronto recuperaran la libertad.

En 1946, una vez posesionado como presiden-te Mariano Ospina Pérez, el Panóptico dejó de ser prisión y todos los presos fueron trasladados a la recién construida e inaugurada cárcel La Picota. De esta manera, el edificio fue acondicionado y rediseñado en su interior para convertirse en Mu-seo y así poder desocupar y acomodar los archivos estancados en las bóvedas del Banco de la Repúbli-ca y del Palacio de San Carlos. En 1975, el Museo Nacional de Colombia fue declarado Monumento y Patrimonio Nacional.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el minSalud piden desarrollar estrategias para la prevención del suicidio. Este año bajo el lema:

“Toma un minuto, cambia una vida”, las autoridades sanitarias están invitan-do a los equipos de salud a tomar las medidas necesarias para reducir las tasas de muertes autoinfligidas, pues aproximadamente 804.000 personas se suicidan al año en todo el mundo, de esas 65.000 ocurren en la Región de las Américas.

La OPS asegura que las tasas de suicidio más elevadas se ubican en personas mayores 70 años de ambos sexos, seguidas por jóvenes entre 15 a 29 años, y que los países de ingresos bajos y medio, como Colombia, son los que aportan el 78 por ciento de los suicidios a nivel global.

En consecuencia, el organismo internacional con-voca a quienes tienen la responsabilidad de adelantar los programas de prevención y promoción integral de la salud a que realicen tamizares para la detección de

la depresión con su respectiva asesoría e intervención breve, y a garanti-

zar la privacidad y la respectiva canalización hacia los

servicios de salud. La depresión es la principal causa de problemas de

salud y discapacidad en todo el mundo. Según las últimas cifras,

más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremen-

to de más del 18 por ciento entre 2005 y 2015.

En el Plan de acción sobre salud mental 2013-2020 los Estados Miembros de la Orga-nización Mundial de la Salud (OMS) se comprometieron a

trabajar para alcanzar la meta mundial de reducir las tasas na-

cionales de suicidios en un diez por ciento para 2020.

El suicidio es la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años y se ha convertido en un problema de salud pública. La OPS solicita fortalecer las estrategias integrales de prevención de este flagelo en el marco de un enfoque multisectorial.

Page 16: dicin Diciembre 2017 - Febrero 2018 0 pág 3 la Ley ... · 2 Edición 6 Diciembre 2017 - Febrero 2018 EPICRISIS ditorial Contacto gremial@colegiomedicocolombiano.org comité directivo

PICRISISColegio Médico Colombiano

CO

LEGIO

MÉDICO COLOMBIANO

CMC

Médicos generales, especialistas,

médicos en proceso de formación médico-quirúrgica, estudiantes de medicina y demás profesionales de la salud. Dado que EPICRISIS pretende sumar ideas y proyectos que contribuyan a mejorar los indicadores de salud en el país, su lectura también despierta el interés de gremios médicos, sociedades científi cas, instituciones gubernamentales, autoridades sanitarias, universidades, clínicas y hospitales tanto del sector público como del privado.

l Colegio Médico Colombiano decidió crear un periódico para abordar los aspectos más espinosos y coyunturales que inciden en la calidad de vida de los colombianos desde la responsabilidad social del ejercicio de la medicina y el respeto al derecho fundamental y prevalente de la salud. EPICRISIS, cuyo nombre resume la historia clínica de cualquier paciente, en este caso el Sistema General de Seguridad Social en

Salud, es una publicación incluyente y participativa, que nace como respuesta a las necesidades de los profesionales de la salud. Quienes hacen su aporte al contenido editorial plasman su punto de vista y sus opiniones de forma libre, sin que ello comprometa la posición del Colegio Médico Colombiano y sin estar sujetos a ideologías o a intereses promocionales.

e

Descripción

editorial

Tiraje y periodicidadPublicación trimestral con 8.000 ejemplares impresos certifi cados por Panamericana Formas e Impresos.

La versión digital se puede descargar de las páginas www.colegiomedicocolombiano.orgwww.assosalud.com

Colegio Médico ColombianoCarrera 18 c No. 121-40 ofi cina 201 Tel. 7122738

ditorial

¡Bienvenidos a Epicrisis!

Gru

po o

bje

tivodel contenido

EDICIONES

Tarifa

rio

PáginasEdición

1 2 3 4

Contraportada exterior 6.800.000 6.600.000 c/u 6.400.000 c/u 6.200.000 c/u

Página interior 6.000.000 5.700.000 c/u 5.400.000 c/u 5.100.000 c/u

1/2 página interior horizontal 3.000.000 2.800.000 c/u 2.600.000 c/u 2.400.000 c/u

1/3 página interior horizontal 2.000.000 1.900.000 c/u 1.800.000 c/u 1.700.000 c/u

PICRIS

IS

Septiembre- N

oviembre 2016

Colegio Médico Colombiano

COLE

GIO

MÉDICO COLOMBIANO

MCC

• ANIR

PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN

pág. 6

• ¿A quién

el aumento en el precio

de las bebidas a

zucaradas?

• Niño obeso, niño enfermo

HIPÓCRATES

pág. 7

• Éxito de la Ley Esta

tutaria depende de todos

los colombianos: Academia Nacional de M

edicina

• ANIR

• Mapeo cerebral

• Tecno-med

COLEGIO MÉDICO COLOMBIANO

pág. 8

• Un gremio de todos y

para todos lo

s médicos

• Ser médico general n

o tiene porque se

r denigrante

EDITORIAL

pág. 2

• ¡Bienvenidos a EPICRISIS!

OPINIÓN

• ¿Ética médica o bioética?

ENTREVISTA

pág. 3

• Minsalud asegura que el cronograma de

implementación se

está cumpliendo

• Decálogo de protección

CITA CON

pág. 4

• Dr. Jaim

e Arias, presid

ente de ACEMI

• ACOME

NORMATIVA

pág. 5

• La ACHC pide una reforma estr

uctural a la salud

Índ

ice

l Colegio M

édico Colombiano (CMC)

hace un llamado para que lo

s médicos

generales y especialist

as se inscriban en

el Registr

o Único Nacional del T

alento

Humano (RETHUS) si

guiendo los linea-

mientos de la re

solución 1328 de 2016,

la cual reglamenta la elim

inación de los

Comités Técnicos

(CTC).

Desde que el Colegio asumió las fun-

ciones públicas hasta

la fecha, más d

e on-

ce mil m

édicos han re

alizado el trámite

ante esta entid

ad, dice el doctor Roberto

Baquero, presidente del CMC. La Resolu-

ción 1395 de 2015 expedida por el Minis-

terio de Salud y Protección Social delegó

las funciones p

úblicas de in

scripción en

el RETHUS, la

expedición de la tarjeta

profesional y lo

s permisos tr

ansitorios

para misiones e

speciales.

Los médicos e

n ejercicio que hayan

obtenido la tarjeta profesio

nal antes de

la resolución; es d

ecir, hace m

ás de un

año no necesitan hacer u

n nuevo trámite

porque la inscripción en el R

ETHUS se

hace de manera automática. Quienes n

o

se encuentren in

scritos p

or falta del re

-

porte de las secretaria

s departamentales

de salud o por pérdida de la información

deben presentar la documentación re-

querida ante el CMC. De igual fo

rma, los

especialistas q

ue deseen una sola ta

rje-

ta que registr

e tanto la profesió

n como

la especialidad pueden dirigirse al CMC

para obtenerla.

Desde que el Colegio se responsabilizó

de la expedición de las tarjetas p

rofesio-

nales ha hecho un gran esfu

erzo para que

el proceso de habitación de los p

rofesio-

nales en medicina se

a cada vez más ágil

y sencillo

. En este

momento só

lo tarda

15 días, siempre y cuando los p

apeles que

presente el médico esté

n en regla, aclara

el doctor Baquero.

La

o la inscripción en el

RETHUS se puede hacer de fo

rma pre-

sencial en el CMC o a tra

vés de las p

ági-

nas web.sis

pro.gov.co o info@colegiome-

dicocolombiano.org

a empatía entre médico-paciente per-

mite hacer un mejor u

so de los recursos,

mientras q

ue una relación tensa y nega-

tiva re

sta adherencia a los tr

atamientos

e incrementa la posib

ilidad de un diag-

nóstico equivocado. Por ta

nto, la relación

médico-paciente termina por afectar las

arcas del si

stema sa

nitario.

El quehacer médico es u

na relación

humana entre un ser que su

fre y otro

que

tiene los c

onocimientos y

el deseo para

ayudarlo. Ser buen profesional re

quiere

no solo saber de medicina, sin

o también

comprender la sit

uación del paciente y

tener la habilid

ad de ponerse en sus z

a-

patos, puntualiza la doctora Ana M

aría

Castillo, subgerente de medicina preven-

tiva de Colsanita

s.

La práctica actual de la m

edicina y

la relación médico paciente in

terpone

un vínculo afectivo que propende por

evaluaciones y valoraciones donde la

empatía, la

ética y un ejercicio dirigido

a la búsqueda del bienestar del paciente

favorecen que el médico se convierta en

un apoyo, en un consejero y en un guía

en todo lo relacionado con la sa

lud.

Es importante tener p

resente que el

médico solamente ayuda en esto

s pro-

cesos, diagnosticando la enfermedad

siempre que sea posib

le y estableciendo el

mejor tratamiento dentro

de las opciones

que tiene a su

disposic

ión. Esto sie

mpre

se hace informando al paciente que su

-

fre, para hacerle partícipe del problema

y aconsejándole sobre las d

iferentes o

p-

ciones, aclara el d

octor Andrés Clavijo,

especialista en Salud Pública.

En los últim

os años estos paradigmas

relacionados con la visita al m

édico y la

práctica clínica han cambiado gracias a

las campañas educativas o

rientadas a la

prevención y también la preocupación de

las universid

ades por in

cluir como parte

de la formación a los m

édicos estrategias

de comunicación asertiva y de m

anejo

de Este tip

o de exploraciones generan

una respuesta emocional amplia que re-

percute en el bienestar d

el paciente, en el

aprovechamiento de los recurso

s, en una

mejor atención y fa

cilita un proceso de

adaptación mucho más y cómodo

para quien necesite cualquier in

terven-

ción médica.

CMC, a cargo del registro

nóicidepxe al ed y socidém sol ed

de tarjeta

s profesionales

¿Importa

la química

con el médico?

El ‘feelin

ng’ entre el médico y su paciente m

ejora

los resulta

dos en el tratamiento, re

duce el estrés d

el

profesional y dism

inuye los errores clín

icos.

para los

ASSOSALUD

• ¡Profesionales d

e la salud, a estu

diar!

• Año del Talento Humano en Salud

• Ágora

FEDERACIÓN ODONTOLÓGICA COLOMBIANA

• Vive por tu so

nrisa

• La Ley que protege la salud oral de

está en trá

mite

• Lo mejor de Odontotech 2016

ÉRASE UNA VEZ EL TRANVÍA

pág. 10

• El sector sa

lud como dinamizador de la economía

• Diccionario Médico

L

E

Por ley todos los m

édicos generales y

especialistas d

eben estar in

scritos

en el RETHUS para poder formular m

edicamentos sin cargo a la UPC

del siste

ma de salud.

Ley Estatutaria

Los dife

rentes actores d

el siste

ma de salud ha-

cen el balance después de un año de su

aprobación.

Año del Talento Humano en Salud

33 gremios

el

de los profe-

sionales colombianos d

e la salud.

médico

El doctor Fernando Guzmán M

ora

“Decálogo” de protección.

PICRISIS

Edición 2

Órgano de información del Colegio Médico Colombiano

COLE

GIO

MÉDICO COLOMBIANO

MC C

Diciembre 2016 - Febrero 2017

ISSN: 2539-505X (en línea)

PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN

pág. 11

• Actividad física reduce los efectos perjudiciales

del sedentarismo

• por la salud alimentaria

• Gestión del riesgo, prioridad para el sistema de salud

• Sala de espera

pág. 12

FEDERACIÓN ODONTOLÓGICA COLOMBIANA pág. 13

• Una expedición para que los Wayúu vuelvan a sonreír

• Higiene oral: la forma más y económica de prevenir

ASSOSALUD

pág. 14

• Un año sin mucho talento humano

• Ágora

PARQUE SIMÓN BOLÍVAR:

pág. 15

• Principal reserva forestal de la Capital

• Por el uso adecuado de los medicamentos

• Diccionario Médico

• Nacional o extranjero, pero con

de calidad

pág. 6

• ACOME

ANAMNESIS

pág. 7

• ¿Por qué es necesaria una reforma estructural

a la salud?

• ANIR

• ¡Colombia, un país de donantes!

pág. 8

• Los trasplantes de órganos

COLEGIO MÉDICO COLOMBIANO

pág. 9

Profesionales de la salud se unen para salvar la vocación

CONTROVERSIA

pág. 10

• Mayor rigor para quienes hagan cirugías plásticas estéticas 

• Acerca de la Encuesta Nacional de Salud Mental 2015

EDITORIAL

pág. 2

• Talento humano, un bien deshumanizado

OPINIÓN

• El profesionalismo médico

ENTREVISTA

pág. 3

• Ex Viceministro de Salud: la autonomía médica

implica autorregulación

• Debemos sacar a los médicos de la postración: FMC

CITA CON

pág. 4

• Dr. Luis Carlos Ortiz, director de Desarrollo de Talento

Humano en Salud del Ministerio de Salud

• Tecno-Med

NORMATIVA

• El negocio de la salud en Colombia

pág. 5Índ

ice

AÑO DEL TALENTO HUMANO EN SALUD

¿Para qué sirvió la firma del Manifiesto?

DONACIÓN DE ÓRGANOS

Yo dono, yo trasciendo

LA CRISIS DE LOS MÉDICOS

Factores que amenazan el ejercicio de la

profesión

Médicos del distrito,

unidos para protestar

La fusión de 22 entidades en cuatro redes integrales de salud

agravó la crisis de los hospitales. Los profesionales de la salud

piden condiciones dignas para seguir trabajando.

L a capital no tiene una agrupación

sindical de médicos, a diferencia de

ciudades como Cali o Medellín, pero la

tabla de honorarios que la Secretaría

de Salud de Bogotá para valores

con el propósito de evitar la competencia

entre centros asistenciales y la reorgani-

zación de la salud pública aprobada en el

acuerdo distrital 641 de 2016 fueron los

detonantes que acercaron a los médicos

para sentar su voz de protesta.

Carolina Mccormick, abogada espe-

cialista en gerencia del talento humano,

asegura que con esta reestructuración

muchos de los médicos quedan con in-

gresos inferiores a los que tienen. Ade-

más, no permite la vinculación de los

profesionales de la salud con garantías

laborales a la administración distrital.

“Lo que opera es la Orden por Prestación

de Servicios (OPS), algunas con un mes

o 15 días de vigencia. Esto ha provocado

mucha inestabilidad entre los traba-

jadores y nos preocupa la persecución

laboral que sufren quienes se atreven a

reclamar”, dice la abogada.

Las que tienen los médi-

cos son multifactoriales. Hoy las alarmas

se prenden por el detrimento paulatino

de las condiciones laborales de los mé-

dicos. Hay algunos que hace cinco años

no saben lo que es un aumento salarial y

otros que han visto disminuir su sueldo

con el paso del tiempo.

La propuesta es que las tarifas de ho-

norarios sean acordadas con los médicos,

pues son quienes conocen el número de

personas que atienden, en qué condicio-

nes y cuál es el que se necesita para

la atención. Vea más pág. 5.

El juramento hipocrático en la Colombia del siglo XXI

La relación médico-paciente, así como la sociedad y la ciencia han evolucionado en los últimos años. El

país está a la expectativa de la aprobación del nuevo documento que dicta las normas de ética médica.

E l senador liberal Juan Manuel Galán

espera que el proyecto de reforma al

Código de Ética Médica que está en trámite

en el Congreso sea aprobado y entre pronto

en vigencia. El autor del proyecto

que es necesaria la actualización de las

normas, ya que hace 34 años no se revisa

el actual código.

El desarrollo de las especialidades, los

adelantos tecnológicos, la aparición de nue-

vos tratamientos, los cambios en la relación

médico-paciente y la complejidad de la

interpretación moral de los actos médicos

hicieron evidente la pérdida de vigencia,

los vacíos y los contrasentidos de algunos

de los preceptos del código vigente.

Por iniciativa de la Academia Nacional

de Medicina se reunieron las sociedades

para estudiar la Ley 23 de 1981

y hacer un documento que se adapte a la

nueva realidad del país y que haga frente

a los actuales retos sociales, económicos

y políticos.

El Colegio Médico Colombiano, el Ins-

tituto Colombiano de Estudios Bioéticos, la

Federación Médica Colombiana, la Asocia-

ción Colombiana de Sociedades

la Asociación Colombiana de Facultades de

Medicina y el Tribunal Nacional de Ética

Médica participaron en la elaboración de

la propuesta.

El senador Galán destaca que el nuevo

código vincula al Estado y lo responsabi-

liza de manera directa de la calidad en la

prestación de los servicios de salud. “La

propuesta vela porque el ánimo de lucro en

el sistema no vaya en contra del derecho

fundamental de la salud como lo estipula

la Ley Estatutaria”.

El nuevo código supera al viejo jura-

mento hipocrático y lo reemplaza por la

promesa de servir al paciente y de hacer

todo lo posible por preservarle la vida y el

bienestar, explica el Senador. “En cuanto a

la atención al paciente, este código preten-

de que sea dada en el marco de la responsa-

bilidad y el respeto. Se mejora la atención al

paciente al garantizar que el actuar médico

sea adecuado y correcto”, dice.

La Ley Estatutaria consagró la autono-

mía médica, por lo que el médico debe ha-

cer uso de ella mediante la autorregulación

y la responsabilidad. Los tribunales de ética

médica deberán juzgar a los miembros de

sus profesión cuando cometan una falta en

el ejercicio de la medicina.

C o n

respecto a

la respon-

sabi l idad

que pue-

da tener

un médico

t r a t a n t e

dentro del

proceso de atención, el Senador aclara

que son los tribunales médicos quienes

determinarán la culpabilidad y la respec-

tiva sanción de los galenos. El compromiso

que adquieren las IPS o EPS dentro del

acto médico no está sujeto al código de

ética médica, pero como personas jurídi-

cas deben responder ante las autoridades

competentes por su participación dentro

de la prestación de los servicios de salud.

Juan Manuel Galán

Senador

PICRISISEdición 3

Órgano de información del Colegio Médico Colombiano

COLE

GIO MÉDICO COLOMBIANO

MC C

Marzo - Mayo 2017 ISSN: 2500-7688

ASSOSALUD pág. 14• Preparados para hacer frente a los nuevos retos• FMC: Neoliberalismo y sus efectos peleteros

en la vida colombiana

• La medicina basada y el ejercicio reflexivo de los médicos pág. 15

• Las mujeres colombianas, más educadas• Otra complicación de uno de los medicamentos

de venta libre más consumidos

• La estación de la Sabana: Monumento a la ausencia del transporte férreo en Colombia pág. 16

• El ejercicio de la cirugía plástica• Al cierre del Año del Talento Humano en Salud pág. 8• ANIR

CONTROVERSIA pág. 9• El impuesto a las bebidas azucaradas• Cultura Médica

PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN pág. 10• Tercera Encuesta Global de eSalud de la OMS• Exceso de sal en los niños

FEDERACIÓN ODONTOLÓGICA COLOMBIANA pág. 11• Una sonrisa sana desde el vientre

COLEGIO MÉDICO COLOMBIANO pág. 12-13• El garante de la formación médica se fortalece• Pertenecer al CMC es una opción

EDITORIAL pág. 2• Las noticias mediáticas camuflan la dura realidad• Ágora

ENTREVISTA pág. 3• Un año de trance hacia un nuevo sistema de salud: ACHC• Diccionario Médico

CITA CON pág. 4• Doctor José Felix Patiño Restrepo• Medicina: entre el arte y la ciencia pág. 5• Tecno Med

NORMATIVA pág. 6• Médicos nacionales desplazados por profesionales

extranjeros más baratos• ACOME• Lo barato sale caro: Coalición de Sindicatos Médicos pág. 7

ecid

sa

meT

Reforma a la educación médica Homologaciones exprés Expansión del CMC

con convalidaciones exprés: SICOLPEDFrente al ingreso masivo de médicos especialistas extranjeros, los sindicatos, los gremios médicos y las sociedades científicas han pedido al Gobierno que revise la calidad de la formación de los inmigrantes y el cumplimento de los requisitos para la homologación.

S egún el Gobierno, el país presenta un déficit de especialistas para solventar

la demanda en la prestación de servicios de salud. En Colombia hay aproxima-damente 90 mil médicos, de los cuales 70 mil son generales y solo unos 20 mil tienen especialización. De acuerdo con los cálculos, el país requiere cerca de 40 mil especialistas. Sin embargo, para la doctora Clemencia Mayorga, presidenta del Sindicato Nacional de Pediatras de Co-lombia (SICOLPED), el verdadero interés del Gobierno es permitir la entrada ma -siva de colegas extranjeros para bajar los salarios de los especialistas colombianos.

La administración nacional no per-mite que un mayor número de médicos generales se especialice y pueda trabajar en zonas apartadas, dice la doctora Ma -yorga. “Desde hace décadas se mantiene la desproporción que indica que solo uno de cada tres médicos generales ingresa a la residencia. Cada semestre miles as -

piran a un cupo en la universidad para hacer un posgrado, pero muy pocos son admitidos, aun cuando están dispuestos a pagar las matrículas más costosas de todo el continente y no reciben ningún tipo de remuneración durante la especia-lización, cosa que no ocurre en ningún otro país del hemisferio”.

Para la pediatra, si la nación no ha podido formar a los especialistas que necesita es porque el sistema es inefi-ciente. Los indicadores de la Organiza -ción Mundial de la Salud (OMS) revelan que Bogotá cuenta con 1.6 médicos por cada mil habitantes y que el promedio en Colombia está en 1.4 médicos por mil habitantes. En tanto, países de la región en condiciones similares tienen una media de 2.5 médicos por mil habitantes. “Por el afán de suplir la carencia, pero, sobre todo, de aumentar la oferta para abaratar los costos del talento humano, se convalidan títulos con asimetrías muy

profundas y con créditos que resultan deficientes. El Ministerio de Educación no inspecciona el plan de estudios, el cumplimiento de la intensidad horaria durante la formación, no hace los res -pectivos exámenes académicos o por competencias y tampoco certifica que los extranjeros hayan cumplido con el año rural que por ley deben hacer en Colombia para poder recibir la certifica-ción. Nos preocupa lo que pueda pasar con los médicos generales, especialistas y subespecialistas colombianos. Por eso hacemos un llamado al Gobierno para que las exigencias sean correspondien -tes tanto para los nacionales como para los extranjeros y así poder garantizar la mejor calidad en el ejercicio profe-sional antes de conceder cualquier per -miso de trabajo”, concluye la doctora Mayorga.

¿Y la dignidad profesional estable y duradera?Los coordinadores del Año del Talento Humano en Salud piden más colaboración de los gremios que suscribieron el Manifiesto para pasar del dicho al hecho.

D espués de un año de la firma del Manifiesto del Año del Talento Hu-

mano en Salud, varios gremios médicos consideran que faltó compromiso por parte de la mayoría de las 33 organiza -ciones que respondieron al llamado para dignificar el trabajo de los profesionales de la salud y destacar el papel primordial de las personas que sirven al sistema.

La precariedad en los empleos, la sub-valoración en que se tiene al personal de salud y la situación tan delicada y apre-miante por la que atraviesa el modelo asistencial, hizo que por primera vez los gremios del sector salud se fijaran objeti-vos comunes y trazaran políticas de uni-dad para el logro de resultados tangibles. Sin embargo, al cabo de un año quedó comprobado que no basta con un proyec-

to teórico oportuno porque los profesio-nales están sumidos en un laberinto que demanda acciones y soluciones concretas.

El Manifiesto sirvió para organizar cuatro foros. El primero, que tuvo lugar en la Universidad Nacional de Colombia, se centró en el contenido y los objeti-vos de la celebración; el segundo, en la misma Alma Máter, abordó el tema de la inmigración de profesionales de la salud extranjeros al país; el tercero, en la Universidad del Bosque, analizó la preparación del sistema de salud en el posconflicto; y el último, en la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, trató las competencias profesionales y la calidad en el servicio, el empleo y la formación. Aún están pendientes los espacios de discusión para temas como la educación, el aspecto laboral, la autonomía, autorre-

gulación y ética profesional.Para la doctora María Fernanda

Atuesta, coordinadora del Año del Ta-lento Humano en Salud, es necesario redoblar esfuerzos este año y aumentar la participación de las organizaciones in-volucradas, de tal manera que se consigan resultados inmediatos. Los Ministerios de Educación, Salud y Trabajo participaron del último foro, lo que demuestra que to-das las piezas que conforman el engranaje del Estado están interesadas en participar en el diseño de una Política de Desarrollo Integral del Talento Humano en Salud, la cual, según el doctor Jorge Diego Acosta, coordinador Año del Talento Humano en Salud, es la que debe guiar el accionar de todos los gremios para asumir los retos durante el posconflicto que garanticen una paz estable y duradera.

PICRISISEdición 4

Órgano de información del Colegio Médico Colombiano

COLEGIO MÉDICO COLOMBIAN

O

MC C

Junio - Agosto 2017

ISSN: 2500-7688

• Jóvenes obesos con más riesgo de cáncer de colon

• Enfermedades cardiacas: un costo billonario

para la nación• Asbesto blanco (crisotilo): una amenaza

para la salud pública

pág. 11

COLEGIO MÉDICO COLOMBIANO

pág. 12

• Estudiar medicina: ¿buena inversión?

ASSOSALUD

pág. 13

• Optómetras también sindicalizados

• Cuidar la sonrisa es bueno para el corazón

CONMEMORACIÓN

pág. 14

• Centenario Sociedad Colombiana de Pediatría

• Carta abierta del doctor Stevenson Marulanda

Plata al Ministro

pág. 15

ENTREVISTA

pág. 6

• El sistema está pasando por serias dificultades

financieras: Acemi• Asmedas reclama vinculación laboral de tiempo

completo para los médicos

CITA CON

pág. 7

• Doctor José Ricardo Navarro, presidente de la ACSC

• Diccionario MédicoCONTROVERSIA

pág. 8

• Los actores del sistema debemos conocer la norma: SCP

• ACOMEACTUALIDAD

pág. 9

• Colegio Nacional de Bacteriología

• Tecno MedPROMOCIÓN Y PREVENCIÓN

pág. 10

EDITORIAL

pág. 2

• Universividades: a velar por la calidad antes

que por la rentabilidad

OPINIÓN• Reflexiones sobre el financiamiento del sector salud

• Dos años de Ley Estatutaria y un sistema

de salud en caída profunda

pág. 3

• Ágora• ¿Qué estamos formando?

pág. 4

• Cultura MédicaNORMATIVA

pág. 5

• Los médicos no pueden seguir como espectadores:

Juan Mendoza Vega• ANIR

Índ

ice

Tema

s

El costo de estudiar medicina

La amenaza del asbesto blanco

Sindicato de optómetras

¿Cuánto cuesta formar

a un médico en Colombia?L

a formación de un médico es compleja y en el ám -

bito económico no se limita al costo de la matrícula

en una universidad, sino que implica también el uso de

créditos educativos con su respectiva tasa de interés y

una variedad de costos asociados como el transporte,

la vivienda, la alimentación y los materiales, por no

mencionar el lucro cesante de un bachiller que podría

estar generando ingresos.El costo para la familia o para el estudiante de me -

dicina, tanto en dinero como en tiempo y esfuerzo, es

un determinante de la cantidad de candidatos que apli-

can a la carrera, particularmente en las universidades

privadas, y de alguna manera debería relacionarse con

el retorno a la inversión. El año pasado, los doctores

Diego Rosselli y Camilo Castañeda del Departamento

de Epidemiología Clínica y Bioestadística de la Uni-

versidad Javeriana, junto a su equipo investigador,

desarrollaron un estudio descriptivo y un modelo

económico para estimar los gastos para la familia o el

estudiante de formar un médico en Colombia, desde

la perspectiva de la sociedad y teniendo en cuenta los

costos directos e indirectos.

Calcularon de manera diferenciada los aportes por

medio de matrículas y otros gastos de formación de

un médico en el sector oficial y en el sector privado.

En ambos casos se tuvieron en cuenta todas las uni -

versidades con registro calificado para el programa de

medicina. Los datos se obtuvieron a partir de fuentes

oficiales de cada universidad y las proyecciones se

realizaron basadas principalmente en la revisión de

bases de datos locales y el desarrollo de encuestas pa -

ra los casos de los que no se disponía de información.

Los costos resultantes fueron expresados en pesos

colombianos del 2016. No se realizaron proyecciones

futuras, por lo que no se no se requirió la aplicación

de tasas de descuento.

Medicina: ¿profesión o negocio? La oferta de programas de medicina no cubre a todo

el país, lo cual produce una migración de estudiantes

desde sus municipios natales hasta las ciudades donde

existe la oferta educativa que buscan, lo cual podría

aumentar el costo para familiares o acudientes. Por

otro lado, en el país hay un déficit de médicos generales

y especialistas importante, que podría estar motivado,

en parte, por los altos costos de la educación médica.

El costo total calculado de costos directos fue de

$110.965.507 para estudiantes de universidades pú-

blicas y de $190.000.635 para estudiantes de univer -

sidades privadas. El total de costos indirectos fue de

$54.578.042. Se tiene entonces que el costo que se debe

asumir por la formación de un médico en Colombia es

de $165.543.549 y $244.578.677 en una universidad

pública y privada, respectivamente.

El registro del Sistema Nacional de Información de

Educación Superior (Snies) reportó la existencia de 55

programas de medicina en el país, 18 de carácter público

y 37 de carácter privado, todos conducentes a título de

médico, médico general o médico cirujano -equivalentes

en términos del ejercicio de la profesión- y con una

duración de 12 a 14 semestres. Del total de estudiantes

matriculados a programas de Medicina (41.163), el 74%

pertenecen a una IES de carácter privado. Vea más del

estudio en la página 12. Gráfica 1. Los municipios que solo cuentan con facultades de medicina

pertenecientes al sector oficial son: Tuluá, Popayán, Pamplona,

Ibagué y Sincelejo y los que solo cuenta con participación del sector

privado son Barranquilla, Montería, Chía, Villavicencio y Palmira.

La falta de cifras acerca del costo de la educación médica en pregrado llevó

a un grupo de investigadores de la Universidad Javeriana, dirigidos por los

doctores Diego Rosselli y Camilo Castañeda, a adelantar un estudio para

estimar el costo de la formación de un médico.

1200

9000

6000

3000

Bogotá DCCali

Santa Marta

PrivadaOficial

Pasto

Chía

Tuluá

PICRISIS

Edición 5

Órgano de información del Colegio Médico Colombiano

COLEGIO MÉDICO COLOMBIAN

O

MCC

Septiembre - Noviembre 2017

ISSN: 2500-7688

Casi la mitad de todas las muertes

ya cuenta con una causa registrada

Lo que no sabíamos ”Mi prescripción”

pág. 12

Presente y futuro de las especialidades

medico-quirurjicas

PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN

pág. 13

Los médicos, ejemplo para los pacientes

COLEGIO MÉDICO COLOMBIANO

pág. 14

El CMC le cumple a los médicos del país

ASSOSALUD

pág. 15

Mejorar las calidades laborales

de los profesionales no de espera

Unidos pos niños saludables

Debemos continuar buscando

alternativas de fi nanciamiento:

Viceministra de Protección Social

Cultura Médica

CONTROVERSIA

pág. 8-9

La revolución industrial

en la medicina colombiana

Greenpeace pide que Eternit deje de usar asbesto

NORMATIVA

pág. 10

Cinco mil residentes esperan

la aprobación de mejores condiciones

ACOMEEl residente

pág. 11

EDITORIAL

pág. 2

Lo que no sabíamos ”Mi prescripción”

ÁGORAOPINIÓN

pág. 3

La ley de oferta y demanda devastó la calidad

ANIRCITA CON

pág. 4-5

Fernando Sánchez Torres:

el artista detrás del científi co

Tecno Med

ACTUALIDAD

pág. 6

Salud y educación, un negocio redondo

ENTREVISTA

pág. 7

Índ

ice

Temas

Las residencias

médico-quirúrgicas

El Mipres

Asamblea CMC 2017

El Mipres es

demandado

por revivir el POS

E n días pasados la aplicación

web Mipres, que signifi ca

“mi prescripción”, fue de-

mandada ante la Corte Consti-

tucional por violar los artículos

8, 15 y 17 de la Ley Estatutaria

de la Salud. Aníbal Rodríguez

Guerrero, el abogado que re-

presenta a un grupo de víctimas

ante las Empresas Promotoras

de Salud (EPS), entabló la acción

judicial con el argumento de

que el programa del software

diseñado por el Ministerio de

Salud y Protección Social nie-

ga muchos de los servicios que

no deberían hacer parte de las

exclusiones. Para el abogado, el Plan Obli-

gatorio de Salud (POS) sigue tan

vivo como antes. En este mo-

mento los médicos solo pueden

formular los servicios de salud incluidos en el Plan

de Benefi cios en Salud (PBS), pero si requieren algún

servicio de salud No PBS (antes No POS) y la aplicación

la niega, ya no existe el formato de negación que

permitía buscar los mecanismo legales para encontrar

opciones, dice. “Ahora aparece un mensaje emergente

en el computador, lo que hace que el paciente ya no

tenga como acudir a una acción de tutela. Tampoco es

posible demandar a la EPS por negar un servicio o al

médico. Ya nadie responde”.

En su opinión, la autorización que antes hacía el

Comité Técnico Científi co (CTC) fue reemplazada por

los parámetros del software y el MIPRES defi ne si se

presta o no el servicio por medio de los códigos CUPS, -id ah saicnetnes sairav ne etroC al

euq aralca orepcho que en Colombia existe un plan abierto de salud

en el cual no debe haber una lista de inclusiones sino

de exclusiones. Estas últimas son las que se deberían

tramitar a través del Mipres.

Desde la aprobación de la Ley Estatutaria de la y otelpmoc orig nu oid dulas ed ametsis l

e ,dulaS

estableció que el afi liado puede acceder a todo lo que

necesite, excepto a lo que esté expresamente excluido,

como los tratamientos cosméticos, medicamentos sin

evidencia de efectividad, los no autorizados por el

Invima y los que estén en fase de experimentación.

A partir de esa fecha, la Corte Constitucional fi jó un

plazo de dos años para la implementación de la Ley

Estatutaria. Según el abogado demandante, el Mipres tiene otro

componente, pues no es cierto que el médico pueda euq otnemacidem l

e ribircserp ed nóisiced al ramotconsidere más apropiado. “A través de la herramienta

tecnológica, el Ministerio le euq arap arboinam

profesional ordene solo

los incluidos en el PBS.

Simplemente con borrar

un código CUP deja de

incluir un medicamen-

to y obliga al médico a

formular lo que quiere,

lo cual infringe la au-

tonomía médica. Ade-

más es una aplicación

para desgastar a los mé-

dicos porque su uso es

engorroso”.

pág12pág12

euq árdnet lanoicutit

snoC etroC al ed otnei

miugeS ed alaS aLestablecer si la aplicación establece un plan de salud que no

debería existir y si restringe la autonomía médica al imponer los

contenidos que incorpora el aplicativo.Aumentan las quejas

de los médicos

contra Esimed

La Coalición Nacional de Sindicatos

Médicos denuncia que Esimed

S.A., la red prestadora de servicios

de salud de la EPS Cafesalud, ha

desmejorado las condiciones

contractuales de los médicos

especialistas. P ara el doctor Jorge

Enciso, presiden-

te de la Coalición,

aútcef e laicremoc dadeicos ahcidretenciones indebidas e ilegales

del diez por ciento de la remu-

neración medica por concepto de

glosas y ahora ha impuesto nue-

vas modifi caciones contractuales

unilaterales que reducen el ingreso

mensual de los médicos especialistas

con actividad quirúrgica, desconocien-

do la necesidad de un acuerdo de voluntades libre

y bilateral que permita benefi cios recíprocos. “Esos

ajustes constituyen un detrimento y desmejoramiento

de las condiciones de trabajo de los médicos en múl-

tiples disciplinas, pues el ingreso del especialista está

condicionado a variables institucionales en las que no

debe tener incidencia la contratación médica”, dice el

doctor Enciso.

Además, continua el dirigente sindical, Esimed

S.A., ha estimado que la remuneración de los médicos

especialistas no podrá superar la tarifa dispuesta por

el Instituto de Seguros Sociales en el año 2001, incre-

mentada solo en un cinco por ciento, como si ese valor

pudiera compensar la pérdida de capacidad adquisiti-

va de los últimos 16 años. “La entidad desconoce que

la institución emisora del tarifario ya fue liquidada;

por lo tanto, no existe razón jurídica o comercial para

seguir implementándolo y mucho menos imponerlo. led soipicnirp sol

ed nóisergsnart atcerid anu se osE

libre mercado en que está soportado el sistema de salud

colombiano”, explica.

Por lo anterior, los sindicatos están dispuestos a

adelantar todas las gestiones administrativas y trá-

mites judiciales pertinentes en dimensiones colectivas

e individuales, nacionales y supranacionales, para

contrarrestar las prácticas que desconocen los dere-

chos y garantías del gremio médico colombiano como

fuerza laboral activa y como trabajadores misionales

permanentes de las organizaciones que conforman el

Sistema de Seguridad Social en Salud.