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www.manaescondido.com El Mensaje del

Evangelio del Reino Así que tenemos que entender que nosotros pertenecemos a una persona que está sobre nosotros. Todos nosotros pertenecemos a nuestro Señor Jesucristo, el cual vino a este planeta Tierra en carne humana. Es el Angel del Pacto, el mismo Dios, el que vino a esta Tierra en carne humana en la forma de hombre, en la forma de un profeta; y el mundo vio a Dios en carne humana, pero no Lo reconocieron.

Diciembre 25, 1994 Cayey, Puerto Rico

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 29 cayó en la tribu de Efraín, y de ahí pasó a la Iglesia gentil. Bueno, vamos a dejarlo ahí. A las 3:00 de la tarde continuamos con todo lo que Dios tenga para ese momento. Les pido que oren mucho por mí, pues necesito que El me dé para la tarde lo que El desee para todos nosotros, y así ser edificados y llenos del conocimiento del programa de Dios, que es el programa que nos llevará a la transformación de nuestros cuerpos. Bueno, hasta las 3:00 de la tarde, Dios mediante. Que Dios les bendiga y les guarde a todos. Dejo con nosotros nuevamente a Miguel Bermúdez Marín para finalizar en esta tarde nuestra parte. Dios les bendiga y les guarde a todos. “CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE.”

Este mensaje predicado por nuestro amado hermano William Soto Santiago,

Es distribuido gratuitamente.

“Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye diga: Ven. Y el que tiene sed venga; y el que

quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”

Apocalipsis 22:17

28 WILLIAM SOTO SANTIAGO Testamento y por medio de Sus mensajeros, para este tiempo final; y que pronto todos nosotros seamos transformados, conforme a Su promesa. Que las bendiciones del Angel del Pacto sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también, y que todos veamos al Verbo, la Pala-bra, hecha carne en este tiempo final, cumpliendo Sus promesas señaladas en la Escritura. Será hasta las 3:00 de la tarde, Dios mediante, en que estaré nuevamente con ustedes, aquí presente; y también con ustedes a través de los diferentes países de la América Latina y del Caribe. Y mientras llega la hora de las 3:00 de la tarde estaremos pasando diferentes conferencias o estaremos pasando una conferencia grabada, para todos los amigos y hermanos televidentes de Galaxy VII, canal 11. El viernes estaremos también aquí para continuar recibiendo la Palabra de Dios. Bueno, para ya despedirnos del aire, despedirnos de los amigos y hermanos televidentes: Que las bendiciones del Angel del Pacto sean sobre todos ustedes, y nos permita El en este tiempo final ver el Verbo hecho carne, como lo muestra Apocalipsis capítulo 19. Muchas gracias por vuestra amable atención y hasta la próxima conferencia a las 3:00 de la tarde. Dios les bendiga a todos. “CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE.” Bueno, entonces tendremos viernes y sábado actividades, y el domingo también tendremos actividades. Es una semana o dos semanas muy hermosas en donde Dios está bendiciéndonos. Ayer en la noche y hoy las conferencias han sido de enseñanza, por lo que he visto, viajando por toda la Escritura. Yo no sé si se dieron cuenta del monte Gerizim y el monte Ebal. Uno pertenece a la tribu de Efraín, el de Gerizim; y el monte Ebal pertenece a la tribu de Manasés. Están cerquita el uno del otro. Y por eso se fueron seis tribus a un monte y seis al otro monte, para escuchar las bendiciones desde un monte y las maldiciones desde el otro monte. Bueno, hemos visto que las bendiciones son habladas y están en el monte de Efraín, que es el monte que pertenece a la tribu que tiene la Primogenitura; son quizás millones de personas que no saben que la Bendición de la Primogenitura

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 27 en los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil, en la porción correspondiente para cada edad. Y para la Edad de la Piedra Angular tenemos la promesa de la manifestación de Dios en toda su plenitud para traer las bendiciones de Dios y llevar a cabo la Obra de León de la tribu de Judá, de Rey de reyes y Señor de señores, la Obra de Reclamo, en donde El reclama todo lo que se perdió en la caída, lo reclama para cada uno de nosotros; y así es como nosotros regresaremos a la vida eterna con un cuerpo eterno. Eso es para el tiempo de la manifestación de Dios en carne humana en el fin del tiempo, eso es para el tiempo de ver a Dios hecho carne en el fin del tiempo. Cuando el mundo vio a Dios en carne, en la persona de Jesús de Nazaret, no lo reconoció; no se dio cuenta que las obras que estaban siendo hechas por Jesús de Nazaret eran las obras de Dios prometidas para aquel tiempo. Ese era el tiempo de ver al Verbo, a Dios, hecho carne en la persona de Jesús de Nazaret, aquel sencillo joven carpintero de Nazaret. ¿Quién se iba a imaginar que aquel joven sencillo de Nazaret, un joven carpintero, era la manifestación de Dios en un velo de carne, como un profeta, prometida esa manifestación para aquel tiempo? Nadie se lo podía imaginar. Pero por revelación divina Pedro y los demás apóstoles y otras personas reconocieron quién era Jesús de Nazaret. Pedro le dijo: “Tú, tú eres el Cristo (o sea, el Ungido), el Hijo del Dios viviente.” Era el tiempo de ver a Dios, al Verbo, hecho carne en Su Venida como Cordero de Dios para quitar el pecado del mundo. Y hemos llegado al fin del tiempo. Este es el tiempo prometido para ver a Dios, para ver al Verbo, hecho carne nuevamente como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, en Su Obra de Reclamo. “CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE.” Hemos visto lo sencillo que fue todo, y en una persona sencilla de en medio del pueblo hebreo. Que las bendiciones de Dios sean sobre cada uno de ustedes y El nos permita en este tiempo final ver al Verbo en carne humana, hecho carne en el fin del tiempo, conforme a Su promesa divina. Y que el Verbo, Cristo, en Su manifestación final haga, cumpla, todo lo que El ha prometido, todo lo que El ha prometido en el Antiguo Testamento y en el Nuevo

26 WILLIAM SOTO SANTIAGO el Cordero de Dios, con Su Sangre preciosa limpiándonos de todo pecado. Y El no acepta otra cosa sino el original. Por eso Cristo, el original, nos limpió de todo pecado. Eso fue lo que Dios aceptó para el perdón de nuestros pecados, para poder vivir eternamente. Y para Su Segunda Venida, todos los tipos y figuras de Su Segunda Venida se convierten en el fin del tiempo en la realidad, en el original, para así cumplir el propósito divino por el cual ha sido prometida la Segunda Venida de Cristo; en donde la Palabra, el Verbo, está prometido que se hará carne nuevamente, y se cumplirá Apocalipsis, capítulo 19: el jinete del caballo blanco de Apocalipsis, capítulo 19, y Su Nombre es el Verbo de Dios. Y el mundo estará viendo nuevamente el original, estará viendo a Cristo revelado, manifestado, como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, para bendición de cada uno de nosotros. Todo lo que El hace es para bendición de cada uno de nosotros. Y así como dos mil años atrás, cuando apareció Juan el Bautista y Jesús de Nazaret, ese fue el tiempo de ver al Verbo, a Dios, hecho carne, o sea, dentro de un cuerpo humano manifestándose y cumpliendo el propósito de Su Venida, y luego llevando a cabo al final la Obra de Redención como Cordero de Dios; así es para Su Segunda Venida: en el tiempo correcto, el pueblo, conforme a la profecía, estará viendo al Verbo de Dios hecho carne, estará viendo a Dios manifestándose a través de carne humana, llevando a cabo Su Obra como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, para beneficio de todos los hijos de Dios; y este es el tiempo en que el mundo verá a Dios, nuevamente en carne humana, manifestándose conforme a Su promesa. El grande siempre es Dios, el que hace la Obra, decía Jesús. El decía: “Si ustedes no pueden creer en mí, crean a las obras, porque ellas son las que dan testimonio de mí (o sea), dan testimonio de quién yo soy.” Ahora, Dios tendrá en la Tierra una última manifestación en carne humana. La tuvo dos mil años atrás en toda su plenitud, la había tenido también en cada uno de los profetas, en la porción correspondiente para cada tiempo, la tuvo también

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE

Por William Soto Santiago 25 de diciembre de 1994

Cayey, Puerto Rico Feliz Navidad, hermanos y amigos presentes y televidentes. Hoy 25 de diciembre de 1994 es día de Navidad, en donde el mundo gentil cristiano recuerda el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, durante la noche o madrugada que ya ha pasado, y donde la raza humana recibió en su seno a Dios manifestado en carne. Quiero leer en San Juan, capítulo 1, verso 1 en adelante, y dice así: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

4 WILLIAM SOTO SANTIAGO Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.” Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones y nos permita entenderla. Nuestro tema para esta ocasión es: “CUAN-DO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE.” A través del Antiguo Testamento, por medio de los profetas de Dios, desde el Génesis hasta Malaquías, encontramos las profecías de la Venida del Mesías, de la Venida de Cristo. Y miramos a través de todas estas profecías, y podemos ver que a medida que iba pasando el tiempo, Dios fue dando más y más luz acerca de la profecía del Génesis, capítulo 3, verso 15, del hijo de la virgen que nacería, del hijo de la mujer o simiente de la mujer que heriría a la simiente en la cabeza. Encontramos que la primera ocasión en que Dios habló acerca de la Venida del Mesías fue en el Génesis, capítulo 3, verso 15, y encontramos ahí que no hubo mucha explicación con relación a la Venida del Mesías; pero a medida que fue pasando el tiempo, Dios fue enviando diferentes profetas, y a ellos les fue dando más conocimiento acerca de la Venida del Mesías: de la Venida de un hombre que nacería de una mujer, el cual heriría al diablo, a la serpiente, en la cabeza. Y por esa causa es que luego, en las profecías de Isaías, nos dice que el Mesías vendrá por medio de una virgen que concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel, que traducido es ‘Dios con nosotros.’ Ahora, todas las profecías habladas por los diferentes profetas fueron la revelación divina de la Venida del Mesías traída en cada ocasión con más claridad, con más luz, para que todos estuvieran preparados para la Venida del Mesías. Porque la Venida del Mesías sería de acuerdo a como Dios había prometido por medio de Sus profetas, y esto sería de acuerdo a

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 25 que el original que está produciendo esa sombra, sabe que el original tiene cinco dedos. Por lo tanto, cuando la persona vea el original, ya no la sombra sino la realidad, si aparece el original con seis dedos, la persona podrá decir: “Esto no fue lo que yo vi en la sombra, esa no es la mano que reflejó la sombra que yo vi.” Pero si esa mano que reflejó la sombra, se va acercando y se coloca ahí en la pared, así como fue colocada la sombra en la pared, así como fue colocada la sombra, el tipo y figura, aquí en esta Tierra frente a la vista de los seres humanos; si el original se coloca frente a la vista de los seres humanos, así como colocó la sombra, las personas entonces podrán ver esa mano y decir: “esta es la misma mano que fue reflejada en la pared. Y ahora la mano misma está en la pared ahí.” Ya las personas no están viendo la sombra, sino la mano que había reflejado esa sombra; verán una mano con cinco dedos. Y la luz dándole, podrán apreciar esa mano con cinco dedos, y podrán decir: “Ahora, yo había visto la sombra, pero ahora mis ojos ven el original, mis ojos ven el original que reflejó aquella sombra.” Cuando venga lo que es perfecto, el original, lo que es en parte será quitado; porque cuando viene el original y se va acercando y acercándose y acercándose, y se coloca en la pared donde está la sombra, ya la persona deja de ver la sombra. Lo que era en parte, la sombra, fue quitada, ¿y qué permanece? ¿y qué queda ahí, a la vista de todos? El original, que es lo que es perfecto. Lo que es en parte puede ser quitado, porque es una sombra, es un tipo y figura; pero lo que es perfecto, el original, no puede ser quitado. El original permanece para siempre, y la persona entonces tiene lo que es perfecto, tiene el cumplimiento de lo que fue prometido, de lo que fue reflejado. Y así es como hizo Dios: reflejó Su Venida, Su Primera Venida, por medio de los profetas, y cuando apareció Cristo, ahí estaba el original. La había reflejado también, Su Venida, por medio de los sacrificios de aquellos corderos; cuando vino el original, Cristo, allí estaba el Cordero de Dios. Los demás corderos fueron quitados, y Dios no aceptó la sombra o los tipos y figuras, Dios no aceptó los sustitutos, sino el original: a Cristo,

24 WILLIAM SOTO SANTIAGO José, el hijo de Jacob, es tipo y figura de nuestro Señor Jesucristo en Su Primera Venida y en Su Segunda Venida. Y es como rey, como príncipe, que el pueblo hebreo, las tribus de Israel, reconocieron a José cuando él se dio a conocer allá en Egipto; y es como Rey que el pueblo hebreo reconocerá a Cristo en Su Segunda Venida. Por eso encontramos que aún fue reflejado este gran misterio en este hijo que tuvo nuestro hermano Branham. El es tipo y figura de la Segunda Venida de Cristo, como lo fue José el hijo de Jacob. Así que podemos ver lo que es el tipo y figura de lo que Dios hará en el fin del tiempo; podemos ver la sombra de la Venida de Cristo, o sea, los tipos y figuras que son la sombra, no la realidad, sino la sombra. Por eso nuestro hermano Branham decía: “Estamos viviendo a y en la sombra de la Venida de Cristo.” ¿Por qué? Porque Cristo se estaba reflejando en él. Cristo estaba reflejando Su Segunda Venida en él. Y por esa causa él podía decir: “Estamos en la sombra de la Venida de Cristo.” Luego esto da testimonio de que más adelante entonces se materializaría todo lo que se reflejó en nuestro hermano Branham y en cada uno de los ángeles mensajeros de nuestro Señor Jesucristo. Estamos viviendo en un tiempo muy importante. Todo lo que fue reflejado en cada ángel mensajero, todo lo que ocurrió en cada ángel mensajero, luego se convierte en tipo y figura de lo que Dios hará en el fin del tiempo. Y así como Cristo se reflejó en cada profeta del Antiguo Testamento... cuando vino Cristo, miren ustedes, era un profeta; pues se reflejó en los profetas del Antiguo Testamento. Y así podemos ver por medio de la sombra, o sea, de los tipos y figuras, lo que será la realidad de lo que ha sido prometido. Es algo muy hermoso conocer los tipos y figuras de la Primera Venida de Cristo, y conocer los tipos y figuras de la Segunda Venida de Cristo; porque los tipos y figuras no fallan; como Dios lo muestra en los tipos y figuras, luego lo materializa. Si usted tiene una luz y coloca su mano frente a esa luz y hace sombra en una pared con su mano, su mano estará reflejando en la pared cinco dedos (si es que tiene cinco dedos). Cuando una persona mira en la pared esa mano, entonces sabe

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 5 como Dios dijo en el Génesis, capítulo 3, verso 15, y sería Emanuel, que traducido es ‘Dios con nosotros.’ La raza humana en el Huerto del Edén estaba con el Título de Propiedad; pero no se lo había comido. Y allí el ser humano tenía todos los derechos a la vida eterna, a la Herencia eterna, tenía los derechos a ser Rey sobre la Tierra, él estaba colocado como Rey sobre la Tierra: él le podía hablar a la naturaleza, y ella le obedecía; le podía hablar a los animales, y ellos le obedecían; le colocó nombre a todos los animales, a las aves del cielo también; él fue el que le colocó nombre a todas las cosas, conforme a como Dios le ordenó. El podía hablar a los vientos para que ellos soplaran de este lado hacia este lado o de este otro hacia allá. El podía hablarle también a los peces, a los animales, a las aves, a los árboles también; podía decirles: “pásate de aquí allá,” y se pasaría, sin necesidad de tomar una herramienta y sacar el árbol de ahí y trasplantarlo en otro lugar. Porque por la Palabra hablada él podía hacer todas estas cosas; pues Dios le había dado esa autoridad a Adán para que así él hiciera todas las cosas, como Rey en este planeta Tierra; pues la Escritura en el Génesis nos dice que Dios le dio autoridad al ser humano sobre todas las cosas. Dice Dios en Su Palabra que El colocó a Adán sobre todas las cosas, y así Adán, aún antes de tener el cuerpo físico creado por Dios del polvo de la Tierra, encontramos que ya Adán tenía ese privilegio de tener autoridad sobre el planeta Tierra con todo lo que tenía el planeta Tierra. Nos dice la Escritura que Dios así lo hizo y el hombre se encontraba en su cuerpo teofánico; pues es en el cuerpo teofánico que el hombre recibió toda esa autoridad sobre el planeta Tierra con todo lo que tenía; para luego manifestar ese poder, esa autoridad, también estando en carne humana; porque es en el cuerpo teofánico donde Dios coloca ese poder. El ser humano al caer en el Huerto del Edén perdió toda esa autoridad, perdió su dominio sobre toda la Herencia que Dios le había dado. El diablo le arrebató la Herencia a Adán. Y el diablo ha estado gobernando la Herencia de los hijos de Dios; pero el diablo no pudo obtener el Título de Propiedad. Si el diablo obtenía el Título de Propiedad, el diablo se hacía eterno; pero ese título regresó a las manos de Dios. Y por

6 WILLIAM SOTO SANTIAGO eso en Apocalipsis, capítulo 5, encontramos que Dios, sentado en el Trono, tiene en Su mano derecha un Librito sellado con siete sellos, escrito por dentro y por fuera. Y ese Título de Propiedad es el Libro de la Vida del Cordero regresando a las manos de Dios, a la mano derecha de Dios, del que está sentado en el Trono. Ese Título de Propiedad ha sido protegido por seis mil años aproximadamente; y Dios no permitió en ningún tiempo que ese Título de Propiedad saliera de Su mano, porque la raza humana no ha estado capacitada, por seis mil años, para recibir ese Título de Propiedad y hacerse inmortal y vivir en cuerpos que no tendrán fin; pues nos dice San Pablo que la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios. Así que estando el ser humano en este cuerpo mortal no puede vivir eternamente con este cuerpo mortal. Este cuerpo tiene que ser cambiado, transformado, en un cuerpo eterno, celestial, glorioso o glorificado, para vivir por toda la eternidad. Para los muertos en Cristo también se requiere un cuerpo eterno en la resurrección de ellos; pues ellos han de resucitar en cuerpos eternos, para así poder vivir eternamente con nuestro Dios, con nuestro Señor Jesucristo. Y así tener la Herencia de Dios y ser coherederos con Cristo Jesús de esa gloriosa Herencia eterna que Dios ha preparado para todos Sus hijos. Ahora, podemos ver que el ser humano ha estado viviendo en este planeta Tierra por seis mil años más o menos, aproximadamente, como el pueblo hebreo vivió en Egipto. Ha vivido la raza humana en este planeta Tierra, esclavizada, por aproximadamente seis mil años, pero Dios ha prometido la liberación para todos los escogidos de Dios. El ha prometido que nos libertará, El ha prometido que nos sacará de esta situación mortal, corruptible y temporal, y nos meterá a la tierra prometida del glorioso Reino milenial con cuerpos eternos. El ha prometido un cuerpo eterno para cada hijo de Dios, así como El nos ha dado por medio del nuevo nacimiento un espíritu eterno, un espíritu teofánico, un cuerpo teofánico, en el cual van a vivir todos los hijos de Dios que parten de esta Tierra, y van al Paraíso a vivir en ese cuerpo teofánico de la sexta dimensión. Un cuerpo como el cuerpo en el cual le apareció Dios a Abraham en diferentes ocasiones, en

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 23 anticristo se apoderó de cada edad. Pero el espíritu del anticristo no podrá meterse a la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, porque Jesucristo tendrá a Su Angel mensajero en la Tierra, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, y eso será lo que evitará que el espíritu del anticristo se meta en la Edad de la Piedra Angular. Cristo en Su Angel mensajero impedirá que el anticristo y el espíritu del anticristo se metan a la Edad de la Piedra Angular, evitará que se metan, se meta el espíritu del anticristo, estableciendo cosas que no son el Mensaje de la Edad de la Piedra Angular; evitará que se metan dogmas, credos y tradiciones; evitará todas esas cosas, y así el cuerpo místico de Cristo, espiritualmente hablando, quedará sano y listo para ser transformado y raptado. Hemos visto cómo en la vida de nuestro hermano Branham se reflejaron todas estas cosas. Es en el ciclo que corresponde al año del Jubileo que el cuerpo místico de Cristo recibe las bendiciones de Dios, que son habladas las bendiciones de Dios sobre el cuerpo místico de Cristo; y es ese el ciclo divino para los muertos en Cristo resucitar y nosotros los que vivimos ser transformados y raptados con ellos a la gloria, para recibir los galardones de Dios. Ahora, después que ha partido nuestro hermano Branham, podemos examinar su vida y las cosas que acontecieron en su vida, y ver que se reflejó verdaderamente en él nuestro Señor Jesucristo y las cosas que acontecerían en Su cuerpo místico de creyentes. Aún en su familia: su esposa y sus hijos, en ellos también se reflejó el programa divino. El mismo dice que su esposa representa a la Iglesia de su tiempo, de su edad, representa a la Iglesia, a los escogidos, que estaban recibiendo su Mensaje en el tiempo en que él estuvo viviendo. También podemos ver que tuvo un hijo a través de nuestra hermana Meda, el cual es tipo y figura de la Segunda Venida de Cristo; un hijo que no podía venir, que era imposible aparentemente. Por cuanto Dios lo prometió, vino ese hijo; y representa la Segunda Venida de Cristo como Rey de reyes y Señor de señores; pues sacó ese nombre de José, el hijo de Israel o de Jacob. Cuando leyó su vida y vio esa vida tan perfecta que es tipo y figura de nuestro Señor Jesucristo; o sea,

22 WILLIAM SOTO SANTIAGO año séptimo, que era el año número 56 que tenía que ocurrirle, no le ocurrió; y al no ocurrirle, él dice: “Dios me ha sanado, estoy sano.” El vio en una visión lo que le causaba el problema, y él siempre decía: “Si yo veo en visión lo que me está causando el problema...” lo cual él veía cada cierto tiempo, y no podía resolver en ese tiempo. Dice: “Pero yo sé que si yo en algún momento logro en esa visión hacer lo que yo quiero hacer, yo voy a resolver el problema de salud que yo tengo.” Era representado en una ardilla mala. Así es como Dios le ha mostrado a través de la Biblia a sus diferentes profetas las cosas: con cosas que representan otras cosas; o sea, en animales, en aves, y así por el estilo, Dios le ha representado problemas o bendiciones al pueblo de Dios, y lo ha mostrado a Sus profetas. Ahora, cuando él vio esa ardilla y logró evitar que entrara a su boca cuando brincó hacia él, allí quedó resuelto su problema; y luego el ángel de Dios lo mandó a ir al monte y allí encontró una ardilla muerta traspasada por espinas de cactos; y esa ardilla que él vio literalmente, representaba a aquella que él veía en visión, y representaba la enfermedad o problema que él tenía y había sufrido por 49 años; y cuando le llegó el año 56 para sufrir ese problema, escapó del problema. Y él vio que su problema estaba resuelto al tener éxito en esa visión; y Dios le dijo que había muerto su enemigo, y le dijo... le decía siempre: “No tengas temor, solamente mide 6 pulgadas.” El 6 es número de hombre, y encontramos que el 6 es el número que es usado para el anticristo, para la bestia, tres veces 6, o sea, 666; tres 6 dan 666. El problema para la raza humana será resuelto con la muerte del anticristo; eso es para el cuerpo místico de Cristo. Ahora, en lo espiritual ya tiene un sinnúmero de cosas que tienen que ver para la salud espiritual del cuerpo místico de Cristo. En cada edad de la Iglesia gentil entró el espíritu del anticristo, o sea, entró ese espíritu, y por eso el número 6 es tan importante, porque es número de hom-bre. Ahora, en la Edad de la Piedra Angular, que es la Edad representada en el año del Jubileo, el espíritu del anticristo no puede entrar. El espíritu del anticristo entró en cada edad de la Iglesia gentil; cuando partió el mensajero, el espíritu del

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 7 la ocasión que le apareció como Elohim, y en la ocasión que le apareció como Melquisedec. Ahora, nosotros tenemos un cuerpo teofánico, un espíritu teofánico; ese es el Angel de Jehová que acampa en derredor de los que le temen y los defiende. Cada hijo de Dios tiene un ángel, un cuerpo teofánico. Por eso cuando un hijo de Dios parte de esta Tierra, o lo que le llaman morir; pero los santos no mueren sino que duermen sus cuerpos, pero ellos van al Paraíso. Y cuando parte un hijo de Dios, él parte en ese cuerpo teofánico dejando este cuerpo físico, y desde su cuerpo teofánico puede mirar hacia acá, hacia esta dimensión, y ver el cuerpo físico ya muerto; pero la persona sigue viviendo en otra dimensión, en la sexta dimensión, o sea, los hijos de Dios; pero regresarán en la resurrección de los muertos en Cristo, regresarán a esta Tierra y recibirán un cuerpo eterno físico, un cuerpo eterno, y todos serán a imagen y semejanza de nuestro Señor Jesucristo. Y nosotros los que vivimos, estaremos viendo a los muertos en Cristo en sus nuevos cuerpos ya resucitados, y nosotros seremos transformados, conforme a la promesa divina. Ahora, todo esto corresponde para el fin del tiempo, el fin del mundo y el fin del siglo; todo esto está prometido por Dios. Y en las edades pasadas no fue cumplido, porque corresponde para cuando ya las edades de la Iglesia gentil han terminado y la Iglesia del Señor Jesucristo entra a la Edad de la Piedra Angular y a la Dispensación del Reino. Y en esa Edad de la Piedra Angular y en la Dispensación del Reino ocurrirá la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos. Por esa causa es que Cristo toma el Título de Propiedad de la mano del que está sentado en el cielo, en el Trono, lo abre en el cielo ese Título de Propiedad y lo trae a la Tierra; lo trae a la Tierra a Su Iglesia, a la Esposa del Cordero, que es también el Templo espiritual de nuestro Señor Jesucristo. Siendo un Templo espiritual, contiene en forma actualizada, o en forma de seres humanos, lo mismo que el templo o tabernáculo que hizo Moisés y el templo que hizo Salomón contenía en diferentes objetos en ese templo. Encontramos que aquello era tipo y figura de lo que el Templo espiritual de Cristo tendría; y todas estas cosas colocadas allá dan testimonio de los escogidos de Dios que

8 WILLIAM SOTO SANTIAGO ocuparán diferentes posiciones en el cuerpo místico de Cristo en Sus diferentes etapas o edades por las cuales el cuerpo místico de Cristo tenía que pasar. Ahora, siendo que el Título de Propiedad, el Libro de la Vida del Cordero, el Libro de la Redención, aparece en Apocalipsis, capítulo 5, en la mano del que está sentado en el Trono, allá en el Templo que está en el cielo; ese Libro al ser tomado por Cristo en el cielo, no puede ser llevado a otro lugar que no sea el que en la Tierra estará representando el Templo que está en el cielo; y de ese Templo, la parte que estará representando el Trono de Dios, que es el Lugar Santísimo en el cielo. Y en el Templo espiritual de Cristo encontramos que tenemos el Atrio, tenemos el Lugar Santo... y el Lugar Santo corresponde a las siete etapas o edades de la Iglesia gentil, las cuales ya han sido cumplidas, donde Cristo se manifestó, se reveló, por medio de cada ángel mensajero en cada edad de la Iglesia gentil; pero en ninguna de esas siete edades de la Iglesia gentil el Título de Propiedad fue abierto y traído a la Tierra para ser colocado en el Lugar Santo del Templo espiritual de Cristo. ¿Por qué? Porque ese Título de Propiedad está en la mano del que está sentado en el Trono, y ese lugar es el Lugar Santísimo allá en el cielo, en el Templo que está en el cielo. Por lo tanto se requiere que el Templo espiritual de Cristo tenga un Lugar Santísimo a donde pueda venir Cristo con ese Título de Propiedad. El vino a cada ángel mensajero de las siete edades; pero no podía venir con el Título de Propiedad para colocarlo ahí en una de esas siete edades. ¿Por qué? Porque corresponde al Lugar Santísimo. Así que se requiere el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, que es la Edad de la Piedra Angular, para que Cristo al venir a esa Edad de la Piedra Angular traiga el Título de Propiedad y lo entregue a Su Iglesia, encabezada en el mensajero de la Edad de la Piedra Angular; para que así el cuerpo místico de Cristo, encabezado en Su Angel mensajero, se lo coma, y pueda venir la restauración de los hijos de Dios, de la Iglesia del Señor Jesucristo, a la vida eterna con un cuerpo eterno. Con la restauración del Título de Propiedad a la raza humana, a la Iglesia del Señor Jesucristo, los derechos a la vida

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 21 en San Pablo se estaba tipificando Cristo. San Pablo decía: “No vivo ya yo, vive Cristo en mí.” En cada edad de la Iglesia gentil se vivió en la sombra de la Venida de Cristo, o sea, en el tipo y figura que es la sombra de la Venida de Cristo, reflejada la Venida de Cristo en cada ángel mensajero de cada edad de la Iglesia gentil. Y de todos los ángeles mensajeros, en el más que se reflejó la Segunda Venida de Cristo fue en el séptimo ángel mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil. Se reflejó tanto que la vida del séptimo ángel mensajero es una mina, un tesoro, un tesoro lleno de todas las cosas que corresponden a la Segunda Venida de Cristo reflejadas en el séptimo ángel de la Iglesia gentil. Su vida dura, difícil, reflejó las siete edades de la Iglesia gentil, y reflejó también el ministerio de Jesucristo que hubo en las siete edades de la Iglesia gentil; y reflejó también el ministerio que habría en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino. Su nacimiento, su vida y su partida están llenas de reflejos, de tipos y figuras, de la Segunda Venida de Cristo. Encontramos que nadie se podía imaginar que la partida de nuestro hermano Branham se llevaría a cabo a los 56 años de edad. Pero cuando sacamos la cuenta en ciclos de 7 años, encontramos que cada 7 años él pasaba por una etapa difícil, como pasó la Iglesia del Señor Jesucristo, por 7 etapas pasó situaciones difíciles. Encontramos que luego, cuando llegó a cumplirse en él esas siete etapas, encontramos que había vivido la cantidad de tiempo que representaba esas siete etapas. Luego encontramos que partió a los 56 años; esto nos muestra que la Iglesia del Señor Jesucristo, luego de pasar por las siete etapas de la Iglesia gentil, entra a una etapa, la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, en donde partirá de esta Tierra en cuerpos eternos y gloriosos, conforme a como está prometido. En 49 años hay 7 años claves, o sea, cada 7 años el año séptimo era el año en donde él tenía problemas, se repetía eso cada 7 años. Luego encontramos que la última ocasión en que eso le sucedió, cumplió el año o ciclo número 7; y cuando luego él estaba esperando que le aconteciera al cumplirse 7 años, el

20 WILLIAM SOTO SANTIAGO personas era cubierto con el sacrificio de aquellos tipos y figuras del Cordero de Dios, Jesucristo. Siempre tenemos que conocer estos tipos y figuras que dan testimonio de lo que Dios hará. Y cuando Dios cumple el tipo y figura, entonces lo que es en parte, es quitado; porque lo que es perfecto ha venido. ¿Y qué es lo que es perfecto? Aquello que ha sido representado en los tipos y figuras que han sido manifestados. Los tipos y figuras son muy importantes. Por ejemplo, tenemos los tipos y figuras de Cristo en los diferentes símbolos, pero también en personas. Los profetas fueron tipo y figura de nuestro Señor Jesucristo; por eso cuando vino Cristo era un profeta también, pero era El Profeta de todos los profetas. Y en los profetas del Antiguo Testamento habitó una porción de Dios, pero en Cristo habitó la plenitud de Dios. Allí estaba el profeta perfecto con la plenitud de Dios para llevar a cabo una Obra perfecta. Por eso encontramos que en David, por ejemplo, se reflejó lo que Cristo haría o sufriría. Y David decía: “Horadaron mis manos y mis pies, contar puedo todos mis huesos.” Y cuando Cristo murió en la Cruz del Calvario se cumplió en toda su plenitud eso que se había reflejado en el rey David. También encontramos que en cada ángel de la Iglesia gentil, en los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil, se ha reflejado la Segunda Venida de Cristo, en una porción correspondiente para cada edad. Pero luego, en el fin del tiempo, se cumplirá en toda su plenitud lo que fue reflejado en cada ángel mensajero del Señor Jesucristo, y se cumplirá en la Iglesia del Señor Jesucristo lo que fue reflejado en cada edad de la Iglesia gentil. O sea, que después de las siete edades de la Iglesia gentil es que viene lo que es perfecto, lo que fue reflejado en las edades pasadas. Y por esa causa es que encontramos a través de los diferentes mensajeros de Jesucristo, pasando por las diferentes edades, manifestaciones poderosas de Cristo, las cuales luego, en el fin del tiempo, todas se juntarán en la manifestación final de Jesucristo en toda su plenitud. Cuando se estaba viviendo en el tiempo de San Pablo, se estaba viviendo en la sombra de la Venida de Cristo; porque

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 9 eterna son reclamados por Cristo para todos los escogidos de Dios, para los que partieron en el pasado y para nosotros los que vivimos en el presente; para que así cada uno de nosotros tengamos el derecho a ser transformados en este tiempo final y regresar a vida eterna con un cuerpo eterno, y los muertos en Cristo tengan el derecho a resucitar en este tiempo final. Para eso es que Cristo trae el Título de Propiedad a la Tierra en Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 en adelante, para la restauración de Su Iglesia a la vida eterna. Ahora, podemos ver la forma en que Cristo nos libertará de la muerte, podemos ver la forma en que Cristo libertará a Su Iglesia, a Sus hijos, a Sus escogidos, en el fin del tiempo, como libertó al pueblo hebreo allá en Egipto. El pueblo hebreo está señalado por Dios como el pueblo Primogénito de Dios. Dice Dios: “Israel es mi Hijo, mi Primogénito.” Y en la forma en que Dios obró con Su Hijo Primogénito como pueblo, con Israel como pueblo, y como obró con Jacob, al cual le cambió el nombre por Israel, el cual tenía la Bendición de la Primogenitura, encontramos que en esa misma forma Dios tratará con todo Hijo Primogénito. Por eso es que nuestro Señor Jesucristo naciendo en Belén de Judea, de la virgen María como su hijo primogénito, y también como el Primogénito de Dios; encontramos que Jesús tenía que ir a Egipto, y surgieron ciertos motivos por los cuales Jesús fue a Egipto: por causa de la persecución que vendría sobre los niños de dos años hacia abajo, en donde serían muertos los niños de dos años hacia abajo. El arcángel Gabriel le apareció a José, diciéndole: “Toma al niño (a Jesús) y a su madre, y vete a Egipto.” Y la Escritura dice: “Para que se cumpliera la Escritura que dice: De Egipto llamé a mi hijo.” Ahora podemos ver porqué el arcángel Gabriel mandó a José a Egipto con María y el niño Jesús, no lo mandó a otro lugar, sino a Egipto; para que se cumpliese la Escritura que dice: “De Egipto llamé a mi hijo.” Cuando murió el rey, el ángel nuevamente le apareció a José, estando José en Egipto con María y con Jesús, y le dijo: “Los que buscaban la muerte del niño, han muerto ellos; por tanto, regresa a la tierra de Israel, vete a Nazaret.” José y María se fueron a Nazaret con el niño Jesús; y allí se crió, allí pasó

10 WILLIAM SOTO SANTIAGO esa etapa de niño, de adolescente y de joven, para que se cumpliese también la Escritura que el Mesías sería nazareno. Ahora, ¿cómo el Mesías podía ser nazareno, pues para ser nazareno tenía que ser de Nazaret, estar en Nazaret? ¿Y cómo podía ser nazareno y también ser de Belén? La historia bíblica del nacimiento de Jesús y de la crianza de Jesús nos da testimonio de cómo Dios cumplió esas profecías. Algunas veces las personas esperan ver el cumplimiento de lo que Dios prometió, todo a la misma vez; y no se dan cuenta que las promesas divinas para ser cumplidas tienen un proceso y van en una forma progresiva: lo que va primero, va primero. Y hay personas que quieren ver lo último sin ver lo primero; y eso no funciona así para la persona. Las personas tienen que ver lo que Dios ha prometido en la Escritura, y luego tienen que ver lo que Dios ha prometido a medida que Dios lo va cumpliendo. Los que estaban esperando la Venida del Mesías en medio del pueblo hebreo, muchos esperaban un poderoso guerrero, un príncipe, porque Dios había dicho que de Belén saldría un Príncipe que gobernaría al pueblo hebreo. Pero ¿qué pasó? lo estaban esperando ya un hombre, y tenían ellos que ver que ese hombre primero tenía que nacer, tenían que primero recibirlo como un infante, un bebé, naciendo en Belén de Judea por medio de una virgen, y luego tenían que ver que de Egipto Dios llamaría a Su Hijo; porque todo Hijo Primogénito de Dios tiene que pasar por esas etapas. Y luego encontramos que todo Hijo Primogénito de Dios está sujeto al programa divino que corresponde a los Primogénitos de Dios escritos en el cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Así que todo Hijo Primogénito de Dios tiene un Egipto de donde tiene que ser sacado por Dios. En lo espiritual se cumple eso, y luego cuando nosotros seamos transformados se estará cumpliendo también, cuando Dios nos saque de este mundo, de esta dimensión terrenal y de este sistema mundial, y nos coloque en la dimensión divina con un cuerpo eterno, entonces nos ha sacado en ese sentido también de Egipto, de la esclavitud terrenal en la cual vive la raza humana. Ahora, todo Hijo Primogénito de Dios tiene la promesa de ser adoptado, la promesa de ser adoptado para vida eterna, la promesa de ser adoptado para encargarse de los negocios de

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 19 divino, por lo tanto vendrían las maldiciones de Dios sobre el pueblo. Tenemos la historia del pueblo hebreo, donde podemos ver que se cumplieron las bendiciones divinas cuando el pueblo obedeció a Dios, y podemos ver que se cumplieron también las maldiciones divinas cuando el pueblo desobedeció a Dios. Ahora, una cosa muy importante que no podemos dejar pasar por alto es que el monte Gerizim se encontraba en el territorio de Efraín, y el monte Ebal en el territorio de Manasés. Encontramos que cuando Jacob echó la Bendición de la Primogenitura, cayó sobre Efraín, sobre él fueron habladas las bendiciones de Dios; y Efraín es tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo, del cuerpo místico de Jesucristo en y desde donde se hablan las bendiciones de Dios. Manasés representa al pueblo hebreo, que rechazó a Cristo, y al rechazar a Cristo, la Bendición de la Primogenitura pasó al pueblo gentil, a la Iglesia del Señor Jesucristo, representada en Efraín, por medio de la cruz. Jacob hizo la cruz allí al cruzar sus brazos para traer la Bendición de la Primogenitura a Efraín, que era el segundo hijo de José. Ahora podemos ver cómo las bendiciones de Dios son habladas sobre el monte de Sión, sobre la Iglesia del Señor Jesucristo, representado ese monte en la tribu de Efraín y en Efraín. Y también podemos ver cómo los juicios divinos, las maldiciones divinas, van a ser habladas en la gran tribulación, en medio del pueblo hebreo, bajo el ministerio de los dos olivos; y ese es el monte Ebal, el monte que está en la tribu de Manasés. Ahora podemos ver cómo Dios tomó cuidado en colocar los tipos y figuras de lo que El estaría haciendo en el fin del tiempo; porque los tipos y figuras tienen tanta importancia que en lo que llega lo real, el tipo y figura es reconocido por Dios y cumple un propósito divino; y en lo que llega lo real, Dios usa el tipo y figura. Por eso encontramos también que en lo que llegó el Cordero de Dios y murió en la Cruz del Calvario y quitó el pecado del mundo, Dios estableció los tipos y figuras de aquellos sacrificios, de aquellos animalitos; y el pecado de las

18 WILLIAM SOTO SANTIAGO las doce tribus, la mitad se colocara en el monte Gerizim y la otra mitad en el monte Ebal. Encontramos que desde el monte Gerizim se hablarían las bendiciones de Dios, y el pueblo diría: “Amén.” La mitad del pueblo hebreo, la mitad de las tribus de Israel, estando en el monte Gerizim, y la otra mitad estando en el monte Ebal; al ser habladas las bendiciones de Dios desde el monte Gerizim escucharían en el otro monte. Y luego se hablarían las maldiciones desde el monte Ebal, y el pueblo diría: “Amén.” Las bendiciones consistían en guardar la Palabra que Dios había dado al pueblo por medio de Moisés. Al guardar esa Palabra, esos mandamientos divinos, vendrían esas bendiciones sobre el pueblo. Luego las maldiciones consistían en que aquellos que no guardaran la Palabra que Dios había hablado por medio de Moisés, los mandamientos divinos, vendrían esas maldiciones sobre el pueblo; y el pueblo diría: “Amén,” es decir: “sea así.” El pueblo allí estaba aceptando las bendiciones de Dios a base de guardar la Palabra de Dios, los mandamientos divinos dados por medio de Moisés; y el pueblo estaba aceptando que si no guardaba los mandamientos divinos, las plagas, las maldiciones, vinieran sobre ellos. Y encontramos a través de la historia del pueblo hebreo que hubo épocas que vinieron las bendiciones de Dios; y si buscamos el porqué, podemos ver que fue una época en donde guardaron la Palabra de Dios, y en donde hubo un rey que sirvió a Dios y dirigió al pueblo al servicio divino. Y también encontramos que cuando vinieron las maldiciones de Dios, hubo un rey frente al pueblo que no estaba haciendo conforme a la ley divina, estaban sirviendo a dioses ajenos, estaban sirviendo a dioses paganos, e inclinaron al pueblo a servir a los ídolos, a dioses paganos y a religiones paganas, en muchas ocasiones al casarse con mujeres paganas las cuales traían su religión pagana y la establecían en medio del pueblo hebreo (cosa que Dios le prohibió hacer al pueblo hebreo). En medio del pueblo hebreo no se podían tener religiones paganas establecidas; solamente la ley divina dada por medio de Moisés, y el sacerdocio establecido por Dios a través de Moisés en la descendencia de Aarón, sirviendo a Dios en el templo de Dios. Hacer contrario a eso era violar el pacto

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 11 su Padre celestial en una escala mayor, en donde Dios entregará todos Sus negocios a Sus Hijos Primogénitos cuando sean adoptados; y se cumplirá la promesa de Cristo que dijo: “En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor.” Por eso es que El nos enseña a nosotros Su Palabra, para que seamos fieles en lo poco, para que seamos fieles en esta vida terrenal que El nos ha dado, para que cumplamos el propósito divino por el cual El nos ha enviado a este planeta Tierra. No estamos aquí por mera casualidad, ninguno de ustedes escogió vivir en este tiempo final, fue Dios el que escogió para cada uno de ustedes y para mí también el vivir en esta Tierra en este tiempo final. O sea, que fue una elección divina; porque El tiene un programa divino, El tiene un propósito por el cual les ha enviado a ustedes a vivir en este planeta Tierra y a mí también, y ese es el propósito para el cual nosotros hemos venido a este planeta Tierra, ese es el propósito que debe ser cumplido en cada uno de nosotros. Nosotros no nos pertenecemos a nosotros mismos. Hay personas que dicen: “Yo hago lo que yo quiera hacer.” La persona tiene libre albedrío para hacer lo que quiera hacer; pero está responsabilizado delante de Dios a hacer conforme a la Voluntad de Dios. Y si se sale de la Voluntad de Dios y anda como él desee andar en esta Tierra, pierde los derechos a vivir eternamente; porque en lo poco no ha sido fiel, ¿cómo lo van a poner en lo mucho? Si estando en este cuerpo mortal, sabiendo que lo que va a vivir es un lapso de tiempo nada más, y no busca a Dios, y no sirve al propósito de Dios para el cual ha vivido... ¿Si Dios lo coloca en un cuerpo eterno, qué va a hacer? También lo que le da la gana. Por lo tanto, pierde los derechos a la vida eterna el que quiera vivir en esta Tierra como le da la gana y no conforme a la Voluntad de Dios. Así que tenemos que entender que nosotros pertenecemos a una persona que está sobre nosotros. Todos nosotros pertenecemos a nuestro Señor Jesucristo, el cual vino a este planeta Tierra en carne humana. Es el Angel del Pacto, el mismo Dios, el que vino a esta Tierra en carne humana en la

12 WILLIAM SOTO SANTIAGO forma de hombre, en la forma de un profeta; y el mundo vio a Dios en carne humana, pero no Lo reconocieron. En el mundo estaba y el mundo fue hecho por El, pero el mundo no le conoció: pensó que era un falso profeta, pensó que era un engañador, pensó: “este joven carpintero de Nazaret no nos puede decir que El ha venido del cielo.” Ellos no comprendían que el que estaba dentro de aquel cuerpo era el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el cual había descendido del cielo para llevar a cabo la Obra de Redención. El mundo no pudo ver el velo de carne donde estaba Dios manifestado, hecho carne, dos mil años atrás, no pudieron ver ni siquiera el nacimiento de Jesús de Nazaret como el nacimiento del velo de carne donde el Angel del Pacto estaría viviendo en este planeta Tierra en medio de los seres humanos, y estaría participando con el ser humano de las costumbres terrenales, de los hábitos de comer, trabajar y dormir, y estaría comunicándose con los seres humanos como los demás seres humanos se comunican. Estaría el verbo hecho carne, Dios hecho carne entre los seres humanos como uno de los seres humanos; pues Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, y luego cuando Dios visitó la Tierra para llevar a cabo la Obra de Redención, Dios se hizo un cuerpo a imagen del ser humano, se hizo un cuerpo conforme a la semejanza de nuestros cuerpos; pero un cuerpo perfecto, sin pecado, creado por Dios en el vientre de María, para habitar en él el Dios Todopoderoso Creador de los Cielos y de la Tierra. Por eso es que el apóstol San Juan nos dice en el capítulo 1, verso 18: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer (él le declaró, él le reveló).” La aparición de Jesús de Nazaret en este planeta Tierra era nada menos que la revelación del Dios Todopoderoso por medio de carne humana; era el Verbo, Dios, hecho carne, hecho hombre, entre los seres humanos. Pero el mundo no lo conoció así, el pueblo hebreo no lo entendió así. Y pensaron que era un falso profeta, un engañador. Y como El comía y bebía como los demás seres humanos, e iba a diferentes comidas o cenas a las cuales le invitaban con Sus discípulos, y lo veían que comía, y

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 17 Ahora, el pacto es que no destruirá la Tierra con agua, con un diluvio; en ese pacto no está incluido el fuego, o sea, en ese pacto no está incluido que no destruirá la Tierra con fuego. Por eso la destrucción que viene en la gran tribulación será con fuego; los volcanes entrarán en erupción, explotarán; la radioactividad que está almacenada, de alguna forma se soltará, y esas bombas nucleares que tienen almacenadas, y esos reactores nucleares, de alguna forma soltarán esa radioactividad; y se cumplirá lo que está dicho en Zacarías capítulo 14, que la carne de las personas se va a derretir estando ellos en pie; y eso no es otra cosa sino la radioactividad suelta en medio de la raza humana. Mi petición y mi deseo es que eso no llegue a la América Latina y al Caribe. Y gracias a Dios que los países latinoamericanos y caribeños no tienen bombas nucleares para usarlas en una guerra; por lo tanto no tienen bombas nucleares que se puedan explotar y afectar a los latinoamericanos. Y por cuanto los latinoamericanos no pueden hacer una guerra con países que tienen bombas nucleares; porque no tendría ninguna ventaja ningún país latinoamericano en entablar una guerra con un país que tiene armas nucleares; pues entonces los países latinoamericanos no van a buscar pelea con los países que tienen bombas nucleares; así que nos quedamos quietecitos y esperamos que entre el glorioso Reino milenial, en donde esperamos que muchos países latinoamericanos y caribeños, y si es posible todos, entren al glorioso Reino milenial del Señor Jesucristo con la mayor parte de sus habitantes que tienen en la actualidad. Mi deseo para los latinoamericanos y caribeños es que entren al glorioso Reino milenial de Jesucristo cuando comience en esta Tierra. Y mi oración por los latinoamericanos y caribeños es la misma: Yo deseo las bendiciones del Reino de nuestro Señor Jesucristo para los latinoamericanos y caribeños, así como para el pueblo hebreo. También deseo las bendiciones de Dios para todos los seres humanos que viven en la Tierra. Para alcanzar esas bendiciones se requiere recibir esa Palabra de Dios, donde son habladas las bendiciones de Dios. Encontramos que en medio del pueblo hebreo Dios ordenó que cuando entraran a la tierra prometida, la mitad de

16 WILLIAM SOTO SANTIAGO alma, en el espíritu y en el cuerpo también; con alma, espíritu y cuerpo. Cuando nos habla de amarlo con todo nuestro corazón, está señalando nuestra alma; y cuando nos habla de nuestra mente, está señalando nuestro espíritu; y cuando nos habla de nuestras fuerzas, está señalando el cuerpo; y todo junto lleva a cabo la Obra que agrada a Dios. Nosotros estamos viviendo en un tiempo muy importante en el programa divino, nosotros estamos viviendo en un tiempo paralelo al tiempo de la Primera Venida de nuestro Señor Jesucristo, y también al tiempo de Noé, y al tiempo de Moisés, y al tiempo de Abraham y de Lot; por eso cuando nuestro Señor Jesucristo predijo o profetizó acerca de la Venida del Hijo del Hombre para el fin del tiempo, dijo que sería como en los días de Lot, o sea, como en los días de Sodoma y de Gomorra; pero en los días de Lot estaba un profeta llamado Abraham en la cima del monte, al cual le apareció Dios en forma visible, y Abraham le llamó Elohim, Señor. En los días de Noé, cuando Dios destruyó la raza humana con un diluvio, allí estaba un profeta también, y Dios le apareció a ese profeta. Fue ese el tiempo en que la raza humana llegó al tiempo del juicio divino. Y Dios no envía juicio a la Tierra sobre la raza humana sin antes avisarle de ese juicio que va a enviar, porque siempre hay una forma de escapar del juicio divino; porque las misericordias de Dios son infinitas, y para todo el que quiere escapar del juicio divino, siempre hallará la forma establecida por Dios en Su Palabra y en el tiempo señalado por Dios. Si deja pasar ese tiempo, ya no puede alcanzar la misericordia de Dios, sino que tiene que pasar por el juicio divino. Tenemos la profecía del juicio divino que vendrá en el fin del tiempo. No de un diluvio de agua, pues Dios dijo a Noé que no iba a destruir más al ser humano con un diluvio de agua, e hizo un pacto con Noé y la raza humana; por esa causa es que cuando llueve y también se ve el sol a la misma vez podemos ver un arco iris, pues Dios le dijo a Noé: “Yo pondré mi pacto, mi arco, sobre las nubes. Y cuando llueva, el ser humano verá el arco iris, y yo lo veré, veré también el arco iris, y recordaré mi pacto que he hecho contigo; recordaré que nunca más destruiré la Tierra con un diluvio.”

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 13 comía con ganas, o sea, que comía con buen apetito; entonces decían: “este es un hombre comilón.” Si decían que era un hombre comilón era porque comía bastante (probablemente le ganaba a Miguel). Así que Miguel, no te preocupes, porque nuestro Señor Jesucristo encontramos que lo invitaban acá a una comida, y allí estaba, lo invitaban a una boda, y allí estaba; y no perdía el tiempo. Por eso le decían que era un hombre comilón, porque lo habían visto comiendo (co-miendo con buen apetito). Y también decían: “bebedor de vino”; pues la cena que El tenía con Sus discípulos la acompañaban también con la copa de vino; pues en esos países acostumbraban eso en la cena; no como en los países latinoamericanos que normalmente acostumbran la cena o el almuerzo con agua; pero aun hay países de la América Latina como Chile y Argentina que acostumbran a comer con un vaso o con una copa de vino y no de agua; el agua se la ponen más lejito a uno, y le ponen más cerca el vino. Son costumbres de estas dos naciones latinoamericanas; pero la mayor parte de los latinoamericanos y caribeños acompañan la comida con un vaso de agua, y gastan menos; porque gastar tanto en vino para todos los días, pues lo que ganan se les va a ir en vino; y eso no conviene. Ahora, allá en medio del pueblo hebreo pues practicaban así la comida, o sea, la cena con su copita de vino, y así Jesús practicaba también la cena con Sus discípulos; tomaba el pan, daba gracias a Dios, lo bendecía, lo partía, daba a Sus discípulos, comían; y también tomaban la copa, la bendecían, dando gracias a Dios, y tomaban el vino; así fue la última cena. Y encontramos que la opinión que tenían de Jesús era que era un hombre comilón y bebedor de vino, y amigo de publicanos y de rameras, y de cobradores de impuestos, que eran los publicanos; o sea, amigo de la clase baja y de la clase media. Aunque tenía también amigos de la clase alta, tenía amigos dentro del Sanedrín, tenía amigos de entre los sacerdotes también, los cuales algunas veces no se identificaban abiertamente con Jesús por miedo a perder su posición social y su posición eclesiástica que ellos tenían. Porque en aquellos tiempos también pasaba así como pasa en nuestro tiempo, que cuando una persona tiene amistad con cierto predicador y recibe sus mensajes, entonces lo

14 WILLIAM SOTO SANTIAGO pueden echar fuera de su iglesia porque tiene amistad con otro predicador que no es de esa denominación. Bueno, eso era sectarismo allá también, y por eso algunos no se identificaban abiertamente como creyentes en el Señor Jesucristo, sino que aunque lo eran, se cuidaban para no perder su posición. Dice la Escritura que muchos sacerdotes también creyeron en Jesús, pero por no perder la gloria de los hombres, no se identificaron abiertamente. También encontramos a Gamaliel y a Nicodemo y a José de Arimatos: Personas muy importantes del pueblo hebreo y de la religión hebrea y de la sociedad hebrea; pero encontramos que, a través de la historia bíblica, ellos no estuvieron plenamente manifestados como creyentes en Jesús y trabajando con el Señor Jesucristo; pero hicieron su parte en el programa de Dios. O sea, ellos tuvieron una parte importante que cumplieron, pero por no estar identificados plenamente con Jesucristo y trabajando en Su Obra plenamente, encontramos que se escribió muy poco de ellos. Ahora, lo importante es trabajar en el Reino de Dios, en la Obra de Dios que corresponde para el tiempo en que uno vive, y así cuando el Señor Jesucristo llame a cada uno de Sus hijos para dar el galardón a cada uno de Sus hijos, aparezca ahí en el registro de Jesucristo como una persona que se identificó claramente con el Mensaje y la Obra de Cristo para el tiempo en que vivió. Jesucristo dijo: “El que me niegue delante de los hombres, yo le negaré delante de mi Padre y delante de los santos ángeles de Dios.” (San Mateo 10:33 y San Lucas 12:9) Cristo en cada edad y en cada dispensación se identifica, se manifiesta, por medio de la Palabra prometida para ese tiempo; la cual se hace carne en el mensajero de esa edad o de esa dispensación, y por medio de ese mensajero se revela en cada edad y en cada dispensación. Y así es que viene el Mensaje para cada edad y para cada dispensación: por medio del mensajero donde Cristo está revelándose y dando a conocer Su programa. Y cuando las personas reciben el Mensaje de Cristo por medio del mensajero de su edad y de su dispensación, están recibiendo a Cristo y Su programa correspondiente para ese tiempo; y cuando trabajan en ese programa, están trabajando

CUANDO EL MUNDO VIO A DIOS EN CARNE 15 en la Obra de Jesucristo para ese tiempo; y escucharán luego las palabras de Cristo: “En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor, entra en el Reino del Señor Jesucristo, donde serás Rey y Sacerdote.” Todo hijo de Dios tiene esa promesa. Hombres y mujeres creyentes en Jesucristo somos Reyes y Sacerdotes, y reinaremos con Cristo mil años y luego por toda la eternidad; porque en lo poco somos fieles. Vean ustedes, es poco tiempo. Dios le da a cada persona una cantidad de años para vivir en esta Tierra; y no puede usar mal esos años que Dios le da. Es para servir a Dios y al programa de Dios que corresponde a su tiempo, es para servir al propósito divino por el cual Dios lo ha enviado a la Tierra. Cuando nosotros entendemos esto, entonces podemos comprender que le pertenecemos a El y que El nos ha enviado a esta Tierra para estar en Su programa, en Su Obra, y vivir sirviéndole a El. Por eso Jesús dijo: “Buscad primeramente el Reino de Dios y Su Justicia, y las demás cosas serán añadidas.” Algunas personas buscan las añadiduras, o sea, las cosas terrenales, que son las añadiduras de la vida; buscan esas cosas primero, cuando lo primero que tienen que buscar es el Reino de Dios y Su Justicia. Y estando en el Reino de Dios, en la edad y dispensación que les corresponde, luego pueden obtener las añadiduras, pueden obtener de todas las cosas que hay en esta Tierra y usarlas correctamente, y así trabajar en el Reino de Dios. No es que las añadiduras sean malas, sino que lo primero es Dios. Por eso el primer mandamiento es: “Oye Israel, el Señor tu Dios uno es, y amarás al Señor tu Dios con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas.” Y luego dice: “y a tu prójimo como a ti mismo;” ese es el segundo mandamiento. O sea, que son dos mandamientos de amor. Y Jesús dijo: “Y en estos dos mandamientos se cumple toda la ley.” Eso fue lo que enseñó nuestro Señor Jesucristo. Así que tenemos que comprender que lo primero para nosotros es saber que Dios es uno: “Oye Israel, el Señor tu Dios uno es. Y amarás al Señor tu Dios (o sea, a un solo Dios) con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu espíritu, con todo tu ser, con todas tus fuerzas.” O sea, lo vas a amar con y en el