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Octavo Domingo Tiempo Ordinario Domingo 26 de Febrero de 2017 DIOS: TU ÚNICO SEÑOR, SEAS POBRE O RICO En la abundancia o en la pobreza Dios nos invita a ser fieles, como El es fiel. En este domingo, octavo del Tiempo Ordinario, que de paso, será el último domingo de este tiempo que escucharemos, y que volveremos a retomar por el mes de Junio, la liturgia de la Iglesia nos pone frente a dos realidades que, en la práctica, mueven el corazón humano: Dios y el dinero. La tentación más común entre los fieles es considerar la abundancia y la riqueza como una fuente permanente de bendición. Por el contrario, ver la pobreza, la escasez y la precariedad como señales de desamparo, desnudez y maldición. Frente a esta dualidad, Dios viene en nuestra ayuda y nos ha propuesto por medio de su Palabra que podamos transitar por esta vida por la senda de la fidelidad, tanto en la abundancia como en la precariedad. Y para ello, se nos regala en la liturgia de la palabra dominical una excepcional propuesta de vida, que nos puede CICLO C Padre Carlos Hernández Vásquez 1 Que seamos pobres o ricos no es el verdadero problema a los ojos de Dios. Dios mira con buenos hijos a sus hijos que son fieles

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Page 1: Diócesis de Iquique - Domingo 8vo TO · 2020. 4. 14. · por ello, dentro del gran discurso de las bienaventuranzas, nos invita a valorar la obra que Dios ha hecho en nosotros, recordándonos

Octavo Domingo Tiempo Ordinario Domingo 26 de Febrero de 2017

DIOS: TU ÚNICO SEÑOR, SEAS POBRE O RICO

En la abundancia o en la pobreza Dios nos invita a ser fieles, como El es fiel.

En este domingo, octavo del Tiempo Ordinario, que de paso, será el último domingo de este tiempo que escucharemos, y que volveremos a retomar por el mes de Junio, la liturgia de la Iglesia nos pone frente a dos realidades que, en la práctica, mueven el corazón humano: Dios y el dinero. La tentación más común entre los fieles es considerar la abundancia y la riqueza como una fuente permanente de bendición. Por el contrario, ver la pobreza, la escasez y la precariedad como señales de desamparo, desnudez y maldición. Frente a esta dualidad, Dios viene en nuestra ayuda y nos ha propuesto por medio de su Palabra que podamos transitar por esta vida por la senda de la fidelidad, tanto en la abundancia como en la precariedad. Y para ello, se nos regala en la liturgia de la palabra dominical una excepcional propuesta de vida, que nos puede

CICLO C Padre Carlos Hernández Vásquez �1

Que seamos pobres o ricos no es el verdadero problema a los ojos de Dios. Dios mira con buenos hijos a sus hijos que son fieles

Page 2: Diócesis de Iquique - Domingo 8vo TO · 2020. 4. 14. · por ello, dentro del gran discurso de las bienaventuranzas, nos invita a valorar la obra que Dios ha hecho en nosotros, recordándonos

Octavo Domingo Tiempo Ordinario Domingo 26 de Febrero de 2017

ayudar para ver en todo la manera adecuada de seguir siendo fieles al Señor, es decir, fieles a su voluntad, que es en definitiva lo que siempre nos debiera mover.

¿CUANDO EL DINERO SE CONVIERTE EN UN VERDADERO PROBLEMA? Y ¿CUÁL ES LA PROPUESTA DEL SEÑOR?

Por lo general, pensamos todos que, cuando no nos alcanzan los recursos, comienzan los problemas. Pero para el Señor, el problema comienza cuando al propio dinero le otorgamos el mismo estatus que sólo Dios tiene, en sentido absoluto: poder. Cuando por medio del dinero nos acostumbramos a ejercer poder sobre los demás y supeditamos nuestra vida a la existencia de este recurso, emprendemos un viaje que puede, literalmente, hacernos perder y extraviar del camino que lleva a la vida. De esto el Señor nos previene. En la primera lectura de este domingo, es el profeta Isaías el que nos viene a prevenir. Y por ello sostiene que Dios nunca nos abandona. Incluso en nuestros problemas más complejos. Pero, como a nosotros nos incomoda todo aquello que huela a tribulación, la tentación inmediata es pensar que Dios nos abandonado a nuestra propia suerte. Jesucristo, por ello, dentro del gran discurso de las bienaventuranzas, nos invita a valorar la obra que Dios ha hecho en nosotros, recordándonos la inmensa dignidad que nos ha otorgado, precisamente por qué El es nuestro Padre. Y así, por medio de ejemplos concretos nos recuerda que la benevolencia que Dios muestra con las aveces del cielo y con la hierba del campo es poca si se compara con la dignidad que El nos ha otorgado. Por tanto, nos invita a confiar ciegamente en su presencia providente.

Haciendo eco de lo anterior, San Pablo a los Corintios, nos recuerda lo único que Dios nos pide: que seamos fieles. Como en el matrimonio, en la abundancia y en la pobreza, con salud y enfermedad. Y esto es una pista importante, porque el vínculo que Dios ha elegido para liarse a nosotros ha sido la figura esponsal. Así Dios nos ama, con un amor fiel. Pero hay más, nos ama también con sentido de familia, porque su amor también tiene rostro de Madre y de Padre, y espera, por tanto, de nosotros una respuesta de amor filial. Finalmente, todo lo anterior nos ayuda para señalar que cuando tenemos a Dios y no el dinero como fundamento de nuestra vida y de todo lo que construimos, podemos contar con una familia siempre, porque una familia donde el amor de Dios reina, ni la pobreza, ni la enfermedad, ni la muerte podrán destruirla.

CICLO C Padre Carlos Hernández Vásquez �2

Que no sea la pobreza un motivo para odiar a Dios. Que no sean las riquezas motivo para olvidarlo