diaconía y evangelización clai

8/7/2019 Diacona y Evangelizacin CLAI

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CONSEJO LATINOAMERICANO DE IGLESIASREGIN RO DE LA PLATA

DIACONIA Y EVANGELIZACINDOCUMENTO PRELIMINAR

INTRODUCCIN:

El presente documento tiene por objetivo dar cuenta de nuestra reflexin sobreMisin, diacona y evangelizacin. Comprender distintos ejes que, a nuestroentender, contribuirn a dar una visin acabada de la realidad ro platense. Esimportante destacar que participaron en la elaboracin de este documentohermanas y hermanos de las iglesias que conforman el CLAI y que tienen un claro

compromiso con el tema.

EJE N1: Mirada histrica sobre la separacin entre diacona yevangelizacin

A veces, las instituciones estn tan cargadas dedoctrinas que no pueden ver el dolor del hermano.Se preocupan demasiado por la doctrina y nocontemplan la misericordia, el dolor al prjimo1

En la comunidad comenzamos con un comedor que

funcionaba por la noche. Algunos miembros medecan: pastor, usted debe encargarse de las tareasespirituales. Cost mucho que la comunidadentendiera ese trabajo de servicio2

Los primeros cristianos no solamente tenan las cosas en comn, sino queadems compartan el pan. A cada uno se le daba en funcin de su necesidad(Hechos 2:44ss). La comida comunitaria, en la que se comparta con los msnecesitados, era la celebracin natural de la fe. Esa es la manera que el Seoreligi para permanecer entre nosotros.

En el Nuevo Testamento hay ms de cuarenta citas que nos recuerdan que

compartir los alimentos era la forma en que nuestros padres en la fe manifestabansu fidelidad. Jess mismo hizo de la comunin del pan y del vino su propiomemorial.

La comunin de la mesa es un tema recurrente en el ministerio de Jess. Laparbola Lzaro y el rico, el encuentro con Zaqueo, la alimentacin de la multitud ylas imgenes de banquete del Reino son, entre muchas otras, seales del estrechovnculo entre las actitudes de servicio, la justicia, el amor entre los hermanos, la fey la espiritualidad.

1 Estos comentarios fueron aportados por los y las participantes de los distintos encuentros/ talleres que se

desarrollaron en la Regin. Consideramos relevante incluirlos en el documento para ilustrar lospensamientos / prcticas /reflexiones de nuestra gente.2 dem anterior.


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La reunin diaria de los cristianos alrededor de la mesa est registradabblicamente. Su objetivo era saciar el hambre de pan y la sed de comunin. Se ladenominaba gape y la encontramos ampliamente registrada en las catacumbas.

El gape no era un mero detalle de la vida litrgica de las primeras comunidades,sino que funcionaba como el equivalente de lo que hoy conocemos como culto

mayor y organizado. Era la prueba inequvoca y el testimonio ms elocuente de launidad entre diacona y culto cristiano. Formaba parte de la metodologa paraensear la vida cristiana.

Las personas que deseaban ser bautizadas e integrarse a la comunidad cristianapor medio de dicho sacramento, eran alentadas a tener actitudes de servicio en suproceso de formacin (catecumenado). Segn nos relata Hiplito de Roma, a loscandidatos al bautismo se le formulaban preguntas tales como honraron a lasviudas?; visitaron a los enfermos?; practicaron buenas acciones?. Es a partir delgape que las comunidades saciaban a los hambrientos de pan y a los sedientos decomunin.

San Pablo encuadra el tema de las ofrendas en el marco de la celebracincomunitaria de la fe y, en ese contexto, habla de igualdad, solidaridad y serviciomutuo. Esto les recuerda a los Corintios cuando se refiere a la ofrenda para lossantos (ver 2 Corintios 8: 13-14):

No digo esto para que haya para otros holgura y paravosotros escasez, sino para que en este momento, conigualdad, la abundancia vuestra supla la escasez deellos, para que tambin la abundancia de ellos supla lanecesidad vuestra, para que haya igualdad.

Desde los inicios de la Iglesia, la diacona fue resultado de la espiritualidad. El

sentido de servicio era parte constitutiva de la celebracin litrgica. La razn por lacual se exiga a los catecmenos que ingresaban a formar parte del cuerpo deCristo que dieran testimonio a travs de obras de amor al prjimo y de servicio alos ms necesitados era demostrar y confirmar que haban abandonadodefinitivamente a los dolos y que pertenecan a Cristo en espritu y en verdad.

Probablemente, con la oficializacin e institucionalizacin de la Iglesia la llamadaconstantinizacin los cristianos comenzaron a sentir que la proteccin de los mshumildes era responsabilidad del estado. Tal vez deberamos remontarnos a esetiempo para empezar a entender la separacin entre la responsabilidad diacnica yla espiritualidad del servicio. En un momento de enorme crecimiento para laIglesia, sta se empez a volcar ms hacia la tarea de formacin doctrinal y deevangelizacin a travs de la palabra.

Si pudiramos hacer un estudio histrico sobre los distintos momentos deseparacin o integracin de la diacona y la evangelizacin como misin de laIglesia, pasando por los tiempos de la Reforma y los movimientos revivalistas,seguramente constataramos que este divorcio no ocurre solo en nuestro tiempo.

Debemos reconocer que, en las ltimas dcadas, algunos cristianos entendieronque la propuesta evanglica y de seguimiento a Jesucristo implica asumir uncompromiso con el prjimo y el desarrollo de ciertas dimensiones del ser humano ysus derechos. En este sentido, el compromiso social y la necesidad de cambiar auna sociedad ms justa, orientada hacia el desarrollo social del individuo, llev amuchos a considerar que la labor diacnica no estaba separada de la vida y de la

misin de la Iglesia y que, adems, estaba inserta en la dimensin poltica de lasociedad. Se entendi que ser sal y luz de este mundo y levadura de cambio para


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una sociedad ms justa implicaba asumir un slido compromiso social con quienesluchan por un mundo mejor.

Muchas veces, las Iglesias organizadas, hacindose eco de aquello de que miReino no es de este mundo, no acompaaron el compromiso de muchoscristianos en su militancia por la transformacin de las circunstancias que sostienen

la condicin de excluido del pobre y optaron por anunciar un evangelio que nosiempre responda al contexto y sus demandas.

Pregunta para seguir pensando:S a partir de nuestro trabajo se desprende que diacona y evangelizacinforman parte de una Misin integral y que no poseen un valor diferente,sino que se complementan, qu prcticas / estrategias / modelosconcretos responden mejor a ese concepto?

EJE N 2: Diacona y Evangelizacin: dos caras de una misma moneda?

Es indudable que la disyuntiva acerca de la preponderancia de la diacona por sobrela evangelizacin o viceversa ha sido y es un tema de reflexin en nuestras iglesias.Cada una trabaja a su modo sobre la cuestin y hoy podemos afirmar que la brechaentre ambos conceptos est decreciendo. Hay una tendencia a llamar aespecialistas en la diacona y especialistas en la evangelizacin, cuando en realidadse trata del testimonio sincero y comprometido de los hermanos y hermanas

Temor a mezclar el evangelio con el servicio:Trueque (te servimos si te incorporas a la Iglesia)Tenamos miedo de decir fue un error. Hoy, despus

de 20 aos, nos estamos animando a decir en elnombre de Jess y de su Gracia3

Un tema significativo para destacar es que nuestros pueblos vienen padeciendo unmodelo econmico, poltico y social que excluye, que desestima las necesidadesbsicas de muchas personas. La poltica, la economa y la justicia contribuyen a laaplicacin del modelo. Los Estados se convierten en meras formalidades. Laconcentracin de la riqueza crece da tras da.

A modo de sntesis podramos citar a Jon Sobrino, que dice que la poblacinmundial no se muere porque no hay comida, sino porque de tal manera estestructurado el Planeta, que no llega la comida a todos

Esta realidad que no es ajena a nuestras iglesias. Es ms, podramos afirmar queha golpeado a nuestras puertas. Entonces, que hacemos con esa realidad?laignoramos o nos hacemos responsables?

No debemos hacer obras porque la gente espobre, sino porque somos llamados a servir

En el texto de Marcos 25:37-40, ante la pregunta:

Seor, cundo te vimos hambriento y te alimentamos, o sedientos yte dimos de beber? Y cundo te vimos forastero y te recogimos odesnudo y te vestimos?..

3 Idem pg 1


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La respuesta es:

Les aseguro que todo lo que no hicieron por una de estas personasms humildes, tampoco por m lo hicieron.

Las iglesias, desafiadas por sus realidades, fueron desarrollando distintasestrategias con el fin de asistir y contener a las personas que se acercaban enbusca de ayuda de toda ndole. La reflexin acerca del rol de la iglesia frente a lasnecesidades de la gente, llev a repensar el sentido de la misin, procurando volvera la misin original. En medio de ese proceso surgieron distintos enfoques:

La gente est empezando a involucrase en la obra dela iglesia. No la sentan propia porque la considerabandel pastor. Hoy, esa forma de pensar est cambiando.Trabajar con jvenes de distintas denominaciones esun gran desafo para nuestras iglesias

Las tensiones que existen dentro de la iglesia, por elhecho de que los pobres aparecen como un lugar detrabajo: comedores, merenderos; pero no como partede la iglesia misma. Las comunidades de fe, de origenclase media, tienen resistencia a modificar susesquemas sociales y culturales.El cuerpo de Cristo est sano ante el clientelismo alque se somete a los excludos?

Podemos afirmar que, en un proceso, estamos entendiendo, aceptando ymadurando el vnculo que existe entre diacona y evangelizacin y que, a su vez,estamos buscando caminos para seguir adelante.

Evangelizacin y diacona van de la mano. Jesspredicaba la buena noticia pero tambin serva y atendalas necesidades de las personas. No se puede separaruna cosa de la otra

La diacona y la evangelizacin se han dignificado apartir de la integracin entre ambas y como parte de lamisin de la iglesia.

Cuando alguien entra en la rueda de la comunidadencuentra, a partir del servicio, la dignificacin de lapersona

Las iglesias comprenden que hay un llamado a servir y a anunciar por medio delservicio y que es necesario lograr, a travs acciones concretas, que las seales delReino resulten ms evidentes.

Por otra parte, es necesario destacar que cada vez ms nuestras iglesias estndesarrollando tareas de servicio a travs de comedores, centro de atencin de avctimas de la violencia, emprendimientos laborales, trabajando con nios yadolescentes en riesgo social, con campesinos, con comunidades originaras, conancianos, en hospitales, escuelas, hogares y otros.

Cuando se logra establecer una comunin entre Palabra y Accin mediante un

proceso dinmico y sin limitaciones, observamos que las personas dan seales yexperimentan el Evangelio como algo capaz de dignificar a un hermano o hermana.


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El barrio es conocido por lo peligroso que es. Un da seme acerca uno pesado, pesado, de la barra brava deTalleres. Estaba en la droga, robaba, etc. Cuando esta allado mo me dice que estaba cansado de que todas lasmaanas este barriendo la vereda y cantando. Mepregunt para qu haca todo eso. Le conteste que el

Seor me haba llamado a servirle y a partir de esemomento, l empez a participar de la iglesia.El da que lo bamos a bautizar, como no tena plata paracomprar algo para el almuerzo que bamos a hacerdespus, no tuvo mejor idea que robarle a un remiseroen la esquina de la iglesia. Vino, se bautiz y despusme lo cont. Lo quera matar! Hoy es un lder de nuestraiglesia. Dej la vida que llevaba antes. Hay que darlegracias a Dios por eso

Dios me saco de la poltica y del alcohol para quetrabaje para l. Hoy ayudo a los que estn como estaba

yo. En la iglesia somos pocos, pero sabemos que da ada vamos a ir creciendo. Este templo lo hicimos ladrillopor ladrillo. Hay gente del barrio que se estevangelizando gracias a nuestra msica y a laspredicaciones que se escuchan por los altoparlantes.Este lugar es del Seor, no hay otros dueos

Pregunta para seguir pensando:La necesidad de elaborar un proyecto de misin integral, obedece a laausencia del Estado o a considerarlo esencial a nuestro ser Iglesia?

EJE N 3: Ensayo de un posible proceso de Evangelizacin

Construir con las personas un camino que lleve al cumplimiento delproyecto que Dios tiene para cada una de ellas, relacionndolo con la vidaabundante, plena y digna.

El proceso de evangelizacin es la accin mediante la cual los cristianos dantestimonio y proclaman la buena nueva de Dios y el cumplimiento de su Plan atravs del sacrificio de Jess en la Tierra.

El Plan de Dios para la humanidad contempla tres dimensiones, expresadas en lavida de Jess y en su ministerio: La personal, que es el punto de partida de lasalvacin; la comunitaria, que es la nica opcin de vivir la fe Cristiana; y la social,que se refiere a la articulacin de la Iglesia con la sociedad en toda su dinmica.

En Lucas 10: 8-9, Jess ensea a un grupo de personas el proceso deEvangelizacin en lo que podramos denominar una especie de taller de formacinpara la Misin.

En aquella ocasin, explica muy sencillamente los tres momentos principales delProceso de la Evangelizacin: Cuando lleguen a un pueblo entren ycoman con ellos.

En este primer momento, Jess dice vayan (lo contrario de esperen a que

vengan), entren y coman con ellos. La accin del evangelio se centra en


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valorar al otro, aceptando entrar en su realidad, en su contexto, en el lugar dondese desarrolla su vida cotidiana.

Del mismo modo, Jess invita a recibir lo que nos brindan: coman con ellos.Acepten el producto de su esfuerzo y de su cario. Reciban con alegra lo que se lesofrece.

Es decir, el primer paso no es ir a llevar algo a quienes consideramos personascarenciadas. Si nos acercamos con esa actitud, reforzaremos su estado depostergacin. Debemos estar dispuestos y dispuestas a recibir con amor lo que senos brinda y reconocer que quien est frente nuestro es una persona que puede,vale y es capaz.

La accin de sentarse a compartir la mesa tiene un fuerte significado, ms all delque ya mencionamos en relacin con la autoestima de quien nos recibe. Implicaestar cara a cararodeando la mesa, intercambiar algo ms que alimentos, hablarde la vida, conocerse, y establecer una relacin horizontal. Se crea un vnculo quees imprescindible para avanzar hacia los otros momentos del proceso de

evangelizacin.

Entonces, podramos decir que el primer paso es establecer el vnculo. Sin elvnculo, no es posible presentar el evangelio, ya que ste funciona como respuestaintegral a la vida de cada persona. Si no conocemos la realidad de la persona, nopodremos ayudarla a encontrar respuestas en el evangelio.

Para establecer un vnculo, es necesario compartir un tiempo y un espacio conquien deseamos conocer. Compartir nos permite identificar los elementos sobre loscuales se basar el vnculo.

El segundo momento, que se desprende del pasaje bblico que estamos

analizando, es: sanen a los enfermos que se encuentren allUna vez que hayamos compartido un tiempo y un espacio, es posible que,precisamente por el conocimiento mutuo que hemos logrado, afloren lasnecesidades que las personas sienten como propias. Es importante destacar queesas necesidades no necesariamente son las que nosotros identificamos, sino lasque cada persona manifiesta como bsicas para su existencia.

En los tiempos de Jess, las enfermedades eran los problemas ms difciles deresolver. Jess exhorta a sus discpulos a prestar especial atencin a lassituaciones que ms afectaban a sus interlocutores e interlocutoras, aquellas queles causaban mayor sufrimiento.

Es decir que el segundo momento del proceso de evangelizacin nos insta aarticular evangelio con la necesidad expresada por las personas, como lo hizo Jesscon el paraltico. Aunque Jess saba que su deseo era caminar, pues haca 38 aosque se encontraba postrado, de todas formas le pregunt quieres ser sano?.Fue respetuoso y esper a que el hombre le dijera cul era su verdaderanecesidad. Evit formular l, segn su propia experiencia, la necesidad delparaltico.

Muchas veces, corremos el riesgo (o cometemos el error) de adelantarnos a lasnecesidades de las otras personas. A partir de nuestra propia concepcin de lasituacin, diseamos la forma en que nos vamos a comunicar con ellas. El consejode Jess sirve para orientarnos a la hora de definir proyectos y acciones desde la

Iglesia, en funcin del desarrollo de la Misin.


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El tercer momento del proceso de evangelizacin se plantea cuando Jessdice:dganles que el Reino de Dios est cerca.Una vez que establecimos losdos momentos anteriores vnculo y atencin de las necesidades, podemosintroducir la buena nueva de Jesucristo como salvador. En ese momento, tantonosotros como nuestros interlocutores, habremos generado el contexto adecuadopara hablar del evangelio.

Es importante que se cumplan los tres momentos y que se sucedan en ese orden,pues esa estructura corresponde a nuestro funcionamiento psicolgico.

La relacin de la iglesia y los misioneros con los pueblos indgenas ha incurrido enerrores muy significativos al dejar de lado esta aproximacin al otro que proponenuestro Maestro. Desde la Evangelizacin con la espada hace 500 aos hasta laspropuestas de misioneros del siglo XX con espritu de emblanquecer la culturaindgena, dieron muestras claras de lo errado de sus procedimientos.

Es en estos ltimos aos que, ante los reveses de la realidad de aquellos quetrabajan con amor con los pueblos indgenas, la misin se ha dado cuenta que hay

que sentarse a la rueda de mate con los indgenas, compartir lo que hay,preguntar qu necesitan, escuchar sus historias, para recin despus anunciar queel Reino de Dios se ha acercado.

Pregunta para seguir pensando:Nuestras herramientas, estrategias y modelos, permiten llevar adelanteestos tres momentos del proceso de Evangelizacin?EJE N 4: Escollos y dificultades para la misin integral

La diacona como elemento de evangelizacin es unatentacin: servir para conquistar es un peligro

Hay que tener mucho cuidado porque la gente quierehacer trabajos diacnicos para conseguir plata parapagarle al pastor. Obra diacnica no significa aumentode miembros. La diacona es una oportunidad para dartestimonio. El Evangelio no da la posibilidad de optarentre hacer o no diacona

Las afirmaciones de algunos de los hermanos y hermanas que participaron en estetrabajo son consistentes con las circunstancias de las comunidades a las quepertenecen. En los ltimos aos, nuestras iglesias han decrecidoconsiderablemente. Al respecto, Hugo Santos opina: las iglesias suelen decrecerpor la incapacidad de los miembros para compartir su fe y hacer de su vivenciaespiritual una experiencia contagiosa. Las relaciones afectivas en la comunidad sedeterioran, porque sus estructuras no son funcionales, porque sus cultos no soninspiradores, porque los lderes no ejercen su funcin adecuadamente, porque noexiste una visin del futuro compartida, porque sus programas no responden a lasnecesidades de la gente, porque hay un alto nivel de conflictos internos, etc.4

Ante esta realidad, algunos creen que realizar trabajos de servicio es una forma desostener estructuras/ cargos o de atraer ms gente a los cultos. No lo interpretancomo un llamado, sino que lo hacen porque tienen un inters determinado.

4 Hugo Santos Por qu crecen o decrecen las iglesias?. Cuaderno de teologa ; Instituto Universitario

ISEDET Volumen XXII- Buenos Aires, 2003


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Asimismo, surgen personas que aprovechan la realidad de crisis y desestructuracinpersonal y social con sus mensajes seductores. Sin ir ms lejos, es pensamiento demuchos en la sociedad que la Iglesia Universal del Reino de Dios se vale de lanecesidad de la gente para hacer negocios. De esta manera, proliferan las iglesiasque alimentan la idea del Dios comerciante:ms oraciones igual ms bendicioneseconmicas (teologa de la prosperidad).

Al compartir con los hermanos y hermanas surge con mucho fuerza la afirmacin deque vivimos en un momento en el cual hace falta dar testimonio: Palabra yAccin de la mano. Esto produce distintas reacciones por parte de los integrantesde la comunidad:

De que sirve que mi iglesia este llena, pero sintemperatura. Es como una heladera. Mucha gente va ala iglesia a recibir, pero no esta dispuesta a dar su vidapor Cristo en todo los sentidos. Tambin, hay genteque utiliza el servicio para chapear5en la iglesia

En la iglesia tercerizamos todo (oracin, bendiciones,la ayuda). Jess nos mando a hacer discpulos y no asalvar almas... Tenemos miedo de dar la vida porCristo. El lema de mi vida es GASTARME PARACRISTO6

En el encuentro y el compartir comunitario, no todo es color de rosa. Existentensiones y conflictos que se deben tener en cuenta y elaborar: el lenguaje, elcolor, la condicin social, lo cultural son algunos de los aspectos que producentensin.

ELLOS Y NOSOTROS. Esa es la tensin que se vivecuando se trabaja con una poblacin marginal.

Surge la pregunta sobre nuestra misin con las personas que, por distintas razones,han hecho de la mendicidad su profesin y no logran entender o aceptar el llamadode Cristo a ser nuevas criaturas. El dilogo que tiene Jess con sus discpulos (Juan6)7 nos afirma en la metodologa de evangelizacin planteada en el EJE 3 y que noslleva al pan de vida.

La misin integral apunta a dignificar a la persona. Se trata justamente de ayudar aun cambio de vida que le permita reconocer su propia dignidad, sus propiascapacidades y posibilidades como hijo o hija de Dios.

Pregunta para pensando:Hay coherencia entre nuestros discursos y nuestras prcticas? Culesson los obstculos ms frecuentes que observamos en la vida de nuestrascomunidades de fe y su programa de misin?

5 Expresin portea argentina que significa hacer alarde6

Expresin que significa darlo todo, jugarse por algo o alguien726 Respondi Jess y les dijo: -- De cierto, de cierto os digo que me buscis, no porque habis visto las

seales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.

27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, la cual osdar el Hijo del hombre, porque a este seal Dios, el Padre.


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EJE N 5: Seales de diacona y evangelizacin integradas en la Misinanalizadas desde las experiencias

El encuentro con hermanos y hermanas comprometidos en la tarea de diacona yevangelizacin, nos permiten rescatar ciertas herramientas y percibir algunas

caractersticas necesarias para desarrollar la Misin Integral:

Las experiencias de servicio crecen al calor de una comunidad de fe que lasacompae.

El objetivo es el anuncio de la salvacin y la construccin del Reino. Haydistintas formas para llevar a delante esta misin que es lo importante, lasformas en que se logren puede variar.

Los valores del Reino son para todos, aun para los que no creen. La dimensin de los programas diaconales que se llevan a cabo constituyen

una oportunidad de llegar con el evangelio a las miles de personas que sonatendidas cotidianamente en iglesias y organismos ecumnicos.

Los procesos de diacona evangelizan a la comunidad de fe.De los intercambios de experiencias realizados en distintos encuentros de iglesiasen los pases de la Regin, surge un marco de seales que nos indica que lascongregaciones estn haciendo un gran esfuerzo para que el desarrollo de suresponsabilidad con la Misin de Dios se encuadre en la integralidad de la Misinexpresada en los textos bblicos.

Por otra parte, se advierte con claridad un sentir y un pensamiento generalizados

orientados a profundizar las seales de integralidad para que se consoliden comocaractersticas definitorias del quehacer eclesistico.

Cuando nos referimos a las seales, hablamos de acciones mediante las cuales lasIglesias expresan todas las dimensiones de la Misin; stas responden a laintegralidad de la persona como proyecto de Dios y al propsito divino que nosimpulsa a ocuparnos del crecimiento integral yarmnico de las personas.

Para responder al universo de necesidades humanas de quienes se acercan a losdistintos servicios, y con la intencin de presentarle a esas personas el evangeliointegral, las iglesias ponen en marcha acciones que adoptan distintos nombres,segn cada organizacin. Por ejemplo: Proyectos sociales, proyectos de diacona,obras sociales, proyectos de Promocin Humana, etc.

Una de las conclusiones a las que hemos llegado y que se transforma en unarecomendacin a la hora de disear y desarrollar acciones es la siguiente: Lasacciones deben ser definidas de manera tal que sean un medio para alcanzar laMisin y no un fin en s mismas.

ste es un riesgo permanente que las Iglesias enfrentaron a travs de la historiarespecto de sus obras de diacona o de servicio. Muchas veces, los proyectos seconvierten en fines en s mismos. Se evalan de acuerdo a los objetivos de formaparcial y se presta demasiada atencin a la capacidad de los proyectos de aportarnuevas herramientas para que las personas logren articularse en la sociedad. Sinembargo, descuidan el nico desarrollo pleno en funcin del Proyecto que Dios

tiene para cada uno y cada una, en el cual la persona logra un crecimiento integraly armnico, reconcilindose consigo mismo/a, con Dios y con su creacin. Ese es el


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resultado al que debemos apuntar con nuestro trabajo misionero. Ese es elresultado que se espera en el proceso de evangelizacin.

Pregunta a seguir pensando:De qu manera el movimiento ecumnico puede contribuir a dar sealesdel Reino en forma colectiva?

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