Ez. 33:7 - A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirs la palabra de mi boca, y los amonestars de mi parte.

Ez. 34:31 - Y vosotras, ovejas mas, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice Jehov el Seor.

Jer. 15:21 - Y te librar de la mano de los malos, y te redimir de la mano de los fuertes.

Jer. 17:7-8 - Bendito el varn que confa en Jehov, y cuya confianza es Jehov. Porque ser como el rbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echar sus races, y no ver cuando viene el calor, sino que su hoja estar verde; y en el ao de sequa no se fatigar, ni dejar de dar fruto. Jer. 33:3 - Clama a m, y yo te responder, y te ensear cosas grandes y ocultas que t no conoces.

Ro. 4:21 - Plenamente convencido de que era tambin poderoso para hacer todo lo que haba prometido.

Stg. 1:4-5 - Y si alguno de vosotros tiene falta de sabidura, pdala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le ser dada.

Stg. 1:17-18 - Toda buena ddiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variacin.

Stg. 5:7-8 - Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Seor. Mirad cmo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tarda.

1 Ti. 6:12 - Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesin delante de muchos testigos.

1 Ts. 5:9 - Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvacin por medio de nuestro Seor Jesucristo.

Malaq. 3:17 - Y sern para m especial tesoro, ha dicho Jehov de los ejrcitos, en el da en que yo acte; y los perdonar, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.

Sof. 3:17 - Jehov est en medio de ti, poderoso, l salvar; se gozar sobre ti con alegra, callar de amor, se regocijar sobre ti con cnticos.

Is. 26:3-4 - T guardars en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehov perpetuamente, porque en Jehov el Seor est la fortaleza de los siglos.

Is. 33:2 - Oh Jehov, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; t, brazo de ellos en la maana, s tambin nuestra salvacin en tiempo de la tribulacin.

Is. 33:22-24 - Porque Jehov es nuestro juez, Jehov es nuestro legislador, Jehov es nuestro Rey; l mismo nos salvar.

Hab. 3:17-19 - Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegrar en Jehov, y me gozar en el Dios de mi salvacin.

Dn. 2:21-22 - El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabidura a los sabios, y la ciencia a los entendidos. 22 El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que est en tinieblas, y con l mora la luz.

Dn. 7:14 - Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasar, y su reino uno que no ser destruido.

Nm. 14:9 - Por tanto, no seis rebeldes contra Jehov, ni temis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros est Jehov; no los temis.

Ec. 3:11 - Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazn de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

Job 5:8-9 - Ciertamente yo buscara a Dios, y encomendara a l mi causa; el cual hace cosas grandes e inescrutables, y maravillas sin nmero.

Job 12:13 - Con Dios est la sabidura y el poder; suyo es el consejo y la inteligencia.

Job 19:25-26 - Yo s que mi Redentor vive, y al fin se levantar sobre el polvo; y despus de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios.

Ap. 1:5 - Y de Jesucristo el testigo fiel, el primognito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos am, y nos lav de nuestros pecados con su sangre.

Ap. 2:7 - El que tiene odo, oiga lo que el Espritu dice a las iglesias. Al que venciere, le dar a comer del rbol de la vida, el cual est en medio del paraso de Dios.

Ef. 2:1 - Y l os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.

Ef. 2:19 - As que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.

Ef. 3:12 - En quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en l.

Ef. 4:32 - Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonndoos unos a otros, como Dios tambin os perdon a vosotros en Cristo.

Ef. 5:2 - Y andad en amor, como tambin Cristo nos am, y se entreg a s mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

Fil. 1:6 - Estando persuadido de esto, que el que comenz en vosotros la buena obra, la perfeccionar hasta el da de Jesucristo.

Fil. 1:21 - Porque para m el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Fil. 2:13 - Porque Dios es el que en vosotros produce as el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Fil. 4:13 - Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Fil. 4:19 - Mi Dios, pues, suplir todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jess.

1 Co. 1:5 - Porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en l, en toda palabra y en toda ciencia.

1 Co. 2:12 - Y nosotros no hemos recibido el espritu del mundo, sino el Espritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.

1 Co. 1:30 - Mas por l estis vosotros en Cristo Jess, el cual nos ha sido hecho por Dios sabidura, justificacin, santificacin y redencin.

1 Co. 15:57-58 - Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Seor Jesucristo.

1 Jn. 2:25 - Y esta es la promesa que l nos hizo, la vida eterna.

Jn. 8:36 - As que, si el Hijo os libertare, seris verdaderamente libres.

Ro. 8:37-39 - Antes, en todas estas cosas somos ms que vencedores por medio de aquel que nos am.

He. 3:14 - Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio.

He. 6:10 - Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirvindoles an.

He. 10:35-39 - No perdis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardn; 36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengis la promesa.