devocional 1- marcos 1 1 y 14 el tiempo se ha cumplido

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1 DEVOCIONAL 1 EL TIEMPO SE HA CUMPLIDO TEXTO “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios […] Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, (15) diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Mar 1:1, 14- 15) EXPOSICIÓN El mensaje de Jesús contiene cuatro elementos: 1. El tiempo se ha cumplido. Es decir, se ha cumplido el plazo. La Biblia divide la historia humana en periodos (ver Daniel 2:31-47). El último periodo de la historia es el llamado “tiempo de la salvación”. Jesús anuncia que ese tiempo ha llegado ya y que, por lo tanto, hay que aprovechar la oportunidad. 2. El reino de Dios se ha acercado Esto significa que el reino de Satanás, que gobernaba a sus anchas a los hombres llevándolos a su propia destrucción, ha llegado a su fin. Ahora, a los hombres se les ofrece la oportunidad de acogerse al gobierno de Dios. Este gobierno no se impone por la fuerza, hay que aceptarlo voluntariamente. 3. Arrepentirse. Esto es un llamado a dejar de prestar sus vidas para ser agentes del mal y ponerse al servicio de la voluntad de Dios para hacer el bien (ver Romanos 6:19) 4. Creer en el Evangelio. Evangelio significa buenas noticias, pero ¿buenas noticias de qué? Aun sin saber bien en qué consisten esas buenas noticias, basta con saber el resultado de ello, que no es otro que la alegría. Cuando nos dan una buena noticia, lo que provoca en nosotros es entusiasmo y alegría. ¿Has aprobado los exámenes? ¿Te han hecho un regalo? Es una buena noticia y eso te provoca alegría. El evangelio, también traerá alegría pero es necesario conocer en qué consisten esas buenas noticias. La pregunta entonces es ¿cuál es la buena noticia? Pues bien, la buena noticia es que ¡DIOS REINA! EXPLICACIÓN ¿¡Qué Dios reina!? PREGUNTA: ¿A cuántos os ha impactado esta noticia? ¿Cuántos habéis sentido alegría? Quizás así de pronto no nos parezca una gran noticia que nos haga saltar de alegría pero el problema no está en esa verdad, sino en nuestra ignorancia; en que realmente no sabemos las implicaciones de esta gran verdad. El evangelio hay que ir descubriéndolo poco a poco. Si a un preso le dicen que su tiempo se ha cumplido y que ya puede ser libre, lo recibirá con entusiasmo. ¿Por qué? Porque él ha experimentado su falta de libertad, porque él ha experimentado mucho sufrimiento. Él pensará en lo que va a dejar atrás, en su vida pasada y en lo que ahora tiene por delante, su nueva vida. El hecho de que Dios reine, significa que podemos ser libres. Pero, si no nos sabemos esclavos ¿cómo vamos a apreciar nuestra libertad? Tendremos que descubrir la esclavitud del pecado y la libertad del reino de Dios. El pecado es una fuerza en nosotros que nos lleva a hacer lo que en el fondo no queremos. ¿Qué dice Jn. 8:34? Efectivamente, no somos tan libres como creemos. Seríamos libres si pudiéramos hacer siempre lo que queremos pero no creas que eso es tan fácil. El asunto es que hay algo que sin darte cuenta manipula tus deseos Pongamos el ejemplo de las ofertas. Las tiendas, los centros comerciales o internet ofrecen de contínuo ofertas. El famoso 3x2; o “la segunda unidad al 50%”; o el “Black Friday”. Todos son reclamos de consumo. Las ofertas se dirigen a manipular tu deseo y tu voluntad. Detrás de ellas hay un cebo, como el gusano en la

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Evangelio de Marcos

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Page 1: Devocional 1- Marcos 1 1 y 14 El Tiempo Se Ha Cumplido

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DEVOCIONAL 1

EL TIEMPO SE HA CUMPLIDO

TEXTO “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios […] Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, (15) diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Mar 1:1, 14-15) EXPOSICIÓN El mensaje de Jesús contiene cuatro elementos:

1. El tiempo se ha cumplido. Es decir, se ha cumplido el plazo. La Biblia divide la historia humana en periodos (ver Daniel 2:31-47). El último periodo de la historia es el llamado “tiempo de la salvación”. Jesús anuncia que ese tiempo ha llegado ya y que, por lo tanto, hay que aprovechar la oportunidad.

2. El reino de Dios se ha acercado Esto significa que el reino de Satanás, que gobernaba a sus anchas a los hombres llevándolos a su propia destrucción, ha llegado a su fin. Ahora, a los hombres se les ofrece la oportunidad de acogerse al gobierno de Dios. Este gobierno no se impone por la fuerza, hay que aceptarlo voluntariamente.

3. Arrepentirse. Esto es un llamado a dejar de prestar sus vidas para ser agentes del mal y ponerse al servicio de la voluntad de Dios para hacer el bien (ver Romanos 6:19)

4. Creer en el Evangelio. Evangelio significa buenas noticias, pero ¿buenas noticias de qué? Aun sin saber bien en qué consisten esas buenas noticias, basta con saber el resultado de ello, que no es otro que la alegría. Cuando nos dan una buena noticia, lo que provoca en nosotros es entusiasmo y alegría. ¿Has aprobado los exámenes? ¿Te han hecho un regalo? Es una buena noticia y eso te provoca alegría. El evangelio, también traerá alegría pero es necesario conocer en qué consisten esas buenas noticias. La pregunta entonces es ¿cuál es la buena noticia? Pues bien, la buena noticia es que ¡DIOS REINA!

EXPLICACIÓN ¿¡Qué Dios reina!? PREGUNTA: ¿A cuántos os ha impactado esta noticia? ¿Cuántos habéis sentido alegría? Quizás así de pronto no nos parezca una gran noticia que nos haga saltar de alegría pero el problema no está en esa verdad, sino en nuestra ignorancia; en que realmente no sabemos las implicaciones de esta gran verdad. El evangelio hay que ir descubriéndolo poco a poco. Si a un preso le dicen que su tiempo se ha cumplido y que ya puede ser libre, lo recibirá con entusiasmo. ¿Por qué? Porque él ha experimentado su falta de libertad, porque él ha experimentado mucho sufrimiento. Él pensará en lo que va a dejar atrás, en su vida pasada y en lo que ahora tiene por delante, su nueva vida. El hecho de que Dios reine, significa que podemos ser libres. Pero, si no nos sabemos esclavos ¿cómo vamos a apreciar nuestra libertad? Tendremos que descubrir la esclavitud del pecado y la libertad del reino de Dios. El pecado es una fuerza en nosotros que nos lleva a hacer lo que en el fondo no queremos. ¿Qué dice Jn. 8:34? Efectivamente, no somos tan libres como creemos. Seríamos libres si pudiéramos hacer siempre lo que queremos pero no creas que eso es tan fácil. El asunto es que hay algo que sin darte cuenta manipula tus deseos Pongamos el ejemplo de las ofertas. Las tiendas, los centros comerciales o internet ofrecen de contínuo ofertas. El famoso 3x2; o “la segunda unidad al 50%”; o el “Black Friday”. Todos son reclamos de consumo. Las ofertas se dirigen a manipular tu deseo y tu voluntad. Detrás de ellas hay un cebo, como el gusano en la

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caña de pescar. Aparentemente, tú te beneficias, pero quien realmente se beneficia es el comerciante. Si compras, él habrá conseguido su objetivo. Muchas de esas ofertas son engañosas. Basta buscar en internet para aprender algo más sobre esto. Nuestra libertad entonces depende de aquel que maneja nuestros deseos. ¿Quién es quien maneja nuestros deseos? ¡El pecado que mora en ti!. El pecado te manipula sin que te des cuenta. Te engaña porque te ofrece algo bueno pero, en el fondo, te perjudica. Efe 2:3 dice que “todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne”. Cuando dice “en otro tiempo”, Pablo se refiere a cuando aún no eran cristianos. Antes de ser cristianos vivían, no precisamente haciendo su voluntad sino “haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos”. O sea, que el que no es cristiano no es tan libre como piensa. Pongamos otro ejemplo práctico: Imagina que algún compañero del campamento deja su móvil olvidado y tú lo encuentras. ¿Qué haces? Puedes tener dos opciones: 1. Quedártelo y 2. Devolverlo. Fácilmente, puedes optar por quedártelo. Al fin y al cabo, nadie te ha visto. ¿Eres libre? En cierta forma sí porque has hecho lo que querías pero en el fondo, algo ha manipulado tu deseo: tu codicia. Has seguido la voluntad de ese troyano que llevas dentro, que es el pecado. Pero ¿qué consecuencias traerá tu decisión? Has cometido un robo y una injusticia que no te traerá paz ni alegría. Tendrás que mentir y disimular. Estarás intranquilo por si te descubren. Estarás actuando como un hipócrita. A su dueño, lo tendrás entristecido. Y no solo a él, sino a sus padres cuando se enteren. Tu maldad es como las ondas que se crean cuando se tira una piedra al río. Va creando círculos concéntricos de tristeza y maldad. Sin embargo, puedes escoger la segunda opción y devolver el teléfono. Desde luego, que si así lo haces, al dueño le habrás dado una gran alegría y, sin duda, tendrás por dentro una mayor satisfacción. Habrás vencido tu propio mal, pero además, el bien que has hecho repercutirá no solo en el bien del otro sino en el tuyo propio. Esto es el arrepentimiento que Dios busca: frenar el mal y hacer el bien. APLICACIÓN Para los que ya sois creyentes. Recordad que ya os habéis sometido al reinado de Dios. Habéis entrado en su reino y estáis participando de sus bendiciones. Su reino es un reino de amor, de paz y de alegría. Que estas cualidades abunden más. Creed el evangelio. Anticipad las alabanzas que un día proclamaréis y que resuenan en el Apocalipsis que dicen: “¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!” Para los que no sois creyentes, sabed que hay un mundo invisible que nos envuelve y nos domina. Es un reino maligno. Isa 49:24 dice: “¿Será rescatado el cautivo de un tirano?” Ese cautivo eres tú y el tirano, el Diablo. Pero el siguiente versículo dice: “Pero así dice Jehová: Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano” (v.26). Cree hoy en el Señor para ser “librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo” (Col 1:13) PARA LA REFLEXION

Leer Is. 64:7 y pensar en esta frase: “nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades”