detectan vapor de agua en una nebulosa planetariasu fin no era clonar células humanas con fines...

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5 ¿cómoves? Un grupo de investigadores observó por pri- mera vez vapor de agua en una nebulosa planetaria, llamada K3-35, ubicada a 16 mil años luz de la Tierra. Este hallazgo fue reali- zado por la mexicana Yolanda Gómez del Ins- tituto de Astronomía de la UNAM, campus Morelia, y por los españoles Luis Miranda del Instituto de Astrofísica de Andalucía, España, Guillem Anglada del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics de los Estados Unidos, y José María Torrelles del Institut d’Estudis Espacials de Cataluña, España. El tiempo en el que las moléculas de agua son destruidas en una nebulosa planetaria es extremadamente corto, por lo que la K3-35 es una de las más jóvenes que se han detectado hasta ahora. Las estrellas no son estáticas; igual que los seres vivos van transformándose conforme pasa el tiempo. Y dependiendo de su masa, su destino será convertirse en uno de varios ob- jetos astronómicos que por sus nombres más parecen pertenecer a historias mágicas de hadas y duendes, que al campo de la astrono- mía: enanas blancas y negras, nebulosas, gi- gantes rojas y hoyos negros. El nacimiento de una estrella empieza con una nube de gas y polvo, en su mayor parte compuesta de hidrógeno, que debido a su peso se contrae y se calienta. Estas proto-estrellas llegan a ser suficientemente densas para que en su núcleo se lleven a cabo reacciones nu- cleares: el hidrógeno se transforma en helio, y en el proceso emite luz y calor. La estrella pasa la mayor parte de su ciclo en esta etapa, en la cual la fuerza de radiación está en equi- librio con la de la gravedad. Debido a que las estrellas tienen una cantidad finita de hidró- geno, éste termina por agotarse y la estrella entrará en una fase de inestabilidad, que será el principio de su fin. Entonces, la estrella se expandirá aumentando su tamaño cientos de veces hasta formar una gigante roja. Cuando esto le ocurra a nuestro sol, dentro de aproxi- madamente 4.5 mil millones de años, la estre- lla gigante roja abarcará las órbitas de Mercurio y Venus. En esta etapa, la estrella se cubre por una envolvente opaca, el núcleo se con- trae y se calienta, y cuando alcanza aproxima- damente 30 000° Kelvin, la radiación comienza a ionizar, es decir, a separar los electrones de los núcleos de las moléculas, destruyéndolas progresivamente, y las de agua son las prime- ras en destruirse. Entonces la gigante roja se transforma en una nebulosa planetaria: pier- de la simetría esférica de la fase de gigante roja y las capas más exteriores de la estrella son emitidas al espacio produciendo podero- sas emisiones de gas. Las nebulosas planeterias fueron bautizadas así porque los primeros as- trónomos que las observaron pensaron que eran planetas, pero en realidad no tienen nada que ver con ellos. La gran sorpresa fue no sólo encontrar agua en las cercanías del núcleo estelar, sino también en dos regiones diametralmente opuestas del centro de la nebulosa. El vital líquido en forma de vapor no se había obser- vado nunca en este tipo de fenómenos, por lo que el hallazgo contribuye al conocimiento de la evolución estelarseñaló Yolanda Gómez. Por su parte Luis Felipe Rodríguez, también investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, opinó que normalmente se obser- van las gigantes rojas o las nebulosas ya for- madas, y encontrar vapor de agua es un hallazgo único. Es un eslabón perdido en la transición. Detectan vapor de agua en una nebulosa planetaria La maestra en ciencias Julieta Fierro, directo- ra general de la Dirección de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y el proyecto Ciencia y Artedel Museo Universum, recibieron el pre- mio Latinoamericano de Popularización de la Ciencia y la Tecnología 2000-2001, premio que compartieron con el trabajo Las Casas del Saberdel Museo Explora de León, Guanajuato. Esta distinción es otorgada cada dos años por la Red de Popularización de la Ciencia y la Tec- nología para América Latina y el Caribe de la UNESCO (red POP), y constituye el mayor re- conocimiento otorgado en la región a un cen- tro, programa o especialistas con una destacada trayectoria y proyección en el cam- po de la popularización de la ciencia y la tec- nología. La red POP fue creada en noviembre de 1990 en Río de Janeiro, Brasil, a instancias de la UNESCO, con el objetivo de estimular las actividades de popularización de la ciencia y la tecnología y destacar los esfuerzos que so- bresalgan por su creatividad, originalidad, ri- gor, impacto y aportes. En la actualidad cuenta con más de 70 miembros, pertenecientes a más de 12 países. Además de su trabajo académico (ha sido investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM desde hace muchos años), Julieta Fierro ha realizado un sinnú- mero de trabajos de divulgación de la ciencia: artículos, libros (más de 23), programas de radio y de televisión, y participado en cuanto foro se ha abierto para sensi- bilizar a la gente sobre la ciencia y sus mara- villas. Y lo hace de forma amena y divertida, por lo que ha recibido los premios más impor- tantes que se otorgan a los que se dedican a estas tareas, como son el Nacional de Divul- gación de la Ciencia en 1992, el premio Kalinga que da la UNESCO, en 1995, y el Premio Na- cional de Periodismo Científico en 1998, en- tre otros. El premio que obtuvo el Museo Universum fue por el proyecto Ciencia y Arte. Desde su inauguración en 1992, el museo abrió un es- pacio en el que los artistas colaboran con cien- tíficos, con el objetivo de mostrar que estas dos disciplinas son aliadas, no enemigas, y con este fin se han desarrollado varios proyectos en video, multimedia, obras de teatro, expo- siciones de fotografía científica y el libro Cien- Premian a Julieta Fierro y a Universum

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Page 1: Detectan vapor de agua en una nebulosa planetariasu fin no era clonar células humanas con fines reproductivos, sino terapéuticos. En otras pa-labras, su meta es curar y no producir

5¿cómoves?

Un grupo de investigadores observó por pri-mera vez vapor de agua en una nebulosaplanetaria, llamada K3-35, ubicada a 16 milaños luz de la Tierra. Este hallazgo fue reali-zado por la mexicana Yolanda Gómez del Ins-tituto de Astronomía de la UNAM, campusMorelia, y por los españoles Luis Miranda delInstituto de Astrofísica de Andalucía, España,Guillem Anglada del Harvard-SmithsonianCenter for Astrophysics de los Estados Unidos,y José María Torrelles del Institut d’EstudisEspacials de Cataluña, España. El tiempo en elque las moléculas de agua son destruidas enuna nebulosa planetaria es extremadamentecorto, por lo que la K3-35 es una de las másjóvenes que se han detectado hasta ahora.

Las estrellas no son estáticas; igual quelos seres vivos van transformándose conformepasa el tiempo. Y dependiendo de su masa, sudestino será convertirse en uno de varios ob-jetos astronómicos que por sus nombres másparecen pertenecer a historias mágicas dehadas y duendes, que al campo de la astrono-mía: enanas blancas y negras, nebulosas, gi-gantes rojas y hoyos negros.

El nacimiento de una estrella empieza conuna nube de gas y polvo, en su mayor partecompuesta de hidrógeno, que debido a su pesose contrae y se calienta. Estas proto-estrellasllegan a ser suficientemente densas para queen su núcleo se lleven a cabo reacciones nu-cleares: el hidrógeno se transforma en helio, yen el proceso emite luz y calor. La estrellapasa la mayor parte de su ciclo en esta etapa,en la cual la fuerza de radiación está en equi-librio con la de la gravedad. Debido a que lasestrellas tienen una cantidad finita de hidró-geno, éste termina por agotarse y la estrellaentrará en una fase de inestabilidad, que seráel principio de su fin. Entonces, la estrella seexpandirá aumentando su tamaño cientos deveces hasta formar una gigante roja. Cuandoesto le ocurra a nuestro sol, dentro de aproxi-madamente 4.5 mil millones de años, la estre-lla gigante roja abarcará las órbitas de Mercurioy Venus. En esta etapa, la estrella se cubrepor una envolvente opaca, el núcleo se con-trae y se calienta, y cuando alcanza aproxima-damente 30 000°Kelvin, la radiación comienzaa ionizar, es decir, a separar los electrones delos núcleos de las moléculas, destruyéndolasprogresivamente, y las de agua son las prime-ras en destruirse. Entonces la gigante roja setransforma en una nebulosa planetaria: pier-de la simetría esférica de la fase de gigante

roja y las capas más exteriores de la estrellason emitidas al espacio produciendo podero-sas emisiones de gas. Las nebulosas planeteriasfueron bautizadas así porque los primeros as-trónomos que las observaron pensaron que eranplanetas, pero en realidad no tienen nada quever con ellos.

“La gran sorpresa fue no sólo encontraragua en las cercanías del núcleo estelar, sinotambién en dos regiones diametralmenteopuestas del centro de la nebulosa. El vitallíquido en forma de vapor no se había obser-vado nunca en este tipo de fenómenos, por loque el hallazgo contribuye al conocimiento dela evolución estelar” señaló Yolanda Gómez.Por su parte Luis Felipe Rodríguez, tambiéninvestigador del Instituto de Astronomía dela UNAM, opinó que “normalmente se obser-van las gigantes rojas o las nebulosas ya for-madas, y encontrar vapor de agua es unhallazgo único. Es un eslabón perdido en latransición”.

Detectan vapor de agua en una nebulosa planetaria

La maestra en ciencias Julieta Fierro, directo-ra general de la Dirección de Divulgación de laCiencia de la UNAM y el proyecto “Ciencia yArte” del Museo Universum, recibieron el pre-mio Latinoamericano de Popularización de laCiencia y la Tecnología 2000-2001, premio quecompartieron con el trabajo “Las Casas delSaber” del Museo Explora de León, Guanajuato.Esta distinción es otorgada cada dos años porla Red de Popularización de la Ciencia y la Tec-nología para América Latina y el Caribe de laUNESCO (red POP), y constituye el mayor re-conocimiento otorgado en la región a un cen-tro, programa o especialistas con unadestacada trayectoria y proyección en el cam-po de la popularización de la ciencia y la tec-nología.

La red POP fue creada en noviembre de1990 en Río de Janeiro, Brasil, a instancias dela UNESCO, con el objetivo de estimular lasactividades de popularización de la ciencia yla tecnología y destacar los esfuerzos que so-bresalgan por su creatividad, originalidad, ri-gor, impacto y aportes. En la actualidad cuentacon más de 70 miembros, pertenecientes a másde 12 países.

Además de su trabajo académico (ha sidoinvestigadora del Instituto de Astronomía

de la UNAM desdehace muchos años),Julieta Fierro harealizado un sinnú-mero de trabajos dedivulgación de laciencia: artículos,libros (más de 23),programas de radioy de televisión, yparticipado encuanto foro se haabierto para sensi-bilizar a la gente sobre la ciencia y sus mara-villas. Y lo hace de forma amena y divertida,por lo que ha recibido los premios más impor-tantes que se otorgan a los que se dedican aestas tareas, como son el Nacional de Divul-gación de la Ciencia en 1992, el premio Kalingaque da la UNESCO, en 1995, y el Premio Na-cional de Periodismo Científico en 1998, en-tre otros.

El premio que obtuvo el Museo Universumfue por el proyecto “Ciencia y Arte”. Desde suinauguración en 1992, el museo abrió un es-pacio en el que los artistas colaboran con cien-tíficos, con el objetivo de mostrar que estasdos disciplinas son aliadas, no enemigas, y coneste fin se han desarrollado varios proyectosen video, multimedia, obras de teatro, expo-siciones de fotografía científica y el libro Cien-

Premian a Julieta Fierroy a Universum

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¿cómoves?6

Esas pequeñas células, invisibles a simple vis-ta, volvieron a ser el centro de atención demiles de personas en buena parte del mundo.Programas de televisión y radio, revistas y pri-meras planas de periódicos se vieron inunda-das con información sobre ellas y losentrevistados no fueron solamente los cientí-ficos involucrados, sino religiosos, abogados,expertos en bioética y políticos, el presidentede los Estados Unidos incluido. Y es que losinvestigadores del laboratorio Advanced CellTechnology, ACT, de los Estados Unidos, consi-guieron producir las células madre clonandocélulas humanas. Michael West, el presidentede ACT, inmediatamente después de dar elanuncio del éxito de la investigación, ofrecióvarias conferencias de prensa aclarando quesu fin no era clonar células humanas con finesreproductivos, sino terapéuticos. En otras pa-labras, su meta es curar y no producir bebés.

El mundo médico ha visto con esperanzalas potencialidades que ofrecen las célulasmadre como un posible tratamiento para mu-chas enfermedades distintas, algunas incura-bles a la fecha. Las células madre son las quese forman al principio del desarrollo embrio-nario, cuando aún no se han especializado ypor eso los científicos piensan que si lograncultivarlas en laboratorio, podrían encauzar sudesarrollo hacia las células que necesiten, porejemplo células cardiacas para reemplazar eltejido muerto durante un infarto (Véase el ar-tículo “Células madre o la madre de todas las

cia y arte en Universum. El museo también tie-ne un programa de residencias artísticas, quees un espacio para artistas jóvenes o desco-nocidos quienes colaboran con científicos ydivulgadores para crear obras que expresen oexpliquen conceptos científicos por medio delas artes.

Dentro de “Ciencia y Arte”, se incluyó tam-bién el proyecto del Museo de la Luz, situadoen el antiguo templo de San Pedro y San Pa-blo, iglesia construída en el siglo XVI, que alojaobras maestras de decoración, arquitectura ypintura que han servido como marco de lasdiferentes exposiciones que aquí se llevan acabo.

¿Cómo ves? Felicita calurosamente a Julietay a todos los que participaron en el proyecto“Ciencia y Arte” por haber ganado un premiotan importante, que es un reconocimiento asu trabajo y a nuestra Universidad.

células”, en el número 36 de ¿Cómo Ves?).El problema ha sido cómo conseguir estascélulas.

Para obtenerlas, Jose Cibelli, director dela investigación, y sus colaboradores idearonvarios caminos distintos. En un principio, uti-lizaron la técnica llamada de transferencianuclear, que consiste en usar una aguja extre-madamente delgada para extraer el materialgenético de un óvulo maduro. Después sepa-raron el núcleo de un fibroblasto (una célulade la piel), lo introdujeron en este óvulo y loincubaron en condiciones especiales que lepermitieran dividirse y crecer. La primera se-rie de clonaciones se llevaron a cabo en juliodel 2001, pero no fueron exitosas. Entoncescambiaron a la técnica que usó el investiga-dor Teruhiko Wakayama y sus colegas de laUniversidad de Hawaii para clonar ratones en1988. Esta consiste en utilizar células llama-das del cúmulo, que rodean y nutren al óvulocuando aún está en el ovario. Éstas son tanpequeñas, que no es necesario extraer su nú-cleo, se pueden implantar enteras en el óvuloal que previamente se le extrajo el materialgenético. De los ocho óvulos a los que inyec-taron células del cúmulo, dos se dividieron has-ta formar cuatro células y una sola llegó aformar seis células y después el crecimientocelular se detuvo.

Entonces los investigadores recurrieron auna tercera técnica: la partenogénesis. Con-siste en inducir óvuloshumanos a que se di-vidan sin que ocurra nila fertilización ni latransferencia nuclear.Los óvulos y los esper-matozoides madurostienen la mitad delmaterial genético conel que cuenta el restode las células del cuer-po, ya que al unirseentre sí, formaráncélulas con el númerode cromosomas com-pleto. Así, todas nues-tras células (salvo lassexuales) tienen 46cromosomas y losespermatozoides y losóvulos 23. Cuando unespermatozoide y unóvulo se unen la cuen-ta volverá a ser de 46cromosomas. Pero losóvulos reducen su ma-

terial genético a la mitad (para formar un óvulomaduro de 23 cromosomas), en una etapa tar-día de su ciclo de maduración. Al inicio deéste aún mantienen sus 46 cromosomas. Enestos experimentos, expusieron a 22 óvulosinmaduros (que aún tenían su materialgenético completo) a ciertos químicos queindujeron su desarrollo. Después de cinco días,seis se habían desarrollado hasta la etapa deblastocito, de cerca de 100 células. En esteexperimento se clonaron óvulos, que son cé-lulas femeninas, pero los investigadores pien-san que en el caso de los hombres, podránunir el material genético de dos esper-matozoides para posteriormente implantarloen un óvulo sin núcleo y seguir el mismo pro-ceso. Habían logrado clonar por primera vezcélulas humanas.

La clonación por partenogénesis es unavance médico increíble, por el hecho de quesi por este método se logra desarrollar célulasmadre y después se consigue que éstas se es-pecialicen en ciertos tejidos o células, no seva a presentar el problema de rechazo que escomún en los implantes. Cuando sea necesa-rio, una persona podrá producir su propio te-jido de reemplazo, que tendrá su mismainformación genética y por lo tanto, el siste-ma inmunológico no lo rechazará.

No hay duda de que las células madre se-guirán dando de que hablar en un futuro bas-tante próximo.

Las células madrevuelven a ser noticia

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7¿cómoves?

Martín Bonfil Olivera

Comentarios: [email protected]

El origen de un violínLa estadística en la ciencia

En una vitrina del museo Ashmolean en Oxford, Inglaterra, se puedever un antiguo violín, el Mesías, un Stradivarius. Este hecho significados cosas: que fue hecho por Antonio Stradivari, el más grande cons-

tructor de violines de la historia,y que es invaluable. Stradivari na-ció en 1644 y puso su taller enCremona, Italia, donde construyóviolines, arpas, guitarras, violas ychelos. Aproximadamente 650 desus instrumentos existen todavía,pero otros miles se construyeroncopiando sus modelos, a los quetambién les colocaron una etique-ta con la inscripción Stradivarius.Y la diferencia entre un original yuna copia es para los conocedo-res como del día a la noche. Tam-bién es de cientos de miles dedólares.

Hace cuatro años surgió unacontroversia debido a que dos ex-

pertos declararon que el Mesías era una falsificación. Entonces HelenHayes, la presidenta de la Sociedad de Violines de América, reunió a ungrupo de dendrocronólogos, dirigidos por Henri Grissino-Mayer, inves-tigador de la Universidad de Tennessee, para que resolvieran el asunto.La dendrocronología es un método de datación basado en el estudio delos anillos de crecimiento de los árboles. Esta rama de la ciencia fuedescubierta por el investigador A. E. Douglas de la Universidad deArizona, quien se dio cuenta de que los árboles forman unos anillosconcéntricos y que contándolos se puede calcular su edad. Cada año,el árbol añade una capa de madera a su tronco, creando así los anillosque vemos en un corte transversal. Durante la primavera, cuando exis-te mucha humedad, el árbol produce células de crecimiento, pero con-forme avanza el verano, el tamaño de éstas disminuye hasta que en elinvierno las células mueren y no se producen nuevas hasta la primaverasiguiente. Los investigadores toman muestras de árboles vivos peromuy viejos y los datan, contando el número de anillos. Debido a quelas condiciones climáticas de cada año varían (algunos años lluevemás que otros), el tamaño de los anillos es distinto en cada año. En-tonces, toman muestras de un árbol del que desconocen su edad y locomparan con el del árbol que ya conocen, buscando anillos idénticos.Cuando los anillos coinciden, los investigadores pueden fechar la mues-tra, contando los anillos que existen de ese punto (del que ya hanestablecido la edad), hasta el centro del árbol. Así se han fechadoalgunas especies de árboles en casi 9 mil años.

Sa sabía que la madera utilizada en la construcción del Mesías erade un árbol de abeto originario de algún lugar del sur de Europa. Grissino-Mayer lo comparó con las cronologías de anillos de abetos de Austria,Italia, Alemania y Francia. También lo comparó con los anillos de lamadera de otro famoso violín Stradivarius, el Archinto, y finalmentedeterminó la edad del árbol con que se construyó el Mesías en 315años, lo cual lo sitúa en el 1686, que coincide con la época en quevivió Stradivari.

“No podemos confirmar que es un Stradivarius, pero sí asegurar quefue construído en la época en la que él vivió”, dijo el investigador.

UUna parte de la ciencia que se publica actualmente—resultados científicos presentados en revistas espe-

cializadas— no tiene mucha mayor validez que el conocimientoaportado por disciplinas que gozan de nula credibilidad entre lagente sensata, como la astrología o la cartomancia (lectura decartas).

Lo anterior no quiere decir que la ciencia no sea confiable, sinoque no toda es tan confiable como sería de desear. Y no lo es por-que existen investigadores que, al planear y realizar sus experi-mentos, y al analizar sus resultados, no utilizan correctamente unade las herramientas esenciales de prácticamente todo estudio cien-tífico: la estadística.

La ciencia consiste en gran medida en tratar de llegar a princi-pios generales a partir de la observación de cierto número de casosparticulares (procedimiento lógico conocido como inducción). Sinembargo, hay un problema: ¿cuántas veces tenemos que observarun fenómeno para dar por supuesto que sucederá siempre? Por ejem-plo, si damos una medicina a un enfermo y éste mejora, ¿quieredecir que podemos anunciar con toda confianza que tenemos unanueva cura para esa enfermedad?

Desde luego que no: hay que repetir la experiencia un ciertonúmero de veces, en condiciones controladas (por ejemplo, evitan-do que los sujetos consuman otros medicamentos; eso complicaríael experimento porque no sabríamos a cuál de los dos fármacosatribuir los efectos, si los hay). Incluso, conviene contar con otrogrupo de enfermos a los que no se les dará ningún medicamento.Este grupo sirve como control, y al compararlo con el grupo que sírecibió la medicina se puede determinar con mayor precisión suefecto.

Posteriormente, los resultados de un estudio como éste debenser sometidos a un análisis estadístico, que permitirá a los científi-cos saber si el medicamento tiene algún efecto, e inversamente,saber qué tanto se puede suponer que dicho efecto es efectivamen-te causado por el medicamento y no por otros factores como lasdiferencias entre individuos, la curación espontánea o la simplecasualidad.

En otras palabras, la estadística nos permite distinguir la simplecorrelación entre dos fenómenos (la ingestión del medicamento yla mejora en la salud de los pacientes, en nuestro ejemplo) de lacausalidad (el hecho de que la mejoría de los pacientes haya sidocausada por la ingestión del medicamento).

Y aún así, después de todo esto, lo más que la ciencia permitees afirmar que hay cierta probabilidad de que haya una relación decausa-efecto entre dos eventos. Puede sonar poca cosa, pero si sehace correctamente —y si el análisis estadístico es riguroso— seobtienen resultados confiables. No verdades, pues éstas están fueradel campo de lo científico.