despreciar a dios o menospreciar la primogenitura

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DESPRECIAR A DIOS O MENOSPRECIAR LA PRIMOGENITURA Gén 25:27 Esaú llegó a ser un buen cazador y le encantaba estar en el campo. Por eso Isaac lo quería más. Jacob, en cambio, era muy tranquilo y prefería quedarse en casa, por eso Rebeca lo quería más que a Esaú. Gén 25:29 Un día, Jacob estaba preparando un sabroso plato de comida. En eso llegó Esaú del campo con mucha hambre, Gén 25:30 y le gritó: —¡Me estoy muriendo de hambre! ¡Dame ya de esa sopa roja que estás cocinando! Por eso a Esaú se le conoce también con el nombre de Edom. Gén 25:31 Jacob le respondió: —Dame tus derechos de hijo mayor, y yo con gusto te daré de mi sopa. Gén 25:32 Esaú exclamó: —¡Te los regalo ahora mismo, pues me estoy muriendo de hambre! Gén 25:33 Jacob le exigió a Esaú renunciar, bajo juramento, a sus derechos de hijo mayor. Esaú se lo juró, Gén 25:34 y Jacob le dio un poco de pan y de la sopa de lentejas que estaba preparando. Esaú comió y bebió; luego se levantó y se fue sin darle importancia a sus derechos de hijo mayor. Heb 12:16 Ninguno debe tener relaciones sexuales prohibidas ni despreciar a Dios. Eso fue lo que hizo Esaú, pues cambió sus derechos de hijo mayor por un plato de comida,

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Mensaje de reflexión basado en el devocional diario de W. Mc Donald.

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Page 1: Despreciar a Dios o Menospreciar La Primogenitura

DESPRECIAR A DIOS O MENOSPRECIAR LA PRIMOGENITURA

Gén 25:27 Esaú llegó a ser un buen cazador y le encantaba estar en el campo.

Por eso Isaac lo quería más. Jacob, en cambio, era muy tranquilo y prefería

quedarse en casa, por eso Rebeca lo quería más que a Esaú.

Gén 25:29 Un día, Jacob estaba preparando un sabroso plato de comida. En eso

llegó Esaú del campo con mucha hambre,

Gén 25:30 y le gritó: —¡Me estoy muriendo de hambre! ¡Dame ya de esa sopa roja

que estás cocinando! Por eso a Esaú se le conoce también con el nombre de

Edom.

Gén 25:31 Jacob le respondió: —Dame tus derechos de hijo mayor, y yo con

gusto te daré de mi sopa.

Gén 25:32 Esaú exclamó: —¡Te los regalo ahora mismo, pues me estoy muriendo

de hambre!

Gén 25:33 Jacob le exigió a Esaú renunciar, bajo juramento, a sus derechos de

hijo mayor. Esaú se lo juró,

Gén 25:34 y Jacob le dio un poco de pan y de la sopa de lentejas que estaba

preparando. Esaú comió y bebió; luego se levantó y se fue sin darle

importancia a sus derechos de hijo mayor.

Heb 12:16 Ninguno debe tener relaciones sexuales prohibidas ni despreciar a

Dios. Eso fue lo que hizo Esaú, pues cambió sus derechos de hijo mayor por

un plato de comida,

Heb 12:17 y cuando quiso que su padre le reconociera esos derechos, él no se los

reconoció. Esaú lloró mucho, pero ya no había nada que hacer.

1. Ocurre con frecuencia que los hombres cambian los verdaderos valores de la

vida por una gratificación momentánea de los apetitos físicos.

1.1.Esto es lo que hizo Esaú.Genesis 25:27-34. Venía de regreso del campo,

cansado y hambriento. En aquel momento Jacob cocinaba un guiso rojo.

Page 2: Despreciar a Dios o Menospreciar La Primogenitura

Cuando Esaú le pidió un plato de aquel delicioso potaje, Jacob le dijo: “Sí,

pero a cambio véndeme hoy tu primogenitura”.

1.2.La primogenitura era un valioso privilegio que pertenecía al hijo mayor de

una familia. Era valioso porque le daba el privilegio de llegar a ser el jefe

indiscutible de la familia o tribu y el derecho a una doble porción de la

herencia.

1.3.Pero en ese momento, Esaú consideró que su primogenitura no tenía

valor. ¿En qué puede beneficiarle una primogenitura, pensó, a un hombre

muerto de hambre como yo? Su hambre parecía tan agobiante que estuvo

dispuesto a dar cualquier cosa para satisfacerla. Para calmar su apetito

momentáneo estuvo dispuesto a entregar algo que era de valor

imperecedero. ¡Y sin más realizó el terrible negocio!

1.4.LEER Y COMPARTIR: Un drama similar vuelve a presentarse casi todos

los días. Por ejemplo, he aquí un hombre que ha mantenido un buen

testimonio durante muchos años. Tiene el amor de una buena familia y el

respeto de sus compañeros cristianos. Cuando habla, sus palabras tienen

autoridad espiritual, y su servicio tiene la bendición de Dios. Es un creyente

modelo.

Pero entonces surge un momento de fiera pasión. Parece como si el fuego

de la tentación sexual lo consumiera. De pronto nada parece más

importante que la satisfacción de este impulso físico. Está decidido a

sacrificarlo todo por esa unión ilícita así que se abandona al poder del

deseo.

¡Y de esta forma da el salto descabellado! Por aquel momento fugaz de

pasión, cambia el honor de Dios, su propio testimonio, la estima de su

familia, el respeto de sus amigos y el poder de un auténtico carácter

cristiano. Como Alexander Maclaren decía, “Se abandona a sus deseos

dando la espalda a la justicia; desprecia los goces de la comunión divina;

oscurece su alma; termina su prosperidad; cae sobre su cabeza una

catarata de calamidades por el resto de los años que le quedan y hace de

su nombre y su religión un blanco para las burlas crueles de las

Page 3: Despreciar a Dios o Menospreciar La Primogenitura

generaciones sucesivas de mofadores”.

En las clásicas palabras de la Escritura, ESTO SIGNIFICA: vende su

primogenitura por un plato de lentejas.