No ignoramos las ma-quinaciones del diablo. El padrede mentira siempre viene conun disfraz noble, culto y benig-no. “El mismo Satanás se dis-fraza como ángel de luz. Asíque, no es extraño si tambiénsus ministros se disfrazan comoministros de justicia; cuyo finserá conforme a sus obras.” (2Cor 11: 14-15.)

¿Será que el espíritu trasla educación de los niños es dia-bólico?

Sé que muchos de losdirectores y profesores de lasescuelas son personas nobles,cultas y buenas, pero ¿por cuálespíritu son dirigidos? ¿Por elEspíritu de la verdad, o por elde la mentira?

Muchos de los profeso-res ni se imaginan quién estáescribiendo los libros que ellostienen que enseñar, ni las metasespirituales de esas materias. Siusted es profesor en una escue-la secular, debe examinarse a símismo para ver si está sirviendoa Cristo o sirviendo a otrosespíritus contrarios.

Jesucristo dijo, “El queno es conmigo, contra mí es; yel que conmigo no recoge, des-parrama.” (Mateo 12:30.)

En primer lugar, el siste-ma educativo niega que el uni-

verso es una crea-ción directa deDios. La Bibliadice, “Por la feentendemos habersido constituido eluniverso por lapalabra de Dios,de modo que loque se ve fue he-cho de lo que nose veía.” (Hebreos11:3.) Ademásestá escrito, “Por-que en seis díashizo Jehová loscielos y la tierra, elmar, y todas lascosas que en elloshay, y reposó en elséptimo día.”(Exodo 20:11.)

En el principioexistía el “Verbo”,según el apóstolJuan. Este “Verbo”hizo todas lascosas. Juan empe-zó su evangeliocon estas palabras:“En el principioera el Verbo, y elVerbo era conDios, y el Verboera Dios. Este eraen el principio conDios. Todas lascosas por él fueronhechas, y sin élnada de lo que hasido hecho, fuehecho.” (Juan 1: 1-3.) Juan continuó:“Y aquel Verbo

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Sep 1, 2006PP

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La Asociación Amós 5:24,Monterrey, México.

asociacionamos524@hotmail.comhttp://www.amos524.org

Tel: (81)8387-0842 Se puede copiar para distribución gratuita.

DDeesseennmmaassccaarraannddooel espíritu de la educación

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espíritu(invisible)

palabras(se oyen)

actitudes(se ven)

hechos(se ven)

fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos sugloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno degracia y de verdad.” (Juan 1:14.) Estaba hablando acer-ca del hombre Jesucristo. El apóstol Pablo también dijode Jesucristo, “El es la imagen del Dios invisible, elprimogénito de toda creación. Porque en él fueron cre-adas todas las cosas, las que hay en los cielos y las quehay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, seandominios, sean principados, sean potestades; todo fuecreado por medio de él y para él. Y él es antes de todaslas cosas, y todas las cosas en él subsisten.” (Col 1: 15-17.) La Biblia declara que Jesucristo es el Creador detodas las cosas.

¿Y qué de aquellos que no aceptan esto? ¿Quédice la Biblia acerca de ellos? Simplemente dice losiguiente: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino pro-bad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsosprofetas han salido por el mundo. En esto conoced elEspíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa queJesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espí-ritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne,no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cualvosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está enel mundo.” (1 Juan 4: 1-3.)

¿Entendió usted eso? TODO espíritu que noreconoce que el hombre Jesús fue el “Cristo” -- el serdivino que los apóstoles anunciaron, el humilde descen-diente de David que nació de una virgen que no habíaconocido varón, el Todopoderoso Salvador que murió yresucitó de los muertos, y el Eterno Creador que creó eluniverso con su palabra -- NO ES DE DIOS.

Las palabras son cosas “espirituales”. El sol y laluna no expresan palabras porque no tienen espíritu. Laspiedras y las montañas no hablan porque no tienen espí-ritu. Las ranas y los peces no hablan porque no tienenespíritu. Las jirafas, los monos y los gorilas no hablanporque no son seres “espirituales”. No pueden razonar niprocesar palabras porque no tienen espíritu. La espiri-tualidad tiene que ver principalmente con expresar pala-bras y entenderlas. Dios es espíritu y habla palabras.Dios hizo a los hombres a su imagen. Ellos también tie-nen un espíritu con que hablan y entienden palabras.

La Biblia dice, “¿Quién de los hombres sabe lascosas del hombre, sino el espíritu del hombre que estáen él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios,sino el Espíritu de Dios.” (1 Cor 2:11.)

La enseñanza es una actividad “espiritual”.Cualquier persona que enseña es un “profeta”, y hablade parte de su propio espíritu o de algún otro. Por tanto,

los profesores que enseñan a los niños en las escuelasejercen una profesión “espiritual”, muy espiritual.Ellos son profetas.

Pero de acuerdo a lo que citamos arriba, hayespíritus de Dios, y hay espíritus que no son de Dios.Unos hablan las palabras de Dios con verdad, y losotros hablan palabras engañosas y erróneas.

Las palabras de verdad conducen a las almas aser virtuosas, a escoger cosas justas, y hacer obras queDios aprueba. Las palabras de verdad libran a los niñosde malos pensamientos, palabras groseras, y obrasindecentes. Pero las palabras de los espíritus malosconducen más y más a la impiedad y a todo comporta-miento perverso.

Honestamente, ¿cómo piensan los niños en lasescuelas públicas? ¿Cómo hablan? ¿Cómo actúan?¿Están llenos de las virtudes de Cristo o con la corrup-ción del diablo?

La manera en que se portan los niños en lasescuelas no es una casualidad. Es el resultado de laspalabras que ellos oyen y entienden. Su compor-tamiento es el resultado de oír las palabras de los espí-ritus que actúan en la escuela. Esas palabras moldeanlos pensamientos y actitudes de los estudiantes.

Ahora debe ser muy fácil ver cuál espíritu haestado moldeando la mentalidad de los niños en laescuela primaria, pues los profesores los han estadoenseñando por uno, dos, o hasta seis años, y variashoras cada día. Debe haber amplia evidencia de cuálespíritu está actuando en las escuelas primarias.

Debe haber una diferencia entre los hijos queasisten a la escuela y los que no asisten. Mis hermanos,si ustedes enseñan la verdad a sus hijos en casa, ellos vana tener otros pensamientos, otro vocabulario, y otrasobras. Porque el Espíritu en los cristianos no es el mismoque el espíritu en las escuelas primarias del mundo.

Conozco a varias familias que tienen unos de sushijos en la escuela, y otros hijos no asisten a la escuela.Todos viven en la misma familia, y por tanto todosdeben portarse casi iguales. En las familias que tienenhijos mayores que fueron a las escuelas, pero sus hijosmenores no asistieron, los hijos menores tienen mejoresactitudes que los grandes. Pero en las familias cuyoshijos grandes no asistieron a las escuelas, y después sushijos pequeños asistieron, los hijos grandes tienen mejo-res actitudes, y los chicos son más rebeldes y perversos.

Es fácil checar los frutos de un árbol. “No puedeel buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar fru-tos buenos.” (Mateo 7:18.) ✞

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El devocional matutinoCada mañana nuestra familia está estudiando

pasajes de la Biblia que varían entre 10 y 40 versículos.Ahora estamos estudiando el pasaje de Malaquías 3:16hasta 4:6, un total de sólo nueve versículos.

Cada mañana repetimos todo el pasaje, y des-pués de repetirlo, estudiamos un versículo detallada-mente. Yo lo escribo en un pizarrón blanco, como uste-des pueden ver arriba. Allí pueden ver que escribí elversículo 2 de Malaquías 4.

Mientras hablamos del significado de las pala-bras, yo hago un dibujo en el pizarrón, y mis hijoshacen su propio dibujo en un cuaderno. Tratamos deincluir en el dibujo las ideas principales del versículo.En la siguiente página pueden ver el dibujo que hizouno de nuestros hijos grandes de Malaquías 4:2.

No todos mis hijos hacen dibujos elegantescomo éste, pero todos escriben el versículo y hacen el

mejor dibujo que pueden.Cuando la familia estudia pasajes de la Biblia

cada mañana por varios años, el conocimiento de loshijos va a abundar en la Palabra de verdad. Va a sucederlo que Pablo describió en 2 Timoteo 3:15-17, dondedijo: “Desde la niñez has sabido las Sagradas Es-crituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salva-ción por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escrituraes inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redar-güir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de queel hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparadopara toda buena obra.” La perfección viene de la Bibliaporque la Palabra de Dios es perfecta.

El conocimiento de las Escrituras es la clave.Los hijos que conocen las Escrituras van a tener unasabiduría para poder creer en Jesucristo en verdad.

El versículo en el pizarrón arriba dice, “Mas avosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol dejusticia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, ysaltaréis como becerros de la manada.”

El hombre natural e indocto no teme a Dios por-que no sabe quién es Dios. Pero cualquier persona, al

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conocer las Escrituras,va a entender más ymás acerca de la justi-cia de Dios y su juiciosobre los que hacen in-justicia. Tal persona vaa empezar a temer aDios al saber las histo-rias de Adán y Eva, deNoé, de los patriarcas,de Moisés y de Jesús.

¿Qué dice esteversículo que sucede-rá a los que temen aDios? Les nacerá elSol de justicia. El solnatural es una lumbre-ra que alumbra todaslas cosas físicas, y el“Sol de justicia” daluz y entendimientoen todo asunto de jus-ticia e injusticia.

Cuando em-pieza a amanecer en lonatural, la gente puedecaminar bien sin tro-pezar porque ven laluz. Igualmente cuan-do nace el “Sol de jus-ticia” (sólo a los quetemen a Dios), ellospodrán entender loque Dios quiere y loque aborrece. La per-sona que tiene esta luzpodrá andar en justiciaante Dios y no pecar,porque ve la luz.

Quiero queconsideren una aveque no tiene ojos. ¿De qué le sirven sus alas, si nopuede ver? Si intenta volar, pronto chocará. Sin ojos nopodrá ver dónde está, ni adónde ir, ni en dónde descan-sar, ni en dónde comer. Como esa ave ciega son laspersonas religiosas que no temen a Dios. Viven enpecado tras pecado, y no conocen la vida que Cristoreveló a sus discípulos. No viven en justicia. No tienendescanso. No tienen la salvación que Cristo da.

La salvación es una vida. Es una manera devivir. Todo empieza con el temor de Dios, que es otramanera de decir “fe en Dios”. El temor de Dios no esla fe fingida que tiene mucha gente moderna que diceque “cree en Jesús”, pero su vida muestra claramenteque vive en pecado. El temor de Dios es la fe que obe-dece a Dios urgentemente.

Los hombres de Nínive se arrepintieron porque4

temieron a Dios. Los hombres de Israel que oyeron aJuan el bautista, se arrepintieron porque temieron aDios. Los hombres que oyeron el mensaje de Pedro enel día de Pentecostés se arrepintieron porque temierona Dios. Noé fue salvo por la fe que teme a Dios. “Porla fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca decosas que aún no se veían, con temor preparó el arca enque su casa se salvase...” (Hebreos 11:7.) Vemos que eltemor es un ingrediente de la fe que agrada a Dios.

Pablo nos exhortó: “Así que, amados, puestoque tenemos tales promesas, limpiémonos de toda con-taminación de carne y de espíritu, perfeccionando lasantidad en el temor de Dios.” (2 Cor 7:1.)

Consideren la diferencia entre una ave con ojosy otra ave sin ojos. Así es la diferencia entre una per-sona que teme a Dios y otra que no teme a Dios. El querealmente teme a Dios va a recibir la revelación paraconocer lo que Dios llama “justicia”. Podrá verlo por el“sol de justicia”. El que teme a Dios va a vivir como unpájaro que puede ver, y el que no teme a Dios va a vivircomo un pájaro que no ve. Va a haber una diferenciaradical, tremenda, colosal, gigantesca y enorme. Loque tiene uno es salvación. Lo que tiene el otro esreligión. (Aunque quizás los dos dicen que creen enJesucristo y dicen que lo recibieron como su Salvador.)

Según Malaquías 4:2, los que temen a Dios vana saltar como becerros de la manada. Mucha gente enla ciudad nunca ha vista a un becerro saltar, pero subrinco es muy energético. Así también van a vivir losque temen a Dios y los que caminan a la luz del “sol dejusticia”. Cualquier tentación u obstáculo que Satanásles pone por delante, lo podrán saltar con facilidad.

Dijo el rey David, “Contigo desbarataré ejérci-tos, y con mi Dios asaltaré muros.” (Salmo 18:29.)

Los hijos de Dios poseen la vida de Dios enellos mismos. “Todo aquel que es nacido de Dios, nopractica el pecado, porque la simiente de Dios per-manece en él; y no puede pecar, porque es nacido deDios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y loshijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y queno ama a su hermano, no es de Dios.” (1 Juan 3: 9-10.)

Recuerden aquel pájaro que puede ver. Nochoca con las ramas porque la luz está en él. Pero elpájaro que no puede ver, tampoco puede volar.

Así es la diferencia entre los que realmente sonsalvos y los que no. ✞

Una pregunta para Diospor Moisés Mugo

La pregunta es: ¿Qué puedo hacer para agradara Dios? La respuesta es: Ser fiel. La fidelidad es lo quehacemos con lo que Dios nos da.

Lo que tengo no es más de lo que tiene usted.Sirvo al mismo Dios que usted. Mi Biblia es la mismaque la de usted. La diferencia está en lo que hacemoscon esa palabra. Dios no puede manifestarse a la per-sona altiva o desobediente. “Dios resiste a los sober-bios, y da gracia a los humildes.” (Santiago 4:6.)

No se trata de actividades, sino de fidelidad. Laoración no es una actividad mágica que hacemos pararecibir las cosas. No es algo que podemos encender oapagar como si fuera un radio. La oración no es unamanera de manipular a Dios. No es algo que hacemossólo cuandoestamos des-esperados of r u s t r a d o s .Oramos por-que amamos aDios y noscomunicamoscon él. De lamisma mane-ra hablamoscon nuestraesposa porquela amamos y queremos comunicarnos con ella.

Al leer la Biblia no estamos haciendo una activi-dad religiosa. Estamos buscando la verdad porque lanecesitamos para poder vivir. La fidelidad es vivir portoda palabra de Dios. La palabra de Dios está viva, y noshace vivir si la practicamos. Si alguna vez una palabrade Dios deja de morar en mí, y si otra palabra diferenteviene y toma el lugar de la palabra de Dios, dejo de viviren esa área. Eso es la infidelidad. Eso es el pecado, yexperimento la muerte en una área de mi vida.

Mi único problema no es el diablo, ni es laenfermedad, ni es la falta de dinero. Mi único proble-ma es quitar mis ojos de la palabra de Jesús. Nuestrosproblemas no surgen por lo que somos nosotros, sinopor la falta de la palabra de Jesús en nosotros. Es decir,la falta de fidelidad. ✞

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Moisés y Bety se casaron

el 29 de Abril

Es fácil dar a Dios algo invisible

Muchos dicen, “Yo di mi corazón a Cristo.”Pero ¿será cierto? ¿Realmente cumplieron con lo quedijeron? Tal vez oraron y dijeron ciertas palabras, peroeso no es dar el corazón. Eso es dar palabras.

¿Cuánta gente debe dinero y dice al acreedor,“Pronto le voy a pagar,” pero pasa el tiempo y ellosencuentran que es imposible pagar. Hay una diferenciaentre decir las palabras “le voy a pagar” y realmentepagar. Hay una diferencia entre decir “te amo” y real-mente amar. Y hay una diferencia entre decir, “Dios, tedoy mi corazón” y realmente darselo.

Jesucristo dijo que la gente le dirá en aquel día,“Señor, Señor”, pero él contestará a muchos, “De cier-to os digo, que no os conozco.”

Ananías y su esposa Safira dijeron que iban adar una propiedad al Señor (Hechos 5), pero cuandovendieron aquella propiedad, se quedaron con unaparte del dinero. Es muy fácil decir que vamos a darnuestros corazones a Dios, y quedarnos con una partetodavía. Delante de Dios este pecado es muy grande. Elapóstol Pedro reprendió a Ananías.

“Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanástu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sus-trajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no sete quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder?¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido alos hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras,cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos losque lo oyeron.” (Hechos 5: 3-5.)

Y es un gran pecado decir que hemos dadonuestros corazones a Dios cuando no es cierto. Cuandotodavía nuestros corazones están llenos del amor aldinero, el amor a los placeres, el deseo de recibir la ala-banza de los hombres y subir a los puestos altos de estemundo perverso, ¿en qué sentido hemos dado nuestroscorazones a Cristo?

Jesucristo dijo que no es fácil para un rico dar sucorazón a Dios. Aunque el rico quiera hacerlo, no esfácil. Una vez un judío muy sincero vino y preguntó,“¿Qué haré para heredar la vida eterna?” Este judío habíaguardado los mandamientos de la ley desde su juventud,pero Jesús le dijo, “Una cosa te falta: anda, vende todo loque tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el

cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.” (Marcos 10:21.)Jesús no le dijo, “Da tu corazón a Dios.” Le

dijo, “Da tu dinero a los pobres.” Qué diferente el evan-gelio de Jesucristo que los evangelios modernos. Quédiferente lo que Jesucristo llama “fe” y lo que los hom-bres modernos llaman “fe”.

Cuando aquel judío rico se apartó triste, Jesúsobservó, “¡Cuán difícilmente entrarán en el reino deDios los que tienen riquezas! ... ¡cuán difícil les esentrar en el reino de Dios, a los que confían en lasriquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo deuna aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.”(Marcos 10: 23-25.)

En otras palabras, no es fácil para un rico dar sucorazón a Dios. Y la razón también explicó Jesús,“Porque donde está vuestro tesoro, allí estará tambiénvuestro corazón.” (Lucas 12:34.)

Zaqueo era un judío rico también, y él se bajódel árbol sicómoro para recibir al Señor en su casa. YZaqueo dijo, “He aquí, Señor, la mitad de mis bienesdoy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno,se lo devuelvo cuadruplicado.” Al oír esto Jesús replicó,“Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto éltambién es hijo de Abraham.” (Lucas 19: 8-9.) En estecaso Jesús no dijo que era difícil para este rico salvarse.

¿Qué cosas VISIBLES hemos dejado parapoder dar nuestros corazones a Cristo? Los apóstolesdejaron sus redes porque Cristo los llamó, y Mateo dejósu empleo como cobrador de impuestos. Pablo dejó suposición privilegiado entre los judíos, diciendo, “Sialguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yomás: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, dela tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a laley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia;en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he esti-mado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente,aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelen-cia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, poramor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura,para ganar a Cristo.” (Filipenses 3: 4-8.)

Los pecadores tienen que dejar muchas cosaspara poder dar sus corazones a Cristo, principalmentetodos sus pecados. Esto se llama el arrepentimiento, yesta es la manera de recibir a Cristo y la salvación.

Hay cosas que impiden que los hombres seacerquen a Dios. Precisamente estas cosas son las quetenemos que soltar para poder ser salvos. No son cosainvisibles. ✞

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Libertad para entrar

¡Jesucristo nos hace libres!Hebreos 10:19 dice, “Así que, hermanos,

teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo porla sangre de Jesucristo...” Siento ganas de gritar degozo al considerar esto. ¡Imagínense: el LugarSantísimo donde Dios vive! Y nosotros tenemos liber-tad para entrar allí.

¡Qué tremendo! Tenemos libertad gloriosa paraentrar dónde mora Dios. “Porque el Señor es elEspíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay lib-ertad.” (2 Cor 3:17.)

Tenemos libertad para viajar hacía lugares san-tos y celestiales, no hacia lugares inmundos y contam-inados. Esta libertad es como un boleto sencillo, no deida y vuelta. Esta libertad sólo es válida para viajar enla dirección del Lugar Santísimo, pues el primer ver-sículo arriba dijo, “teniendo libertad para entrar en elLugar Santísimo”. No tenemos libertad para volveratrás, ni para entrar en lugares mundanos.

Por tanto no hay libertad en Dios para mirar laprogramación típica de la televisión ni para que losestudiantes vayan a oír las enseñanzas típicas de lasescuelas seculares. Esas cosas no conducen al LugarSantísimo, y no tenemos libertad para practicarlas.

La televisión (a menos de que sea un programaque usted mismo hizo con una cámera de video) con-duce más y más a la impiedad y a los pensamientosmalos. La escuela igualmente conduce a los estudi-antes a creer en un concepto de la vida que es total-mente contrario al Dios que mora en el LugarSantísimo.

La televisión produce una iglesia a la imagende Jezabel quien se pintaba para engañar. La escuelaproduce una iglesia a la imagen de Judas quien vendiósu Señor al que le ofrecía más dinero.

No hay libertad en Cristo para meditar en elpecado, y es pecado ver la tele y estudiar en las insti-tuciones educativas de los incrédulos. La libertad queDios da no es para conducirnos al pecado.

Un evangelista me estaba comentando quehabía predicado un mensaje muy directo a una iglesia

en Colima, sobre el vestuario y apariencia de la mujer,basándose en los versículos del Nuevo Testamento quehablan sobre este asunto. Después de su mensaje elpastor de la iglesia se pasó al púlpito, se encogió dehombros, y dijo, “El evangelista se va, pero el pastor sequeda con el problema.”

Yo pregunté al evangelista, “Para aquel pastor,¿a cuál problema se refería?”

Me contestó, “Pues algunas mujeres se iban adisgustarse con mi mensaje.”

Le dije, “¿Quién enseñó a las mujeres a vestirsey pintarse como lo hacen en la actualidad? ¿Quién?¿Quién? Porque si podemos identificar eso, ya identifi-camos el problema verdadero. El problema verdadero,según Dios, es el que enseña a su pueblo a entrar enlugares que no son santos y a usar métodos que no sonsantos.”

Y le añadí, “La televisión es la maestra princi-pal en cuanto al vestuario y apariencia de la mujer cris-tiana ahora. Las jóvenes no quieren vestirse como lasancianas santas de la iglesia, sino como las otrasjóvenes mundanas que miran en la televisión.”

Los que miran la televisión están destruyendola libertad de la iglesia de Cristo. La están convirtien-do en libertinaje.

Y el vestuario de la mujer es sólo una de miláreas donde la televisión está destruyendo nuestra lib-ertad para entrar en el Lugar Santísimo.

La Biblia dice, “Sin leña se apaga el fuego, ydonde no hay chismoso, cesa la contienda.” (Prov26:20.) Un burro puede traer una carga de leña, pero latelevisión es un “burro” que trae mil cargas de leña anuestros hogares. Después de echar toda esa leña alfuego de los malos pensamientos en nuestros cora-zones, es imposible que se apague el fuego de iniq-uidad. La televisión hace que la vida cristiana seaimposible, y hace que la salvación sea imposible tam-bién. Oigan esto, todos ustedes que miran la televisióny creen que son salvos. No es cierto. Esa leña va a crearun incendio, una hoguera dentro de ustedes, que los vaa arrastrar al abismo donde Cristo les dirá, “Nunca osconocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.”

Los malos pensamientos pueden ser vencidoscuando andamos en el camino de la santidad, pero sinla santidad, nadie verá al Señor (Heb 12:14.) porque esimposible apagar los malos pensamientos cuando esta-mos echando más leña al fuego.

Consideren lo que digo, y el Señor les déentendimiento en todo. ✞

7

por Bob Schultz

Schultz, Created for Work, “Maintenance”,Great Expectations Book Co, Eugene, Oregon,p.61, trad. por Roberto Dappen, Asoc. AMOS5:24

A mi esposa le gusta hacer resoluciones(promesas a sí misma) en el Año Nuevo. Esteaño ella resolvió evitar elecciones fáciles. Porlo tanto, ella diligentemente terminó de remen-dar el montón de ropa, hizo pan cubano para lacena, y se forzó a limpiar el baño del jardín.Cuando la veo poner a un lado sus sentimien-tos y escoger trabajar, quiero seguir su ejem-plo.

Una cosa que no me gusta de estasresoluciones de Año Nuevo: es más fácil haceruna promesa que guardarlo hasta Febrero.

Así como las resoluciones, es más fácilconstruir una casa nueva que mantener unavieja. Casas son cosas temporales. Nuestrasociedad ve las casas como inversiones queduran, y pone gran mérito en que te consigasuna para ti mismo. Sin embargo, una casa, uncarro, o cualquier posesión se deteriora sinmantenimiento regular y reparación. Las casasnecesitan repintadas, nuevos techos, nuevosellador, nuevo azulejo, y renuevo de tododesde ventanas, hasta pisos. Después de cons-truir mi casa presente, no me dan ganas deseguirla reconstruyendo mientras se van aca-bando los materiales. Pero lo tengo que hacer,si es que quiero tener un lugar seco y calienti-to para mi familia. Construir no es la parte difí-cil, sino más bien es el mantenimiento.

En un esfuerzo para evitar elecciones fáciles ymantener nuestro hogar, quité con una máquina espe-cial el terminado de los pisos de madera en la cocina yel baño esta mañana. Evité el trabajo por años porquesignificaba que tendríamos que poner el refrigerador yestufa en la sala por tres días, y empolvando todo conaserrín, y me faltaba la confianza de poder terminar sinerror. Finalmente me lancé al proyecto porque sabíaque sin mantenimiento regular, mi casa se derrumbaría

alrededor de mí.Cómo me sobraban unas horas en la tarde des-

pués de poner la última capa de barniz en el piso, deci-dí podar los árboles de manzana y peras. Agarrando mi

herramienta, me dirigí hacia la huerta. Me quedabanmás o menos tres horas de trabajo para completar todolo que se necesitaba podar para este año. después deuna hora, me daban ganas de parar. Incluso, hoy eraDía del Presidente.

No queriendo entregarme a una elección fácilde pararle en el momento que me faltaban ganas, hiceun pequeño trato con mí mismo, diciendo,”Sigo traba-jando hasta que llegue el cartero. Entonces puedoparar.” Sentí confianza que en cualquier rato llegaría el

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Mantenimiento

cartero. Ya se había pasado de tiempo, de todos modos.Después de diez minutos, mi mente se sacudió con unpensamiento. ¡Hoy es día festivo nacional! ¡No seentrega el correo en los días festivos!

Mi esposa quien había hecho el compromiso deno hacer decisiones fáciles, entró por la puerta en esemomento. Yo le conté acerca de mi trato. Ella se rió ydijo que definitivamente terminaría de podar para eltiempo que llegara el cartero el día siguiente. Se llevó

las tres horas enteras para terminar de podar. Es una cosa escarbar un hoyo y plantar un

árbol. Es otro asunto proveer el cuidado necesario paraproducir fruto comestible en ese árbol. Plantando elárbol no es la parte difícil, sino el mantenimiento.

El hombre perezoso tiene un techo; sin embar-go está cubierto de lama en el lado que mira al norte ypronto va a gotear si no es que ya gotea. El perezoso enProverbios tiene una viña; está debajo de un bosque de

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espinos. El también tiene una pared de piedra, peroestá derribada. El perezoso pueda tener una mente paraadquirir, pero le hace falta la visión y determinaciónpara mantener sus posesiones.

La gente va por la vida adquiriendo cosas. Ellospiensan que si tan solamente pudieran conseguir aquelcarro o aquella casa, ya estarían completos. BenjamínFranklin dijo que es más fácil construir dos chimeneas

que proveer leña para una. Un hombre que no puedever la vida como un esfuerzo continuo de manteni-miento, va coleccionando hasta que está hundido enposesiones. Y luego, a menos de que se despoje de lamayoría de sus cosas, va a gastar todo el resto de suvida como un esclavo intentando mantener su colec-ción o mirando que se pudra alrededor de él.

Yo me acuerdo cuando armé un juego decolumpios. Las instruccio-nes decían que tenía quechecar cada tornillo y lubri-car cada pieza con movi-miento cada dos semanas.Eso es excesivo, pero aclaraun punto. Si planeas tenercosas, también planea man-tenerlas. Debes tener sola-mente lo que gozosamentepuedes mantener. Estaríamejor si regalaras las cosasque no puedes mantener aalguien que lo necesita, envez de tratar de preservarlaspara ti mismo.

Limita tus posesiones alo que puedes guardar enrazonablemente buena con-dición. Planea tiempo paradisfrutar y mantener lo quetienes, antes de gastar dine-ro y tiempo para conseguirmás.

Examina tus posesiones.¿Están en condiciones bue-nas y funcionales, o estándescompuestas? No estoydiciendo que todo tiene queestar en perfectas condicio-nes. No quiero cargarte conuna carga que nadie puedecargar. Aunque no quierocargarte, el estado de nues-tras pertenencias tiende areflejar el estado de nues-tros corazones. El escritorde Proverbios reconoce unperezoso al mira sus cam-pos y cercas.

¿Cuando la gente visita10

nuestros hogares o se pasea por nuestros patios, quéve? ¿Ven ellos una casa y patio razonablemente mante-nidos, o encuentran demasiadas cosas para mantenerque están en varios grados de deterioro? Si no puedescuidar lo que tienes, considera regalándola a alguienque la necesita. Adquiriendo y amontonando cosascuando no tienes el tiempo ni los recursos para mante-nerlas, hace que el hombre sea como una poza de aguaestancada. Así como agua entra en la poza, así tambiénlas cosas entran a nuestras vidas y se acumulan.Fácilmente se vuelven inútiles ¡y a veces literalmenteapestan!

El hombre que recibe lo que llega, lo cuida, o lomanda a otro, es como un arroyo útil que permanecelimpio y provee frescura y aliento para otros. Lo queadquiere el hombre no importa mucho, porque losbienes pueden llegar a través de trabajo, regalos, o sim-plemente por estar en el lugar correcto en el tiempocorrecto. Lo que él hace con lo que le llega, es unaprueba para revelar su actitud de la vida, de los bienes,y de Dios. El adquirir no es difícil, sino el guardar loadquirido.

Es mas fácil:· Plantar un nuevo césped que mantener un césped

establecido para que se vea bien.· Hacer un voto de matrimonio que permanecer casa-

do por un año.· Abrir una cuenta de banco que mantenerla balance-

ada.· Pedirle a Jesús que tome control de tu vida que per-

manecer fiel a El por toda tu vida.

Estamos perdiendo la mentalidad de manteni-miento en nuestra sociedad, esto es en parte a causa denuestra prosperidad. No tendemos a poner muchaimportancia en las cosas; las tiramos para comprarlasnuevas. Mientras perdemos la capacidad de mantener,perdemos una perspectiva importante de nuestro Dios.El creó nuestro mundo y nuestros corazones con lanecesidad de mantenimiento regular.

Dice la Biblia que Jesús creó el mundo y queestá al presente manteniéndolo (Colosenses 1:15,16).Imagina lo que se lleva para mantener un sistema deagua que alimenta cada planta y animal viviente entodo el planeta. Piensa en los retos de proveer oxigeno,calentamiento y enfriamiento continuo para todo elmundo.

El es un sustentador y El nos creó a su imagen.Aquellos que aceptan este papel prosperan en su reino.

Aquellos que rehusan adoptar una mentalidad de man-tenimiento, sufren consecuencias.

De niño, David prosperó mientras mantenía lasovejas de su padre. Participando en su cuidado diario,él desarrolló la sabiduría y habilidad para dirigir unreino. Después de llegar a ser rey, falló en darle a sushijos el cuidado que necesitaban. Sin mantenimientooportuno en su familia, su reino experimentó guerrascontinuas todo el resto de su vida.

Pablo le dijo a Timoteo que buscara hombrescon una mentalidad de mantenimiento para ser líderesde la iglesia: “que gobierne bien su casa, que tenga asus hijos en sujeción con toda honestidad. Pues el queno sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de laiglesia de Dios?” (I Timoteo 3:4,5). Gobernar y mante-ner son palabras similares. Las dos describen el guar-dar algo en un estado particular, no dejando que fraca-se ni que se decaiga. Pablo entendía que era más fácildar a luz hijos que proveer la atención requerida paracriarlos a ser ciudadanos útiles con dominio propio.Así que estableció una norma para separar líderespotenciales de líderes verdaderos. Si un hombre podíamantener una familia a través de los años, él se demos-traba como alguien que entendía los principios de Diosen el área de mantenimiento. Tal hombre, cuando ele-vado a la posición de obispo o pastor, vendría con uncorazón atento a las necesidades diarias de aquellosbajo su cuidado. Estos hombres son imágenes del cora-zón de Dios y proveen un ejemplo que todos los hom-bres cristianos pueden seguir.

Si consideras un negocio, un hogar, o un árbolfrutal, cada uno caerá como la pared de piedra del pere-zoso sin mantenimiento regular.

No te intereses tanto en adquirir algo más onuevo, que faltas en cuidar lo que ya tienes. Es muycostoso comprar un carro nuevo cuando unos cuantoslitros de aceite pudieran haber preservado el motor detu carro viejo. Cada mecánico te puede contar de moto-res que hubieran evitado destrucción si su dueño hubie-ra tomado un momento para checar el nivel del aceite.

Adquirir es fácil. Mantener es el reto. Que Diosponga en ti la visión y motivación para cuidar lo que teha dado, antes que desees algo nuevo.

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;porque de él mana la vida.” (Pr. 4:23)

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Preparen a sus hijos para que

sean hombres demantenimiento.