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LOS CLIMAS DE ESPAÑA
MINISTERIO DE AGRICULTURA
LOS CLIMAS DE ESPAAAPOR
JOSE MARIA DE SOROAINGENIERO AGRONOMO
Segunda ,dlci6n corregido y aumentada.
I
Sección de Publicacione., Pren.a y Propagando.
GRÁFICAS UGUINA - MELÉNDEZ VALDÉS, 7
En verdad ha de resultar muy útil, tantopara el agricultor como para quien tenga querecorrer una nación, ya porque sus negocioslo reclamen, bien simplemente por "ver países"--que no deja de ser empresa de menorsignificación mercantil-, el poseer la descripción clima.' ológica de España.
Imprimen los factores del clima sello peculiar a la economía de cada país. Obran sobrelas producciones de flora y de fauna; dan alpaisaje sus matices; otorgan a unas comarcas veneros de riqueza agrícola y truecanotras en áridos panoramas. Aquí influye la luminosidad del sol fulgente en límpida atmósfera, en su vida bulliciosa. Acá, hoscos celajes impondrán nota severa en el ceño de losnaturales, cual acontece en ciertas zonas industriales en que la vida se desenvuelve menos riente, I quién sabe si más augusta, dignificada por mayores austeridades del trabajo!
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Mas si la conveniencia queda probada, ladificultad de dar cima a la descripción, y sobre todo en sencillas pero verídicas notas, esinsuperable, porque en la heterogeneidad delos factores físico-naturales radica precisamen e la gran policromía de escenarios españoles la variedad de producciones, de usos ycostumbres que a su vez y en íntimo nexo derazones históricas, han dado al territorio español las más Q"ljstintas modalidades.
Esta descripción que vamos a acometer laresumimos con todo fervor de españoles, ycomo tales, con ,'oda lealtad hay que desecharuna idea admitida con harta credulidad, quepuede trocarse en decepción: no es toda España el país del cielo azul, de trigales gualdosbajo la caricia del sol deslumbrante que permite la sazón de las mieses, sin que para cosecharlas tengan sus hombres que tomarsemayores afanes: que los de breves labores, alegradas por las coplas en que requiebran a lashembras, bajo la rivalidad falaz de los varones enervados por las calorías de un sol casiafricano, que abrasa cual los néctares de susvinos.
No. Esta leyenda anacrónica y cllesde luego,en otras épocas, har.o generalizada, si pudotener antaño algún viso de más verídica, haservido paracaricatura de lo que se quiso hacerpasar cual retrato de una nación.
Escritas estas cuartillas rindiendo culto ala veracidad. de los datos del Servicio Meteo-
rológico Nacional y a otros es' udios científicos, se huye en lo posible de darlas carácterdoctrinal, sino de narración fidedigna, de evocación literaria y de información práctica. Altiempo de consignar los caracteres del climaespañol, recogeremos cual pleitesía a la literatura nacional, algunas de sus más escogidasmuestras que sirven de magnífico bordado ala exposición documental de nuestro más burdo cañamazo.
II
LOS CLIMAS DE ESPAÑA
"Este pals, sin el vigor de la razaque le puebla, no habr-ía sabido hacerfrente a e.sos inconvenientes colosalesque la Naturaleza nos crea en el sueloy en la atmósfera, obligándonos a. tomar a la bayoneta y con dínamíta esosreductos de roca y a dominar con paciencia y con energio. las inclemenciasdel clima, gracias a una ardiente feen los destinos de esta Patria que nodeberá morir nunca."
(MORIll'1'.)
Tiene la Península ibérica una eX.'.ensiónde 583.000 kilómetros cuadrados y se consí.dera como de figura aproximada a un cuadirilátero, aunque también se admite porotros autores que el solar hispano-lusitanosemeja una piel Idie toro. Es lo cierto quepor estar surcado por siete grandes sístemas orográficos que dejan entre ellos mesetas y vasos de nuestros principales ríos,ofrece comarcas muy diferentes tanto en di-
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ma como en su vegetación, desde las muestras raquíticas de una flora desértica, hastalas ubérrimas de aspecto subtropical, Con excepción de Suiza, es España el país europeode mayor al.itud media (660 me ros) y ofreceuna región septentrional templada, de régimen pluviométrico francamente acentuado,con moderada temperatura, salvo en las cotasmás elevadas, cuya región forma una orla dela España árida, de que es dique esa barrerainfranqueable por los vientos húmedos. Comoprecisa acertadarnen. e el que fué insigne Ingeniero Agrónomo de imperecero recuerdoD. Enrique Alcaraz, sin necesidad ¿le movimientos ciclónicos de la atmósfera, a pocoque el viento SW. o S. adquiera en aquellaregión gala ice-astur y leonesa alguna fuerza,al chocar con el nudo lusitano de la Sierra dela Estrella y con la complícadísima orografíagallega, produce abundante precipitación demás de 900 milímetros anuales, con un breveperíodo discontinuo de sequedad en mitad delverano. Pero en el resto de España, en la región seca, los vien os SW. y W., cuando penetrando en territorio leonés siguen hacia lasaltiplanicies de ambas Castillas, han abandonado su humedad y solamente la lluvia se presenta en las depresiones que entran por losparalelos situados por bajo de Lisboa, o quecorren a lo largo del meridiano próximo aesta capital, o las que se producen en el Norte de Africa o en el Mediterráneo y las que
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bajan a dicho mar por la Europa Occidental.Surcado ~l territorio por dichos grandes
espinazos montañosos con desig-ual orientación de sus ejes, los declives generalmente rápidos con que éstos bajan a los mares que bañan por S. y E. la Península, dejan en el centro de la misma una gran mesa que tiene dealtitud media 650 a 700 metros.
La configuración topográfica ejerce decísivo influjo en el clima de la Península ibérica(tiene que es' udiarse unidas España y Portugal, por constituir un sistema geográfico única). Pese a que se incluye en el borde meridional de la zona templada, no goza de uniformidad. Las influencias locales que ejercenBUS grandes cordilleras, las altas presiones atmosféricas de las Azores y las mínimas de Islandia que desplazan la circulación' die losvien' os, hacen que en la parte continental--<Iue es la más extensa-s-, a una primaveracálida y lluviosa, sigan estíos secos y ecuatoriales, otoños apacibles e inviernos de fríossecos.. La acción del Sáhara, con sus arenas calci
nadas por el ardor solar, somete a vientos cálidos y secos que retardan la saturación dela atmósfera y desfavorece la producción delluvias en gran parte del territorio. Ejerceasimismo manifiestas acciones eléctricas que,en los veranos producen efectos tempestuosos.
v Atenúase el cuadro de grandes oscilacionesde los elementos climáticos en las costas por
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regularizar temperatura y humedad los maresque las bañan y por la acción también cariñosa de la corriente del Gulf-Siream; uno decuyos brazos aprisiona las costas occidentales.
Sin entrar a mayor concisión científica,pero agrupando de manera práctica las características de las principales regtones climatológico-agrícolas, se puede, por consiguiente, dividir España en tres zonas principales, que son:
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La variabilidad climática de cada una delas regiones que quedan consignadas y aunla que existe dentro de cada delimitación, imprimen tantas facetas a los panoramas españoles que ante un Congreso mundial, el IX deAgricultura, las explicaba así a los visitantesextranjeros D. Segismundo Moret, el insignetribuno, con otras de cuyas palabras 'se encabeza este capítulo:
"Al Ilegal' a las huertas de Murcia y Valencia, después de caminar por los arenales deAlbacete, y cuando, fatigados los ojos por elresplandor del sol y por las molestias del polvo, se cierran involuntariamente, os parecerá que despertáis en un oasis, viendo de pronto líneas y tapices d\e verdura formados porárboles y plantas, oyendo el rumor de lasaguas y contemplando la campiña salpicadaoon la alegría de la casilla, la blancura de labarraca, sintiendo la vida de una poblaciónnumerosa y feliz, y sobre todo la transformación afortunada de la España seca, árida ydespoblada en otra España rica, riente y poblada, en cuya a.mósfera se mezclan, perfumadas por los aromas de las flores, las aguasque bajan de las montañas con la brisa delMediterráneo.
"Pero además recordad Jos que habéis entrado por el Norte que a los pocos kilómetrosdel mar empezásteis a subir las ásperas montafias de Alsasua, que ha sido preciso perforar en continuados túneles para llegar a la
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gran meseta de Vitoria , que después, cuandocreáis recorrer ya la llanura, habéis cruzadolos agrestes desfiladeros de Pancorbo, y después, al salir de la vieja Castilla, os esperabael Guadarrama. que a ravesásieis casi bajotierra, adivinando, por lo largo de nuevos túneles, lo agreste de la montaña, para cesembocal' al fin en esta otra meseta central deCastilla la Nueva, de la cual no saldréis sinosalvando nuevas, elevadas y extensas cordilleras.
"Los que cruzáis con frecuencia el territorio de Francia, donde los ferrocarriles no necesitan 'úneles, donde la vegetación pareceque se contempla en las aguas tranquilas desus abundcsos ríos, pensadl al comparar ambos países, en los grandes esfuerzos que hemos debido hacer los españoles para vencerdificultades que nos crea la Naturaleza, parasubir desde la costa a la altura de la mesetacentral; la influencia de esos desniveles en lacorriente de los ríos, que se despeñanoomotorrentes; la rapidez con que el sol fundie lasnieves de las montañas, sin dar ,'jempo paraque se es'anquen en los lagos, como en Suiza,o se retengan en pantanos, como las aguas delNilo."
lB
REGION AGRICOLA DE, LOS PRADOS YPASTOS
EL BARANDAL DEL CANTABRICO y DEL ATLANTlCO
..oo. se siente angustiosa y próxima laestación de las nubes y de las largaslluvias, la que viene todos los afiaspregonando el agotamiento de la saviay la muerte irremediable, pero que pasacomo todas las cosas y se olvida en el"surrexlt" de la siguiente renovaciónvital."
(P. LoTI: Ramunc/1.o.)
Comprende esta región Galicia entera y laparte de Asturias, de Santander y Vascongadas que queda al Norte de los Montes Cantábricos, o sea la zona cootera,· generalmen.enubosa, con gran precipitación anual y pequeña oscilación térmica anual, ya que la me-
. dia diaria fluctúa entre 5° y 18°. Está delimitada, según acusa el adjurr o croquis, porel Atlántico, el Cantábrico, la divisoria pirenaica, el núcleo inicial de la cordillera ibéri-
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ca y la mencionada cordillera cántabro-astur.cuyas altas cotas se cubren de nieve que alderretirse y bajar hacia el mar mantienentierra y ambiente en permanente grado elevado de humedad. Castaños, hayas, manzanos, maizales y un perenne man.o de verdorde los prados que alimenta elevada población ganadera, decoran esta región que esalgo más fría en la parte Norte del Cantábrico que el ángulo N.O., que da al Atlántico,porque el paso de los vientos del Sur es obstaculizado por los montes cántabros. De todasuerte, los inviernos en estas dos costas sonde inviernos dulces, veranos templados, húmedos en toda estación y muy nubosos, registrando una precipitación de 700 a 1.500 litrospor metro cuadrado al año.
La docta pluma del Ingeniero AgrónomoD. Enrique Alcaraz afirma en su Climaiología ,agrúJola al tratar del medio ambiente cán/.abrc>-astur-galaico, que se extiende por todala orla montañosa cantábrica correspondiente a dicha cordillera en sus derrames al mar,y por todo el macizo galaico que es el· tipo declima. templado co;¡ ,estaciÓfr/, fría.
Es el clima de la región española de los pastos, que cubren con su manto de eterno verdor las abruptas montañas del Norte español,la zona de mayor densidad poblatoría de España agrícola, muy agrícola; fabril, muy fabril; que compendia en sus múkiples caseríos
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108 rasgos de las razas del Narte: austeridady previsión.
Entona el manto vegetal, canto perenne dela renovación de la Naturaleza, con las toscas y severas, en su sencillez, construccionesdel país. Y así pueden ser de rudimentarias,si el bonancible clima permite, exceptuado elde la parte alta mon, añosa, vivir la casi totalidad del tiempo a pleno aire, cabe sus porches, galerías y soportales, que las abrigandel único meteoro que abunda en demasía: lalluvia.
y otro enlace se da como consecuencia detales condiciones naturales: la aproximacióna los pueblos costeros en la temporada estival de la población del interior, que busca enla suavidad del paisaje norteño, bajo los cen(mies de su ciedo, laxí ud a los nervios, distracción y salud en sus playas. Suceden albullicio del verano norteño apacibles otoñosenvueltos en sudarios melancólicos por la lluvia, que deja descorrer los albores del día yque presta su encanto a los crepúsculos en queSe esfuma. .
Y, sin embargo..., en toda la zona, pero enespecial en algunos de sus pueblos, la lluviaes de tal insistencia, que obligó a decir al genialcreador de La Casa, ele la. Troija, a PérezLugín.:
"En Santiago no llueve como en el restodel mundo. Allí la lluvia es una cosa de pesadez, de encono, de obsesión. Un llover sin des-
CLIMAS 2
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canso, sin tregua, sin esperanza de sol. Llueve, llueve y llueve. Un día. otro día y otroyotro y oí ro, ¿Quién pudo jamás contarlos'?Unas veces cae el agua menudita. persistentey fina lte "ealabohos'"; otras arrój ase sobrela ciudad en violentos chapanones. como sisobre el triste pueblo se desplomasen los cielos. Y nunca escampa. Las losas de las callesy los sillares de las fachadas pónense a tonocon la situación y adop an, desde antes de quelas nubes se abran, un color negruzco, que esla señal infalible que anuncia a los mojadossantiagueses la llegada del enemigo.
"Un ambiente de mortal, risteza invade laciudad. Todos los ruidos de alegría cesan ysólo se oye, monótono, tedioso, tozudo, acabador, el estruendo del agua que arrojan a torrentes por sus anchas bocas las enormes górgolas; con ían:a fur.a.icon odio tal, que saltaviolenta al .ocar las piedras del suelo, comosi quisiera subir toda vez a las nubes paradejarse caer de nuevo sobre la maltratadaCompostela."
Pero también cuida el novelista de mostrarcompensación a la tristeza del invierno norteño al describir el asombro del señorito madrileño cuando, de pasmo en pasmo, descubreGalicia:
" ... Solicitada de con.' inuo su admiraciónpor mil bellezas que en cualquier parte adonde dirigiese los asombrados ojos descubría.Cuándo era ·la serena diafanidad del mal' es-
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meraldino. punteado aquí y allá 'por la blancura de las velas o de la espuma con que lorizaba una brisa amable.. Tal vez, la umbríade una corredoi ra que perdíase ondulante enun túnel ce verdura. Ahora la opulencia yfrondosidad de .unos pomposos castaños, cuyas hojas temblaban de emoción al recibirlas caricias de un cefirillo enamorado y travieso. Aquí la molicie de un verde prado, elmurmurar de un regato saltarín y la alegríade las diminutas rosas de los setos que cercan las huertas. De pron o, la sorpresa de unaaldeíta escondida entre loureiros : voces femeninas e infantiles que entonan ingenuoscantares de una vaga y tierna melancolía;chirriar lejano de carretas, que se alza sobreel silencio del campo cantando una áspera yprolongada canción de trabajo, ·de paz y dedicha. El cielo azul. los pinos esbeltos, los frutales próvidos ; los castros dominadores, queescalan en .ropel los árboles: las iglesias humildes con sus poéticos cementerios
siempre en paz;
el himno a Dios misericordioso, creador detanta maravilla, que los pájaros felices entonan a toda hora, modulando el que la Naturalezadice en el augusto silencio y grandezade su hermosura•... Todo esto, y lo demás quela torpe y pobre palabra humana no aciertaa 'pintar y que sólo puece expresarse con gorjeos de "paxariños", SUsurrar de maizales,
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árboles y arroyos : aromar, incensar; de. 1'0sas y jazmines; melancólico quejarse de lospinos, acariciar de las mansas olas a las arenas de la plaza, risas y cánticos de niños ymujeres, .iniineo de campanitas de iglesiasaldeanas... Galicia, en fin, que es todo dulzura .. Y paz. Y amor.
Cómo pasar insensible entre esta poesía delcielo y de la tierra sin declararse
Rendido esclavo de hermosura tanta?"
* * ...
En la parte interior de Galicia, zona detrana.ción al clima de la altiplanicie, redúcese enormemente la precipitación; lo cual esun serio contra íempo en algunos años paralas producciones pratenses de región tan ganadera.
En toda la región, salvo en los vértices más. elevados de su valladnr interior, rara vez bajael termómetro de O°. Sólo en los puertos deReinosa y <le Cabrales, que constituyen elconfín con la España con ineníal, caen nievea. La temperatura invernal de la costa essensiblemente igual a la de la orilla del MameNosbrum. en el Este, y las mínimas son de1°~ 3'\ .
Suave el temple primaveral se prolongahasta el mes de julio; y el verano, ya retrasado en su iniciación, queda 'también acorta-
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do, pues d'esde la última decena de agostoempieza a descender, pero muy paulatinamente, la temperatura, manteniendo templado su largo aunque húmedo otoño. continuación de un estío en el que, única zona de España, se mantiene bastante continua la humedad prestando SU arrullo a la vegetación.No es raro, en efecto, la presentación frecuente de nubes que en el rodar c~e los días veraniegos van dejando caer su contenido sobrelas campiñas gallegas, hecho descrito por lagran escritora doña Emilia Pardo Bazán enSlU cuadro La Madre Naturaleza:
"Las nubes, ealiginosas y de un gris amoratadocomo de tin.' a desleída, fueron juntándose, juntándose, atropellándose más bien, enlas alturas del cielo, deliberando si se desharían o no se desharían en chubasco. Resueltas finalmente a lo primero, empezaron porsoltar goterones anchos, gruesos, legítima lluvia de estío, que doblaba las puntas de lashierbas y resonaba iestrepf osamente en loszarzales; luego se apresuraron a porfía, multiplicaron sus esfuerzos, se derritieron en rápidos y oblicuos hilos de agua, empapando latierra, inundando los matorrales, sumergiendo la vegetación menuda, colándose como podían al través de la COpa <re los' árboles paraescurrir después tronco abajo, a manera deraudales de lágrimas por un semblante rugo.SO y moreno,"
- ;¿;¿-
Como síntesis de los principales factoresmeteorológicos de algu nos de los Observatorios de esta región, con-ignamos los siguien.es, resumidos de los del S. M. N., referentesa los años 1901 a 19aO:
OBSERVATORIOS
Coruña
Santiago
Gijón ..
Bilbao
San Sebastián
1 Dfcíernbre.Enero .
• Febrero.
T~)'fP~~RATURAS Mml AH ~:-;T..\no Il<:'L -rst.o. :,,;('~I"':~
I~() fJ.: .u r."-:' ,-\.'\ r: \1. .;.~
Lluvia~~------~---':':';"'-_:._..-----'
Anual vl.i x una vl iuima anual I )e-;~'e~ ( '¡),ld"
'ad.!". \ t: :'()_"',,'~..190 8(0 »1m .....
1:{.-1 18 10,6 ' 792 6;; 151 151
13,;¡ 13,7 8,1 ' 1.442 4::; 153 13':
1:3.5 13.7 3.2 a 971 25 2')" 1Ji
H,:; 20,5 8,6 ' 1.112 62 [;;1 172
13,7 13,5 8,3 ' 1.331 51 171 1411
IV
BARRERA MERIDIONAL DEL PIRINEO'ORIENTAL
"Lo Canlgó es una magnolia Inmensaque en un rebrot del Plrineu se bada;per abelles té fades que la voltan,per papallons los ctenes y les állgues.Forman son cálcer escarldes "erresque plateja I'hivern y l'estlu daura,grandiós beyre hont beu alors r'estrena.Les boscuries de pins son sos barbtcos ,los Estanyols ses gotes de rosada,y es son pistil aqueix pa.la.u auritlch,somni tI'aloja que del cel devana.."
(JACINTO V!JRDAGU~R: Canlg6.)
La falda 'dlel Pirineo español, muy fría yhúmeda, con frecuentes nevadas en invierno,y de estaciones intermedias, en que paulatinamente se pasa a la temperatura fresca delverano, ofrece panoramas bellos para quienla recorra, Es de vegetación ubérrima y conuna gran densidad poblatoria, repartida. enmúltiples caseríos que salpican cerros y valles. y que hacen el país acogedor para el turísta,
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Merece ciescripeión especial el clima del Pirineo español, frontera anch.; y elevada queciei ní ~l itsrno con que parece retener Europa a España, cual hija amada. La colosal imaf ron:e que desde los valles del Ebro, en rápida ascensión, culmina en crestas elevadas, dejando entre sus repliegues, en anfiteatros deentrantes y salientes, innúmeros pueblos que.besan sus pies y escalan hasta sus cumbres,marca en el recorrido de estos montes, d'esde 'Tolosa hasta Zaragoza, la gradación de climasque hacen creer-ha dicho Michelet-"quese franquea un mundo".
La cadena pirenaica impone con implacable mando dirección a los vientos; en sus partes septentrional y oriental, los que procedendel Océano siguen el eje N. O., y los proyectaa la vertiente francesa, donde al franquearla altura de la barrera fronteriza se enfríany dejan abandonado el reg-alo ele I'US aguas ala nación vecina.
Agarradas las nubes en que se condensa lahumedad de los aires oceánicos, a las alturasa que tienen que trepar para salvar las dosnacionalidades, los cendales de la bruma quelogran salvar de N. a S., el Pirineo se esfuman al sufrir la cálida caricia de la veniente mediterránea, 'en cuyo beso se evapora.
Nubes que en sus crestas chocan procedentes de los dos países, levantan columnas debruma que decoran, en su lucha con los cela-
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jes grisáceos, las paredes de la cadena queinspiró el estro de Víctor Balaguer para escr: b r su canto elegíaco a Provenza :
"Cielo hermoso de la Provenza : dulce tierra de los amores. el recuerdo que de ti mellevo jamás se borrará de mi corazón.", Aguaceros y lloviznas fugaces, que en volumen significan menos ci~ la tercera partede la capa pluviométrica que dejan caer en lavertien e francesa, son los fenómenos meteorológicos más repetidos del Pirineo español,en cuyas altitudes la temperatura desciendenotablemente con respecto a las llamadas delEbro.
Resulta agrícolamente que esta falda delPirineo español es muy variada, según las altitudes y exposiciones de las parcelas si,'uanas erntre tanto repliegue orográfico; pero es,desde luego, mucho más fría que la regiónanteriormente tratada en el capítulo precedente, ya que falta en ésta el regulador térmico que suponía en aquélla la vecindad delmar, y ello se acusa en que alterren prados.'bosques. principalmente havares (lagll;;'j, algode cereales y en los regadíos de los anchosarroyos y ríos que recogen las aguas de lafusión de las nieves del Pirineo, como las "riberas navarras" y valles de Cataluña. haytoda una gama de cultivos que comprendenel del olivo, huertas, viñas. raíces, tubérculos, etc., etc., amén de una gran variedad defrutales,
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Consignamos los datos del S. M. N., de losque más influyen en los resultados die tan diferentes producciones, y en los que se confirman la variabilidad de factores meteorológicos, según la al. ura y situación de dos deJos principales Observatoriés : Pamplona, dealtitud de 450 metros, y Gerona, sita a 69 metros sobre el mvel del mar:
..
TwnRATURAS MIWIAS ESTADO DIIlL CIIaLO. NUM!-_ ~O__D~ orAS ANUAL!S
OBSERVATORIOS LluviaAnual Máxima ~línima anual Despe- Cubiee-
'!Y0B~ Enerojades Nub osos los
mnU'.
Gerona ............................ .. 15 23,5 7,3 763 105 209 :51Pamplona ............. ..... .......... 12 20,5 4,3 188 71 144 144
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v
CLIMA CONTINENTAL DE LAALTIPLANICLE DE CASTILLA LA VIEJA
LA CANCION DEL DUERO
"Las nubes nos dan una sensación deinestabilidad y de eternidad. Las nubesson-como el mar-siempre varias ysiempre las mismas, Sentimos mirán-.dalas cómo nuestro ser y todas las eosal! corren hacia la nada, en tanto queellas-tan fugitivas-permanecen eter-nas."
(AZORiN: CasHlla.)
Abarca el primero de los grupos que hemosestablecido para los climas continentales españoles, las. provincias de León, Zamora, SaIamanea, Valladolid, Palencia, Burgos, Sorray Avíla, Parcialmente contiene algo de la deLogroño,
Es la cuenca hidrográfica del Duero ampliovaso triangular cerrado a todos los vieu os,que para penetraren la altíplamcie de Castilla la Vieja tienen que dejar su humedad
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en las vertientes que forman el borde deaquél.
Se caracteriza por clima brusco y áspero.aunque de estíos cortes, con amplitudes térmicas exageradas, de 30 a 36 grados anualmente.
Inviernos largos, tan largos que duran másde nueve meses, hacen sufrir a la región, desde diciembre a mediados de febrero, la ¡rWdacaricia de las bajas temperaturas, que suelendescender cotidianamente de O°. La metia esde lOO.
En los parajes más altos se presentan losprimeros hielos ya en el mes da septiembre,y como confirmación del rigor de sus mvernadas, basta saber que Palencia y Burgos registran casi todos los años, en -nitad de di-
. cha estación, mínimas ex.remas de - 12) Y-.: 14°. Estas mismas provincias y la parteoccidental de la die Logroño, los elevados picos de Avila y. de Segovla se cubren con elmanto níveo durante gran parte del año y sonlas provincias en que mayor es d número de*va¡j&s.
Se prolonga el tiempo frío durante los meses de febrero y de abril, y la mayoría de losafias el pocaarbolado de la reglón y sus extensos sembradíos de cereal padecen gravedaño por la tardía presencia de heladas-s-algunas en los primeros días de mayo--, sien ..do zona de parada invernal en la actividadvegetativa, que dispone de poca ganadería,
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sólo representada por los sobrios rebañ lIS l:eovejas y de cabras.
Es característico del clima de la altiplanicie lo efímero de las estaciones intermediasy la brusquedad de las variaciones térr.ncasdiurnas, singularmente en estos meses lJl';maverales.
Por ser muy escasos y salpicados cronológicamente los días típicos de la primavera,impresionan, por Su rareza, la inspiración dela pirs'ura costumbrista. En ellos la estación"presta a los trigales-c-parafrasis de Larreta-i-undoso brillo de seda; ¡verde y plateadacasulla sobre el buriel de loo terruños! El solchispea en la mica de las peñas, en la reja delos arados, en el agua del río..."
De la presencia irregular según los añosde lluvias en dicha estación,depende en granparte la riqueza de la comarca. "Por San Vicente el invierno pierde un diente", reza elproverbio, que confirma que hasta el 5 deabril, festividad' del Santo, no comienza generalmente la iniciación primaveral. Otro refrán que califica "abril y mayo, llave de todoel año", demuestra cómo en estos meses, venga o no la lluvia, habrá cosecha o será añoperdido para el negocio cerealista que constituye el eje de la vida regional.
Breves los eslíos-de fines de julio a mediados de septiembre-suelen dar un promedio de tempera.ura de 25°, pero aun dentrode ese corto lapso, no es raro que suba la co-
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Iumna termométrica a 35 y cerca de 40° a lasombra, en ese período de cielo despejado,"bajo la claridad implacable del sol castellano", y de calma absoluta en los movimientosdie la atmósfera.
El torvo sosiego de siesta castellana es retratado con precisa frase por el autor de La[Jimia, Ilile Don Romtitro, el elegante prosistahispanófilo Enrique Larreta:
"Días de bochorno canicular a que no seescapa, con ser tan empinada y ventosa, todaaquella región de Castilla. Un aire abrasadorse amodorra en las navas, y en el cielo sinnubes embravece su tinte como el esmalte enel horno. La peña cruje bajo la rabia del sol;el árbol se tues' a. Aquí y allá, a lo largo delos .caminos, la recua o el rebaño levantangrandes nubes de polvo, cual si fueran ejércitos."
Destaca como rasgo más notable del climade la cuenca del Duero, la pequeña lluviosadad de 200 a 400 mms, anuales.
Meses y meses pendiente de la aparición delas nubes, la mirada no sólo del labrador castellarso, sino del industrial y del comerciante,se d'íríge al horizonte. Sabe la población deCastilla la Vieja que el rodar de las nubespor su celaje es promesa de la lluvia que regula el que Ceres ofrende su cosecha, o quese pierdan los sembrados. Y por ello es preocupación, la primera del día, escrutar el ñrmamento que desesperanza al verlo terso;
pero que, por el contrario, si se presenta encapotado, ofrece perspectivas da pan para zi-cos y pobres. .
Ambos rasgos, oscilaciones bruscas de temperatura y largos períodos de sequía, dotande dureza y sobriedad a la flora de los páramos castellanos.
Exuberantemente arrullada por los doradosreflejos del as.ro rey, que rara vez empañauna atmósfera seca, mo extrañará que la excitación lumínica haya producido en su población trabajadora y sufrida cual eeñejo diela acción del medio, delíríos de epopeya y continuada labor constructiva. Y por inspiradapluma, con certera visión del país que describe, se reverencian sus virtudes exclamandoRicardo León en el excelso prólogo de su novela El amor (~e los amores las siguientes frases en que se compendia cómo las condicionesdel clima actúan en la vida de las ciudadesde Castilla:
",j Qué tónico el ambíene, qué austero elpaisaje, qué serena la atmósfera sobre el hazde la tostada llanura! Yo he visto las yuntasperezosas, labrando la besana, y hendir la rejael húmedo terruño, y caer, como una lluvia deoro, la simiente; he visto verdear la mies yencorvarse al batir del viento, y madurar alsol, y caer al filo de las hoces, y yacer agavillada en los surcos, y bambolearse en los carros gemidores, y desbordarse en las eras, ycrujir bajo los trillos, y molerse en la aceña,
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y tostarse 911 el horno, y convertirse en blanquísimas hogazas. He disfrutado en primavera de la hermosura de los campos y he bebido el olor de madreselvas y rosales, de mejoranas y tomillos. Secó mi garganta el áspero dogal de los calores agostizos y, en la callada siesta, busqué el sombrío tamujal, a lavera del río soñoliento, y al llegar la nochebañé mi frente en las aguas mansas de laruna, Vi pasar, en tardes otoñales, la bulliciosa pastoría; sentí el balar de los corderos, elladrar de los mas ines, el chasquido de la honda y el silbo de los zagales, y en la postreralumbre del crepúsculo se alzó un cayado comoun cetro de rey. Dormí en las majadas, sobrelas hojas perfumadas de resina embriagadopor el vaho de los apriscos y arrullado el sueño por el manso rumiar. Y en el invierno castigué mi carne con el azote úle la nieve y mecurtí la piel con el cuchillo de la helada. Queasí a tus hijos haces, i oh dura tierra de Castilla 1, recios también y fuertes como los robles..."
De vegetación espontánea esclero-xerofíica, matorrales principalmente, con algunaspinares importantes y encinas y robles comoespecies forestales predominantes, es Castilla la Vieja, ante todo, una zona eminen temente cerealista, en qu-e alternan 'con estaproducción la de leguminosas de secano, yaque el factor sequedad, y gran brusquedadtérmica retrasa algunos años hasta el final
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de julio las' recolecciones de aquéllos, y siempre duran hasta bien avanzado agosto las delas legumbres secas (garbanzo, lentejas, almortas, e .c.). Fuera de las vegas del Dueroy sus principales afluentes, escasa es la representación de frutales Sólo la vid' tiene algúninterés.
Las paradas vegetativas de las producciones de pastos reducen mucho el peso vivo sostenido en esta zona, por unidad! de superficie.He aquí la justificación de cuanto ha quedadoconsignado, expresado en resúmenes de losprincipales factores del clima, según datosdel período 1901-1930:
,TIKI"lRATUI\AS YIElIAS liSTADO Dm. ClIIILO. NUYIIl-
RO DIl DIAS ANUALII8OBSERVATORIO:':> Lluvia
Anual Máxima Mínima anual Despe- Cubier-jades Nubosos los
~g":'.to_ Enero n"ms.
Valladolid ...... ..................•. , .. 11,7 21,4 3,4 407 81 193 91
Salamanca ." ......... 12 21,5 3,7 396 106 17~ 86
Burgos .......................... 10 18,9 2,6 486 90 167 108Avila ................. 10,1 19,9 2,4 369 119 165 SI
VI
LA CUENCA DEL EBRO
..... la fuente y el pozo son la semIlladel oasl8 y el oasis es una conquistapara la patria."
(COSTA: La fórmula de la Agricultura 68pafl.ola..)
Comprende esta región climatológica granparte de Navarra y die Logroño, las provincías aragonesas y algo de la parte interioru occidental de las de Cataluña. Supeditasela riqueza de las mismas a las grandes obrasque para aprovechar las aguas se han realizado, tanto de sus afluentes como del río, quenaciendo en Reinosa, desemboca en ancho delita en Tortosa-c-del Ebro--; río que, segúnel polígrafo de Graus, "ha servido de cima ala nacionalidad aragonesa, maestra de España en cuestiones sociales", al que pedía que"anuncie ahora el nuevo Evangelio político alos pueblos de la Península, como ya principió a anuncíárselo con el canal de Tortosa,constnuído en el siglo xs, antes que ningunootro de Europa".
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La Rioja y la depresión o cuenca del Ebroposeen un clima continental, en el que pueden distinguirse tres aspectos : el de la ladera meridional de los Pirineos y sus estribaciones, el del valle del mencionado río yel delas vertientes septentrionales de la cordilleraIbérica, que constituyen el otro borde de lacuenca.
Algo más abrigada esta cuenca que la meseta castellana en su centro o depresión, tiene temperaturas altas en la canícula, en laque no dejan Qje ser frecuentes las granizadas.
Sus inviernos son más cortos que los de lameseta, y fuera del borde periférico muy elevado, en que las bajas térmicas son las mayores de España (Teruel), en el resto, no detanta altitud, es algo más suave que en la meseta, y las oscilaciones térmicas más regulares, menos bruscas. Así y todo, en la canícula suben las temperaturas hasta 40° a la ISOb·bra.
Perfectamente cerrada por los elevadosmontes, los vientos que a su centro llegan vancalentándose al acercarse al valle del Ebro;pero como mientras tanto se deseca, la precipitación pluviométrica es ligera (de 200 a 400litros por metro cuadrado al año). Tan sóloborrascas muy i:n' ansas depositan el beso desus lluvias a las tierras aragonesas, que constituyen otra de las ZOIlB8 más secas de la España esteparia. El máximo pluvíométrico sue-
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le ocurrir en mayo. Hiela en la zona desde noviembre hasta abril.
En cambio, las vegas del río que rinde tributo al Pilar zaragozano, y las de sUS afluentes, prestan a la flora aspecto más similar alde las costas del Medierráneo que al del interior de España. Huertas y vergeles de laRioja SOn orgullo de la agricultura de la cuenca del Ebro, y emporio de la riqueza, sontambién SUB famosos viñedos, que pasean loscaldas españoles en triunfo por el mercadomundial.
Cual en Castilla, es también preocupaciónde los aragoneses de las zonas del secano lapresentacién die las lluvias, que pocas vecesdibujan sus tintes rojizos al ser heridas porlos rayos del crepúsculo vespertino, acogidascon alegría, ya que reza el refrán "arrebolesde Aragón, la noche con agua son".
Pero en la mayoría de las puestas de sol,desde los meses de abril a octubre, se ocul!tael astro bajo un cielo tan azul, que parecenpara él escritos unos versos de Manuel deSandoval, que dicen:
\,
En vano all3gra y doradesde el cénít el vaIle y la cañadacon luz deslumbradoraque no puede sufrir nuestra mirada,si en la tarde y la aurora,detráa de la montaña escondido,nos oculta su disco enrojecído,
••
-- 4;¿ -
y tan s610, volviéndole la espalda,vemos crecer o decrecer su lumbre,que baja de la cumbre por la falda,(1 sube por la falda hasta la cumbre."
Em el siguiente cuadro se resumen los principales factores que influyen en la Agronomíade la región :
TEMPERATURAS MIIIHAB CSTADO DH:'L CIZLD. NUMa-Rol OE OlAS AXUAL~
OBSERVATO~IOS Lluvia
Anual Máxima Mínima anual Despe- Cubier-
Emrojades Xubcsos los
nlms.-- --
Logroño ............ 12,7 21,5 I 3,8 392 97 175 92
Zaragoza ....... 14,3 23,7' 5,6 305 128 183 54
Huesca ..... 13,5 23,5' 4,7 487 105 1% 75
Teruel ... 11,6 21,9 ' 3,1 381 103 194 OS
Lérida. .. 14,2 24 • 3,8 463 89 205 71
1 Agosto.• J"uilo.
VII
MONTAÑAS, VEGAS Y CIGARRALES DELCENTRO
"Mananas de junio en que la ciudadde los concilios parece susurrar en algarabias canciones de Oriente. El cielosin una nube, tiende su tafetá.n másazul; aquí y allá, la cal enseña bajolos tejados morenos su reciente blancura; rosas y claveles arden en los balcones, y en lo alto de algunas callejuelas deliciosamente sombrias vese espejear el azulejo de las cúpulas y alminares."
(E. LARltllrrA:' La Gloria de uo«Ramiro.)
La que fué corte española, Madrid y susprovincias límítrofes (Toledo, Guadalajara) ,y también algo de la de Cáceres, const!' uyenuna de las dos cuencas 'de la submeseta merídional: la del Tajo. Su clima lo define el conocido dicho: "Nueve meses d~ invierno y tres deinñerno", que alude a cómo suele prolongarsela estación fría a costa de que pasen desapercibidos gran número de días de otoño y de
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primavera y al calor abrasador de sus estíos.Frase, desde luego, exageraoa, ya que si biencortas, sus estaciones intermedias son, precisamente, de clima delicioso.
Más veraz es el cOI1Sej o refranero de "hasta el 40 de mayo no te quites el sayo", que yaadmite como tiempo bonancible el que Se disfruta n ta región desde la segunda decena de junio. para .no caricaturizar los rasgos, cebemos señalar que los meses de mayoy de o.<:1:.ubre aunque sujetos a las variacionesque ~~acté zan el ambiente de Casulla laNl\eva, su . n constituir excelentes épocas de-tiempo b ncible en Madrid y sus alredores.
amplitud-no sólo refiriéndose auno de los factores, el térmico, sino a los airesy meteoros-podremos decir que conoce todoslos climas, porque los soporta en rápida sucesión cronológica.
En la Guía de Madriid--punto central de laregión-, de que es au'or D. A. Fernández delos Ríos, indica que D. Casiano del Prado .señaló la temperatura media de Madrid y sutérmino, en 12°,9, creyendo que la de 15° queresulta por el termómetro en el Observatorio,es algo fuerte. De las observaciones dle ochoaños aparece que llovió, por término medio,77 mms, en cadatmo, siendo la cantidad media de agua llovida en cada año de 362 milímetros, término medio; que los vientos másfuen'es fueron del primer cuadrante, o seanlos del NE., y dJespués del tercero. En la sie-
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rra nieva con frecuencia de noviembre aabril ;en Madrid las nevadas son escasas yligeras. La temperatura que el mismo señorPrado encontró en el agua de las fuentes: enla de la ReÍJ1a (montaña del Príncipe Pío),que €S más bien un pozo de cuatro metros deprofundidad hasta el agua, 14°, 1, en 17 <fufebrero, 15°, 3 en 4 de septiembre; en lasfuenbd del ánterior de la villa procedentes decañerías la oscilación es mayor, llegando enlas que toman el agua del canal del Lozoya a12° y 14°, y en las otras a 8°.
Si vario es el clima en el transcurso de~odías, no menor heterogeneidad! ofrece en .8l§ ,distintos puntos del mapa de esta regióI\!l.~ ncomprobación citemos, refiriéndonos a la d~ ...vergencia en los alrededores de Madxi ; oJWla floración de una misma planta vie ~ r.iI2' ,trasada en Peñalara respecto a Aranju ensetenta y ocho mas. ~.
El clima de las provjncias de Madrid y limítrofes se resiente en general de la alturaque ocupa sobre el Medsterráneó, la que varíaalrededor de 650 a 700 metros. A causa deeste nivel se debe el que la temperatura seabastante menor que la que debiera eorrespondel' atendiendo a su latitud.
La configuración topográfica influye muchoen las condiciones climatológicas, haciendoque éstas sean muy diversas de un punto aotro y que a una primavera "de abril de lasaguas mil" sigan estíos tórridos y secos, oto-
..."
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ños breves e inviernos de muchos hielos, Consecuencia de la gran elevación de algunos picos de la sierra es la caída de nieves casi perpetuas.
Los datos, pues, a que vamos a referirnos,lejos de ser generales, están modificados según las condiciones a que acabamos de referirnos.
La temperatura media anual, según las diferentes localidades, puede considerarse comprendída en re los 3,50 a 16,5°, siendo en Madrid de 13",3 según sl promedio de treinta ycinco años de observaciones. La temperaturamedia mensual oscila en Madrid entre 4,80 endiciembre y 33,5° en agosto. Sin embargo, noes la temperatura media de las estaciones, puesuna misma !temperatura media anual puedecorresponder a máximas y mínimas muy diferentes.
Ein Madrid dicha tempera.ura máxima suele ser anualmente de unos 40° por términomedio, alcanzando su óptimum en julio, enque la máxima mensual suele oscilar entrelos 37° y 43"', siendogeneralmente estas temoperaturas acompañadas de una gran sequía.
Reñríéndonos a los vientos de Madrid, lospredominantes son el N. E. y S. O.; el prí-:mero se sobrepone al segundo en otoño e invierno, e inversamente el S. O. al N. O. enprimavera y verano. También es algo frecuen' e el N. O., o viento gallego. Hechos también perfectamente característicos de cada
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uno, es que con S. O. siempre llueve, mientrasque con el N. E. sucede todo lo contrario.
La velocidad media es de 4,5 metros porsegundo; el N. E. la posee por lo general muytenue, pero tansntensa es su acción que perfee!tamente conocido es el dicho "El aire de
. Madrid es r.an tenue y tan sutil que mata aW1 hombre yno apaga un candil".
Por término medio hay en Castilla la Nuevaciento treinta días despejados, ciento setentay dos nubosos y sesenIta y !tres cubiertos aleabo del año. Llueve noventa y cinco días alaño, un año con otro, y la altura de la capade agua que se acumularía sobre el suelo durante esos días de lluvia si no corriera ni seevaporara o ñltrara, sería de 420 mms., o seacasi medio metro, que representa 420 litroscada metro cuadrado d~ terreno horizontal.(Claro es que los anteriores datos varían dela pal1te N. a la S. de ella.)
Las lluvias presentan un máximo en noviembre y a fines de abril o primeros de mayo,y el mínimo lo presen.an en verano, en julioy agosto, y otro en invierno a fines de enero.Datos son estos muy dados a la excepción;pero téngase en cuenta son resultados de generalizar observaciones de treinta o cuarentaaños.
La acción del Sáhara hace que Los vientosque de allí procedan, eáIi<fus y secos, retarden la saturación de nuestra atmósfera, desfavoreciendo la producción de lluvias, y en
CLlMU 4
~;
~ ~o-
verano son manifiestas sus acciones electrizando la atmósfera y dando origen a la foromación de nubes tempestuosas de efectos biendestructores algunas veces.
Por lo que respecta a otros meteoros acuosos, d~remos que el número de días de nieve.suele ser de cuatro a nueve, y mucho mayoren la sierra, en donde suele nevar desde noviembre a abril o mayo, habiendo algún añoen que no ha nevado en Madrid más de undía y habiendo sido o.ro año superior a veinte el número acusador elle los días de nieve.
En la comarca no hay nieves perpetuas:; Ioque hay son ventisqueros o neveras. La nievedesaparece generalmente en julio, o antes.
Los días de granizo suelen ser ocho, número más número menos, habiendo habido algunos años de causar granules destrozos en lascosechas.
Los días de escarcha oscilan alrededor decuarenta, y los de rocío son unos treinta; algunas heladas han causado a veces grandesestragos en el mes de mayo. Los días tempestuosos varían mucho, según los años. Lo másgeneral es que sean de aliez a doce.
Y, por últérno, el número de días de nieblasuele ser igual a diez, aunque por lo generalés' a se presenta muchos días en invierno porla mañana y al crepúsculo vespertino, quedando despejado durante el día.
Agronómicamente, cereales, leguminosas yvid son los cultivos precominantes en los se-
- SI-
canos de esta comarca, en la que comienza laactividad. de faenas de recolección a mediados de mayo con la siega de las cebadas y cogida de habas; sigue ri'esde final de junio enalgunos años la séega de los restantes cereales que ocupa todo julio, y en este mes y elsiguiente se completa la recolección de granos panificables y de la legumbre. Desde laúltima decena de septiembre, pero principalmente en octubre, se opera la vendimia.
En las vegas, aunque se den otras especiesde pomos y die drupas, predominan como frutales los perales y albaricoqueros y almendros y, finalmente, cierra la reseña de plantas de algún interés en esta zona el olivo, queen la provincia de Toledo :inicia la represen'tación que con aumen' o ha de irse acusandohacia otras provincias más meridionales.
Quejigos, robles, encinares y algunos pinares forman la principal masa de los montesde esta región, en que abundan matorrales.
Como puedle apreciarse en el siguiente cuadro, los factores térmico y pluviométeíco 1110garantizan las conveniencias para que hayaen toda época pasto suñcíene y, sobre todo,la parada vegetativa estival es muy acusada:
TUlNRATUR"'S ldllDIAS SSTADO 01lL CIIlLO. NUM'"RO 0111 OlAS ANUALIS
OBSERVATORrOS Lluvia
Anual Máxima Mínima anual Despe- Cubier-jades Nubosos tos
~gf)~~_ Ener« mms.
Madrid ... ........ .............. 13,3 23,5 4,8 420 105 178 82
Toledo ............... 14,8 25,5 5,8 357 110 1M 91
GuadaJajara. .................... 12,9 23 4,7 3M 119 194 52
.,
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/
VIII
LA PATRIA DEL QUIJOTE y LAS TI&RRAS' EXTREMEÑAS
..... ven conmigo, señor clartsímo, quete quiero mostrar los tesoros que estetransparente alcáaar solapa. de quienyo soy alcaide y guarda mayor perpetuo.....
(CIlRVANTIIlS: Don Qujiot~.)
Esta región climatológica, cuenca del Guadiana, agrupa por semejanza de caracteres ensus rasgos principales la provincia de Badajoz y también aquella parte de las de Cuenca,Albacete y Ciudad Real, que constituyen la amplia faz del campo manchego, por el que "elrubicundo Apolo tendía-s-en la obra inmortal de Cervantes-e-las doradas hebras de sushermosos cabellos". cuando el famoso caballero andante, flor de la hidalguía de su tierra,emprendlió SU primera andanza, "apenas lospequeños y pintados pajarillos con sus arpadas lenguas habían saludado con dulce y meliflua armonía la venida de la fosada aurora,
.....1'1'
que dejando la blanda cama del celoso mariuo, por las puertas y balcones úlel manchegohorizonte a los mortales se mostraba".
De clima también. continental, aunque unagran parte de ella muestra su paisaje árido,es, como dice Costa, refiriéndose a la Mancha, muy sedienta; pero "bríndala la Naturaleza con agua de riego en la superñcie y encima y debajo de la superficie; en sus entrañas laten copiosas venas, que puede sacarsea la luz cuando no por med.o die pozos artesianos, con bombas y norias",
Bajo la denominación de la Mancha se comprende el país por lo general llano, raso yárido que se extiende desde el monte de Toledo a las estribaciones occidentales de la serranía die Cuenca y desde la Alcarria, en es amisma provincia, hasta SIerra Morena. Entrapor lo tanto, a formar parte de la Mancha casitoda la provincia de Ciudad Real, el sudestede la de Toledo, el cuadrante de la de Cuencay la fracción occidental de Albacete.
De clima muy seco, por estar circundadatoda esta llanura manchega por unos vallesformados por ásperas cordilleras, que impideñ que a su interior pasen los vientos acuosos procedentes del mar, o por 10 menos, silos dejan pasar es a costa de robarles el vapor Ide agua, que hace que se condensen y seprecipiten las lluvias en las vertientes exteriores de la región, en la zona costera o enla vertiente meridional, hacia Andalucía, los
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vien: OS que corren por el interior die la Mancha son secos en demasía.
Unícamente en los equinoccios de corta duración, época en que los monzones y los alisios soplan con gran intensidad, pueden franquear la barrera montañosa y descargar benéfica lluvia para las sedientas tierras manchegas.
Sus veranos son abrasadores, determinando la suspensión de la vida vegetal, salvo enlas vegas dlel Guadéana, que conservan su vegetación debido a la proximidad de este río,así como también se conserva una parte <lela flora, porque el Guadiana, an' es de aflorara la superficie, discurre, próximo a la misma,por la parte oriental.
En invierno igualmente la sequedad durante una gran parte de los meses fríos determina que la principal riqueza de la región seansus extensos véñedos. ya que esta sufrida ampelídea resiste mejor que otras produccionesla falta de lluvia y la naturaleza excesivamente caliza de sus tierras.
La temperatura desciende durante~l mesde enero con mucha frecuencia a cuatro grados bajo cero; se prolonga, aunque algo menos, dicha estación, como en las provinciascentrales, siendo muy frecuente en el mes deabril que haya cambios bruscos de temperatura y aún que aparezcan heladas todavíaen esta comarca, si bien su primavera el! un
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pOCO JlUÍ.<3 adelantada con respecto a la regióncentral.
La sequedad de la atmósfera y la falta dearbolado de la región electrizan la atmósfera,siendo también frecuente en esta es.ación primaveral yen el verano los psdriscos ; pudrendu decirse que desgraciadamente se pasa rápidamente de una primavera que aparece conintermitencias entre días fríos y días propiosde la estación, al verano abrasador de los páramos manchegos, a los cuales alude el conocidodicho de "Por San Pablo (29 de junio) cigüeñas en el campo", ya que la aparición de estas aves es la mejor guía para 1<:6 naturalesde la región de que SP. ha inaugurado climatológicamente el verano.
Caracteres análogos a los de la Manchaofrece toda la provincia de Badajos, únicamente con la atenuación de temperatura en,:odas las estaciones del año, salvo en el verano, que es tan riguroso como en la regiónmanchega; hasta el punto de que algunosafluentes de segundo y de tercer orden delGuadiana se secan, originando focos palúdicoso Esta provincia principalmente téene riqueza ganadera, olivarera y algo de viñedo;pero son sus principales representaciones vegetales los extensos encinares que la. cubreny que pueden soportar la larga sequía y las~emperaturas extremas, especialmente "el hálito encendido que desciende desprendidocomo plomo derretido de este sol abr~dor
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de los desiertos". Así dijo en una de sus muchas poesías extremeñas el cantor de la. bucólica extremeña Gabriel y Galán, del cualson también los siguientes párrafos, que retratan la dureza de su clima estival:
La extensión Indefinida.de la. tierra. empedernida.pierde el tono de la vidaque en el seno sólo vive de la tdea..; '.Es el sueño de un despierto,es la calma del desierto,es un vivo mundo muerto... ,í es la ardiente Extremadura que sestea! ...
Agrfcolamen.e el cultivo más importante enla Mancha es el die la vid. Cereales y olivos,éstos últimos cada vez mostrándose con' másfrecuencia, ocupan también lugar preferentede la riqueza de la Mancha y Extremadura.La encina, el roble y el alcornoque son enesta última importantísimo factor económico.
Que vides y encinares sean exponentes carac'erfsticos de este país se explica, dado loseco y cálido que resulta en más de una mitaddel año. A continuación se consignan, tomados cilel Servicio Meteorológico Nacional, datos de algunos de sus Observatorios:
T~ATURAS lUDIAS ZSTADO DE. CIIILO. NUM~RO DII lilAS ANUAI.ilS
~
OBSERVATORIOS
Ciudad Real
Albacete
Cl\ceres
Badajoz ....
Anual
13,9
13.6
15,6
16,3
Máxima MínimaAgosto Bnero
24,7 5
24,4 4,11
26,9 6,8
26,8 8,1
Lluviaanual
mm8.
377
336
562
538
Despe- Cubier-jades N ubosos tos
152 118 95
134 164 er139 151 75
134 162 ~
T~'~~~-.".' .t ~, '-: , ,-..
-, • -l" ~
-~~~ ~":-:-
....
IX
ANDALUCIA OCCIDENTAL O REGIONDEL OLIVO
"Noche andaluza, viva y traspasadade sollozos, luceros y cantares;palpltacJón profunda y desmayadade UD corazón florido de azahares."
(MAN1.lml. GóNOORA.)
La cuenca del Guadalquivir que abarca lasprovincias de Córdoba, Huelva, Jaén, Cádiz,Sevilla y parte de las de Málaga y Granada,es la que con más juateza constituye la regnón na,'ural del olivo, si bien este escarpatambién toda la costa occidental del Mediterráneo. Con el árbol de Minerva alternan losmás acreditados pagos de viñedo, que suministran preciados vinos licorosos y dulces.
La parte baja de esta cuenca es "la tierradel sol" flamígero en un cielo puro. "Sol deun mediodlía abrasador. La implacable in' ensidad de la luz me ofuscaba-e-tal dice el protagonista de la novela de Palacio Valdés La he1'm<V"a, SanS11lpicio-, haciéndome ver los terre.
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nos lejanos como masas violáceas envueltasen una gasa blanca." Tan blanca que al reverberar sobre las nítidas fachadas de sus casasdeslumbra al transeúnte.
No sólo los prosistas, sino los poetas, loaron la bella bóveda del cielo andaluz, del queescribió Grilo :
Cielo donde el sol triunfante,mplendo densas neblinas,n sus hebras diamantinas
Jo ma guirnalda brll1ante;1" tierra, 1& mar gigante,
" admiran siempre las dos;~" ~ los querubes, en pos
"~.. ~-.; e esa Inmensidad que asombra,, te esparcieron como alfombra
de los jardines de Dios.
y si el luminoso cuadro del día andaluz esnota sobresaliente de su clima, no deja d~ serlo tampoco el encanto de sus noches serenas,tachonadas de estrellas, cargadas de efluviosde sus flores, cálidas y sensuales, pero no flamígeras, como sus mañanas y sus tardes.
Andalucía occidental-mejor dicho, la fallameridional que forma el valle del Guadalquivir y que desde el tercio inferior de la Península se derrama en forma de triángulo desdelas cumbres de Sierra Morena hacia el estrecho de Gibraltar, con par.'e de Su extremidaden el Atlántico, y también unos kilómetros deMediterráneo-goza de clima oceánico, moda-
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rado térmicamente, ya que las oscilacionesanuales de las mecías anuales 'tienen 10° deamplitud y la temperaura media es 15°.
Las mayores temperaturas españolas deprincipio de verano se anotan en esta región,así como las máximas de 41° a la sombra amitad de la estación en las provincias de Sevilla y Córdoba.
Invierno poco riguroso, excepto en las serranías, en que el factor altura acusa ya~clima eoncinental del centro de España, lig;~ ~...~ramente atenuado por latitud' y proximidad ~al mar. Predominan los vientos S. W., tem•.,...., ,plados y húmedos, que desde el Golfod~tádiz vienen. al territorio andaluz de que ~_. ~
tamos. ~A medida que de la costa nos seperamos se
deja sentir menos el influjo oceánico y se acusa más el desértico, que alarga los estíos secos y cálidos más que en ninguna otra regiónespañola. Las elevaciones térmicas llegan entonces de cuarenta a cincuenta grados.
No son muchos los días de lluvia, pero son,sobre todo, frecuentes y copiosas en otoño ypnimavera,
En los montes mariánicos y los penibé.icospredomina el pinetum halepensi« con subpiso00 atochar, los alcornocales y encinares consubpíso de matorral.
Dada la bondad die temperatura, en las 'Vegas andaluzas es espléndida la variedad de
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cultivos no sólo citados, sino de plantas industriales, como alg-odón y tabaco, y tambiénlas raíces y forrajeras.
Una sin esis (.Ie las observaciones meteorológicas que más influyen en la producciónagrícola se expone seguidamente:
TEMPBlIlATURAS MlMllAS &STAOO DIIIL cteio. NUMIt-RO DE DlAS AI'HJAt&8
OBSERVATORIOS Lluvia
Anual Má:¡:ima Mínima anual De_ipe- Cubier-
Ag••to Eneroj ad os x uboscs tos
mm".
Jaén ......................................... 16,4 27,3 8 628 194 124 47
Córdoba ...................................... 17,4 27,9 8,6 631 143 175 47
Sevilla .................................... 18,5 28,4 10,1 559 147 152 66Cá.dlz .................................... 18 24,6 12,1 546 125 190 50
Granada .............. ............ , .... 15 26,5 6,7 384 137 138 90
X
LA COSTA DEL SOL
"y sI alguna nube errantedel valle exhalada sube,parece el pendón flotantehijo de la blanca nube,que va saitando delante."
(ZORIULLi: Poema <teGraftada.)
La orilla meridional del Mare Noetrum,desde Málaga hasta la provincia de Almería,y la costa, es de clima sub tropical seco, ~a queno rebasa de 509 mms. la precipitación alaño; de elevada temperatura, cuya mediaanual es d~ 18<>,1, excede en el estío -de 30", yrara vez desciende por bajo de 10° en invierno.
Delgada faja esta costa se halla resguardada a pocos kilóme.ros el Mediterráneo, porcotas elevarlas, desde cuyos picachos, algunosmuy considerables, como los de Mulhacen yVeleta, cubiertos siempde die nieves, bajan losríos y arroyos a ofrecer SU tributo al mar.Itinerarios cortos permiten al viajero sufrir
CLIMAII 5
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en pocas horas, dentro de un mísmo día. lostránsitos más bruscos no sólo de panoramas,sino experimentar también sensaciones de caIor y de frío muy notables en las provinciasde Málaga y parte de las de Granada y de AJ·mería,
De cómo pueden desfilar los más varios panoramas ante el turista, puede darse cuentapor la descripción que de uno de los vallesde la Alpujarra, hiciera el novelista-poetaAlarcón.
"Allá arriba, donde un perpetuo frío achica los robles, las encinas y los casi.años, secrían el liquen de Spitzberg, la sabina de Noruega, el quebranta-piedras de Oroenlandía ylos sauces herbáceos de Laponia, Más abajo,donde los castaños y las encinas se agrandany aparecen ya los cerezos y manzanos silvestres, con los tejos, el boj, los aceres y los ali...sos, prodúcense la salvia, luna manzanilla especial, la mejorana, el ajenjo y otras plantasaromáticas y alpinas. Luego siguen los morales, los fresnos y las higueras. Después losolivos, las vides y los granados. A continuación los naranjos y los limoneros. Y, por último, la africana pita, la higuera chumba, elplátano de América y fa palmera de los 'desiertos die Arabia. i Añadid a esto, en ordenada progresión, todos los demás frutales, semillas y cereales de las tres zonas en que sedivide la tierra, pues de ninguno fakan allíejemplares, y formaréis una leve idea de la
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riqueza de aquel vergel tan curioso como productivo!"
La provincia de Málaga es prototipo de estaciones iceales para invernar las personasque amen el clima subtropical, ya que en mitad de enero no suele descender de 12° el termómetro. A cambio de tan' a moderación ensu retracción, y no obstante que el Mare Nostmom. frene las demasías del calor veraniego,el hálito de fuego del Sáhara. que desde suotra orilla envía sus besos demasíado pasionales, hacen posible que alguna vez se registren en los veranos de esta llamada Costa delSol. o zona cañera, las temperaturas de 40°,aunque la media de agosto es de 25°,4.
Pequeña región ehmatológica española éstade la caña de azúcar, ofrece toda una gamade la flora tropical y de zona templada: maizales, cañaverales, prados de alfalfa,oultivosforrajeros muy varios. En pleno invierno, ensus feracísimas vegas, aun en canchales pizarrosos por los que se bajan las aguas almar, se obtienen, gracias a las muchas calorías que reciben, exquisitos frutos de huertaen pleno invierno. Olivos, naranjos, limoneros, plá,'anos, algarrobos y chirimoyos cubren,como también algunos cultivos florales, palmo a palmo el rscllucto de esta zona. Este panorama es dominado por la blanca caperuzaque a los altos picos de la Alpujarra ponenlas nieves invernales, que sueltan su jugo vi-
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gorizante por las tierras de la vega en losríos en que se derriten.
La luminosidad de la costa hace recordara los turistas americanos las marinas del Golfo de Méjico-al 'decir de muchos de;) ellos-.Ciento veintitrés días al año son totalmentedespejados, doscientos, uno más o menos, nubosos y solamente cuarenta y uno son cubiertoo.
XI
ESTEPA COSTEÑA SUDORIENTAL
"Aqul con la sequla...¡es tanta la agonlade ver agua... que el marque nus tragara ciego,no consegula este fuegode mi carne apagar!"
(J. M. ALVARIIlZ DI SOTOMAYOR: La Seca.)
Pasa bruscamente el cordón litoral mediterráneo de la exuberante muestra de la floragranadina, lograda gracias a que la nieve enlas cumbres es promesa die frutos en sus vegas, a la aridez de la estepa sudorienta]. Fuera de los oasis que representa el último tramo del recorrido de los ríos Almanzora, J ú
car y Segura, se acusan pitas, chumberas, espartizales y palmeras, como únicos símbolosvegetativos.
La provincia de Almería, y el borde de lasde Murcia y di':! Alicante, constituyen la zonamás sedienta del clima ibérico. Muy cálida,pero carente la tierra delprecíado elemento,
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ídel agua l, lamen' a su agricultura la falta, ydota de inestimable, mejor diremos de fabuloso valor, a las vegas de sus ríos, los alumbramientos de los veneros líquidos del subsuelo.
Empero, la sed contenida de las tierras sudorientales, es a veces, en cruel ofrenda de susrampas,saciada hasta ahogar sus producciones. La inundación-i-¡ terrible palabra !-hasido también descréta en el mismo dramarural con que se abre este capítulo, en estaangustí08a llamada.
j Pos a golver tos pa el rlo;que de sentir ese bramlome quíé saltar el corazón!j Hala, que están dando alarlosy hacen zurrll sus caracolasprobes mujeres que están solasporque emigraron sus marias!
'Largas sequías invernal.s y estivales, frecuentes también en las primaveras, suelenromper la continuidad seca por lluvias de carácter torrencial, breves, mejor diremos, fugaces y destructoras, siendo frecuentementeaún perjudiciales en las vegas de los ríos antes citados. verdaderos núcleos de riquezaagrícola, ya que el único factor climá'éco desfavorable-la escaaísima precipitación-, alser corregido con las aportaciones ácueas detales ríos, brinda ya completo conjunto decondiciones vitales para fauna y flora.
Es el campo de Cartagena la región en que
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menor es el número de días de lluvia. No suelen exceder de noventa y cuatro. Por el contrario, en muchos años sólo hubieron cincuenta y dos a sesenta, La capa de agua caída en~odo el ángulo español S. E. es de 170 a 240litros por metro cuadrado, Con esta parcacantidad de lluvia, pero principalmente conlos alumbramientos de aguas subterráneosaún a muchísimos metros de profundidad, o
.' con las traídas de otras corrientes a centenares de kilómetros, "cues'e lo que oueste", admínistrando hasta el agua que quepa en undedal, se logran en la provincia de Alicante,gran estación invernal, sorprendentes cose..chas '<le parrales, cuya uva se embarca paramercados de Ultramar; dátiles azucaradísimos, peras y otros muchos productos de aquellas cálidas tierras evocadas en la no menosardiente Jnspiración de Cas'elar, como recuerdos sacrosantos: •
"Surgía desde los níveos Alpes el ancho patio alicantino, con los dondiegos en el suelo,y las pasionarias en la puerta, y la parra portechumbre, y la cantarera llena de alcazarrasque despiden frescas evaporaciones, y las macetas de floridas recién rociadas albahacas, yla gallarda columna de la palmera, cuya 00rona vibra en los azules cíelos: y el montónde resinosas almendras aquí, o el montón depanoj as allá, y el cañizo para extender loscapullos dle seda y para secar los higos demieles, y el lagar oliendo a mosto a un lado,
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y la almazara chorreando luminoso aceite alotro lado, y por todas partes las brisas mediterráneas, y en las brisas mediterráneasaquellas palabras 1emosinas , ora graciosascomo la ironía de una sátira provenzal, oramúsicas como las consonantes de un serventesio tolosano, ora dulces como las perlas sueltas de una canción de Petrarca..."
Los elementos que principalmence definenla climatología agrícola de la región de parrales y palmerales, se consignan a continuación:
•
TlMPIrRATURAS l4IDIAS CSTADO Da. crjao, NUVII-RO DI!: OrAS ANUALIlll
OBSERVATORIOS Lluvia
Anual Mínima Máxima anual lJesve- Cubie:--
Enero Agostoj ados Xubo:o>os los
tnnt8.
Almerla ....................................... 18,6 12,6 25,3 219 92 244 211
MurcIa ......................................... 17,7 10,2 26,3 289 148 151 68AlIcante ....................................... 17.6 11,2 2lí,3 335 179 142 H
LEVANTE Y SUS COSTAS"¡ Barraca valenciana! j Santa y noble
escota del TrevalJ! i Modest bressoldel que nos dona el pa, laborlos poblecurtll pel vent y bronsejat pel sol!
(T. LLORlNTIIi: La barraca.)
Ascendamos por la línea que siguiendo elpérfil de la costa española de Levante constítuye la parte oriental de las provincias de Valencia y Castellón y de las tres costeras catalanas:
Desde Alicane al extremo N. E. de la Península todos los derrames de la cordillera ibérica dejan entre esta cadena y el mar un cordón litoral llano y rico, sometido a factoresmeteorológicos más suaves que lo concerniente a temperatura, que paulatinamente desciende a medida que se aproxima a Francia,y bastan/e más abundantes en humedad, puesva pasando desde 250 a 590 litros anuales pormetro cuadrado. Sin embargo, el celaje, generalmente despejado - aunque llueva másque en la parte S. E. durante loa días de llu-
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vias-, dota de espléndida luminosidad a lazona que, de temperatura bonancible y tolerable humedad, es una de las más ricas de España, muy poblada como consecuencia, y aunque de predominio agrícola, no deja de permitir derive la actividad de sus habitantes-en sus aborígenes árabes-a las múltiplesíndustrias a que los productos del campo danlugar, y que mantienen no sólo con el interiorde la Península, sino con los países extranjeros, eficacísímo comercio por los puertos dellitoral mediterráneo.
El invierno, de igual temple que' la oríllacan'ábríca durante el mes de enero, no sueleofrecer menos de 2° en el Golfo de Valencia.A medida que se recorre hacia el Norte lacornisa, la temperatura es algo menor, y llegaa -30 en la "Costa brava" (provincia de Ge-rona). '
No exceden, por regla general, las máximasveraniegas de 39° a la sombra.
El máximo pulviométrico se acusa desde mitad de febrero hasta principios de abril, dentro de suave temperatura, para reanudar ladecoración polícroma de las huertas de Levante, tan vivamente descritas por el escritorde mayor fecundia cerebral, hijo de la región, que ha hecho sea conocida mundialmente. en todos 108 idiomas, ya, a través de 1Mpáginas de La Ba'N'Ma, ora en las de En'tlrenaramjo8, bien en otras muchas de su larguísima obra literaria, que casi toda ,tiene por
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escenario las provincias de Valenda y de Castellón.
De las dos novelas citadas de Vicente Blasca Ibáñez basta transcribir los siguientes párrafos para destacar en el folklore regionalla influencia del <Clima levantino.
El cuadro del amanecer otoñal en el ti:b~o
ambiente de Levante constituyen las primeraslíneas de La Barraca :
"Desperezábase la inmensa vega bajo elresplandor azulado del amanecer; ancha fajade luz que asomaba por la parte del mar.
"Los últimos ruiseñores, cansados de animar con sus trinos aquella noche ae otoño,que por lo tibio die su ambiente parecía deprimavera, lanzaban el gorj eo final, como siles hiriera la luz del alba con sus reflejos deacero. De las techumbres de paja de las barracas salían las bandadas de gorriones comotropel de pilluelos perseguidos, y las copasde los árbolesestremecíanse con los primerosjugueteos de aquellos 'granujas del espacio,que todo lo alborotaban con el roce de su blusa de plumas.
"Apagábanse lentamente los rumores quepoblaban la noche: el barboteo de las ucequías, el murmullo de los cañaverales, los ladridos de los mastines vigilantes.
"Despertaba la huen.a: y sus bostezos erancada vez más ruidosos. Rodaba el canto delgallo de barraca en barraca; los campanariosde los pueblecitos devolvían con ruidosas ba-
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dajadas el toque de misa primera que sonabaa lo lejos, en las torres de Valencia, azules,esfumadas por la distancia, y de los corralessalía un d.scordante concier.o animal."
y la plasticidad del gran escritor culminaen la descripción de la enervante noche levantina, en la que "no soplaba ni la más leve brisa; los huertos impregnaban con su olorosa
¡I i respiración la atmósfera encalmada; dilatábanse los pulmones como si no encontrasenaire, queriendo aspirar de un golpe todo elespacio. Un estremecimiento voluptuoso agitaba la ciudad, adormecida bajo la luz de laluna".
En estas noches, canto primaveral de LAWalkiria, en que raya a mayor altura el €Sttro de el autor de Entre naranio«, y en que elinmenso manto de nieve de azahar blanqueaa la luz de la luna, síén ese dominado el protagonista die dicha novela:
"Los naranjos, cubiertos desde el tronco ala cima de blancas florecillas con la nitidezdel marfil, parecían árboles de cristal hilado;recordaban a Rafael esos fantásticos paisajesnevados que tiemblan en la esfera de los pisapapeles. Las ondas de perfume, sin cesarrenovadas, extendíanse por el infinito con misterioso estremecimiento, transfigurando el paí-:saje, dándole una atmósfera sobrenatural,evocando la imagen de un mundo mejor, deun astro lejano donde los hombres se alimentasen con perfumes y vivieran en eterna poe-
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sía. Todo estaba transfigurado por aquel ambiente de gabinete de amor iluminado por uninmenso fanal de nácar. Los cruj idos seoosde las ramas sonaban en el profundo silencioCOmo besos; el murmullo del río le parecía aRafael el eco de una de esas conversacionescon voz desfallecida, susurrando junto al oídopalabras temblorosas ü'1e pasión. En los cañaverales can.aba un ruiseñor débilmente, comoanonadado por la belleza de la noche.
"Se deseaba vivir más que nunca; la sangre parecía correr por el cuerpo más aprisa;los sentidos se afinaban y el paisaje imponíasilencio con su belleza pálida, como esas intensas voluptuosidades que se paladean conun recogimiento místico..."
Si bien el clima se hace menos templado ymás húmedo a medida que nos acercamos aFrancia, la flora litoral se ofrece en ampliagama poco más o menos que la descrita.
La variación consignada se aprecia en estos.datos meteorológicos que se resumen en elcuadro siguiente:
TIKPWRATURAS MIDIAS _STADO DIIlL ClllLO.~RO D. DIAS ANUAI&ll
OBSERVATORIOS Lluvia
Anual Máxima M.ínima anual Despe- Ccbtee-jados Nubosos tos
m".., .._~-- _.~--
___.
Valencia ...................................... 16,7 24,6 10 416 139 170 MCastellón ...................................... 17 24,8 10,5 405 12& 199 tOTortosa ........................................ 16,6 25 9,1 472 111 191 li1Barcelona .................................... 16,2 24,2 9,4 578 92 190 83
CLIMAS DE LAS ISLAS BALEARESY CANARIAS
CLlIlfA.. 6
XIII
CLIMA BALEAR"Ss. vida d'es Tafoner
es molt bona si dormíapero de sa nit fa diasempre du son en-derra."
(Tonada popular.)
Perlas dispersas del collar de las provinciasespañolas son las islas de los archipiélagosbalear y canario, sin cuya descripción de clima sería incompleta es a monografía.
Situado el archipiélago balear en el centroill:l la zona templada, se disfruta en sus islasde benigna temperatura, siendo de 16° la media anual, y sólo perturbada por recios temporales del Golfo de León. La oscilación queen el año 'tiene la altura media de la columnatermométrica es reducida, ya que tan sólopasa de 10° en invierno a 24 Ó 25° en verano.
Únanse a la bonancible temperatura, el quela caída del agua está comprendida entre 481milímetros en Palma a 607 mms, en Mahóny a que ,'31 reoorrido medio del viento no pasa
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de 101 kilómetros, que las tempestades sonraras y mucho más aún las nevadas, y se juzgará del apacible clima de estas islas, cuyaflora es muy rica, tan variada cual la de lacosta catalana y la de la cornisa de la CostaAzul, destacando entre sus riquezas milenarios olivos y pródigos almendrates, inmortalizados por la paleta de Rusiñol, que follé supintor y propagandista de la belleza 'de lasislas, y también recogido en el folklore balearde D. Antonio PoI, cuando al describir unode sus rincones habla que "los principalesjardines de alfabia tienen el perfume de unafragante primavera; aquellos jardrnes con suspasillos, miradores, columnas y glorietas, cubiertos todos de variadas fiores; aquellos jardines. Henos de luz y de vida"...
En cuanto a luminosidad, con citar que enPalma hay ciento veintiséis días despejados,ciento noventa y uno nubosos y cuarenta yocho cubiertos y en Mahón ciento cuarenta ytres, ciento setenta y seis y cuarenta y seis,respectivamente, se comprende que es un paísde regular evaporacíén y ambiente frescopara la vegetación.
XIV
CANARIAS, LAS LLAMADlAS ISLASAFOR'nUNADAS
"Otras 191&8 se ven que blanco velolas cifl.e en torno menos elevadas,llamólas por su fértll cielo y suelola antigüedad las Islas Fortunadas;y tan amigo suyo e.stimó el Cieloque de su voluntad no cultivadaslas tierras. entendió dar nobles Yfutosy las incultas vides sus tríbutos"siempre desea tlorecer la olivadestllar de las Pefl.as miel sabrosay con murmurio blando la agua vivabaxar del alto monte presurosa:templar el ayre la calor estivade suerte que a ninguno sea mejora;y el tln, por su templanza. lauros, palmas,ser los Campos Elyseos de las almas."
(BARTOI.O:adl CAIBASCO: El Arco de IGFOtnG.)
Pocos son 108 daros que tendremos que afiar.dir a la descripción que hiciera, con el carífío con que trata die estas descripciones de suclima, el historiador que con gran esmero trata estas islas, D. José María Viera y Clavíjo,
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según el cual están situadas en la zonatemplada septentrional, teniendo su día ca.orcehoras y el menor nueve. Como islas sitwzdasen mita;dJdcl Océano Atlániico, formando paraje acogedor para que hagan escala en sus largos viajes los navíos, la climatología está perfectamente estudiada, y al decir del historiador mencionado, "apenas entra marzo se experimenta en ella de una primavera que hacegala die todos sus ornatos y que aparentapasar por el más agradable del mundo, porque un sol templado y vivificante despierta elvigor de la naturaleza y la póne toda en acción. Es verdad que como los vientos regulares en esta estación son las brisas, tan propias de nuestras costas africanas, y que éstassi son fuertes cargan el aire de nubes densas,se ofrecen algunos días opacos. Es verdadtambién que estos vientos orientales se suelen rodar hacia los puntos colaterales del Norte en los principios de la primavera, los quetraen consigo aquellas lluvias saludabes queaseguran las mieses y aquéllas ráfagas que descargan de sus demasiadas flores los árboles...Pájaros. Flores. Mieses, pastos, hierbas medicinales y olorosas que emoian. una atmósfera de fragancia a más die dos leguas al mar,todo conspira a su belleza".
Describe después el historiador que los veranos son pocp intensos y no fatigan muchosus calores, pues el terreno montañoso de lasIslas, que son unas prominencias elevadís!..
mas en el océano, y las mareas y las brisasmarinas que sus costas reciben, las despojandel cuadro abrasador que parece evocar la palabra canícula en otro climas continentales.A cambio-consigna---que el azote mayor desu clima en el verano es el viento de Levante,que proviene de la zona tórrida, habiendo pasado por las arenas caloeadas del desiertoafricano, y que es un cruel enemigo de la comodidad de sus habitantes, ya que el menormal quepuede aportar a las islas es el calor,algunas veces lOB huracanes y nubes de langosta voladora, procedentes del Sahara,
En los otoños, desde octubre, los vientosN orte, Nordeste y Noroeste, llevan a las islasprecipitaciones pluviométricas abundantes.IDs curioso registrar que las turbonadas, 11uvías tempestuosas y pedriscos, no acaecen enel verano, sino, por el oontrario, en el rigordel invierno, consecuencia de la dirección dominante de los vientos. En febrero soplan losmeridionales secos.
Tales son los principales rasgos del clima deestas islas, en que ni las heladas ni las nieves hacen sufrir sus molestias, y que constí- ,tuyen por su apacibilidad una región en quela fantasía de los gentiles hizo radicar losCampos Elíseos, donde el dios marino, Proteo, hizo a Menelao el feliz pronóstico de queno moriría, sino de que los dioses le enviaríana esos Campos, que, según Hornero, en su líbro cuarto de ls Odise« "están en lo último
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de la Tierra, donde Radamantho da la Ley ytienen los hombres una vida dulce y tranquila, sin experimentar nieves ni inviernos rígidos. en lluvia sana, en perenne aire fresconacido de las respiraciones de los céfiros queel océano exhala". . ~
Del Servicio Nacional Meteorológico tomamos los siguientes da/os, que caracterizan elclima del archipiélago, emporío de platanares,chumberas y tomatares, que originan su principal riqueza y comercio:
TIKP&RATURAS IODIAS
Anual Máxima MínimaOBSERVATORIOS
La Laguna
Las Palmassanta CrUZ
<lo
16,3
20,420,9
21,5
23,7
25,6
12,5
17,8
17,5
lISTADO DIlL CIm.o. N1JlO-RO DI DIAS ANUALIS
Lluviaanual Deape- Cubier..
jados Nubosos tosmma.
lS80 81 212 12
194 131 149 815290 71 271 23
jjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj
j
~.-~.
a1 \ ZOna cant6.brica, o ~~ ::"~d~'~~.~: I<i' ~~N:~·'··l
Borde Norte !I Noroeat6, que contiene GaUci&, Asturias, provinciade Santander y Vascongadas. EstA. comprendida entre el Atlé.ntíco, el mar Cantábrico, los montes astures-galaicos y la dlvi·soria pirenaica y núcleo Inicial de la cordillera Ibérica. Zonanubosa de gran precipitación pluviométrica y temperatura mediadiurna variable entre 50 y lS· C.
Falda del Pirineo Bapañol, de frecuentes nevadas en invierno y conestación intermedia de temperaturas frias y regulares precipitaciones. algo menores que en la anterior. Comprende la partealta de la provincia de Navarra, de la de Hue.sca y Gerona.
Zona de regular lluviainvernal y escasa estival ~
Altiplanicie central de Castilla la VteJG,que conatítuye la cuenca del Duero, quees el granero de Espa11a.
Zonas de algunas lluvias en la estaciónIntermedia. y pocas eninvierno, siendo casinula 1& lluvia en ve-rano .
Macizo continental,que se divide endo. partes .
~<Ill:G'.l5rl
Costa del KediterrA.·lleo
Zona de alguna lluvia. Depre816", o cuetOca del Ebro, en que domina el cultívocerealista, aunque en sus regadlos existan otras plantas, raices, tubérculos e
I industriales.
\
R egión central, o d.e úaatilla la Nue'IJa, laMancha" E:a:tremad.tlra, o sean los vasosdel Tajo y del Guadiana superior, entrecuyas cuencas sólo hay pequeñas diferencias en la variedad del calor y humedad.
ICereales, viiias, pinares y encinares sonlas grandes masas vegetales que principalmente la pueblan.
DepreMón bética, regió" del olit'o o cu""ca del Guadalqtl''lJir, que comprende casltoda Andalucla, siendo los cultivos cerea-leS, olivos y víñedos, lus principales ensus secanos.
Región del naranjo. Faja del litoral del Med1terrá.neo que tienesu depresión entre los ríos Llobregat, Turla, Júcar y Segura.;verdadero jardln, en el que naranjos, limoneros, albaricoquero..olivos y palmeras alternan con una variada gama de frutos.
Desde el cabo de Ga.ta hasta el golfo de Va.lencia, constituye 1®ión del p<¡lmeral.
Re.fión de la ca1ia del a*ÚCar, al pie de la región de las nieveperpetuas del Mulbacén. Sólo comprende parte de"Ias provincfaade Málaga, Granada y Almerl&, desde loa derrames de la cordlNera Penibética hasta el mar (Costa del" Sol).
I N O I e E
P4g8.
L.-Norte de este trabajo 5n.-Los climas de Espafla 9
III.-Reglón agrlcola. de los prados y pastos 15IV.-Barrera merIdIonal del PIrIneo orlental...... 211V.-Clima continental de la altfptanícre de Caso
tilla. la Vieja 31VI.-La cuenca del Ebro 39
VII.-Montafia.s. vegas y cigarrales de! Centro... 45VIII.-La patrIa. del QuIjote y lag tierras extre-
meñas 53
IX.-Andalucfa occidental o reglón del olivo 119X.-La costa. del sol..................... 65
XI.-Estepa. eoateña, sudorienta! 69
XII.-Levante y sus costas 75XIII.-CJlma balear saXIV.-Canarlae. las llamadas Isla.s afOrtUI1&.dIl,S.... 811
Obras editadas por la Sección de Pu·blicaciones, Prensa y Propaganda delMinisterio de Agricultura, y que se holIan a la venta, al precio de dos pesetas ejemplar, en la Librería Agrícola(Fernando VI, 2, Madrid) y en las prin-
cipales librerías de España
AGRICULTURA GENERAL
I Defectos, alteracIones y enfermedades de los vinos(2." edición), por Jua.n Marcilla, Ingeniero Agrónomo.
2 Pesas, medidas y monedas (2." edición).lS FuncIonamIento del motor Dleael, por Eladio Aran
da Heredia, Ingeniero Agrónomo.4 Epltome del cultivo por el sistema Benalges o de
lineas pareadas, por Luis Fernl1ndez Salcedo,Ingeniero Agrónomo.
() Luces del agro (1), por Daniel Nacore, IngenieroAgrónomo.
6 La soja. Su cultIvo y apllcaolones (2." edición), porJos6 :M." de Soroa, Ingeniero Agrónomo.
7 Cereales de prImavera (2." edición), por Daniel Nagore, Ingeniero Agrónomo.
8 Los cereales de InvIerno en Espal'la (2." edición),por Daniel Nagore, Ingeniero Agrónomo.
(1) lD1 precio de Mta obra .. de peRta. 8,00.
9 Blometrla (3.' edición), por Daniel Nagore, Ing&mero Agrónomo.
10 La. fibras textiles (2.' edición), por José M.' deSoroa, Ingeniero Agrónomo,
II Cultivos en arenas. Navazos y vides, por Angel To·rrejón y Boneta, Ingeniero Agrónomo.
12 Abonos (2," edición). por Francl.sco Uranga, Inge·niero Agrónomo.
I ~ EstudLo critico de algunos m~todos usados en ladeterminación del pH (2.' edición), por Jea11aAguirre Andrés, Ingeniero Agrónomo.
14 El heno (4." edtcíén), por Ramón Blanco, Ingeniero Agrónomo.
15 La crianza del gusano de leda y el cultivo de lamorera (2.' edición), por Felipe González Ma·rín, Ingeniero Agrónomo.
16 Cómo le planta ahora una villa (2.' edición), porNicolé.8 García de los Salmones, Ingeniero Agrónomo.
i7 Cartilla de la almazara (2," edición), por J. MiguelOrtega Nieto, Ingeniero Agrónomo.
18 Tabacos oscuros y tabacos claros en Espalla (1),por Fernando de Montero, Ingeniero Agrónomo.
19 Lal plantas oleaginosas, por Joaquln Mas-Oulndal,Vicepresidente de 1& Real Academia de Farmacia.
20 La org'llnlzacl6n cooperativa sindical del campo,conferencia pronunciada por D. Rafael Font deMora, Ingeniero Agrónomo, en el Instítuto deIngenieros Civiles.
21 La agricultura en la provincia de Ciudad Real, enel presente y en el porvenir, conferencia pronunciada por D. Carloa Morales Antequera, Inge·níero Agrónomo, en el Instituto de IngenieroaCiviles.
22 La energla en la Agricultura. RecurSOI nacionalesy urgencIa de aprovechamientos, conferenciapronunciada por D. Eladlo Aranda Hered1a, ingeniero Agrónomo, en el Inst1tuto de IngenierosCivUes.
(1) El precio de e.Ita obra e.I de peeetu 8,00.
2.3 Dlvulgacl6n agrlcola, conferencia pronunciada porD. Juan Josá Fernández UzquiZa., IngenieroAgrónomo, ex Director General de AgricUltura,en el Instituto de Ingenieros Civiles.
24 M6todos empleados en gen6tlca vegetal, conrerencía pronunciada por D. José Rulz Santaella, In·geníero Agrónomo, en el Instituto de Ingen1eroeClvilell.
25 El campo, la técnIca y el agr6nomo, conferenciapronunciada por D. Ramón Olalqu!aga, Lngeniero Agrónomo, en el Instituo de Ingenieros Ci·viles.
26 Anuario de LegislacIón agrlcola. Afio 1939 (1).27 "nuarlo de Legislación agrlcola. Afio 1940 (2).79 El catastro de la riqueza rClatlca en Espa"a (1),
por Gabriel Garcla-Badell, Ingeniero Agrónomo.80 CatAlogo metódico de 1.. plantas oultlvadas .,.
España (3), por Juan Dantin cereceda.90 Desecación de productos agrlcolas, por Enrique
Alcaraz, Ingeniero Agrónomo.92 Riegos y regad10', por Eugenio Vega Ri.et, Perito
Agrlcola del Estado.93 Anuario de Legislación agrlcola. Año 1941. (2).1O,'An,uar1o de Legislación agrlcola. Afto 1942 (2).lO'Reglamento de Vlas Pecuaria•.l06Grandes almacenes para trigo, por José García
Fernández, Ingeniero Agrónomo (1).10¡Climas de España, por José M.a de Soroa, Inge
niero A¡Tónomo.
ANALI818
28 Anillsls de trigo. y harinaa, Centro de CerealleUl·tura,
29 Anillsls de aguas, por JeBI1B Ugarte, Ingenierode Montea.
.30 Instrucciones para el an'''als de tierras, EBta.ci6nde QU1mic& Agricola.
(1) El precio de estaB obras ea de pesetu 5,00.(2) El precio de esta. obra es de pesetas 10,00.(3) El precio de esta obra es de pesetas a,oo,
&1 Regla. Internaolonale. de an6".I. de Mmlll .., Servicto de Defena contra Fraud•. Becclón 1.";8emIlld, Fruto. Y ViVer08.
32 AnAII.I. mecinloo de tierra.. EstudIo del m6todoWlegner y su aplicación a la escala de Kopecky(2.' edición). por J~ Agulrre Andrés, Ingeniero Agrónomo.
ARBORICULTURA, FRUTICULTURA y FLORICULTURA
M Injertaclón de loa Arboles frutales (2." edición),por J0a6 de Picaza, Arquitecto, ex Pree1dentede 1& Sociedad de Horticultore.l de E8pa6&.
34 La poda de los Arboles frutales (2." edición). porJoM de Picaza, Arquitecto, ex Presidente de laSociedad de Hortlcultoree de Eapa.fta.
3D FlorIcultura, por Gabriel Bornú Y eSe UrcuUu, Ingeniero Agrónomo.
l>6 Lista de los establecImiento. de hortloultura, Jardlnerla y arboricultura, Dirección General deAgricultura. Sección B.': Fitopatologla- y Plagudel campo.
M Jardlne., por Gabriel Bornú UrcuUu, Ingen1e1"lAgrónomo.
91 Relaciones de viveros de Arboles frutales, vldelamerlcanaa, especles de sombra y ornam"nta·clón, horticultura y Jardlnerla.
APICULTURA37 Nociones elementales de apicultura (2.' edición),
por N. JOSé de LiMn Heredia, Conde de DofiaMarina.
68 Flora y reglones meliferas de Esplfta, por PedroHerce, Ingeniero Agrónomo.
AVICULTURA69 Las gallinas y sus producttls (B." edición), por Bal·
vador Castelló, Profesor de Avicultura.40 Pavos, patos y ganlos (2." edición), por Salvador
C8l8te1l6, Profeeor de Avicultura.41 Las paloma. dom6stlca. (2." edición), por S&lva
dor Cutell6, Profesor de AvicuItura.
CARBONES V COMBUSTIBLE842 Lo. carbone. aettves, por J~ Ugarte, Ingenie
ro de Montes.43 Combultlble. vegetalel, por Ignacio Claver Oo
rrea, Ingeniero de Montea.CUNICULTURA
44 Cunicultura (3." edición), por EmUlo Aya1&. Ma.rtín, Presidente de la Asociación Nacional dfCunicultores de E5pa1l.a.
102Blblloteca del técnico en Cunlcu:tu..., (1), porEmilio Ayala Ma.rtin.
FITOPATOLOGIA46 Plagas del campo (2." edición), por BUverio Pla
nea, Ingeniero Agrónomo.46 Las heladas en la produccl6n naranjera, por Ma
nuel Herrero Ega.fl.a y Alejandro Acerete, Ingenieros Agrónomos.
47 Lo. pulgones, por Aurel10 Ruiz Castro. IngenieroAgrónomo. _
48 Insecto. del vlfledo, por AureUo Ruiz castro, Ingeniero Agrónomo.
49 Calendario fltopatol6glco, por Jo86 del C4ft1zo yCar-los Gonzl1lez AndréS. Ingenieros Agrónomos.
84 Plagas de la remolacha, por Francisco DomInguuGarcta-Tejero. Ingeniero Agrénomo.
89 Enfermedades de la vid, por Aurello RUiZ cutro,Ingeniero Agrónomo.
98 El escarabajo de los patatales, por D. 108' del ca·6J.zo Gómez, Ingeniero Agrónomo.
GANADERIA1>0 La leche (2.· edici6n), por Demetrio López Due!laa,
Maestro de Industrias !Acteas.lit La alimentacIón del ganado (2." edición), por Za·
cartas Balazal', Ingeniero Agr6nomo.1>2 Producción hlgl6nlca de leche (El ordefto), por
Santiago Mata.l1ana, Ingeniero Agrónomo.M El ganado cabrio, por J086 López Palaz6n, Inge
niero Agrónomo.
(1) 1Il1 preclo <le ..ta obra ea de pea.tu l.
M El ganado eqUino, por Z8.cartu SalUllLr, IngenieJ'(lAg'l'Ónomo.
5ll Ganado porcino, por Z&earfas Salazar, IngenieroAg'l'Ónomo.
56 Gallcla y IU ganaderla (1), por cayetano Lópes,Inspector General Veterinario.
57 Lo. nuevo. conoclmlentol sobre nutrición y la Zootecnia (3." edición), por Ram6n Blanco, Ingeniero Agrónomo.
68 Notal .obre la alimentación dl"l ganadó da oertla(3.' edición), por JeB1lB Andréu, Ingeniero Agrónomo.
59 Conllderaclonel aobre la allmentacl6n de los bevtnos en crecimiento (3.' edición), por JeB1ia An·dréu, Ingeniero Agrónomo.
60 Crianza de ternero. (2." edición), por JcB1ia An·dréu, Ingeniero Agrónomo.
61 Sobre la mejora del ganado bovIno (8." edícíén):por Jest1s Andréu, Ingeniero Agrónomo.
62 Malz, cebada y arroz en la ceba de cerdos (2.' edición) (2), por Miguel Odriozola, Ingeniero Agrónomo.
63 La raza Karakul, por Salvador Font Toledo, Perito Agricola del Estado.
64 Anlmale. lalvajes en cautIvidad. Marta. y fuina.,por Emilio Ayala MarUn, Presidente de la Asociaci6n de Cunicultores de Espatla.
65 EstadIstica de las Ferias mb Importantes que lecelebran anualmente en Elpafta.
66 Relatividad del tamafto del toro, conferencia pronunciada por D. Luis Femández Salcedo, Ingeniero Agrónomo, en el Instituto de IngenieroaClvDe•.
67 Mejora del ganado vacuno y del actual aprovechamiento de sus productos, conferencia pronunciada por D. Ignacio Gallástegui ArUz, IngeniereAgrónomo, en el In.stituto de Ingenieros Civiles
68 Mejora de nuestras razas ante una convenienteautarqula en la producción ganadera, conferen-
(1) El precio de eeta abra es de peeetas 4.00.(2) El precio de esta obra e8 de pesetas 8,00.
el&. pronunetada por D. CAndldo del Pozo Peleyo, Ingeniero Agrónomo, en el Instituto de In·genleros Civiles.
78 Sueros, vacunas e Inoculaciones reveladoras, porcayetano López LOpez, del CUerpó NacionaJ V.terlD&r1o.
51 El ganado mular y sus padrea, por Rafael JantnIJanlnl, Ingeniero Agrónomo.
85 Los biotlpos constitucionales y la herencia patológica en zootecnia, por Carlos Luis de Cuenca.
88 Alimentación de la vaca lechera, por J. AndréULázaro, Ingeníero Agrónomo.
94 Pides Karakul. por Salvador MarU GUe11, Veterinario.
96 Crfa y reerfa de 6qullloa, por Fulgencio PorteroVeterinario :MJlltar.
96 La producción, de ganado merIno en Espafla (1),por D. Santos Arán, Inspector general Veterinario.
99 Máquinas an~males (1), por D. ZaCllria.e Balazar,Ingeniero Agrónomo.
104Factores externos y vitamina en la presentaciónde infecclonelll, por Cayetano López, del CuerpoNacional Veterinario.
INDUSTRIAS ACUICOLAS y SUS AFINES
69 Piscicultura agrlcola e Industrial (2.& edicl6n), porEstanislao de Quadra Salcedo, Perito Agrlcola.
70 El cangrejo (Aataclcultura elemental), por LulaPardo.
71 El aprovechamiento biológico Integl"&l de la. agu••dulces, por Luia Pardo.
72 Los caracolea, por Luis Pardo.101 El acuario (1), por Luis Pardo.
SEMILLAS
7lJ Laa semillas pratenses. Su determlnacl6n, por :Ma,.nuel Madueflo Boll:. Ingeniero Agrónomo.
74 Composición y cultivo de laa mezcla. de aemlllaade plantaa forrajera. (3.& edición), por el doctor
(1) El precio de eeta obra .. de 8,00 peset&ll.
Teodoro de Welnzterl, Director de la JJ:Itac16nde Enayo de Semilla. de Viena.
76 Cifra. media. relativa. al pelO y volumen de la.semillas, por Antonio Garcla Romero. IngenieroAgrónomo.
86 Relaciones de las Casas dedicadas a la venta desemillas, y de patatas y otros tubérculos Inscrl·tas en las Jefaturas Agronómicas Provlnclaleedel afto 1943.
VARIOS
76 Elcuela Especial de Ingeniero. de Monte. (Inauguración del curao 1940-41).
77 Instrucclon~ para el Servicio de Ordenación deMontes. .
82 MisterIos de la NaturaJ.eza, por JeBi1.s Ugarle, Ingen'ero de Montes.
97 Conferencias radiadas (1),100Plantas productoras de esenetae, resln,;:.s y SUI el;·
rlvados (2), por D. Joaqutn Mas Guindal, Co·ronel Farmacéutico.
(1) El preeto de esta obra es de D.OO pesetas.(:!) El precio de 8Ilta obra es de a,1lO pesetas.
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107 Precio: 2 pesetas.