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1Depredadores amenazadosecologistasen acción

Depredadoresamenazados

oso pardo, lobo ibérico,

lince ibérico y gato montés

2 Ecologistas en Acción

Textos: Área de Conservación de la Naturaleza

Edición: Ecologistas en AcciónMarqués de Leganés 12 - 28004 MadridTelefono: +34-91-531 27 39http://www.ecologistasenaccion.org/naturaleza

Ecologistas en Acción agradece la reproducción de este informe siempre que se cite la fuente

Este informe se puede consultar y descargar enhttp://www.ecologistasenaccion.org/article35835.html

3 de marzo de 2018

ecologistasen acción

3Depredadores amenazados

Introducción

La Asamblea General de la ONU, en su 68 periodo de sesiones celebrada en diciembre de 2013, decidió proclamar el 3 de marzo como el Día Mundial de la Vida Silvestre con el objetivo de concienciar acerca del valor de la fauna y la flora salvajes, coincidiendo con el 40º aniversario de la aprobación en 1973 de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de fauna y Flora Silvestres (CITES, en sus siglas en inglés).

Cada año este día internacional supone una cita para sensibilizar sobre la necesidad de con-servar la importante riqueza natural de nuestro entorno. En 2018 esta conmemoración se centra en los grandes felinos del planeta. Ecologistas en Acción se une a esta iniciativa para concienciar acerca de la precaria situación de los dos especies felinas silvestres de la Penín-sula Ibérica (lince y gato montés) y la necesidad de tomar medidas efectivas de conserva-ción, extrapolándolo además a otros dos grandes depredadores de nuestro entorno (oso pardo y lobo).

Estas cuatro especies son emblemáticas en la conservación de la biodiversidad ibérica, tan-to por ser de las mas conocidas para la sociedad, como por su importancia para la misma, al encontrase en la cúspide de la cadena trófica, lo que hace que estas especies generen una serie de efectos indirectos y amplificados sobre los organismos situados en los niveles inferiores. No debemos olvidar que la falta de depredadores en un ecosistema puede llevar a consecuencias sorprendentes (cambio en la vegetación, modificación en el paisaje, el nú-mero y la virulencia de los incendios forestales, fomento de las especies invasoras, enfer-medades infecciosas en otras especies…)

La disminución de sus poblaciones viene determinada por causas humanas relacionadas con la actividad cinegética, la fragmentación y perdida de calidad de sus hábitats, los atro-pellos… Estas especies siempre han sido consideradas como competidoras de la humana y son las primeras a las que desplaza.

Este día internacional supone una oportunidad de concienciar sobre la alarmante situación en la que se encuentran estas cuatro especies en nuestro país y pedir que se tomen medidas efectivas que ayuden a conservar estas emblemáticas especies, lo que repercutirá de forma positiva sobre otras muchas.

4 Ecologistas en Acción

5Depredadores amenazados

Oso pardo (Ursus arctos)

Protección

En España el oso pardo (Ursus arctos) está protegido desde 1973 e incluido en la categoría “En Peligro de Extinción” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

Está considerada como “especie prioritaria” y “especie de interés comunitario que requiere una protección estricta” en la Directiva de Hábitats de la Unión Europea (Anexos II y IV)

El Ministerio de Medio Ambiente aprobó en 1999 la “Estrategia para la conservación del oso pardo cantábrico”, cuyos objetivos principales son reducir la mortalidad no natural, conservar y mejorar el hábitat, asegurar la conectividad entre poblaciones y núcleos de población y garan-tizar el apoyo público a su conservación.

Cordillera Cantábrica

Las cuatro comunidades autónomas cantábricas con presencia de osos tienen Planes de Recu-peración vigentes:

Cantabria: Decreto 34/1989, de 18 de mayo.

Castilla y León: Decreto 108/1990 de 21 de junio.

Asturias: Decreto 13/1991, de 24 de enero, revisado por Decreto 9/2002, de 24 de enero.

Galicia: Decreto 149/1992, de 5 de junio.

Pirineos

Sólo Navarra ha aprobado su Plan de Recuperación Decreto Foral 268/1996, de 1 de julio.

Aragón: Decreto 181/2005 por el que se regula el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón, entre ellos el Plan de Recuperación del Oso Pardo.

Desde 2006 se viene elaborando la “Estrategia para la conservación del oso pardo en los Pirineos”.

6 Ecologistas en Acción

Situación

El Oso Pardo (Ursus arctos) en la península ibérica está presente en dos zonas montañosas, la Cor-dillera Cantábrica y los Pirineos.

En la Cordillera Cantábrica la especie se distribuye en dos zonas que se consideraban aisladas entre sí, aunque estudios recientes demuestran que el intercambio de ejemplares entre ambas ha sido mayor del que se imaginaba.

Lo que tradicionalmente se ha conocido como subpoblación occidental, en territorios principal-mente de Asturias y también del noroeste de León, con incursiones más en Lugo y menos en Zamora. Y, por otro lado, la subpoblación oriental, fundamentalmente en la Montaña Palentina y en la Liébana de Cantabria, sin olvidarnos de Riaño en León y de una pequeña parte en Asturias.

En la zona occidental de la Cordillera los censos han sido más fiables y el consenso sobre los mis-mos ha sido generalizado, contando con la coordinación de la administración, los datos hablan de más de 200 ejemplares.

En la zona oriental los censos no están tan claros, mientras oficialmente la Junta de Castilla y León en su Dirección General de Valladolid da la cifra de 30 ejemplares, la dirección del Parque Natural de la Montaña Palentina aventura 40, aunque un estudio genético reciente (a pesar de que incide en que no pretende realizar un censo total) individualiza 26, e incluso algunos científicos hablan de poco más de 20 ejemplares.

En Pirineos también podemos establecer dos núcleos: el occidental–noreste de Navarra y noroes-te de Huesca- abocado a la extinción con tan solo 2 ejemplares en la actualidad, a pesar de haber constituido el último reducto pirenaico durante el siglo XX; y el central-oriental -Valle de Arán, Parque Natural del Alto Pirineo (Lérida), noreste de Huesca - con unos 35 ejemplares fruto de la suelta de osos eslovenos iniciada en 1996 en el lado francés de los Pirineos.

Amenazas

Aunque cada territorio presenta unas peculiaridades propias, la problemática de la especie comparte amenazas.

• Ocupación y transformación del hábitat. Fragmentación de los núcleos poblacionales.

• El veneno. Sigue siendo uno de los principales problemas para la especie.

• La caza furtiva, aunque parezca extraño en el siglo XXI se siguen matando ejemplares para colecciones o trofeos.

• Burocracia absurda y lenta para pagar los daños, esto genera malestar entre ganaderos que ven el oso un problema.

• Caza (Reservas Regionales, Cotos Privados de Caza) representa una seria amenaza en zonas de reproducción de la especie.

• Falta de compromiso institucional para hacer seguimiento y actualización de la normativa. Administraciones poco proclives a la conservación y más a favor de la gestión cinegética.

7Depredadores amenazados

• Conflictos con cierto sector de la población local de zonas oseras hacen ver al oso como culpable de sus problemas.

• Recursos alimenticios escasos en determinados momentos, siendo necesario volver a dejar en el medio las carroñas de los animales domésticos.

• Turismo de fauna salvaje, una actividad creciente que mal desarrollada puede suponer una “persecución” de ejemplares, especialmente de osas con crías, por parte de “naturalistas”.

Propuestas

Medidas fundamentales:

• En el Oriente de la Cordillera Cantábrica y en los Pirineos debe crearse una conciencia social del privilegio que supone tener osos y de sus beneficios.

• Una mayor implicación de las administraciones, políticos y técnicos por la conservación el oso en los territorios como joya de éstos.

• Trabajar en educación para desterrar argumentos tradicionales, transformados en demagogias, que han ayudado poco o nada en la conservación de la especie.

• Delimitación de zonas de refugio y/o áreas críticas donde la tranquilidad para la especie sea total, garantizada y vigilada.

En el terreno práctico, son necesarias medidas que ayuden a minimizar las amenazas descritas con anterioridad:

• Delimitar claramente áreas críticas, que no tienen porque ser extensas, en las que la tranquilidad de la especie durante todo el año este garantizada.

8 Ecologistas en Acción

• Tomar medidas sobre lo que está ocurriendo con el veneno, que aunque no está dirigido a dicha especie está resultando gravemente afectado.

• Debe volverse a la situación anterior a las “vacas locas”, las carroñas deben dejarse donde siempre se dejaron, en el monte.

• Limitación de la caza en áreas críticas, zonas de reserva. Mejora de la gestión cinegética en zonas con osos, especialmente en los terrenos públicos.

• Indemnizar de forma rápida, y esto es en menos de tres meses. Perseguir la posible picaresca en cuanto a los daños de oso y, especialmente de lobo, de manera muy severa.

• Debería realizarse un censo no intrusivo, fundamentado en la genética.

• Reforestar con especies productoras de fruto, especialmente frutos carnosos (cerezos, manzanos…) y realizar tareas selvícolas en zonas de bosques de frondosas (robledales y hayedos) para conseguir en éstas una mayor producción de frutos.

• La conservación del oso pardo debe estar coordinada por la Administración, con la participación de todos aquellos interesados y conocedores de la especie que no tengan el lucro como fin principal. Los empleados públicos deben asumir la coordinación y la responsabilidad de la mejora de la especie.

• A nivel judicial, debe existir una mayor formación y concienciación del colectivo de jueces y fiscales.

• Impedir la masificación turística en zonas oseras, apostando más por la calidad que por la cantidad de visitantes, descartando la celebración de grandes pruebas deportivas en zonas críticas.

• La redacción de Planes de Recuperación de la especie en las CC AA donde todavía no se ha aprobado y la revisión de los actuales.

9Depredadores amenazados

Lobo Ibérico (Canis lupus)

Protección

“Especie de fauna estrictamente protegida” por el convenio de Berna, relativo a la Conservación

de la Vida Silvestre y el Medio Natural de Europa, firmado en 1979 (Anexo II). Al ratificarlo el Esta-

do español estableció una reserva que excluía a esta especie de esa categoría, incluyéndola en el

Anexo III “especies de fauna protegidas”.

“Especie de Interés Comunitario” por la Directiva Hábitats (Directiva 92/43/CEE), distinguiendo

dos niveles de protección en la Península Ibérica.

• Las poblaciones al sur del Duero están incluidos dentro del Anexo II "especies animales

y vegetales de interés comunitario para cuya conservación es necesario designar zonas

especiales de conservación" y del Anexo IV "especies animales y vegetales de interés

comunitario que requieren una protección estricta".

• Por su parte las poblaciones al norte del Duero se incluyen en el Anexo V "especies animales

y vegetales de interés comunitario, cuya recogida en la naturaleza y explotación pueden

ser objeto de medidas de gestión siempre y cuando no vayan en contra de un estado de

conservación favorable".

A nivel estatal, aunque carece de implicaciones legales, en 2005 se aprobó la Estrategia Española

de Conservación y Gestión del Lobo.

La Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad crea el Listado de Especies Silvestres en

Régimen de Protección Especial, donde se incluyen las posibles poblaciones locales de Andalucía,

Castilla–La Mancha y Extremadura.

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10 Ecologistas en Acción

En algunas comunidades al norte del Duero (Galicia, Cantabria, Castilla y León y La Rioja) el lobo

está considerado especie cinegética. En Euskadi existe un régimen diferencial de gestión entre

Araba, que cuenta con un plan de gestión, y Bizkaia donde es considerada especie cinegética.

En Asturias se encuentra catalogada como “Especie Singular”. En Cataluña, sin estar catalogada,

cuenta con un plan de recuperación.

Al sur del Duero las comunidades de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura tienen incluida

la especie en sus catálogos de especies amenazadas.

Situación

Tras abarcar durante todo el siglo XIX la mayor parte de la Península Ibérica, fue reduciéndose su

territorio hasta la década de los setenta del siglo XX, llegando a contar con un sólo núcleo pobla-

cional por toda la fachada noroccidental ibérica.

La recuperación de las poblaciones de ungulados por el abandono de determinados usos y activida-

des humanas relacionadas con el sector primario, unido a la reducción de la persecución sistemática

de la que era objeto por el ser humano, motivó un aumento paulatino de su población y distribución.

El segundo conteo nacional de esta especie, realizado por el Ministerio de Medio Ambiente y las co-

munidades autónomas determinó la existencia de 297 grupos reproductores de lobos distribuidos por

unos 91.000 km². A grandes rasgos la mayor población europea occidental de lobos sigue acantonada

en el noroeste ibérico e intenta avanzar hacia el sur peninsular a través de la meseta central hacia el

Sistema Central, donde existe presencia reproductora conocida. En el Sistema Ibérico norte y el tercio

nororiental cantábrico su presencia y distribución sigue estancada. Ha desaparecido de la Sierra de

San Pedro (Extremadura) y virtualmente de Sierra Morena. Los escasos lobos aparecidos en Pirineos

orientales llevan más de una década sin asentarse como reproductores y son lobos franco-italianos.

No hay que olvidarse que España no tiene una población de lobos exclusiva, sino que comparte

la misma población con Portugal, donde existen en torno a los 60-65 grupos de lobos desde hace

varias décadas y en Portugal el lobo está estrictamente protegido.

Amenazas

La principal amenaza para este animal es la injusta impopularidad que pesa sobre él en el medio ru-

ral, lo que conlleva una persecución legal e ilegal desmedida. En este sentido es víctima directa de la

caza y del uso ilegal de cebos envenenados, ya sea furtiva o permitida por las administraciones bajo

el eufemismo de “control de población”. Los conflictos con intereses ganaderos, unido a un desinterés

de las administraciones competentes que retrasan el pago de las indemnizaciones o no responden a

criterios adecuados para la práctica ganadera es un factor que no ayuda en este sentido.

Los atropellos en carreteras también es un factor importante de mortalidad en la especie y estas

infraestructuras, además, fragmentan su territorio creando un aislamiento poblacional y por lo

11Depredadores amenazados

tanto mayor riesgo de extinción de pequeñas poblaciones aisladas.

Una de las razones para su persecución es los ataques y los consiguientes daños que produce en

la ganadería extensiva. Sin embargo estos daños no son económicamente muy costosos y con

la mejora en la gestión del ganado y la utilización de medidas preventivas como los mastines, la

recogida del ganado por la noche, la coordinación de la paridera, etc. es perfectamente evitable

al menos se puede reducir en buena medida.

Propuestas

• Protección estricta del lobo ibérico en toda España e inclusión de la especie en los Catálogos

de Especies Amenazadas de las comunidades autónomas (CC AA).

• Paralizar de forma inmediata los planes o decretos de control de la especie.

Varias CC AA desarrollan planes de gestión que incorporan eufemísticamente “controles de

población”, partiendo de la premisa errónea de que la predación sobre ganado es una simple

función de la abundancia de lobos.

• Elaboración de Planes de Conservación o Recuperación del lobo. Estos planes deberían incluir

la necesidad de fomentar la conectividad entre poblaciones locales a través de la creación

efectiva de corredores ecológicos reforestados, pasos de fauna específicos, revisar en profun-

didad el modelo cinegético, la prohibición de vallados cinegéticos y/o ganaderos, etc. Esta

iniciativa requerirá un alto grado de coordinación entre CC AA y autoridades locales.

• Aprobación, adecuación real y/o revisión de los Planes de Gestión de las Zonas de Especial

Conservación (ZEC) con presencia de lobo. Actualmente la mayor parte de las ZEC con presen-

cia de lobo no han sido declaradas y los borradores de planes de gestión que se están elabo-

rando no cuentan con información detallada de la especie, carecen de objetivos ambiciosos,

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12 Ecologistas en Acción

o no contemplan acciones específicas para la conservación de la especie. Por ello no se está

garantizando el estado de conservación favorable de la especie, sobre todo al sur del Duero.

• Promover la elaboración de un censo peninsular del lobo ibérico. Este censo debe ser científi-

co, independiente y supervisado por personal de organismos nacionales e internacionales de

prestigio que nos permita conocer la situación real de la especie en la actualidad.

• Fomentar la coexistencia entre el lobo y la ganadería extensiva. Mantener una población de lo-

bos en estado favorable de conservación, como dicta la Directiva Hábitats de la UE, puede ser

compatible con la explotación ganadera de pastos. Esa compatibilidad pasa por reconocer y

admitir la presencia de lobos en el paisaje ajustando la gestión en consecuencia, facilitando al

sector ganadero la adopción de medidas preventivas (perros de vigilancia, pastoreo, recogida

nocturna, vallados etc.).

• Aplicar un sistema justo de compensaciones al sector agroganadero. Los lobos no amenazan

la viabilidad del sector ganadero español, ya que la predación sobre ganado afecta a menos

del 1 % de la cabaña ganadera extensiva a nivel estatal. Ese patrón general no impide que

determinadas zonas o explotaciones concretas puedan verse especialmente afectadas. Para

evitar descompensaciones en el reparto de esfuerzos de conservación, es deseable implantar

ayudas a las explotaciones ganaderas en territorios con presencia de lobos.

• Disminución de la presión cinegética sobre presas salvajes del lobo (corzo, ciervo, jabalí, etc.)

Para lograr la conservación del lobo y reducir el número de ataques al ganado es fundamental

disminuir la presión sobre sus presas salvajes, lo cual además evitaría o reduciría la necesidad

de los descastes que se realizan de estas especies por la ausencia de grandes carnívoros.

• Promover acciones contra el furtivismo y los envenenamientos. El lobo sigue siendo persegui-

do incesantemente de manera legal e ilegal en la mayor parte de su área de distribución. Por

ello es necesario que las CC AA y el Estado adopten medidas concretas y más severas, legislan-

do al respecto, que eviten la persecución de la especie y castiguen a los culpables.

• Permitir el abandono de carroñas de ganadería extensiva en el campo. Las carroñas pueden

ofrecer un recurso importante para carnívoros como el lobo, pero es preciso mantener su dis-

tribución aleatoria e impredecible, para no generar un nivel indeseable de dependencia

• Regular y propiciar el ecoturismo de lobos, incluidas las actividades de observación directa y

fotografía. El turismo de observación de la naturaleza, actividad que debe ser compatible con

la conservación de la especie y su hábitat, supone una importante actividad socioeconómica

en diferentes países, con ingresos muy superiores a los derivados de la caza de las especies

observadas, pero requiere la prohibición de la caza.

• Fomentar la educación y concienciación sobre la importancia ecológica de los grandes depre-

dadores, en particular del lobo.

13Depredadores amenazados

Lince(Lynx pardinus)

Situación

A comienzos del siglo XXI, los estudios de campo tanto de técnicos/as de la administraciones

públicas como de algunas organizaciones ambientalistas, como la Coda (Coordinadora de Or-

ganizaciones de Defensa Ambiental), posteriormente Ecologistas en Acción, como WWF, confir-

maban que el lince ibérico estaba en una situación crítica, extinguida de gran parte de su área

de distribución histórica, y, en un escenario de pre-extinción, en Andalucía y Castilla La Mancha,

los últimos reductos de la población en estado silvestre.

El resultado del intenso esfuerzo de sensibilización, denuncia y seguimiento de la especie por

parte de algunas de las principales organizaciones ecologistas del Estado, junto con las im-

portantes aportaciones a nivel científico, culminó con la aprobación en 1999 de la Estrategia

Nacional para la Recuperación del Lince Ibérico y con la organización de dos seminarios sobre

la especie que se revelerían determinantes para su futura conservación”

Un primer seminario, en marzo de 1997, en la localidad de Cardeña (Córdoba), organizado por el

Proyecto Lince (Coda) y por Godesa y Aedenat-Córdoba. Y un segundo seminario, que resultaría

particularmente crucial para la especie, en febrero de 2001, en la ciudad de Jaén. En este último

seminario, organizado por Ecologistas en Acción, con el apoyo de la Consejería de Medio Am-

biente de la Junta de Andalucía, se sentaron las bases de los sucesivos Proyectos LIFE, iniciativas

de conservación que han contribuido a evitar la extinción definitiva del lince ibérico.

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14 Ecologistas en Acción

Cuando se inicia este proceso, la población existente de lince ibérico no superaba los 100 ejem-

plares, sumando las poblaciones de Andújar y Doñana. Década y media después, la población

de lince ibérico en libertad roza los 500 ejemplares distribuidos en las áreas de actuación repar-

tidas entre las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, y en la

vecina Portugal, como consecuencia en buena medida de las reintroducciones acometidas en

los últimos años.

Protección

Al nivel internacional la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), lo

incluyó en su día en la categoría de "En Peligro Crítico". Posteriormente, en 2015, la UICN, cam-

bia el estatus del lince ibérico a "En Peligro", como consecuencia de la mejora, según su criterio,

de las poblaciones en estado silvestre de la especie. En el ámbito comunitario, el lince ibérico

está considerada como especie prioritaria, lo que obliga, a los Estados de España y Portugal,

por tratarse de una especie endémica y única de la Península Ibérica, a la designación de Zonas

Especiales de Conservación (ZEC), en aplicación de la Directiva Hábitat (92/43/CEE, de 21 de

mayo de 1992).

En cuanto al marco normativo estatal, el lince ibérico Lynx pardinus, se encuentra desde 1990

incluido en la categoría "En Peligro de Extinción", del Catálogo Nacional de Especies Amena-

zadas (Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo). Posteriormente, en virtud de la aprobación

de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, se crea el

Listado de Especies Silvestres en el Régimen de Protección Especial, incluyendo el Catálogo

Español de Especies Silvestres Amenazadas, manteniéndose al lince ibérico en la categoría

señalada anteriormente.

Amenazas

Tradicionalmente se ha señalado que los principales factores que han conducido inexorable-

mente al borde de la extinción a esta emblemática especie silvestre, han sido la disminución de

su principal presa, el conejo de monte, la destrucción y fragmentación de su hábitat y la perse-

cución humana.

La importancia del conejo de monte es vital para la conservación del lince ibérico. Las enferme-

dades (mixomatosis y posteriormente la hemorrágica) han diezmado las poblaciones; hasta un

80 % en los últimos 30 años. Al impacto de las enfermedades habría que añadir el cambio en

la estructura y composición vegetal de amplios territorios de monte mediterráneo, como con-

secuencia del abandono de ciertas prácticas de manejo del sustrato arbustivo. De igual modo,

habría que destacar -ignorándose abiertamente por el sector cinegético y las administracio-

nes públicas- el aumento exponencial de las poblaciones de jabalíes y de ungulados silvestres.

También habría que subrayar la caza del conejo por parte de los cazadores, como un factor de

15Depredadores amenazados

presión importante, que no pueden ni deberían de soportar en términos generales unas pobla-

ciones muy diezmadas.

Por otra parte, en la actualidad, y debido al intenso seguimiento de la especie, se ha podido

determinar con más precisión lo que ante se desconocía, es decir, como mueren y donde mue-

ren de forma prematura algunos de los linces ibéricos que viven en estado silvestre en maris-

mas y sierras. La mayor parte de éstos (128, el 46,2 % de las muertes conocidas en el periodo

2002/2017), han muerto atropellados en vías de comunicación que fragmentan los territorios

linceros, otro porcentaje de animales (34, el 12,3 %), por acción furtiva e ilegal de cazadores o

personas con intereses cinegéticos, y otro no menos numeroso, muertos a causa de diversas

enfermedades, y que puede ser consecuencia directa de los escasos efectivos y su baja variabi-

lidad genética.

En los últimos años el Programa de Cría en Cautividad ha incrementado mucho el número de

linces en cautividad, de los cuales una parte importante son liberados. Sin embargo, estas libe-

raciones han llevado casi al olvido las actuaciones de protección de las poblaciones autóctonas

y se han estado realizando en zonas donde previamente no se han eliminado sus principales

amenazas, como son los atropellos, los vallados y determinadas prácticas cinegéticas. Ello está

provocando un nivel de mortalidad inaceptable y a que tampoco se asegure la protección efec-

tiva y la desfragmentación de los hábitats.

16 Ecologistas en Acción

Propuestas

Actividad cinegética

•Eliminación de los métodos de control de predadores

•Eliminación de los vallados cinegéticos

•Fomento de la población del conejo mediante medidas de mejora y protección del hábitat y restricciones a la caza de la especie.

•Incremento de la vigilancia y de las sanciones sobre las malas prácticas cinegéticas

Atropellos

•Arreglar los puntos negros mediante pasos de fauna, reducción de la velocidad y aplicando otras medidas, por ejemplo, las disuasorias.

•Mejorar la planificación y la ubicación de los lugares de suelta.

•No incrementar las nuevas infraestructuras viarias en el medio natural, especialmente en el hábitat de la especie.

Gestión de la especie

•Atenderdebidamente la protección de las poblaciones naturales existentes y potenciar las posibilidades de recolonización natural de otras zonas

•Actualizar la estrategia Nacional y los planes de recuperación a la nueva situación de la especie e incorporando como zonas críticas las zonas de potencial recolonización.

•Potenciarlaproteccióndeloscorredoresentrepoblaciones.

Protección del hábitat

•Evitarnuevasinfraestructuras,macroproyectosylastransformacióndelhábitatqueafectan tanto a las zonas de presencia estable como de futura recolonización

17Depredadores amenazados

Gato montés (Felis silvestris)

Protección

“Especie estrictamente protegida” por la Directiva 92/43/CEE del Consejo de 21 de mayo de 1992,

relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres ( Anexo IV) y por

el convenio de Berna. Incluido en el Anexo II del Reglamento CITES del Convenio de Washington,

que regula el comercio internacional de especies amenazadas.

A nivel estatal está incluida en el listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial del

Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Ré-

gimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas. A nivel autonómico,

los catálogos de especies amenazadas de Madrid, Murcia, Navarra, Castilla-La Mancha, Extremadura

y Andalucía, la consideran especie de “Interés Especial”. En el País Vasco su catálogo la considera

como especie “vulnerable” y el de Cataluña como especie protegida de su fauna salvaje autóctona.

En el l libro Rojo de los Mamíferos de España aparece catalogado como “Casi Amenazado NT” .

Situación

Se parte de un tradicional desconocimiento de esta especie que afecta entre otras cuestiones a

su distribución y sus hábitats preferidos. Por lo general se considera que se encuentra distribuido

ampliamente por toda la geografía estatal, desde el nivel del mar hasta la media montaña, excep-

18 Ecologistas en Acción

to en las islas, aunque hay zonas, especialmente las más humanizadas donde ha desaparecido. Por

el contrario las zonas con mayor densidad se relacionan con zonas de matorral en mosaico y con

presencia de conejo.

Siempre se le ha considerado una especie eminentemente forestal, pero se le puede encontrar en

casi todos los medios con algo de cobertura vegetal: desde la zona literal hasta casi todos los tipos de

bosque, especialmente, como ya se ha apuntado, en zonas de matorral mediterráneo y bosques de

ribera, llegando también a zonas agrícolas degradadas y esteparias con cobertura vegetal cercana.

Amenazas:

• La hibridación genética y la trasmisión de enfermedades infecciosas por contacto con gatos

domésticos. Diversos trabajos han alertado sobre la amenaza de la perdida de la variabilidad

genética debida a la hibridación con el gato domestico, llegando a indicar muchos de ellos

que casi no existían ejemplares “puros”. Sin embargo, un mejor conocimiento de la especie,

indica que si bien este factor es importante en las poblaciones de esta especie ubicadas en

las zonas de gran densidad humana, donde hay más poblaciones de gatos asilvestrados que

silvestres, los datos sobre las especies más aisladas hablan de poblaciones bien conservadas,

con un grado de hibridación relativamente bajo.

• El contacto con gatos domésticos también supone otra amenaza como factor de aparición

de enfermedades de carácter vírico (leucemia felina, inmunodeficiencia felina, peritonitis

infecciosa), que para algunos conocedores de la especie, sería una amenaza más importante

que la hibridación.

• Los procesos de fragmentación y pérdida de calidad de los hábitats naturales. La desapari-

ción de amplias zonas de la península se asocia a la perdida de mosaicos agrícolas y bosques

de ribera. Detrás de ello se encuentran las concentraciones parcelarias y prácticas forestales.

• La perdida de calidad de su habitar también se debe al cambio de usos cinegéticos, especial-

mente en cotos de caza mayor donde se favorece mayores densidades de ungulados, lo que

reduce, incluso acaba, con las presas habituales de la especie (conejos y roedores).

• La mortalidad directa derivada principalmente de la actividad cinegética. Esta especie ha

sido históricamente perseguida por “dañar” las consideradas como cinegéticas. Hoy todavía

tiene como una de sus mayores amenazas los métodos de control de depredadores en los

que se ha constatado una importe mortandad en diferentes puntos de la geografía estatal

(Castilla La Mancha, Andalucía, País Valencia). Casi el 50 % de los ejemplares que entran en

algunos centros de recuperación es por este motivo.

La colocación de cebos envenenados, práctica también relacionada con la práctica cinegé-

tica, como método ilegal no selectivo, afecta de manera importante, siendo, después de los

cánidos, la especie carnívora más afectada.

19Depredadores amenazados

• Atropellos: Las carreteras y autovías, además de ser un factor importante de fragmentación

del hábitat, constituyen la segunda causa de mortalidad de la especie, después de la apun-

tada en el punto anterior.

Propuestas

El gran desconocimiento generalizado de la especie lleva a la necesidad de pedir en primer lu-

gar, a las administraciones responsables, la realización de estudios y seguimientos para obtener

información científica que permita conocer mejor la situación de la especie en la península. No

en balde entre las recomendaciones del convenio de Berna a Portugal y España se encontraba“ la

realización de un inventario nacional de la distribución geográfica y de la situación de la especie”.

La XII asamblea de este mismo convenio (1992) aprobó las líneas maestras que deberían desarro-

llar los países firmantes para garantizar la conservación de esta especie. Muchas de estas líneas

maestras, al igual que la recomendación anterior, décadas después siguen siendo igual de validas,

dado que poco o nada han sido puestas en marcha en la Península Ibérica, prueba del poco in-

terés puesto en la conservación de esta especie por parte de las administraciones competentes.

Dichas líneas maestras recogidas de las propuestas por la asamblea del convenio de Berna son:

• Realizar inventarios cartográficos de las regiones propicias para el Gato Montés, con infor-

mación sobre los pasillos de comunicación entre estas zonas y los obstáculos naturales y

artificiales que puedan dificultar la dispersión de los gatos.

• Gestionar las áreas forestales habitadas por el gato, teniendo en cuenta sus requerimien-

tos; estas medidas deberían tender a aumentar el aspecto natural de la masa, evitando por

ejemplo la plantación de árboles de edad homogénea y favoreciendo el empleo de especies

autóctonas y, si es posible, la reconstitución de los bosques primitivos.

20 Ecologistas en Acción

• Favorecer el mantenimiento de los paisajes tradicionales de agricultura no intensiva, con

utilización de pocos pesticidas y abonos, al constituir estas zonas un buen hábitat para el

gato montés.

• Conservar, mejorar o crear, según sea el caso, corredores ecológicos para el gato montés.

• Evitar la fragmentación de las poblaciones de gato montés por las carreteras y otros obstá-

culos. Adaptar las carreteras ya existentes para permitir el paso de la fauna y, en las zonas

habitadas por el gato montés, prever lugares de cruce para los animales silvestres en el

diseño de nuevas carreteras.

• Evaluar el impacto de las nuevas infraestructuras (carreteras, embalses, canales, etc.), del

turismo y del cambio de las prácticas agrícolas sobre el gato montés.

• Prohibir la caza de gatos domésticos para evitar la caza por confusión con el gato montes.

• Cuando resulte imprescindible controlar de forma ética a los gatos asilvestrados, autorizan-

do únicamente la utilización de métodos selectivos para su captura en vivo por parte de

personal con autorización expresa.

• Aprobar planes de recuperación para el gato montes.

• Estudiar la posibilidad de iniciar proyectos de reintroducción en regiones adecuadas donde

sea poco probable una recolonización natural. Evitar el inicio de programas de este tipo

cuando las normas internacionales (de la UICN o del Consejo de Europa) no puedan ser

plenamente cumplidas.

• Potenciar la investigación sobre los aspectos de la biología del gato montés y de los gatos

caseros asilvestrados que permita una mejor gestión de sus poblaciones, en especial: La dis-

tribución geográfica y los patrones de dispersión de la especie. La dinámica de la población.

El efecto de las barreras sobre la fragmentación de las poblaciones. La hibridación del gato

montés con el doméstico. Los factores genéticos y morfológicos que diferencien al gato

montés del doméstico.

• Organizar campañas de sensibilización entre los colectivos de cazadores, de guardas am-

bientales y entre la población local en las regiones habitadas por el gato montés. Recalcar

en estas campañas el estatus de especie protegida, su gran valor biológico y natural y sus

problemas de conservación.

21Depredadores amenazados

Conclusiones

Es preocupante la situación en la que se encuentran los grandes carnívoros terrestres del Estado

español. Los depredadores determinan la abundancia de todas las demás poblaciones, pudiendo

provocar su ausencia importantes cambios en los ecosistemas. Es necesario reclamar que se adop-

ten nuevas medidas para asegurar su adecuado estado de conservación y frenar sus amenazas.

Aunque el lince ibérico y el oso pardo son dos especies en peligro de extinción, muy conocidas y

que están recibiendo mucha atención por parte de las administraciones competentes, incluyendo

importante financiación, su conservación continúa sin estar garantizada y denuncia que no se está

priorizando la conservación de su hábitat.

El lince ibérico ha incrementado su población en los últimos años basándose en un artificioso pro-

grama de cría en cautividad y de sueltas constantes que crean una falsa imagen sobre su verdadera

situación. Sin embargo, se enfrenta a una sangría de bajas por atropellos, disparo y caza con méto-

dos de control de predadores y su hábitat se sigue viendo notablemente afectado tanto por el incre-

mento de barreras que lo fragmentan, como por proyectos de urbanización. No son oportunos los

mensajes demasiados optimistas de las administraciones respecto a la situación y futuro del lince,

mientras que sus poblaciones y sus hábitats están cada vez más amenazados.

Por su parte, el oso pardo, aunque está teniendo avances importantes en la población cantábrica,

especialmente en la zona occidental, sufre y mucho en el resto de zonas, particularmente en el Pi-

rineo donde su situación es muy preocupante. En Navarra y Huesca la especie está abocada a la

extinción, con tan solo dos ejemplares machos, mientras que en el Valle de Arán, Parque Natural del

Alto Pirineo (Lérida), y noreste de Huesca se cuenta con una población de unos 35 ejemplares fruto

de la suelta de osos eslovenos iniciada en 1996 por el Gobierno francés.

En lo que al lobo ibérico y al gato montés respecta la situación es más precaria, ya que por desgracia

no gozan de la atención que reciben otros depredadores y son muy atacados por determinados

sectores, como el de la ganadería y la caza. El gato montés continúa siendo una especie muy poco

estudiada, con poca información a nivel estatal sobre su área de distribución y estado de conserva-

ción. Pese a ello son muchos los trabajos de campo que confirman la reducción de presencia y el

incremento de la mortalidad no natural. Ello requiere que las administraciones pongan en marcha

medidas urgentes para incrementar los estudios sobre esta especie así como para evitar las causas

de la regresión de sus poblaciones, especialmente la destrucción de su hábitat, la mortalidad debido

a la actividad cinegética, y la hibridación con gatos domésticos.

El lobo ibérico es quizás la especie mas emblemática y que mas interés despierta para gran parte

de la población, pero posiblemente también es la especie de la que mas ejemplares se mata cada

año, tanto legal como ilegalmente. Aunque se ha demostrado que los ataques del lobo al ganado

tienen solución mediante cambios en el manejo del ganado y medidas preventivas; pese a la falta de

22 Ecologistas en Acción

información científica actualizada sobre la situación de la especie; y a pesar de la extinción del lobo

ibérico en Andalucía y Extremadura y sur de Castilla - La Mancha; las administraciones continúan sin

adoptar medidas para asegurar la conservación de la especie.

Los grandes depredadores son indispensables para el mantenimiento de los ecosistemas. Su desa-

parición puede causar importantes cambios en el paisaje, la vegetación, la presencia de nutrientes,

la proliferación de especies invasoras, el número de incendios forestales, enfermedades infecciosas...

Es necesario que las administraciones competentes, Comunidades Autónomas y Ministerio, de for-

ma urgente pongan en marcha medidas para actuar sobre las principales amenazas para estas espe-

cies, que son: la fragmentación y la pérdida de calidad hábitat, la actividad cinegética legal e ilegal, y

los atropellos de fauna en las carreteras.