democracia y poliarquia

2
Si pensamos en la Democracia, con “D” mayúscula, como “poder del pueblo, para el pueblo y por el pueblo” (palabras de Abraham Lincoln) estaríamos hablando de una sociedad sin Estado, totalizante y sin minorías, quizá una democracia perfecta. Si hablamos de una democracia de las mayorías, con aceptación de la o las minorías, estaríamos hablando de una Poliarquía (concepto introducido por Robert Dahl), que se constituye como consecuencia descriptiva de lo que existe como práctica en lugar de la Democracia. El problema que se encuentra en este concepto tan sugerente, léase Poliarquía, es que detrás del poder de muchos o de la mayoría, y desde una perspectiva descriptiva (Sartori mediante), y analizando el concepto de poder, no solo desde su visión clásica de coerción, sino también de manejo de volumen de información, calidad de la información y capacidad de procesamiento de la información (formación), la mayoría con la posibilidad de hacer ejerció del poder es una minoría de la mayoría, ya que la minoría de la mayoría real pobre, generalmente nunca llega a superar a la minoría que si tiene acceso a la información y a la formación, por tanto la Poliarquía se transforma en el poder o gobierno de las minorías más y mejor informadas, lo que descriptivamente contradice lo que de principio afirma su propio concepto. En este punto, pareciera que nos quedamos sin opción, pero al retomar el concepto Democracia, nos damos cuenta que al asumir su inviabilidad descriptiva (léase real), no necesariamente se descarta que en su búsqueda se desarrolle un proceso, que podemos llamar de democratización, tan dinámico, que permita una constante construcción y reconstrucción de las prácticas democráticas, con base en la participación directa no solo de quienes tienen la información o simplemente el deseo o la claridad de incidir en el poder, sino de quien tiene el derecho a la información, buscando sentar las bases para la alternabilidad en su ejercicio. Es esta discusión la que no se discute, sino que se libra en nuestros espacios sociales, en pro de la construcción de una Democracia Socialista, que podríamos, descriptivamente, llamar Democratización Socialista, que no es más que, el reconocimiento

Upload: myriam-neira

Post on 12-Jan-2016

214 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

democracia

TRANSCRIPT

Si pensamos en la Democracia, con “D” mayúscula, como “poder del pueblo, para el pueblo y por el pueblo” (palabras de Abraham Lincoln) estaríamos hablando de una sociedad sin Estado, totalizante y sin minorías, quizá una democracia perfecta. Si hablamos de una democracia de las mayorías, con aceptación de la o las minorías, estaríamos hablando de una Poliarquía (concepto introducido por Robert Dahl), que se constituye como consecuencia descriptiva de lo que existe como práctica en lugar de la Democracia.

El problema que se encuentra en este concepto tan sugerente, léase Poliarquía, es que detrás del poder de muchos o de la mayoría, y desde una perspectiva descriptiva (Sartori mediante), y analizando el concepto de poder, no solo desde su visión clásica de coerción, sino también de manejo de volumen de información, calidad de la información y capacidad de procesamiento de la información (formación), la mayoría con la posibilidad de hacer ejerció del poder es una minoría de la mayoría, ya que la minoría de la mayoría real pobre, generalmente nunca llega a superar a la minoría que si tiene acceso a la información y a la formación, por tanto la Poliarquía se transforma en el poder o gobierno de las minorías más y mejor informadas, lo que descriptivamente contradice lo que de principio afirma su propio concepto.

En este punto, pareciera que nos quedamos sin opción, pero al retomar el concepto Democracia, nos damos cuenta que al asumir su inviabilidad descriptiva (léase real), no necesariamente se descarta que en su búsqueda se desarrolle un proceso, que podemos llamar de democratización, tan dinámico, que permita una constante construcción y reconstrucción de las prácticas democráticas, con base en la participación directa no solo de quienes tienen la información o simplemente el deseo o la claridad de incidir en el poder, sino de quien tiene el derecho a la información, buscando sentar las bases para la alternabilidad en su ejercicio.

Es esta discusión la que no se discute, sino que se libra en nuestros espacios sociales, en pro de la construcción de una Democracia Socialista, que podríamos, descriptivamente, llamar Democratización Socialista, que no es más que, el reconocimiento de la búsqueda de una Democracia. Búsqueda que implica una construcción Robinsoniana, que parte del principio de inventamos o erramos, que tiene como íconos fundamentales la formación, la participación del pueblo y la transformación de las estructuras, modelos y elementos culturales que han generado la depauperación de los elementos éticos para el logro de la felicidad tanto individual como colectiva, y que utiliza la Política, con P mayúscula intencionada, como vía para su concreción y el concepto de pueblo como meta, reconociendo y respetando a las minorías en el esfuerzo de integrarlas en dicha construcción.