democracia en grecia - finocchiaro

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EL CAMINO DE LA DEMOCRACIA EN GRECIA LOS SOFISTAS Por Alejandro Finocchlaro l.- INTRODUCCIÓN En líneas generales los cursos de historia de las ideas políticas o de filosofía política comienzan con aquello que solemos llamar "Mundo Griego" y ello así no solo porque este pueblo descubrió una forma diferente de pensar su cosmos, sino también porque allí, en el siglo V antes de Cristo por primera vez en la historia los hombres realizaron un experimento de gobierno cuyos fundamentos y practicas concretas Sé acercan mucho a lo que hoy denominamos democracia. A lo largo de la historia del mundo, toda manifestación de poder ha necesitado ser justificada, fundamentada, explicada en forma coherente y precisa, a aquellos sobre los cuáles será, finalmente, ejercida. Cuando ello no ha sido así, esas mismas manifestaciones de poder han sido resistidas y combatidas, con mayor o menor grado de intensidad hasta provocar su caída. El poder para subsistir, normalizarse" y transformarse en perdurable, siempre ha debido ser legitimado; aquellos que van a obedecer deben sentir como lógico que quien manda lo haga. Esto es así, aún en regímenes de corte autoritario. Por supuesto que el experimento democrático griego no puede ser estudiado como un mero hecho aislado prescindiendo del proceso de siglos que llevo forjarlo, Durante milenios los hombres se habían gobernado fundando la razón del poder en circunstancias externas a ellos mismos, mágicas o divinas y por lo tanto inapelables ya que escapaban a su propia comprensión del mundo. Por ello es que desandar el camino que desembocó en la democracia de algunas ciudades griegas en el siglo V antes de Cristo, consiste básicamente en historiar aquellos hitos que fueron jalonando la construcción del discurso que fundamentó y justificó una forma tan novedosa de gobierno en aquel contexto, cuya importancia fue tal que en pleno siglo las democracias occidentales se siguen considerando herederas de la Atenas de aquella época. En este capitulo se analizará la cuestión de los discursos que legitimaron el poder en la Antigua Grecia, tomando como objeto de estudio la nobleza aquea,

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EL CAMINO DE LA DEMOCRACIA EN GRECIA

EL CAMINO DE LA DEMOCRACIA EN GRECIALOS SOFISTASPor Alejandro Finocchlarol.- INTRODUCCINEn lneas generales los cursos de historia de las ideas polticas o de filosofa poltica comienzan con aquello que solemos llamar "Mundo Griego" y ello as no solo porque este pueblo descubri una forma diferente de pensar su cosmos, sino tambin porque all, en el siglo V antes de Cristo por primera vez en la historia los hombres realizaron un experimento de gobierno cuyos fundamentos y practicas concretas S acercan mucho a lo que hoy denominamos democracia. A lo largo de la historia del mundo, toda manifestacin de poder ha necesitado ser justificada, fundamentada, explicada en forma coherente y precisa, a aquellos sobre los cules ser, finalmente, ejercida. Cuando ello no ha sido as, esas mismas manifestaciones de poder han sido resistidas y combatidas, con mayor o menor grado de intensidad hasta provocar su cada. El poder para subsistir, normalizarse" y transformarse en perdurable, siempre ha debido ser legitimado; aquellos que van a obedecer deben sentir como lgico que quien manda lo haga. Esto es as, an en regmenes de corte autoritario. Por supuesto que el experimento democrtico griego no puede ser estudiado como un mero hecho aislado prescindiendo del proceso de siglos que llevo forjarlo, Durante milenios los hombres se haban gobernado fundando la razn del poder en circunstancias externas a ellos mismos, mgicas o divinas y por lo tanto inapelables ya que escapaban a su propia comprensin del mundo. Por ello es que desandar el camino que desemboc en la democracia de algunas ciudades griegas en el siglo V antes de Cristo, consiste bsicamente en historiar aquellos hitos que fueron jalonando la construccin del discurso que fundament y justific una forma tan novedosa de gobierno en aquel contexto, cuya importancia fue tal que en pleno siglo las democracias occidentales se siguen considerando herederas de la Atenas de aquella poca. En este capitulo se analizar la cuestin de los discursos que legitimaron el poder en la Antigua Grecia, tomando como objeto de estudio la nobleza aquea, ms tarde jnica, que pele en Troya, hasta la revolucin sofista en la Atenas del siglo V y la instauracin democrtica ll.- CONTEXTO HISTORICOEn los inicios de los tiempos. Si bien este estudio debiera comenzar en los siglos XI de antes de Cristo no puede tomarse a la nobleza aquea de esa poca como un objeto aislado de estudio, como si sus creencias o sistemas de valores se hubiesen iniciado con ellos sin ningn tipo de contacto con el mundo exterior. Desde el inicio de la civilizacin occidental, los hombres justificaron el poder de diferentes maneras, aunque con algunos ejes comunes a todos los pueblos de la antigedad surgidos de la frtil media luna. La justificacin mitolgica del poder no fue una originalidad de estos pueblos indoeuropeos que se establecieron cerca del siglo XVII antes de Cristo en la pennsula griega, sino que ellos fueron depositarios de una larga elaboracin intelectual de varios milenios. En las sociedades primitivas, el hombre fundament su capacidad de mando en la magia, que le permita obtener explicaciones acerca de los fenmenos que escapaban a su alcance. El dominio de estas artes confera poder y autoridad a aquel cuando estas prcticas se trasladaron del dominio privado al dominio pblico, es decir cuando dejaron de realizarse para beneficio personal y comenzaron a ser utilizadas para el bien comn, el mago se transform en funcionario pblico. El mago o chamn entonces legitimaba su poder en la posibilidad sobrenatural que posea de cambiar la realidad, segn James Frazer: "Cuando el bienestar de la tribu se supone que depende de la ejecucin de estos ritos mgicos, el hechicero o mago se eleva a una posicin de mucha influencia y reputacin, y en realidad puede adquirir el rango y la autoridad propios del jefe o del rey" (Frazer 2.003. 72) El prximo estadio de la evolucin en esta breve resea, est constituido por la aparicin de la religin, es decir de "Io divino" en la construccin del universo discursivo que legitimaba el poder. Esta irrupcin marc un notable, aunque lento avance evolutivo, ya que, en algn momento el hombre comenz a comprender la ineficacia de la magia para controlar determinados fenmenos naturales, entendiendo adems que ello significaba su propia derrota, ya que implicaba 'El reconocimiento de la impotencia humana para influir en gran escala sobre el curso d la naturaleza... " (Frazer 2.003: 85) Frente a este fracaso, el hombre se refugi en la creencia de seres sobrenaturales que s podan dirigir el curso de las cosas y a los que haba que propiciar para que e fueran favorables en sus decisiones, es decir de su imaginacin surgieron la mitologa y la religin (Armstrong 2,005). Por supuesto, todo ello supuso un elevado sistema de abstraccin que claramente no exista en fa concepcin mgica que simplemente asociaba efectos con causas, aunque casi nunca ellas tuviesen algo que ver en el resultado final. Esta nueva concepcin del poder, que se justificaba en Io divino, encontr en la antigedad distintas manifestaciones, desde la asimilacin del monarca con el mismo dios, hasta la constitucin de estirpes que deban reinar por su ascendencia divina. En el antiguo Egipto y segn los "Textos de las Pirmides" que fueron grabados por primera vez en la pirmide del rey Unas (hacia 2.375-2.345 antes de Cristo) puede leerse "El Faran es Dios, hijo de Dios, el Faran es el compaero y el hijo de DIOS, el faran es la existencia de Dios, el hijo de Dios, el mensajero de Dios" (Jacq 1.999: 79) En Babilonia, unas de las teogonas orientales que segn Vernant puede haber servido de modelo a las de Grecia, el rey no domina solamente la jerarqua social, interviene tambin en la marcha de los fenmenos naturales. El ordenamiento del espacio, la creacin del tiempo, la regulacin del ciclo atmosfrico, aparecen integrados en la actividad real; son aspectos de su funcin de soberana". El pueblo judo bas su sistema normativo en una delegacin divina, ya que al bajar Moiss del Monte Sina se dirigi a la asamblea diciendo: "Dios, queridos hebreos, me ha acogido con la mejor intencin y, despus de dictarme las normas para que vosotros pasis una vida feliz y las reglas de vuestro comportamiento como ciudadanos."

Los Hititas tenan un rey que era intermediario entre la divinidad y el pueblo y era "jefe religioso y gran sacerdote, y en tal carcter debe asegurar para su pas y para s mismo la benevolencia y ayuda de la divinidad."Finalmente tambin Herodoto cuenta que los escilas remitan el origen divino de su estirpe real a un hombre llamado Targitao "cuyos padres fueron Jpiter y una hija del ro Boristenes". Este breve recorrido realizado por algunos pueblos que en algunos casos precedieron a los aqueos y en otros casos surgieron contemporneamente a ellos, permite adquirir una comprensin ms singular del fenmeno descrito, en cuanto a los discursos que en la antigedad legitimaban el poder desde la concepcin de "Io divino". EL PUEBLO AQUEO. Aproximadamente entre el ao 2.000 antes de Cristo y el ao 1.600 antes de Cristo se sucedieron una serie de invasiones de pueblos indoeuropeos que conocan el bronce y que procedentes del norte de Europa lograron conquistar la Tesalia y desde all se diseminaron por la pennsula griega. Estos pueblos que lograron conquistar a los pelasgos, es decir a los primitivos habitantes de Grecia, son aquellos que los historiadores denominan aqueos.La irrupcin de estos pueblos no supuso un marcado trauma como el que siglos ms tarde supondran las invasiones dricas y terminaron fusionndose con los conquistados, dando nacimiento siglos ms tarde a la civilizacin micnica. De hecho y tomando como fuente la teora expuesta por Graves, los pueblos invasores habran llevado consigo el culto a Zeus y a una serie de divinidades de origen masculino que, gracias a la tolerancia aquea, habran terminado por mixturarse con las deidades femeninas adoradas por los pelasgos, dando origen al panten de dioses griegos popularmente conocidos.

Sin embargo, y a pesar del esplendor de la civilizacin micnica hasta la de este pueblo posea una organizacin poltica sumamente primitiva con caracterstica feudales de pequeos principados, formados por la confederacin de pueblos o de grupos de famillas, bajo la autoridad de jefes aqueos, propietarios de tierras y jefes de guerreros y eran gobernados por jefes con el titulo griego de basileus, que constituan pequeas monarquas patriarcales, que concurran a formar otras mayores como fruto del predominio de una de ellas, sin excluir las federaciones exigidas por razones histricas y geogrficas.Una de esas federaciones a las que se alude en el prrafo anterior fue la coalicin formada para atacar la ciudad de Troya, que ubicada sobre el Bsforo constitua un estorbo a la expansin martima aquea. Puede afirmarse que esta fue la primera gran empresa de este pueblo ya que antes de la guerra de Troya, no habia hecho la Grecia hazaa alguna en comn.Cada uno de los hroes griegos citados por Homero en "La illada" era un rey o basileus de su respectiva ciudad (Agamenn de Micenas, Menelao de Esparta) que aport recursos fsicos y humanos para la empresa comn, participando seguramente en los botines en la misma proporcin. Sin embargo esta contienda no slo fue importante porque implico un avance territorial y econmico griego, sino porque a partir de ella la nobleza aquea se consolid y Io que es ms importante se afianz decididamente y por muchos siglos el discurso sobre el que ellos legitimaban su poder. De hecho, es tan slido este discurso que aqu nace y perfecciona, que ni siquiera las invasiones de los dorios conocedores del hierro, que empujaron a estos pueblos hacia el mar Jnico, pudieron modificarlo. En este sentido es conveniente tener en cuenta que los pueblos dorios, aunque compartan idioma y dioses con los otros habitantes de la pennsula griega, posean una concepcin absolutamente racista, razn por la cual no se mezclaron con los pueblos invadidos. LOS AQUEOS DE ESTIRPE DIVINA En la sociedad micnica anterior a Troya el nax o rey (ms adelante basileus) dominaba casi completamente las esferas poltica, militar y econmica de su territorio, adems de la vida religiosa. En efecto el nax era adems una especie de sacerdote que ordenaba el ritual las festividades y los sacrificios, es decir mantena una ntima conexin con el mundo religioso. Sin embargo esta ligazn con el mundo sobrenatural era mucho ms estrecha, a la vista de sus sbditos ya que en Grecia se ha perpetuado, hasta dentro del cuadro mismo de la ciudad, el recuerdo de una funcin religiosa de los reyes y que ese recuerdo ha sobrevivido bajo una forma mtica, la del rey divino, mgico, seor del tiempo, dispensador de la fertilidad.

Puede colegirse en funcin de ello, que un rey divino que tenla absoluta injerencia en el curso del tiempo y en la fertilidad, en sociedades que bsicamente vivan en economa agrcolas, no necesitaba demasiado ms para legitimar su poder. As tambin Io entiende Pirenne que al explicar el carcter divino de los monarcas aqueos dice: "El rey es tambin, y por encima de todo, el gran sacerdote de sus Estados y quien procede a los sacrificios que su Ciudad ofrece a los dioses. Toda accin se ve precedida por la invocacin de la divinidad o por los sacrificios que le son ofrecidos, ya que el verdadero rey es el dios de la ciudad. Y as, a imitacin de los reyes de Egipto, Babilonia y Creta, los reyes presumen de ser descendientes de los dioses."

Sin embargo y como se ha expresado anteriormente, no era slo al basileus o rey a quien legitimaba este discurso de poder basado en una estirpe divina surgida de la ilada, sino tambin a toda una clase noble que a partir de all se arrogara el derecho a gobernar. La construccin de genealogas divinas fue considerado entonces un factor de poder, ya que: la fortuna de un hombre su ciudadana poda depender de algn detalle de esa genealoga.

Con Io hasta aqu dicho podra considerarse que este pueblo aqueo no escapaba a las concepciones generales que se haban desarrollado en el mundo antiguo acerca de a legitimidad del poder que deviene de Io divino, en su vertiente hereditaria, es decir quien gobierna lo hace simple y llanamente porque se considera descendiente de algn dios. Sin embargo los aqueos refinaron el argumento incorporando el concepto de arete como aquel atributo del ms alto ideal educativo que se transmita de generacin en generacin dentro de los lmites de esta estirpe divina. La palabra arete ha sido traducida generalmente como virtud, aunque hoy la mayora de los historiadores estn de acuerdo con Jaeger en que esa definicin es demasiado estrecha. Una aproximacin ms cercana a su significado podra estar dado por la palabra excelencia, la cual denotar seguramente una concepcin ms aproximada a la que tenan los antiguos aqueos sobre ella. A los fines de este trabajo se ha preferido utilizar la definicin de arete como el ejercicio ptimo de una funcin, ya sea en seres humanos como as tambin en animales y objetos inanimados. En el tema especfico desarrollado aqu la arete ser "el atributo propio de la nobleza", es decir que a partir de ello, la nobleza aquea no poseer el arke (mando) solamente por descender de los dioses, sino que justamente por descender de ellos se posea el ms alto ideal educativo a que se poda aspirar y ello legitimaba claramente su poder frente al resto de los ciudadanos. Este concepto evolucionar constantemente reflejando los distintos cambios contextuales tanto en Io poltico como en lo social, aunque quedar perenne su significado; no importar que la aret estuviese vinculada al valor heroico y al alto ideal caballeresco en los guerreros de la ilada en forma individual, que en Esparta los dorios Io hubiesen concebido al servicio de la comunidad o que finalmente en Atenas estuviese vinculado at respeto por el derecho, sino que para mandar haca falla poseerla. Hacia el siglo VIII antes de Cristo en la mayora de las ciudades griegas exista "un rgimen aristocrtico fundado en el predominio de los grandes propietarios rurales", los cules adquiran cada vez ms poder a expensas de los reyes. Por otra parte el surgimiento de las polis supuso una importante mengua en los poderes y prerrogativas reales y una cada vez ms marcada injerencia de la nobleza en el manejo de los asuntos pblicos, tal como Io explica Walker: "Las concentraciones ciudadanas supusieron el debilitamiento de la monarqua. Resultaba , por una parte, ms fcil y cmodo, debido a la proximidad, fiscalizar la labor de los reyes, al mismo tiempo que la lgica facilidad de comunicacin y de influencia mutua propiciaba las agitaciones, y por otra los "aristcratas" (o "los mejores en el poder"), que eran los jefes de los linajes, se trasladaron a las ciudades no tanto con el propsito de participar cada vez ms en el gobierno, sino con el de aliviar al monarca de alguna de sus funciones, circunstancia que as increment el poder de esta minora - que acab suplantando al rey, colocndose en su lugar -, dando origen a la "oligarqua" (o "gobierno de unos pocos")." Con el paso del tiempo, en la mayora de las ciudades de Grecia la nobleza tomara nominalmente el poder y hara desaparecer a los reyes como en el caso de Atenas o los conservara como smbolos sin poderes reales y efectivos como en el caso de Esparta. Una de las consecuencias que trajo aparejada la sustitucin de los reyes por la aristocracia es el comienzo del fraccionalismo en la sociedad griega, es decir mientras los reyes buenos o malos representaban al todo social, la aristocracia slo a una parte, por Io cual quienes no se sentan contenidos comenzaron a agruparse en diferentes partidos. Finalmente, tambin a partir del siglo VIII antes de Cristo se sucedern una serie de acontecimientos que retroalimentndose entre si comenzarn a agrietar el compacto muro del discurso de poder basado en lo divino. Ellos seran el nacimiento del concepto de polis, la creacin de la moneda y sus ulteriores consecuencias y el surgimiento de la filosofa en Mileto. POLIS, MONEDA Y FILOSOFA.a) La polis y la palabra. El nacimiento de la polis como tal puede situarse entre los siglos VIII a VII antes de Cristo. Es necesario aclarar que aqu la palabra polis no es usada en su traduccin corriente de "Ciudad- Estado", ya que como se ha explicado con respecto al trmino arete, dicha traduccin no slo resulta mezquina, sino que adems ni siquiera acerca al lector a la comprensin cosmognica de Io que ello signific para los antiguos griegos. Baste adelantar que dicho concepto no implicaba solamente una nocin institucional, urbanstica o paisajstica, sino una original, elaborada y refinada construccin intelectual.

La polis fue una consecuencia del avance intelectual de los griegos y adems condicin necesaria para el desarrollo de las mximas potencialidades de stos como civilizacin, era "...un estado territorial donde tiene lugar toda la gran variedad de las actividades humanas -la agricultura, la poltica, el comercio-, que son las condiciones necesarias para la existencia de cualquier cultura superior" En efecto el trmino polis no designaba un mejo trazado de calles, casas, famillas, murallas e instituciones de gobierno, sino un complejo entramado social, poltico, econmico, religioso, artstico, donde se conjugaban en perfecta armona todas y cada una de las dimensiones humanas en su plenitud. Es cierto que fsica o geogrficamente ellas surgieron sobre las anteriores aglomeraciones (ya que huelga decirlo ciudades hubo desde los albores mismos de la civilizacin) o para decirlo de otro modo "...la ciudad se instaura a partir de la antigua organizacin social: la destruye pero al mismo tiempo conserva su esquema; transplanta la organizacin tribal a una forma que implica un pensamiento ms positivo y ms abstracto". Finalmente y siguiendo al Politlogo italiano Giovanni Sartori, si tuvisemos que definir la polis con un sinnimo de una sola palabra sera ms adecuado hacerlo con el trmino "comunidad" que "estado". Se tornaba absolutamente necesario realizar esta conceptualizacin ya que fue en ste mbito llamado polis donde adquiri preeminencia la palabra sobre todos los dems instrumentos de poder. Este ser a la postre uno de los condicionamientos ms importantes para que surja la isonoma y la mentalidad democrtica, ya que la palabra sera asociada en este caso a la libertad de expresin y no a frmulas rituales, la palabra se vinculaba entonces por primera vez en la historia al debate contradictorio y a la critica.

Este nuevo instrumento posibilit claramente que se forjase el ideal de ciudadano y el nacimiento de la poltica en el sentido en que la define Finley citado por Da Silveira como: el arte de arribar a decisiones mediante la discusin pblica y de obedecer despus a tales decisiones como necesaria condicin para la existencia social de hombres civilizados.

La palabra permiti que procedimientos y decisiones que otrora permanecan bajo el dominio de unos pocos, ampliasen notablemente su espacio de discusin, que esas mismas decisiones se divulgasen y todo ello como condicin necesaria para la existencia misma de la polis o como lo define Vernant: "Hasta se puede decir que la polis existe nicamente en la medida en que se ha separado un dominio pblico en los dos sentidos, diferentes pero solidarios del trmino: un sector de inters comn en contraposicin a los asuntos privados; prcticas abiertas, establecidas a plena luz del da, en contraposicin a los procedimientos secretos"b) Moneda y auge econmico La tradicin Suele adjudicar a los lidios la invencin de la moneda acuada por el Estado, producto de una aleacin de oro y plata llamada electrum. En territorio griego fue el rey de Argos Fidn quin en el siglo VII antes de Cristo acu las primeras monedas de plata e introdujo un sistema de pesos y medidas. Sin embargo fue recin a partir del siglo VI antes de Cristo cuando Atenas descubri las bondades de la moneda y comenz su despertar econmico. El descubrimiento de las minas de plata del Laurin, a pesar de estar "concesionadas" a la aristocracia, posibilit la aparicin de una nueva clase social entre los mismos ciudadanos no aristcratas, a raz del surgimiento de un artesanado industrial y de las poderosas industrias o actividades conexas tales como la navegacin que de por si agrupa en su seno una gran cantidad de gremios. Todo ello se dio, adems, y tal como Io explica Kitto en un momento histrico excepcional por sus condiciones de posibilidad: "En Asia el Imperio Hitita haba sucumbido; el reino de Lidia no se mostraba agresivo, y el podero persa que eventualmente venci a Lidia, era an embrionario en los lugares apartados del continente; Egipto se hallaba en decadencia; Macedonia, destinada a poner en quiebra el sistema de la polis, permaneca en la penumbra y sigui por mucho tiempo debatindose en un estado de semibarbarie inoperante, la hora de Roma todava no haba llegado ni se conoca ningn otro poder en Italia. Existan, por cierto, los fenicios y su colonia occidental, Cartago, pero stos eran ante todo mercaderes."Estas nuevas condiciones econmicas condujeron como ya se ha dicho al surgimiento de una nueva clase social que comenzara a ser poderosa en tanto y en cuanto poseera la fuerza de sus nuevas riquezas en contraposicin a la antigua nobleza terrateniente que an posea la arete transmitida por la sangre que le otorgaba el arke o capacidad de mando. Fue entonces, apenas cuestin de tiempo, que esta situacin diese lugar a una tensin que condujo a una irremediable lucha por el poder. Esta nueva clase se enfrent al desafo no solo de obtener el poder sino tambin de elaborar un nuevo discurso que lo legitimase. Finalmente la aparicin de la moneda por s misma supuso un claro avance hacia nuevas formas de democratizacin ya que: "Seala la confiscacin en provecho de la comunidad del privilegio aristocrtico de la emisin de lingotes sellados, la retencin por parte del Estado de las fuentes de metal precioso, la sustitucin de los blasonas nobiliarios por el cuo de la ciudad." C) El surgimiento de la filosofa A principios del siglo VI antes de Cristo apareci en Mileto una nueva forma de especulacin reflexiva acerca de la naturaleza y posteriormente del hombre que ms tarde fue llamada filosofa. Los principales referentes de los "fsicos jonios" como se los llam fueron: Tales, Anaximandro, Anaxmenes y otros que sealaron la declinacin del pensamiento mtico y los comienzos de un saber de tipo racional". La cosmogona mtica del mundo y sus explicaciones ya no satisfacan a estos griegos que a partir de la creacin de las polis comenzaron a cuestionar y horadar los argumentos existentes o en palabras de Finley "La religin griega careca de dogmas y de una teologa sistemtica, sus ritos podan estimular las emociones, pero sus explicaciones no pasaban nunca de las intelectualmente poco satisfactorias que proporcionaban los mitos. Esta futilidad de la religin (y la correspondiente ausencia de una iglesia institucionalizada) dieron a la especulacin filosfica inusitada libertad de movimientos: en el aspecto positivo, porque habla un vaco por llenar; en el negativo porque ni el alma del hombre ni sus afanes terrenos se sentan amenazados por las ideas, fuese cual fuere la violencia de stas". En definitiva, el logos comenzaba a liberarse del mito, cuestin que no se dar de un da para otro ya que debemos considerar la historia de la filosofa griega como el proceso de progresiva racionalizacin de la concepcin religiosa del mundo implcita en los mitos.A partir del siglo VI antes de Cristo entonces el hombre dejo de contentarse con las explicaciones sobrenaturales y comenz a buscar explicaciones racionales que lo conformasen y que pudiese entender. La filosofa y el nuevo pensamiento racional posibilitaran como el advenimiento de la polis que lo secreto saliese a la luz, que las viejas frmulas rituales de los sacerdotes y magos fuesen expuestas a la crtica pblica. Segn Vernant: "El nacimiento de la filosofa aparece pues, solidario de dos grandes transformaciones mentales: un pensamiento positivo, que excluye toda forma de sobrenatural y que rechaza la asimilacin implcita establecida por el mito entre fenmenos fsicos y agentes divinos; un pensamiento abstracto, que despoja a la realidad de este poder de mutacin que le prestaba el mito, y que rehsa la vieja imagen de la unin de los contrarios en provecho de una formulacin categrica del principio de identidad". Todas estas cuestiones que comenzaron a perforar el monoltico discurso de poder basado en lo sobrenatural se encontraban concatenadas, siendo unas condiciones de posibilidad de las otras y retroalimentndose entre ellas. As la construccin intelectual que signific la polis y el valor atribuido a la palabra no fue indiferente al nacimiento del pensamiento especulativo en Mileto. Por otra parte el surgimiento de la moneda, la irrupcin de una economa mercantil y el auge econmico ateniense y jnico en general si bien posibilitaron el de una nueva clase, tambin provocaron determinados desequilibrios polticos y sociales que obligaron a la filosofa a mediar para restablecer la armona y la estabilidad

Sin embargo, para que se produjese el gran experimento democrtico del siglo V antes de Cristo en Grecia hara falta todava que estos progresos intelectuales del hombre se plasmasen en la actividad poltica concreta y se construyese un nuevo discurso racional para justificar el poder arrebatado a la aristocracia. Lo importante fue el cambio de mentalidad operado en estos siglos y que permiti que "La vieja idea de un orden social fundado sobre una distribucin, una reparticin (nomos) de los honores y privilegios entre grupos extraos que se oponen en la comunidad poltica, como las potencias elementales en el cosmos, llegar a ser, despus del Siglo VI, la nocin abstracta de la isonoma, igualdad delante de la ley entre unos individuos que se definen todos de forma similar en tanto que ciudadanos de una misma ciudad".As polis, auge econmico y filosofa sentaron las bases de transicin poltica de la democracia a travs de las reformas de Soln y Clistenes y el breve interregno de los tiranos.REFORMAS Y TIRANOS

Todas las transformaciones y circunstancias descriptas anteriormente comenzaron a suponer un cambio en las relaciones de poder en el mundo tico-jonio. En efecto, el universo espiritual e intelectual devenido en polis, la palabra como instrumento de debate que indefectiblemente llevara al establecimiento del derecho escrito y discutido, la filosofa y el advenimiento de los nuevos ricos confluyeron en la formacin de dos corrientes de pensamiento diferente que batallaran hasta el siglo V antes de Cristo (y porque no decirlo quizs hasta nuestros das). La primera de ellas puede hallarse en la aristocracia que al comenzar a comprender los cambios y las demandas sociales que esos cambios originaron, errneamente atribuyeron la causa de todos los males a la desigualdad econmica generada. As esta corriente entendi que no deba cambiarse la legitimacin del poder, que deban seguir gobernando aquellos que descendientes de las divinidades posean la arete en la sangre y que solamente bastaba con que ellos que eran "los mejores" redistribuyeran mejor la riqueza.

La otra corriente que utilizando un evidente anacronismo, podra denominarse "democrtica" entendi que la causa de todos los males era justamente esa legitimacin del poder que hacia que por nacimiento unos detentaran la arke sobre otros. Ellos abogaran entonces, por el establecimiento de la isonoma, es decir la igualdad ante la ley, la misma condicin de ciudadanos para unos y para otros, como condicin necesaria para el nacimiento de la poltica en los trminos en que como ya se ha visto la define Finley. Aquellos que discutan acerca de los asuntos pblicos procurando llegar a decisiones que todos estaban obligados a obedecer, previamente deban haberse reconocido la calidad de pares.

Esta tensin existente en el seno de a sociedad tico-jonia llevara a que en el transcurso del siglo VI antes de Cristo se diesen en Atenas dos grandes reformas y un interregno breve llamado de "los tiranos". La primera reforma protagonizada por Soln tuvo lugar al comienzo de ese siglo y la segunda realizada por Clstenes sobre el final del mismo, luego de la tirana. Sin embargo nada obsta a que sean tratadas en conjunto, habida cuenta que ambas procuraron cambiar las bases de participacin poltica e indefectiblemente la reforma de Clstenes seria una consecuencia directa tanto de la reforma de Soln como del fin de la tirana. Soln fue elegido arconte en el 594 con amplios poderes excepcionales para legislar, producto de una gran crisis social, econmica y poltica. Por un lado este hombre que mereci la distincin de ser uno de los siete sabios de Grecia, aboli la esclavitud por deudas y devalu el dracma con lo cual permiti que los deudores pudieran liberarse rpidamente de sus cargas. Por el otro y comprendiendo la causa real de las turbulencias si bien mantuvo la divisin entre las cuatro tribus jonias clsicas y la divisin entre cuatro clases censatarias de acuerdo a la renta anual, estableci la participacin en los cargos pblicos sobre la base de la fortuna, posibilitando su acceso a todo aquel que obtuviese determinado grado de riqueza. Seguramente es muy difcil para una persona del siglo comprender la base democrtica de esta decisin, sin embargo y aunque no se legisl para todos los cargos, el slo hecho de quitar la prerrogativa de nacimiento implic en s misma una revolucin.

Sobre fines del siglo VI y luego de la tirana, Clstenes previendo la reaccin aristocrtica, profundizo las reformas de Soln dividiendo el total de los ciudadanos en cien demos (divisiones geogrficas) encargadas de confeccionar las listas de los ciudadanos basados en su residencia, que a su vez se subdividieron en diez tribus de carcter territorial que ya no tenan carcter sanguneo como las tradicionales cuatro tribus jnicas, debilitndose la arcaica organizacin familiar y la preponderancia de la aristocracia. Posteriormente las reformas de Arstides, Efialtes y Pericles, ampliaron la base de participacin permitiendo que las clases sociales con menor participacin en la renta pudiesen ser elegidos para diferentes cargos pblicos. En el lapso comprendido entre las reformas de Soln y Clistenes, Atenas vivi su perodo tirnico. Es necesario resallar que en la antigua Grecia la palabra tirano no posea las connotaciones negativas que posee para el mundo actual, la cual siempre es identificada con el ejercicio abusivo y totalitario del poder. En efecto y segn la definicin de Gmez Espelosin, tirano era una "Palabra griega, probablemente de origen lidio, que haca referencia a la detentacin de un poder personal, bien fuera ejercido dentro del cuadro de una monarqua hereditaria, por la confianza otorgada por el pueblo, o conseguido por el uso de la fuerza. "Puede decirse que en la sociedad tico-jonia los tiranos representaron una especie de transicin entre la primaca del discurso de poder basado en lo divino y el discurso de poder basado en la razn. Luego de la reforma de Soln, las luchas entre las dos corrientes, aristocrtica y democrtica se encendieron con nueva violencia y un noble llamado Pisistrato, apoyado en las "clases populares", logro hacerse con el gobierno luego de varios intentos, desplazando del poder a la estirpe de los alomenidas y otras pertenecientes a la nobleza ms rancla.Este movimiento producido en Atenas fue un fenmeno comn a casi todas las ciudades griegas a partir del siglo VII antes de Cristo Los profundos cambios econmicos y sociales ocurridos en Jonia produjeron por un lado un conjunto de ciudadanos que habindose enriquecido anhelaban el poder poltico y por el otro, una masa de personas que no habindose podido adaptar a los cambios se hablan empobrecido: a todos ellos representaron los tiranos.La mayora de ellos instauraron una amplia poltica educativa y fueron gobernantes razonables, aunque para algunos autores como Snchez Viamonte, refirindose a Pisistrato y a sus hijos dijese que se contentaron con ocupar los principales cargos y guardarse la vigsima parte de las rentas pblicas". Justamente en el caso del tirano ateniense Pisistrato, este desarroll una importante labor educativa, mand escribir las obras de Homero y cre los festivales llamados dionisacas, sustrayendo tanto la poesa como el teatro de las fincas de la aristocracia. Segn Jaeger, los tiranos fueron una poderosa palanca en la elevacin de la cultura general de su tiempo". Por otro lado y frente al exilio de gran parte de los nobles, Pisistrato distribuyo sus tierras entre los ms pobres de sus simpatizantes. Bajo su gobierno tambin se descubrieron las minas de plata de Laurin, se crearon fuentes de trabajo basados en la obra pblica y se increment la actividad naval y mercantil sentndose las bases para el futuro podero martimo ateniense.

Sin embargo, Pisstrato, no profundiz las reformas polticas de Soln y a su muerte sus hijos perdieron el poder rpidamente. La realidad es que la gran fortaleza de Pisistrato fue la fuerza. No pudo, ni l ni muchos otros tiranos, a pesar de su clara poltica cultural, elaborar un discurso que legitimase su poder, abstraccin hecha de la mera fuerza; su poder se transform en un poder sin fundamento y sin respaldo ideolgico de ningn tipo. La reaccin aristocrtica a esta usurpacin del poder realizada por los tiranos, no seria detenida, ni siquiera por las reformas de Clistenes. PNDARO Y A REACCIN ARISTOCRTICA El poeta tebano Pindaro, nacido en el 518 antes de Cristo en Cinscefalos, habra de convertirse en la voz de la reaccin aristocrtica de comienzos del siglo V antes de Cristo, al intentar dar nueva legitimidad al discurso de poder basado en la ascendencia divina y en la transmisin de la arete por la sangre.

En la antigua Grecia existan una serie de juegos llamados stmicos, Nemeos, Olmpicos y Pticos, cuyas denominaciones se deban en general al lugar geogrfico en que se realizaban, legitimados en general por alguna explicacin o leyenda de caractersticas mticas. En esos juegos los nobles probaban los alcances de la educacin realizada sobre sus cuerpos y sus almas. Es cierto que en ellos tambin podan participar quienes no fuesen miembros de la aristocracia, pero como bien expresa Jaeger los aristcratas "Tenan la ventaja que da la posesin de tiempo y medios para consagrarse a un largo entrenamiento".Pindaro perteneca el mismo a la antigua familla aristocrtica de los gidas y compuso una serie de Odas cantando la gloria de la estirpe de los nobles vencedores en los juegos remontndose a sus divinas ascendencias por otra parte: "La noble percepcin de la areta se halla, para Pndaro, en ntima conexin con los hechos de los antepasados famosos (...). Solo es divina la areta porque un Dios o un hroe ha sido el antepasado de la familia que la posee. Su fuerza procede de l y se renueva constantemente en los individuos que constituyen la serie de las generaciones. No es posible considerarla, por tanto, desde un punto de vista puramente individual, pues la sangre divina es la que realiza todo Io grande. "La aristocracia, como ya fue dicho, haba comenzado a comprender que su legitimidad se resquebrajaba y el movimiento de tiranos fue posiblemente la prueba ms acabada de ello. Pndaro trato de recordarle a la Hlade, quienes eran los que mandaban y porque deban hacerlo, quienes tenan el derecho de ejercer la ark sustentado en el hecho de descender de hroes y dioses, "los mejores" tenan el derecho a gobernar pues Io eran porque posean la arete, esa virtud ejemplar transmitida por la gracia de la sangre. Este discurso remozado "Ms bien trataba de consolidar y si era necesario volver a crear la nobleza y la vitalidad de un pasado heroico... " La ideologa subyacente en sus odas es clara y su objetivo era devolverle prestigio y legitimidad a la nobleza, tal cual es expuesto en la introduccin a su obra por Antonio Alegre "Como todo aristcrata (o idelogo de aristcratas), Pndaro posea una concepcin de la vida, que puede resumirse as: la naturaleza excelente de los aristcratas es innata y se hereda. Los aristcratas son hroes que compiten con limpieza y generosidad en los juegos; la excelencia les viene de los dioses; el poeta es el estabn intermedio, es decir, aquel que recuerda a los hroes los valores que los dioses les concedieron, y quien entrega, por medio de la escritura, que se memoriza, las hazaas que permanecern para siempre y engrandecern a una clase social.Frente a un mundo que ya reuna las condiciones necesarias para un cambio, aunque breve en el tiempo, de los paradigmas del poder, el discurso de Pndaro intent detener la historia, pero como ha de verse, por Io menos en lo inmediato no tuvo demasiado xito. Exista ya una clase de hombres intelectuales y polticos que comenzaran a desarrollar desde el plano de las ideas una nueva forma de legitimar un nuevo poder. LOS PRECURSORES: ESQUILO Y PROMETEO.

Si bien es cierto que el gran cambio en los paradigmas que legitiman el poder se dara abiertamente en el siglo V antes de Cristo con la revolucin intelectual protagonizada por los sofistas, existieron algunos mojones de vanguardia que fueron sealando ese camino, en especial en la sociedad ateniense, posiblemente la ms avanzada en este sentido. Si bien la mayora de los autores destacan la figura de Esquilo como un hombre que vivi en el momento en que comenzaron a manifestarse los ideales democrticos y Io vincularon claramente a esta nueva concepcin del estado enmarcada en el concepto de derecho. Esquilo ha sido casi un profeta de la libertad al pretender liberar al hombre de la tutela divina. Es verdad que Esquilo no renuncio abiertamente a los dioses, pero su tragedia marc "...la resurreccin del hombre heroico dentro del espritu de libertad". Esquilo fue claramente un hombre de la polis, heredero de la fe en el derecho proveniente de Soln, que vivi en su juventud la reforma de Clistenes, que luch en las guerras mdicas en la batalla de Maratn y posiblemente en la de Salamina defendiendo como tan bien resume Herodoto e modo de vida griego contra el poderoso imperialismo persa. Algunos autores como Vidat-Naquet dudan de la filiacin democrtica o no de Esquilo, Io cierto es que a travs de su obra puede apreciarse, no slo el espritu de renovacin del hombre y su entorno a travs del derecho sino que en su tragedia "Prometeo encadenado" se sublima, como se ver a continuacin la frrea voluntad humana por decidir su propio destino aunque resulte doloroso. Tambin puede servir como indicativo de sus simpatas el hecho de que en 472 antes de Cristo el "corego" que financi la triloga de la cual la tragedia Loos persas an subsiste, fue Pericles. Finalmente a la hora de su muerte, este hombre que haba sido el ms grande trgico de su tiempo, ganador varias veces de 'las "dionisacas", prefiri ser recordado en su epitafio como un simple ciudadano, un soldado que defendi la libertad en la batalla de maratn.

Esquilo concibi una sutil forma de darle soporte intelectual al cambio que se gestaba en su poca y lo hizo a travs de la redefinicin del mito prometeico. Hasta Esquilo y su triloga, de la cual conocemos solamente el "Prometeo encadenado", este personaje se nos presentaba como un vulgar ladrn culpable de los sufrimientos humanos, ya que era sin habrselo propuesto, el culpable de la decadencia de la humanidad condenada por esta accin al trabajo -que est visto como un castigo- y al sufrimiento" o simplemente el malhechor castigado por el crimen de haber robado el fuego de Zeus". En efecto para Hesiodo, primera versin del mito en Grecia, los hombres podran trabajar slo un da y con Io producido vivir holgando un ao pero Zeus ocult este secreto, irritado en su corazn porque el sagaz Prometeo le haba engaado.

Prometeo es un personaje de muy difcil ubicacin dentro de la jerarqua de los dioses en Grecia, era hijo del titn Japeto hermano de Cronos, de Io cual resultaba que no era un titn el mismo, aunque tampoco un olmpico ya que como expresa Vernant no perteneca a ese linaje y tampoco era un hroe, ya que no era humano. Podra decirse entonces que fue una especie de dios desclasado. En la inmensa batalla por el control de la soberana que se instal entre los olmpicos capitaneados por Zeus y los titanes al mando de Cronos, padre de los anteriores, Prometeo lucho al lado de Zeus, aunque para otros autores como Vernant apenas se mantuvo neutral. Lo relevante de ello consiste, an en la hiptesis de la neutralidad (ya que el mismo es hijo de un titn) en que Prometeo jug sus bazas a favor del nuevo orden olmpico triunfante con el liderazgo de Zeus.Sin embargo el robo del fuego para restituirlo a la raza humana, no fue el primer punto de desacuerdo entre Zeus y Prometeo. Antes al realizarse la divisin entre los dioses y los hombres con respecto a las ofrendas, Prometeo disfraz los huesos con una patina grasosa escondiendo las entraas apetecibles del animal debajo de un cuero reseco para que el rey de los olmpicos pudiese elegir. Zeus advertido del engao igualmente escogi los huesos Por qu el dios eligi a sabiendas de quedarse con la peor parte? Es realmente difcil contestar a una pregunta de esta naturaleza, pues si realmente el dios conoca el engao es plausible suponer que esta podra haber sido la causa que legitimase la posterior venganza y dominacin de Zeus sobre los humanos, basada en el sentimiento de culpa que los hombres deban sentir por haber engaado a los dioses. Algo as como la manzana en el edn de la mitologa judeo cristiana. Los dioses gobiernan porque los seres humanos han cometido una falla grave contra ellos. La tragedia de Esquilo humaniz a Prometeo a partir de una concepcin absolutamente opuesta a la hesidica. A partir de all el hijo de Japeto ya no ser un vulgar ladrn sino el dios que ha tomado partido por los mortales: sin ser un hombre lo representar y se asociar a su destino, as Bauz Io hace partcipe del mito heroico " ..en tanto que sus acciones a favor del gnero humano coinciden ms con las de los hroes que con las de los dioses". En efecto, el fuego que Zeus le ha quitado a los hombres y que Prometeo recuper, no es el fuego que "cuece" de Hesodo, sino el fuego "civilizador", el fuego que otorgaba a los humanos la ciencia, la tcnica y las artes liberales, el fuego que permiti liberar al hombre de la tutela de los dioses y por ello tan grave delito. Zeus conden a Prometeo a uno de aquellos terribles castigos propios de los mitos griegos: Io hizo encadenar a los montes Crpatos por toda la eternidad, mientras un guila le devoraba diariamente el hgado que se le reconstitua durante la noche para que recomenzase el suplicio a la jornada siguiente. Prometeo sufra como un hombre y no como un dios, por haberse opuesto a la divinidad y sin embargo soportaba dignamente su castigo, casi con indiferencia hacia quien se lo haba impuesto, y as "Los lamentos y el desdn del titn Prometeo resuenan por el yermo escila, donde est preso, en la roca, en calidad de antagonista del nuevo rey de los dioses". La tragedia de Esquilo comienza con la declaracin del personaje llamado FUERZA que establece la causa del castigo, Prometeo debe pagar porque rob el resplandor del fuego, origen de todas las artes, entregndoselas a los hombros". Le contestar el conmovido dios HEFESTO quin dirigindose al hijo de Japeto exclama: "Esto es lo que has ganado con tus humanitarios sentimientos! T, un dios que no temes la clera de los dioses, has otorgado incomprensibles honores a los mortales!" No slo aqu el autor manifiesta el porque del castigo, sino que ni bien comenzar la tragedia identifica claramente a Prometeo con el hombre.

Ms adelante el coro reprocha al Hijo de Japeto su actitud desafiante "Eres osado y en vez de ceder por tus amargos sufrimientos hablas con excesiva libertad!" de donde se desprende adems que el mismo doliente es hijo de esa polis donde comienza a nacer la libertad de expresin.Prometeo afirma claramente, a diferencia de otras manifestaciones literarias griegas que l no es un instrumento del destino, as dir A conciencia comet la falla, no Io niego! Con nitidez se afirma en esta frase la actitud contestara y conciente del nuevo hombre con respecto al viejo orden, o como expresa Jaeger "Los sufrimientos y las fallas de Prometeo tienen su origen en el mismo, en su naturaleza y en sus acciones.Por otra parte el encadenado que no pide clemencia se transforma en ejemplo educador y as dir OCANO Tu infortunio, Prometeo, es maestro", y ello generar el nacimiento de nuevas ilusiones a travs de las palabras del CORO "Tenemos buenas esperanzas de que un da, cuando ests librado de estas cadenas, no sers menos poderoso que Zeus". Queda entonces suficientemente claro que la conducta de Prometeo en este abierto y digno desafo al rey de dioses engendra en esta nueva sociedad la esperanza de un cambio en las relaciones de poder y por supuesto la ira de Zeus frente a la conducta del hombre que no se doblega ante el castigo divino.

Zeus necesita saber, por un lado cual es el terrible secreto, que guarda el hijo de Japeto con respecto a quin ser aquel que ponga fin a su reinado y por el otro terminar con la conducta altanera del condenado. Para ello recurre a HERMES, el mensajero de los dioses quien se llega a Prometeo para amonestarlo y adems exigirle la clave de su secreto. Por supuesto, detrs de todo ello existe latente un mensaje oculto que podra resumirse de la siguiente manera: revela tu secreto, pide perdn y Zeus te liberar de tus padecimientos (habida cuenta tambin de que la conducta de Prometeo humilla la dignidad del hijo de Cronos) La respuesta de Prometeo frente a la proposicin de Hermes es ejemplar y por ella so a vale toda la obra, en esta respuesta se condensa todo el nuevo espritu del hombre griego que comenzaba a pensar en la libertad como forma de vida y que dara al mundo el primer gran ejemplo de cmo los hombres pueden gobernarse por si mismos. Prometeo encadenado y doliente, con su hgado eternamente desgarrado, frente a la espuria propuesta de Zeus grita su gloriosa respuesta: "No cambiara ninguna de mis desdichas actuales por tu servil condicin". Esta respuesta indicaba al viejo orden que basaba su poder en las prerrogativas de sangre y en su ascendencia divina que el nuevo hombre surgido de la polis estaba dispuesto a llegar hasta el final en su lucha por llegar a la isonoma plena, a la total igualdad ante el derecho y a las posibilidades de establecer una nueva forma de gobernarse, aunque ello implicara un dolor sin lmites. Sobre el final de la obra esta proposicin implcita se vuelve explicita bajo la forma de una amenaza del mensajero de los dioses: Esta actitud no te ayudar en nada y Decdele insensato. Ante estos sufrimientos, decdele a razonar bien. Razonar bien entonces, bajo el efecto del dolor, sera aceptar la propuesta divina y doblegarse, y frente a ello Prometeo reafirma brutalmente su resolucin: "En vano me importunas, como si exhortaras a una ola. No imagines que un da asustado por el decreto de Zeus, llegue a ser de alma mujeril y suplique al gran odiado, levantando hacia l mis palmas a guisa de mujer, para que me libere de estas trabas." La obra culmina con la retirada de Hermes, quien ha fracasado en su misin, y el montaje de un impresionante escenario de vientos huracanados, rayos, truenos y temblores de tierra. Sin embargo Prometeo antes de que todo ello ocurra vuelve a excitar la clera de Zeus al decir que pese a todo "...l nunca me har morir". Prometeo, finalmente demuestra ser ms libre que el rey de los dioses: as mientras Zeus contina prisionero de la terrible duda que corroe su alma, Prometeo, encadenado y sufriente, puesto a elegir, elige sufrir y no retractarse. Era conciente Esquilo de a implicancia de aquello que escriba o simplemente estaba contagiado de un espritu de poca? Segn muchos de los autores citados en este captulo el dramaturgo era un hombre piadoso y por otra parte segn Io que se ha podido reconstruir de las partes faltantes de la triloga, en e as Zeus aparece ms dulcificado y sereno en su gobierno Sera posible que Esquilo hubiese deslindado aunque inconcientemente un mbito de lo privado para las creencias religiosas y un mbito pblico para las cuestiones humanas? Por supuesto Iodo ello pertenece al campo de la especulacin. Lo cierto es que aquello que est escrito, escrito est y que Esquilo y su Prometeo ya presagiaban y cimentaban un cambio de poca que marc el destino de las ideas polticas en occidente hasta nuestros das. En palabras de Luri Medrano sobre esta obra cuando estas dos condiciones (la palabra de un hombre capaz de negar y de un dios capaz de sentir miedo) se dan al mismo tiempo la historia se conmociona". III.- LOS HOMBRES.

En este contexto donde dos concepciones acerca del poder pugnaban por prevalecer, donde nuevas ideas aun se hallaban en las entraas de la historia intentando nacer y las viejas se resistan ferozmente a morir y donde "La adquisicin del poder poltico dio lugar a una lucha entre la antigua clase de propietarios aristocrticos y la nueva clase de comerciantes, influidos por ideas extranjeras, y con el espritu predispuestos a la innovacin.", irrumpieron en la Atenas del siglo V antes de Cristo un grupo de hombres, extranjeros e intelectuales a los cuales los historiadores han dado el nombre de sofistas. Estos hombres, ilustrados y generalmente embajadores de sus ciudades de origen, llegaban a una ciudad que de alguna manera se halaba inmersa en un importante proceso de cambio, aunque an ese cambio no slo no hubiese hallado una elite que dirigiese su evolucin, ni un discurso que la sustentase, sino que ni siquiera tenia un nombre que Io designase. La Atenas de comienzos del siglo V antes de Cristo haba evolucionado hacia una importante concepcin del derecho, tanto es as que para un ateniense de esa poca el arete no era otra cosa que el hombre respetuoso de las normas de su polis. Por otra parte tambin el ateniense haba comprendido que para poder desarrollar una convivencia pacfica y ordenada, para poder situarse en el mbito de la poltica como forma de resolucin de las cuestiones que a todos pertenecan, era necesario tambin establecer una herramienta que permitiese que dos ciudadanos se reconociesen como pares a la hora de la discusin. Esa herramienta que para los antiguos griegos constituy una mera solucin instrumental y para los modernos constituye la base de nuestros estados de derecho se llamo "isonoma", es decir igualdad ante la ley. Es interesante destacar que para ellos este concepto fue una creacin absolutamente artificial que les permiti desarrollar la idea de poltica y posteriormente de democracia, ya que para un ateniense de ese momento no era obvio que los hombres nacan y permanecan iguales ante la ley por el solo hecho de ser hombres, la humanidad debera trasuntar muchos siglos para arribar a esa conclusin.

Por otra parte, todo ese tipo de ideas que Atenas iba forjando a travs de su evolucin poltico-intelectual seran grabadas a fuego en el espritu tico a partir de las guerras mdicas. En estas guerras, que en el primer cuarto del siglo V antes de Cristo, enfrentaron al conjunto de las ciudades griegas con el poderoso imperio Persa, los atenienses tuvieron el papel ms destacado asumiendo en muchos casos, de hecho, la conduccin de la alianza. Aqu, como narra luminosamente Herodoto los griegos no fueron, como sus enemigos, a la batalla por el mero afn de conquistar tierras o dominar a otros, sino que lo hicieron para defender su modo de vida y las pequeas o grandes libertades obtenidas a travs de los siglos. De hecho y corroborando esta afirmacin Jaeger dice que "Raras son en la historia las batallas que han sido sostenidas con tanta pureza, por causa de una idea, como las de Maratn y Salamina". Adems y ello fue de vital importancia, estas guerras necesitaron de todos los brazos griegos, ya no se trataba solo de que fuese a luchar aquel que pudiendo pagarse su equipo tuviese un determinado rango social, all lucharon codo con codo todos los ciudadanos, los pobres y los ricos, los aristcratas y los plebeyos. A partir de entonces fue mucho ms difcil sostener que el gobierno de esa sociedad que haba sido defendida por todos deba seguir estando en manos de pocos. En este contexto histrico entonces, aparecieron hombres tales como Protgoras de Abdera, Gorgias de Leontinos, Prdico de Ceos e Hiplas de Elis, citando a aquellos que mas trascendieron, en lo que se conoce como la 'primera sofistica". Sin embargo y pese a esta denominacin es importante resallar que los sofistas nunca llegaron a constituir una "escuela" como la Academia platnica o el liceo de Aristteles, sino, quizs meramente Io que hoy podra denominarse una "corriente de pensamiento". Para Melero Bellido no fue un movimiento unitario sino que se trato de un talante intelectual y de un movimiento de renovacin pedaggica". Actualmente el trmino sofista contiene una carga emocional negativa y es usado en forma despectiva para referirse bsicamente a personas que relativizan las verdades y ocultan sus verdaderas intenciones a travs de la excelencia en el arte de la retrica, idea esta que comienza con los ataques que contra ellos dirigiese Platn, su enemigo ms enconado. Sin embargo quienes as piensan realizan una lectura de ellos a partir de la teora filosfica del conocimiento, Io cual conduce inevitablemente a conclusiones erradas al pretender evaluar a los sofistas con los parmetros de un campo disciplinar en el que nunca incursionaron; los sofistas eran educadores y polticos y su lectura debe hacerse desde ese punto de vista y no en clave filosfica, ya que estos sofistas no fueron en ningn sentido filsofos; jams pretendieron ser nada semejante y nunca se valieron de la filosofa tal como entonces se la entenda, es decir como especulacin naturalista y cosmogolgica" En resumen puede decirse que los sofistas nunca intentaron buscar la verdad ni la razn ltima de las cosas, sino que en todo caso pretendieron educar a los ciudadanos para la vida poltica. De hecho, aun para un autor como Cordero que los considera filsofos, los trata como "generalistas del saber", es decir como hombres versados en diferentes disciplinas que ofrecan sus conocimientos a otros. Y en todo caso sigue an hoy existiendo una clara diferencia entre un filsofo y un sabio o entre un filsofo y un maestro.Si puede afirmarse y sobre ello no existen controversias, que en los sofistas puede rastrearse el origen de la educacin occidental dirigida al conjunto social. Hasta ese momento los pedagogos eran patrimonio exclusivo de las famillas de rango aristocrtico, que de esa forma educaban a sus vstagos, para que finalmente ocupasen el lugar al que la arete que portaban en su sangre los haba predestinado. Los sofistas vinieron a llenar el vaco que exista en cuanto a la necesidad del ciudadano llano de una educacin que respondiese a la nueva concepcin urbana, ciudadana e isonmica de la Atenas del siglo V antes de Cristo. Es cierto que estos maestros cobraban por sus lecciones y all radica parte de las razones de su leyenda negra. Sin embargo como se ha visto en el caso de la reforma censitaria de Soln, lo que hoy podra parecer reaccionario y elitista, fue parte de una gran revolucin democrtica, ya que nuevamente deban ceder las prerrogativas de nacimiento ante un hecho objetivo y lgicamente los beneficios de la educacin se expandieron rpidamente hacia e conjunto social.

Si bien es verdad que se han mencionado aqu los nombres de varios de estos sofistas que actuaron bsicamente en la primera mitad del siglo V antes de Cristo y que todava restara una "segunda sofistica" que actu en el ultimo cuarto de ese siglo, sin dudas fue Protgoras aquel de ellos que ms influencia tuvo en trminos intelectuales referidos a la construccin del nuevo discurso que rompiese con el ancestral prejuicio de la preeminencia de la sangre como rectora de los destinos polticos de la sociedad. Los fragmentos de escritos hallados de su autora, analizados desde la perspectiva eminentemente poltica contribuyeron decisivamente a la fundamentacin del nuevo orden democrtico y sentaron las primeras bases de nuestros actuales estados de derecho. Por supuesto que tambin y dentro de ese talante intelectual al que se hizo referencia es necesario analizar el pensamiento de los otros hombres de esta primera sofistica, ya que es indudable que en ese pequeo pero importante universo que fue la Atenas del siglo V antes de Cristo existieron influencias recprocas que retroalimentaron y contribuyeron a cimentar estas nuevas ideas y su revolucionaria cosmogona.

Protgoras de Abdera, ciudad que se encontraba situada en la Macedonia oriental y Tracia, naci a rededor del 490 antes de Cristo y muri cerca del fin de ese siglo en un viaje martimo. Segn Filstrato que tom la noticia de Las Prsicas de Dinos, en su niez habra tenido contacto con los magos persas que acompaaron a Jerjes en su guerra contra los griegos, Io cual, de alguna manera podra haber influido en su visin religiosa. Sin embargo, este como muchos otros datos referidos a los sofistas son vagos e imprecisos. Tambin y con las mismas reservas del caso anterior, Protgoras podra haber sido discpulo de Demcrito, aunque por una u otra razn tanto las cronologas de Apolodoro como la de Diodoro, no son confiables; en todo caso podra hablarse de una influencia intelectual del filsofo hacia el sofista. Sin embargo y como datos biogrficos ciertos puede afirmarse que residi largamente en Atenas, donde ejerci su profesin de pedagogo, ganndose la confianza de Pericles, quien le encargo la redaccin de la constitucin de Turios. En el 411 antes de Cristo fue acusado de impiedad en un largo proceso y aunque pudo salvar su vida, sus libros fueron entregados a la hoguera. Segn Platn fue el primero en recibir una paga por sus lecciones y en llamarse sofista.

Gorgias, proveniente de la siciliana polis de leontino naci probablemente en el 485 antes de Cristo y segn la tradicin vivi hasta los 109 aos. Posible discpulo de Empdocles, en el 427 antes de Cristo fue enviado como embajador a Atenas para gestionar su apoyo en la guerra que su ciudad natal libraba contra Siracusa. Dueo de un gran estilo retrico y convencido del poder de la palabra ejerci gran influencia sobre hombres tales como Iscrates, Eumolpo, Critlas, Alcibades y Tucdides entre otros. Prdico vino al mundo en la isla de Ceos en las Cicladas seguramente antes del 460 antes de Cristo y todava viva en el ao 3,99 antes de Cristo cuando Scrates fue condenado a beber la cicuta. Fue al igual que Gorgias enviado frecuentemente como embajador a Atenas donde habl ante la Ecclesta. All y en otras ciudades griegas ejerci como pedagogo. Finalmente, sobre Hiplas de Elide no existen datos ni siquiera aproximados sobre su nacimiento y su muerte. Se lo supone contemporneo de Prdico de Ceos. Se distingui por su saber de carcter enciclopdico ya que dictaba cursos sobre las mas variadas temticas, dominando todas las ciencias y artes de su tiempo. Tambin se Io recuerda por sus estudios matemticos y por sus listas o catlogos. Existe informacin acerca de una compilacin de carcter enciclopdico de parte del saber de su poca Io que lo convertira en el primer doxgrafo de la historia. IV. LA OBRA As como sus datos biogrficos resultan escasos y en ocasiones plagados de legtimas dudas, con sus obras sucede algo similar. Poco es Io que se ha conservado y casi toda ella viene referenciada por autores que la han comentado o discutido y en algunos casos, de los cuales seguramente Platn es el mejor ejemplo, lo han hecho intentando desacreditar sus ideas razn por la cual, esas fuentes no siempre gozan de la mayor confianza. Ello ciertamente no obedece a una sola causa. En primer lugar no debe olvidarse que los sofistas eran maestros, usualmente de retrica y no filsofos o poetas que necesariamente buscasen dejar asentadas sus versos y especulaciones para la posteridad. Pero tambin y no menos importante, los sofistas dieron soporte intelectual a una revolucin en el plano de las ideas que inmediatamente tuvo consecuencias concretas en la poltica de su tiempo. Ellos se animaron a trascender la finitud de Io pensable, a superar la concepcin aristocrtica de la sangre como requisito para acceder al poder, elaborando un nuevo discurso que posibilit que nuevos actores tuviesen la oportunidad de influir en los asuntos pblicos. Sin embargo cuando sobre finales del siglo V antes de Cristo comenz a eclipsarse el experimento democrtico ateniense, los defensores del antiguo orden, ciertamente no tuvieron piedad para con ellos e intentaron relegarlos al olvido o al ridculo.

En lneas generales y como resume Pablo Da Silveira en Poltica y Tiempo, se intento desacreditar a los sofistas o bien por e expediente de juzgarlos mercaderes de saberes o bien intentando juzgarlos, como ya se ha dicho, con 106 parmetros de la teora filosfica del conocimiento en el que nunca incursionaron. De hecho al leer los textos platnicos sobre estos pensadores, el lector inmediatamente tiende a pensar como llegaron ellos a trascender, habida cuenta la facilidad con que el autor de La Repblica, deshace sus argumentos. Por supuesto, debe considerarse, como se ver en el capitulo siguiente que Platn, gran admirador de la autocracia espartana no se distingui justamente por sus simpatas hacia la democracia.De Protgoras, entonces, el ms trascendente de los sofistas existe una extensa lista confeccionada por Digenes Laercio, en la que sin embargo fallan sus dos obras principales: Sobre la verdad y Sobre los dioses. Sin embargo a nuestra poca han llegado adems de algunos pocos fragmentos de estas dos ltimas, partes de una obra llamada Antilogas que si es citada por Digenes. La realidad es que la confusin impide saber si el nacido en el siglo III antes de Cristo incluy una compilacin exacta de obras o si por el contrario algunas de ellas no eran en realidad sino meras partes o captulos dentro de otras.

Lo cierto es que a pesar de poseer apenas fragmentos de la obra de Protgoras, a travs de ellos pueden reconstruirse algunas de sus proposiciones ms importantes. En Sobre los dioses se planteaba claramente un punto de vista agnstico al decir que "Acerca de los dioses no puedo saber si existen o no existen, ni cual es su aspecto, porque hay muchos impedimentos para saberlo: tanto la oscuridad de la cuestin como la brevedad de la vida humana". Por otra parte en Antilogas o Discursos enfrentados sostena que "acerca de cualquier asunto hay dos discursos que se oponen entre si" y que deba hacerse mas fuerte el discurso mas dbil". Finalmente en su obra Sobre la verdad apareca su celebre tesis de la homomensura "El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en tanto que son y de las que no son en tanto que no son" Con respecto a Prdico de Ceos, prcticamente nada se ha conservado, aunque ha llegado a saberse que gozo de gran fama en la antigedad por un escrito llamado Las estaciones. Se dedic fundamentalmente al estudio del lenguaje, en especial con respecto al significado de las palabras. Tambin elabor una tesis acerca del origen de los dioses en el sentido de que los mismos no eran sino producto de la veneracin del hombre con respecto a aquellas cosas o acontecimientos que influan en su vida, Io cual se inscriba claramente en el espritu de la poca que intentaba darle a lo divino explicaciones de carcter racional De Gorgias han llegado dos discursos enteros, Defensa de Palamedes y Elogio de Helena, que en su poca constituyeron obras maestras de retrica y argumentacin. De hecho, en este ltimo discurso, el referido a Helena, existe una encendida defensa del poder de la palabra, del logos como persuasin y convencimiento del otro, todas condiciones necesarias para la dialctica democrtica. Finalmente, Hipias adems de suponer que debi haber escrito acerca de la formacin de los gobernantes en un texto titulado Dilogo troyano, da nombre a dos de dilogos platnicos: Hipias mayor e Hipias menor y es uno de los actores del dilogo Protgoras. En la Atenas a fa que llegaron los sofistas, la puja por el poder poltico entre la rancia aristocracia y el nuevo ciudadano surgido a partir de la creacin de las polis se haca cada da ms enconada. Sin embargo y como se ha visto en este trabajo al discurso de poder basado en la transmisin de la arete por la sangre esgrimido por la nobleza no se le opona ningn discurso contrario que pudiese legitimar nuevas formas de poder. La educacin era un privilegio reservado a los aristcratas y en palabras de Jaeger "La nueva sociedad urbana y ciudadana tenia una gran desventaja frente a la aristocracia, puesto que, aunque posea un ideal del hombre y del ciudadano y Io crea en principio muy superior al de la nobleza, no tena un sistema conciente de educacin para llegar a la consecucin de aquel fin pronto se hizo sentir la necesidad de una nueva educacin que satisficiera los ideales del hombre de la polis"La tensin existente en la sociedad ateniense se verificaba bsicamente por el hecho de que a esta masa de ciudadanos que pugnaban por el poder poltico se le hallaban vedados los cauces de participacin que les permitiese influenciar decisivamente en los asuntos pblicos de su polis. Tambin debe recordarse como haba fracasado la experiencia de los tiranos, no slo porque los mismos carecieron de legitimidad tanto legal corno discursiva, sino que los mismos, en todo caso fueron aristcratas que gozaron, en la mayora de los casos de las simpatas populares. Es decir, se estaba en presencia de una sociedad que haba logrado establecer la igualdad ante la ley de sus ciudadanos, en casi todo, excepto, nada menos, que en cuanto a la posibilidad de obtener la capacidad de mando o arke. Ello constitua a las claras un tremendo sinsentido, una contradiccin irresoluble, salvo que se hallase el medio de integrar a esta masa emergente de ciudadanos y as evitar nuevos y peligrosos estallidos. Haba que lograr aquello que aos mas tarde definira Aristteles como la unidad del estado basada en la completa reciprocidad entre pares. Para lograr ello, era necesario integrar a esa masa de ciudadanos a la educacin que hasta ese momento haba sido un privilegio aristocrtico. Si bien es cierto que Pisistrato haba logrado ampliar a un mayor numero de personas los beneficios de la cultura, ahora deba establecerse una nueva forma de educacin basada fundamentalmente en la poltica, que tuviese como finalidad superar los privilegios de la antigua educacin para la cual la arete solo era accesible a los que posean sangre divina". Por supuesto que ello implicaba contrariar el orden establecido desde la guerra de Troya, razn por la cual los sofistas representaron -la tendencia disgregadora de la poca y aspiraban a proporcionar la instruccin necesaria para que los jvenes pudieran seguir con xito la carrera poltica". Educar a los ciudadanos para la poltica constitua para los griegos el ms alto ideal educador, ya que ello debe entenderse dentro de su particular visin cosmognica que impona una unidad entre los miembros de la polis y esta como conjunto. Quien era educado para la poltica reciba entonces una formacin altamente integral y vasta. Sin embargo los sofistas introdujeron dos importantes aadidos a la antigua concepcin educativa. En primer lugar si los ciudadanos iban a ser realmente pares con iguales derechos en todos los aspectos, las artes persuasivas, la oratoria y la retrica deban tener un lugar privilegiado como Io expresa Chatelet Fara conseguirlo, basta, por una parte, con que aprendan a hablar y por otra, con que asimilen cierto numero de conocimientos generales que les hagan apto para discutir cualquier tema. En el rgimen democrtico es perfectamente legitimo el deseo de recibir esta educacin, que capacita para aspirara a los mas altos cargos y a ser jefe". En segundo termino aparece Io que fue el presupuesto esencial de la lgica educativa sofistica; todos los ciudadanos deban tener derecho a participar de la educacin que les permitiese acceder al gobierno de su polis, sin ningn tipo de restriccin Platn refiere que Scrates al presentarle a Protgoras a un joven llamado Hipcrates para que Io educase decale al sofista " t no solo eres un buen ciudadano, sino que tambin eres capaz de hacer de otros, buenos ciudadanos". En el mismo dilogo, Protgoras afirma que "Mi enseanza es la buena administracin de los bienes familiares, de modo que pueda l dirigir ptimamente su casa, y acerca de los asuntos polticos, para que pueda ser l el mas capaz de la ciudad, tanto en el obrar como en el decir". Ms adelante y como corolario, el sofista admite a Scrates que su programa es ensear a los hombres la ciencia poltica con el fin de que puedan opinar tanto el alfarero como el carpintero, un curtidor o un mercader, nociones stas que repugnaban a Platn.Por supuesto que no fue Protgoras el nico que defenda estos conceptos, as tambin en su Apologa Platn refiere dichos de su maestro Scrates en este sentido: "Eso si que me parece a mi hermoso, tener capacidad para educar a los hombres, como hacen Gorgias de Leontinos Prodico de Ceos e Hipias de Elide". La lgica sofista que aspiraba a educar a los individuos con el objetivo de ampliar las bases de participacin poltica deba estructurarse en dos dimensiones o planos, el individuo y la comunidad o polis, Io particular y Io general, pero sin perder de vista la imbricacin e influencia de estos trminos entre s, y las consecuencias que los cambios sobre uno de ellos implicaban en el otro.

Ahora bien, todo ello, como se ha dicho, llevaba en si mismo la esencia de la confrontacin con el antiguo orden de cosas. No slo haba que elaborar nuevas concepciones sino tambin derribar las viejas. No poda concebirse la idea de educar a los ciudadanos para que cualquiera tuviese la posibilidad de gobernar, cuando ancestralmente slo podan hacerlo aquellos que llevasen la arete en la sangre merced a su ascendencia divina. As entonces comienza a tener lgica la posicin de Protgoras con respecto a su ignorancia sobre la existencia de los dioses. Si los dioses no existen o por lo menos los hombres no podan conocer su existencia, entonces Io que se pona claramente en duda era la legitimidad de dicha ascendencia; descender de Zeus o de cualquier otra divinidad no hacia a un ciudadano mejor que otro para ocupar cargos o dignidades, pues haba dejado de existir o se haba puesto en duda el principio legitimador. Segn Platn en su dilogo Teeteto, Protgoras expone brutalmente no solo su posicin, sino el propsito que lo guiaba, as deca. Nobles jvenes y ancianos, en publica sesin tomis la palabra, poniendo en el centro de vuestras intervenciones' a los dioses, a los que yo, con mis discursos y escritos sobre ellos, sobre si existen o no existen, trato de quitar de en medio". Tambin es verdad que al "quitar de en medio" a los dioses, Protgoras y la sofstica comenzaban a dejar al hombre las decisiones sobre su propio destino. Con esta lgica, al enfrentar una guerra, una inundacin o cualquier otro avatar, el ser humano ya no podra confiar en soluciones externas a el mismo o supraterrenales, ahora deba comenzar a hacerse cargo de sus propios asuntos. Esta visin que no es ms que un corolario de la actitud de la filosofa hacia el mundo, intentando explicar el cosmos de manera racional, ser hasta el da de hoy uno de los presupuestos bsicos de los gobiernos democrticos.Sin embargo, si la arete ya no era el atributo que la aristocracia llevaba en la sangre por su ascendencia divina, pero aun segua siendo condicin necesaria que permita a unos hombres distinguirse por sobre los otros para acceder a determinadas posiciones, se planteaba el interrogante acerca de cmo ella podra ser adquirida. El griego, aun el no aristcrata, no abominaba de a idea de arete, que en otro lugar de este trabajo fue definida como excelencia o ejercicio optimo de una funcin, sino del principio que la hacia legtima y del cual los aristcratas recogan sus frutos. Una vez desacreditada la idea divina a su respecto, haba que encontrar otra forma de acceder a ella, en la que todos los ciudadanos tuviesen por Io menos la posibilidad de obtenerla.Si los sofistas sostenan que era esencial que los ciudadanos se educasen para la poltica como el mas alto ideal educador de la comunidad y justamente esa educacin le permitira no solo acceder a las dignidades del estado sino tambin hacerlo en beneficio de la comunidad, ello permite realizar dos inferencias que son tambin un corolario de sus ideas con respecto a la cuestin de la arete. En primer lugar la arete del ateniense del siglo V antes de Cristo estara dada por el dominio de la poltica y de la ley como fuerza educadora del estado y en segundo trmino y como consecuencia directa de Io anterior si la arete poda ser enseada, tambin poda ser aprendida y entonces estara al alcance de cualquier ciudadano que realizase los meritos necesarios para ello. Esta simple definicin que fundaba la arete ciudadana en el saber, bast para cambiar abruptamente los fundamentos del poder ateniense y aunque el cambio en sus estructuras polticas fue breve, sus ecos llegan hasta nuestros das. Todo ello implicaba entonces que a poltica no poda ser considerada episteme, es decir conocimiento especializado, sino doxa, Io cual en griego hace referencia a la mera opinin, que cualquiera poda tener. Es decir los sofistas constituyeron la bisagra por la cual se pas de una aristocracia con derecho a gobernar porque llevaba en la sangre su divina arete y que consideraba a la poltica una especie de arte mstico para los escogidos a la asamblea de alfareros y curtidores de la que hablaba Protgoras.Reafirma esta nocin acerca de la posibilidad universal de participacin ciudadana, la forma en que segn Platn es narrado el mito de Prometeo por Protgoras. All Epimeteo y Prometeo son encargados por los dioses de repartir los dones a todos los seres vivos. El primero de ellos Io hace olvidando a los seres humanos, o cual es la razn por la que Prometeo roba a Atenea la sabidura tcnica (techne) y el fuego al dios Hefestos para entregrselos a la desvalida raza humana. Sin embargo para que el hombre pudiese vivir armoniosamente Zeus les otorgo el pudor (aidos) que les permita tener lmites y la justicia Io cual les permiti regular su vida en comn, siendo muy cuidadoso de otorgrselos a todos tos hombres por igual. Sin embargo exista an un grado ms alto de evolucin del estado y la comunidad y ella estaba dada por la educacin poltica que enseaban los sofistas que era el vinculo espiritual que mantiene unidad la comunidad y la civilizacin humana".Es esta ltima idea la que pone de manifiesto que los sofistas no consideraban al hombre en abstracto sino como miembro de una comunidad. Las nuevas concepciones educativas no deban servir solamente para la formacin de grandes retricos que merced a sus talentos y argucias pudieran destacarse individualmente, como pareca creer Platn. Concebir que los ciudadanos podan adquirir su arete gracias a la educacin, lo cual dejaba a todos en un pie de absoluta igualdad para aspirar a las magistraturas de gobierno, inevitablemente deba impactar en las relaciones de poder existentes y en la forma en que se diriman los conflictos polticos. Si bien en la ecclesia o asamblea soberana de Atenas todos los ciudadanos podan votar, esta nueva realidad implic la llegada de un aluvin de hombres que se sumaban a la lucha por el poder, que deban argumentar sus pretensiones y convencer al otro. Se habla por Io menos momentneamente, la poca donde muchos simplemente convalidaban con su voto las decisiones de otros. En ese sentido es que la actividad retrica enseada por los sofistas, cobro una importancia decisiva.La arete poltica entendida por los sofistas era considerada ante todo como aptitud intelectual y oratoria. Esa aptitud era la que le permita al individuo triunfar en un sistema poltico donde la discusin es la antesala de cualquier decisin; de hecho para Chatelet no solo era el arte supremo de la poca sino que era el medio por el cual se realiza la virtud poltica.

En una asamblea de pares, donde se deba convencer y persuadir al otro, para articular mayoras y consensos, la palabra y las artes que la dominan adquiran un valor superlativo. Gorgias, gran estudioso del lenguaje y eximio orador deca en su Encomio de Helena que "La palabra es poderoso soberano que, con un cuerpo pequesimo y completamente invisible, lleva a cabo obras sumamente divinas" y agregaba mas adelante en el mismo texto "Pues la palabra que persuade al alma Obliga, precisamente a este alma a la que persuade, a dejarse convencer por Io que se dice y a aprobar Io que se hace". Ahora bien, si la palabra a travs de la retrica habla cobrado tanta importancia como arma persuasiva, habindose transformado en elemento clave de la arete poltica A que se deba aquello? Seguramente ello no haba sucedido porque en la ecclesia o en cualquier otro mbito de discusin poltica hubiese habido generalmente uniformidad de opiniones y criterios. Tampoco debido al silencio impuesto por un gobierno totalitario, ya que segn se ha visto no era el caso. Se discuta porque la discusin es a la poltica y a la democracia. En una asamblea de pares es natural que sobre cualquier asunto existan posiciones encontradas entre si, tal cual sostena Protgoras. Es justamente desde este punto de vista, poltico y no filosfico donde la teora del sofista adquiere toda su lgica. El voto, en todo caso es una herramienta de la democracia, condicin necesaria pero no suficiente para su vigencia. La democracia consiste en tener la posibilidad de elegir y ello implica claramente opciones. Por otra parte, una democracia es ms rica cuantas ms opciones presente a sus ciudadanos para que ellos puedan optar, an cuando en un principio no todas ellas tengan la misma fuerza o atractivo. En este sentido tambin puede explicarse la proposicin protagrica de "hacer ms fuerte el discurso mas dbil". El sofista nos quiere decir que es conveniente siempre escuchar todas las voces, ya que seguramente todas ellas tengan algo que aportar al debate, siendo posible que aquella opinin que no era tenida en cuenta pueda transformarse luego en la opcin principal. De hecho y an a riesgo de incurrir en un forzado anacronismo puede verse en la afirmacin de Protgoras, un antecedente lejano de la representacin de las minoras en los actuales sistemas democrticos occidentales. Continuando con esta lnea de razonamiento, tambin cobra sentido la tesis de la homomensura, aquello de que "el hombre es la medida de todas las cosas". Lo que para Platn, desde la ptica de la especulacin filosfica constitua un absurdo relativismo fcilmente desacreditable, desde una visin poltica situada en el contexto de la poca, fundamentaba solidamente la lgica democrtica. Protgoras entenda que en la arena poltica, all donde se discutan los asuntos pblicos, all donde se procuraban las mejores soluciones para los intereses de la comunidad, solo podan adquirir relevancia aquellas cuestiones que los hombres juzgaban que deban ser tratadas. En otras palabras solo podan existir como asuntos pblicos, de inters general, aquellos que los ciudadanos percibieran como tales y adems las soluciones a las que se arribasen a partir del debate e intercambio de opiniones deban poder resolverse dentro del mbito de la racionalidad humana, excluyendo cualquier tipo de especulacin ajena al hombre mismo. Ello se complementaba con la posicin agnstica de la sofistica que como se ha visto, procuraba darle al hombre la responsabilidad por el manejo de su propio destino.

De esta manera, la sofstica fundaba el discurso que legitimara el experimento democrtico griego del siglo V antes de Cristo. Si bien es cierto que el mismo fue breve y termin abruptamente con los treinta tiranos a fines de ese siglo, tambin es verdad que aparecan por primera vez en la historia de la humanidad, los fundamentos de una sociedad abierta siendo el sofista Protgoras su principal terico.V. APORTE AL PENSAMIENTO POLTICO OCCIDENLAL Es posible que no exista en la historia de las ideas polticas occidentales un pensador o un grupo de ellos, que habiendo influido tan decisivamente en la modificacin de su propio contexto histrico y con una proyeccin tan clara hacia la construccin de nuestros modernos sistemas polticos, hayan sido tan denostados u olvidados como los sofistas y Protgoras. Los sofistas encarnaron una verdadera revolucin, pensando y obrando como no estaba permitido pensar y obrar en esas sociedades; derribaron un sistema de pensamiento que basaba su poder en Io divino y ampliaron los mrgenes de Io pensable con un giro tan copernicano que origin fuertes y violentas reacciones contrarias, haciendo surgir su leyenda negra. De hecho es posible que la Grecia del siglo V antes de Cristo no estuviese preparada para asimilar la profundidad de muchos de los conceptos que sentaron las bases del nuevo discurso democrtico. Los sofistas construyeron un sistema de ideas que permitieron la primera gran integracin de las masas a la sociedad poltica con plenos derechos. Claramente comprendieron que para lograr armona social, la isonoma no poda seguir siendo imperfecta: si no poda lograrse que todos fueran pares ante la ley, esa igualdad era meramente una ilusin que ya no poda seguir conteniendo los reclamos de participacin ciudadana. Al establecer que la arete poda ser enseada y consecuentemente aprendida por cualquier ciudadano, eliminaron el requisito subjetivo de la sangre en el acceso al poder. A partir de all, el ciudadano deba realizar en todo caso los mritos suficientes para obtener el consenso de sus pares y as poder acceder a los cargos y dignidades de la polis. Pero adems, y mas all de ampliar los mrgenes de la faceta agonal de la poltica, esta paso a ser una ciencia sobre la cual todos los ciudadanos podan opinar y contribuir legtimamente al debate, ya no hara falla la autoridad del conocimiento especializado. A partir de la sofistica el hombre comenz a comprender que no slo se haban ensanchado sus mrgenes de libertad, sino tambin sus responsabilidades; ya no se poda echar la culpa a los dioses por las calamidades, ni esperar de ellos mgicas soluciones. La poltica comenz a vislumbrarse como un terreno humano donde los hombres forjan su propio destino, discuten los asuntos que les incumben como comunidad y ellos mismos toman las decisiones que suponen ms convenientes.En un contexto donde absolutamente todos los pueblos justificaban su poder en forma irracional la sofstica enseaba que la democracia implica resolver los conflictos de intereses planteados en una comunidad con soluciones humanas y racionales a travs del consenso y para ello era fundamental argumentar y convencer, ya que en la esencia de este nuevo esquema de pensamiento se hallaba implcito que siempre y sobre cualquier asunto existiran puntos de vista contrapuestos, lo cual adems fortaleca al sistema en lugar de debilitarlo. Mas voces, mas opiniones, mas soluciones, aun cuando provengan del "discurso mas dbil" Los sofistas construyeron entonces un nuevo discurso de poder basado en la razn y en la fe en el hombre para tomar sus propias decisiones, que intent abarcar a la totalidad de quines eran ciudadanos, rompiendo aunque sea brevemente en la historia la concepcin divina del poder. Era indudable como ya se dijo, que las condiciones estaban dadas a partir del lento proceso que comienza con la creacin de las polis como proceso intelectual, las reformas pre-democrticas, auge econmico y la creacin de la moneda. Sin embargo fueron estos hombres los que a partir de esas condiciones lograron articular un sistema de valores y plasmarlos en un discurso que legitimaba el poder a travs de la razn. Ese discurso entonces, con todas sus imperfecciones y carencias y aun con su rpido fracaso, sigue constituyendo an hoy la clave de los valores de nuestro mejor occidente.