dejours psicopatologia del trabajo

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Dejours: De La Sicopatología a La Psicodinámica Del Trabajo Enviado por abrancancha,jul. 2011 | 19 Páginas (4617 Palabras) | 43 Visitas | 4.51 1 2 3 4 5 | Denunciar | COMPARTE LO BUENO, HAZ CLICK DEBAJO... Enviar Dejours: De la sicopatología a la psicodinámica del trabajo De las primeras investigaciones en sicopatología del trabajo se extraía un conflicto central: el conflicto entre la organización del trabajo y el funcionamiento físico, es decir, el análisis del sufrimiento psíquico resultante de la confrontación de los hombr4es con la organización del trabajo. La psicopatología del trabajo surge en los años 50 aproximadamente, y postulaba que las restricciones de trabajo podían provocar afecciones psicopatológicas, considerando al trabajo como una desgracia socialmente generada. Esta corriente consideraba a la organización del trabajo como un dato preexistente fuera de cuestionamiento. Frente a esta organización del trabajo, dada como un hecho físico, proponían actitudes y conductas humanas, planteando que los hombre no eran

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DEJOURS – TEXTO – PSICOPATOLOGIA DEL RABAJO

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Dejours: De La Sicopatología a La Psicodinámica Del TrabajoEnviado por abrancancha,jul. 2011 | 19 Páginas (4617 Palabras) | 43 Visitas

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Dejours: De la sicopatología a la psicodinámica del trabajo

De las primeras investigaciones en sicopatología del trabajo se extraía un conflicto central: el conflicto entre la organización del trabajo y el funcionamiento físico, es decir, el análisis del sufrimiento psíquico resultante de la confrontación de los hombr4es con la organización del trabajo.La psicopatología del trabajo surge en los años 50 aproximadamente, y postulaba que las restricciones de trabajo podían provocar afecciones psicopatológicas, considerando al trabajo como una desgracia socialmente generada. Esta corriente consideraba a la organización del trabajo como un dato preexistente fuera de cuestionamiento. Frente a esta organización del trabajo, dada como un hecho físico, proponían actitudes y conductas humanas, planteando que los hombre no eran pasivos frente a las restricciones organizacionales, sino que eran capaces de protegerse de sus efectos nocivos sobre la salud mental y conjurar la salida “natural” representada por el espectro del a enfermedad mental. Sufrían, pero podían ejercer su libertad en la construcción de estrategias defensivas individuales (Ej., la represión pulsional en las tareas repetitivas con restricciones de tiempo) o estrategias defensivas colectivas (Ej., defensas colectivas por rama de actividad).Desde esta primera fase de la psicopatología del trabajo, Dejours dejó de enfocarse en las enfermedades mentales para comenzar a investigar el sufrimiento y las defensas contra el sufrimiento, es decir, dirigiendo la mirada mas allá de la enfermedad mental descompensada.

Desde este punto de vista, la concepción de “normalidad” como una suma de acciones y reacciones se pone en tensión y se la concibe como profundamente intencional, como un equilibrio precario entre sufrimiento y defensas contra el sufrimiento.Al operar este paso de la patología a la normalidad, Dejours comienza a hablar de “psicodinámica del trabajo”.La psicopatología del trabajo parecía naturalmente dedicada al análisis, a la detección y eventualmente al tratamiento de las enfermedades mentales. En la medida en que la organización del trabajo está dada como un bloque irreducible, los análisis producidos por la psicopatología del trabajo están condenados a la inutilidad. En la medida en que revelan la verdad de un drama y los efectos de su develamiento pueden ser afligentes, pueden tener un peso agravante del sufrimiento, dado que la psicopatología del trabajo es analítica y tiene como objetivo elucidar el significado de las conductas humanas (no pretende proponer acciones, se limita a realizar el trabajo analítico y remite la cuestión de la acción a los propios trabajadores).Con el tiempo, la psicopatología del trabajo se convirtió en una modalidad de intervención en la organización del trabajo y pasó a tratarse de la psicodinámica del trabajo. La psicodinámica del trabajo es primero una praxis, pero no es solamente una modalidad de intervención en el campo, sino que siguió siendo una disciplina productora de conocimientos.Este desarrollo de la psicopatología del trabajo hacia la psicodinámica del trabajo está fundado en un “descubrimiento”: el reconocimiento de la realidad de las situaciones concretas, a saber que la relación ente la organización del trabajo el hombre no es un bloque rígido sino perpetuamente en movimiento. En otras palabras, la estabilidad aparente de esta relación se basa en un equilibrio abierto a la evolución y a las transformaciones, es decir un equilibrio dinámico, un equilibrio que se desplaza. Cuando esta dinámica se ve obstaculizada, lo que sucede a veces, la situación puede considerarse extraordinaria, contrariamente a lo que se creía inicialmente. La experiencia muestra además que tal situación no puede durar, porque lleva a la ineficacia en el registro de la producción, que se traduce tarde o temprano en una crisis, es decir, una ruptura de la estabilidad.El análisis psicodinámico de las situaciones de trabajo apunta a una dimensión especifica del desfasaje entre lo prescrito y lo real: “la organización del trabajo no es estrictamente sufrida por los asalariados; todas las consignas se reinterpretan y reconstruyen: la organización real del trabajo no es la organización prescrita. Generalmente es a la vez tolerada donde la ganancia es visible, y perseguida donde se la interpreta como una posición de desobediencia”.Luego de varias investigaciones, resulta que mas allá de la contradicción entre la organización del trabajo prescrita y la organización del trabajo real, la misma organización del trabajo prescrita está plagada de contradicciones. La elaboración de la organización real del trabajo implica apartarse de la letra de las prescripciones (leyes) y pasar por “interpretaciones”. Lo esencial de los problemas sometidos al análisis psicodinámico de las situaciones de trabajo proviene precisamente del desconocimiento y a veces de la negación de las dificultades concretas que los trabajadores enfrentan debido a la imperfección irreductible de la organización del trabajo.La organización real del trabajo aparece finalmente como un compromiso. Pero este compromiso no puede elaborarse únicamente sobre la base de argumentos técnicos, lo que seria muy simple. En la medida en que necesariamente hay un pasaje por un trabajo de interpretación, hay también, inevitablemente, multiplicidad de interpretaciones posibles, y por lo tanto, conflicto de interpretaciones entre los agentes. Construir un compromiso pasa, de hecho, por un juego social. La organización real del trabajo es un producto de las relaciones sociales. Lo que está en juego en las relaciones sociales de trabajo es la elaboración de los modos operatorios reales (la actividad).La ergonomía analiza “la actividad”, mientras que la psicodinámica del trabajo se interesa en los procesos intersubjetivos que hacen posible la gestión social de las interpretaciones del trabajo por los sujetos (creadoras de actividades, de “saber hacer” y de modos operatorios nuevos).

Desde este enfoque es que la psicodinámica define al trabajo como la actividad desplegada por hombre y mujeres para enfrentar lo que no está dado por la organización prescrita del trabajo. Esta definición insiste en el hecho de que el trabajo no puede reducirse a las relaciones sociales que lo encuadran, ni a la relación asalariada, ni a las relaciones de poder. Lo prescripto nunca es suficiente. Cuando sólo hay prescripción puede deshumanizarse, automatizarse. La automación genera inevitablemente nuevos desafíos de actividad, lleva a refutar la división tradicional entre trabajo de concepción y trabajo de ejecución. Todo trabajo es siempre de concepción. El trabajo es, por definición, humano, ya que se convoca precisamente ahí donde el orden tecnológico-maquinal es insuficiente.El trabajo es creación, ajustar la organización prescrita del trabajo exige la puesta en juego de invención, formas de inteligencia específicas. El ejercicio de la inteligencia de la práctica plantea problemas difíciles sobre la articulación de los requisitos sociales, psíquicos y cognitivos de su funcionamiento.Las innovaciones surgidas de las interpretaciones de la organización prescrita y de las experiencias singulares del trabajo deben coordinarse, sino, el mayor riesgo que se corre es el de la incoherencia y las incomprensiones entre agentes, que arruinan las ventajas potenciales de la inteligencia obrera con respecto a la calidad de la producción o la seguridad de las instalaciones. Mas allá de la coordinación se plantea el problema, quizás mas importante, de la cooperación.En la cooperación ya no se trata únicamente (como en la coordinación) de garantizar las condiciones lógicas y cognitivas de una articulación exitosa de las actividades singulares, sino de la voluntad de las personas para trabajar juntas y para superar colectivamente las contradicciones que nacen por la esencia de la organización del trabajo. Es imposible determinar por adelantado en qué debería consistir la cooperación, dado que es un hecho de libertad, y en cuanto tal no puede prescribirse.Precisamente la investigación en psicodinámica del trabajo se ha involucrado desde hace poco en el análisis especifico de esta cuestión, difícil pero decisiva, tanto para la eficacia del trabajo como para la economía del sufrimiento y del placer en el trabajo.La cooperación exige, en primer lugar, relaciones de confianza entre los sujetos. La confianza no es un sentimiento, sino que tiene que ver principalmente con la construcción de acuerdos, normas y reglas que encuadran la manera de ejecutar el trabajo. Así, el ajuste de la organización del trabajo pasa por la realización de condiciones éticas.Mas allá de la puesta en coherencia de los aportes singulares de casa sujeto a la construcción de la organización del trabajo (la coordinación), mas allá de las condiciones éticas, incluso políticas, de la construcción de las relaciones de confianza entre los trabajadores, la cooperación solo se vuelve efectiva si ellos tienen el deseo de cooperar. Según la psicodinámica del trabajo, la movilización subjetiva frente al desafío de la organización del trabajo supone: esfuerzos de inteligencia; esfuerzos de elaboración para construir opiniones sobre la mejor manera de arbitrar las contradicciones y resolver las dificultades de la organización del trabajo; esfuerzo para involucrarse en el debate de opiniones. Esta movilización subjetiva, por “espontánea” que sea, no deja de ser extremadamente frágil. Depende de la dinámica entre contribución y retribución, e incluso antes de toda retribución espera que no se refrenen sistemáticamente sus iniciativas y su deseo de aportar una contribución; sin esta retribución, termina por desmovilizarse, generalmente a disgusto, porque las consecuencias son graves para su salud mental.El análisis psicodinámico sugiere que la retribución esperada por es sujeto es fundamentalmente de naturaleza simbólica, se trata del reconocimiento, reconocimiento en sus dos dimensiones: - En el sentido de constatación (es decir, reconocimiento de la realidad constituida por la contribución del sujeto a la organización del trabajo). Este aspecto del reconocimiento es resistido desde las jerarquías porque implica el reconocimiento de la imperfección de la ciencia y la técnica, de las fallas de la organización del trabajo prescrita y del indispensable recurso a las contribuciones de los trabajadores para hacer funcionar el proceso de trabajo. A

su vez, las imperfecciones inherentes a la organización del trabajo a veces desencadenan miedo en los mandos medios y responsables, especialmente cuando el proceso implica riesgos mayores (como la industria nuclear). La negación de las contribuciones obreras se inscribe en una estrategia colectiva de defensa para luchar contra el sufrimiento propio de los mandos medios de las industrias peligrosas (Ej. industria nuclear). Así, el análisis psicodinámico del trabajo no solamente le permitió a la clínica desprender las formas específicas de las estrategias colectivas de defensa de los mandos medios contra su propio sufrimiento en el trabajo, sino que permite proceder al análisis de la dinámica de las relaciones de colectivo a colectivo, de mandos medios a obreros, cuando la comunicación es perturbada o distorsionada por unos u otros.- En el sentido de gratitud (por el aporte de los trabajadores a la organización del trabajo).

El reconocimiento para por la construcción rigurosa de juicios sobre el trabajo realizado, y los realizan actores específicos, comprometidos directamente en la gestión colectiva de la organización del trabajo. Hay distintos topos de juicio: juicio de utilidad (proferido por superiores e inferiores jerárquicos); el juicio de belleza (proferido por los pares). Estos juicios se refieren al trabajo realizado, es decir, al hacer y no a la persona. Pero el reconocimiento de la calidad del trabajo realizado puede inscribirse, a nivel de la personalidad, en términos de ganancia en el registro de la identidad. La relación entre identidad y trabajo está mediatizada por la relación con lo real constituida por el trabajo y por el juicio de reconocimiento de los otros.De esta forma se construye el triangulo de la dinámica de la identidad:

En la psicodinámica del trabajo, este triangulo adquiere la siguiente forma:

La retribución simbólica acordada por el reconocimiento proviene de la producción de sentido que confiere a lo vivido en el trabajo. El sentido al que da acceso al reconocimiento es el sentido del sufrimiento en el trabajo, que es originario a toda situación de trabajo en tanto confrontación con las restricciones sistémicas y técnicas.La construcción del sentido del trabajo por el reconocimiento, al gratificar al sujeto con respecto a sus expectativas sobre la realización de sí mismo (edificación de la identidad en el campo social), puede transformar el sufrimiento en placer.La problemática de la identidad adquiere al mismo tiempo un lugar fundamental en la psicodinámica del trabajo, en la que reemplaza la referencia a la personalidad (psicopatología del trabajo).Referirse a la identidad es tocar el núcleo de la salud mental. Toda descompensación psicopatológica supone una crisis de identidad. Así, el reconocimiento de las contribuciones a la organización del trabajo involucra la problemática de la salud mental. Esta conquista de la identidad está siempre mediatizada por la referencia a una acción sobre lo real que la actividad de trabajo moviliza. En esto, la psicodinámica del trabajo confirma su diferencia con respecto a la psicología social, que generalmente trata de captar una relación directa entre sujeto y sociedad apoyándose en el análisis de los pequeños grupos.La conquista de la identidad en el campo social, mediatizada por la actividad de trabajo, pasa por la dinámica de reconocimiento, que implica el juicio de los pares, que sólo es posible si funciona un colectivo o una comunidad de pares (cosa que no se consideraba en la psicopatología del trabajo).La psicodinámica del trabajo completa el análisis dinámico del sufrimiento y de las estrategias defensivas por el análisis dinámico del sufrimiento y de su transformación en placer por el reconocimiento. El trabajo está ligado al sufrimiento y al reconocimiento. Si el reconocimiento falta, los sujetos se involucran en estrategias defensivas para evitar la enfermedad mental, con consecuentitas serias para la organización del trabajo que arriesga entonces a la parálisis.Las conductas humanas de movilización, desmovilización o defensa no son fruto del azar, sino que se ordenan bajo una racionalidad subjetiva.

El trabajo se despliega en primer lugar en el mundo objetivo en el que está sometido a los criterios de validación de la racionalidad cognitiva instrumental: es el ámbito de la actividad en tanto constituye el nivel analítico más preciso para tratar la eficacia del trabajo, respecto de los objetivos de producción, productividad y calidad.Las contradicciones de la organización del trabajo suponen un espacio de discusión estructurado como espacio público, y la gestión del desfasaje entre lo prescrito y lo real está sometida a acuerdos entre los agentes en el mundo social, es decir a la racionalidad axiológica.Por lo tanto, el trabajo no se despliega sólo en el mundo objetivo y en el mundo social, sino también en el mundo subjetivo (el del reconocimiento). Frente a esto Dejours plantea la siguiente hipótesis: “en la gestión de toda situación de trabajo es mas prudente tener en cuenta la racionalidad subjetiva de las conductas, que apartarla en nombre de las racionalidades teleológicas y axiológicas”.Método de investigación en la psicodinámica del trabajo: No hay entrevistas individuales. Intervienen siempre en colectivo, el colectivo de investigación (en número restringido) conservando lazos funcionales con el colectivo mas amplio constituido por el equipo de investigación del laboratorio. Este colectivo amplio es a la vez un recurso y un colectivo de control (apuntando a un trabajo reflexivo ampliado a la totalidad de la acción en curso). Cada investigación hace evolucionar al conjunto de los investigadores del colectivo de investigación y del colectivo de control. El método de investigación moviliza entonces un colectivo de trabajadores y un colectivo de investigadores.o El método de investigación es un trabajo específico (según como Dejours definió al trabajo) basado en la discusión contradictoria entre los trabajadores. Los hechos no existen en sí mismos, por eso no pueden recolectarse. Los hechos deben extraerse de la discusión, deben construirse, y esta construcción deberá validarse después. Pero la discusión contradictoria lleva, ahí como en cualquier situación de trabajo, a conflictos de interpretación.o Como la realidad de los hechos no está dada por adelantado, sino que procede de una dinámica intersubjetiva mediatizada por el lenguaje. Podría ser entonces que la encuesta no permita el libre juego de la confrontación de las opiniones de los investigadores en un espacio abierto a la deliberación; un trabajo de colectivo a colectivo. La segunda particularidad de la metodología de investigación resulta de la originalidad de los hechos a construir científicamente: la inteligencia de la experiencia se adelanta a su inteligibilidad para el sujeto. La inteligencia tiene aquí dos significados: por una parte, designa un modo específico de exploración de la situación de trabajo basado en la experiencia subjetivante del trabajo; por otra parte, la comprensión de esta experiencia, es decir, su inteligibilidad. Las estrategias defensivas contribuyen al ocultamiento de la realidad del sufrimiento y de su relación dinámica con el trabajo. Ahora bien, el análisis de la dimensión subjetiva del trabajo (o la objetivación de la subjetividad), pasa necesariamente por el acceso al sentido que la situación tiene para los mismos sujetos. La objetivación de lo vivido exige por lo tanto un trabajo reflexivo de per-elaboración colectiva llevado por el deseo de reapropiación y la voluntad de emancipación de los trabajadores involucrados. Tomar en consideración estas dos dificultades (avance de la inteligencia sobre la inteligibilidad y estrategias defensivas) lleva a definir el siguiente objetivo: “recolectar los datos que el investigador no puede observar directamente en los sujetos que no siempre tienen conocimiento de ellos. Para vencer esta dificultad es necesario pasar por la palabra de los trabajadores: es el único acceso a esta realidad que no se ha dado todavía, considerando siempre que la palabra no es un simple medio de traducción de la realidad subjetiva (lo que sucedería únicamente si todos los hechos a recolectar fueran concientes). La palabra funciona como medio para hacer inteligible lo que aun no es conciente. Esto se debe a que el lenguaje es un medio muy poderoso para pensar la experiencia vivida subjetivamente. El lenguaje adquiere este poder cuando la palabra se dirige a otros. Existen por lo tanto condiciones intersubjetivas específicas para hacer efectivo el poder del lenguaje.

El sufrimiento no es accesible directamente y su expresión por medio del lenguaje choca con la barrera de protección de las estrategias defensivas. Otro obstáculo es que la expresión de la verdad de lo vivido puede entrar en competencia con los intereses estratégicos de los sujetos. La cuestión planteada entonces es la de la veracidad o la autenticidad de la palabra dirigida a los investigadores. Para superar esta dificultad se acuerda un lugar principal al analisis de la demanda. Es mas, la objetivacion de lo vivido corre el riesgo de tener consecuencias posteriores mayores en la relacion con el trabajo y en la gestion colectiva de la organización del trabajo. Estas consecuencias deberán ser asumidas por los sujetos participantes en la investigación. También el colectivo de investigadores no puede asumir solo la responsabilidad de tomar tal riesgo; los sujetos deben conocer y asumir voluntariamente los riesgos y responsabilidades. Es lo que el analisis de la demanda se asegura, y cuando está terminado, lo que garantiza. En ausencia de demanda la experiencia muestra que no se accede ni a las estrategias defensivas ni al sufrimiento. La demanda exige un riguroso trabajo de elaboración (“trabajo de la demanda”), donde la construccion de la demanda esté socialmente validada por los diferentes actores de la empresa. La demanda sólo es admisible cuando está formulada explícitamente en términos de comprensión y analisis de la situación de trabajo, no como demanda terapeutica. El colectivo de investigación no se compromete a resolver los problemas planteados por la relacion con la organización del trabajo, se compromete por el contrario a hacer todo lo posible para acceder a la inteligibilidad de la situación. Para llegar a la explicitacion de las condiciones intersubjetivas propicias para la elaboración de lo vivido subjetivamente en el trabajo es necesario un habla y una escucha arriesgadas: escuchar y entender significa un primer riesgo, en tanto penetrar en el drana del sujeto es desetabilizante para el funcionamiento psiquico de los investigadores. El segundo riesgo para los investigadores consiste en que una investigación solo funciona si cada vez la teoria de la psicodinámica del trabajo se somete entera a la prueba de la realidad, a riesgo de perder su legitimidad o su interes para los investigadores. Es por esta razon que se implementó el colectivo de control. El tercer riesgo es que los investigadores se comprometen con los trabajadores que participan en la investigación, porque plantear la necesidad de apoyar la investigcion en una demanda implica inevitablemente tomar posición frente a esta demanda. El compromido para acceder a la inteligibilidad de la situación implica otro riesgo, dado que nunca se está seguro por adelantado de llegar a conclusiones que satisfagan todos los criterios de validación. Así se involucra la angustia del investigador frente a todo problema cientifico (con la diferencia que se está en tiempo y situación reales, y que de los exitos o fracaso de los investigadores depende tambien en gran parte el futuro subjetivo de los trabajadores, quienes tomaron el riesgo de comprometerse con la investigación). Cuando se reunen estos tres riesgos, empujan al colectivo de investigación a otro riesgo: la acción desencadenada por la investigación prosigue mas allá de la investigación, y los investigadores no se pueden liberar de una obligación moral, inclusive legal, de atestiguar públicamente su trabajo cientifico. Pasa lo mismo con los trabajadores. La perlaboración (hacer surgir por medio del lenguaje el sentido de lo vivido), lo quieran o no, transforma la relacion subjetiva de los trabajadores con su situación de trabajo. El analisis psicodinámico de las situaciones de trabajo es una practica de intervención, no sólo producción de conocimientos. Es por esto que la metodología de la investigación en psicodinámica del trabajo se inscribe en el modelo de la investigación-acción, los cambios provocados por la investigación implican el compromiso de la responsabilidad del colectivo de investigadores hasta en la misma acción, los cambios no son unicamente efectos colaterales. La psicodinámica del trabajo apunta a un trabajo de reapropiación y emancipación basado en la crítica de las distorsiones de la acción comunicativa. La escucha arriesgada aparece como la contraparte, en los investigadores, de lo que constituye la demanda en los trabajadores. Este dispositivo metodologico está en la base de los que se puede considerar como una relacion de equidad entre la palabra cargad por una demanda y la escucha arriesgada.

El lenguaje funciona en tres niveles:1. Es mediador entre los trabajadores y los investigadores (cuyo requisito intersubjetivo es la autenticidad de la palabra frente al riesgo de la escucha).2. Es mediador entre los mismos trabajadores, en tanto comparten experiencias vividas del trabajo. Para ellos el lenguaje no es solamente el medio de la elaboración colectiva de lo vivido, sino tambien un operador de construccion del mismo colectivo. De esta manera, la práctica de investigación sólo conduce mas sistemáticamente una dinamica que se despliega “espontáneamente” (cuando el espacio de discusión existe efectivamente).3. El lenguaje, especialmente el escrito (que retoma los términos de las sesiones de trabajo y de los debates de la investigación) puede utilizarse como medio de objetivacion de lo vivido subjetivamente en la situación de trabajo estudiada.

El analisis psicodinámico es una expresión del psicoanalisis, que estudia los movimientos psico-afectivos generados por la evolucion de los conflictos intersubjetivos e intrasubjetivos; se refiere al drama vivido, el sentido para el que lo vive. En el analisis psicodinámico de las situación de trabajo la psicodinámica sólo se aplica en el marco del psicoanalisis del proceso de la cura y de los conflictos solicitados por la transferencia.Dejours reclama el uso riguroso en clinica del trabajo del concepto en el sentido de la psicología concreta. A su vez, considera a la clinica del trabajo como una forma de psicoanalisis aplicado.Envolvimiento y liberación rivalizan, pero lo real sigue siendo el centro de gravitación universal de la clinica del trabajo.La clinica del trabajo dibuja los lineamientos de una racionalidad subjetiva de la acción, cuyo analisis supone que se mantengan juntos los vínculos entre sufrimiento – trabajo – reconocimiento. La clinica del trabajo nos enseña que es imposible comprender las cuestiones relativas a la emergencia de la patología mental en el trabajo si se limita la investigación a la historia singular (intrasubjetividad), o si sólo se hace referencia a las relaciones entre sujetos (intersubjetividad).Los conflictos, el sufrimiento y el placer que emergen en situación de trabajo deben su dinamica tambien a la organización del trabajo y a las dificultades que ocasiona a los sujetos entre ellos e individualmente, por las tensiones que hace surgir entre restricción de la situación de trabajo y restricción de las relaciones en la esfera privada.La lucha contra la locura pasa a la vez por una confrontación del sujeto con lo real y por el reconocimiento de su acción por parte de los demas. Es cuando uno de los tres términos está aislado de los otros dos que se perfila el riesgo de alienacion y locura.Si el sujeto está cortado de lo real y del reconocimiento de los demas, es remitido a la soledad de la locura clásica conocida como “alienacion mental”.Si el sujeto, por medio de su trabajo, mantiene una relacion con lo real, pero su trabajo no es reconocido por los otros, aún si ese trabajo tiene una relacion de verdad con lo real, tambien está condenado a la soledad alienante, situación denominada “alienacion social”. Lo esencial de la psicopatologia del trabajo se despliega en el sector de la alienacion social.Por último, cuando el sujeto hace que otros lo reconozcan en sus actos, pero este reconocimiento se juega tanto de una parte como de la otra en un mundo psiquico que ha perdido sus vínculos con lo real, entonces se habla de “alienacion cultural” (ej. Sectas). La alienacion cultural, toma tambien formas mas comunes, y de mucha gravedad a veces en las situaciones de trabajo (ej. Cuando los directores no saben que es lo real del trabajo de los obreros).En esta concepción, la identidad es siempre el resultado de una lucha, nunca definitivamente ganada, aun en el mejor de los casos, contra los tres riesgos posible de alienacion. Para el sujeto, ser reconocido por los otros por un juicio que no se base en su trabajo representa un peligro mental.El analisis psicodinámico de las situaciones de trabajo sugiere que la relacion con lo real

nunca está dada directamente, no es natural. Pasa siempre por la mediación de una acción sobre ese real en el que se descubren simultáneamente: A) la experiencia de lo que todavía y siempre resiste en lo real al dominio de la técnica y los conocimientos; B) las posibilidades, sin embargo, de acción sobre ese real que, dejándose parcialmente conquistar, atestiguan el poder creador del pensamiento imaginativo del sujeto.Los comportamientos psiquicos y mentales no se separan estrictamente; el hombre comprometido en estrategias defensivas para luchar contra el sufrimiento en el trabajo lleva sus restricciones mentales con él y necesita de la cooperación de su prójimo para mantener sus defensas en estado de funcionar para el momento de retorno al trabajo. Así se puede mostrar que toda la economia familiar se convoca para ayudar a sus miembros a enfrentar las restricciones de la situación de trabajo.Al tratar de ampliar su campo de investigación a la normalidad, la psicodinámica del trabajo descubre que el trabajo no ocupa sólo un lugar marginal en la construccion de la identidad. La sublimación quizás no es solamente un proceso facultativo reservado a los artistas, a los creadores y a los investigadores cientificos de talento, sino un proceso esencial y necesario para la construccion y el mantenimiento de la economia psicosomatica de todos. De tal manera que no se puede evitar examinar las consecuencias de una privación duradera del derecho a la sublimación.Ahora bien, la desigualdad socialmente construida respecto de los beneficios simbólicos de la sublimación para la salud mental es mas determinante que la desigualdad psiquica respecto de los recursos sublimatorios individuales. Ejemplo: el acceso a la dinamica de reconocimiento en el campo del trabajo se ofrece de manera profundamente desigual a los hombres y a las mujeres; intrusión brutal de lo real social e históricamente construido en la clinica de la sublimación.