deconstrucción
TRANSCRIPT
-
5/26/2018 Deconstrucci n
1/13
1
La Deconstruccin
A finales de los aos sesenta, tiene lugar el desarrollo de las
corrientes postestructuralistas, que tratan de desalentar las pretensiones
cientficas del Estructuralismo.
La Deconstruccin, al igual que otras teoras o posturas
posestructuralistas, niega la suposicin de que los principios estructurales
son esencias, es decir, que no cree que existan principios estructurales
universales que existen antes de la incidencia del lenguaje. El nfasis en
lo concreto y lo contingente en oposicin a lo eterno y universal revela la
filiacin entre la deconstruccin y el existencialismo.
Para la Deconstruccin, todos los principios de la existencia, por
ejemplo la experiencia, se sitan histricamente y se estructuran mediante
la relacin entre la experiencia individual y la fuerza institucional, a travsdel lenguaje, de los smbolos, del entorno cultural del momento, situando
ste en una relacin de oposicin con respecto a todos los otros momentos
histricos previos. Esta relacin de oposicin opera segn los principios
estructurales de la diferencia y el desplazamiento, porque para la
deconstruccin el signo no es tanto una unidad compuesta de significante y
significado sino una fijacin momentnea en el proceso temporal del
lenguaje. La propia repetibilidad del signo divide su identidad porque si
puede ser reproducible en distintos contextos cambiar tambin su
significado. El lenguaje no es, por tanto, una estructura estable, como los
estructuralistas crean, sino que sus elementos estn en constante
intercambio y ninguno de ellos es totalmente definible porque su
-
5/26/2018 Deconstrucci n
2/13
2
definicin (por oposicin a) depende de los dems (Eagleton,
1993:157), de su diferencia de los dems, dira Derrida.
El trmino Deconstruccin (debera ser desconstruccin en
castellano) hace referencia a un movimiento crtico inaugurado con una
ponencia del francs Jacques Derrida en un congreso en EEUU en la
Universidad Johns Hopkins en 1966. El tema del congreso era Los
lenguajes crticos y las ciencias del hombre y en l participaron
importantes figuras como G. Poule, L. Goldmann, E. Donato, T. Todorov,
R. Barthes, y J. Lacan. Derrida particip con la ponencia titulada
Estructura, signo y juego en el discurso de las ciencias humanas,
recogida despus enL criture et la diffrence (1967).
La Deconstruccin no se trata de una teora literaria sino ms bien de
una modalidad concreta de lectura de textos (Pozuelo Yvancos,1992:132-3 citado en Vias Piquer, 2002:530). No pretende tener un
carcter sistemtico, ms bien todo lo contrario.
Derrida comienza por cuestionar los presupuestos metafsicos bsicos
de la filosofa occidental, que ha dado siempre por sentado la existencia de
un centro rector en toda estructura. Encontrar un centro, es decir, algo
invariable en la existencia humana, algo no sometido a cambio histrico
continua siendo una tentacin no slo en los estudios literarios, porque
significara una certeza, un fundamento a nuestro sistema de pensamiento
(el Universal, la Idea, Dios, Espritu hegeliano, etc.). Nuestra propia vida,
segn indica Vias Piquer (531) gira entorno a la idea de un yo esencial,
-
5/26/2018 Deconstrucci n
3/13
3
nico, invariable, el centro de nuestra personalidad, que Freud fractur con
su divisin consciente e inconsciente.
En De la gramatologa, Derrida denomina logocentrismo a este
deseo del centro, a la creencia en la existencia de un fundamento o
principio trascendente (ms all del cual no se puede ir). Derrida examina
los sistemas de pensamiento (como la crtica literaria o la propia obra
literaria) para mostrar como pueden ser deconstruidos, desestabilizados. Su
estructura se edifica sobre una jerarqua de supuestos y significados que
son, en s mismos, variables, arenas movedizas. Se sita as en la lnea de
Nietzsche y de Heidegger. De hecho, segn indica Vias Piquer (531) la
Deconstruccin viene a ser la puesta en prctica de la terapia propuesta por
el propio Nietzsche para una sociedad enferma de angustia existencial
(nihilismo). Aparece cuando la sociedad occidental se haba instalado
cmodamente en unos mtodos de conocimiento que garantizaban ciertascertezas. El mtodo, si es que podemos hablar de mtodo cuando Derrida
se deconstruye a s mismo continuamente, consiste en no optar por
ninguna lectura, no asignar ninguna interpretacin, quedarse en el vaco,
en el escepcismo. nicamente busca mostrar como toda jerarqua, todo
orden, puede invertirse; desvelar como todo texto termina poniendo en
duda su propio sistema de lgica, llegando a la contradiccin.
EnDe la gramatologa, por ejemplo, Derrida deconstruye la idea de
que lo hablado precede a lo escrito (logocentrismo) y de que lo escrito no
es ms, de hecho, que la materializacin de lo hablado. Modifica as el
concepto de escritura que acaba siendo algo que precede al lenguaje. Otro
ejemplo sera la idea de que la naturaleza precede a la civilizacin, o la
-
5/26/2018 Deconstrucci n
4/13
4
oposicin dentro/fuera (en general cualquier oposicin binaria). Es por ello
que la Deconstruccin se sita en los mrgenes, no afirma ni niega, slo
deja entrever otras posibilidades.
Para la Deconstruccin (y debiramos emplear la minscula) no hay
un metatexto, lo mismo que no hay un metalenguaje (las maysculas
cumplen de alguna forma esa funcin). Cualquier lenguaje es distinto a
otro y el lenguaje filosfico, generalmente considerado como de mayor
rigor, es simplemente un lenguaje, una interpretacin. No hay ninguna
posicin dominante.
Uno de los supuestos ms interesantes que la deconstruccin busca
fracturar es el principio de causalidad; la prioridad lgica y temporal de la
causa frente al efecto. Segn Nietzsche, en realidad se produce una
inversin cronolgica impuesta a posteriori, pues en nuestra experiencia
cotidiana lo primero que captamos es el efecto y luego imponemos unalgica para dar con el efecto. La deconstruccin muestra como el efecto es
la causa que nos lleva hasta la causa.
El concepto de diffrance (en francs no existe diferencia fnica
entre diffrencey el neologismo acuado por Derrida) lleva implcita esa
fractura temporal aplicada al lenguaje. La repetibilidad (iteratividad) de
todo signo lingstico en distintos contextos, lejos de contribuir a su
universalidad, desliga al signo de todo anclaje absoluto; un significante no
est vinculado siempre a un mismo significado, sino que siempre ocupa
-
5/26/2018 Deconstrucci n
5/13
5
una posicin distinta, diferente. Haciendo so de las teoras de Lacan,
Derrida nota que el significado se desliza siempre bajo el significante,
difiere, se escapa. El concepto de difrance podra, por tanto, significar
diferencia en el sentido de ser distinto de y de estar en desacuerdo con.
Es decir que el signo no remite a nada externo, no representa ninguna
realidad sino que nos traslada sistemticamente a otra escritura; la
escritura es siempre reflexiva, remite a s misma. Derrida emplea la nocin
de traza o huella (tambin habla de fisuras) y llega as a deconstruir la
oposicin entre lenguaje objeto y metalenguaje.
Las ideas de Derrida presentan una evidente conexin con la teora
de la intertextualidad de Bajtin, divulgada por Kristeva. Ambos parten de
la nocin de dialogismo para terminar con el anti-historicismo y estatismo
estructuralista, concibiendo al texto como una escritura que lee otraescritura o que se lee a s misma. De forma que el texto esta orientado
hacia un acto de reminiscencia o evocacin (Kristeva desarrolla el
concepto de choraen este sentido, que modifica de la anamnesis platnica)
y hacia un acto de transformacin de la anterior escritura (lo que Harold
Bloom ha definido como el intento de superar la ansiedad de la influencia).
Segn Manuel Asensi (1990:65-66 citado en Vias Piquer 536), en la
teora de la intertextualidad la absorcin de otras textualidades se resuelve
en una nueva unidad de sentido, mientras que en la teora del injerto,
desarrollada por Derrida, la absorcin de otras textualidades crea un
corpus agujereado que evita la unidad de sentido porque se mezclan
constantemente niveles refenciales y figurativos. Derrida denomina
-
5/26/2018 Deconstrucci n
6/13
6
diseminacin a esta independencia irreductible de la escritura. El lector es
el centro del sentido.
El carcter iterativo, repetitivo, de todo signo hace que para la
deconstruccin el texto no funcione si no es circulando, separado de su
querer-decir original y sin posibilidad de recurperarlo (Asensi, 1990:58
citado en Vias Piquer, 2002:537). Esto se debe a que la escritura, segn
Derrida, slo remite a s misma, y por tanto, los aspectos socio-culturales
(circunstancias poltico-ideolgicas) no cuentan en un anlisis
deconstructivo, puesto que el lector o el crtico se acerca a la obra desde un
contexto determinado que condiciona totalmente la interpretacin, que
nunca podr ser objetiva.
En el mbito de la deconstruccin norteamericana, la figura principal
es Paul de Man, autor belga, y profesor en la Universidad de Yale. DeMan ha sido uno de los miembros de la denominada Escuela de Yale
integrada adems por Hillis Miller, Geoffrey Hartman y Harold Bloom.
Los integrantes de esta escuela escriben bajo el influjo de Derrida. En el
caso de Paul de Man, llega a desarrollar su propia terminologa y prefiere
enfocar su trabajo hacia la lectura de la obra, en lugar de la escritura. En
Blindness and Insight (1971) De Man se centra en analizar las figuras
retricas que producen fisuras en la lectura, puesto que considera que todo
texto es figurativo. El texto no puede decir todo lo que significa puesto que
su significado se encuentra habilitado mediante el silencio en algn punto
crucial. Contina este anlisis en Allegories of Reading (1979) donde
entiende la retoricidad del texto como una alegora.
-
5/26/2018 Deconstrucci n
7/13
7
La crtica semitica ha indicado que una manera de aumentar los
espacios perceptivos en una narrativa y as aumentar la fuente de placer en
la interpretacin de textos literarios, es el uso de tropos que produzcan un
efecto de doble codificacin.
La metfora y metonimia trabajan en el nivel semntico, mientras que
la irona se sita en el nivel pragmtico. La contribucin de Paul de Man a
esta rea de investigacin continua siendo seminal. En su Epistemologa
de la metfora, incluida enAlegoras de la lectura,De Man estudia el uso
del smbolo y la alegora, una distincin que, l reclama, mantiene unida la
concepcin hegeliana de la historia.
La esttica de Hegel muestra como el proceso dialctico de cognicin
se basa en a) Verstand o comprensin, para Hegel una forma cognitiva
menor mediante la que las determinaciones finitas del mundo fenomenal se
separan en categoras claras por un proceso semejante al sentido comn, b)Aufgehobeno momento dialctico en el que tales determinaciones finitas
son contrastadas con sus contrarios, y c) Vernunft o razn positiva, un
momento especulativo en el que la idea, lo afirmativo contenido en la
disolucin y la transicin de tales categoras finitas, surge. Esta idea es el
principio Hegeliano de unidad orgnica, el Absoluto. Un principio que,
como los crticos han indicado, debe mucho a la teora Aristotlica de la
tragedia, segn la cual la belleza de un trabajo artstico corresponder a su
organizacin o nivel de integracin.
Las dos formas de cognicin, Verstand yVernunft,corresponden, ms
o menos, explica De Man, a la distincin que realiza Goethe entre la
alegora y el smbolo como formas de representacin. El smbolo y la
-
5/26/2018 Deconstrucci n
8/13
8
alegora eran, antes de Goethe, intercambiables. Ambos modos de
representacin negocian entre la apariencia sensual (Schein) y la imagen
significativa (Bild). Mientras la alegora (allos + agorein = el otro que
habla) (De Man,1979:270) transforma la apariencia en un concepto
concreto, el smbolo busca ser algo ms que la mera experiencia
fenomenolgica y apunta hacia una aprehensin ms global e intuitiva: la
Idea Universal tras el mundo de apariencias.
La imaginacin Romntica rechazada la alegora porque en vez de
presentar las cosas segn su realidad, la presentaba como imagen o
parbola (Hegel, Esttica 488 citado en De Man,1979:148). Kant
consideraba el smbolo una clase de hipotiposis (lo que se encuentra fuera
de un tipo) es decir, una presentacin retrica de algo que est fuera del
alcance sensorial porque se compone de elementos demasiado abstractos
para la representacin sensorial (De Man, Epistemologa de laMetfora:24).
En su la Retrica de Temporalidad De Man explica que el texto
como alegora de la metfora y el texto como alegora de metonimia no
pueden coexistir. De esta forma, desafa la concepcin de Estructuralista
de que el eje paradigmtico de la metfora se proyecta en el eje
sintagmtico de la metonimia para producir un modelo textual constante.
Para De Man se trata de un momento de ceguera una aporia(del griego,
ausencia de paso o comunicacin) que cancelara la lectura crtica y que
se basa en la oposicin entre la figura o tropo (una mscara) y su
denominacin. Para la crtica denominada deconstructiva, es precisamente
hacia tales momentos de duda por donde se orienta la lectura. Para De
-
5/26/2018 Deconstrucci n
9/13
9
Man, Derrida, Hillis Miller y otros ocupantes de qu Lentricchia (1980) ha
llamado la casa crtica de mala fama y Bloom (1994) la escuela del
resentimiento (la Escuela Crtica de la Universidad de Yale), son estos
espacios textuales o tropiezos de la estructura, lo que tiene verdadero
inters.
Volviendo a la retrica de discurso, para De Man, la frontera que
separa todos los tropos es delgada, y todo lenguaje, incluso el discurso
filosfico y cientfico, se encuentra cargado de retoricidad (De
Man,1979:79), mediante la que cualquier concepcin mimetica del arte
puede transformarse en una concepcin gentica, hegeliana. En vez de ser
meras copias de un orden trascendental, explica De Man, la naturaleza y la
humanidad pueden llegar a ser parte de un movimiento gentico ordenado
en una temporalidad prospectiva, una cadena de ser orientada hacia un fin
teleolgico (Ibid. 101).La sistematizacin es precisamente lo que los Romnticos rechazaron
como producto artificial y mecnico del Utilitarismo Ilustrado, por eso
contemplaron la alegora como un producto falsificado de comprensin
mecnica (Coleridge1971:468 citado en De Man), mientras que el
smbolo era para ellos una luz especial, reflejo de lo trascendente
(Coleridge citado en De Man,1979:212).
En el smbolo, la causa y el fin se unen, ya que la relacin simblica
entre imagen y substancia es simultnea en el tiempo y en el espacio. En el
smbolo, el tiempo es mera contingencia, una ilusin, mientras que en la
alegora se trata de una categora constitutiva. Por esta razn, la
deconstruccin iniciada por De Man, al igual que la de Derrida, busca
-
5/26/2018 Deconstrucci n
10/13
10
desarticular la linearidad del proceso temporal mediante la creacin de
discontinuidades radicales. El proceso llega a ser parte de s mismo, un
acontecimiento colocado en un movimiento diacrnico sin ningn origen
generativo, una reflexin circular donde significado y significante nunca se
encuentran.
La prueba definitiva de que la concepcin gentica de Hegel se
contradice es, para De Man, la imposibilidad de escribir una historia del
Romanticismo (Ibid.103). Tanto el trabajo de De Man como el de Derrida
ha consistido principalmente en la diseminacin de textos para exponer sus
ambigedades y la falsedad de una concepcin gentica
Ya habamos mencionado que la conceptuacin es un proceso verbal
basado en la sustitucin de un modo semitico de referencia para un
modelo substancial, significacin por posesin, lo qu Derrida ha llamado
logocentrismo o metafsica de la presencia. Para De Man, al igual queDerrida, la metfora no es nicamente un tropo, una forma retrica
marginal, sino que revela la naturaleza ilusoria de toda realidad. No existe
un lenguaje natural, ya que todo lenguaje es un artificio y comunica una
opinin o doxa. El lenguaje es para la critica deconstructiva una
usurpacin, una seduccin, no existe verdad o episteme informativo,
constativo o verificable (De Man,1979:129).
El lenguaje literario, en particular, es el campo de batalla entre
lenguajes contradictorios, inconmensurables, que convierten el proceso
interpretativo en interminable, en una lucha entre la narracin como
representacin y la narracin como mera temporalidad (De
Man,1971:XXV). La comprensin hermenutica, aade Derrida, siempre
-
5/26/2018 Deconstrucci n
11/13
11
va con retraso, pues entender algo es siempre darse cuenta de algo que ya
se saba1. Una comprensin es slo completa cuando llega a ser consciente
de su propia situacin temporal, y reconoce que el horizonte en el que se
alcanzar el espacio es el tiempo mismo.
Esta dimensin alegrica marca el comienzo de un estado mental
potico que se origina en el proyecto existencial, que De Man denomina
visin (insight) (De Man,1971). El lenguaje es por tanto una dialctica
entre el sujeto y el objeto en que el s mismo intenta esconderse de su
propia temporalidad en un movimiento defensivo (De Man,1979:230).
De Man estudia tambin el empleo de la irona, tropo de los tropos
(De Man,1996:233), negatividad absoluta (Kierkegaard, citado en De
Man,1996:235) que arruina el sistema alegrico de tropos, su dialectica y
su reflexividad (De Man,1996:257).
La irona representa la tentativa paradjica de construir por medio dela destruccin, revelando la ruina del absoluto hacia el que el trabajo
progresa. Al igual que la alegora y la metfora, la irona juega en el
espacio entre significante y significado, entre el signo y la representacin,
entre la experiencia y el deseo, une lo ideal y lo verdadero dentro de la
compleja paradoja de la forma, una forma que no es ni homognea ni
orgnica, ni basada en la imitacin de un objeto natural. Puede representar
la distancia dentro del propio ser, su duplicidad, su negatividad de engao
fraudulento, su estructura dialctica reflexiva.
1La expresin always already (siempre ya) es una de las favoritas de Derrida, y la emplea en numerosos ensayos como, por
ejemplo, The Ends of Man en Margins of Philosophy, 1982:121 & 124, en The Flowers of Rhetoric en White Mythology(Ibid.251), y en Genesis and Structure en Writing and Difference, 1981:165.
-
5/26/2018 Deconstrucci n
12/13
12
Para De Man cualquier acto de juicio implica una circularidad, pues
decir que A es igual a B presupone una diferencia, ya que A no es B, por
tanto los juicios analticos son siempre negativos, pero adems decir que A
es distinto de B presupone una similitud.
El lenguaje irnico ignora los aspectos sincrnicos de la percepcin
visual, la mimesis, que crea una falsa ilusin de presencia y significado
fijo, favoreciendo en su lugar estructuras musicales, rtmicas, discontinuas
y repetitivas, una temporalidad iterativa, una ceguera que captura el
autntico espritu de la modernidad.
Segn De Man, la moda aniquila todo lo pasado con la esperanza de
poder alcanzar el ahora del presente, de esta forma se convierte en un
clich repetitivo, una lucha por destruir el pasado y la concepcin gentica,
y que contiene inevitablemente las semillas de su propia destruccin. El
parricidio de la Modernidad es una paradoja que anula la historia, unaaporiaen la que lo moderno se origina y se consume inmediatamente (De
Man,1979:164-170). Es la interaccin entre la temporalidad alegrica y la
irnica lo que ha constituido la historia literaria (Ibid. 250).
Para Hillis Miller, la crtica deconstructiva se centra en un afirmacin y
en una negacin de esa misma afirmacin. Miller cree que no es necesario
deconstruir el texto porque ste se deconstruye a s mismo. Siguiendo a
Asensi (1990:52-3 citado en Vias Piquer, 2002:540) para Miller lo
importante es encontrar el elemento que rompe la unidad del texto y
demostrar que el texto se autodeconstruye.
-
5/26/2018 Deconstrucci n
13/13
13
Finalmente, Harold Bloom ha contribuido al debate combinando la
teora de los tropos con la psicologa freudiana y el misticismo cabalstico.
En su Anxiety of Influence (La angustia de las influencias, 1971), Bloom
muestra como toda obra esta basada en una falsa lectura (misreading) de
algn antecesor. Bloom fue el espritu motor de la Escuela de Yale con su
coleccin de ensayosDeconstruction and Criticism, sin embargo, y segn
seala Culler (1992:29 citado en Vias Piquer 2002, 540), su obra se ha
ido dirigiendo hacia aspectos menos deconstructivos al insistir en la
primaca del deseo y la voluntad. Una de sus ltimas obras, The Western
Canon continua siendo uno de los libros ms controvertidos del siglo XX.